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¿Qué piensa Dios sobre las mujeres?
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Puntos de conversación:
- La primera bendición de Dios fue la igualdad: creó a las mujeres y los hombres a la imagen de Dios, haciéndolos iguales en dignidad y valor. Mucha gente cree erróneamente que la Biblia enseña que las mujeres son menos valiosas que los hombres.
- La segunda bendición de Dios fue la diferenciación: creó a las mujeres diferentes a los hombres a propósito para que pudieran complementarse. Parte de esta bendición es el llamado a los hombres a ser líderes servidores de las mujeres.
- Las bendiciones llegan cuando los hombres se someten a Dios y dicen la verdad. Las maldiciones vienen cuando los hombres se hacen a un lado y no lideran.
Adaptado de la Semana 3 de Antropología: (haga clic para 5 características de una mujer según Proverbios 31)
Hoy responderemos la pregunta: ¿Qué piensa realmente Dios de las mujeres? La cultura suele decir que el cristianismo bíblico degrada y menosprecia a las mujeres, pero ¿es eso cierto? Para algunas iglesias eso es cierto y esto muestra que existe una masculinidad tóxica. Pero la respuesta bíblica es clara: Dios ama a las mujeres y desde el principio ha trabajado para bendecirlas.
Juan 10:10 (NTV) El propósito del ladrón es robar, matar y destruir. Mi propósito es darles una vida rica y satisfactoria.
Ese propósito refleja el corazón de Dios por la humanidad en Génesis capítulos 1-2. Pero mira cómo el ladrón (Satanás) está trabajando en contra de este plan, ¡y también lo ha estado haciendo desde el principio! Lo veremos hoy en Gen capitulo 3. Empero, mucha gente piensa que la Biblia rebaja y denigra a las mujeres. Esto es lo que se esperaría de un documento antiguo, que refleja antiguas normas sociales.
Aquí te damos algunos ejemplos de estas normas sociales antiguas. El primer ejemplo viene de un antiguo proverbio sumerio (hacia 2100 a. C.). Este dice: “La mujer es una trampa, un agujero, una zanja.” “La mujer es una daga de hierro afilada que corta el cuello de un hombre”.
Otro ejemplo lo vemos en Timeo de gran filósofo Platón (alrededor de 360 a. C.). Dice: “Y si un hombre viviera bien… y según la suerte que le correspondiera… lo volverán a hacer hombre en su próxima encarnación… pero si vivió cobardemente y una vida injusta… le hacen mujer.”
Otro gran filósofo es Aristóteles. Él escribió lo siguiente en Política (hacia 330 a. C.): “El hombre es superior por naturaleza y la mujer inferior; uno gobierna y la otra es gobernada”.
Sin embargo, hoy veremos que desde el primer capítulo de la Biblia, Dios comienza con una declaración opuesta al pensamiento antiguo. Eso es increíble si lo piensas. El propósito de Dios desde el principio fue darles a las mujeres una vida plena y abundante. La palabra para esto es “bendición”, y la vamos a dividir en dos partes.
La primera bendición de Dios fue la igualdad: creó a las mujeres y los hombres a la imagen de Dios, haciéndolos iguales en dignidad y valor.
Mucha gente cree erróneamente que la Biblia enseña que las mujeres son menos valiosas que los hombres. Hasta algunas iglesias cristianas tienen esta mentalidad errónea. Creen que masculinidad significa ser el macho alfa que manda a la mujer y la mujer tiene que decir sí a todo lo que él le dice. Esta es una masculinidad tóxica y no bíblica. Leamos lo que dice Dios sobre la igualdad entre hombres y mujeres:
Génesis 1:26-27 (NTV) Entonces Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, para que sean como nosotros. … 27 Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó.
Ante Dios todos valemos lo mismo, tanto hombres como mujeres tenemos el derecho a la dignidad y a ser valorados. Por si no sabían, este es el tema #3 titulado “Imago Dei” de la serie La búsqueda. Imago Dei simplemente significa a la imagen de Dios. Esto significa que somos como Dios en ciertas maneras, como mentalmente. En otras palabras tenemos la capacidad de pensar y crear. También de una manera relacional ya que fuimos diseñados para estar en relación con los demás. Sobre todo, somos semejantes a Dios de una manera espiritual porque hay una parte de nosotros que vive para siempre.
Imago Dei es también una referencia a la responsabilidad de la humanidad de “reinar” y representar a Dios ante el resto de la creación. Eso aplica a todos nosotros: hombres y mujeres. Pero no a los animales. Somos diferentes del resto de la creación porque nosotros somos hechos a la imagen de Dios.
Imago Dei nos distingue porque nos muestra que las personas le importan a Dios, tanto los hombres como las mujeres. De hecho, una y otra vez la Biblia eleva a las mujeres al mismo nivel que los hombres, algo impactante para la literatura antigua.
Por ejemplo, en el Antiguo Testamento tenemos Mujeres héroes. Tenemos a Ester, Débora, Noemí, Rahab, Ana, Abigail y muchas más. En el Nuevo Testamento tenemos a María, Ana, María Magdalena, Marta, Priscila, Lidia, Febe, etc,
Además, las mujeres fueron las primeras testigos de la resurrección y se les asignó la importante tarea de proclamar la buena nueva a los discípulos. Dios valora tanto a la mujer que hasta se preocupó por su situación financiera, por ejemplo en el caso de los Derechos de propiedad.
En general, la herencia pasaba por la descendencia masculina. Los hijos heredaban tierras, dinero y otros bienes de sus padres. Este sistema fue diseñado para mantener la propiedad dentro de la línea familiar paterna y garantizar la estabilidad económica de las familias. Pero en los planes de Dios, las mujeres contaban. Consideremos las hijas de Zelofehad (Números 27):
Números 27:4 (NTV) ¿Por qué debería desaparecer el nombre de nuestro padre de entre su clan solo porque no tuvo hijos varones? Dennos una porción de terreno entre el resto de nuestros parientes».
Dios no sólo concedió su pedido de tierra, sino que también le ordenó a Moisés que la hiciera parte de la ley para todo Israel: ¿¡las hijas tendrían derechos de herencia!? Entonces, para que quede claro, la primera bendición de Dios a la humanidad fue la igualdad. Él creó a las mujeres y a los hombres a imagen de Dios, haciéndolos iguales en dignidad y valor.
La segunda bendición de Dios fue la diferenciación: creó a las mujeres diferentes a los hombres a propósito para que pudieran complementarse. Parte de esta bendición es el llamado a los hombres a ser líderes servidores de las mujeres.
La visión original de Dios para la mujer y el hombre era la asociación. Mejor dicho, somos un equipo y tenemos una armonía. Creó un entorno en el que debían prosperar juntos. La imagen era armoniosa en Gen 1.
Aquí hay un resumen de este capítulo. Dios hizo con sus manos a Adán y creó a los animales y fue bueno. Mas faltaba algo. Dios hizo a Eva y encargó a Adán y Eva que se reprodujeran. Dios les dijo fructifiquense y multiplíquense; llenen la tierra. Les dirijo que gobernaran sobre la creación. También les dijo que disfrutaran cuando les dijo que comieran los alimentos que Dios les había proporcionado. ¡Luna de miel! Ahora todo estuvo “muy bien”
Pasamos a Génesis 2 y da más detalles al relato de Gen 1. Es interesante. Este capítulo hace un énfasis en la provisión de Dios, preparando el ambiente para los humanos. Luego vemos esta secuencia: Dios hizo a Adán del polvo (Génesis 2:7). Sopló aliento de vida en la nariz del hombre y el hombre se convirtió en una persona viviente. Dios puso a Adán en el jardín. En otras palabras, les dio provisión y propósito (Génesis 2:15). Sin embargo, Dios le dio a Adán una orden.
Génesis 2:16-17 (NTV) pero el Señor Dios le advirtió: «Puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol del huerto, excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de su fruto, sin duda morirás»
Después Dios hizo a Eva. En otras palabras, primero Dios le dio el mandato de no comer del fruto del árbol del bien y del mal. Luego hizo a Eva para que él la protegiera del castigo, enseñándola y guiándola a no romper el mandato dado por Dios.
La enseñanza de este versículo es que los hombres de Dios se someten a Él y luego el guía su casa con amor. Esto es parte de la bendición de lo que llamamos la diferenciación. Dios creó a los hombres para que se involucren activamente con Dios y con los demás.
Muy diferente a la mentira de hoy en dia de que la iglesia es para mujeres
Entonces, ¿qué sucede cuando los hombres no logran mantenerse comprometidos e involucrados con Dios y con los demás? La bendición de Dios da paso a una maldición.
Veámoslo:
Las bendiciones llegan cuando los hombres se someten a Dios y dicen la verdad. Las maldiciones vienen cuando los hombres se hacen a un lado y no lideran.
Génesis 3:1 (NTV) La serpiente era el más astuto de todos los animales salvajes que el Señor Dios había hecho. Cierto día le preguntó a la mujer: —¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto?
Nota que lo primero que hace el enemigo en el mundo: atacar el modelo de Dios (los hombres se someten, luego lideran con amor)
Génesis 3:6 (NTV) La mujer quedó convencida. Vio que el árbol era hermoso y su fruto parecía delicioso, y quiso la sabiduría que le daría. Así que tomó del fruto y lo comió. Después le dio un poco a su esposo que estaba con ella, y él también comió.
¿Has notado esto antes? ¡El hombre estaba allí! Fue pasivo, no intervino para que la mujer no fuera engañada. Ella comió primero y luego se lo dio. Aquí está el resultado de la maldición del pecado:
Génesis 3:16 (NTV) Luego le dijo a la mujer: «Haré más agudo el dolor de tu embarazo, y con dolor darás a luz. Y desearás controlar a tu marido, pero él gobernará sobre ti».
Miremos la maldición versus la bendición.
- Bendición: fructifiquense y multiplíquense.
- Maldición: será doloroso dar a luz
- Bendición: gobernar juntos, dos se vuelven uno (armonia)
- Maldición: hostilidad – querrás controlar a tu marido
Dios le dijo a la mujer que su marido la gobernará y esto es lo que causa la hostilidad. Se ha convertido en una lucha donde el hombre no quiere someterse a Dios y la mujer no quiere someterse al hombre. Recordemos que la sumisión es para protección y no humillación. Algo que tiene que quedar en claro es que tanto mujeres como hombres quedaron rotos a causa de la caída. Hoy en día es mucho más fácil hablar de masculinidad tóxica que de feminidad tóxica. Pero (lo siento mamás), las mujeres están tan rotas como los hombres.
Para recapitular en este punto: las bendiciones llegan cuando los hombres se someten a Dios y dicen la verdad. Las maldiciones vienen cuando los hombres se hacen a un lado ya sea por pereza, debilidad, irresponsabilidad, etc. y no lideran.
Adán y Eva pecaron cuando creyeron una mentira y elevaron sus deseos por encima del mandato de Dios. El resultado fue una maldición. En lugar de armonía, ahora habría hostilidad entre los sexos.
Hombres, ¿quieren darles un regalo a sus hijos y esposas en el Día de la Madre? Toma en serio tu relación con Dios. Levántate al lugar que Dios te dio desde la creación. Toma tu lugar como cabeza de tu hogar. Crece en Dios sometiéndote a Él. Dirige y lidera tu hogar con amor.
Las buena noticia es que
A través de Jesús, la maldición se revierte y somos libres de regresar al plan original de Dios de bendecir a las mujeres y a los hombres).
Esta maldición no tiene la última palabra. Dios tenía un plan incluso en Génesis para lidiar con esta hostilidad entre mujeres y hombres. Estas buenas noticias, se ven insinuadas en el versículo anterior al 16:
Génesis 3:15 (NTV) Y pondré hostilidad entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Su descendiente te golpeará la cabeza, y tú le golpearás el talón».
La hostilidad es más profunda que la del hombre contra la mujer. Es el bien contra el mal. Y el bien triunfará. Eso es lo que dice este versículo. Está hablando de Jesús, de lo que haría. Nacería de una mujer. Satanás le golpearía el calcañar (crucifixión). Jesús se golpearía la cabeza (resurrección). La hostilidad puede terminar.
Entonces, ¿qué piensa realmente Dios acerca de las mujeres?
Dios ama a las mujeres y desde el principio ha trabajado para bendecirlas. Finalmente lo hizo a través de Jesús:
Gálatas 3:26-28 (NTV) Pues todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Y todos los que fueron unidos a Cristo en el bautismo se han puesto a Cristo como si se pusieran ropa nueva. Ya no hay judío ni gentil, esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús.
Ver también:
- Serie Antropología
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cuáles son algunas de las cosas que has oído decir a la cultura sobre el trato que el cristianismo da a las mujeres?
- Explica “Imago Dei”. ¿Cómo habla esta verdad bíblica de la igualdad entre hombres y mujeres? Génesis 1:26-27
- Lee Génesis 2:18. La visión original de Dios para la mujer y el hombre era la asociación y la armonía. ¿Cuáles son algunas de las cosas del mundo actual que van en contra de esa visión?
- Explica los diferentes aspectos de la relación entre el hombre y la mujer y cómo pasaron de ser bendecidos a ser maldecidos. Génesis 3:6
- Lee Génesis 3:15. ¿Cuál es la buena noticia descrita en este versículo?
- Volviendo a leer la pregunta de hoy, ¿cómo la responderías después de esta conversación?
Si Dios es bueno, ¿por qué existe el mal?
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Puntos de conversación:
- Es fácil para nosotros cuestionar la bondad de Dios frente al mal, pero la vida de Jesús nos muestra que Dios es poderoso y compasivo. Él está a tu favor, no en tu contra. Mateo 8:2-3
- La mayoría de nosotros trazamos una línea sobre el pecado y le pedimos a Dios que se ocupe de los pecadores que están al otro lado de la línea, pero en realidad todos estamos en el lado equivocado de la línea; todos merecemos el juicio de Dios. Romanos 5:12
- En definitiva, Jesús es la respuesta al mal. Al morir en la cruz, ofrece una manera para que las personas sean salvas y perdonadas. Esto muestra cómo Dios aborda el problema del mal de una vez por todas. Romanos 5:6
A los escépticos y burladores les encanta desconcertar a los cristianos con esta pregunta: Si Dios es bueno, ¿por qué existe el mal? Los filósofos han planteado el problema de la siguiente manera:
- Si Dios es capaz de prevenir el mal, pero no está dispuesto a hacerlo, él mismo es malo.
- Si Dios está dispuesto a prevenir el mal, pero no puede, es impotente.
A primera vista, esta paradoja parece imposible de responder. Pero echemos un segundo vistazo a la Biblia y no sólo encontrarás sentido a esta difícil pregunta… encontrarás una respuesta que puede cambiar tu eternidad. Encontraremos la respuesta de hoy en 2 Pedro capítulo 3, y llegaremos a eso al final de la lección. Pero contextualicemos toda esta pregunta con este versículo:
2 Pedro 3:3 (NTV) Sobre todo, quiero recordarles que, en los últimos días, vendrán burladores que se reirán de la verdad y seguirán sus propios deseos.
Un “burlador” hace la pregunta sin querer realmente saber la respuesta. Ya han tomado una decisión y simplemente quieren contender y rechazarla. Un buscador genuino es diferente. Hace la pregunta de buena fe y tienen un corazón dispuesto a someterse a Dios. Espero que esta sea la actitud que tengas al abordar la pregunta de hoy.
Es fácil para nosotros cuestionar la bondad de Dios frente al mal, pero la vida de Jesús nos muestra que Dios es poderoso y compasivo. Él está a tu favor, no en tu contra.
Comencemos con la primera parte de la pregunta:
(Si) Dios es bueno.
Y por supuesto que Dios es bueno. ¡Esto lo sabemos con seguridad! Jesús nos mostró la bondad de Dios en su vida. Él nos dejó claro que Dios está a tu favor, no en tu contra. A través de su vida y enseñanzas, Jesús conmocionó al mundo religioso con su actitud hacia los perdidos y los no religiosos. Invitó a humildes pescadores y despreciados recaudadores de impuestos –no a expertos religiosos– a formar parte de su círculo íntimo. Y luego anduvo codeándose con borrachos, sanando a los endemoniados y tocando a los intocables. Jesús no evitó a los quebrantados y perdidos, los buscó. Aquí hay un ejemplo perfecto de su bondad:
Mateo 8:2-3 (NTV) De repente, un hombre con lepra se le acercó y se arrodilló delante de él. —Señor—dijo el hombre—, si tú quieres, puedes sanarme y dejarme limpio. Jesús extendió la mano y lo tocó. —Sí quiero—dijo—. ¡Queda sano! Al instante, la lepra desapareció.
El leproso sabía que Jesús tenía la capacidad de sanar; simplemente no sabía si tenía la voluntad de hacerlo. Para la mayoría de las personas, es más fácil creer que Dios es poderoso que creer que es bueno. Pero aquí está la verdad: ¡él es ambas cosas! Consideremos cómo Jesús sanó al leproso: lo tocó. Eso era impensable en los días de Jesús.
Ahora a la segunda parte de la pregunta:
¿Por qué existe el mal?
Esta parte de la pregunta requiere algunas explicaciones. Pero considera esto: Dios sí erradica algo del mal. Ya verán porqué digo algo y no todo.
Génesis 6:5-8 (NTV) El Señor vio la magnitud de la maldad humana en la tierra y que todo lo que la gente pensaba o imaginaba era siempre y totalmente malo. Entonces el Señor lamentó haber creado al ser humano y haberlo puesto sobre la tierra. Se le partió el corazón. Entonces el Señor dijo: «Borraré de la faz de la tierra a esta raza humana que he creado. Así es, y destruiré a todo ser viviente: a todos los seres humanos, a los animales grandes, a los animales pequeños que corren por el suelo y aun a las aves del cielo. Lamento haberlos creado». Pero Noé encontró favor delante del Señor.
Esta es la culminación del pecado en la tierra. Comenzó con Adán y Eva, luego Caín mata a Abel. Sigue con la perversión sexual descrita al comienzo del capítulo 6. ¡El mal abundaba (y abunda)! Dios dijo “¡Basta!”
Así que mandó un diluvio que arrasó con todo ser vivo, incluyendo al ser humano. Solamente se salvaron Noe y su familia y una pareja de cada especie de animal. Noé encontró favor delante de Dios (¿lo habrías hecho TÚ?). Así que con agua limpio la tierra de la maldad. Empero, pasaron los años y nos encontramos en la misma maldad.
Génesis 18:20-21 (NTV) Así que el Señor le dijo a Abraham: —He oído un gran clamor desde Sodoma y Gomorra, porque su pecado es muy grave. Bajaré para ver si sus acciones son tan perversas como he oído. Si no es así, quiero saberlo.
Creo que conocemos la historia de Sodoma y Gomorra. La gente allí vivía a su manera, dándole rienda suelta a sus deseos carnales. (Muy similar a nuestros días.). Había una depravación sexual entre toda la gente. Continuando con la lectura del Génesis 18, vemos que Abraham intercede por esas dos ciudades. Apela a la bondad de Dios cuestionando que si destruiría la ciudad si hubiera 50 justos entre los pecadores. No lo había. Abraham continúa negociando: 45, 40, 30, 20, 10 justos. Y para sorpresa y dolor de Abraham, no había ni siquiera 10 justos. Así que:
Génesis 19:24-25 (NTV) Enseguida el Señor hizo llover de los cielos fuego y azufre ardiente sobre Sodoma y Gomorra. Las destruyó por completo, junto con las demás ciudades y aldeas de la llanura. Así arrasó a todas las personas y a toda la vegetación;
Una vez más, Dios erradica con la maldad a una escala más pequeña que en los tiempos de Noe. En esta ocasión, solo se salvaron Lot y su familia, ¡menos de 5 personas! Y esto porque Lot era primo de Abraham.
Entonces, me pregunto: ¿es esto lo que Dios debería hacer siempre? Porque claro está, que el denominador común entre los dos escenarios de destrucción para erradicar la maldad es el ser humano.
Si Dios erradicara la maldad de una vez por todas, ¿te salvarías como Noé y Lot? La realidad es que todos merecemos el juicio. Mas Dios es tan bueno que no nos erradica o destruye por completo por amor. Por eso es que Dios destruye algo de la maldad y no toda de una vez por todas. Más nos indignamos y cuestionamos la bondad de Dios diciendo que si Dios fuera bueno no habría maldad. Esto lo hacemos, porque de cierto modo, creemos que nosotros no somos tan malos como otros.
La mayoría de nosotros trazamos una línea sobre el pecado y le pedimos a Dios que se ocupe de los pecadores que están al otro lado de la línea, pero en realidad todos estamos en el lado equivocado de la línea; todos merecemos el juicio de Dios.
Y es que marcamos una división imaginaria entre “ellos” y “nosotros”. A este lado de mi línea traza estamos los buenos. Al otro lado de la línea, están “ellos” los pecadores. Como nos creemos buenos, y consideramos a los demás pecadores, hasta nos atrevemos a pedirle a Dios que castigue a los pecadores. A veces, hasta oramos pidiendo protección para el lado de nuestra línea y juicio para los del otro lado. Mas no nos damos cuenta que todos somos pecadores desde el día que Adán pecó.
Romanos 5:12 (NTV) Cuando Adán pecó, el pecado entró en el mundo. El pecado de Adán introdujo la muerte, de modo que la muerte se extendió a todos, porque todos pecaron.
Lo que leímos son malas noticias para todos porque TODOS estamos en el lado equivocado de la línea; todos merecemos el juicio de Dios. Por consecuencia, Dios tiene todo el derecho de juzgarnos y erradicar el pecado y la maldad del mundo. Miremos lo que dice el apóstol Pablo al respecto:
2 Pedro 3:5-7 (NTV) …hace mucho tiempo Dios hizo los cielos por la orden de su palabra, y sacó la tierra de las aguas y la rodeó con agua. Luego usó el agua para destruir el mundo antiguo con un potente diluvio. Por esa misma palabra, los cielos y la tierra que ahora existen han sido reservados para el fuego. Están guardados para el día del juicio, cuando será destruida la gente que vive sin Dios.
Lo que está diciendo Pedro es que la palabra de Dios es lo suficientemente poderosa como para crearlo todo. Esa misma palabra es lo suficientemente poderosa como para juzgarlo todo. ¡Algún día el mal será definitivamente eliminado!
Medita en eso por un minuto. Tan seguro como Dios creó todo, Dios juzgará todo. Si alguna vez has sentido que la gente que no sigue a Jesús no le pasa nada por su maldad, dejame decirte que un día se verán con Dios. Serán juzgados por él. Así que no guardes una raíz de amargura por esto. La venganza es del Señor. Si alguna vez has sido lastimado, usado, abusado, etc., Dios algún día lo arreglará. Él es justo. La justicia prevalecerá.
Nota algo clave aquí: Dios es el autor de la creación y de la justicia. Pero él no es el autor del mal.
Entonces, ¿por qué Dios no pone fin a todo lo malo? Bueno, no lo hace, y esta es la buena noticia. Terminamos el punto 1 diciendo que la mala noticia es que todos somos pecadores y merecemos ser juzgados y castigados. Sin embargo, hay esperanza porque…
En definitiva, Jesús es la respuesta al mal. Al morir en la cruz, ofrece una manera para que las personas sean salvas y perdonadas. Esto muestra cómo Dios aborda el problema del mal de una vez por todas.
Cuando Jesús murió en la cruz, llevó cautiva la maldad y el pecado. Esto es una buena noticia, porque aquellos que hemos confiado en Jesús para recibir nuestra salvación hemos sido perdonados de nuestros pecados. Jesús los llevó sobres si en la cruz del calvario y con su sangre derramada nos lavó. Así que, ahora, ya no somos sometidos a juicio aunque por naturaleza somos pecadores. Y este regalo de perdón y salvación es para todos sin importar quien sea. Dios quiere que todos vengan al arrepentimiento para ser salvos por el sacrificio de Jesús en la cruz. Por esa razón de amor es que él no termina con la maldad de una vez por todas.
2 Pedro 3:9 (NTV) En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan.
¡Pedro parece estar diciendo que Dios ni siquiera quiere que los burladores (algunos) sean destruidos! Por eso es que no cumple su promesa de erradicar el mal de una vez por todas. Dios no quiere que ninguno, pecadores o no, sean destruidos. Él quiere que todos acepten el sacrificio de su Hijo Cristo en la cruz y puedan arrepentirse y ser salvos como reitera Pedro:
2 Pedro 3:15 (NTV) Y recuerden que la paciencia de nuestro Señor da tiempo para que la gente sea salva. …
El mal existe porque la gente existe. El pecado es lo que quebró al mundo, y Dios está siendo paciente con las personas para darles la oportunidad de arrepentirse. Él podría erradicar el mal nuevamente, pero ¿qué pasaría contigo? La verdad es que Dios definitivamente trató con el mal en la cruz.
Romanos 5:6 (NTV) Cuando estábamos completamente indefensos, Cristo vino en el momento justo y murió por nosotros, los pecadores.
Si no te has arrepentido de tus pecados y no has puesto tu confianza en Jesús para ser salvo, hazlo hoy que todavía hay tiempo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Antes de ver este tema, ¿cómo respondías la pregunta “¿por qué el mal todavía existe?” ¿Te considerarías un buscador, un escéptico o ambos? Explica.
- Comparte un momento en el que cuestionaste la bondad de Dios. ¿A qué conclusión llegaste, si es que llegaste a alguna?
- Lee Mateo 8:2-3 y 2 Pedro 3:9. ¿Qué dicen estos versículos sobre la naturaleza de Jesús y cómo nos impacta eso?
- Lee 1 Juan 1:8. ¿Cómo has sido culpable de minimizar tu propio pecado mientras juzgabas a otros por los de ellos? ¿Por qué es esta una práctica peligrosa?
- Si sentías que ya sabías la respuesta a la pregunta sobre el mal, ¿qué nuevos conocimientos has aprendido de este tema y cómo los aplicarás en tu vida en el futuro?
¿Habla Dios todavía a través de los profetas?
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Puntos de conversación:
- El significado de profeta en el Antiguo Testamento es diferente al del Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento, los profetas no eran simplemente adivinos, sino mensajeros elegidos por Dios para traer al pueblo de regreso a Él. Ezequiel 2:3-5
- En el Nuevo Testamento, sin embargo, la profecía adquirió un significado y un propósito completamente nuevos cuando el Espíritu Santo fue dado a cada creyente. Hechos 2:17-18
- Hay dos tipos diferentes de profetas: un profeta con “P” mayúscula que habla con autoridad de parte de Dios (Efesios 2:19-20) y un profeta con “p” minúscula que habla lo que Dios ya ha hablado (Efesios 4:11-12).
Algunas iglesias afirman tener profetas que hablan con autoridad en nombre de Dios. Pero ¿es eso realmente cierto ? Si no, ¿cómo escuchamos a Dios? La pregunta principal que contestaremos hoy es: ¿Habla Dios todavía a través de los profetas? O ¿es esto cosa del pasado? Para comenzar,leamos un un pasaje que parece responder a la pregunta:
Efesios 4:11 (NTV) Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros.
Basados en este versículo parece claro que sí, ¿verdad? Los profetas todavía existen. Entonces, las iglesias que dicen tener profetas y apóstoles ¿son las iglesias más bíblicas? No tan rápido. Analicemos este versículo. El significado de profeta en el Antiguo Testamento es diferente al del Nuevo Testamento.
En el Antiguo Testamento, los profetas no eran simplemente adivinos, sino mensajeros elegidos por Dios para traer al pueblo de regreso a Él.
Estos profetas o mensajeros eran elegidos por Dios para ser su portavoz, para guiar, consolar, traer juicio y llamar a la gente a apartarse de su pecado y malas acciones y volver a Dios.
A continuación, hay algunos ejemplos de profetas del Antiguo Testamento. El primer ejemplo es Moisés. Casi todos conocemos la historia de Moisés y de como Dios lo uso para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto.
Éxodo 3:9-10 (NTV) ¡Mira! El clamor de los israelitas me ha llegado y he visto con cuánta crueldad abusan de ellos los egipcios. Ahora ve, porque te envío al faraón. Tú vas a sacar de Egipto a mi pueblo Israel.
Dios usó a Moisés para ser su portavoz. Lo llamó para ser el consolador y para llamar a libertad al pueblo. También fue escogido para ser el guía de su pueblo en su éxodo de Egipto. Moisés fue el profeta más grande del A.T.
Otro profeta es Ezequiel. Leamos cómo fue que Dios lo llamó:
Ezequiel 2:3-5 (NTV) «Hijo de hombre—me dijo—, te envío a la nación de Israel, un pueblo desobediente que se ha rebelado contra mí. Ellos y sus antepasados se han puesto en mi contra hasta el día de hoy. Son un pueblo terco y duro de corazón. Ahora te envío a decirles: “¡Esto dice el Señor Soberano!”. Ya sea que te escuchen o se nieguen a escuchar—pues recuerda que son rebeldes—, al menos sabrán que han tenido un profeta entre ellos.
Medita en esto: Dios está llamando a Ezequiel no a que haga un sin número de predicciones a la gente ni que adivine el futuro. Dios llama a Ezequiel para que vaya a su pueblo, Israel, y les recuerde que son su pueblo y los llame a volverse a Él. Ellos necesitaban oír lo que se les había dicho a las generaciones previas y de lo cual se habían olvidado. Ellos se habían vuelto rebeldes y necesitaban ser exhortados a regresar a los caminos de Dios. Así que Dios usó a Ezequiel para que sea su portavoz para que fuera a la gente por él.
El tercer ejemplo es el profeta Oseas.
Oseas 1:2 (NTV) Cuando el Señor le habló por primera vez a Israel por medio de Oseas, le dijo al profeta: «Ve y cásate con una prostituta, de modo que algunos de los hijos de ella sean concebidos en prostitución. Esto ilustrará cómo Israel se ha comportado como una prostituta, al volverse en contra del Señor y al rendir culto a otros dioses».
Este llamado es un poco extraño y hasta cierto punto descabellado. Dios le dice, Oseas, te haré una metáfora viva para mi pueblo. Ve y cásate con una prostituta y ten hijos con ella. Esto era para mostrar cómo el, Dios, se sentía con la traición de su pueblo. Él consideraba a Israel como su esposa, la cuidaba, protegía y amaba, pero su pueblo, al igual que la prostituta, esposa de Oseas, lo dejaba y se iba por los caminos a prostituirse con cualquiera. Esta era una metáfora para representar lo que hacía Israel: se prostituían adorando otros dioses, dándole adoración y culto a ídolos. Entonces, Oseas, es usado para llamar al pueblo a apartarse de su horrendo pecado y advertirles que se regresará al Dios verdadero. En ninguna parte vemos que fue enviado a predecir el futuro.
El último profeta que veremos, es probablemente el más conocido por nosotros. Se trata del profeta Jonás. El capítulo 1 nos dice cómo fue el llamado de Jonás.
Jonás 1:1-2 (NTV) El Señor le dio el siguiente mensaje a Jonás, hijo de Amitai: «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive. Pronuncia mi juicio contra ella, porque he visto lo perversa que es su gente».
Una vez más, al igual que con Ezequiel y Oseas, es llamado a advertir, esta vez no a Israel, pero a la gente de Nínive y anunciarles juicio.
En los ejemplos anteriores, hemos visto que Dios usó a sus profetas para consolar, guiar y exhortarlos a dejar su pecado y volver a él. No eran adivinos prediciendo riqueza a los oyentes. Al contrario, fueron palabras fuertes, algunas veces hasta de juicio como en el caso de Jonás.
Los profetas fueron el instrumento que Dios usó para que su pueblo volviera a él. Algunas veces sí recibieron revelaciones nuevas, como en el caso de Moisés que recibió los 10 mandamientos. Pero la mayoría de las veces, con los profetas postreros, los usaba para decir lo que ya Dios había dicho a través de otros profetas.
Así que ese era el papel de los profetas del AT, pero ¿qué en el Nuevo Testamento? ¿Cómo era la profecía y el papel de los profetas diferente en el NT?
En el Nuevo Testamento, el Espíritu Santo fue dado a cada creyente, y esto hizo que la profecía adquiriera un significado y un propósito completamente nuevos.
En el NT también tenemos profetas. Uno es Juan el Bautista. Juan el Bautista fue comisionado, similar a los profetas del AT, a llamar a la gente al arrepentimiento y a volverse a Dios. Pero su mayor llamado fue a preparar el camino para Jesus.
También vemos un par de profetas como Ágabo en Hechos 21. Es en este libro que se menciona por única vez.
Hechos 21:10-12 (NTV) Varios días después, llegó de Judea un hombre llamado Ágabo, quien también tenía el don de profecía. Se acercó, tomó el cinturón de Pablo y se ató los pies y las manos. Luego dijo: «El Espíritu Santo declara: “De esta forma será atado el dueño de este cinturón por los líderes judíos en Jerusalén y entregado a los gentiles”». Cuando lo oímos, tanto nosotros como los creyentes del lugar le suplicamos a Pablo que no fuera a Jerusalén.
Ágabo le da esta profecía de algo que pasará al apóstol Pablo. Así que todavía pasa algo de eso en el NT pero en general no vemos esa clase de profecía del AT en el NT. La razón es, y esto es muy importante, en el NT Dios le ha dado Su Espíritu Santo a todo creyente. En el AT, el Espíritu descendía en los profetas por un motivo específico. Pero en el AT, cada creyente recibe el Espíritu Santo. Esto fue prometido por Dios a través del profeta Joel y cumplido en el Día del Pentecostés.
Hechos 2:17-18 (NTV) “En los últimos días—dice Dios—, derramaré mi Espíritu sobre toda la gente. Sus hijos e hijas profetizarán. Sus jóvenes tendrán visiones, y sus ancianos tendrán sueños. En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre mis siervos—hombres y mujeres por igual— y profetizarán.
No era una cosa de un momento específico. El Espíritu Santo mora dentro de todo aquel que ha recibido a Jesús. Como resultado, la profecía toma un significado y propósito diferente. Y para entender esto, debemos hacer una diferencia entre dos tipos de profetas.
Hay dos tipos diferentes de profetas: un profeta con “P” mayúscula que habla con autoridad de parte de Dios y un profeta con “p” minúscula que habla lo que Dios ya ha hablado.
La clave para responder a la pregunta de hoy: ¿Habla Dios todavía a través de los profetas? es considerar los dos tipos de “profeta”. La primera es “P” mayúscula. Esta es la persona que habla con autoridad en nombre de Dios. Es lo que vemos en Efesios 2.
Efesios 2:19-20 (NTV) Así que ahora ustedes, los gentiles, ya no son unos desconocidos ni extranjeros. Son ciudadanos junto con todo el pueblo santo de Dios. Son miembros de la familia de Dios. Juntos constituimos su casa, la cual está edificada sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas. Y la piedra principal es Cristo Jesús mismo.
A lo que me refiero con Profetas con “P” mayúscula: aquellos que hablaron con autoridad y sentaron el fundamento. El fundamento fue asentado por los profetas del AT. Hombres como Moisés a quien se le revelaron los 10 Mandamientos. Dios estaba hablando con autoridad revelando cosas a través de hombres como él. Más en el NT, hombres como Pablo, Pedro y Juan entran en escena. Y Dios les revela aún más información nueva a estos Profetas del NT. Pablo lo describe más detalladamente en el siguiente capítulo:
Efesios 3:5 (NTV) Dios no se lo reveló a las generaciones anteriores, pero ahora, por medio de su Espíritu, lo ha revelado a sus santos apóstoles y profetas.
Allí está la clave: a los apóstoles y profetas. Esto es lo que llamamos profetas con “P” mayúscula. Es a los que Dios les reveló el plan de salvación. Ve y lee Efesios 3 por ti mismo. Él está hablando del plan de salvación revelado por Dios a través de Pedro, Juan, Pablo y los demás apóstoles donde judíos y gentiles son salvos. ¡Esta es la Buena Noticia! ¡La salvación no era solo para los judios sino para todos! Claro que esto no era lo que la gente esperaba porque los judios del AT no entendieron el plan de salvación. Pero en NT la totalidad de su plan es revelada. Este evangelio fue revelado. Y esto es profeta con “P” mayúscula y la “A” mayúscula de apóstoles.
Esta fue una revelación profética. Nueva revelación. De esto es lo que habla el apóstol Pablo en Efesios capítulo 2 y 3. “Ha sido revelado a los santos apóstoles y profetas”. Quiero que escuches muy bien lo siguiente: este trabajo está hecho. Completado. Terminado. El profeta con “P” mayúscula está completado y terminado. El trabajo de apóstol con “A” mayúscula está completado y terminado. Dios no necesita revelar nada nuevo a través de los profetas y apóstoles hoy en día. Esa es la primera parte de la respuesta para la pregunta de hoy.
Dios ya NO habla a través de profetas con “P” mayúscula. Dios ya no habla a través de esta clase de profetas. Esos profetas que hablaban con la autoridad de Dios ya no existen. La revelación nueva ya está completada y terminada. Por lo tanto ya no existen esa clase de profetas. Ya no necesitamos profetas con “P” mayúscula en la iglesia. Si eres parte de una iglesia que dice “nosotros tenemos un profeta que habla autoritativamente de parte de Dios”, te digo: no estás en una iglesia bíblica. Busca otra iglesia. Dios ya no habla autoritativamente.
Pero eso es diferente al don de profecía en la iglesia local. De eso es de lo que habla Pablo en Efesios 4, el pasaje con el que comenzamos hoy. Ahora estamos listos para leerlo en contexto:
Efesios 4:11-12 (NTV) Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. Ellos tienen la responsabilidad de preparar al pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la iglesia, es decir, el cuerpo de Cristo.
Esto es lo que llamamos profetas con “p” minúscula: aquellos que hablan a cada nueva generación y congregación de lo que Dios ya ha dicho. Esto es un profeta con “p” minúscula y apóstoles con “a” minúscula. Eso es algo que Dios todavía hace. Él todavía habla su verdad a través de personas que tienen el don de hablar y llamar a las personas de regreso a Dios declarando lo que ya Dios ha declarado.
Esto es lo que hace un pastor que da un mensaje. Está hablando la verdad de Dios que está escrita en la Biblia. En mi caso, ya que predico la verdad de Dios, puedo decir soy un profeta con “p” minúscula. Empero nunca me puedo parar en frente de la congregación y decir “soy el profeta” con “P” mayúscula y “Dios me ha dado una revelación nueva”. “Sé que él ha dicho tal cosa en la Biblia pero ahora dice esto porque yo hablo autoritativamente por él..” !¡Jamás! Eso no es cierto.
Lo que yo hago cuando me paro a predicar es ejercer el don de profecía con “p” minúscula en el sentido de llamar a la gente a que vuelvan a Dios. No estoy dando ninguna revelación nueva. Estoy hablando lo que Dios ya ha dicho. Estoy llamando a la gente a que regresen a Dios. Les estoy recordando lo que Dios ha dicho ya. Mas no estoy añadiendo nada nuevo. No puedo añadir nada a la canonicidad de las Escrituras. La canonicidad de la Escritura está cerrada. Si yo escribo un libro o el libro que el pastor Bryan ha escrito y decimos “el profeta Bryan” escribió este libro, jamás se podría elevar al estándar de la Biblia ni mucho menos hacerlo parte de las Escrituras. Dios ya no habla de esa manera. Los libros de la Biblia están completos.
Entonces, que quede claro, ya no necesitamos profetas en el sentido de la “P” mayúscula porque el “Profeta” supremo es el mismo Jesús.
Hebreos 1:1-2 (NTV) Hace mucho tiempo, Dios habló muchas veces y de diversas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas. Y ahora, en estos últimos días, nos ha hablado por medio de su Hijo. …
Encontraremos toda la revelación que necesitamos en Jesús. Búscalo a él para obtener tus respuestas.
Nota para el lector: Canonicidad: ¿Está completa la Biblia tal como la tenemos ahora? La palabra “canon” significa regla o estándar. La canonicidad se trata de si un libro que dice ser Escritura cumple con ese estándar. Por lo general, un libro se incluía en el canon basándose en dos pasos. La iglesia primitiva no creó el canon de las Escrituras. Pero reconoció la inspiración divina de ciertos libros y rechazó otros, basándose en cinco pruebas.
- Universalidad. ¿Reflejaban los escritos en cuestión la visión unificada de todo el cuerpo de cristianos?
- Origen apostólico. ¿Fue escrito por un profeta o apóstol conocido, o por un colaborador cercano que refleja la perspectiva del apóstol?
- Ortodoxia. ¿Las doctrinas y los valores expresados son consistentes con el resto de las Escrituras (Deuteronomio 13:1-3)?
- Eficacia divina. ¿Tuvo el mensaje del libro un poder transformador en la experiencia de las personas?
- Antigüedad. ¿Se originó en tiempos bíblicos o fue compuesto mucho después?
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Antes de leer este tema, ¿en qué pensabas cuando escuchabas la palabra “profeta”? En tus propias palabras, describe la diferencia entre los profetas con P mayúscula y los profetas con p minúscula.
- Lee Hechos 2:17-18. ¿En qué se diferenciaba la profecía del Antiguo Testamento de la profecía del Nuevo Testamento? ¿Qué papel juega el Espíritu Santo en esto?
- Lee Efesios 4:11-12. ¿Quién en tu iglesia ejercita estos dones? ¿Cómo te equipan para hacer la obra de Dios (v.12)?
- Hebreos 1:1-2. ¿Qué significa que Jesús es el Profeta Supremo? ¿Por qué esto importa?
¿Es la Biblia tan sólo un libro más?
Haz clic aquí para ver el bosquejo del sermón.
Puntos de conversación:
- La Biblia es única porque sólo ella ha sido inspirada por Dios. La inspiración divina se extiende a las palabras mismas, y a todas las partes de la Biblia y todos los temas de los que habla la Biblia. 2 Timoteo 3:16, 2 Pedro 1:20-21
- La evidencia textual apunta a la confiabilidad de la Biblia. La Biblia contiene 66 libros escritos por 40 autores a lo largo de 1500 años y, sin embargo, cuenta una historia unificada sobre Jesús.
- La evidencia histórica también apunta a la confiabilidad de la Biblia. Los manuscritos antiguos y las excavaciones arqueológicas se han acumulado a favor de la confiabilidad bíblica.
¿Por qué tantas iglesias y los cristianos dan tanta importancia a la Biblia? ¿No es simplemente una pieza de literatura antigua obsoleta e irrelevante? ¿No deberíamos guardarlo en el librero y utilizar libros más modernos para aprender a cómo vivir? Estas son las preguntas que exploraremos hoy. Pero antes de examinar la Biblia, comencemos con algunas curiosidades divertidas sobre todos esos otros libros en el librero.
10 libros notables más vendidos de todos los tiempos:
- El gato en el sombrero de Dr. Seuss – 10,5 millones
- Las aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain – 20 millones
- Los juegos del hambre de Suzanne Collins – 29 millones
- Matar a un ruiseñor de Harper Lee – 40 millones
- La oruga muy hambrienta de Eric Carle – 43 millones
- Una vida con propósito por Rick Warren – 50 millones
- El león, la bruja y el armario de CS Lewis – más de 85 millones
- Harry Potter y la piedra filosofal de J.K. Rowling – 120 millones
- Historia de dos ciudades de Charles Dickens – más de 200 millones
- Don Quijote por Miguel de Cervantes – más de 500 million
Los tres libros más vendidos de todos los tiempos (de menor a mayor cantidad):
- El Corán – se estima que se vendieron y distribuyeron 800 millones de copias.
- El libro rojo: Citas de las obras de Mao Tse-tung – más de 900 millones de copias vendidas.
- La Biblia – se estima que se vendieron y distribuyeron 5 mil millones de copias.
Entonces, volvamos a la pregunta que analizaremos hoy: ¿Es la Biblia solamente un libro más? Piensa en cómo se escribieron todos esos otros libros. Todos esos otros libros fueron producto de una o más mentes inteligentes. Todos siguieron un proceso similar: pensar en el concepto, crear una historia, personajes, etc., investigar un poco si es necesario para mayor precisión y escribir y reescribir.
Pero esto es lo que separa a la Biblia de cualquier otro libro: no es producto de las ideas o la creatividad de una persona. Nadie tuvo que idear la trama o los personajes, y nadie tuvo que leer un manual de cómo escribir un libro para obtener los mejores capítulos y versos. Los cristianos creemos que
La Biblia es única porque sólo ella ha sido inspirada por Dios.
La inspiración divina se extiende a las palabras mismas, y a todas las partes de la Biblia y todos los temas de los que habla la Biblia. Asi es como Pablo se lo explicó a Timoteo:
2 Timoteo 3:16 (NTV) Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto.
Cuando se refiere a ser “Inspirado por Dios” (theopneustos), el mismo Jesús confirmó que la Biblia está inspirada por Dios:
Marcos 12:36 (NTV) Pues el propio David, mientras hablaba bajo la inspiración del Espíritu Santo, dijo: …”
Luego, Jesús citó el Salmo 110. Creía que cuando David escribió este Salmo, habló bajo la inspiración del Espíritu. A esto se le llama inspiración plenaria verbal: la inspiración divina se extiende a las mismas palabras, y a todas las partes de la Biblia y todos los temas de los que habla la Biblia. Otro pasaje que afirma que la Biblia es inspirada:
2 Pedro 1:20-21 (NTV) Sobre todo, tienen que entender que ninguna profecía de la Escritura jamás surgió de la comprensión personal de los profetas ni por iniciativa humana. Al contrario, fue el Espíritu Santo quien impulsó a los profetas y ellos hablaron de parte de Dios.
¿Pero cómo funcionó esto? Inspiración significa que el Espíritu Santo supervisó el proceso para que las mismas palabras escritas fueran exactamente lo que el Espíritu pretendía. Son tanto las palabras del autor humano como las palabras de Dios mismo. La inspiración no es igual a algún tipo de dictado. Los autores no eran copistas o transcriptores que escribían las palabras de alguien que dictaba una carta. Los autores de la Biblia hablaron en su propio idioma y estilo, usando sus propias palabras y pensamientos, en respuesta a situaciones específicas que enfrentaban.
Si bien es la Palabra de Dios, también son palabras de autores humanos. Los dos no son mutuamente excluyentes. Dios habló a través de autores humanos, a través de sus personalidades, experiencias, idioma, cultura y tiempo únicos. Por eso podemos confiar en la Biblia. No son sólo los pensamientos de los humanos, sino que Dios nos habla a través de los autores humanos.
1 Corintios 2:13 (NTV) Les decimos estas cosas sin emplear palabras que provienen de la sabiduría humana. En cambio, hablamos con palabras que el Espíritu nos da, usando las palabras del Espíritu para explicar las verdades espirituales;
Pero, ¿cómo podemos confiar en que la Biblia es confiable tal como la tenemos hoy? Después de todo, fue escrita, literalmente, hace miles de años. ¿Estamos seguros de que no se estaba produciendo una especie de “juego telefónico”? o sea que una persona le dice a otra una oración, y esta se lo dice a la que sigue y así la información pasa por toda la línea pero cuando el último jugador repite según la oración dicha ya ni siquiera se repite las mismas palabras. Y es que la información cambió de tanto pasar de boca en boca. Entonces, en ese sentido, la Biblia es confiable porque su mensaje es igual.
Aquí hay dos razones por las que podemos confiar en las Biblias que tenemos hoy en dia (ver Lección 2 en La búsqueda para más información). La primera razón es que
La evidencia textual apunta a la confiabilidad de la Biblia.
La Biblia es el proyecto de escritura más impresionante en la historia del mundo. Contiene 66 libros escritos por 40 autores diferentes a lo largo de 1500 años y, sin embargo, cuenta una historia unificada. Piénsalo: Moisés, un esclavo judío criado en la casa de un faraón, escribió los primeros cinco libros. Juan, un pescador convertido en revolucionario, escribió los últimos cuatro libros. Entre estos había libros y cartas escritas por pastores, reyes, profetas, recaudadores de impuestos, médicos y más. Y el autor más prolífico del Nuevo Testamento fue Pablo, un fariseo religioso que persiguió celosamente a los seguidores de Jesús antes de unirse a ellos.
La mayoría de estos autores nunca se conocieron y muchos de ellos desconocían los otros libros y cartas que eventualmente se incluirían en la Biblia. Sus escritos abarcaron diferentes culturas e idiomas a lo largo de 15 siglos y, sin embargo, la Biblia sorprendentemente se lee como una sola historia. De principio a fin se trata de Jesús, y la profecía cumplida es el pegamento que la mantiene unida. Tomemos sólo algunos ejemplos:
De las 12 tribus de Israel, sorprendentemente se predijo que Judá sería aquella a través de la cual Jesús vendría, que es exactamente lo que sucedió. Génesis 49:10, Mateo 1:1-3
Se profetizó que Jesús nacería en Belén, y así sucedió, aunque su madre ni siquiera vivía allí. Miqueas 5:2, Lucas 2:1,4
Los profetas escribieron con sorprendente precisión sobre la tortura y la muerte de Jesús cientos de años antes de que ocurriera, exactamente como se predijo. Salmos 22, Isaías 53
Fue debido a este tipo de profecías que Jesús habló estas palabras a los líderes religiosos de su época:
Juan 5:39 (NTV) »Ustedes estudian las Escrituras a fondo porque piensan que ellas les dan vida eterna. ¡Pero las Escrituras me señalan a mí!
La Biblia sorprendentemente cuenta una historia, centrada en Jesús, porque al final de cuentas fue inspirada por el Dios de la historia humana.
La segunda razón por la que podemos confiar en la Biblia es porque;
La evidencia histórica también apunta a la confiabilidad de la Biblia.
Los manuscritos antiguos y las excavaciones arqueológicas se han acumulado a favor de la confiabilidad bíblica. La Biblia fue escrita hace miles de años, mucho antes de la imprenta y la tecnología moderna. Los fragmentos manuscritos (escritos a mano) del texto bíblico han resistido guerras y condiciones climáticas a lo largo de los siglos, y los fragmentos que quedan representan sólo una fracción de los originales. ¿Son suficientes esos restos para proporcionar un testimonio confiable a los lectores de hoy en día? ¿Y cómo podemos estar seguros de que el mensaje no se ha corrompido a lo largo de los milenios? La buena noticia es que el Dios que inspiró las Escrituras también fue lo suficientemente poderoso como para preservar esos escritos a través de los siglos.
Considera la evidencia manuscrita. Las copias manuscritas en el mundo antiguo estaban minuciosamente escritas a mano y no todas sobrevivieron a los estragos del tiempo. La confiabilidad de los escritos antiguos está determinada por el número de copias (o copias parciales) de la obra existente. Entonces, ¿cómo se compara la Biblia? Compáralo por ti mismo:
Hoy sólo tenemos 49 copias de los escritos de Aristóteles.
A “La Ilíada” de Homero le va un poco mejor, con 643 ejemplares existentes.
¡El Nuevo Testamento gana por abrumadora mayoría, con casi 5.700 copias en griego y más de 19.000 copias en otros idiomas!
El Nuevo Testamento claramente tiene más evidencia manuscrita que cualquier otra obra antigua. Pero ¿cómo sabemos que esas copias manuscritas son fieles a los originales? ¿Qué pasaría si los autores humanos cambiaran el mensaje, intencionadamente o no? La arqueología moderna nos ayuda a responder esta pregunta gracias a los Rollos del Mar Muerto. En 1.947, un pastorcillo descubrió algunos pergaminos antiguos escondidos en cuevas remotas del Medio Oriente. Esto condujo a aún más descubrimientos en la zona y al final se recuperaron casi 1.000 manuscritos. Se encontraron partes de casi todos los libros del Antiguo Testamento, y algunos de esos fragmentos resultaron ser casi 1.000 años más antiguos que los manuscritos más arcaicos conocidos en ese momento.
Esto ofrece una prueba perfecta de la fiabilidad de nuestras traducciones modernas. El libro de Isaías proporciona el ejemplo más convincente, ya que los Rollos del Mar Muerto contenían una copia completa de los escritos del profeta. En comparación con el Texto Masorético (la copia más antigua conocida hasta ahora, que data aproximadamente del 800 d.C.), ¡el manuscrito de Isaías de los Rollos del Mar Muerto era 95% idéntico! Y las únicas diferencias eran menores, a menudo simples variaciones en la ortografía.
De modo que la evidencia histórica se acumula a favor de la confiabilidad de la Biblia. Pero hay muchos que hacen la siguiente pregunta: ¿Pero cómo podemos confiar en que está traducida correctamente?
Nota que la Biblia llega a nosotros a través de la traducción. No fue escrita originalmente en inglés, sino en hebreo, arameo y griego. La Biblia ha sido traducida a muchos idiomas en todo el mundo, y continúa siendo traducida. Hoy en día hay muchas traducciones disponibles que son claras, legibles, comprensibles y fieles al original.
Las traducciones del idioma español siguen dos enfoques: equivalencia formal (palabra por palabra) y equivalencia dinámica (pensamiento por pensamiento). Las traducciones palabra por palabra a menudo no logran captar el significado de los modismos. Si traduces un modismo palabra por palabra, pierde completamente su significado. Por ejemplo, Mateo 9:15 (NTV) dice: “¿Se lamentan los invitados a la boda mientras celebran con el novio?” La frase “invitados a la boda” es literalmente: “hijos del salón de bodas”. Si esto se tradujera palabra por palabra, el significado del texto original quedaría oscurecido. Sin embargo, las traducciones pensamiento por pensamiento pueden introducir más interpretación del traductor en el texto.
La interpretación es siempre un factor en el proceso de traducción de un idioma a otro, sin importar qué enfoque se prefiera, porque no hay dos idiomas que tengan una correspondencia exacta de vocabulario o gramática. Pero el objetivo del traductor es minimizar las interpretaciones agregadas en el proceso.
No creemos que las traducciones estén inspiradas por Dios. Sólo los originales están sin error, tal como fueron hablados por Dios mismo a través del autor humano. Pero aunque los manuscritos originales ya no están disponibles, Dios ha preservado el texto bíblico a un nivel notable. Podemos confiar en las Biblias que leemos hoy.
Y he aquí por qué: cualquier traducción que elijas se basa en la gran colección de manuscritos existentes de los que hablamos anteriormente. Cuando los traductores (expertos, por cierto, no voluntarios ni aficionados al azar) se basan en el testimonio de estos manuscritos existentes, se genera confianza en que nuestras traducciones de la Biblia no han sido alteradas. Empero aquí no estamos hablando de una paráfrasis: cuando alguien toma una traducción existente y la reescribe con sus propias palabras.
Así que respondamos la pregunta de hoy: ¿Es la Biblia solamente un libro más?
¡La respuesta es no! La Biblia es diferente de cualquier otro libro de la historia, y no sólo porque supera a la competencia en la categoría de “Libro mejor vendido”. Es diferente porque es inspirada por Dios, escrita por autores humanos pero supervisada por el Espíritu Santo. ¡Así que léela! Puedes confiar en ella y lo más importante, si la pones por obra, puede cambiar tu vida. Lee este último versículo y medita en él y en lo poderosa y viva que es la Biblia.
Hebreos 4:12 (NTV) Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Antes de esta lección, ¿creías que podías confiar en la Biblia? ¿Por qué si o por qué no?
- ¿Qué evidencia te llamó más la atención y por qué?
- Lee 2 Timoteo 3:16. ¿Qué significa “inspirado por Dios”? ¿Por qué eso importa?
- Lee Hebreos 4:12. ¿Qué crees que significa cuando dice que la Palabra de Dios está viva y es poderosa?
- ¿Cómo tiene autoridad la Palabra de Dios en tu vida? ¿En qué áreas de tu vida necesitas someterte más a la autoridad de Dios?
¿Existe sólo una iglesia verdadera?
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Puntos de conversación:
- La iglesia no es ni un edificio ni una organización. Es un pueblo, la comunidad de todos aquellos que mantienen una relación salvadora con Dios a través de Jesús. Juan 10:9
- No existe una iglesia verdadera en el sentido de que solo haya una institución o denominación perfecta. Pero hay una iglesia verdadera con “I” mayúscula en cierta manera. Juan 17:20-21, Efesios 4:3-7
- La Biblia utiliza tres analogías para ayudarnos a comprender la importancia de la iglesia: la novia, el cuerpo y la familia. Efesios 4:15-16, 2:19
Varias religiones afirman ser la única iglesia verdadera o el único camino al cielo. Pero ¿qué dice la Biblia? ¿Existe sólo una iglesia verdadera? Y si no, ¿conducen todos los caminos al cielo? Estas son las preguntas que exploraremos hoy. Sin embargo, nos enfocaremos en la siguiente pregunta:
¿Existe sólo una iglesia verdadera?
Antes de responder la pregunta sobre si existe o no una iglesia verdadera, debemos asegurarnos de entender qué es la “iglesia” y qué no es la iglesia. La iglesia no es un edificio. Puedes decir: “Te veré en la iglesia”. o “Nuestro grupo de hombres se reúne en la iglesia”. Pero el edificio en sí no es la iglesia. La iglesia no es una organización ni una denominación. Piensa en todas las denominaciones que existen como la iglesia bautista, metodista, luterano, presbiteriano, Asambleas de Dios, entre muchas otras.
Estimar el número exacto de denominaciones cristianas es un desafío debido a varios factores, incluidos los diferentes criterios sobre lo que constituye una denominación y la existencia de muchas iglesias pequeñas e independientes. ¡Sin embargo, los eruditos y expertos religiosos a menudo citan cifras que van desde 30,000 a 40,000 denominaciones cristianas en todo el mundo! ¿Te lo puedes imaginar? Solo te mencione 5 denominaciones, pero entre cada denominación hay más ramas. Solo en los bautistas hay más de 100 denominaciones y divisiones u organizaciones. Mas no nos referimos a todas estas denominaciones, instituciones ni organizaciones cuando usamos la palabra iglesia. Y es qué:
La iglesia no es ni un edificio ni una organización. Es un pueblo, la comunidad de todos aquellos que mantienen una relación salvadora con Dios a través de Jesús.
Esta definición viene de la serie “Teología sistemática”, tema 10. Si no la has leído, te invito a que lo hagas. Está en nuestra página buscadeDios.org. La palabra iglesia viene del griego ekklesia que significa asamblea de los convocados – convocados o llamados por la proclamación del evangelio a reunirse alrededor de Cristo. En otras palabras, los que han puesto su fe en Jesucristo. Así que cuando decimos la Iglesia con “I” mayúscula, nos referimos a las personas que han respondido al llamado del evangelio. Son aquellos que han respondido con un sí al regalo de la gracia de salvación dada por Jesús. Es más, Jesús lo dijo de la siguiente manera:
Juan 10:9 (NTV) Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos. Entrarán y saldrán libremente y encontrarán buenos pastos.
Jesús está invitando a todos a ser parte de este movimiento. Y a ser parte de su pueblo. De hecho, a través de todo el Antiguo Testamento vemos a Dios llamando a los israelitas a ser parte de su pueblo donde él será su Dios. Aclaro que en el AT testamento no se usa el término ekklesia. Mas para cuando Jesús vino, murió y resucitó y dio la Gran comisión a sus discípulos de empezar su ekklesia o sea su iglesia, él se estaba refiriendo a este cumplimiento del llamado desesperado de Dios desde el AT de “quiero ser tu Dios y quiero que sean mi pueblo. Está convocando a la gente a ser sus hijos. Está llamando a la gente del mundo para que sea su posesión más preciosa.
No existe una iglesia verdadera en el sentido de que solo haya una institución o denominación perfecta. Pero hay una iglesia verdadera con “I” mayúscula en cierta manera.
Entonces, volvamos a nuestra pregunta de hoy: ¿Existe sólo una iglesia verdadera? Si la iglesia es la gente que ha sido llamada por Dios y no una institución o una denominación, entonces en este sentido la respuesta es sí.
Esto es en el sentido de la comunidad global, con letra “I’ mayúscula para iglesia, o sea una comunidad de verdaderos creyentes que han respondido a Jesús y a su mensaje bíblico. Por lo tanto, en este sentido, la respuesta es sí, si hay una sola iglesia verdadera.
Sin embargo, en otro sentido, la respuesta es no. No hay ni una sola iglesia verdadera en el sentido de que sólo hay una institución o una denominación correcta. En otras palabras, una iglesia bautista o metodista no puede decir que son la iglesia verdadera y que para ser salvos hay que bautizarse en su iglesia. Esto no es cierto, ni es una verdad bíblica. No creo que una organización o denominación esté totalmente en lo correcto. Entonces no hay una sola iglesia verdadera si se refiere a una organización, institución o denominación.
Empero, en el sentido que Jesús nos llama e invita a seguirlo y a ser parte de su pueblo, su Iglesia con :”I” mayúscula, respondería que sí. Tú puedes estar en la denominación A o denominación B o C, o sea en una de las 30 mil y más denominaciones, y puedes ser parte de la iglesia con “I” mayúscula si has confiado en Jesús para la salvación.
Al otro extremo, puedes ser parte de una de esas denominaciones y no ser parte de la Iglesia de Cristo. La razón es porque hay gente en nuestras congregaciones que nunca han aceptado a Jesus como su Salvador. No solo por ir a la iglesia cada domingo o por ser miembro de la iglesia o hasta haberte bautizado, si no has aceptado a Jesus como tu Salvador, si no han entrado por la puerta que es Jesús (Juan 10:9). Él lo dijo muy claro: “los que entren a través de mí serán salvos”. En otro pasaje él dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí” (Juan 14:6).
Una vez más, solo los que han venido a Jesús por fe para ser salvos forman parte de la Iglesia verdadera. Por cierto, esta es una advertencia para todos así que te animo que te examines para ver si has puesto tu fe en Jesucristo porque si no lo has hecho no eres parte de su pueblo. No eres parte de la Iglesia. No obstante, Jesús te ha invitado a ser parte de su pueblo; su Iglesia. Él te ha llamado a ser parte de su Iglesia a pesar de tu denominación o la congregación a la que elijas asistir. A Jesús verdaderamente le importa que seas parte de este movimiento global.
Cuando digo “movimiento global” no solo me refiero a todas las naciones, a cada tribu, a cada lengua. Me refiero también a todas las generaciones desde la iglesia primitiva hasta el día de hoy y aun del Antiguo Testamento. Abraham, por ejemplo, no fue parte de ninguna denominación pero él fue llamado por Dios. Él respondió en fe a las promesas de Dios y se le fue contado como justicia. Él es parte de la Iglesia (con “I” mayúscula), como lo fueron Moises y David, al igual que Pablo y Pedro y todos los que han creído en Jesús para salvación sin importar su denominación. Eso quiere decir que tú también eres parte de esa Iglesia si has entrado por la puerta que es Jesús. Si no lo crees, mira lo que oró Jesús antes de irse al cielo:
Juan 17:20-21 (NTV) »No te pido solo por estos discípulos, sino también por todos los que creerán en mí por el mensaje de ellos. Te pido que todos sean uno, así como tú y yo somos uno, es decir, como tú estás en mí, Padre, y yo estoy en ti. Y que ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
¿No es maravilloso que Jesús mismo orara por la Iglesia? Él estaba orando por los discípulos en tiempo real, y por ti, por mi y por cualquiera que cree en su mensaje; en el mensaje de Jesús. Luego, más adelante, Pablo le escribe a la iglesia de Efeso lo siguiente:
Efesios 4:3-7 (NTV) Hagan todo lo posible por mantenerse unidos en el Espíritu y enlazados mediante la paz. Pues hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, tal como ustedes fueron llamados a una misma esperanza gloriosa para el futuro. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, quien está sobre todos, en todos y vive por medio de todos. No obstante, él nos ha dado a cada uno de nosotros un don especial mediante la generosidad de Cristo.
Cuando Pablo escribió esto no había ninguna clase de denominación. Y no es que haya algo de malo con las denominaciones. Algunos piensan que las denominaciones no deberían de existir porque muestra desunidad. Empero, si hay unidad en las denominaciones cristianas aunque existan ciertas diferencias.
Hay unidad siempre y cuando adoren al Jesús verdadero, se tenga la misma fe y un mismo bautizo. Así que no importa si te bautizaste en la iglesia bautista, o en Asambleas de Dios o en una iglesia no denominacional siempre y cuando hayas creído y confiado en el único Señor y Salvador; en el Jesús de la Biblia. Entonces ese es el mismo bautismo. Es el mismo Señor y Padre que adoramos. Puede que haya diferencias en la estructura, la manera que se adora, el liderazgo, etc. No obstante, en lo esencial hay unidad. Un ejemplo de ello son las doctrinas esenciales que todo cristiano o iglesia cree. A continuación te nombro solo 5 doctrinas fundamentales que toda iglesia debe creer.
5 doctrinas que todo cristiano (iglesia) cree:
- La Biblia es la Palabra de Dios. Los cristianos creemos que la Biblia es la palabra infalible de Dios, que es suficiente para todo lo que necesitamos para vivir la vida cristiana (2 Timoteo 3:16-17).
- Dios es tres en uno. Los cristianos creen que hay un Dios que existe eternamente como tres personas (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Las tres personas son iguales y eternas (Mateo 28:19).
- Jesús es plenamente Dios. Los cristianos creen que Jesús es plenamente Dios y plenamente humano como la segunda persona de la Trinidad. Él siempre ha existido como Dios y el mundo fue creado a través de él. Si vas a una iglesia donde no enseñan que Jesus es Dios entonces no están enseñando a Jesús de la Biblia (Juan 1:1-2).
- Somos salvos por la fe en Jesús. Los cristianos creen que toda persona está rota por el pecado y necesita salvación. Somos salvos sólo por gracia a través de la fe en Jesucristo (Efesios 2:8-9). Las obras no te salvan. El bautizo no te salva. Así que si estás en una iglesia que enseña que debes hacer cosas buenas para salvarte, no estás en una iglesia bíblica. Tampoco lo es una iglesia que enseñe que deben bautizarse en esa iglesia para ser salvos. Somos salvos solamente poniendo nuestra fe en Jesús.
- Hay vida después de la muerte. Los cristianos creen que Jesús regresará para establecer su reino y juzgar al mundo. Aquellos que han confiado en Jesús para su salvación vivirán eternamente en el cielo, mientras que otros estarán eternamente separados de la presencia de Dios. Juan 11:25-26
Existen más doctrinas pero estas son las que considero fundamentales para una iglesia. Me gustaría que pienses en la iglesia a la que asistes y analices si tu iglesia está de acuerdo con estas doctrinas fundamentales. Y es que, en las cosas pequeñas puede haber desacuerdos mas no en lo fundamental. Debemos mantenernos bien plantados en las creencias o doctrinas fundamentales de la Biblia.
La Biblia utiliza tres analogías para ayudarnos a comprender la importancia de la iglesia: la novia, el cuerpo y la familia.
Quiero terminar con tres analogías utilizadas en la Biblia para describir la iglesia. Cada una de estas imágenes nos ayuda a comprender la importancia de la iglesia y el porqué debemos ser parte de ella. No quiero que te hagas la idea de que la iglesia no tiene valor porque no hay una denominación o una institución u organización correcta. Es importante respetar el papel de la iglesia y nuestra participación en ella.
Entonces, de acuerdo con la Biblia, la “Iglesia” es, número 1, la novia o la esposa de Cristo (Efesios 5:22-33). Lo que entiendo de este pasaje, entre muchas cosas, es que no hables mal de la iglesia o sea de la novia de Cristo. Es como si alguien hablara mal de mi esposa. Si alguien lo hace, yo tendré que hablar con esa persona seriamente. No estaré de acuerdo con que lo hagan. Es mi novia, mi esposa. ¿Acaso mi esposa es perfecta? No, no lo es. Pero eso no le da derecho a nadie de hablar mal de ella.
Igual pasa con la novia de Cristo. Hay algunos creyentes y no creyentes que hablan mal de la iglesia, la novia de Cristo. Jesús no está de acuerdo con eso. Él sabe que ninguna iglesia es perfecta. Que ninguna denominación lo es. Y está bien porque desde el momento que tú o yo, o cualquier ser humano va a esa iglesia deja de ser perfecta ya que todos somos pecadores. Recuerda, la iglesia es la gente. Gente que ha sido salvada por gracia. Empero la gente que ha sido salvada por gracia sigue siendo imperfecta. Todavía cometemos errores. Por lo tanto, la iglesia es imperfecta pero aun así debemos respetarla y hablar bien de ella.
Jesús ama a su esposa. Él ama su ekklesia. La llamada, porque eso fue lo que hizo. Nos llamó y nos apartó del resto del mundo. Somos su posesión más amada y preciada. Si eres parte de la Iglesia, con “i” mayúscula, tú eres parte de esta posesión más atesorada. Si tu iglesia o denominación guarda las enseñanzas y doctrinas bíblicas entonces es parte de esta Iglesia. Por consiguiente, tratemos a la novia de Cristo con respeto.
La segunda analogía para la iglesia es que es el cuerpo de Cristo.
Efesios 4:15-16 (NTV) En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia. Él hace que todo el cuerpo encaje perfectamente. Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor.
La iglesia no es solo la novia de Cristo. La iglesia es el cuerpo de Cristo. Jesús es la cabeza y nosotros somos el cuerpo. Esta analogía significa que tú debes ser parte de la iglesia local. Aquí y en otras partes del NT, cuando Pablo menciona al cuerpo de Cristo se está dirigiendo a la iglesia local. Lo que Pablo está diciendo es que no solo vayas a la iglesia los domingos y ya. No. Tú debes ser parte del cuerpo de Cristo. Debes buscar un cuerpo local de creyentes e involúcrate. Sirve en tu iglesia. La iglesia no funciona de la manera más saludable posible a menos que todas las partes estén funcionando.
Tienes un papel que desempeñar. Dios te ha dado dones para que los uses en la edificación de la iglesia. (1 Pedro 4:10). Quizás no creas que tu papel es importante, ¡lo es! Apúntate a servir en alguna área de servicio en tu iglesia. Se parte de algún grupo pequeño. Invita a las personas a asistir a los servicios. Háblales de Jesús y discípulalos.
Para los que dicen “las montañas son mi iglesia” o “me siento más cerca de Dios en la naturaleza” dejame decirte que no hay una piedra, un árbol o un arroyo que necesite palabras de aliento, oración o compañerismo de tu parte. Mas si hay alguien en el cuerpo de Cristo, la iglesia, que necesita de ti y de tus palabras de aliento, oración o compañerismo y de tus dones. Los llamados, los que hemos aceptado a Jesús, hemos sido llamados a ser parte del cuerpo de Cristo y a ayudarnos unos a otros.
En tercer lugar,como Iglesia, somos una familia.
Efesios 2:19 (NTV) Así que ahora ustedes, los gentiles, ya no son unos desconocidos ni extranjeros. Son ciudadanos junto con todo el pueblo santo de Dios. Son miembros de la familia de Dios.
Recuerden que la iglesia cristiana salió del judaísmo. En el judaísmo, todo el que no era judio era gentil y estaba fuera de la promesa de Dios. Sin embargo, al empezar la iglesia primitiva, Jesús dejó claro que su Buena Noticia de salvación era para todos y no solo para los judios. Por eso Pablo escribe que ahora los geniales no son unos desconocidos sino ciudadanos del reino y parte de la familia de Dios. Por lo tanto, gente de todas las naciones, razas e idiomas venimos a ser parte de la familia de Dios a través de Jesús. Todos los que aceptan a Jesús vienen a ser parte de esta familia eterna.
Como ocurre con cualquier familia, la comunicación y la conexión son importantes. La Biblia habla de cómo se supone que debemos tratarnos unos a otros. Se nos dice que lloremos con los que lloran y que nos regocijemos con los que se regocijan (Romanos 12:15). Se supone que debemos restaurar amablemente a aquellos que están atrapados en el pecado, asegurándonos de ser humildes y cuidadosos de no caer nosotros mismos en el pecado (Gálatas 6:1). Debemos orar unos por otros (Santiago 5:16). Debemos satisfacer las necesidades físicas unos de otros (1 Juan 3:17).
Entonces, lo que queda por responder es: ¿cómo puedes llegar a ser parte de la iglesia con “I” mayúscula? Volvamos a Juan 10:9.
Juan 10:9 (NTV) Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos….
Jesús nos dice eso a todos. Si quieres ser parte de la Iglesia de Cristo ven a él. Es a través de él que eres salvo. Solo al aceptarlo como tu Salvador y poner tu fe en él puedes ser salvo. Solamente tienes que decirle:
“Jesús reconozco que estoy roto, que he pecado, que he hecho las cosas a mi manera,
pero ahora me arrepiento de todo lo malo que he hecho,
te acepto como Amo y Señor de mi vida.
quiero poner mi fe y mi confianza en ti y confieso mi necesidad de ti.”
La Biblia dice que en el momento que haces eso eres salvo y vienes a ser parte de su iglesia, su pueblo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cómo definen las personas en tu vida de qué se trata la iglesia? ¿Por qué es importante la distinción de que la iglesia no se trata de un edificio u organización sino más bien de las personas?
- Vuelve a leer Efesios 4:3-7. ¿Qué unifica a la iglesia con “i” mayúscula? ¿Qué tiende a suceder cuando la gente empieza a elevar otras cosas por encima de la unidad en Cristo?
- ¿Qué analogía de la Iglesia te habla más y por qué? ¿Qué dones traes al cuerpo de tu iglesia?
- ¿Has confiado en Jesús para la salvación? En caso contrario, ¿qué preguntas aún quedan por responder? En caso afirmativo, ¿cómo ayudarás a otra persona a convertirse en parte de la iglesia con “I” mayúscula?
¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios?
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Puntos de conversación:
- Jesús enseñó que la ley no tiene nada de malo; el problema es la gente. Dios requiere perfección; cualquier cosa menos no funcionará. Mateo 5:17,20,48
- Esto nos deja en un aprieto. Ni siquiera un fariseo podría alcanzar la perfección. Romanos 3:20, Filipenses 3:5-7
- La respuesta se encuentra en la perfección de Jesús. Eso sólo lo obtenemos por fe, y este es un regalo puramente de Dios. Efesios 2:8-9, Romanos 3:21-22
¿Qué pasaría si hubiera una caja que contuviera todas las respuestas a tus preguntas más profundas? Pues eso es lo que trataremos de hacer con nuestra nueva serie “Abriendo la caja: contestando las preguntas que la gente hace”. En las próximas lecciones cubriremos las siguientes preguntas en esta nueva serie de buscadeDIOS.org:
Preguntas religiosas
- ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios?
- ¿Existe sólo una iglesia verdadera?
Preguntas bíblicas
- ¿Es la Biblia un libro más?
- ¿Dios todavía habla a través de los profetas?
Preguntas de la vida
- Si Dios es bueno, ¿por qué existe el mal?
- ¿Qué piensa Dios realmente de las mujeres?
Abramos con la pregunta que estamos sacando de la caja hoy: ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios?
Casi todas las religiones del mundo ofrecen un camino al cielo a través de buenas obras y esfuerzos personales. Algunas religiones incluso incluyen una lista de sacramentos o rituales sagrados mediante los cuales una persona puede merecer la salvación. Sin embargo, el cristianismo es diferente. Según la Biblia, sólo hay una manera de saber si eres lo suficientemente bueno para Dios y no tiene nada que ver con lo que puedes hacer. Antes de ver lo que dice la Biblia, hagamos un rápido estudio de algunas religiones populares del mundo.
El hinduismo. Esta religión no tiene un concepto singular de salvación sino múltiples caminos o yogas, como se le conoce. Estos caminos conducen a la liberación espiritual o moksha del ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento, mejor conocido como el samsara. Estos caminos incluyen la devoción (bhakti), el conocimiento (jnana) y la acción desinteresada (karma yoga), entre otros. La salvación se logra cuando un individuo se da cuenta de su verdadero yo (atman) como uno con la realidad última (Brahman). Entonces, en el hinduismo, la liberación depende de ti.
El budismo. La salvación en el budismo es el cese del sufrimiento y el ciclo de renacimiento, logrado mediante la eliminación del deseo y la ignorancia. En el budismo, el objetivo es alcanzar el nirvana o sea la iluminación siguiendo el Noble Óctuple Sendero que incluye principios como la comprensión correcta, la intención correcta, el habla correcta, la acción correcta, el medio de vida correcto, el esfuerzo correcto, la atención plena correcta y la concentración correcta. Alcanzar el nirvana depende también de TI.
El islam. En el islam, el plan de salvación implica la creencia en la unidad de Dios (Alá) y la profecía de Mahoma. Los musulmanes creen en vivir una vida recta de acuerdo con las enseñanzas del Corán y los Hadith o dichos de Mahoma. La salvación se logra mediante la fe, el arrepentimiento y las buenas obras, siendo la recompensa máxima la entrada al paraíso. La salvación en el Islam no está garantizada únicamente por la fe o las obras, sino que, al final, depende de la misericordia y el juicio de Alá. Los musulmanes se esfuerzan por vivir una vida que agrade a Alá y seguir las enseñanzas del Islam con la esperanza de alcanzar la salvación en el más allá. Ganar el paraíso depende de TI. Esta, y otras religiones, se basan en gran parte en lo que uno puede hacer, “las obras”, para ganar entrada al paraíso, nirvana o la liberación como otras tantas religiones.
Entonces, ¿qué enseña el cristianismo? Para encontrar esa respuesta necesitamos mirar otra religión mundial: el judaísmo. Jesús era judío. El cristianismo surgió del judaísmo. Comprender el vínculo entre esas dos religiones, y específicamente la diferencia clave entre ellas, nos dará la idea que necesitamos para responder nuestra pregunta de hoy.
Perfección
Jesús enseñó que la ley no tiene nada de malo; el problema es la gente. Dios requiere perfección; cualquier cosa menos no funcionará. Esto viene de las palabras de Jesús en su famoso Sermón del monte.
Mateo 5:17 (NTV) »No malinterpreten la razón por la cual he venido. No vine para abolir la ley de Moisés o los escritos de los profetas. Al contrario, vine para cumplir sus propósitos.
Cuando Jesús habla de “la ley y los profetas” se refiere al judaísmo. Te explico el judaísmo en pocas palabras: Dios eligió a Abraham y le hizo algunas promesas (Gén 12). Dios le dio los 10 mandamientos a Moisés. Estas son las reglas para vivir en la tierra prometida a la que estaban a punto de entrar. La gente seguía violando las leyes y no vivía correctamente como lo dice el libro de Jueces.
Jueces 21:25 (NTV) En esos días, Israel no tenía rey; cada uno hacía lo que le parecía correcto según su propio criterio.
En Mateo 5, Jesús básicamente dice: “No hay nada malo en la ley; algo anda mal con la gente”. Por eso dijo:
Mateo 5:20 (NTV) »Les advierto: a menos que su justicia supere a la de los maestros de la ley religiosa y a la de los fariseos, nunca entrarán en el reino del cielo.
Jesús continúa con el sermón enumerando ejemplos en cada área de la vida:
- Han oído “no asesines” (Mateo 5:21-22), pero yo digo aun si te enojas con alguien ya es asesinato en tu corazón.
- Han oído “no cometas adulterio” (Mateo 5: 27-28), pero yo digo que el que mira con pasión sexual ( lujuria) es igual a adulterio en tu corazón.
- Han oído “el castigo debe ser acorde a la gravedad del daño” (Mateo 5:38-39), pero yo digo pon la otra mejilla.
- Han oído “ama a tu prójimo” (Mateo 5:43-44), pero yo digo “ama a tu enemigo”
Luego Jesús termina la sección con esta loca declaración:
Mateo 5:48 (NTV) Pero tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto.
Es una declaración loca porque jamás alcanzaremos la perfección mientras estemos en este cuerpo corruptible. Esto nos pone en un gran aprieto.
El aprieto
Esto nos deja en un aprieto. Ni siquiera un fariseo podría alcanzar la perfección. Y eso que los fariseos eran los grandes líderes religiosos guardadores de la ley. Dios requiere perfección, pero la gente está lejos de ella. El apóstol Pablo explicó esto claramente en su carta a los romanos:
Romanos 3:20 (NTV) Pues nadie llegará jamás a ser justo ante Dios por hacer lo que la ley manda. La ley sencillamente nos muestra lo pecadores que somos.
Esto es una locura porque ¡Pablo solía ser fariseo! Era uno de esos tipos del Sermón del monte del que hablaba Jesús. Estaba tratando de llegar a Dios a través de sus propias obras. Así lo explicó el propio Pablo:
Filipenses 3:5-6 (NTV) Fui circuncidado cuando tenía ocho días de vida. Soy un ciudadano de Israel de pura cepa y miembro de la tribu de Benjamín, ¡un verdadero hebreo como no ha habido otro! Fui miembro de los fariseos, quienes exigen la obediencia más estricta a la ley judía. Era tan fanático que perseguía con crueldad a la iglesia, y en cuanto a la justicia, obedecía la ley al pie de la letra.
En el siguiente versículo quiero usar la NVI, porque nos ayuda a entender mejor lo que Pablo está tratando de decir:
Filipenses 3:7 (NVI) Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo.
Pablo estaba en números rojos y luego conoció a Cristo. Pablo recalcula el valor de toda su ganancia: familia, logros, educación, estatus social y moral. ¡Se da cuenta que el monto total sumaba a una pérdida total! Porque nada se compara a Cristo. Podemos no tener nada aparentemente, pero lo tenemos todo una vez que recibimos a Jesus como nuestro Señor y Salvador en nuestras vidas.
Entonces, si nunca llegaremos a ser lo suficientemente buenos para Dios o sea que no podremos alcanzar la perfección, ¿cuál es la respuesta a nuestra pregunta qué estamos contestando?
El regalo
La respuesta se encuentra en la perfección de Jesús. Eso sólo lo obtenemos por fe, y este es un regalo puramente de Dios. Llegamos a ser lo suficientemente buenos a través de Cristo y el sacrificio que ÉL hizo en la cruz del calvario. No tiene que ver con nada que nosotros hagamos. No depende de TI ni de MI. No es por obras para que nadie se jacte de ganarse la salvación. Es un regalo no merecido que nos da Jesús. Así es como Pablo explicó estas matemáticas a los efesios:
Efesios 2:8-9 (NTV) Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.
Piensa en la palabra “regalo”. ¿Cuánto pagas por un regalo? Exactamente nada. Una vez que lo pagas, ¡ya no es un regalo! Dos cosas sobre un regalo u obsequio. La primera: “ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo“. Si lo hacemos, entonces es una jactancia religiosa. La segunda cosa es que no tenemos que preguntarnos si hemos hecho lo suficiente para merecerlo o si somos lo suficientemente buenos para recibirlo
Este concepto contrasta con el Islam. La salvación en el Islam no está garantizada únicamente por la fe o las obras. Los musulmanes se esfuerzan por vivir una vida que agrade a Alá y a seguir las enseñanzas del Islam con la esperanza de alcanzar la salvación en el más allá. ¡Pero nunca sabrán con seguridad si son salvos! Pero Dios sí nos dice cómo podemos ser salvos:
Romanos 3:21-22 (NTV) Pero ahora, tal como se prometió tiempo atrás en los escritos de Moisés y de los profetas, Dios nos ha mostrado cómo podemos ser justos ante él sin cumplir con las exigencias de la ley. Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere.
Este versículo lo deja muy claro. Podemos ser salvos a través de Jesús porque Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Entonces, la respuesta de la Biblia a la pregunta: ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios? Revela la diferencia entre el cristianismo y cualquier otra religión. El judaísmo, el hinduismo, el budismo y el islam se basan “en obras”. Se trata de lo que TÚ puedes hacer para alcanzar la iluminación, ganar el nirvana y volverte justo.
El cristianismo tiene un mensaje diferente: TÚ no puedes hacer nada para salvarte a ti mismo. ¡La gente lo ha intentado y siempre ha fracasado! Necesitarás la perfección de Jesús. ya que él te ha regalado la salvación. Eso sólo lo obtendrás por fe.
Si tú nunca has puesto tu fe en Jesús, hoy es tu oportunidad de hacerlo. Solo Jesús te puede salvar y hacerte aceptable ante Dios. Es a través de Jesús que podemos ser perfectos porque cuando Dios nos mira a nosotros ve todo el pecado que llevamos encima. No obstante, cuando ponemos nuestra fe en Jesús y aceptamos su regalo de salvación podemos venir delante del Padre. Y él no nos mira a nosotros sino a la perfección de Cristo que nos representa ante un Dios tan Santo. Por lo tanto, sólo a través de Jesús es que podemos llegar a ser lo suficientemente buenos para Dios. Y esto es un regalo de Dios. No hay nada que nosotros podamos hacer para recibirlo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Qué diferencia al cristianismo de otras religiones del mundo? ¿Por qué crees que la gente se inclina a pensar que pueden ganarse el camino hacia Dios?
- Vuelva a leer Jueces 21:25 y Romanos 3:21. La gente hacía lo que bien le parecía. ¿Cómo es que esta idea sigue siendo cierta hoy en día? ¿Cuál fue la razón fundamental por la que Dios nos dio la ley?
- ¿Qué nos dice Efesios 2:8-9 acerca de nuestras obras y nuestra salvación? ¿Cómo has entendido tu propia “bondad” (ser bueno) en el pasado?
- ¿Qué se necesita para ser lo suficientemente bueno para Dios? ¿Has respondido al regalo que ofrece Jesús?
Abriendo la caja: contestando las preguntas que la gente hace
Abriendo la caja: contestando las preguntas que la gente hace
¿Qué pasaría si hubiera una caja que contuviera todas las respuestas a tus preguntas más profundas? Cubriremos estas preguntas (¡y más!) en esta nueva serie de buscadeDIOS.org.
¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios?
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Puntos de conversación:
- Jesús enseñó que la ley no tiene nada de malo; el problema es la gente. Dios requiere perfección; cualquier cosa menos no funcionará. Mateo 5:17,20,48
- Esto nos deja en un aprieto. Ni siquiera un fariseo podría alcanzar la perfección. Romanos 3:20, Filipenses 3:5-7
- La respuesta se encuentra en la perfección de Jesús. Eso sólo lo obtenemos por fe, y este es un regalo puramente de Dios. Efesios 2:8-9, Romanos 3:21-22
¿Qué pasaría si hubiera una caja que contuviera todas las respuestas a tus preguntas más profundas? Pues eso es lo que trataremos de hacer con nuestra nueva serie “Abriendo la caja: contestando las preguntas que la gente hace”. En las próximas lecciones cubriremos las siguientes preguntas en esta nueva serie de buscadeDIOS.org:
Preguntas religiosas
- ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios?
- ¿Existe sólo una iglesia verdadera?
Preguntas bíblicas
- ¿Es la Biblia un libro más?
- ¿Dios todavía habla a través de los profetas?
Preguntas de la vida
- Si Dios es bueno, ¿por qué existe el mal?
- ¿Qué piensa Dios realmente de las mujeres?
Abramos con la pregunta que estamos sacando de la caja hoy: ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios?
Casi todas las religiones del mundo ofrecen un camino al cielo a través de buenas obras y esfuerzos personales. Algunas religiones incluso incluyen una lista de sacramentos o rituales sagrados mediante los cuales una persona puede merecer la salvación. Sin embargo, el cristianismo es diferente. Según la Biblia, sólo hay una manera de saber si eres lo suficientemente bueno para Dios y no tiene nada que ver con lo que puedes hacer. Antes de ver lo que dice la Biblia, hagamos un rápido estudio de algunas religiones populares del mundo.
El hinduismo. Esta religión no tiene un concepto singular de salvación sino múltiples caminos o yogas, como se le conoce. Estos caminos conducen a la liberación espiritual o moksha del ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento, mejor conocido como el samsara. Estos caminos incluyen la devoción (bhakti), el conocimiento (jnana) y la acción desinteresada (karma yoga), entre otros. La salvación se logra cuando un individuo se da cuenta de su verdadero yo (atman) como uno con la realidad última (Brahman). Entonces, en el hinduismo, la liberación depende de ti.
El budismo. La salvación en el budismo es el cese del sufrimiento y el ciclo de renacimiento, logrado mediante la eliminación del deseo y la ignorancia. En el budismo, el objetivo es alcanzar el nirvana o sea la iluminación siguiendo el Noble Óctuple Sendero que incluye principios como la comprensión correcta, la intención correcta, el habla correcta, la acción correcta, el medio de vida correcto, el esfuerzo correcto, la atención plena correcta y la concentración correcta. Alcanzar el nirvana depende también de TI.
El islam. En el islam, el plan de salvación implica la creencia en la unidad de Dios (Alá) y la profecía de Mahoma. Los musulmanes creen en vivir una vida recta de acuerdo con las enseñanzas del Corán y los Hadith o dichos de Mahoma. La salvación se logra mediante la fe, el arrepentimiento y las buenas obras, siendo la recompensa máxima la entrada al paraíso. La salvación en el Islam no está garantizada únicamente por la fe o las obras, sino que, al final, depende de la misericordia y el juicio de Alá. Los musulmanes se esfuerzan por vivir una vida que agrade a Alá y seguir las enseñanzas del Islam con la esperanza de alcanzar la salvación en el más allá. Ganar el paraíso depende de TI. Esta, y otras religiones, se basan en gran parte en lo que uno puede hacer, “las obras”, para ganar entrada al paraíso, nirvana o la liberación como otras tantas religiones.
Entonces, ¿qué enseña el cristianismo? Para encontrar esa respuesta necesitamos mirar otra religión mundial: el judaísmo. Jesús era judío. El cristianismo surgió del judaísmo. Comprender el vínculo entre esas dos religiones, y específicamente la diferencia clave entre ellas, nos dará la idea que necesitamos para responder nuestra pregunta de hoy.
Perfección
Jesús enseñó que la ley no tiene nada de malo; el problema es la gente. Dios requiere perfección; cualquier cosa menos no funcionará. Esto viene de las palabras de Jesús en su famoso Sermón del monte.
Mateo 5:17 (NTV) »No malinterpreten la razón por la cual he venido. No vine para abolir la ley de Moisés o los escritos de los profetas. Al contrario, vine para cumplir sus propósitos.
Cuando Jesús habla de “la ley y los profetas” se refiere al judaísmo. Te explico el judaísmo en pocas palabras: Dios eligió a Abraham y le hizo algunas promesas (Gén 12). Dios le dio los 10 mandamientos a Moisés. Estas son las reglas para vivir en la tierra prometida a la que estaban a punto de entrar. La gente seguía violando las leyes y no vivía correctamente como lo dice el libro de Jueces.
Jueces 21:25 (NTV) En esos días, Israel no tenía rey; cada uno hacía lo que le parecía correcto según su propio criterio.
En Mateo 5, Jesús básicamente dice: “No hay nada malo en la ley; algo anda mal con la gente”. Por eso dijo:
Mateo 5:20 (NTV) »Les advierto: a menos que su justicia supere a la de los maestros de la ley religiosa y a la de los fariseos, nunca entrarán en el reino del cielo.
Jesús continúa con el sermón enumerando ejemplos en cada área de la vida:
- Han oído “no asesines” (Mateo 5:21-22), pero yo digo aun si te enojas con alguien ya es asesinato en tu corazón.
- Han oído “no cometas adulterio” (Mateo 5: 27-28), pero yo digo que el que mira con pasión sexual ( lujuria) es igual a adulterio en tu corazón.
- Han oído “el castigo debe ser acorde a la gravedad del daño” (Mateo 5:38-39), pero yo digo pon la otra mejilla.
- Han oído “ama a tu prójimo” (Mateo 5:43-44), pero yo digo “ama a tu enemigo”
Luego Jesús termina la sección con esta loca declaración:
Mateo 5:48 (NTV) Pero tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto.
Es una declaración loca porque jamás alcanzaremos la perfección mientras estemos en este cuerpo corruptible. Esto nos pone en un gran aprieto.
El aprieto
Esto nos deja en un aprieto. Ni siquiera un fariseo podría alcanzar la perfección. Y eso que los fariseos eran los grandes líderes religiosos guardadores de la ley. Dios requiere perfección, pero la gente está lejos de ella. El apóstol Pablo explicó esto claramente en su carta a los romanos:
Romanos 3:20 (NTV) Pues nadie llegará jamás a ser justo ante Dios por hacer lo que la ley manda. La ley sencillamente nos muestra lo pecadores que somos.
Esto es una locura porque ¡Pablo solía ser fariseo! Era uno de esos tipos del Sermón del monte del que hablaba Jesús. Estaba tratando de llegar a Dios a través de sus propias obras. Así lo explicó el propio Pablo:
Filipenses 3:5-6 (NTV) Fui circuncidado cuando tenía ocho días de vida. Soy un ciudadano de Israel de pura cepa y miembro de la tribu de Benjamín, ¡un verdadero hebreo como no ha habido otro! Fui miembro de los fariseos, quienes exigen la obediencia más estricta a la ley judía. Era tan fanático que perseguía con crueldad a la iglesia, y en cuanto a la justicia, obedecía la ley al pie de la letra.
En el siguiente versículo quiero usar la NVI, porque nos ayuda a entender mejor lo que Pablo está tratando de decir:
Filipenses 3:7 (NVI) Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo.
Pablo estaba en números rojos y luego conoció a Cristo. Pablo recalcula el valor de toda su ganancia: familia, logros, educación, estatus social y moral. ¡Se da cuenta que el monto total sumaba a una pérdida total! Porque nada se compara a Cristo. Podemos no tener nada aparentemente, pero lo tenemos todo una vez que recibimos a Jesus como nuestro Señor y Salvador en nuestras vidas.
Entonces, si nunca llegaremos a ser lo suficientemente buenos para Dios o sea que no podremos alcanzar la perfección, ¿cuál es la respuesta a nuestra pregunta qué estamos contestando?
El regalo
La respuesta se encuentra en la perfección de Jesús. Eso sólo lo obtenemos por fe, y este es un regalo puramente de Dios. Llegamos a ser lo suficientemente buenos a través de Cristo y el sacrificio que ÉL hizo en la cruz del calvario. No tiene que ver con nada que nosotros hagamos. No depende de TI ni de MI. No es por obras para que nadie se jacte de ganarse la salvación. Es un regalo no merecido que nos da Jesús. Así es como Pablo explicó estas matemáticas a los efesios:
Efesios 2:8-9 (NTV) Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.
Piensa en la palabra “regalo”. ¿Cuánto pagas por un regalo? Exactamente nada. Una vez que lo pagas, ¡ya no es un regalo! Dos cosas sobre un regalo u obsequio. La primera: “ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo“. Si lo hacemos, entonces es una jactancia religiosa. La segunda cosa es que no tenemos que preguntarnos si hemos hecho lo suficiente para merecerlo o si somos lo suficientemente buenos para recibirlo
Este concepto contrasta con el Islam. La salvación en el Islam no está garantizada únicamente por la fe o las obras. Los musulmanes se esfuerzan por vivir una vida que agrade a Alá y a seguir las enseñanzas del Islam con la esperanza de alcanzar la salvación en el más allá. ¡Pero nunca sabrán con seguridad si son salvos! Pero Dios sí nos dice cómo podemos ser salvos:
Romanos 3:21-22 (NTV) Pero ahora, tal como se prometió tiempo atrás en los escritos de Moisés y de los profetas, Dios nos ha mostrado cómo podemos ser justos ante él sin cumplir con las exigencias de la ley. Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere.
Este versículo lo deja muy claro. Podemos ser salvos a través de Jesús porque Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Entonces, la respuesta de la Biblia a la pregunta: ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios? Revela la diferencia entre el cristianismo y cualquier otra religión. El judaísmo, el hinduismo, el budismo y el islam se basan “en obras”. Se trata de lo que TÚ puedes hacer para alcanzar la iluminación, ganar el nirvana y volverte justo.
El cristianismo tiene un mensaje diferente: TÚ no puedes hacer nada para salvarte a ti mismo. ¡La gente lo ha intentado y siempre ha fracasado! Necesitarás la perfección de Jesús. ya que él te ha regalado la salvación. Eso sólo lo obtendrás por fe.
Si tú nunca has puesto tu fe en Jesús, hoy es tu oportunidad de hacerlo. Solo Jesús te puede salvar y hacerte aceptable ante Dios. Es a través de Jesús que podemos ser perfectos porque cuando Dios nos mira a nosotros ve todo el pecado que llevamos encima. No obstante, cuando ponemos nuestra fe en Jesús y aceptamos su regalo de salvación podemos venir delante del Padre. Y él no nos mira a nosotros sino a la perfección de Cristo que nos representa ante un Dios tan Santo. Por lo tanto, sólo a través de Jesús es que podemos llegar a ser lo suficientemente buenos para Dios. Y esto es un regalo de Dios. No hay nada que nosotros podamos hacer para recibirlo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Qué diferencia al cristianismo de otras religiones del mundo? ¿Por qué crees que la gente se inclina a pensar que pueden ganarse el camino hacia Dios?
- Vuelva a leer Jueces 21:25 y Romanos 3:21. La gente hacía lo que bien le parecía. ¿Cómo es que esta idea sigue siendo cierta hoy en día? ¿Cuál fue la razón fundamental por la que Dios nos dio la ley?
- ¿Qué nos dice Efesios 2:8-9 acerca de nuestras obras y nuestra salvación? ¿Cómo has entendido tu propia “bondad” (ser bueno) en el pasado?
- ¿Qué se necesita para ser lo suficientemente bueno para Dios? ¿Has respondido al regalo que ofrece Jesús?
¿Existe sólo una iglesia verdadera?
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Puntos de conversación:
- La iglesia no es ni un edificio ni una organización. Es un pueblo, la comunidad de todos aquellos que mantienen una relación salvadora con Dios a través de Jesús. Juan 10:9
- No existe una iglesia verdadera en el sentido de que solo haya una institución o denominación perfecta. Pero hay una iglesia verdadera con “I” mayúscula en cierta manera. Juan 17:20-21, Efesios 4:3-7
- La Biblia utiliza tres analogías para ayudarnos a comprender la importancia de la iglesia: la novia, el cuerpo y la familia. Efesios 4:15-16, 2:19
Varias religiones afirman ser la única iglesia verdadera o el único camino al cielo. Pero ¿qué dice la Biblia? ¿Existe sólo una iglesia verdadera? Y si no, ¿conducen todos los caminos al cielo? Estas son las preguntas que exploraremos hoy. Sin embargo, nos enfocaremos en la siguiente pregunta:
¿Existe sólo una iglesia verdadera?
Antes de responder la pregunta sobre si existe o no una iglesia verdadera, debemos asegurarnos de entender qué es la “iglesia” y qué no es la iglesia. La iglesia no es un edificio. Puedes decir: “Te veré en la iglesia”. o “Nuestro grupo de hombres se reúne en la iglesia”. Pero el edificio en sí no es la iglesia. La iglesia no es una organización ni una denominación. Piensa en todas las denominaciones que existen como la iglesia bautista, metodista, luterano, presbiteriano, Asambleas de Dios, entre muchas otras.
Estimar el número exacto de denominaciones cristianas es un desafío debido a varios factores, incluidos los diferentes criterios sobre lo que constituye una denominación y la existencia de muchas iglesias pequeñas e independientes. ¡Sin embargo, los eruditos y expertos religiosos a menudo citan cifras que van desde 30,000 a 40,000 denominaciones cristianas en todo el mundo! ¿Te lo puedes imaginar? Solo te mencione 5 denominaciones, pero entre cada denominación hay más ramas. Solo en los bautistas hay más de 100 denominaciones y divisiones u organizaciones. Mas no nos referimos a todas estas denominaciones, instituciones ni organizaciones cuando usamos la palabra iglesia. Y es qué:
La iglesia no es ni un edificio ni una organización. Es un pueblo, la comunidad de todos aquellos que mantienen una relación salvadora con Dios a través de Jesús.
Esta definición viene de la serie “Teología sistemática”, tema 10. Si no la has leído, te invito a que lo hagas. Está en nuestra página buscadeDios.org. La palabra iglesia viene del griego ekklesia que significa asamblea de los convocados – convocados o llamados por la proclamación del evangelio a reunirse alrededor de Cristo. En otras palabras, los que han puesto su fe en Jesucristo. Así que cuando decimos la Iglesia con “I” mayúscula, nos referimos a las personas que han respondido al llamado del evangelio. Son aquellos que han respondido con un sí al regalo de la gracia de salvación dada por Jesús. Es más, Jesús lo dijo de la siguiente manera:
Juan 10:9 (NTV) Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos. Entrarán y saldrán libremente y encontrarán buenos pastos.
Jesús está invitando a todos a ser parte de este movimiento. Y a ser parte de su pueblo. De hecho, a través de todo el Antiguo Testamento vemos a Dios llamando a los israelitas a ser parte de su pueblo donde él será su Dios. Aclaro que en el AT testamento no se usa el término ekklesia. Mas para cuando Jesús vino, murió y resucitó y dio la Gran comisión a sus discípulos de empezar su ekklesia o sea su iglesia, él se estaba refiriendo a este cumplimiento del llamado desesperado de Dios desde el AT de “quiero ser tu Dios y quiero que sean mi pueblo. Está convocando a la gente a ser sus hijos. Está llamando a la gente del mundo para que sea su posesión más preciosa.
No existe una iglesia verdadera en el sentido de que solo haya una institución o denominación perfecta. Pero hay una iglesia verdadera con “I” mayúscula en cierta manera.
Entonces, volvamos a nuestra pregunta de hoy: ¿Existe sólo una iglesia verdadera? Si la iglesia es la gente que ha sido llamada por Dios y no una institución o una denominación, entonces en este sentido la respuesta es sí.
Esto es en el sentido de la comunidad global, con letra “I’ mayúscula para iglesia, o sea una comunidad de verdaderos creyentes que han respondido a Jesús y a su mensaje bíblico. Por lo tanto, en este sentido, la respuesta es sí, si hay una sola iglesia verdadera.
Sin embargo, en otro sentido, la respuesta es no. No hay ni una sola iglesia verdadera en el sentido de que sólo hay una institución o una denominación correcta. En otras palabras, una iglesia bautista o metodista no puede decir que son la iglesia verdadera y que para ser salvos hay que bautizarse en su iglesia. Esto no es cierto, ni es una verdad bíblica. No creo que una organización o denominación esté totalmente en lo correcto. Entonces no hay una sola iglesia verdadera si se refiere a una organización, institución o denominación.
Empero, en el sentido que Jesús nos llama e invita a seguirlo y a ser parte de su pueblo, su Iglesia con :”I” mayúscula, respondería que sí. Tú puedes estar en la denominación A o denominación B o C, o sea en una de las 30 mil y más denominaciones, y puedes ser parte de la iglesia con “I” mayúscula si has confiado en Jesús para la salvación.
Al otro extremo, puedes ser parte de una de esas denominaciones y no ser parte de la Iglesia de Cristo. La razón es porque hay gente en nuestras congregaciones que nunca han aceptado a Jesus como su Salvador. No solo por ir a la iglesia cada domingo o por ser miembro de la iglesia o hasta haberte bautizado, si no has aceptado a Jesus como tu Salvador, si no han entrado por la puerta que es Jesús (Juan 10:9). Él lo dijo muy claro: “los que entren a través de mí serán salvos”. En otro pasaje él dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí” (Juan 14:6).
Una vez más, solo los que han venido a Jesús por fe para ser salvos forman parte de la Iglesia verdadera. Por cierto, esta es una advertencia para todos así que te animo que te examines para ver si has puesto tu fe en Jesucristo porque si no lo has hecho no eres parte de su pueblo. No eres parte de la Iglesia. No obstante, Jesús te ha invitado a ser parte de su pueblo; su Iglesia. Él te ha llamado a ser parte de su Iglesia a pesar de tu denominación o la congregación a la que elijas asistir. A Jesús verdaderamente le importa que seas parte de este movimiento global.
Cuando digo “movimiento global” no solo me refiero a todas las naciones, a cada tribu, a cada lengua. Me refiero también a todas las generaciones desde la iglesia primitiva hasta el día de hoy y aun del Antiguo Testamento. Abraham, por ejemplo, no fue parte de ninguna denominación pero él fue llamado por Dios. Él respondió en fe a las promesas de Dios y se le fue contado como justicia. Él es parte de la Iglesia (con “I” mayúscula), como lo fueron Moises y David, al igual que Pablo y Pedro y todos los que han creído en Jesús para salvación sin importar su denominación. Eso quiere decir que tú también eres parte de esa Iglesia si has entrado por la puerta que es Jesús. Si no lo crees, mira lo que oró Jesús antes de irse al cielo:
Juan 17:20-21 (NTV) »No te pido solo por estos discípulos, sino también por todos los que creerán en mí por el mensaje de ellos. Te pido que todos sean uno, así como tú y yo somos uno, es decir, como tú estás en mí, Padre, y yo estoy en ti. Y que ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
¿No es maravilloso que Jesús mismo orara por la Iglesia? Él estaba orando por los discípulos en tiempo real, y por ti, por mi y por cualquiera que cree en su mensaje; en el mensaje de Jesús. Luego, más adelante, Pablo le escribe a la iglesia de Efeso lo siguiente:
Efesios 4:3-7 (NTV) Hagan todo lo posible por mantenerse unidos en el Espíritu y enlazados mediante la paz. Pues hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, tal como ustedes fueron llamados a una misma esperanza gloriosa para el futuro. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, quien está sobre todos, en todos y vive por medio de todos. No obstante, él nos ha dado a cada uno de nosotros un don especial mediante la generosidad de Cristo.
Cuando Pablo escribió esto no había ninguna clase de denominación. Y no es que haya algo de malo con las denominaciones. Algunos piensan que las denominaciones no deberían de existir porque muestra desunidad. Empero, si hay unidad en las denominaciones cristianas aunque existan ciertas diferencias.
Hay unidad siempre y cuando adoren al Jesús verdadero, se tenga la misma fe y un mismo bautizo. Así que no importa si te bautizaste en la iglesia bautista, o en Asambleas de Dios o en una iglesia no denominacional siempre y cuando hayas creído y confiado en el único Señor y Salvador; en el Jesús de la Biblia. Entonces ese es el mismo bautismo. Es el mismo Señor y Padre que adoramos. Puede que haya diferencias en la estructura, la manera que se adora, el liderazgo, etc. No obstante, en lo esencial hay unidad. Un ejemplo de ello son las doctrinas esenciales que todo cristiano o iglesia cree. A continuación te nombro solo 5 doctrinas fundamentales que toda iglesia debe creer.
5 doctrinas que todo cristiano (iglesia) cree:
- La Biblia es la Palabra de Dios. Los cristianos creemos que la Biblia es la palabra infalible de Dios, que es suficiente para todo lo que necesitamos para vivir la vida cristiana (2 Timoteo 3:16-17).
- Dios es tres en uno. Los cristianos creen que hay un Dios que existe eternamente como tres personas (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Las tres personas son iguales y eternas (Mateo 28:19).
- Jesús es plenamente Dios. Los cristianos creen que Jesús es plenamente Dios y plenamente humano como la segunda persona de la Trinidad. Él siempre ha existido como Dios y el mundo fue creado a través de él. Si vas a una iglesia donde no enseñan que Jesus es Dios entonces no están enseñando a Jesús de la Biblia (Juan 1:1-2).
- Somos salvos por la fe en Jesús. Los cristianos creen que toda persona está rota por el pecado y necesita salvación. Somos salvos sólo por gracia a través de la fe en Jesucristo (Efesios 2:8-9). Las obras no te salvan. El bautizo no te salva. Así que si estás en una iglesia que enseña que debes hacer cosas buenas para salvarte, no estás en una iglesia bíblica. Tampoco lo es una iglesia que enseñe que deben bautizarse en esa iglesia para ser salvos. Somos salvos solamente poniendo nuestra fe en Jesús.
- Hay vida después de la muerte. Los cristianos creen que Jesús regresará para establecer su reino y juzgar al mundo. Aquellos que han confiado en Jesús para su salvación vivirán eternamente en el cielo, mientras que otros estarán eternamente separados de la presencia de Dios. Juan 11:25-26
Existen más doctrinas pero estas son las que considero fundamentales para una iglesia. Me gustaría que pienses en la iglesia a la que asistes y analices si tu iglesia está de acuerdo con estas doctrinas fundamentales. Y es que, en las cosas pequeñas puede haber desacuerdos mas no en lo fundamental. Debemos mantenernos bien plantados en las creencias o doctrinas fundamentales de la Biblia.
La Biblia utiliza tres analogías para ayudarnos a comprender la importancia de la iglesia: la novia, el cuerpo y la familia.
Quiero terminar con tres analogías utilizadas en la Biblia para describir la iglesia. Cada una de estas imágenes nos ayuda a comprender la importancia de la iglesia y el porqué debemos ser parte de ella. No quiero que te hagas la idea de que la iglesia no tiene valor porque no hay una denominación o una institución u organización correcta. Es importante respetar el papel de la iglesia y nuestra participación en ella.
Entonces, de acuerdo con la Biblia, la “Iglesia” es, número 1, la novia o la esposa de Cristo (Efesios 5:22-33). Lo que entiendo de este pasaje, entre muchas cosas, es que no hables mal de la iglesia o sea de la novia de Cristo. Es como si alguien hablara mal de mi esposa. Si alguien lo hace, yo tendré que hablar con esa persona seriamente. No estaré de acuerdo con que lo hagan. Es mi novia, mi esposa. ¿Acaso mi esposa es perfecta? No, no lo es. Pero eso no le da derecho a nadie de hablar mal de ella.
Igual pasa con la novia de Cristo. Hay algunos creyentes y no creyentes que hablan mal de la iglesia, la novia de Cristo. Jesús no está de acuerdo con eso. Él sabe que ninguna iglesia es perfecta. Que ninguna denominación lo es. Y está bien porque desde el momento que tú o yo, o cualquier ser humano va a esa iglesia deja de ser perfecta ya que todos somos pecadores. Recuerda, la iglesia es la gente. Gente que ha sido salvada por gracia. Empero la gente que ha sido salvada por gracia sigue siendo imperfecta. Todavía cometemos errores. Por lo tanto, la iglesia es imperfecta pero aun así debemos respetarla y hablar bien de ella.
Jesús ama a su esposa. Él ama su ekklesia. La llamada, porque eso fue lo que hizo. Nos llamó y nos apartó del resto del mundo. Somos su posesión más amada y preciada. Si eres parte de la Iglesia, con “i” mayúscula, tú eres parte de esta posesión más atesorada. Si tu iglesia o denominación guarda las enseñanzas y doctrinas bíblicas entonces es parte de esta Iglesia. Por consiguiente, tratemos a la novia de Cristo con respeto.
La segunda analogía para la iglesia es que es el cuerpo de Cristo.
Efesios 4:15-16 (NTV) En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia. Él hace que todo el cuerpo encaje perfectamente. Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor.
La iglesia no es solo la novia de Cristo. La iglesia es el cuerpo de Cristo. Jesús es la cabeza y nosotros somos el cuerpo. Esta analogía significa que tú debes ser parte de la iglesia local. Aquí y en otras partes del NT, cuando Pablo menciona al cuerpo de Cristo se está dirigiendo a la iglesia local. Lo que Pablo está diciendo es que no solo vayas a la iglesia los domingos y ya. No. Tú debes ser parte del cuerpo de Cristo. Debes buscar un cuerpo local de creyentes e involúcrate. Sirve en tu iglesia. La iglesia no funciona de la manera más saludable posible a menos que todas las partes estén funcionando.
Tienes un papel que desempeñar. Dios te ha dado dones para que los uses en la edificación de la iglesia. (1 Pedro 4:10). Quizás no creas que tu papel es importante, ¡lo es! Apúntate a servir en alguna área de servicio en tu iglesia. Se parte de algún grupo pequeño. Invita a las personas a asistir a los servicios. Háblales de Jesús y discípulalos.
Para los que dicen “las montañas son mi iglesia” o “me siento más cerca de Dios en la naturaleza” dejame decirte que no hay una piedra, un árbol o un arroyo que necesite palabras de aliento, oración o compañerismo de tu parte. Mas si hay alguien en el cuerpo de Cristo, la iglesia, que necesita de ti y de tus palabras de aliento, oración o compañerismo y de tus dones. Los llamados, los que hemos aceptado a Jesús, hemos sido llamados a ser parte del cuerpo de Cristo y a ayudarnos unos a otros.
En tercer lugar,como Iglesia, somos una familia.
Efesios 2:19 (NTV) Así que ahora ustedes, los gentiles, ya no son unos desconocidos ni extranjeros. Son ciudadanos junto con todo el pueblo santo de Dios. Son miembros de la familia de Dios.
Recuerden que la iglesia cristiana salió del judaísmo. En el judaísmo, todo el que no era judio era gentil y estaba fuera de la promesa de Dios. Sin embargo, al empezar la iglesia primitiva, Jesús dejó claro que su Buena Noticia de salvación era para todos y no solo para los judios. Por eso Pablo escribe que ahora los geniales no son unos desconocidos sino ciudadanos del reino y parte de la familia de Dios. Por lo tanto, gente de todas las naciones, razas e idiomas venimos a ser parte de la familia de Dios a través de Jesús. Todos los que aceptan a Jesús vienen a ser parte de esta familia eterna.
Como ocurre con cualquier familia, la comunicación y la conexión son importantes. La Biblia habla de cómo se supone que debemos tratarnos unos a otros. Se nos dice que lloremos con los que lloran y que nos regocijemos con los que se regocijan (Romanos 12:15). Se supone que debemos restaurar amablemente a aquellos que están atrapados en el pecado, asegurándonos de ser humildes y cuidadosos de no caer nosotros mismos en el pecado (Gálatas 6:1). Debemos orar unos por otros (Santiago 5:16). Debemos satisfacer las necesidades físicas unos de otros (1 Juan 3:17).
Entonces, lo que queda por responder es: ¿cómo puedes llegar a ser parte de la iglesia con “I” mayúscula? Volvamos a Juan 10:9.
Juan 10:9 (NTV) Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos….
Jesús nos dice eso a todos. Si quieres ser parte de la Iglesia de Cristo ven a él. Es a través de él que eres salvo. Solo al aceptarlo como tu Salvador y poner tu fe en él puedes ser salvo. Solamente tienes que decirle:
“Jesús reconozco que estoy roto, que he pecado, que he hecho las cosas a mi manera,
pero ahora me arrepiento de todo lo malo que he hecho,
te acepto como Amo y Señor de mi vida.
quiero poner mi fe y mi confianza en ti y confieso mi necesidad de ti.”
La Biblia dice que en el momento que haces eso eres salvo y vienes a ser parte de su iglesia, su pueblo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cómo definen las personas en tu vida de qué se trata la iglesia? ¿Por qué es importante la distinción de que la iglesia no se trata de un edificio u organización sino más bien de las personas?
- Vuelve a leer Efesios 4:3-7. ¿Qué unifica a la iglesia con “i” mayúscula? ¿Qué tiende a suceder cuando la gente empieza a elevar otras cosas por encima de la unidad en Cristo?
- ¿Qué analogía de la Iglesia te habla más y por qué? ¿Qué dones traes al cuerpo de tu iglesia?
- ¿Has confiado en Jesús para la salvación? En caso contrario, ¿qué preguntas aún quedan por responder? En caso afirmativo, ¿cómo ayudarás a otra persona a convertirse en parte de la iglesia con “I” mayúscula?
¿Es la Biblia tan sólo un libro más?
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Puntos de conversación:
- La Biblia es única porque sólo ella ha sido inspirada por Dios. La inspiración divina se extiende a las palabras mismas, y a todas las partes de la Biblia y todos los temas de los que habla la Biblia. 2 Timoteo 3:16, 2 Pedro 1:20-21
- La evidencia textual apunta a la confiabilidad de la Biblia. La Biblia contiene 66 libros escritos por 40 autores a lo largo de 1500 años y, sin embargo, cuenta una historia unificada sobre Jesús.
- La evidencia histórica también apunta a la confiabilidad de la Biblia. Los manuscritos antiguos y las excavaciones arqueológicas se han acumulado a favor de la confiabilidad bíblica.
¿Por qué tantas iglesias y los cristianos dan tanta importancia a la Biblia? ¿No es simplemente una pieza de literatura antigua obsoleta e irrelevante? ¿No deberíamos guardarlo en el librero y utilizar libros más modernos para aprender a cómo vivir? Estas son las preguntas que exploraremos hoy. Pero antes de examinar la Biblia, comencemos con algunas curiosidades divertidas sobre todos esos otros libros en el librero.
10 libros notables más vendidos de todos los tiempos:
- El gato en el sombrero de Dr. Seuss – 10,5 millones
- Las aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain – 20 millones
- Los juegos del hambre de Suzanne Collins – 29 millones
- Matar a un ruiseñor de Harper Lee – 40 millones
- La oruga muy hambrienta de Eric Carle – 43 millones
- Una vida con propósito por Rick Warren – 50 millones
- El león, la bruja y el armario de CS Lewis – más de 85 millones
- Harry Potter y la piedra filosofal de J.K. Rowling – 120 millones
- Historia de dos ciudades de Charles Dickens – más de 200 millones
- Don Quijote por Miguel de Cervantes – más de 500 million
Los tres libros más vendidos de todos los tiempos (de menor a mayor cantidad):
- El Corán – se estima que se vendieron y distribuyeron 800 millones de copias.
- El libro rojo: Citas de las obras de Mao Tse-tung – más de 900 millones de copias vendidas.
- La Biblia – se estima que se vendieron y distribuyeron 5 mil millones de copias.
Entonces, volvamos a la pregunta que analizaremos hoy: ¿Es la Biblia solamente un libro más? Piensa en cómo se escribieron todos esos otros libros. Todos esos otros libros fueron producto de una o más mentes inteligentes. Todos siguieron un proceso similar: pensar en el concepto, crear una historia, personajes, etc., investigar un poco si es necesario para mayor precisión y escribir y reescribir.
Pero esto es lo que separa a la Biblia de cualquier otro libro: no es producto de las ideas o la creatividad de una persona. Nadie tuvo que idear la trama o los personajes, y nadie tuvo que leer un manual de cómo escribir un libro para obtener los mejores capítulos y versos. Los cristianos creemos que
La Biblia es única porque sólo ella ha sido inspirada por Dios.
La inspiración divina se extiende a las palabras mismas, y a todas las partes de la Biblia y todos los temas de los que habla la Biblia. Asi es como Pablo se lo explicó a Timoteo:
2 Timoteo 3:16 (NTV) Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto.
Cuando se refiere a ser “Inspirado por Dios” (theopneustos), el mismo Jesús confirmó que la Biblia está inspirada por Dios:
Marcos 12:36 (NTV) Pues el propio David, mientras hablaba bajo la inspiración del Espíritu Santo, dijo: …”
Luego, Jesús citó el Salmo 110. Creía que cuando David escribió este Salmo, habló bajo la inspiración del Espíritu. A esto se le llama inspiración plenaria verbal: la inspiración divina se extiende a las mismas palabras, y a todas las partes de la Biblia y todos los temas de los que habla la Biblia. Otro pasaje que afirma que la Biblia es inspirada:
2 Pedro 1:20-21 (NTV) Sobre todo, tienen que entender que ninguna profecía de la Escritura jamás surgió de la comprensión personal de los profetas ni por iniciativa humana. Al contrario, fue el Espíritu Santo quien impulsó a los profetas y ellos hablaron de parte de Dios.
¿Pero cómo funcionó esto? Inspiración significa que el Espíritu Santo supervisó el proceso para que las mismas palabras escritas fueran exactamente lo que el Espíritu pretendía. Son tanto las palabras del autor humano como las palabras de Dios mismo. La inspiración no es igual a algún tipo de dictado. Los autores no eran copistas o transcriptores que escribían las palabras de alguien que dictaba una carta. Los autores de la Biblia hablaron en su propio idioma y estilo, usando sus propias palabras y pensamientos, en respuesta a situaciones específicas que enfrentaban.
Si bien es la Palabra de Dios, también son palabras de autores humanos. Los dos no son mutuamente excluyentes. Dios habló a través de autores humanos, a través de sus personalidades, experiencias, idioma, cultura y tiempo únicos. Por eso podemos confiar en la Biblia. No son sólo los pensamientos de los humanos, sino que Dios nos habla a través de los autores humanos.
1 Corintios 2:13 (NTV) Les decimos estas cosas sin emplear palabras que provienen de la sabiduría humana. En cambio, hablamos con palabras que el Espíritu nos da, usando las palabras del Espíritu para explicar las verdades espirituales;
Pero, ¿cómo podemos confiar en que la Biblia es confiable tal como la tenemos hoy? Después de todo, fue escrita, literalmente, hace miles de años. ¿Estamos seguros de que no se estaba produciendo una especie de “juego telefónico”? o sea que una persona le dice a otra una oración, y esta se lo dice a la que sigue y así la información pasa por toda la línea pero cuando el último jugador repite según la oración dicha ya ni siquiera se repite las mismas palabras. Y es que la información cambió de tanto pasar de boca en boca. Entonces, en ese sentido, la Biblia es confiable porque su mensaje es igual.
Aquí hay dos razones por las que podemos confiar en las Biblias que tenemos hoy en dia (ver Lección 2 en La búsqueda para más información). La primera razón es que
La evidencia textual apunta a la confiabilidad de la Biblia.
La Biblia es el proyecto de escritura más impresionante en la historia del mundo. Contiene 66 libros escritos por 40 autores diferentes a lo largo de 1500 años y, sin embargo, cuenta una historia unificada. Piénsalo: Moisés, un esclavo judío criado en la casa de un faraón, escribió los primeros cinco libros. Juan, un pescador convertido en revolucionario, escribió los últimos cuatro libros. Entre estos había libros y cartas escritas por pastores, reyes, profetas, recaudadores de impuestos, médicos y más. Y el autor más prolífico del Nuevo Testamento fue Pablo, un fariseo religioso que persiguió celosamente a los seguidores de Jesús antes de unirse a ellos.
La mayoría de estos autores nunca se conocieron y muchos de ellos desconocían los otros libros y cartas que eventualmente se incluirían en la Biblia. Sus escritos abarcaron diferentes culturas e idiomas a lo largo de 15 siglos y, sin embargo, la Biblia sorprendentemente se lee como una sola historia. De principio a fin se trata de Jesús, y la profecía cumplida es el pegamento que la mantiene unida. Tomemos sólo algunos ejemplos:
De las 12 tribus de Israel, sorprendentemente se predijo que Judá sería aquella a través de la cual Jesús vendría, que es exactamente lo que sucedió. Génesis 49:10, Mateo 1:1-3
Se profetizó que Jesús nacería en Belén, y así sucedió, aunque su madre ni siquiera vivía allí. Miqueas 5:2, Lucas 2:1,4
Los profetas escribieron con sorprendente precisión sobre la tortura y la muerte de Jesús cientos de años antes de que ocurriera, exactamente como se predijo. Salmos 22, Isaías 53
Fue debido a este tipo de profecías que Jesús habló estas palabras a los líderes religiosos de su época:
Juan 5:39 (NTV) »Ustedes estudian las Escrituras a fondo porque piensan que ellas les dan vida eterna. ¡Pero las Escrituras me señalan a mí!
La Biblia sorprendentemente cuenta una historia, centrada en Jesús, porque al final de cuentas fue inspirada por el Dios de la historia humana.
La segunda razón por la que podemos confiar en la Biblia es porque;
La evidencia histórica también apunta a la confiabilidad de la Biblia.
Los manuscritos antiguos y las excavaciones arqueológicas se han acumulado a favor de la confiabilidad bíblica. La Biblia fue escrita hace miles de años, mucho antes de la imprenta y la tecnología moderna. Los fragmentos manuscritos (escritos a mano) del texto bíblico han resistido guerras y condiciones climáticas a lo largo de los siglos, y los fragmentos que quedan representan sólo una fracción de los originales. ¿Son suficientes esos restos para proporcionar un testimonio confiable a los lectores de hoy en día? ¿Y cómo podemos estar seguros de que el mensaje no se ha corrompido a lo largo de los milenios? La buena noticia es que el Dios que inspiró las Escrituras también fue lo suficientemente poderoso como para preservar esos escritos a través de los siglos.
Considera la evidencia manuscrita. Las copias manuscritas en el mundo antiguo estaban minuciosamente escritas a mano y no todas sobrevivieron a los estragos del tiempo. La confiabilidad de los escritos antiguos está determinada por el número de copias (o copias parciales) de la obra existente. Entonces, ¿cómo se compara la Biblia? Compáralo por ti mismo:
Hoy sólo tenemos 49 copias de los escritos de Aristóteles.
A “La Ilíada” de Homero le va un poco mejor, con 643 ejemplares existentes.
¡El Nuevo Testamento gana por abrumadora mayoría, con casi 5.700 copias en griego y más de 19.000 copias en otros idiomas!
El Nuevo Testamento claramente tiene más evidencia manuscrita que cualquier otra obra antigua. Pero ¿cómo sabemos que esas copias manuscritas son fieles a los originales? ¿Qué pasaría si los autores humanos cambiaran el mensaje, intencionadamente o no? La arqueología moderna nos ayuda a responder esta pregunta gracias a los Rollos del Mar Muerto. En 1.947, un pastorcillo descubrió algunos pergaminos antiguos escondidos en cuevas remotas del Medio Oriente. Esto condujo a aún más descubrimientos en la zona y al final se recuperaron casi 1.000 manuscritos. Se encontraron partes de casi todos los libros del Antiguo Testamento, y algunos de esos fragmentos resultaron ser casi 1.000 años más antiguos que los manuscritos más arcaicos conocidos en ese momento.
Esto ofrece una prueba perfecta de la fiabilidad de nuestras traducciones modernas. El libro de Isaías proporciona el ejemplo más convincente, ya que los Rollos del Mar Muerto contenían una copia completa de los escritos del profeta. En comparación con el Texto Masorético (la copia más antigua conocida hasta ahora, que data aproximadamente del 800 d.C.), ¡el manuscrito de Isaías de los Rollos del Mar Muerto era 95% idéntico! Y las únicas diferencias eran menores, a menudo simples variaciones en la ortografía.
De modo que la evidencia histórica se acumula a favor de la confiabilidad de la Biblia. Pero hay muchos que hacen la siguiente pregunta: ¿Pero cómo podemos confiar en que está traducida correctamente?
Nota que la Biblia llega a nosotros a través de la traducción. No fue escrita originalmente en inglés, sino en hebreo, arameo y griego. La Biblia ha sido traducida a muchos idiomas en todo el mundo, y continúa siendo traducida. Hoy en día hay muchas traducciones disponibles que son claras, legibles, comprensibles y fieles al original.
Las traducciones del idioma español siguen dos enfoques: equivalencia formal (palabra por palabra) y equivalencia dinámica (pensamiento por pensamiento). Las traducciones palabra por palabra a menudo no logran captar el significado de los modismos. Si traduces un modismo palabra por palabra, pierde completamente su significado. Por ejemplo, Mateo 9:15 (NTV) dice: “¿Se lamentan los invitados a la boda mientras celebran con el novio?” La frase “invitados a la boda” es literalmente: “hijos del salón de bodas”. Si esto se tradujera palabra por palabra, el significado del texto original quedaría oscurecido. Sin embargo, las traducciones pensamiento por pensamiento pueden introducir más interpretación del traductor en el texto.
La interpretación es siempre un factor en el proceso de traducción de un idioma a otro, sin importar qué enfoque se prefiera, porque no hay dos idiomas que tengan una correspondencia exacta de vocabulario o gramática. Pero el objetivo del traductor es minimizar las interpretaciones agregadas en el proceso.
No creemos que las traducciones estén inspiradas por Dios. Sólo los originales están sin error, tal como fueron hablados por Dios mismo a través del autor humano. Pero aunque los manuscritos originales ya no están disponibles, Dios ha preservado el texto bíblico a un nivel notable. Podemos confiar en las Biblias que leemos hoy.
Y he aquí por qué: cualquier traducción que elijas se basa en la gran colección de manuscritos existentes de los que hablamos anteriormente. Cuando los traductores (expertos, por cierto, no voluntarios ni aficionados al azar) se basan en el testimonio de estos manuscritos existentes, se genera confianza en que nuestras traducciones de la Biblia no han sido alteradas. Empero aquí no estamos hablando de una paráfrasis: cuando alguien toma una traducción existente y la reescribe con sus propias palabras.
Así que respondamos la pregunta de hoy: ¿Es la Biblia solamente un libro más?
¡La respuesta es no! La Biblia es diferente de cualquier otro libro de la historia, y no sólo porque supera a la competencia en la categoría de “Libro mejor vendido”. Es diferente porque es inspirada por Dios, escrita por autores humanos pero supervisada por el Espíritu Santo. ¡Así que léela! Puedes confiar en ella y lo más importante, si la pones por obra, puede cambiar tu vida. Lee este último versículo y medita en él y en lo poderosa y viva que es la Biblia.
Hebreos 4:12 (NTV) Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Antes de esta lección, ¿creías que podías confiar en la Biblia? ¿Por qué si o por qué no?
- ¿Qué evidencia te llamó más la atención y por qué?
- Lee 2 Timoteo 3:16. ¿Qué significa “inspirado por Dios”? ¿Por qué eso importa?
- Lee Hebreos 4:12. ¿Qué crees que significa cuando dice que la Palabra de Dios está viva y es poderosa?
- ¿Cómo tiene autoridad la Palabra de Dios en tu vida? ¿En qué áreas de tu vida necesitas someterte más a la autoridad de Dios?
¿Habla Dios todavía a través de los profetas?
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Puntos de conversación:
- El significado de profeta en el Antiguo Testamento es diferente al del Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento, los profetas no eran simplemente adivinos, sino mensajeros elegidos por Dios para traer al pueblo de regreso a Él. Ezequiel 2:3-5
- En el Nuevo Testamento, sin embargo, la profecía adquirió un significado y un propósito completamente nuevos cuando el Espíritu Santo fue dado a cada creyente. Hechos 2:17-18
- Hay dos tipos diferentes de profetas: un profeta con “P” mayúscula que habla con autoridad de parte de Dios (Efesios 2:19-20) y un profeta con “p” minúscula que habla lo que Dios ya ha hablado (Efesios 4:11-12).
Algunas iglesias afirman tener profetas que hablan con autoridad en nombre de Dios. Pero ¿es eso realmente cierto ? Si no, ¿cómo escuchamos a Dios? La pregunta principal que contestaremos hoy es: ¿Habla Dios todavía a través de los profetas? O ¿es esto cosa del pasado? Para comenzar,leamos un un pasaje que parece responder a la pregunta:
Efesios 4:11 (NTV) Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros.
Basados en este versículo parece claro que sí, ¿verdad? Los profetas todavía existen. Entonces, las iglesias que dicen tener profetas y apóstoles ¿son las iglesias más bíblicas? No tan rápido. Analicemos este versículo. El significado de profeta en el Antiguo Testamento es diferente al del Nuevo Testamento.
En el Antiguo Testamento, los profetas no eran simplemente adivinos, sino mensajeros elegidos por Dios para traer al pueblo de regreso a Él.
Estos profetas o mensajeros eran elegidos por Dios para ser su portavoz, para guiar, consolar, traer juicio y llamar a la gente a apartarse de su pecado y malas acciones y volver a Dios.
A continuación, hay algunos ejemplos de profetas del Antiguo Testamento. El primer ejemplo es Moisés. Casi todos conocemos la historia de Moisés y de como Dios lo uso para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto.
Éxodo 3:9-10 (NTV) ¡Mira! El clamor de los israelitas me ha llegado y he visto con cuánta crueldad abusan de ellos los egipcios. Ahora ve, porque te envío al faraón. Tú vas a sacar de Egipto a mi pueblo Israel.
Dios usó a Moisés para ser su portavoz. Lo llamó para ser el consolador y para llamar a libertad al pueblo. También fue escogido para ser el guía de su pueblo en su éxodo de Egipto. Moisés fue el profeta más grande del A.T.
Otro profeta es Ezequiel. Leamos cómo fue que Dios lo llamó:
Ezequiel 2:3-5 (NTV) «Hijo de hombre—me dijo—, te envío a la nación de Israel, un pueblo desobediente que se ha rebelado contra mí. Ellos y sus antepasados se han puesto en mi contra hasta el día de hoy. Son un pueblo terco y duro de corazón. Ahora te envío a decirles: “¡Esto dice el Señor Soberano!”. Ya sea que te escuchen o se nieguen a escuchar—pues recuerda que son rebeldes—, al menos sabrán que han tenido un profeta entre ellos.
Medita en esto: Dios está llamando a Ezequiel no a que haga un sin número de predicciones a la gente ni que adivine el futuro. Dios llama a Ezequiel para que vaya a su pueblo, Israel, y les recuerde que son su pueblo y los llame a volverse a Él. Ellos necesitaban oír lo que se les había dicho a las generaciones previas y de lo cual se habían olvidado. Ellos se habían vuelto rebeldes y necesitaban ser exhortados a regresar a los caminos de Dios. Así que Dios usó a Ezequiel para que sea su portavoz para que fuera a la gente por él.
El tercer ejemplo es el profeta Oseas.
Oseas 1:2 (NTV) Cuando el Señor le habló por primera vez a Israel por medio de Oseas, le dijo al profeta: «Ve y cásate con una prostituta, de modo que algunos de los hijos de ella sean concebidos en prostitución. Esto ilustrará cómo Israel se ha comportado como una prostituta, al volverse en contra del Señor y al rendir culto a otros dioses».
Este llamado es un poco extraño y hasta cierto punto descabellado. Dios le dice, Oseas, te haré una metáfora viva para mi pueblo. Ve y cásate con una prostituta y ten hijos con ella. Esto era para mostrar cómo el, Dios, se sentía con la traición de su pueblo. Él consideraba a Israel como su esposa, la cuidaba, protegía y amaba, pero su pueblo, al igual que la prostituta, esposa de Oseas, lo dejaba y se iba por los caminos a prostituirse con cualquiera. Esta era una metáfora para representar lo que hacía Israel: se prostituían adorando otros dioses, dándole adoración y culto a ídolos. Entonces, Oseas, es usado para llamar al pueblo a apartarse de su horrendo pecado y advertirles que se regresará al Dios verdadero. En ninguna parte vemos que fue enviado a predecir el futuro.
El último profeta que veremos, es probablemente el más conocido por nosotros. Se trata del profeta Jonás. El capítulo 1 nos dice cómo fue el llamado de Jonás.
Jonás 1:1-2 (NTV) El Señor le dio el siguiente mensaje a Jonás, hijo de Amitai: «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive. Pronuncia mi juicio contra ella, porque he visto lo perversa que es su gente».
Una vez más, al igual que con Ezequiel y Oseas, es llamado a advertir, esta vez no a Israel, pero a la gente de Nínive y anunciarles juicio.
En los ejemplos anteriores, hemos visto que Dios usó a sus profetas para consolar, guiar y exhortarlos a dejar su pecado y volver a él. No eran adivinos prediciendo riqueza a los oyentes. Al contrario, fueron palabras fuertes, algunas veces hasta de juicio como en el caso de Jonás.
Los profetas fueron el instrumento que Dios usó para que su pueblo volviera a él. Algunas veces sí recibieron revelaciones nuevas, como en el caso de Moisés que recibió los 10 mandamientos. Pero la mayoría de las veces, con los profetas postreros, los usaba para decir lo que ya Dios había dicho a través de otros profetas.
Así que ese era el papel de los profetas del AT, pero ¿qué en el Nuevo Testamento? ¿Cómo era la profecía y el papel de los profetas diferente en el NT?
En el Nuevo Testamento, el Espíritu Santo fue dado a cada creyente, y esto hizo que la profecía adquiriera un significado y un propósito completamente nuevos.
En el NT también tenemos profetas. Uno es Juan el Bautista. Juan el Bautista fue comisionado, similar a los profetas del AT, a llamar a la gente al arrepentimiento y a volverse a Dios. Pero su mayor llamado fue a preparar el camino para Jesus.
También vemos un par de profetas como Ágabo en Hechos 21. Es en este libro que se menciona por única vez.
Hechos 21:10-12 (NTV) Varios días después, llegó de Judea un hombre llamado Ágabo, quien también tenía el don de profecía. Se acercó, tomó el cinturón de Pablo y se ató los pies y las manos. Luego dijo: «El Espíritu Santo declara: “De esta forma será atado el dueño de este cinturón por los líderes judíos en Jerusalén y entregado a los gentiles”». Cuando lo oímos, tanto nosotros como los creyentes del lugar le suplicamos a Pablo que no fuera a Jerusalén.
Ágabo le da esta profecía de algo que pasará al apóstol Pablo. Así que todavía pasa algo de eso en el NT pero en general no vemos esa clase de profecía del AT en el NT. La razón es, y esto es muy importante, en el NT Dios le ha dado Su Espíritu Santo a todo creyente. En el AT, el Espíritu descendía en los profetas por un motivo específico. Pero en el AT, cada creyente recibe el Espíritu Santo. Esto fue prometido por Dios a través del profeta Joel y cumplido en el Día del Pentecostés.
Hechos 2:17-18 (NTV) “En los últimos días—dice Dios—, derramaré mi Espíritu sobre toda la gente. Sus hijos e hijas profetizarán. Sus jóvenes tendrán visiones, y sus ancianos tendrán sueños. En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre mis siervos—hombres y mujeres por igual— y profetizarán.
No era una cosa de un momento específico. El Espíritu Santo mora dentro de todo aquel que ha recibido a Jesús. Como resultado, la profecía toma un significado y propósito diferente. Y para entender esto, debemos hacer una diferencia entre dos tipos de profetas.
Hay dos tipos diferentes de profetas: un profeta con “P” mayúscula que habla con autoridad de parte de Dios y un profeta con “p” minúscula que habla lo que Dios ya ha hablado.
La clave para responder a la pregunta de hoy: ¿Habla Dios todavía a través de los profetas? es considerar los dos tipos de “profeta”. La primera es “P” mayúscula. Esta es la persona que habla con autoridad en nombre de Dios. Es lo que vemos en Efesios 2.
Efesios 2:19-20 (NTV) Así que ahora ustedes, los gentiles, ya no son unos desconocidos ni extranjeros. Son ciudadanos junto con todo el pueblo santo de Dios. Son miembros de la familia de Dios. Juntos constituimos su casa, la cual está edificada sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas. Y la piedra principal es Cristo Jesús mismo.
A lo que me refiero con Profetas con “P” mayúscula: aquellos que hablaron con autoridad y sentaron el fundamento. El fundamento fue asentado por los profetas del AT. Hombres como Moisés a quien se le revelaron los 10 Mandamientos. Dios estaba hablando con autoridad revelando cosas a través de hombres como él. Más en el NT, hombres como Pablo, Pedro y Juan entran en escena. Y Dios les revela aún más información nueva a estos Profetas del NT. Pablo lo describe más detalladamente en el siguiente capítulo:
Efesios 3:5 (NTV) Dios no se lo reveló a las generaciones anteriores, pero ahora, por medio de su Espíritu, lo ha revelado a sus santos apóstoles y profetas.
Allí está la clave: a los apóstoles y profetas. Esto es lo que llamamos profetas con “P” mayúscula. Es a los que Dios les reveló el plan de salvación. Ve y lee Efesios 3 por ti mismo. Él está hablando del plan de salvación revelado por Dios a través de Pedro, Juan, Pablo y los demás apóstoles donde judíos y gentiles son salvos. ¡Esta es la Buena Noticia! ¡La salvación no era solo para los judios sino para todos! Claro que esto no era lo que la gente esperaba porque los judios del AT no entendieron el plan de salvación. Pero en NT la totalidad de su plan es revelada. Este evangelio fue revelado. Y esto es profeta con “P” mayúscula y la “A” mayúscula de apóstoles.
Esta fue una revelación profética. Nueva revelación. De esto es lo que habla el apóstol Pablo en Efesios capítulo 2 y 3. “Ha sido revelado a los santos apóstoles y profetas”. Quiero que escuches muy bien lo siguiente: este trabajo está hecho. Completado. Terminado. El profeta con “P” mayúscula está completado y terminado. El trabajo de apóstol con “A” mayúscula está completado y terminado. Dios no necesita revelar nada nuevo a través de los profetas y apóstoles hoy en día. Esa es la primera parte de la respuesta para la pregunta de hoy.
Dios ya NO habla a través de profetas con “P” mayúscula. Dios ya no habla a través de esta clase de profetas. Esos profetas que hablaban con la autoridad de Dios ya no existen. La revelación nueva ya está completada y terminada. Por lo tanto ya no existen esa clase de profetas. Ya no necesitamos profetas con “P” mayúscula en la iglesia. Si eres parte de una iglesia que dice “nosotros tenemos un profeta que habla autoritativamente de parte de Dios”, te digo: no estás en una iglesia bíblica. Busca otra iglesia. Dios ya no habla autoritativamente.
Pero eso es diferente al don de profecía en la iglesia local. De eso es de lo que habla Pablo en Efesios 4, el pasaje con el que comenzamos hoy. Ahora estamos listos para leerlo en contexto:
Efesios 4:11-12 (NTV) Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. Ellos tienen la responsabilidad de preparar al pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la iglesia, es decir, el cuerpo de Cristo.
Esto es lo que llamamos profetas con “p” minúscula: aquellos que hablan a cada nueva generación y congregación de lo que Dios ya ha dicho. Esto es un profeta con “p” minúscula y apóstoles con “a” minúscula. Eso es algo que Dios todavía hace. Él todavía habla su verdad a través de personas que tienen el don de hablar y llamar a las personas de regreso a Dios declarando lo que ya Dios ha declarado.
Esto es lo que hace un pastor que da un mensaje. Está hablando la verdad de Dios que está escrita en la Biblia. En mi caso, ya que predico la verdad de Dios, puedo decir soy un profeta con “p” minúscula. Empero nunca me puedo parar en frente de la congregación y decir “soy el profeta” con “P” mayúscula y “Dios me ha dado una revelación nueva”. “Sé que él ha dicho tal cosa en la Biblia pero ahora dice esto porque yo hablo autoritativamente por él..” !¡Jamás! Eso no es cierto.
Lo que yo hago cuando me paro a predicar es ejercer el don de profecía con “p” minúscula en el sentido de llamar a la gente a que vuelvan a Dios. No estoy dando ninguna revelación nueva. Estoy hablando lo que Dios ya ha dicho. Estoy llamando a la gente a que regresen a Dios. Les estoy recordando lo que Dios ha dicho ya. Mas no estoy añadiendo nada nuevo. No puedo añadir nada a la canonicidad de las Escrituras. La canonicidad de la Escritura está cerrada. Si yo escribo un libro o el libro que el pastor Bryan ha escrito y decimos “el profeta Bryan” escribió este libro, jamás se podría elevar al estándar de la Biblia ni mucho menos hacerlo parte de las Escrituras. Dios ya no habla de esa manera. Los libros de la Biblia están completos.
Entonces, que quede claro, ya no necesitamos profetas en el sentido de la “P” mayúscula porque el “Profeta” supremo es el mismo Jesús.
Hebreos 1:1-2 (NTV) Hace mucho tiempo, Dios habló muchas veces y de diversas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas. Y ahora, en estos últimos días, nos ha hablado por medio de su Hijo. …
Encontraremos toda la revelación que necesitamos en Jesús. Búscalo a él para obtener tus respuestas.
Nota para el lector: Canonicidad: ¿Está completa la Biblia tal como la tenemos ahora? La palabra “canon” significa regla o estándar. La canonicidad se trata de si un libro que dice ser Escritura cumple con ese estándar. Por lo general, un libro se incluía en el canon basándose en dos pasos. La iglesia primitiva no creó el canon de las Escrituras. Pero reconoció la inspiración divina de ciertos libros y rechazó otros, basándose en cinco pruebas.
- Universalidad. ¿Reflejaban los escritos en cuestión la visión unificada de todo el cuerpo de cristianos?
- Origen apostólico. ¿Fue escrito por un profeta o apóstol conocido, o por un colaborador cercano que refleja la perspectiva del apóstol?
- Ortodoxia. ¿Las doctrinas y los valores expresados son consistentes con el resto de las Escrituras (Deuteronomio 13:1-3)?
- Eficacia divina. ¿Tuvo el mensaje del libro un poder transformador en la experiencia de las personas?
- Antigüedad. ¿Se originó en tiempos bíblicos o fue compuesto mucho después?
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Antes de leer este tema, ¿en qué pensabas cuando escuchabas la palabra “profeta”? En tus propias palabras, describe la diferencia entre los profetas con P mayúscula y los profetas con p minúscula.
- Lee Hechos 2:17-18. ¿En qué se diferenciaba la profecía del Antiguo Testamento de la profecía del Nuevo Testamento? ¿Qué papel juega el Espíritu Santo en esto?
- Lee Efesios 4:11-12. ¿Quién en tu iglesia ejercita estos dones? ¿Cómo te equipan para hacer la obra de Dios (v.12)?
- Hebreos 1:1-2. ¿Qué significa que Jesús es el Profeta Supremo? ¿Por qué esto importa?
Si Dios es bueno, ¿por qué existe el mal?
Haz clic aquí para ver el bosquejo del sermón.
Puntos de conversación:
- Es fácil para nosotros cuestionar la bondad de Dios frente al mal, pero la vida de Jesús nos muestra que Dios es poderoso y compasivo. Él está a tu favor, no en tu contra. Mateo 8:2-3
- La mayoría de nosotros trazamos una línea sobre el pecado y le pedimos a Dios que se ocupe de los pecadores que están al otro lado de la línea, pero en realidad todos estamos en el lado equivocado de la línea; todos merecemos el juicio de Dios. Romanos 5:12
- En definitiva, Jesús es la respuesta al mal. Al morir en la cruz, ofrece una manera para que las personas sean salvas y perdonadas. Esto muestra cómo Dios aborda el problema del mal de una vez por todas. Romanos 5:6
A los escépticos y burladores les encanta desconcertar a los cristianos con esta pregunta: Si Dios es bueno, ¿por qué existe el mal? Los filósofos han planteado el problema de la siguiente manera:
- Si Dios es capaz de prevenir el mal, pero no está dispuesto a hacerlo, él mismo es malo.
- Si Dios está dispuesto a prevenir el mal, pero no puede, es impotente.
A primera vista, esta paradoja parece imposible de responder. Pero echemos un segundo vistazo a la Biblia y no sólo encontrarás sentido a esta difícil pregunta… encontrarás una respuesta que puede cambiar tu eternidad. Encontraremos la respuesta de hoy en 2 Pedro capítulo 3, y llegaremos a eso al final de la lección. Pero contextualicemos toda esta pregunta con este versículo:
2 Pedro 3:3 (NTV) Sobre todo, quiero recordarles que, en los últimos días, vendrán burladores que se reirán de la verdad y seguirán sus propios deseos.
Un “burlador” hace la pregunta sin querer realmente saber la respuesta. Ya han tomado una decisión y simplemente quieren contender y rechazarla. Un buscador genuino es diferente. Hace la pregunta de buena fe y tienen un corazón dispuesto a someterse a Dios. Espero que esta sea la actitud que tengas al abordar la pregunta de hoy.
Es fácil para nosotros cuestionar la bondad de Dios frente al mal, pero la vida de Jesús nos muestra que Dios es poderoso y compasivo. Él está a tu favor, no en tu contra.
Comencemos con la primera parte de la pregunta:
(Si) Dios es bueno.
Y por supuesto que Dios es bueno. ¡Esto lo sabemos con seguridad! Jesús nos mostró la bondad de Dios en su vida. Él nos dejó claro que Dios está a tu favor, no en tu contra. A través de su vida y enseñanzas, Jesús conmocionó al mundo religioso con su actitud hacia los perdidos y los no religiosos. Invitó a humildes pescadores y despreciados recaudadores de impuestos –no a expertos religiosos– a formar parte de su círculo íntimo. Y luego anduvo codeándose con borrachos, sanando a los endemoniados y tocando a los intocables. Jesús no evitó a los quebrantados y perdidos, los buscó. Aquí hay un ejemplo perfecto de su bondad:
Mateo 8:2-3 (NTV) De repente, un hombre con lepra se le acercó y se arrodilló delante de él. —Señor—dijo el hombre—, si tú quieres, puedes sanarme y dejarme limpio. Jesús extendió la mano y lo tocó. —Sí quiero—dijo—. ¡Queda sano! Al instante, la lepra desapareció.
El leproso sabía que Jesús tenía la capacidad de sanar; simplemente no sabía si tenía la voluntad de hacerlo. Para la mayoría de las personas, es más fácil creer que Dios es poderoso que creer que es bueno. Pero aquí está la verdad: ¡él es ambas cosas! Consideremos cómo Jesús sanó al leproso: lo tocó. Eso era impensable en los días de Jesús.
Ahora a la segunda parte de la pregunta:
¿Por qué existe el mal?
Esta parte de la pregunta requiere algunas explicaciones. Pero considera esto: Dios sí erradica algo del mal. Ya verán porqué digo algo y no todo.
Génesis 6:5-8 (NTV) El Señor vio la magnitud de la maldad humana en la tierra y que todo lo que la gente pensaba o imaginaba era siempre y totalmente malo. Entonces el Señor lamentó haber creado al ser humano y haberlo puesto sobre la tierra. Se le partió el corazón. Entonces el Señor dijo: «Borraré de la faz de la tierra a esta raza humana que he creado. Así es, y destruiré a todo ser viviente: a todos los seres humanos, a los animales grandes, a los animales pequeños que corren por el suelo y aun a las aves del cielo. Lamento haberlos creado». Pero Noé encontró favor delante del Señor.
Esta es la culminación del pecado en la tierra. Comenzó con Adán y Eva, luego Caín mata a Abel. Sigue con la perversión sexual descrita al comienzo del capítulo 6. ¡El mal abundaba (y abunda)! Dios dijo “¡Basta!”
Así que mandó un diluvio que arrasó con todo ser vivo, incluyendo al ser humano. Solamente se salvaron Noe y su familia y una pareja de cada especie de animal. Noé encontró favor delante de Dios (¿lo habrías hecho TÚ?). Así que con agua limpio la tierra de la maldad. Empero, pasaron los años y nos encontramos en la misma maldad.
Génesis 18:20-21 (NTV) Así que el Señor le dijo a Abraham: —He oído un gran clamor desde Sodoma y Gomorra, porque su pecado es muy grave. Bajaré para ver si sus acciones son tan perversas como he oído. Si no es así, quiero saberlo.
Creo que conocemos la historia de Sodoma y Gomorra. La gente allí vivía a su manera, dándole rienda suelta a sus deseos carnales. (Muy similar a nuestros días.). Había una depravación sexual entre toda la gente. Continuando con la lectura del Génesis 18, vemos que Abraham intercede por esas dos ciudades. Apela a la bondad de Dios cuestionando que si destruiría la ciudad si hubiera 50 justos entre los pecadores. No lo había. Abraham continúa negociando: 45, 40, 30, 20, 10 justos. Y para sorpresa y dolor de Abraham, no había ni siquiera 10 justos. Así que:
Génesis 19:24-25 (NTV) Enseguida el Señor hizo llover de los cielos fuego y azufre ardiente sobre Sodoma y Gomorra. Las destruyó por completo, junto con las demás ciudades y aldeas de la llanura. Así arrasó a todas las personas y a toda la vegetación;
Una vez más, Dios erradica con la maldad a una escala más pequeña que en los tiempos de Noe. En esta ocasión, solo se salvaron Lot y su familia, ¡menos de 5 personas! Y esto porque Lot era primo de Abraham.
Entonces, me pregunto: ¿es esto lo que Dios debería hacer siempre? Porque claro está, que el denominador común entre los dos escenarios de destrucción para erradicar la maldad es el ser humano.
Si Dios erradicara la maldad de una vez por todas, ¿te salvarías como Noé y Lot? La realidad es que todos merecemos el juicio. Mas Dios es tan bueno que no nos erradica o destruye por completo por amor. Por eso es que Dios destruye algo de la maldad y no toda de una vez por todas. Más nos indignamos y cuestionamos la bondad de Dios diciendo que si Dios fuera bueno no habría maldad. Esto lo hacemos, porque de cierto modo, creemos que nosotros no somos tan malos como otros.
La mayoría de nosotros trazamos una línea sobre el pecado y le pedimos a Dios que se ocupe de los pecadores que están al otro lado de la línea, pero en realidad todos estamos en el lado equivocado de la línea; todos merecemos el juicio de Dios.
Y es que marcamos una división imaginaria entre “ellos” y “nosotros”. A este lado de mi línea traza estamos los buenos. Al otro lado de la línea, están “ellos” los pecadores. Como nos creemos buenos, y consideramos a los demás pecadores, hasta nos atrevemos a pedirle a Dios que castigue a los pecadores. A veces, hasta oramos pidiendo protección para el lado de nuestra línea y juicio para los del otro lado. Mas no nos damos cuenta que todos somos pecadores desde el día que Adán pecó.
Romanos 5:12 (NTV) Cuando Adán pecó, el pecado entró en el mundo. El pecado de Adán introdujo la muerte, de modo que la muerte se extendió a todos, porque todos pecaron.
Lo que leímos son malas noticias para todos porque TODOS estamos en el lado equivocado de la línea; todos merecemos el juicio de Dios. Por consecuencia, Dios tiene todo el derecho de juzgarnos y erradicar el pecado y la maldad del mundo. Miremos lo que dice el apóstol Pablo al respecto:
2 Pedro 3:5-7 (NTV) …hace mucho tiempo Dios hizo los cielos por la orden de su palabra, y sacó la tierra de las aguas y la rodeó con agua. Luego usó el agua para destruir el mundo antiguo con un potente diluvio. Por esa misma palabra, los cielos y la tierra que ahora existen han sido reservados para el fuego. Están guardados para el día del juicio, cuando será destruida la gente que vive sin Dios.
Lo que está diciendo Pedro es que la palabra de Dios es lo suficientemente poderosa como para crearlo todo. Esa misma palabra es lo suficientemente poderosa como para juzgarlo todo. ¡Algún día el mal será definitivamente eliminado!
Medita en eso por un minuto. Tan seguro como Dios creó todo, Dios juzgará todo. Si alguna vez has sentido que la gente que no sigue a Jesús no le pasa nada por su maldad, dejame decirte que un día se verán con Dios. Serán juzgados por él. Así que no guardes una raíz de amargura por esto. La venganza es del Señor. Si alguna vez has sido lastimado, usado, abusado, etc., Dios algún día lo arreglará. Él es justo. La justicia prevalecerá.
Nota algo clave aquí: Dios es el autor de la creación y de la justicia. Pero él no es el autor del mal.
Entonces, ¿por qué Dios no pone fin a todo lo malo? Bueno, no lo hace, y esta es la buena noticia. Terminamos el punto 1 diciendo que la mala noticia es que todos somos pecadores y merecemos ser juzgados y castigados. Sin embargo, hay esperanza porque…
En definitiva, Jesús es la respuesta al mal. Al morir en la cruz, ofrece una manera para que las personas sean salvas y perdonadas. Esto muestra cómo Dios aborda el problema del mal de una vez por todas.
Cuando Jesús murió en la cruz, llevó cautiva la maldad y el pecado. Esto es una buena noticia, porque aquellos que hemos confiado en Jesús para recibir nuestra salvación hemos sido perdonados de nuestros pecados. Jesús los llevó sobres si en la cruz del calvario y con su sangre derramada nos lavó. Así que, ahora, ya no somos sometidos a juicio aunque por naturaleza somos pecadores. Y este regalo de perdón y salvación es para todos sin importar quien sea. Dios quiere que todos vengan al arrepentimiento para ser salvos por el sacrificio de Jesús en la cruz. Por esa razón de amor es que él no termina con la maldad de una vez por todas.
2 Pedro 3:9 (NTV) En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan.
¡Pedro parece estar diciendo que Dios ni siquiera quiere que los burladores (algunos) sean destruidos! Por eso es que no cumple su promesa de erradicar el mal de una vez por todas. Dios no quiere que ninguno, pecadores o no, sean destruidos. Él quiere que todos acepten el sacrificio de su Hijo Cristo en la cruz y puedan arrepentirse y ser salvos como reitera Pedro:
2 Pedro 3:15 (NTV) Y recuerden que la paciencia de nuestro Señor da tiempo para que la gente sea salva. …
El mal existe porque la gente existe. El pecado es lo que quebró al mundo, y Dios está siendo paciente con las personas para darles la oportunidad de arrepentirse. Él podría erradicar el mal nuevamente, pero ¿qué pasaría contigo? La verdad es que Dios definitivamente trató con el mal en la cruz.
Romanos 5:6 (NTV) Cuando estábamos completamente indefensos, Cristo vino en el momento justo y murió por nosotros, los pecadores.
Si no te has arrepentido de tus pecados y no has puesto tu confianza en Jesús para ser salvo, hazlo hoy que todavía hay tiempo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Antes de ver este tema, ¿cómo respondías la pregunta “¿por qué el mal todavía existe?” ¿Te considerarías un buscador, un escéptico o ambos? Explica.
- Comparte un momento en el que cuestionaste la bondad de Dios. ¿A qué conclusión llegaste, si es que llegaste a alguna?
- Lee Mateo 8:2-3 y 2 Pedro 3:9. ¿Qué dicen estos versículos sobre la naturaleza de Jesús y cómo nos impacta eso?
- Lee 1 Juan 1:8. ¿Cómo has sido culpable de minimizar tu propio pecado mientras juzgabas a otros por los de ellos? ¿Por qué es esta una práctica peligrosa?
- Si sentías que ya sabías la respuesta a la pregunta sobre el mal, ¿qué nuevos conocimientos has aprendido de este tema y cómo los aplicarás en tu vida en el futuro?
¿Qué piensa Dios sobre las mujeres?
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Puntos de conversación:
- La primera bendición de Dios fue la igualdad: creó a las mujeres y los hombres a la imagen de Dios, haciéndolos iguales en dignidad y valor. Mucha gente cree erróneamente que la Biblia enseña que las mujeres son menos valiosas que los hombres.
- La segunda bendición de Dios fue la diferenciación: creó a las mujeres diferentes a los hombres a propósito para que pudieran complementarse. Parte de esta bendición es el llamado a los hombres a ser líderes servidores de las mujeres.
- Las bendiciones llegan cuando los hombres se someten a Dios y dicen la verdad. Las maldiciones vienen cuando los hombres se hacen a un lado y no lideran.
Adaptado de la Semana 3 de Antropología: (haga clic para 5 características de una mujer según Proverbios 31)
Hoy responderemos la pregunta: ¿Qué piensa realmente Dios de las mujeres? La cultura suele decir que el cristianismo bíblico degrada y menosprecia a las mujeres, pero ¿es eso cierto? Para algunas iglesias eso es cierto y esto muestra que existe una masculinidad tóxica. Pero la respuesta bíblica es clara: Dios ama a las mujeres y desde el principio ha trabajado para bendecirlas.
Juan 10:10 (NTV) El propósito del ladrón es robar, matar y destruir. Mi propósito es darles una vida rica y satisfactoria.
Ese propósito refleja el corazón de Dios por la humanidad en Génesis capítulos 1-2. Pero mira cómo el ladrón (Satanás) está trabajando en contra de este plan, ¡y también lo ha estado haciendo desde el principio! Lo veremos hoy en Gen capitulo 3. Empero, mucha gente piensa que la Biblia rebaja y denigra a las mujeres. Esto es lo que se esperaría de un documento antiguo, que refleja antiguas normas sociales.
Aquí te damos algunos ejemplos de estas normas sociales antiguas. El primer ejemplo viene de un antiguo proverbio sumerio (hacia 2100 a. C.). Este dice: “La mujer es una trampa, un agujero, una zanja.” “La mujer es una daga de hierro afilada que corta el cuello de un hombre”.
Otro ejemplo lo vemos en Timeo de gran filósofo Platón (alrededor de 360 a. C.). Dice: “Y si un hombre viviera bien… y según la suerte que le correspondiera… lo volverán a hacer hombre en su próxima encarnación… pero si vivió cobardemente y una vida injusta… le hacen mujer.”
Otro gran filósofo es Aristóteles. Él escribió lo siguiente en Política (hacia 330 a. C.): “El hombre es superior por naturaleza y la mujer inferior; uno gobierna y la otra es gobernada”.
Sin embargo, hoy veremos que desde el primer capítulo de la Biblia, Dios comienza con una declaración opuesta al pensamiento antiguo. Eso es increíble si lo piensas. El propósito de Dios desde el principio fue darles a las mujeres una vida plena y abundante. La palabra para esto es “bendición”, y la vamos a dividir en dos partes.
La primera bendición de Dios fue la igualdad: creó a las mujeres y los hombres a la imagen de Dios, haciéndolos iguales en dignidad y valor.
Mucha gente cree erróneamente que la Biblia enseña que las mujeres son menos valiosas que los hombres. Hasta algunas iglesias cristianas tienen esta mentalidad errónea. Creen que masculinidad significa ser el macho alfa que manda a la mujer y la mujer tiene que decir sí a todo lo que él le dice. Esta es una masculinidad tóxica y no bíblica. Leamos lo que dice Dios sobre la igualdad entre hombres y mujeres:
Génesis 1:26-27 (NTV) Entonces Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, para que sean como nosotros. … 27 Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó.
Ante Dios todos valemos lo mismo, tanto hombres como mujeres tenemos el derecho a la dignidad y a ser valorados. Por si no sabían, este es el tema #3 titulado “Imago Dei” de la serie La búsqueda. Imago Dei simplemente significa a la imagen de Dios. Esto significa que somos como Dios en ciertas maneras, como mentalmente. En otras palabras tenemos la capacidad de pensar y crear. También de una manera relacional ya que fuimos diseñados para estar en relación con los demás. Sobre todo, somos semejantes a Dios de una manera espiritual porque hay una parte de nosotros que vive para siempre.
Imago Dei es también una referencia a la responsabilidad de la humanidad de “reinar” y representar a Dios ante el resto de la creación. Eso aplica a todos nosotros: hombres y mujeres. Pero no a los animales. Somos diferentes del resto de la creación porque nosotros somos hechos a la imagen de Dios.
Imago Dei nos distingue porque nos muestra que las personas le importan a Dios, tanto los hombres como las mujeres. De hecho, una y otra vez la Biblia eleva a las mujeres al mismo nivel que los hombres, algo impactante para la literatura antigua.
Por ejemplo, en el Antiguo Testamento tenemos Mujeres héroes. Tenemos a Ester, Débora, Noemí, Rahab, Ana, Abigail y muchas más. En el Nuevo Testamento tenemos a María, Ana, María Magdalena, Marta, Priscila, Lidia, Febe, etc,
Además, las mujeres fueron las primeras testigos de la resurrección y se les asignó la importante tarea de proclamar la buena nueva a los discípulos. Dios valora tanto a la mujer que hasta se preocupó por su situación financiera, por ejemplo en el caso de los Derechos de propiedad.
En general, la herencia pasaba por la descendencia masculina. Los hijos heredaban tierras, dinero y otros bienes de sus padres. Este sistema fue diseñado para mantener la propiedad dentro de la línea familiar paterna y garantizar la estabilidad económica de las familias. Pero en los planes de Dios, las mujeres contaban. Consideremos las hijas de Zelofehad (Números 27):
Números 27:4 (NTV) ¿Por qué debería desaparecer el nombre de nuestro padre de entre su clan solo porque no tuvo hijos varones? Dennos una porción de terreno entre el resto de nuestros parientes».
Dios no sólo concedió su pedido de tierra, sino que también le ordenó a Moisés que la hiciera parte de la ley para todo Israel: ¿¡las hijas tendrían derechos de herencia!? Entonces, para que quede claro, la primera bendición de Dios a la humanidad fue la igualdad. Él creó a las mujeres y a los hombres a imagen de Dios, haciéndolos iguales en dignidad y valor.
La segunda bendición de Dios fue la diferenciación: creó a las mujeres diferentes a los hombres a propósito para que pudieran complementarse. Parte de esta bendición es el llamado a los hombres a ser líderes servidores de las mujeres.
La visión original de Dios para la mujer y el hombre era la asociación. Mejor dicho, somos un equipo y tenemos una armonía. Creó un entorno en el que debían prosperar juntos. La imagen era armoniosa en Gen 1.
Aquí hay un resumen de este capítulo. Dios hizo con sus manos a Adán y creó a los animales y fue bueno. Mas faltaba algo. Dios hizo a Eva y encargó a Adán y Eva que se reprodujeran. Dios les dijo fructifiquense y multiplíquense; llenen la tierra. Les dirijo que gobernaran sobre la creación. También les dijo que disfrutaran cuando les dijo que comieran los alimentos que Dios les había proporcionado. ¡Luna de miel! Ahora todo estuvo “muy bien”
Pasamos a Génesis 2 y da más detalles al relato de Gen 1. Es interesante. Este capítulo hace un énfasis en la provisión de Dios, preparando el ambiente para los humanos. Luego vemos esta secuencia: Dios hizo a Adán del polvo (Génesis 2:7). Sopló aliento de vida en la nariz del hombre y el hombre se convirtió en una persona viviente. Dios puso a Adán en el jardín. En otras palabras, les dio provisión y propósito (Génesis 2:15). Sin embargo, Dios le dio a Adán una orden.
Génesis 2:16-17 (NTV) pero el Señor Dios le advirtió: «Puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol del huerto, excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de su fruto, sin duda morirás»
Después Dios hizo a Eva. En otras palabras, primero Dios le dio el mandato de no comer del fruto del árbol del bien y del mal. Luego hizo a Eva para que él la protegiera del castigo, enseñándola y guiándola a no romper el mandato dado por Dios.
La enseñanza de este versículo es que los hombres de Dios se someten a Él y luego el guía su casa con amor. Esto es parte de la bendición de lo que llamamos la diferenciación. Dios creó a los hombres para que se involucren activamente con Dios y con los demás.
Muy diferente a la mentira de hoy en dia de que la iglesia es para mujeres
Entonces, ¿qué sucede cuando los hombres no logran mantenerse comprometidos e involucrados con Dios y con los demás? La bendición de Dios da paso a una maldición.
Veámoslo:
Las bendiciones llegan cuando los hombres se someten a Dios y dicen la verdad. Las maldiciones vienen cuando los hombres se hacen a un lado y no lideran.
Génesis 3:1 (NTV) La serpiente era el más astuto de todos los animales salvajes que el Señor Dios había hecho. Cierto día le preguntó a la mujer: —¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto?
Nota que lo primero que hace el enemigo en el mundo: atacar el modelo de Dios (los hombres se someten, luego lideran con amor)
Génesis 3:6 (NTV) La mujer quedó convencida. Vio que el árbol era hermoso y su fruto parecía delicioso, y quiso la sabiduría que le daría. Así que tomó del fruto y lo comió. Después le dio un poco a su esposo que estaba con ella, y él también comió.
¿Has notado esto antes? ¡El hombre estaba allí! Fue pasivo, no intervino para que la mujer no fuera engañada. Ella comió primero y luego se lo dio. Aquí está el resultado de la maldición del pecado:
Génesis 3:16 (NTV) Luego le dijo a la mujer: «Haré más agudo el dolor de tu embarazo, y con dolor darás a luz. Y desearás controlar a tu marido, pero él gobernará sobre ti».
Miremos la maldición versus la bendición.
- Bendición: fructifiquense y multiplíquense.
- Maldición: será doloroso dar a luz
- Bendición: gobernar juntos, dos se vuelven uno (armonia)
- Maldición: hostilidad – querrás controlar a tu marido
Dios le dijo a la mujer que su marido la gobernará y esto es lo que causa la hostilidad. Se ha convertido en una lucha donde el hombre no quiere someterse a Dios y la mujer no quiere someterse al hombre. Recordemos que la sumisión es para protección y no humillación. Algo que tiene que quedar en claro es que tanto mujeres como hombres quedaron rotos a causa de la caída. Hoy en día es mucho más fácil hablar de masculinidad tóxica que de feminidad tóxica. Pero (lo siento mamás), las mujeres están tan rotas como los hombres.
Para recapitular en este punto: las bendiciones llegan cuando los hombres se someten a Dios y dicen la verdad. Las maldiciones vienen cuando los hombres se hacen a un lado ya sea por pereza, debilidad, irresponsabilidad, etc. y no lideran.
Adán y Eva pecaron cuando creyeron una mentira y elevaron sus deseos por encima del mandato de Dios. El resultado fue una maldición. En lugar de armonía, ahora habría hostilidad entre los sexos.
Hombres, ¿quieren darles un regalo a sus hijos y esposas en el Día de la Madre? Toma en serio tu relación con Dios. Levántate al lugar que Dios te dio desde la creación. Toma tu lugar como cabeza de tu hogar. Crece en Dios sometiéndote a Él. Dirige y lidera tu hogar con amor.
Las buena noticia es que
A través de Jesús, la maldición se revierte y somos libres de regresar al plan original de Dios de bendecir a las mujeres y a los hombres).
Esta maldición no tiene la última palabra. Dios tenía un plan incluso en Génesis para lidiar con esta hostilidad entre mujeres y hombres. Estas buenas noticias, se ven insinuadas en el versículo anterior al 16:
Génesis 3:15 (NTV) Y pondré hostilidad entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Su descendiente te golpeará la cabeza, y tú le golpearás el talón».
La hostilidad es más profunda que la del hombre contra la mujer. Es el bien contra el mal. Y el bien triunfará. Eso es lo que dice este versículo. Está hablando de Jesús, de lo que haría. Nacería de una mujer. Satanás le golpearía el calcañar (crucifixión). Jesús se golpearía la cabeza (resurrección). La hostilidad puede terminar.
Entonces, ¿qué piensa realmente Dios acerca de las mujeres?
Dios ama a las mujeres y desde el principio ha trabajado para bendecirlas. Finalmente lo hizo a través de Jesús:
Gálatas 3:26-28 (NTV) Pues todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Y todos los que fueron unidos a Cristo en el bautismo se han puesto a Cristo como si se pusieran ropa nueva. Ya no hay judío ni gentil, esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús.
Ver también:
- Serie Antropología
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cuáles son algunas de las cosas que has oído decir a la cultura sobre el trato que el cristianismo da a las mujeres?
- Explica “Imago Dei”. ¿Cómo habla esta verdad bíblica de la igualdad entre hombres y mujeres? Génesis 1:26-27
- Lee Génesis 2:18. La visión original de Dios para la mujer y el hombre era la asociación y la armonía. ¿Cuáles son algunas de las cosas del mundo actual que van en contra de esa visión?
- Explica los diferentes aspectos de la relación entre el hombre y la mujer y cómo pasaron de ser bendecidos a ser maldecidos. Génesis 3:6
- Lee Génesis 3:15. ¿Cuál es la buena noticia descrita en este versículo?
- Volviendo a leer la pregunta de hoy, ¿cómo la responderías después de esta conversación?
Cuando Dios te hace esperar
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Puntos de conversación:
- A veces Dios hace por los extraños lo que aún no ha hecho por ti. Eso es lo que le pasó a Lázaro. Juan 11:5
- A veces Dios espera sólo para mostrar cuán poderoso es. Pudo haber sanado la enfermedad de Lázaro, pero esperó y lo resucitó de entre los muertos. Juan 11:4
- A veces Dios quiere hacer algo EN ti más de lo que quiere hacer algo POR ti. 2 Corintios 12:8-10
- A veces Dios no quiere hacer lo que tú quieres. Entonces es cuando tenemos que aprender a orar como Jesús oró. Lucas 22:42
¿Cuántos de ustedes saben que a veces Dios los hace esperar? Pides algo y él no te lo da de inmediato. Algunos de ustedes tal vez hayan estado orando durante 30 o 40 años. Has estado orando por una situación física o financiera. Tal vez por una situación relacional. Las que están solteras quizás estén esperando que Dios les traiga el esposo adecuado. Las que están casadas puede que estén esperando que Dios cambie a su esposo. Sea lo que sea que estés esperando no llega.
A veces es realmente confuso. No entendemos a Dios y es que a veces nos frustra. Muchos de nosotros oramos por cosas y decimos: “si quisiera Dios, respondería esta oración”. Antes de continuar, quiero que te hagas esta pregunta: “¿Qué estás esperando ahora mismo? Si sabes por lo que estás orando y lo mantienes en mente, entonces las cosas que se comparten en esta lección, perspectivas de la Biblia, tendrán más sentido y tendrán un mayor impacto en tu vida. Hoy veremos cuatro afirmaciones del porque Dios llega tarde.. Una o dos de estas razones puede que se apliquen a tu situación.
Aquí está la primera afirmación.
A veces Dios hace por los extraños lo que aún no ha hecho por ti.
Creo que para algunas de nosotras, esto es lo que lo hace emocionalmente difícil. Eso es exactamente lo que sucedió en Juan capítulo 11. Aquí tenemos esta familia; María, Marta y su hermano Lázaro. Ellos eran grandes amigos de Jesús. Juan nos relata que Lázaro estaba enfermo y aparentemente fue un problema tan grande que María y Marta enviaron un mensaje a Jesús. Le dijeron: “Señor, tu querido amigo está muy enfermo” (v3). María y Marta sabían lo que Jesús había estado haciendo. En el capítulo 4 de Juan. e incluso se puede ver que Jesús incluso sanó al hijo de un funcionario del rey, un hombre que se acercó a Jesús y le dijo “mi hijo va a morir”. Jesús le dice que vuelva a casa que su hijo vivirá. María y Marta saben de los milagros que Jesús ha hecho. Conocen a Jesús y saben lo generoso que es. Saben cómo él responde a estas peticiones y dijeron “Señor, tu querido amigo está muy enfermo.” Luego el versículo 5 dice:
Juan 11:5-6 Aunque Jesús amaba a Marta, a María y a Lázaro, se quedó donde estaba dos días más.
Tal vez algunas de ustedes se pueden relacionar con esto.: Jesús no se ha quedado donde estaba desde hace 2 días sino ha permanecido allí durante 2 años. A lo mejor no ha hecho nada durante 2 décadas. Dirás; “he estado orando por esto durante dos décadas y Dios todavía no ha respondido mi oración.” La verdad, nuevamente, es que a veces Dios hace por los extraños lo que no ha hecho por ti. Eso puede ser muy frustrante.
La segunda afirmación es:
A veces Dios espera sólo para mostrar cuán poderoso es.
En algunas situaciones, no en todas, la razón por la que Dios nos hace esperar, especialmente por aquellas a quienes ama, es porque va a mostrar su poder.Eso es lo que sucedió en Juan 11. Volviendo a la historia, dice que 2 días después,
Juan 11:7 Pasado ese tiempo, les dijo a sus discípulos: —Volvamos a Judea.
Jesus dijo:
Juan 11:4 …«La enfermedad de Lázaro no acabará en muerte. …».
Entonces, si no conocen la historia, Jesús regresa y dice algunas palabras muy famosas que algunas de ustedes, aunque no conocen la historia si conocen estas palabras:
Juan 11:25: …—Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá aun después de haber muerto.
Aquí no estaba hablando sólo de Lázaro, y de lo genial que estaba a punto de hacer, estaba hablando de la máxima resurrección. Entonces, al llegar donde viva la familia amiga, Jesús fue a la tumba y dijo
Juan 11:43 … «¡Lázaro, sal de ahí!».
Y Lázaro salió. Pudo haber sanado la enfermedad de Lázaro, pero esperó y lo resucitó de entre los muertos. Es por eso que Dios a veces espera para aparecer. Él quiere mostrarles a todos en tu mundo lo poderoso que es. Tal vez Dios vaya a usar lo que sea que estés esperando en este momento para su propia gloria y sus propios propósitos. Así, cuando tu petición sea contestada, la gente diga: ¿Quién es este Dios en quien esperabas?
La tercera declaración es:
A veces Dios quiere hacer algo EN ti más de lo que quiere hacer algo POR ti.
A veces, la razón por la que Dios te hace esperar es porque está desarrollando el carácter en ti. Él está desarrollando paciencia en ti. Él está más interesado en desarrollar el fruto del Espíritu en ti que en darte esa respuesta a tu simple petición.
El apóstol Pablo tuvo que pasar por esto. Todos sabemos que fue un gran hombre de Dios, pero incluso él tuvo que esperar la respuesta de Dios. Dios lo hizo esperar porque estaba obrando en él.
2 Corintios 12:7-10 …Así que, para impedir que me volviera orgulloso, se me dio una espina en mi carne, un mensajero de Satanás para atormentarme e impedir que me volviera orgulloso. En tres ocasiones distintas, le supliqué al Señor que me la quitara. Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí. Es por esto que me deleito en mis debilidades, y en los insultos, en privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte.
No sabemos exactamente cuál era esta espina o aguijón que atormentaba a Pablo. Algunos teólogos creen que era una enfermedad. Lo que sí sabemos es que esto lo angustiaba mucho. Le había pedido al Señor tres veces que se la quitara y nada. La respuesta que recibió de Dios es que su gracia era suficiente.
Dios no lo sanaba, si era enfermedad, o no le contestaba porque estaba trabajando en su carácter. Era para que Pablo se mantuviera humilde y no dejara que el orgullo lo dominara. ¿Qué parte de tu carácter necesita Dios cambiar en ti y por eso no te contesta?
La última afirmación es esta:
A veces Dios no quiere hacer lo que tú quieres.
A veces, oramos, lloramos, esperamos y corremos al salón del trono de Dios. Quizás, en nuestras mentecatos, pensamos que esto es bueno. Pensamos que esa es la manera de pedir. Creemos que esto es algo que le gustaría a Dios. Empero, a veces Dios simplemente no quiere hacer lo que tú quieres. A veces oramos y estamos esperando algo que no está en la voluntad de Dios. Son momentos en los que tienes que decirle: “Tú eres Dios, yo no”. “Tú tienes el control, yo no”. Por eso fue tan difícil para el rico entrar en el reino de Dios. Ya que podemos dejarnos engañar por la ilusión de la riqueza y la ilusión del éxito. Podemos empezar a recibir el mensaje equivocado de que tenemos el control. Pero creo que para todas nosotras, en la temporada de espera, Dios siempre está tratando de enseñarnos que Él es Dios y no nosotras. Quiero traerles a mente el ejemplo de la persona más santa de todas las Escrituras: Jesús en el Huerto de Getsemaní. En ese lugar, en su momento más doloroso, hizo la siguiente oración antes de ir a la cruz:
Lucas 22:42 «Padre, si quieres, te pido que quites esta copa de sufrimiento de mí. …».
Jesús no quería ir a la cruz. Entonces hizo esta oración. Esta es una oración legítima que Jesús hizo. Pero me encanta la segunda parte de la oración. Esto habla de la actitud que todos deberíamos tener incluso cuando oramos. El mensaje de hoy es que dejemos de orar. Ese no es el mensaje. El mensaje es orar como Jesús. Él dijo:
Lucas 22:42 «… Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía».
Si Jesús puede hacer una oración así, y Jesús es Dios mismo, cuánto más nosotros, que no somos dios, ni seremos jamás dios. Si él oró así, cuánto más nosotras deberíamos orar con esa actitud. Digámosle; “Dios, tú eres Dios y no yo. No sé qué quieres enseñarme en este tiempo de espera pero Dios quiero aprenderlo. Quiero rendirme a tus pies y decirte que es tu voluntad no la mía.”
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Qué estás esperando ahora mismo? ¿Cuánto has estado esperando?
- Considera la historia de Lázaro en Juan 11. ¿Cómo te hubieras sentido en el lugar de María y Marta, sabiendo que Jesús a menudo hacía milagros para los extraños?
- Jesús esperó para poder resucitar a Lázaro de entre los muertos. Comparte un ejemplo de tu propia vida cuando Dios esperó en contestarte sólo para poder mostrar su poder.
- Lee 2 Corintios 12:8-10. ¿Qué estaba haciendo Dios en Pablo a través de su “aguijón en la carne”? ¿Qué ha estado haciendo Dios en ti durante este tiempo de espera?
- Lee Lucas 22:42. Describe la actitud de Jesús en su oración. ¿Qué tan cerca has estado de esta actitud en tu tiempo de espera?
Domingo de resurrección (Marcos 16)
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Puntos de conversación:
- Hoy terminamos nuestro estudio del libro de Marcos, cubriendo el capítulo 16 versículos 1-8. Esta es la pregunta que responderemos: ¿Qué se necesitaría para convencerte de que Jesús es el Hijo de Dios?
- Es un testimonio poderoso que todos los evangelios registran que las mujeres fueron las primeras testigos oculares de la resurrección. ¡Si los discípulos estuvieran inventando la historia, no habrían usado mujeres! Marcos 16:1-4
- A las mujeres se les ordenó que fueran y contaran la Buena Nueva de que Jesús había resucitado. Las mujeres fueron a la tumba buscando un cierre; ¡En lugar de eso, obtuvieron una comisión! Marcos 16:1-7
- Marcos termina su evangelio con las mujeres luciendo débiles. Se alinea con todo lo que hemos aprendido a lo largo de este libro: las personas están quebrantadas, pero Jesús puede arreglarnos. Marcos 16:8
Hoy es Domingo de Resurrección. Este día es un día de celebración y gozo para todos los cristianos alrededor del mundo. Es el máximo día festivo para los que han aceptado a Jesús. Hoy es el día que celebramos con júbilo y gozo que Jesús se levantó de entre los muertos venciendo así a la muerte. Y es a través de esta resurrección que tenemos la esperanza que un día, nosotros también resucitaremos para vida eterna. ¡Así que alégrate que Jesús está vivo! ¡Dale alabanzas porque Jesús resucitó! Y con este espíritu de celebración, también terminamos el libro de Marcos. Lo terminamos volviendo al versículo con que lo abrimos:
Marcos 1:1 Esta es la Buena Noticia acerca de Jesús el Mesías, el Hijo de Dios.
Y como ha sido costumbre, con cada lección de este evangelio, te planteamos una pregunta. Así que hoy que es el último, no puede ser la excepción. La pregunta de hoy es: ¿Qué necesitarías para convencerte de que Jesús es el Hijo de Dios?
Hemos recorrido un largo viaje a través del evangelio de Marcos. A lo largo de su evangelio, Marcos, ha estado argumentando que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios. Abrió su evangelio con esta declaración y ha pasado los últimos 16 capítulos acumulando evidencia. Y nosotros hemos visto estas evidencias en cada mensaje presentado. Entonces, déjame replantear la pregunta de hoy: ¿Qué más necesitas para convencerte de que Jesús es el Hijo de Dios?
Tienes todas las pruebas de su divinidad o sea que es el Hijo de Dios y no un profeta o un buen hombre. Hoy te recordaremos las pruebas ya vistas y terminaremos con la de hoy. La primera prueba a considerar es:
El testimonio de Juan el Bautista
Marcos 1:7-8 (NTV) Juan anunciaba: «Pronto viene alguien que es superior a mí, tan superior que ni siquiera soy digno de inclinarme como un esclavo y desatarle las correas de sus sandalias. Yo los bautizo con agua, ¡pero él los bautizará con el Espíritu Santo!».
Juan fue el precursor de Jesus. Él solo vino a preparar el camino para que Jesús empezara su ministerio. Juan no habló de sí mismo sino de uno que era mayor que él y guió a la gente a Jesús. Fue encarcelado y decapitado por su mensaje. Nadie estaría dispuesto a morir por un impostor. Jesus tiene que ser el Hijo de Dios para que Juan, y muchos otros discípulos, estuvieran dispuestos a dar sus vidas por Jesus.
La segunda prueba que quiero que consideres es:
La afirmación del Padre
Marcos 1:11(NTV) Y una voz dijo desde el cielo: «Tú eres mi Hijo muy amado y me das gran gozo».
Esto lo afirmó y declaró el Padre cuando Jesús se bautizó. Lo hizo en público. Todos pudieron oír la voz que descendía del cielo declarando a Jesús como el Hijo de Dios. Mucho después, en el Monte de la transfiguración, Dios volvió a declarar las mismas palabras:
Marcos 9:7 (NTV) Luego una nube los cubrió y, desde la nube, una voz dijo: «Este es mi Hijo muy amado. Escúchenlo a él».
Las dos siguientes pruebas las combinamos:
Sus milagros y su vida sin pecado
Sus milagros son muchos y ya los vimos a través de todo el evangelio. También, tomamos por hecho que Jesús vivió una vida sin pecado. Él fue tentado pero nunca pecó.
1 Pedro 2:22 (NTV) Él nunca pecó y jamás engañó a nadie.
La última prueba y la más poderosa es:
La resurrección
La resurrección es el clímax del evangelio de Marcos. Es el clímax de todo evangelio. Evangelio significa “Buena Noticia” o “Buena Nueva”. Sin resurrección no hay buenas noticias. La muerte de Jesús sería simplemente el caso más trágico de injusticia de la historia, sin una pizca de bondad. Fue la resurrección la que cambió la forma de pensar de sus discípulos. Fue el encuentro con Cristo resucitado que los transformó de hombres cobardes y llorones que lo abandonaron y siempre discutían sobre quién sería el más grande, a hombres valientes y llenos de fe que proclamaron sin vergüenza que Jesús es el Hijo de Dios. Mas no fueron solo hombres valientes, sino que también, mujeres valientes:
Marcos 16:1-4 (NTV) El sábado al atardecer, cuando terminó el día de descanso, María Magdalena, Salomé y María, la madre de Santiago, fueron a comprar especias para el entierro, a fin de ungir el cuerpo de Jesús. El domingo por la mañana muy temprano, justo al amanecer, fueron a la tumba. En el camino, se preguntaban unas a otras: «¿Quién nos correrá la piedra de la entrada de la tumba?»; pero cuando llegaron, se fijaron y vieron que la piedra, que era muy grande, ya estaba corrida.
Las mujeres compraron especias para el entierro. No esperaban una tumba vacía. Esperaban encontrar un cadáver. Esta unción no fue un intento de preservar el cuerpo. Los judíos no practicaban el embalsamamiento. Fue un acto de amor y devoción. Compraron las especias en la primera oportunidad que tuvieron y se dirigieron a la tumba a la primera oportunidad que fue segura (tan pronto como amaneció). No dejaron de mostrar su devoción a Jesús. Tocar un cadáver las habría hecho ceremonialmente impuras, otro sacrificio que estaban dispuestas a hacer por Jesús. ¿Qué estamos nosotros dispuestos a sacrificar por él?
Es un testimonio poderoso que todos los evangelios registran que las mujeres fueron las primeras en escuchar y ver la buena nueva de la resurrección. Si estuvieras inventando esta historia, nunca escribirías ni dijeras que las mujeres fueron las primeras en confesar la resurrección. Su testimonio no hubiera sido admisible ante el tribunal en esa época. Así que, si la resurrección fuera una falacia, una invención de los discípulos, hubieran dicho que fueron un par de discípulos los que llegaron temprano a la tumba.
Las mujeres estaban preocupadas porque no sabían como iban a entrar a la tumba. En ese tiempo, los muertos se enterraban en cuevas y se sellaba la entrada con una piedra enorme. Entonces, ¿quién quitaría la piedra? Sabemos por el evangelio de Mateo que hubo un terremoto y un ángel fue quien hizo rodar la piedra y luego se sentó sobre ella. También sabemos por el evangelio de Mateo que los guardias romanos que habían sido asignados para custodiar la tumba temblaron de miedo y se desmayaron al ver al ángel. Marcos identifica al ángel cómo un “joven vestido con un manto blanco.”
Marcos 16:5-7 (NTV) Cuando entraron en la tumba, vieron a un joven vestido con un manto blanco, sentado al lado derecho. Las mujeres estaban asustadas, pero el ángel les dijo: «No se alarmen. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado. ¡No está aquí! ¡Ha resucitado! Miren, aquí es donde pusieron su cuerpo. Ahora vayan y cuéntenles a sus discípulos, incluido Pedro, que Jesús va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán, tal como les dijo antes de morir».
El ángel retó a las mujeres a ver por sí mismas que el cuerpo no estaba allí: “Miren, aquí es donde pusieron su cuerpo”. Él quería que ellas vieran con sus propios ojos que Jesús ya no estaba en la tumba. El testimonio de testigos presenciales es mucho más poderoso que los rumores. Cuando vemos algo con nuestros propios ojos hay un nivel de prueba y convicción que va mucho más allá de escuchar que algo es verdad.
Antes de terminar, quiero hacer una aclaración entre resurrección versus resucitación. La resurrección se refiere a volver o regresar a la vida de manera gloriosa y transformada. La resurrección implica un cambio fundamental en la naturaleza del cuerpo. La resurrección promete una vida eterna y una comunión con Dios.
La resucitación es una reanimación y se refiere a traer de vuelta a la vida a una persona en su cuerpo mortal original. No implica una transformación gloriosa ni una vida eterna.
Jesús es el primero en resucitar (de resurrección). Hubo reanimaciones en la Biblia antes de Jesús: Elías resucitó (de resucitación) o reanimó de entre los muertos al hijo de la viuda de Sarepta, al igual que Eliseo hizo con el hijo de la sunamita, y Jesús a la hija de Jairo y a Lazaro. Todos ellos fueron vueltos a la vida pero todos murieron de nuevo. Jesús no fue reanimado. Él resucitó. Regresó a la vida para no morir nunca más. Esto nunca antes se había visto en la historia. Jesus fue el primero ¡Pero no será el último! Todo creyente va a experimentar una resurrección a la vida eterna. Así es como Pablo escribe sobre esto en 1 Corintios 15:
1 Corintios 15:20-23 (NTV) Lo cierto es que Cristo sí resucitó de los muertos. Él es el primer fruto de una gran cosecha, el primero de todos los que murieron. Así que, ya ven, tal como la muerte entró en el mundo por medio de un hombre, ahora la resurrección de los muertos ha comenzado por medio de otro hombre. Así como todos mueren porque todos pertenecemos a Adán, todos los que pertenecen a Cristo recibirán vida nueva; pero esta resurrección tiene un orden: Cristo fue resucitado como el primero de la cosecha, luego todos los que pertenecen a Cristo serán resucitados cuando él regrese.
A las mujeres se les ordena que vayan y anuncien la Buena Noticia de que Jesús resucitó Tenemos ese mismo mandato. Era contracultural enviar mujeres a ser las primeras en salir a la misión. Se les dice específicamente que vayan y le cuenten a los discípulos y hace un hincapié: que también le comuniquen la noticia a Pedro. ¿Acaso Pedro se había retirado por vergüenza de haber negado a Jesús tres veces? ¿Tal vez los otros discípulos lo habían condenado al aislamiento porque había fallado en el momento en que había sido tan inflexible en que moriría con Jesús? Se suponía que él era la roca, pero se había desmoronado como una galleta. No sabemos cual es la razón.
Una breve aclaración: los manuscritos más antiguos de Marcos, terminan en el versículo ocho que dice:
Marcos 16:8 (NTV) Las mujeres, desconcertadas, huyeron temblando de la tumba y no dijeron nada a nadie porque estaban muy asustadas.
Sin embargo, los manuscritos más tardíos, terminan, unos con un final breve agregado al versículo 8, que lee:
Marcos 16:8 (NTV) Las mujeres, desconcertadas, huyeron temblando de la tumba y no dijeron nada a nadie porque estaban muy asustadas. Luego ellas informaron todo eso a Pedro y a sus compañeros brevemente. Tiempo después, Jesús mismo los envió del oriente al occidente con el sagrado e inagotable mensaje de salvación que da vida eterna. Amén.
Y otros manuscritos tienen 20 versículos. Algunas versiones, como la Reina Valera, termina con el versículo 29, pero no tiene la segunda parte del versículo 8.
Sin embargo, esto no quita al hecho importante y radical del mensaje:
¡Jesús es el Hijo de Dios! Él vivió una vida sin pecado, tiene el mismo poder que el Padre para hacer milagros, prodigios y señales. El mismo Dios Padre declaró que Jesus era su Hijo. Sobre todo, Jesus es el único que hasta el día de hoy ha resucitado de entre los muertos, y sigue vivo, sentado a la diestra de Dios Padre. Esto nos da esperanza que nosotros también algún día, resucitaremos a la vida eterna para vivir con Jesús en el cielo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Si hubieras vivido durante el ministerio terrenal de Jesús, ¿qué te habría convencido más de que Jesús es Dios: sus enseñanzas, milagros o algo más?
- ¿Por qué crees que Dios orquestó la historia para que las mujeres fueran las primeras testigos de la resurrección? ¿Qué planeaban hacer el día que fueron a la tumba?
- ¿Dónde crees que estaba Pedro en este punto de la historia? ¿Cómo puedes identificarte con Pedro y sus dudas?
- Lee 1 Pedro 1:3, Romanos 6:4 y Romanos 8:11. ¿Por qué es importante la resurrección de Jesús? ¿Qué significa para nosotros su resurrección?
El viernes Santo a través de los ojos de un oficial romano (Marcos 15:16-39)
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Puntos de conversación:
- Un oficial romano estuvo sentado en primera fila ante la muerte más trascendental en la historia de la humanidad: la crucifixión de Jesús. Lo que vio ese día cambió su vida para siempre y las lecciones aprendidas siguen siendo válidas 2000 años después.
- La libertad en Cristo requiere el coraje de enfrentar a (darle la cara) Jesús. Hoy, eso podría significar investigar sus afirmaciones.
- Este oficial vio lo brutal de su castigo y sacrificio pero aun así vio que Jesús estaba decidido a sufrir.
- Todos los que vienen ante Jesús y reconocen su sacrificio en la cruz por ellos y declaran que Jesus es el Hijos de Dios reciben la salvación.
Hemos llegado a uno de los capítulos más tristes del evangelio de Marcos. Sin embargo, es gracias a lo que acontece aquí, que nosotros podemos tener salvación. En este capítulo es donde juzgan a Jesús y es sentenciado a muerte. Además, es en este capítulo donde los soldados se burlan de Jesús y lo escupen. También es aquí donde se narra lo que conocemos como el viacrucis: el camino que recorre Jesús al Gólgota.
Luego, narra el momento de la crucifixión, donde ya estando en la cruz, sufre más burlas e insultos de todos, hasta de los dos criminales crucificados uno a cada lado de él. Después entra al momento más amargo y triste para Jesús: el momento en que tiene sobre sí todo el pecado del mundo y el Padre voltea su rostro para no verlo. Recordemos, que el pecado es lo que nos separa de Dios. Dios no tolera el pecado y como Jesús lo tenía encima, el Padre no podía verlo. Es aquí donde Jesús exclamó: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Marcos 15:34). Por primera vez, él se sintió solo, sin el amor y la protección del Padre. Y todo por nosotros.
Después, se narra que Jesus entrega su espíritu y muere. Pero no termina allí. Hay un gran terremoto (aunque Marcos no lo relata) y el santuario del templo se rompió en dos. Todo esto lo está presenciando y analizando la persona menos esperada: un oficial romano.
Marcos 15:39 (NTV) El oficial romano que estaba frente a él, al ver cómo había muerto, exclamó: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!».
Un oficial romano estuvo sentado en primera fila ante la muerte más trascendental en la historia de la humanidad: la crucifixión de Jesús. Lo que vio ese día cambió su vida para siempre y las lecciones aprendidas siguen siendo válidas 2000 años después. Es este gentil, un oficial del ejército romano quién pronuncia las palabras: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!». ¿Dónde estaban los discípulos?
Lo que quiero que aprendas de esta lección hoy es que este mensaje, este misterio es para todos los que invoquen el nombre de Jesús. Si analizamos más de cerca este pasaje nos daremos cuenta que se necesitan tres cosas para hacerlo. Lo primero que leemos de este oficial romano es que
Estaba frente a él.
Marcos 15:39 (NTV) El oficial romano que estaba frente a él, al ver cómo había muerto, exclamó: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!».
La libertad en Cristo requiere el coraje de enfrentar o sea darle la cara a Jesús. Hoy, eso podría significar investigar sus afirmaciones. En otras palabras, lee la Biblia para confirmar lo que él dijo ser. Además, ten el coraje para investigar el cristianismo. Sobretodo, ten la valentía para someter tu voluntad a él. Si, es esa palabra con “s” que la sociedad de hoy considera mala: sumisión. Pero es necesario hacerlo para que sepas quién es Jesús.
Juan 7:16-17 (NTV) Así que Jesús les dijo: —Mi mensaje no es mío sino que proviene de Dios, quien me envió. Todo el que quiera hacer la voluntad de Dios sabrá si lo que enseño proviene de Dios o solo hablo por mi propia cuenta.
Si no estás dispuesto a someterte a la voluntad de Dios, tu búsqueda habrá terminado incluso antes de haber comenzado. Pero si estás dispuesto a acercarte a Dios en sus términos y confiar en su Palabra, entonces Jesús promete que descubrirás la verdad. ¡Yla libertad que viene con ella!
La segunda cosa que hizo el oficial romano fue ver cómo murió Jesús, o sea
Reconoció su sacrificio
Marcos 15:39 (NTV) El oficial romano que estaba frente a él, al ver cómo había muerto, exclamó: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!».
Este oficial vio lo brutal de su castigo y sacrificio pero aun así vio que Jesús estaba decidido a sufrir.
Marcos 15:23 (NTV) Le ofrecieron vino mezclado con mirra, pero él lo rechazó.
Dato curioso; cumplió su voto hecho en la Última Cena:
Marcos 14:25 (NTV) Les digo la verdad, no volveré a beber vino hasta el día en que lo beba nuevo en el reino de Dios».
Fue burlado, pero aun así no abrió su boca. ¿Quiénes se burlaron de él? La gente que pasaba por allí, los principales sacerdotes y los maestros de la ley religiosa. Hasta los criminales que fueron crucificados con él. Esto fue realmente el cumplimiento de las Escrituras:
Salmos 22:7-8 (NTV) Todos los que me ven se burlan de mí; sonríen con malicia y menean la cabeza mientras dicen: «¿Este es el que confía en el Señor? Entonces ¡que el Señor lo salve! Si el Señor lo ama tanto, ¡que el Señor lo rescate!».
Esto trae una pregunta a mente: ¿Alguna vez te has burlado de Jesús? Jesús estaba colgado entre dos ladrones pero él no era pecador. Este era otra profecía cumplida:
Isaías 53:12 (NTV) Yo le rendiré los honores de un soldado victorioso, porque se expuso a la muerte. Fue contado entre los rebeldes. Cargó con los pecados de muchos e intercedió por los transgresores.
Entonces, hasta este punto hemos visto que el oficial romano vino ante Jesús y reconoció su sacrificio en la cruz. Pero todavía hay una cosa más:
Declarar que Jesús es el hijo de Dios.
Marcos 15:39 (NTV) El oficial romano que estaba frente a él, al ver cómo había muerto, exclamó: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!».
Este es el clímax del libro de Marcos. Todo nos lleva a este momento y es la respuesta a Marcos 1:1
Marcos 1:1 (NTV) Esta es la Buena Noticia acerca de Jesús el Mesías, el Hijo de Dios..
Esta era la tercera vez que alguien hacía tal declaración con respecto a Jesús. La primera fue cuando se bautizó en
Marcos 1:11 (NTV) Y una voz dijo desde el cielo: «Tú eres mi Hijo muy amado y me das gran gozo».
La segunda cuando los demonios sabían perfectamente quién era Jesús y lo dijeron:
Marcos 3:11 (NTV) Y, cuando los que estaban poseídos por espíritus malignos lo veían, los espíritus los arrojaban al suelo frente a él y gritaban: «¡Tú eres el Hijo de Dios!»;
Luego, Pedro lo confesó cuando Jesús les preguntó quién pensaban ellos que él era:
Mateo 16:16 (NTV) (Marcos 8:29) Simón Pedro contestó: —Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.
Marta también hizo esta confesión en Juan 11:27). ¡Y ahora un oficial romano! Y es que este mensaje, este misterio, es para todo aquel que invoque el nombre de Jesús. Todos los que vienen ante Jesús y reconocen su sacrificio en la cruz por ellos y declaran que Jesus es el Hijos de Dios reciben la salvación tal como lo dice Pablo en el libro de Romanos.
Romanos 10:9 (NTV) Si declaras abiertamente que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.
Esta salvación es un regalo para todos. No hay nada que puedas hacer para ganarla. Es por gracia. Solo ven ante Jesús y reconoce que eres pecador y que él murió por ti en la cruz y decláralo Señor de tu vida. Así de simple. Si tú nunca has hecho esta declaración y no has puesto tu confianza en Jesús como para que sea tu Señor y Salvador, hoy lo pueden hacer. O si lo aceptaste pero te has apartado de Él, hoy también puedes renovar tus votos con Dios. Jesús murió para liberarte del pecado y para que seas salvo de toda condenación. Él quiere darte vida eterna solo ven a él.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
Las siete preguntas de Pilato (Marcos 15:1-15)
Haz clic aquí para ver el bosquejo del sermón.
Puntos de conversación:
- En Marcos 15: 1-15, Pilato hace seis preguntas diferentes en su búsqueda de la verdad. El evangelio de Juan agrega una séptima que es una de las preguntas más profundas de la historia. Juan 18:38
- Pilato preguntó si Jesús era “el rey de los judíos”, una pregunta que tenía ramificaciones políticas. Esta frase aparece seis veces en el capítulo. Marcos 15: 1-2
- Pilato le preguntó a Jesús por qué no se defendía contra las acusaciones del Sanedrín. Con tranquila confianza, Jesús no dijo nada. Marcos 15: 3-5
- Pilato le preguntó a la multitud sobre qué hacer con Jesús. Estaba tratando de evitar la responsabilidad personal en torno a la pregunta de Jesús. Marcos 15: 6-12
- Pilato representa a un buscador espiritual, atrapado en medio de dos opciones. Es difícil escuchar al verdadero Jesús cuando el mundo te grita en odio en contra de él. Marcos 15: 13-15
- La verdad no tiene que ver con ideas o teorías; La verdad trata de una persona. El camino hacia la vida comienza con confiar en la verdad sobre Jesús. Juan 18:37, Juan 14: 6
Hoy estamos entrando al conteo regresivo del libro de Marcos. Jesus ya ha sido apresado y su identidad ha sido puesta en juicio. En los primeros versículos del capítulo 15 de Marcos veremos a Jesús frente a Pilato. Este hombre, como muchos de ustedes aquí presentes, estaba en busca de la verdad. Lo malo es que venía con sus propias ideas de que era la verdad. Y es que
Podemos luchar por mantener una perspectiva adecuada de nuestras propias opiniones cuando se trata de Jesús. Al igual que los personajes de nuestra historia de hoy, las personas a menudo llevan sus nociones preconcebidas sobre Jesús en sus interacciones con Él, lo que afecta su comprensión de los acontecimientos que los rodean. Como ya es usual, te planteamos una pregunta para que medites en ella al leer esta lección. La pregunta de hoy es: ¿Cómo manejarás la verdad sobre Jesús?
Pilato estuvo en este mismo lugar que tú hace más de 2000 años. Y es que cada uno de nosotros debe tomar su propia decisión sobre quién pensamos que es Jesús.
En Marcos 15:1-15, Pilato hace seis preguntas diferentes en su búsqueda de la verdad. El evangelio de Juan agrega una séptima que es una de las preguntas más profundas de la historia.
Juan 18:38 (NTV) —¿Qué es la verdad?—preguntó Pilato. …
¿Que es la verdad? ¡Una pregunta tan profunda para que la haga un político!
La verdad es un concepto fluido en el mundo actual. Esto quiere decir que la verdad fluctúa y es subjetiva y depende del contexto. En otras palabras, la verdad no es una realidad fija sino que varía según la persona y sus circunstancias o experiencias. En esta definición, todos tienen su propia verdad. Pero esa no es la definición que nos da Jesús.
Parece que Pilato si quiere saber qué es la verdad. Sin embargo, su posición como prefecto romano no lo dejará ver la respuesta. Veamos la primera pregunta del pasaje de Marcos:
Pilato preguntó si Jesús era “el rey de los judíos”, una pregunta que tenía ramificaciones políticas. Esta frase aparece seis veces en el capítulo.
Conozcamos un poco de Pilato:
Marcos 15:1 (NTV) Muy temprano por la mañana, los principales sacerdotes, los ancianos y los maestros de la ley religiosa—todo el Concilio Supremo—se reunieron para hablar del próximo paso. Ataron a Jesús, se lo llevaron y lo entregaron a Pilato, el gobernador romano.
El Concilio Supremo es otro nombre para el Sanedrín. Estos trajeron a Jesús ante Pilato. Él llevaba a cabo los juicios temprano en la mañana. Por eso es que el Concilio Supremo trajo a Jesús tan temprano. Pero ¿quién fue Pilato? El historiador judío Josefo y el filósofo judío Filón aportan algunas ideas sobre el carácter de Poncio Pilato, aunque sus relatos difieren en algunos detalles.
En su obra Antigüedades de los judíos, Josefo menciona a Pilato en el contexto de varios incidentes durante su gobierno de Judea. Josefo describe a Pilato como un gobernante duro e inflexible, conocido por su corrupción y crueldad. Un incidente notable que menciona Josefo es el uso que hizo Pilato de los fondos del templo para financiar la construcción de un acueducto, lo que provocó indignación entre la población judía.
El filósofo Filón, en su obra Embajada ante Cayo, retrata a Pilato como un gobernante brutal e insensible. Critica a Pilato por su falta de respeto por las costumbres judías y su enfoque de gobierno de mano dura.
El médico Lucas, en su evangelio, también nos dice un poco de quien era Pilato:
Lucas 13:1 (NTV) En esos días, le informaron a Jesús que Pilato había asesinado a varias personas de Galilea mientras ofrecían sacrificios en el templo.
De acuerdo con el relato de Lucas y los escritos de Filón y Josefo, Pilato era una persona cruel, malvada, asesina, un estafador e irrespetuoso que no respetaba ni el templo donde le daban adoración a Dios.
Mas ahora se encuentra frente a frente con Jesus. Y aquí es donde hace esta pregunta política.
Marcos 15:2 (NTV) Pilato le preguntó a Jesús: —¿Eres tú el rey de los judíos? —Tú lo has dicho —contestó Jesús.
Al preguntarle si era el rey de los judios, esto dejaba de ser algo religioso y pasaba a ser político. Decir que él era el Mesías, era una cuestión religiosa. Esto no le importaba a Pilato, pero llamarlo “rey” ya era otra cosa porque podía ser un peligro potencial para el imperio romano.
La respuesta de Jesus fue; “tu lo has dicho”. O sea, para que quieres que te conteste si tu ya sabes la respuesta. Esta es la misma pregunta que también le hizo el Sumo sacerdote a Jesús en Marcos 14:61. Como en el caso del sumo sacerdote, las palabras de Marcos convierten a Pilato en un confesor sin saberlo. Una vez más, incluso las bocas de los enemigos de Jesús lo confiesan sin darse cuenta (Comentario del Pilar del Nuevo Testamento), y es que “ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua declare que Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:10-11 NTV).
Pilato le preguntó a Jesús por qué no se defendía contra las acusaciones del Sanedrín. Con tranquila confianza, Jesús no dijo nada.
Marcos 15:3-5 (NTV) Entonces los principales sacerdotes siguieron acusándolo de muchos delitos, y Pilato le preguntó: «¿No vas a contestarles? ¿Qué me dices de las acusaciones que presentan en tu contra?». Entonces, para sorpresa de Pilato, Jesús no dijo nada.
Aquí hay dos preguntas. Estas son la segunda y tercera pregunta del pasaje de Marcos.
Los principales sacerdotes “siguieron acusándolo de muchos delitos”. Esto era una continuación del juicio falso al que sometieron a Jesús después que lo apresaron. Cualquiera se defendería de acusaciones falsas. ¿Qué clase de persona solo se queda callado escuchando que hablan mentiras de su persona Jesus. Él está seguro de quién es. No está definido por lo que los principales sacerdotes piensan de él. Él sabe quién es y punto. No necesita defenderse ni pelear su caso.
La cuarta y quinta pregunta de Marcos van dirigidas a la multitud y no a Jesus.
Pilato le preguntó a la multitud sobre qué hacer con Jesús. Estaba tratando de evitar la responsabilidad personal en torno a la pregunta de Jesús.
Los funcionarios y ciudadanos romanos estaban demasiado ocupados construyendo un imperio para darse cuenta de que Dios mismo caminaba entre ellos. Posible que Pilato hubiera oído de Jesus, pero no le habría dado importancia ya que lo consideraban un problema de los judios. Es más, Pilato no quería tener nada que ver con este caso. Él continuamente trató de desviar la responsabilidad hacia las autoridades judías o hacia Jesús mismo durante el juicio y la sentencia. Vemos en otros relatos del evangelio que en realidad trató de pasárselo a Herodes sólo para quitarse de encima la situación de Jesús.
Lucas 23:6-7 (NTV) —Ah, ¿es galileo?—preguntó Pilato. Cuando le dijeron que sí, Pilato lo mandó a Herodes Antipas, porque Galilea estaba bajo la jurisdicción de Herodes, y dio la casualidad de que se encontraba en Jerusalén en ese momento.
Y como nada de eso le funcionó, quiso pasar la responsabilidad al pueblo.
Marcos 15:6-8 (NTV) Ahora bien, era costumbre del gobernador poner en libertad a un preso cada año, durante la celebración de la Pascua, el que la gente pidiera. Uno de los presos en ese tiempo era Barrabás, un revolucionario que había cometido un asesinato durante un levantamiento. La multitud acudió a Pilato y le pidió que soltara a un preso como era la costumbre.
Marcos 15:9-12 (NTV) «¿Quieren que les deje en libertad a este “rey de los judíos”?», preguntó Pilato. (Pues ya se había dado cuenta de que los principales sacerdotes habían arrestado a Jesús por envidia). Sin embargo, en ese momento, los principales sacerdotes incitaron a la multitud para que exigiera la libertad de Barrabás en lugar de la de Jesús. Pilato les preguntó: —Entonces, ¿qué hago con este hombre al que ustedes llaman rey de los judíos?
La cuarta pregunta que hace es: “¿Quieren que les deje en libertad a este “rey de los judíos”?“
La quinta pregunta: “¿qué hago con este hombre al que ustedes llaman rey de los judíos?“
De nuevo, dos veces más, se refiere a Jesús como el rey de los judios. ¿Se está burlando Pilato ahora? ¿O tal vez los está poniendo a prueba para ver qué piensa la multitud de él? Quizás esté usando el término una y otra vez para justificar la eventual crucifixión. No se sabe a ciencia cierta. Lo que sí está claro es que Pilato está tratando de evitar la responsabilidad personal con respecto al juicio y condena de Jesús. Quiere limpiarse las manos. La multitud muerde el anzuelo:
Marcos 15:13-14 (NTV) —¡Crucifícalo!—le contestaron a gritos. —¿Por qué?—insistió Pilato—. ¿Qué crimen ha cometido? Pero la turba rugió aún más fuerte: —¡Crucifícalo!
La sexta pregunta es: “¿Por qué?” y va de la mano con “¿Qué crimen ha cometido?” Así que no cuentan como dos preguntas separadas. ¿Será que acaso Pilato quería que la gente viera razón? ¿Estaba tratando de darle una oportunidad a Jesús? Parece que tenía un poco de decencia a pesar de ser cruel y desalmado. Lo que pasa es que:
Pilato representa a un buscador espiritual, atrapado en medio de dos opciones. Es difícil escuchar al verdadero Jesús cuando el mundo te grita en odio en contra de él.
Por un lado, Pilato cree en la inocencia de Jesus, pero por el otro, tiene a la gente gritándole con odio y rabia que lo crucifique. La multitud fue instigada por los líderes judíos. Ellos estaban cegados por la tradición. Jesus no encajaba en su caja religiosa elaborada cuidadosamente con un sin número de leyes vanas. El mensaje de esperanza y salvación de Jesús no se alineaba bien con su sistema de reglas y requisitos.
Volviendo a la pregunta: ¿Qué crimen ha cometido? La respuesta es ninguno.
Jesús vivió una vida perfecta y sin pecado. Todas estas acusaciones fueron inventadas por la élite religiosa. Jesús iría a la cruz por nuestros pecados, no por los suyos porque nunca pecó. Pero ten en cuenta que a la multitud no le importó la respuesta. Y ahora la multitud se ha convertido en una turba.
En una turba, la gente se deja llevar por la corriente en lugar de destacarse y sufrir el desprecio de la gente enojada que los rodea. Muchos por miedo al qué dirán o a las recuperaciones de los demás no alzan su voz en contra de la injusticia. Prefieren unirse a la voz popular.
Debemos comenzar admitiendo que estamos equivocados, que no podemos salvarnos a nosotros mismos para seguir a Jesús. Eso es, por naturaleza, un mensaje ofensivo. Por eso es que no todos entrarán en el Reino de Dios ya que es más fácil entrar por la puerta ancha que por la angosta (Mateo 7:13-14).
Entonces, miremos a cual voz escuchó Pilato:
Marcos 15:15 (NTV) Entonces Pilato, para calmar a la multitud, dejó a Barrabás en libertad. Y mandó azotar a Jesús con un látigo que tenía puntas de plomo, y después lo entregó a los soldados romanos para que lo crucificaran.
La voz más fuerte y llena de odio ganó. No quiso enfrentarse a una revuelta así que soltó al verdadero criminal y condenó a Jesus. A pesar de que él sabía que Jesús era inocente, prefirió estar de acuerdo con la mayoría que con su yo interior.
Volvamos a la pregunta que presenta Mateo y que vivimos al principio, a la cual llamaremos la séptima pregunta de Pilato:
Juan 18:38 (NTV) —¿Qué es la verdad?—preguntó Pilato. …
El contexto de la pregunta de Pilato viene del contexto del evangelio de Juan. Allí Jesús hizo una valiente declaración:
Juan 18:37 (NTV) Pilato le dijo: —¿Entonces eres un rey? —Tú dices que soy un rey —contestó Jesús—. En realidad, yo nací y vine al mundo para dar testimonio de la verdad. Todos los que aman la verdad reconocen que lo que digo es cierto.
En otras palabras, Jesús le dijo a Pilato: la verdad existe y yo nací para contártela.
La verdad no tiene que ver con ideas o teorías; La verdad trata de una persona. El camino hacia la vida comienza con confiar en la verdad sobre Jesús.
Juan 14: 6 (NTV) Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí.
Entonces, la verdad es Jesus. Punto final. No hay más. No son las teorías o ideas planteadas por alguien. Se trata de Jesus. Entonces, ahora que sabes que la verdad es Jesus, te hago la pregunta clave de hoy: ¿Cómo manejarás la verdad sobre Jesús?
Porque no se trata de lo que tu crees que es la verdad. Ni de lo que la sociedad, la religión o tu mejor amigo,a te dice que es la verdad. La verdad es Jesus y lo que él dice. Nuestras perspectivas y opiniones forman el núcleo de nuestra comprensión del mundo que nos rodea. El simple hecho de tener opiniones y prejuicios no es, en sí mismo, algo malo. Lo que sí es malo es dejar que nuestros prejuicios pasen desapercibidos o afecten inconscientemente nuestra visión de la realidad de tal manera que no podemos ver por completo el regalo de Jesús: su salvación.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cuáles son los peligros para una sociedad que no cree en la verdad absoluta o piensa que cada persona puede tener su propia versión de la verdad? ¿Cómo ves esta mentalidad expuesta en nuestra cultura actual?
- ¿Por qué Pilato fue amenazado por el hecho de que Jesús fuera llamado rey? ¿Cómo has visto que la sed de poder y autoridad arruina las organizaciones y las relaciones?
- ¿Por qué Jesús no sintió la necesidad de defenderse? ¿Cómo puede ser esto un modelo para nosotros cuando nos enfrentamos a acusaciones falsas?
- ¿Por qué el pueblo estaba dispuesto a cambiar a Jesús por un criminal como Barrabás? ¿Qué te parece la crítica cruel e injusta hacia Jesús hoy en día?
- Vuelve a leer Juan 18:37 y Juan 14:6. ¿Por qué lo que crees acerca de Jesús es lo más importante para ti? ¿Cómo manejarás la verdad acerca de Jesús?
La identidad de Jesús en juicio (Marcos 14: 53-65)
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Puntos de conversación:
- El juicio de Jesús nos muestra cómo las personas en cada generación pueden equivocarse acerca de Jesús. Tanto los religiosos como los no religiosos pueden juzgar mal al juez de todos. Juan 5: 22-23
- Los líderes religiosos habían acusado constantemente a Jesús de romper la ley. La ironía es que ellos mismos violaron la ley en casi todos los detalles del juicio falso. Marcos 14: 53-59
- Jesús mismo hizo el juicio correcto sobre su identidad, incluso cuando fue burlado y abusado. Este pasaje nos muestra lo fácil que es juzgar mal a Jesús. Marcos 14: 60-65
- Jesús es quien dice que es: completamente Dios, perfectamente bueno y Salvador del mundo. Esto es lo que afirma la Biblia, y él juzgará a quienes la niegan. Hechos 10:42
Jesús es la figura más controvertida en la historia humana. Todos tienen una opinión sobre él, para bien o para mal. Hoy miramos el juicio falso de Jesús, y toda la ironía del mismo. La pregunta clave que responderemos hoy es: ¿Cómo ha juzgado el mundo mal a Jesús? A través de la historia, han habido muchos ateos o personas no religiosas que han juzgado mal a Jesús. Algunos ateos famosos que lo hicieron fueron:
Bertrand Russell, filósofo y matemático, dijo: “Históricamente, es bastante dudoso si Cristo alguna vez existió en absoluto, y si lo hizo, no sabemos nada sobre él”.
Christopher Hitchens, autor y periodista, dijo: “Las enseñanzas de Jesús no son el sermón en el monte, donde se comporta de una manera exaltada y sabia. Es la idea del hijo pródigo, donde dice que si realmente lo siento, si realmente lo sientes, si realmente pides perdón, puedes ser perdonado. Es una idea horrible “.
Richard Dawkins, biólogo y autor, comentó: “La alternativa a la hipótesis de Dios no es la hipótesis de que Jesús era Dios encarnado. Es la hipótesis de que Jesús era un fanático, ejecutado por sedición, cuyos seguidores perpetuaron su culto al delifificarlo “.
Estos hombres se atreven no sólo a negar su existencia, sino a juzgar sus enseñanzas. Es una ironía total porque se atreven a juzgar al juez de todos. ¡Jesús es el juez! Él tiene todo el derecho de juzgarnos.
El juicio de Jesús nos muestra cómo las personas en cada generación pueden equivocarse acerca de Jesús. Tanto los religiosos como los no religiosos pueden juzgar mal al juez de todos.
Juan 5: 22-23 (NLT) Además, el Padre no juzga a nadie, sino que le ha dado al Hijo autoridad absoluta para juzgar, a fin de que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no honra al Hijo ciertamente tampoco honra al Padre que lo envió.
Hoy veremos a Jesús siendo juzgado en un tribunal o juicio falso. Esta sería parte 1 de su juicio. La parte dos la veremos en la próxima lección. ¿Te imaginas? ¿El juez de todos, el Creador, en una corte humana, juzgado por su creación? Veremos que juzgar mal a Jesús no es nada nuevo. Pero cuando sucedió hace 2000 años por primera vez, no era un grupo de ateos que hicieron tales declaraciones ofensivas. Era la élite religiosa.
Los líderes religiosos habían acusado constantemente a Jesús de romper la ley. La ironía es que ellos mismos violaron la ley en casi todos los detalles del juicio falso.
Marcos 14: 53-54 (NTV) Llevaron a Jesús a la casa del sumo sacerdote, donde se habían reunido los principales sacerdotes, los ancianos y los maestros de la ley religiosa. Mientras tanto, Pedro lo siguió de lejos y entró directamente al patio del sumo sacerdote. Allí se sentó con los guardias para calentarse junto a la fogata.
Después que Jesus fue apresado en el Getsemaní, fue llevado con los principales sacerdotes, los ancianos y los maestros del derecho religioso. Esta élite religiosa formaba el Concilio Supremo conocido también como el Sanedrín. Ellos eran los “influyentes” en el tiempo de Jesús. El Sanedrín era un consejo judío que existía durante la época del segundo templo en Jerusalén. Estaba compuesto por 71 miembros y sirvió como la mayor autoridad religiosa y legal entre los judíos en el antiguo Israel. El Sanedrín fue responsable de interpretar la ley judía, resolver disputas y tomar decisiones sobre asuntos religiosos y legales. Jugó un papel importante en el gobierno del pueblo judío y la preservación de las tradiciones y costumbres judías.
El Sanedrín estaba reunido en la casa del sumo sacerdote. Habían llevado a Jesús allí para ser juzgado. Era como ser llevado ante un juez para comparecer ante la corte que lo juzgaría. Sabemos que este juicio fue una farsa ya que todo lo que se dijo allí era mentira.
Algo curioso de notar es que a pesar de que todos abandonaron a Jesús al momento de ser arrestado, Pedro regresa a escena. Este pasaje nos dice que él lo había seguido de lejos.
Otro dato interesante es que se suponía que los discípulos testificarían a favor de Jesús.
Marcos 13:9 (NTV) »Cuando esas cosas comiencen a suceder, ¡tengan cuidado! Los entregarán a los tribunales y los golpearán en las sinagogas. Serán sometidos a juicio ante gobernantes y reyes por ser mis seguidores, pero esa será una oportunidad para que ustedes les hablen de mí.
Más parecía que todos brillaban por su ausencia en el juicio. Sí, Pedro estaba allí, había logrado colarse al patio de donde sería juzgado Jesús, pero de incógnito. Y tenía razones para esconderse. Había cortado la oreja del criado del sumo sacerdote. Ahora, que habían llevado a Jesús a la casa del sumo sacerdote, el riesgo de que el sirviente informara lo que Pedro le había hecho era real.
Quiero que veas la misericordia de Jesús en acción al respecto de esta ofensa. Recuerda que Jesús milagrosamente volvió a pegar la oreja al hombre. La sanación hecha por Jesús no solo fue un acto de misericordia para el siervo, sino que un acto misericordioso para Pedro, ya que ahora no habría evidencia en su contra.
Sin embargo, Pedro prefirió ocultarse para no ser reconocido. Y por mucho que estemos decepcionados con la cobardía de Pedro por negar a Jesús, déjame decirte que tomó coraje el estar presente allí. Pedro, los discípulos y cualquier otra persona que estuvo cerca de Jesús, corría el riesgo de ser culpable por asociación.
Hay una gran enseñanza en el hecho de que Pedro seguía a Jesús de lejos. Y es que cuando seguimos a Jesús de lejos nos estamos preparando para el fracaso. Necesitamos tener una relación cercana e íntima con él para experimentar su poder en nuestras vidas. ¿Estás siguiendo a Jesús de lejos? ¿Sabe la gente que eres un seguidor de Jesús? ¿Hay evidencia de esto en tu vida?
Entremos al juicio de Jesús:
Marcos 14: 55-59 (NLT) en el interior, los principales sacerdotes y todo el Alto Consejo intentaban encontrar evidencia contra Jesús, para que pudieran matarlo. Pero no pudieron encontrar ninguno. Muchos testigos falsos hablaron en su contra, pero se contradecieron mutuamente. Finalmente, algunos hombres se pusieron de pie y dieron este falso testimonio: “Lo escuchamos decir: ‘Destruiré este templo hecho con manos humanas, y en tres días construiré otro, hecho sin manos humanas'”. Pero incluso entonces no lo hicieron ¡Llegan sus historias claras!
Este juicio fue una farsa total. Los testigos fueron comprados. Los testimonios eran falsos. Las pruebas eran verdades a medias o verdades sacadas de contexto o malentendidas. No había defensa para el acusado (Jesús). Los jueces ya tenían una idea preconcebida de Jesús (que era culpable). Jesús fue hallado culpable aun antes de que empezara el juicio. Todo era un show para guardar su estatus de líderes rectos y justos.
En esta farsa de juicio, acusaron a Jesús de blasfemia. El Sanedrín buscó falsos testigos que dieran testimonio de que había oído a Jesús maldecir a Dios.
Estos presentaron la acusación falsa de que Jesús había dicho: ‘Destruiré este templo hecho con manos humanas, y en tres días construiré otro, hecho sin manos humanas'”. Esta acusación fue una verdad a medias y una exageración de las palabras dichas por Jesús. Jesús había dicho que destruiría “este templo”. No dijo: “Este templo hecho con manos humanas”. Además, cuando lo dijo, estaba hablando de su cuerpo y no del templo físico en Jerusalén.
¿Alguna vez te han acusado de algo que no era cierto? Tal vez alguien que te acompañaba y te conoce muy bien hubiera dicho: “¡Eso es mentira!” o “¡Eso es inexacto!” Pero ninguno de los discípulos defiende a Jesús. Todos lo han abandonado. Sabemos que Pedro y otro discípulo que no se menciona quien es, entran en el patio del sumo sacerdote, pero no hay indicios de que ninguno de ellos diera testimonio a favor de Jesús. De hecho, al menos en el caso de Pedro, negó por completo siquiera conocerlo.
Una notita para ti aquí. El hecho de que Jesús dijo que destruiría “este templo” o sea su cuerpo al morir era otra profecía más cumplida. Esta profecía fue dada a David en 2 Samuel 7:12-14. Aquí Dios le dice a David que uno de sus hijos construirá el templo para Dios. Y que él (Dios) será su Padre, y él su hijo. El constructor de la casa de Dios, en otras palabras, será el Hijo de Dios o sea Jesús. Las palabras dichas por los acusadores en cierto modo no podrían ser más ciertas de lo que ellos hubieran podido imaginar. Jesús cumple con 2 Samuel 7, porque eventualmente se confesará ante el sumo sacerdote como el Hijo de Dios, y su cuerpo resucitado reemplazará el templo terrenal. Mas esto es algo que ellos no entendieron por su ceguera espiritual.
A pesar de todo su deseo de atrapar a Jesús en el pecado y encontrar declaraciones verdaderas contra Jesús, no pudieron encontrar ninguno. La razón es porque Jesús era y es perfecto. La perfección de Jesús es esencial para el evangelio. Sin perfección, su sacrificio no hubiera sido suficiente. Y lo que no pudieron ver los del juzgado y los acusadores es que la verdad sobre Jesús es simple: vivió una vida perfecta y sin pecado.
Hebreos 7: 26-28 (NTV) Él es la clase de sumo sacerdote que necesitamos, porque es santo y no tiene culpa ni mancha de pecado. Él ha sido apartado de los pecadores y se le ha dado el lugar de más alto honor en el cielo. …
Jesús mismo hizo el juicio correcto sobre su identidad, incluso cuando fue burlado y abusado.
Marcos 14:60-61 (NTV) Entonces el sumo sacerdote se puso de pie ante todos y le preguntó a Jesús: «Bien, ¿no vas a responder a estos cargos? ¿Qué tienes que decir a tu favor?». Pero Jesús se mantuvo callado y no contestó. Entonces el sumo sacerdote le preguntó: —¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Bendito?
Jesús permanece en silencio en un cumplimiento de la profecía mesiánica de Isaías.
Isaías 53:7 (NTV) Fue oprimido y tratado con crueldad; sin embargo, no dijo ni una sola palabra. Como cordero fue llevado al matadero. Y como oveja en silencio ante sus trasquiladores, no abrió su boca.
Este pasaje de Marcos nos muestra lo fácil que es juzgar mal a Jesús. Lo consideraron culpable por el solo hecho de que no se defendía. Jesús podría haber montado una defensa impresionante: todos los milagros que había realizado, las muchas personas que había sanado, vidas transformadas. Incluso los demonios habían testificado sobre su deidad y podría haberlos obligado a hacerlo nuevamente. No obstante, Jesús sabía lo que tenía que pasar. Lo había establecido en su mente más temprano en la noche en el Getsemaní cuando oró: “No sea mi voluntad, sino la tuya”.
La pregunta del sumo sacerdote; “¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Bendito?” era un último intento por hacer que Jesús se incriminara solo. El juicio, hasta este punto, era todo un fracaso porque los testigos no se ponían de acuerdo con su testimonio. Al contrario, se contradecían con lo que testificaban. El sumo sacerdote sabía que no había pruebas rotundas que incriminaran a Jesús. Como último recurso, le hacía esas preguntas para ver si Jesús caía en su trampa y confesaba su delito, probando así su culpabilidad.
Algo de notar es que la pregunta ¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Bendito? no es una traducción exacta del original griego. En el original griego el sumo sacerdote dice: Tu eres el Mesías, el Hijo del Bendito, ¿no?. Esto significa que inconscientemente, como el oficial romano (del cual aprenderemos en la próxima lección), y sin querer, confiesan que Jesus es el Hijo de Dios.
Hasta este punto, parece que el acusado saldrá libre por faltas de prueba. Empero, Jesús sabía que tenía que perder el juicio para que se llevará a cabo el plan de salvación. Si él no era condenado a muerte, entonces no habría redención para la humanidad. Por lo tanto, decidió contestarle al sumo sacerdote.
Marcos 14:62 (NTV) Jesús dijo: —Yo Soy. Y ustedes verán al Hijo del Hombre sentado en el lugar de poder, a la derecha de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.
Jesús dijo: “Yo soy”. ¡Alguien finalmente hace el juicio correcto! Jesús mismo finalmente hace el juicio correcto sobre su identidad. Él prueba que no es solo el Mesías sino también él es el Hijo de Dios.
El sumo sacerdote debe haber pensado que por fin le dió al premio gordo. Acusación fallida tras acusación fallida no había producido evidencia suficiente ni convincente para poder condenar a Jesús. Ahora, con una simple pregunta directa, el sumo sacerdote tiene todo lo que necesita para acusar a Jesús de blasfemia. Claro que no era blasfemia porque Jesús es el Mesías. Es el hijo del hombre.
La declaración de Jesús de que ellos “verán al Hijo del Hombre sentado en el lugar de poder, a la derecha de Dios,” representaba un lugar de juicio. Los líderes religiosos pensaron que estaban juzgando a Jesús. No obstante, Jesús es el juez Supremo. Él estaba hablando de la época en que él los juzgará estando sentado a la mano derecha del Padre. Lamentablemente, ni el sumo sacerdote ni sus colegas pudieron entender esta gran verdad. Al contrario, se sintieron victoriosos. “Ahora si lo tenemos”, habrán pensado.
Veamos como termina el juicio:
Marcos 14:63-64 (NTV) Entonces el sumo sacerdote se rasgó las vestiduras en señal de horror y dijo: «¿Para qué necesitamos más testigos? Todos han oído la blasfemia que dijo. ¿Cuál es el veredicto?». «¡Culpable!—gritaron todos—. ¡Merece morir!». 65 Entonces algunos comenzaron a escupirle, y le vendaron los ojos y le daban puñetazos. «¡Profetízanos!», se burlaban. Y los guardias lo abofeteaban mientras se lo llevaban.
Entonces lo que hizo que el Sanedrín ganara el caso contra Jesús fue el hecho de que Jesús declarara ser el Hijo de Dios. El Comentario del Pilar del Nuevo Testamento comenta que “Fue la afirmación de ser el Hijo de Dios (v. 62), no Mesías, el que selló el destino de Jesús ante el Sanedrín. La carga de la blasfemia es poderosa…” Empero, es el sumo sacerdote, no Jesús, quien blasfema, porque Jesús es el Hijo de Dios.
El veredicto está dado. Jesús es encontrado culpable. La pena es la muerte. Sin embargo, ellos no son los que pueden implementar la pena de muerte. Tiene que ser un gobernante romano el que dé la sentencia. Por lo tanto, habrá una segunda parte a este juicio. Esta será ante Pilato. El es el que puede dictar la sentencia de muerte.
Una vez terminada esta parte del juicio con una victoria rotunda para el Sanedrín, la gente empieza a burlarse de él, otros lo maltratan verbal y físicamente. Los soldados le pegaban en la cara, en fin, le infligen con toda clase de maltrato.
Un dato de notar en este final es que se burlaban diciéndole “¡Profetízanos!” “Curiosamente, [esta es] la única burla específica … de Jesús… Dado que el clan del sumo sacerdote era los saduceos que negaban la existencia de ángeles y espíritus (Hechos 23: 6), es fácil imaginar su deseo de desacreditar a cualquiera como Jesús que se creía que poseía el espíritu de profecía.” (Comentario del Pilar del Nuevo Testamento). En otras palabras, esta era una vendetta personal para el sumo sacerdote.
¡Qué afrenta para Jesús! Fue humillado y maltratado físicamente en este juicio. Hace un par de semanas hablamos de la vergüenza que Jesús llevó sobre si por nosotros. Es una enorme vergüenza y humillación ser escupido. No obstante, aguantó la brutal paliza que nosotros merecíamos. A pesar de ser inocente, soportó la tortura que culminó en la cruz por amor a nosotros.
En definitiva, el juicio de Jesús fue una farsa de principio a fin. El tribunal (la gente), los acusadores (el Sanedrín) y los testigos falsos lo juzgaron erróneamente. No entendieron quién era él en realidad. No comprendieron que no estaban llevando a juicio a cualquier criminal sino al Hijo de Dios. No era el hombre que está en juicio sino su identidad divina. Hoy en día pasa lo mismo. Las personas juzgan a Jesús porque no lo conocen. Y no es que Jesús se esté escondiendo o no haya sido claro.
Jesús es quien dice que es: completamente Dios, perfectamente bueno y Salvador del mundo. Esto es lo que afirma la Biblia, y él juzgará a quienes la niegan.
Por lo tanto, te repito la pregunta clave: ¿Cómo ha juzgado el mundo mal a Jesús? Hay innumerables formas de hacerlo, sea que venga desde una perspectiva religiosa o no. Algunos creen que fue un hombre bueno y ya. Otros creen que fue un profeta y maestro extraordinario y murió. Esto es erróneo. Jesus no fue cualquier hombre, ni profeta ni maestro. Él es Dios. Él es bueno. Él es el Salvador del mundo; por eso murió en la cruz por nosotros. Sobre todo, la Biblia, que es la Palabra de Dios dice que él es juez y un día juzgará a la humanidad. (Juan 5:22-23, Hechos 10:42).
Juan 5: 22-23 (NTV) Además, el Padre no juzga a nadie, sino que le ha dado al Hijo autoridad absoluta para juzgar, a fin de que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no honra al Hijo ciertamente tampoco honra al Padre que lo envió.
Hechos 10:42 (NTV) Y él nos ordenó que predicáramos en todas partes y diéramos testimonio de que Jesús es a quien Dios designó para ser el juez de todos, de los que están vivos y de los muertos.
Así que asegúrate de tener en claro quién es Jesús. No sea que en tu ignorancia lo juzgues mal y niegues lo que dice la Biblia sobre él. Recuerda que serás juzgado por tus palabras. Pon tu confianza en Jesús y cree que él es el Hijo de Dios que vino a sufrir por ti. Vino a morir en tu lugar para llevar tu pecado y todo lo que aflige tu alma. Él decidió pasar por toda clase de humillaciones con tal de salvarte. Lo hizo porque te ama y su máxima prueba de amor fue morir sobre una cruz en lugar tuyo. Tú y yo merecíamos morir mas él en su gran amor y misericordia decidió tomar nuestro lugar para salvarnos y darnos vida eterna.
Ver también
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó la atención?
- Lee los puntos de conversación anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son sus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cómo has escuchado a Jesús ser descrito por personas en tu vida? ¿Cómo tergiversan otras religiones a Jesús?
- Ponte en los zapatos de Pedro. ¿Qué estarías pensando mientras seguías a la multitud a la casa del Sumo Sacerdote? ¿Qué dicen las acciones de Pedro sobre su fe en este momento?
- Lee 2 Samuel 7: 12-14 y Marcos 14: 55-59. ¿Cuál fue el falso testimonio contra Jesús? ¿Por qué eso condujo a conclusiones falsas? Comparte cómo la información errónea te ha llevado a ti o a otros a formar conclusiones erróneas.
- Lee Isaías 53: 7. ¿Cómo se cumple esta profecía en esta narración? ¿Cómo te impacta saber que Jesús soportó la burla y el abuso por ti?
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?
Lo que sucederá cuando Jesús regrese
Lee los capítulos 18-19 de Doctrina cristiana por Wayne Grudem
La gente está ansiosa por conocer los detalles sobre el fin del mundo. Gran parte de lo que la gente escribe sobre estos acontecimientos es especulativo y discutible, pero la Biblia es muy clara en algunos aspectos del futuro.
Jesús regresará
Todos los creyentes están de acuerdo en que Jesús regresará a esta tierra. Él enseñó esto (Mateo 24:27), y los escritos del Nuevo Testamento amplían lo que dijo Jesús.
El Nuevo Testamento utiliza varios términos para describir el regreso de Jesús. La palabra “parusía” significa “presencia” o “venida” (1 Corintios 15:22-23; 2 Tesalonicenses 2:1; Santiago 5:7-8). “Apocalipsis” significa “revelación” o “divulgación” (1 Corintios 1:7; 2 Tesalonicenses 1:7; 1 Pedro 1:7), como cuando Jesús será plenamente revelado al mundo. “Epifanía” significa “aparición”, centrándose en la visibilidad del regreso de Cristo (1 Timoteo 6:14; 2 Timoteo 4:8). El regreso de Cristo también se conoce como “el día del Señor” (2 Corintios 1:14), “el día de Cristo” (Filipenses 1:10), o simplemente como “el día” (Hebreos 10:25).
Puntos de vistas sobre el “Rapto”
Una cuestión en la que los cristianos no están de acuerdo es en cómo se relaciona el regreso de Jesús por su pueblo con otros acontecimientos futuros. Su venida por su pueblo se llama “el Rapto”, de una palabra griega que significa “ser arrebatado”. 1 Tesalonicenses 4:16-17 describe cómo, cuando Jesús regrese, sus seguidores “serán arrebatados en las nubes para recibir al Señor en el aire”. Los que hayan muerto resucitarán y los que aún estén vivos serán transformados instantáneamente.
Sin embargo, los creyentes debaten dónde encaja el Rapto en la secuencia de eventos que rodearon el regreso de Jesús. Primero, ¿es el Rapto el mismo evento que la revelación final de Jesús a toda la humanidad, o son dos eventos diferentes? En segundo lugar, ¿el Rapto ocurre antes, durante o después del tiempo de persecución global llamado “la Gran Tribulación”?
Estas diferencias expresan una tensión en el material bíblico entre urgencia (¡ya!) y demora (Mateo 25:1-13; Mateo 25:14-30). Por un lado, la Biblia habla de un regreso repentino e inesperado de Cristo. Por otro lado, detalla varios eventos (señales) que deben suceder antes de que regrese, entre ellos:
El evangelio predicado a todas las naciones (Mateo 24:14).
La Gran Tribulación (Mateo 24:21-22)
La venida del Anticristo (2 Tesalonicenses 2:2).
Considera los dos enfoques más comunes para estas preguntas:
- Rapto previo a la tribulación. Jesús regresará sin previo aviso por su pueblo. Esto podría suceder en cualquier momento. Luego regresará públicamente para que todos lo vean, después del cumplimiento de todas las señales. Este punto de vista busca preservar la urgencia del regreso de Jesús. Se basa en el argumento de que los cristianos nunca estarán sujetos a la ira de Dios (1 Tesalonicenses 5:9), y la Gran Tribulación será un derramamiento de la ira de Dios (Apocalipsis 16:1). También supone que Dios tiene un programa separado para Israel versus la iglesia (ver Tema 10), y que la Gran Tribulación es para Israel, no para la iglesia.
- Rapto post-tribulacional. El regreso de Jesús está a la vuelta de la esquina, pero no podría regresar en ningún momento, porque aún no se han cumplido todas las señales. El Rapto y la venida pública de Jesús son un mismo evento. Por tanto, la Gran Tribulación debe ocurrir antes del Rapto. Esto se basa en la ausencia de cualquier declaración en la Biblia que divida el regreso de Jesús en dos eventos. Observa que, si bien la Gran Tribulación es un tiempo de ira de Dios, Dios podría proteger a su pueblo de esa ira, como lo hizo con Noé durante el diluvio.
Puntos de vistas sobre el Milenio
Otro punto en el que los creyentes históricamente han estado en desacuerdo es sobre cómo interpretar los pasajes proféticos de la Biblia. Por ejemplo, ¿debe entenderse el libro de Apocalipsis principalmente como literal o simbólico? Si es simbólico, ¿qué significan los símbolos? Esta pregunta lleva a un desacuerdo sobre el significado de Apocalipsis 20:1-8, que habla de un reinado de 1.000 años de Jesús en la tierra, llamado “el Milenio”. ¿El Milenio es literal o simbólico? Prevalecen dos puntos de vista principales.
- La visión amilenial considera que el Apocalipsis es principalmente simbólico y describe la guerra espiritual que ocurre a lo largo de la historia cristiana que conduce al regreso victorioso de Jesús. La palabra “a-milenial” significa “no milenio”. El reinado de 1.000 años de Cristo se considera un símbolo de su gobierno durante la era actual. No habrá un reinado terrenal literal de Cristo en el futuro porque Jesús ahora reina sobre su pueblo como su Señor. Esta perspectiva sostiene que las características de un Milenio literal no tienen sentido, como la presencia de personas mortales y resucitadas en la Tierra. También encuentra redundante la idea de un Milenio, porque cuando Cristo regresa, ocurre el juicio final y comienza la nueva creación (el cielo).
- La visión premilenial considera que el Apocalipsis es en gran medida literal y describe la guerra espiritual tanto presente como futura. Cuando Jesús regrese, establecerá un reinado literal como Mesías sobre toda la Tierra. Entonces “premilenial” significa que Cristo regresará antes del Milenio. Sólo al final de ese período ocurrirá el juicio final y comenzará la nueva creación. Los premileniales argumentan que las características de Apocalipsis 20 no tienen sentido a menos que se tomen literalmente. Por ejemplo, no parece que Satanás está atado durante esta época, como Apocalipsis 20:3 dice que lo será. Apocalipsis 20:4-5 habla de dos resurrecciones, al principio y al final del Milenio. Los premileniales no aceptan que la primera resurrección habla simbólicamente de regeneración, mientras que la segunda es física.
Características del regreso de Jesús
Independientemente de dónde se encuentre uno en cuestiones debatibles, algunas cosas son seguras. Cuando Jesús regrese, su regreso será personal y físico (Hechos 1:11). No regresará en un sentido meramente espiritual o bajo la apariencia de otra persona. Su regreso también será visible (Mateo 24:30). De hecho, el mundo entero lo verá (Apocalipsis 1:7). Su segunda venida será triunfante (Mateo 24:30). A diferencia de su primera venida, cuando nació, vivió y murió en circunstancias humildes, regresará con gran poder y gloria. El regreso de Jesús será su victoria final sobre todos sus enemigos (Apocalipsis 19:11-21), incluidas todas las potencias que hacen la guerra contra su pueblo. Finalmente, su regreso será inesperado (Mateo 24:36-39). A pesar de las señales generales que preceden a su regreso, nadie sabe cuándo aparecerá (Marcos 13:33-35).
Implicaciones del regreso de Jesús
La doctrina de la segunda venida de Jesús es la esperanza bienaventurada que los creyentes anhelan (Tito 2:12-13; 1 Pedro 1:13). Jesús llevará nuestra salvación a su culminación final (Hebreos 9:28), incluida nuestra resurrección. Como tal, lo anticipamos con impaciencia (Filipenses 3:20-21). La Biblia en ninguna parte sugiere que debamos obsesionarnos con especulaciones sobre los detalles de su regreso. Pero debemos vivir sobriamente o lucidos (claros en el pensamiento) (1 Tesalonicenses 5:2-11), sirviendo fielmente y honrando a Dios hasta que aparezca (Mateo 24:42-46). Deberíamos participar en la Gran Comisión, sabiendo que la oportunidad para que las personas confíen en Jesús no durará para siempre (Mateo 24:14; Juan 9:4-5). Finalmente, esperamos recibir nuestra recompensa por cómo hemos seguido a Jesús en esta vida (2 Timoteo 4:8; 2 Corintios 5:10).
El juicio final
No todos los cristianos están de acuerdo en el momento de los acontecimientos que rodean el regreso de Jesús, pero todos están de acuerdo en que, tras su venida, Jesús presidirá el juicio final de la humanidad (Juan 5:22). Todos los que alguna vez vivieron se presentarán ante su trono (Apocalipsis 20:11-15) para ser juzgados por sus hechos. Todos fallarán en este juicio. Pero sobreviene una segunda etapa del juicio cuando se abre el “libro de la vida”. Sólo aquellos cuyos nombres están escritos en este libro – aquellos que pertenecen a Jesús – están a salvo (Apocalipsis 20:15). Esta sentencia es definitiva (Mateo 25:46), a medida que cada persona pasa a un castigo o recompensa eterna (ver Tema 11).
Este artículo sólo toca la superficie de los diversos debates sobre la escatología. Pero el estudio de las cosas futuras debe centrarse principalmente en lo que la Biblia deja muy claro: Jesús vendrá otra vez. Esta es nuestra bendita esperanza. Cambia la forma en que vivimos todos los días.
- Lee 1 Tesalonicenses 4:13-18. ¿Cómo describe esto el regreso de Jesús? ¿Cómo saber esto es un estímulo para los cristianos?
- Lee 1 Tesalonicenses 5:1-8. ¿Qué aporta esto a nuestra comprensión del regreso de Jesús? ¿Qué actitudes exige su regreso de parte de su pueblo?
- Lee 2 Tesalonicenses 2:1-12. ¿Qué advertencias y aliento ofrece este pasaje, a la luz de la venida de Jesús?
- Lee Mateo 24:1-51. ¿Qué nos dice Jesús sobre las señales que preceden a su venida? ¿Qué dice acerca de la Gran Tribulación? ¿Cómo describe el acontecimiento real de su regreso? ¿Qué advertencias y aliento da a su pueblo?
- Lee Mateo 25:1-13. ¿Cómo expresa esta parábola la tensión entre la urgencia y la demora?
- Lee Apocalipsis 19:11-21. ¿Qué aspectos de esta descripción del regreso de Jesús parecen ser literales? ¿Simbólicos? Explica tu respuesta.
- Lee Apocalipsis 20:1-10. ¿Qué elementos de esta descripción tienen más sentido si se toman literalmente? ¿Si se toma simbólicamente? ¿Por qué?
- Lee Apocalipsis 20:11-15. ¿Qué es lo que más te llama la atención de esta imagen del juicio final?
Lo que sucede después de que morimos
Lee los capítulos 16 y 20 de Doctrina cristiana por Wayne Grudem
La muerte es una experiencia común a todos los seres humanos. Pero, ¿cuál es el significado de la muerte en la historia bíblica de salvación? ¿Y qué pasa cuando una persona muere?
La muerte
Todos los organismos mueren. Pero los seres humanos tienen la capacidad única de ser conscientes de su camino hacia la muerte y reflexionar sobre él. Si bien la muerte es ineludible ya que no se puede evitar (Salmos 89:48), nuestra existencia personal no termina con la muerte. De hecho, las decisiones que las personas tomen en esta vida regirán eternamente su condición futura. Esto requiere cuidado y diligencia.
La muerte es un enemigo (Hebreos 2:14-15). No era parte de la buena creación original de Dios. La muerte entró por primera vez en el mundo a causa del pecado (Romanos 5:12). Pero la muerte ha sido vencida y llevada cautiva por Dios (2 Timoteo 1:10) mediante la resurrección de Jesús (1 Corintios 15:21-22). Sin embargo, la victoria final de Dios sobre la muerte está en el futuro (1 Corintios 15:26; Apocalipsis 20:14). Los creyentes seguirán muriendo, a menos que estemos presentes cuando Cristo regrese (1 Tesalonicenses 4:13-17). Pero no hay que temer a la muerte. Se puede afrontar con paz, sabiendo que nos lleva a la presencia de Cristo (Filipenses 1:23).
El estado intermedio
Al morir, la vida física de una persona termina, pero su vida personal persiste en un estado consciente hasta la resurrección, cuando Cristo regrese (Filipenses 1:20-24). Cuando los creyentes mueren, sus almas están inmediatamente presentes con Cristo (Lucas 23:42-43; Filipenses 1:23). Lo que les sucede a los incrédulos después de la muerte y antes del juicio final es más oscuro. El libro del Apocalipsis visualiza el Hades (a veces traducido como “la tumba”) como el lugar de espera de los muertos (Apocalipsis 1:8; Apocalipsis 6:8). Lo más probable es que los incrédulos sean inmediatamente separados de Dios al morir hasta que sean entregados a su juicio final (Apocalipsis 20:13-14). La Biblia niega que exista una segunda oportunidad de confiar en Cristo después de la muerte (Hebreos 9:27).
La glorificación
La etapa final en el proceso de salvación es la glorificación (Romanos 8:29-31). La gloria pertenece a Dios. Se refiere a la grandeza de toda su naturaleza: su esplendor (1 Timoteo 6:15-16), magnificencia (Salmos 104:1-2) y gloria (Lucas 2:13-14). Jesús revela la gloria (Juan 1:14) que recibió del Padre (1 Pedro 1:21). Cuando él regrese, su gloria será revelada a todos (Tito 2:13). En aquel tiempo, todos los creyentes serán glorificados con Cristo (1 Corintios 15:51-53). Recibiremos una gloria que no es nativa de nosotros, pero que nos es impartida en virtud de nuestra unión con él. Esta gloria consta de tres aspectos.
- Participaremos de la gloria celestial que contrasta con las pruebas de esta vida (Romanos 8:18; 2 Corintios 4:17).
- Nuestras almas serán glorificadas. Los seguidores de Cristo experimentarán un perfeccionamiento moral y espiritual a medida que el pecado sea final y totalmente eliminado. En otras palabras, seremos hechos como Cristo (1 Juan 3:2).
- Nuestros cuerpos serán glorificados. Cuando Jesús regrese, nuestros cuerpos mortales limitados serán transformados para ser como el suyo (Filipenses 3:20-21; 2 Corintios 5:1-5) – de perecedero a incorruptible, de deshonroso a glorioso, de débil a poderoso (1 Corintios 15:38-50).
El cielo
Después del juicio final, todo ser humano resucitará en un cuerpo inmortal (Hechos 24:15) y será consignado a uno de dos destinos eternos (Juan 5:28-29), que conocemos como cielo y el infierno.
El cielo es la morada de Dios (Mateo 6:9) y la morada eterna de todos los creyentes. Porque esta vida es transitoria (1 Pedro 1:24), la esperanza del cristiano está en la herencia celestial preservada para nosotros (1 Pedro 1:3-5; Colosenses 1:5). Nuestro desafío es vivir nuestras vidas en este mundo a la luz de esta realidad eterna (Mateo 6:19-20; Mateo 25:14-30).
La característica más importante del cielo es la presencia de Dios (Apocalipsis 21:3). El gozo del cielo no es simplemente una amplificación de los placeres de esta vida. El gozo principal del creyente será la presencia del Señor.
El cielo también está marcado por la renovación de la creación (Apocalipsis 21:1-2). La creación estuvo bajo maldición debido al pecado humano, pero será restaurada en la eternidad (Romanos 8:19-21). El cielo será establecido en esta tierra (Apocalipsis 21:10-12), y reflejará la creación original en el Edén (Apocalipsis 22:2-3). En el cielo, la creación cierra el círculo y es completamente restaurada.
En el cielo, los creyentes tendrán un conocimiento perfecto, en particular, de Dios y de Jesús (1 Corintios 13:9-12). Todo lo relacionado con el orden caído del mundo pasará, incluyendo la muerte, la tristeza y el dolor (Apocalipsis 21:4). El pecado, el mal y el diablo estarán ausentes (Apocalipsis 21:27).
El cielo será un lugar de gran gloria y belleza. La ciudad celestial se describe en términos de oro puro y joyas brillantes (Apocalipsis 21:18-21), metáforas de increíble esplendor. No habrá necesidad del sol, ya que “la gloria de Dios ilumina la ciudad” (Apocalipsis 21:23).
La Biblia revela muy poco acerca de cómo es la vida en el cielo para los redimidos. Sabemos tres cosas. Primero, incluirá descanso (Hebreos 4:9-11). La peregrinación del cristiano será completa. Nuestra guerra contra el mundo, la carne y el diablo habrá terminado. Segundo, adoraremos junto con los seres angelicales alrededor del trono de Dios (Apocalipsis 19:1-4). En tercer lugar, dado que el cielo restaura la creación original, puede ser que nuestra actividad en el cielo cumpla el mandato original dado a la humanidad en Génesis 1:26. Nosotros tendremos la eternidad para someter completamente y extraer el potencial latente de la buena creación de Dios.
El infierno
El Nuevo Testamento describe el infierno como un lugar de castigo, retribución y venganza divina sobre los pecadores (2 Tesalonicenses 1:5-10). El mismo Jesús habla del fuego eterno (Mateo 25:41), oscuridad exterior (Mateo 8:12) y castigo eterno (Mateo 25:46). La Biblia también habla de un tormento interminable (Apocalipsis 14:10-11) en un abismo sin fondo (Apocalipsis 9:1-2) o lago de fuego. Llamada la “muerte segunda” (Apocalipsis 21:8), esta es una experiencia de destrucción eterna y exclusión final de la presencia de Dios (2 Tesalonicenses 1:9). (Cuando hablamos del infierno como separación de Dios, recuerda que Dios es Omnipresente. Dios está presente en el infierno, pero sólo para castigar y no para bendecir.
Si el infierno es paralelo al cielo, debe ser tanto un lugar físico como una condición. Se requiere un lugar físico para los cuerpos resucitados de los condenados. Pero muchas de las descripciones bíblicas del infierno –como la del azufre ardiente (Apocalipsis 9:17-18) y los gusanos nunca mueren (Marcos 9:48) – parecen ser imágenes visuales de tormento para aquellos que están siendo juzgados por sus pecados. Incluso en un lugar de sufrimiento físico, el mayor tormento puede ser la terrible soledad de la separación total y final de la gracia de Dios.
Tanto el cielo como el infierno contienen distintos grados de recompensa (1 Corintios 3:11-15; Mateo 16:27) y castigo (Mateo 10:15; Hebreos 10:29).
La realidad de los estados futuros y eternos de la humanidad nos da una gran esperanza cuando enfrentamos la adversidad en esta vida, pero nos impulsa a tener una profunda compasión por las personas que no conocen a Cristo.
- ¿Qué es la muerte y que sigue después de la muerte en los medios populares como la literatura, el cine, la televisión y la música? Da algunos ejemplos. ¿De qué manera estas representaciones reflejan (o no) la verdad bíblica?
- Lee Filipenses 1:20-24. ¿Cómo imagina Pablo lo que sucede en el momento de su muerte? ¿Cómo afecta esto su forma de vida?
- Lee 1 Corintios 15:20-23. ¿Qué observas sobre la resurrección de Jesús y la nuestra?
- Lee 1 Corintios 15:51-57. ¿Qué nos dice esto sobre la naturaleza de la muerte y nuestra respuesta ante la muerte como cristianos?
- Lee Apocalipsis 21:1-27. ¿Qué es lo que más te llama la atención en la descripción del cielo?
- Lee Apocalipsis 22:1-5. Describe cómo el cielo es la renovación de la creación original de Dios en el Edén.
- A veces la gente ha pensado que se aburriran en el cielo. ¿Piensas tú esto también? ¿Cómo responderías a esta perspectiva?
- Lee Mateo 6:19-20. ¿Cuáles son algunas formas en las que has acumulado tesoros en el cielo en lugar de en la tierra?
- Lee 2 Tesalonicenses 1:4-9. ¿Qué nos dice esto sobre el juicio y el infierno? ¿Crees que las descripciones del infierno en el Nuevo Testamento son más literales o figurativas, y por qué?
La Iglesia en la Teología Bíblica
Lee el Capítulo 17 de Doctrina cristiana por Wayne Grudem
La salvación y la santificación no son eventos puramente individuales. La salvación une a un seguidor de Cristo con otros que también lo siguen. La santificación ocurre en el contexto de las relaciones con otros cristianos. Por eso no debería sorprender que la Biblia ponga un tremendo énfasis en la comunidad del pueblo de Dios: la iglesia.
Definiciones
La iglesia no es ni un edificio ni una organización. Es un pueblo. Es la comunidad de todos aquellos que mantienen una relación salvadora con Dios a través de Jesucristo.
La palabra griega del Nuevo Testamento para “iglesia” es ekklesia, que significa “la asamblea de los convocados” – convocados por la proclamación del evangelio a reunirse alrededor de Cristo. Esta iglesia existe en dos aspectos. La iglesia visible o local toma forma de muchas maneras en lugares y culturas específicas (Hechos 13:1; Hechos 15:41; 1 Corintios 1:2; Hechos 9:31). Sin embargo, incluso en su vasta diversidad, la iglesia de Jesús es una. La iglesia invisible o universal es el cuerpo de todos los creyentes en todas partes y en todos los tiempos (Hebreos 12:22-23). Ninguna expresión visible de la iglesia abarca el todo universal.
Analogías bíblicas
La Biblia usa varias analogías para describir la iglesia.
- Familia. Esto alude tanto a los elementos relacionales como organizativos de la iglesia (1 Timoteo 3:15; Efesios 2:19).
- Templo. Los cristianos son los bloques de construcción, entretejidos y construidos sobre la piedra angular del mismo Jesús (1 Pedro 2:4-5). La iglesia es ahora la morada del Espíritu Santo en la tierra (Efesios 2:20-22).
- Cuerpo. La iglesia es un organismo vivo compuesto de muchas partes interdependientes (1 Corintios 12:12-27). Su cabeza es Cristo, quien dirige su crecimiento haciendo que las partes funcionen como un todo unificado (Efesios 4:15-16).
- Novia. Como la propia novia de Jesús (Apocalipsis 19:7-9), el cuida sacrificialmente y se invierte en su iglesia (Efesios 5:25-27).
- Rebaño. Esto sugiere la preocupación, protección y provisión de Jesús por su pueblo (Lucas 12:32), particularmente a través de los líderes que designa (Hechos 20:28; 1 Pedro 5:2).
Israel y la Iglesia
Antes de la iglesia, Israel era el pueblo de Dios. Entonces, ¿cuál es la relación entre Israel y la iglesia? ¿Hay un pueblo de Dios o dos? Una opinión es que Israel ha sido desplazado por la iglesia. La iglesia es ahora el Israel espiritual, y las profecías del Antiguo Testamento acerca de Israel se cumplen en la iglesia. Otro punto de vista es que Israel y la iglesia son dos identidades separadas que no deben confundirse. Dios trata de maneras completamente diferentes con cada uno y tiene un plan único para cada uno.
En respuesta, el Nuevo Testamento define a Israel con cierta fluidez. Describe un “judaísmo” espiritual que no se aplica a todas las etnias judías (Romanos 2:28-29; Romanos 9:6-8). Los seguidores de Cristo son los verdaderos hijos de Abraham de una manera que trasciende a los judíos o gentiles (Gálatas 3:28-29). Se habla de la iglesia en términos que antes sólo se aplicaban a Israel (Filipenses 3:3; Colosenses 3:12). Dios tiene un plan futuro para los judíos individualmente, a medida que aceptan a Jesús para su salvación (Romanos 11:23). Entonces la iglesia no reemplaza a Israel, sino que lo expande y lo saca adelante (Romanos 11:17). Sólo hay un pueblo de Dios (Efesios 2:11-22). Incluye a todos los que pertenecen a Cristo, ya sea desde los tiempos del Antiguo o del Nuevo Testamento (Gálatas 6:16).
La Iglesia y el Reino
Jesús vino declarando el reino de Dios (Marcos 1:15), pero también prometió construir su iglesia (Mateo 16:18). ¿Cómo se relacionan estas dos entidades? El reino de Dios es el reinado dinámico de Dios entre los seres humanos con el propósito de traer salvación. Ha venido al mundo en la persona de Jesús, pero no estará completo hasta que Jesús regrese. La iglesia es la comunidad humana que se rinde al gobierno de Cristo. Entonces la iglesia no es el reino, pero el reino crea la iglesia. La iglesia da testimonio del reino y lo hace visible. La iglesia es el instrumento del reino de Dios hasta que aparezca en su plenitud.
El propósito de la Iglesia
La iglesia existe, ante todo, para traer gloria a Dios (Romanos 15:5-6). Eso incluye:
- Adoración. Dios reunió a Israel para vivir como una comunidad de adoración a través de ofrendas (Levítico 7:11-15), música (Salmo 18:1-3), y reuniones de adoración (2 Crónicas 29:31). Este mismo enfoque se extiende a la iglesia del Nuevo Testamento (Juan 4:23; Colosenses 3:16; Hebreos 13:15).
- Edificación. La iglesia tiene un papel vital que desempeñar en el crecimiento del pueblo de Dios hacia la madurez en Cristo (Efesios 4:11-16). Vivir una vida mutuamente interdependiente (Romanos 12:13-16)es que los miembros de la comunidad de fe ministran las necesidades físicas y espirituales de los demás (Gálatas 6:1-2; Hebreos 10:24-25).
- Evangelización y asistencia. La iglesia existe para revelar a Dios al mundo, dando testimonio de Jesús (Lucas 24:47; Hechos 1:8), invitando a las personas a reconciliarse con Dios (2 Corintios 5:19-20), y sirviendo a las necesidades del mundo, dirigiendo así a las personas hacia Dios (Mateo 5:12).
Gobernanza de la Iglesia
El Nuevo Testamento describe el papel crucial de los líderes en la iglesia (Efesios 4:11-12; 1 Pedro 5:1-4; 1 Timoteo 3:1-13; Tito 1:5-9), pero no especifica una estructura particular sobre cómo se debe organizar el liderazgo. La mayoría de las iglesias adoptan uno de tres enfoques.
- Episcopal. La autoridad reside en un obispo (episkopos o “supervisor”). El obispo gobierna y cuida a un grupo de congregaciones supervisando al clero local, mientras responde ante un arzobispo regional.
- Presbiteriano. El cargo clave es el de anciano (presbyteros). Cada congregación está gobernada por un grupo de ancianos. Todas las iglesias de un área están gobernadas por un consejo formado por representantes de cada congregación.
- Congregacional. La autoridad descansa en los miembros de la congregación local. Cada congregación es independiente y autónoma. No existe ninguna autoridad superior a la congregación (como los ancianos o un obispo) y todas las asociaciones externas son voluntarias.
Cada forma de gobierno puede reclamar alguna base bíblica, pero probablemente no existe un patrón divino único. La forma en que funcionan los líderes y cómo se organizan las iglesias para el ministerio cooperativo está abierta a diversos métodos en diferentes circunstancias.
Las ordenanzas de la Iglesia
Históricamente, la iglesia ha practicado dos ordenanzas: el bautismo y la Cena del Señor (también conocida como La Santa Cena). Ambos son actos simbólicos que llaman a recordar la obra salvadora de Cristo y extienden la presencia y la gracia de Dios a la iglesia.
El bautismo es un acto de iniciación que declara nuestra nueva identidad en Cristo. Un punto de vista común, el paedobautismo, aboga por el bautismo de los niños. El bautismo infantil es visto como una iniciación de los niños al pacto de gracia de Dios y a la iglesia visible, centrándose en la promesa de gracia de Dios más que en la experiencia de gracia de una persona. Los paedobautistas ven el bautismo como la verdadera circuncisión (Colosenses 2:11-12), paralelo al rito del Antiguo Testamento, un acto exterior que hacía al niño como parte de Israel. Señalan pasajes del Nuevo Testamento donde familias enteras fueron bautizadas cuando el jefe de la casa se convirtió (Hechos 16:14-15; Hechos 16:33. Hechos 18:8).
Los credobautistas creen que el bautismo siempre debe seguir a la profesión de fe salvadora en Cristo de una persona. El bautismo es visto como un símbolo externo de una realidad interna. Los credobautistas miran el patrón predominante del Nuevo Testamento donde las personas creen y son bautizadas (Hechos 2:41; Hechos 8:12; Hechos 10:47-48; Hechos 18:8). Lo que reemplaza a la circuncisión no es el bautismo, sino la regeneración (Colosenses 2:11) – del cual el bautismo es el signo exterior. Dado que el bautismo es un símbolo de morir a la antigua vida y resucitar a una nueva vida en Cristo (Colosenses 2:12; Romanos 6:4), sólo deben bautizarse aquellos que han experimentado una nueva vida.
Si bien el bautismo es un evento único en la vida del creyente, la Cena del Señor es un acto repetido que reafirma nuestra identidad en Cristo. Esta comida simbólica recuerda la muerte de Jesús (1 Corintios 11:23-24), reafirma las promesas de Dios en el nuevo pacto (Mateo 26:27-28), y vuelve a centrar nuestra atención en el regreso de Jesús (1 Corintios 11:26). La Cena del Señor también se le llama Comunión, ya que todo el pueblo de Dios comparte juntos en Cristo (1 Corintios 10:16). Se llama la Mesa del Señor (1 Corintios 10:16), ya que Jesús mismo es nuestro anfitrión. Se la conoce como Eucaristía (de la palabra “dar gracias” – ver Mateo 26:27). La Santa Cena es otra palabra para referirse a ella también.
Las iglesias cristianas adoptan muchas formas externas diferentes. Pero cada iglesia que exalta a Jesús y sigue su Palabra es una expresión de la comunidad más grande y unificada que Jesús creó para cumplir sus propósitos en nuestras vidas y en el mundo que nos rodea.
- Define los términos “iglesia invisible” e “iglesia visible”. Compara y contrasta los dos términos.
- Lee Efesios 2:11-22. ¿Qué idea nos da este pasaje acerca de la naturaleza de la iglesia?
- Lee 1 Corintios 12:12-13. ¿Qué idea nos da este pasaje acerca de la naturaleza de la iglesia?
- ¿Qué podemos aprender al considerar a la iglesia como un rebaño? ¿Como una familia? ¿Como novia?
- ¿Cuáles son los propósitos esenciales de una iglesia? Defiende tu respuesta con las Escrituras. ¿Cómo entender esto le ayuda a una persona a escoger una iglesia?
- ¿Qué forma de gobierno eclesiástico práctica su iglesia? Explica.
- Lee 1 Pedro 5:1-4. Describe el papel de los líderes en la iglesia local.
- Lee Tito 1:5-9. Describe las calificaciones de los líderes de la iglesia local.
- Da una explicación justa y precisa de la forma de bautismo que tu iglesia no practica.
- Lee 1 Corintios 11:20-32. ¿Cuál es el propósito de la Cena del Señor? ¿Qué advertencias y estímulo da Pablo?
¿Estás honrando a Dios de labios para afuera? (Marcos 14:43-52)
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Puntos de conversación:
- Los fariseos honraban de labios para afuera: seguían reglas y tradiciones pero no entendían lo que verdaderamente importaba. Marcos 7:5-6
- La palabra de Judas fue una traición absoluta, usando un beso, un gesto que típicamente significaba amor y lealtad. Marcos 14:43-45
- La palabrería de Pedro fue un celo fuera de lugar: sacó una espada cuando Jesús promovió la paz. La historia está llena de este tipo de fanáticos. Marcos 14:46-49
- Todos sus discípulos abandonaron a Jesús y huyeron, incluso después de prometer morir por él. Es vergonzoso, pero es la historia de todos nosotros. Marcos 14:50-52, Romanos 3:10-12
Hoy cubrimos el famoso relato de la traición de Jesús y espero que nos haga reflexionar sobre una pregunta personal: ¿estás honrando a Dios de labios para afuera? En otras palabras, ¿tus acciones de hoy reflejan tu relación con Jesús?
A veces, aun cuando estamos cerca de Jesús, nuestras acciones no lo reflejan. Sucede que a menudo, nuestras acciones no son consistentes con nuestra posición en Cristo. Es muy similar a cuando estamos casados. Nuestras acciones no siempre se alinean con nuestros votos de honrar y valorar a nuestra cónyuge. A veces cometemos errores graves, pero aprendemos a pedir perdón y a perdonar.
El hecho es que nuestras acciones, hablando en un sentido espiritual, no van de acuerdo con lo que profesamos acerca de Dios. Y de allí, el dicho “ de labios para afuera”. La mayoría estamos familiarizados con el dicho “del diente para afuera” que viene desde el imperio romano. Mas el “de labios para fuera” viene de la Biblia, del libro de Isaias (Isaías 29:13) que Jesús citó en el capítulo 7 de Marcos. Hoy nos estaremos enfocando en 4 ejemplos de honrar a Dios “de labios para afuera” que, tres de ellos, se desarrollan en el Getsemaní. El primer ejemplo, es el que sienta la base del mensaje y es el primer ejemplo que veremos.
Los fariseos honraban de labios para afuera: seguían reglas y tradiciones pero no entendían lo que verdaderamente importaba.
Marcos 7:5-6 (NTV) Entonces los fariseos y maestros de la ley religiosa le preguntaron: —¿Por qué tus discípulos no siguen nuestra antigua tradición? Ellos comen sin antes realizar la ceremonia de lavarse las manos. Jesús contestó: —¡Hipócritas! Isaías tenía razón cuando profetizó acerca de ustedes, porque escribió: “Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí.
Estudiamos esto el año pasado. Jesús estaba llamando a los fariseos y maestros de la ley religiosa, básicamente el mismo grupo que vemos en el texto de hoy en el Huerto del Getsemaní. Jesús les llamó “hipócritas”. La palabra “hipócrita” se origina del término griego “hypokritēs”, que se refiere a un actor o actor de teatro. Se deriva del verbo “hypokrinomai”, que significa “desempeñar un papel, fingir”. En el teatro griego antiguo, los actores usaban máscaras y desempeñaban varios papeles, interpretando diferentes personajes. Con el tiempo, el término “hipócrita” evolucionó para describir a alguien que finge ser algo que no es, particularmente en términos de moralidad o creencias. Esta evolución refleja la idea de que alguien desempeña un papel o adopta una apariencia falsa, muy parecida a la de un actor en el escenario.
Tal era el caso de los líderes religiosos. Ellos pretendían amar y vivir para Dios. Sin embargo lo que hacían quedaba lejos de la realidad. Por esa razón, es que Jesús los llamó hipócritas y les explica el porqué: porque ellos hablaban de los labios para afuera. Ellos seguían reglas y tradiciones pero no entendían lo que era más importante. Cumplían un sin número de reglas, como lavarse las manos antes de comer, pero no eran compasivos ni humildes. Su fe era pura apariencia porque la fe genuina cambia a las personas de adentro hacia afuera.
Así que poniendo esto en el contexto de la historia de hoy, Jesús no estaba siendo vendido a un grupo variado de rufianes, sino a la élite religiosa. Ellos ya habían demostrado que su religión era una farsa. Habían sido amonestados por no hablar más que de labios para afuera.
Vayamos al Getsemaní. Aquí es donde Jesús oró amargamente pidiéndole al Padre que pasara de él la copa de sufrimiento que vendría. Pero no como él deseaba sino como fuera la voluntad de Dios. Aquí es también donde Jesús, en su angustia, buscó el apoyo de sus tres discípulos, sus amigos más cercanos los cuales no pudieron ni orar por él. Es aquí donde veremos los otros tres ejemplos de falsa honra, en este caso, hacia Jesús que también es Dios. Los ejemplos que siguen duelen, pero el último dolerá más.
La honra de “labios para afuera” de Judas fue una traición absoluta, usando un beso, un gesto que típicamente significaba amor y lealtad.
Marcos 14:43-45 (NTV) En ese mismo instante, mientras Jesús todavía hablaba, llegó Judas, uno de los doce discípulos, junto con una multitud de hombres armados con espadas y palos. Los habían enviado los principales sacerdotes, los maestros de la ley religiosa y los ancianos. El traidor, Judas, había acordado previamente con ellos una señal: «Sabrán a cuál arrestar cuando yo lo salude con un beso. Entonces podrán llevárselo bajo custodia». En cuanto llegaron, Judas se acercó a Jesús. «¡Rabí!», exclamó, y le dio el beso.
¡Qué ironía! Estamos hablando de labios para afuera y eso es lo que literalmente hace Judas: ¡tocar sus labios a la mejilla de Jesús! Esta manera de traicionar a Jesús hace que este hecho se convierta en el primer ejemplo de burla de Jesús. Recordemos que a través de todos estos eventos, que se conocen como la pasión de Cristo, Jesús fue maltratado, humillado y ridiculizado. Así, que no solo Judas entregó con un beso a Jesús sino que fue una manera horrible de burlarse de él.
Algo más que quiero que notes, es la manera en que Marcos lo llama. Le dice, “el traidor”. Judas si que tenia bien merecido este título. No solo era un traidor, un burlador sino que se pasó de listo. Leyendo la narración de Marcos nos podemos dar cuenta de su osadía. Primero, el pasaje dice: “En cuanto llegaron, Judas se acercó a Jesús.” No esperó. No disimuló. Llegando y vamos.
Segundo, le llama”¡¡Rabí!!”. ¿Hablaba en serio? Lo está vendiendo a “sus enemigos” y tiene la desvergüenza de llamarle “Maestro”. Este si que era un tipo descarado.
Ahora analicemos el beso. El beso fue la señal preestablecida. La importancia de este acto radica en su carácter simbólico. Un beso suele ser un gesto de cariño, amistad o lealtad. El uso de un beso por parte de Judas para traicionar a Jesús añade una capa de traición y engaño al acto. Simboliza la profundidad de la traición, ya que Judas traiciona a Jesús con un gesto que típicamente significa amor y lealtad. No se si puedes captar el simbolismo profundo de este hecho. Este beso fue como una estocada traspasando el corazón de Jesús. Fue una puñalada a su espalda.
¿Cuál fue la recompensa de Judas por su traición? 30 piezas de plata. ¿A caso respeto de parte de los líderes religiosos? Quizás buscaba renombre o posición. Y tú, ¿has traicionado a Jesús? ¿Qué obtuviste por ello? O mejor dicho ¿valió la pena? Y es que a veces, como en el caso de Esau (Génesis 25:27-34) vendemos algo tan valioso por un plato de lentejas. Traicionamos a Jesús por un puesto en el trabajo, por caerle bien a un grupo de personas, etc. Piensa en eso mientras pasamos al siguiente ejemplo que tiene que ver con Pedro. Pareciera que sí es una acción que va de acuerdo con el amor que Pedro le profesaba tenerle a Jesús. Pero no.
La honra de “labios para afuera” de Pedro fue un celo fuera de lugar: sacó una espada cuando Jesús promovió la paz. La historia está llena de este tipo de fanáticos.
Marcos 14:46-47 (NTV) Entonces los otros agarraron a Jesús y lo arrestaron; pero uno de los hombres que estaban con Jesús sacó su espada e hirió al esclavo del sumo sacerdote cortándole una oreja.
En este relato de Marcos, no se nos dice quién fue él que sacó su espada. Pero “una comparación del relato del arresto en los Evangelios muestra cómo algunos detalles se realzaron en el recuento. Marcos, el primer evangelista, dice simplemente que “uno de los que estaban cerca” desenvainó su espada y cortó la oreja al siervo del sumo sacerdote (14:47). Un poco más tarde Mateo 26:51 agudiza la designación de “uno de los que estaban con Jesús”. Más adelante aún, Lucas 22:50 identifica la herida del siervo como “la oreja derecha”; y cerca del final del primer siglo Juan 18:10 ¡Identifica al espadachín como Pedro y da el nombre del sirviente como Malco! ((Comentario del Pilar del Nuevo Testamento).
Entonces, continuemos ahora que sabemos que fue nuestro querido Pedro el que sacó su espada y le cortó la oreja a Malco. Cualquiera diría que este gesto muestra la lealtad de Pedro por Jesús. ¡Lo está defendiendo! Dos cosas erróneas con esta deducción.
La primera, Jesús no necesita que alguien lo defienda. Él es el Todopoderoso y si hubiera querido defensa solo tenía que decir la orden y una hueste de ángeles hubiera luchado por él. Sin embargo, no lo hizo porque esto tenía que pasar para que el plan de Dios se llevara a cabo.
En segundo lugar, Jesús predicó sobre la paz. Él había enseñado que “Dios bendice a los que procuran la paz, porque serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5:9). Por eso es que ante este hecho violento, Jesús le dice a Pedro: “«Guarda tu espada… Los que usan la espada morirán a espada” (Mateo 25:52). El celo de Pedro estaba fuera de lugar: sacó una espada cuando Jesús promovió la paz. Por lo tanto, ir en contra de lo que Jesús enseña en Su Palabra, por muy noble que parezca, es honrarlo falsamente. Es no vivir de acuerdo con lo que profesamos ser: seguidores de Jesús.
Ahora, veamos la reacción de Jesús ante su arresto.
Marcos 14:48-49 (NTV) Jesús les preguntó: «¿Acaso soy un peligroso revolucionario, para que vengan con espadas y palos para arrestarme? ¿Por qué no me arrestaron en el templo? Estuve enseñando allí entre ustedes todos los días. Pero estas cosas suceden para que se cumpla lo que dicen las Escrituras acerca de mí».
Antes de todo, vayamos a la cita bíblica a la que Jesús se refiere aquí:
Isaías 53:12 (NTV) Yo le rendiré los honores de un soldado victorioso, porque se expuso a la muerte. Fue contado entre los rebeldes. Cargó con los pecados de muchos e intercedió por los transgresores.
¡Qué impresionante! Hasta la manera en que iba a ser apresado había sido profetizado y se cumplió tal y como estaba escrito. Aunque Pedro tomó una acción de revolucionario, Jesús iba en contra de la violencia. Su prédica era a favor del amor y la paz. No de la guerra, y por eso es que muchos no lo siguieron. Ellos esperaban a un guerrero fuerte y belicoso. Pero se encontraron con un hombre que enseñó de la humildad y de servir a los demás.
Volviendo a Pedro, creo que él actuó de la manera que lo hizo para mostrar su celo “santo” por Jesús. Quizás, sentía que tenía que probar su fidelidad. Recordemos que Jesús ya le había dicho que él lo negaría 3 veces y lo abandonaría junto con todos los demás discípulos. Él le dijo que jamás, y que hasta su vida estaba dispuesta a dar por él. Pero este es un celo falso porque todo lo que te lleva a actuar en contra de lo que dice la Biblia va en contra de Dios.
Lastimosamente, la historia está llena de este tipo de personas “celosas” por Dios. Son personas que toman medidas revolucionarias en el nombre de Jesús cuando él no está detrás de ellas. Ellos distorsionan el cristianismo para justificar el odio, la violencia y la opresión. Hemos visto ejemplo de esto detras de los bombardeo a una clínica de abortos o detras de la violencia de aquellos que están dispuestos a tomar las armas si su partido político no gana y pierde su candidato que dice defender la justicia, la moral y la ética cristiana. Si, el aborto es pecado. Pero también lo es asesinar. Dios no va a mandar a nadie a cometer asesinato porque va en contra de lo que dice la Bbilia. Recordemos otra vez las palabras de Jesús: “¿Acaso soy un peligroso revolucionario…?” No. No lo fue y tampoco lo somos nosotros en ese sentido. Somos revolucionarios pacíficos porque buscamos una revolución espiritual en que las personas salgan de su pecado a la salvación de Cristo. Nuestra lucha es espiritual y no con armas materiales que dañen a otros.
Por último, tenemos el ejemplo de la traición de todos los discípulos. En este punto tan crucial, demostraron que su honra era de labios para afuera y no del corazón porque…
Todos sus discípulos abandonaron a Jesús y huyeron, incluso después de prometer morir por él. Es vergonzoso, pero es la historia de todos nosotros.
Marcos 14:50 (NTV) Entonces todos sus discípulos lo abandonaron y huyeron.
Esta fue la prueba de fuego para todos los discípulos, no solo para Judas y Pedro. Recordemos el hecho simbólico de participar de la copa en la última cena donde “todos bebieron de la copa” (Marcos 14:23) haciendo un pacto con Jesús. También habían prometido no abandonarlo. Pero: ¡todos lo abandonaron! ¡Su fe fue probada y descubrieron que ellos, al igual que los fariseos lo honraban de labios para afuera!
Marcos 14:51-52 (NTV) Un joven que los seguía solamente llevaba puesta una camisa de noche de lino. Cuando la turba intentó agarrarlo, su camisa de noche se deslizó y huyó desnudo.
El pasaje termina con un joven misterioso cuyas acciones fueron un poco diferentes. No está claro qué tan de cerca conocía a Jesús. Muchos estudiosos de la Biblia creen que podría haber sido Marcos. Nuestro Marcos quien escribió el evangelio de Marcos y el cual hemos estado estudiando por más de un año. Este joven era el único que había quedado y lo seguía de escondida, pero al final también huyó porque casi lo atrapan. ¡Escapó literalmente por un pelo, sin nada! Cumpliendose asi otra profecia;
Amós 2:16 (NTV) En aquel día, los hombres de guerra más valientes dejarán caer sus armas y correrán por sus vidas», dice el Señor.
No sabemos qué tan valiente era este joven, me imagino que algo, porque fue el último que huyó. Así que este es el panorama general: todos sus discípulos abandonaron a Jesús y huyeron, incluso después de prometer morir por él. Jesús está solo. Es vergonzoso, pero es la historia de todos nosotros. Mas esto no solo aplica a los discípulos sino que también a nosotros.
Romanos 3:10-12 (NTV) Como dicen las Escrituras: «No hay ni un solo justo, ni siquiera uno. Nadie es realmente sabio, nadie busca a Dios. Todos se desviaron, todos se volvieron inútiles. No hay ni uno que haga lo bueno, ni uno solo».
En ese “todos se desviaron”, estamos nosotros también. ¿Cuántos de nosotros fallamos la prueba de fuego cuando llega para ver si de verdad amamos y honramos a Dios? Lo abandonamos cuando las cosas se ponen difíciles en nuestras vidas. Lo abandonamos cuando Jesús no nos salva de la situación en la que estamos. Lo abandonamos cuando ya no es cómodo seguirlo. Lo abandonamos cuando no deseamos ser marginados o arrestados. Profesamos amarlo solo cuando nos conviene o estamos recibiendo sus bendiciones. Sin embargo, cuando el momento difícil llega, nuestra reacción es muy diferente a lo que decimos con nuestra boca.
Sin embargo, y para nuestro beneficio, honrar a Dios de labios para afuera no tiene porqué ser el final de la historia. Para los discípulos fue un lapsus momentáneo o sea un error. Lo importante es que terminaron aprendiendo, de primera mano, sobre el perdón.
¿Estás honrando a Dios de los labios para afuera? Si todavía no sabes la respuesta, pregúntate: ¿Qué reflejan tus acciones, no tus palabras acerca de tu relación con Jesús hoy? Y si eres honesto al contestar esta pregunta, entonces encontrarás tu respuesta. y si la respuesta no es la que quieres escuchar, nunca es tarde. Mejor hoy, que aún hay oportunidad de arrepentirse y transformar nuestra vida a que en aquel día nos digan: “apartaos de mí hacedores de maldad, no los conozco”.
Toma la decisión de que tus acciones reflejen tus palabras y vive para Dios. Vive como él quiere leyéndolo en la Biblia. Ese es nuestro manual de vida.
Ver también:
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó la atención?
- Lee los puntos de discusión anteriores como grupo, incluidas las referencias de las Escrituras. ¿Cuáles son sus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cómo has experimentado el dicho de labios para afuera (puro cuento) en casa, en el trabajo, con amigos? ¿Por qué es tan frustrante?
- ¿Por qué Jesús fue tan duro con los fariseos? ¿Qué revelaron sus acciones acerca de sus corazones?
- ¿Alguna vez has experimentado una traición? Comparte si te sientes cómodo. ¿Por qué crees que Judas eligió traicionar con un beso? ¿Qué revela eso sobre su corazón?
- ¿Cómo has visto a los cristianos actuar como Pedro, participando en violencia en el nombre de Jesús? ¿Por qué ese celo está fuera de lugar?
- ¿Cómo te relacionas con los discípulos que abandonaron a Jesús cuando las cosas se pusieron difíciles? Vuelva a leer los pasajes de Romanos. ¿Cómo te alientan?
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?
La santificación y la vida cristiana
Lee el Capítulo 15 de Doctrina cristiana por Wayne Grudem
La obra salvadora de Dios en un individuo no termina con la conversión. La conversión es sólo el comienzo de un proceso de transformación que durará toda la vida a medida que la obra salvadora de Jesús se aplica en el comportamiento y el carácter práctico diario de un cristiano.
La santificación
El proceso continuo por el cual los creyentes se vuelven cada vez más libres del pecado y más parecidos a Cristo se llama santificación. También conocida como “santidad”, la santificación tiene un comienzo definido en la conversión. No aportamos nada a nuestra salvación. Esto es enteramente una obra de Dios, recibida por la fe. Pero la obra de Dios para transformar progresivamente la vida de un cristiano requiere nuestra cooperación con el Espíritu Santo, utilizando los medios que Dios proporciona, para vivir la nueva vida y la nueva identidad que son nuestras a través de la conversión.
Santidad posicional
La santificación o santidad tiene dos aspectos. La santidad posicional se refiere a la posición de los seguidores de Cristo como apartados para pertenecer a Dios. En el Antiguo Testamento, ciertos objetos (Levítico 27:14-17), animales (Deuteronomio 15:19), personas (Éxodo 28:41) o lugares (Éxodo 3:5; Deuteronomio 23:14) se consideraban santos porque estaban apartados para el uso exclusivo de Dios y no estaban disponibles para el uso común. De la misma manera, los seguidores de Cristo han sido apartados o consagrados para pertenecer a Dios (1 Corintios 1:2; Hebreos 10:10). Debido a que la santificación posicional ocurre en el momento de la conversión, el Nuevo Testamento se dirige a todos los creyentes como “santos” o “pueblo santo de Dios” (2 Corintios 2:1; Efesios 1:1), no por su estilo de vida ejemplar, sino como declaración de su condición de pertenencia al Señor.
Santidad práctica
Por el contrario, la santidad práctica se refiere al desarrollo de los cristianos para que se aparten cada vez más del pecado en su experiencia, a medida que crecen en el carácter y la conducta apropiados para el pueblo de Dios (Hebreos 10:14). En este proceso, nos volvemos más como Cristo (2 Corintios 3:18; Romanos 8:29) y más santos en nuestro estilo de vida (Romanos 6:22). El Nuevo Testamento ofrece tres analogías para describir este crecimiento. Primero está el crecimiento de una planta (1 Corintios 3:6-9). En segundo lugar está el crecimiento de un edificio (1 Corintios 3:9-12; Hechos 20:32). En tercer lugar está el crecimiento de un niño (Efesios 4:13-14). El crecimiento en la santidad no es una opción para los cristianos, sino un mandato que refleja la santidad de Dios mismo (1 Pedro 2:13-16).
La santificación nunca se completa en esta vida. Un cristiano nunca alcanza un punto de perfección sin pecado en este mundo. El proceso de santificación sólo se completa cuando esta vida termina, ya sea en nuestra muerte o cuando el Señor regrese. En ese punto, el creyente es glorificado: la etapa final de nuestra salvación y de nuestra santificación (ver Tema 10).
La parte de Dios y la nuestra
La santificación es obra de Dios (1 Tesalonicenses 5:23). El crecimiento en la santidad es imposible sin la obra del Espíritu Santo dentro del creyente. El Espíritu da poder a los creyentes para hacer morir las obras de la naturaleza pecaminosa y realizar buenas obras (Romanos 8:12-13; Romanos 7:4). Él ilumina y fortalece la vida del creyente a través de la Palabra de Dios (Efesios 6:17; Juan 17:17). El Espíritu produce el fruto de una vida cambiada (Gálatas 5:22-23; Filipenses 1:11).
La santificación es también obra del creyente. El crecimiento en santidad implica un ejercicio de nuestra voluntad cuando escogemos participar (Romanos 14:17), de hecho, debemos aplicarnos diligentemente (2 Pedro 1:5-11; Hebreos 12:14) a la santidad – siempre en dependencia del Espíritu Santo (Gálatas 3:3) y en respuesta a la gracia de Dios (Tito 2:11-14). Las opciones que hacen que avancemos a la santificación pueden implicar:
- Lealtad a Dios delante del mundo (1 Juan 2:15-17)
- Entregarse a la voluntad de Dios (Romanos 12:1-2)
- Obediencia (Juan 14:21-24)
- Siguiendo al Espíritu Santo (Gálatas 5:16-25)
- Confiando en Dios (Jeremías 17:5-8)
- Morir a uno mismo (Marcos 8:34-35)
Los medios del crecimiento cristiano
Si bien el Espíritu Santo obra la santificación directamente en los seguidores de Cristo, también usa medios externos para transformar nuestras vidas. Considera tres de esos medios:
- La iglesia (ver Tema 11). Dios usa los oficios (ministerios) de la iglesia para hacernos maduros (Efesios 4:11-13). También usa el ministerio de todo el pueblo de Dios entre sí para ayudarnos a resistir, vencer y recuperarnos del pecado (Hebreos 3:13; Gálatas 6:1-2).
- Las disciplinas espirituales. Estas son prácticas que nos colocan en el camino de la obra interna de Dios, nos abren a la influencia del Espíritu y amplían nuestra dependencia del poder de Dios. Dichas prácticas incluyen la oración, el estudio bíblico, la adoración, el servicio, el dar (ofrenda, diezmo, etc.) y el discipulado de otros.
- El sufrimiento. Dios usa las dificultades y la adversidad para purificar nuestros corazones y hacernos completos en Cristo (Hebreos 12:10-11; Santiago 1:2-4).
El propósito de la vida cristiana
La meta de la vida cristiana no es sólo desarrollar un carácter personal ejemplar. De hecho, la santificación no se centra principalmente en el interior. Uno de los propósitos de la vida cristiana es glorificar a Dios (Efesios 1:13-14). Nuestra adoración, lealtad y obediencia a él (Apocalipsis 5:13; 1 Corintios 6:19-20; Filipenses 1:20) demuestran su dignidad y señala a su honor y grandeza. Otro propósito de la vida cristiana es representar a Dios ante el mundo (Mateo 5:14-16). Los cristianos son testigos y embajadores de Jesús (Hechos 1:8; 2 Corintios 5:19-20), llamados a hacer discípulos que lo sigan (Mateo 28:18-20).
La perseverancia
¿Perseverará un cristiano, una vez salvo, en la fe hasta el final de su vida, o puede un creyente alejarse de la fe?
Una posición sostiene que un cristiano no puede perder su salvación, ya sea por decisiones o acciones conscientes o inconscientes. Esta perspectiva, llamada seguridad eterna, a menudo tiene sus raíces en la visión calvinista de la salvación. Debido a que la salvación se basa en la elección incondicional de Dios, los elegidos nunca serán rechazados, o sea “no escogidos” por Dios. Si una persona puede optar por rechazar a Jesús después de seguirlo, la salvación no depende al fin de cuentas de Dios sino de la voluntad humana. De hecho, Dios promete a su pueblo que su fidelidad los guardará hasta el fin (Juan 6:37-39; Juan 10:27-29; Romanos 8:38-39; Filipenses 1:6). De ello se deduce que los cristianos profesantes que se apartan nunca se convirtieron en realidad, aunque pudieran haber parecido creyentes genuinos (ver Mateo 13:18-23, Mateo 13:24-30).
La posición opuesta, a veces llamada seguridad condicional, está asociada con la visión arminiana de la salvación. Este punto de vista sostiene que la salvación puede perderse a través de acciones y elecciones apóstatas, porque Dios dio a los seres humanos (incluidos los cristianos) la libertad de elegirlo o rechazarlo. La Biblia insta a los creyentes a permanecer fieles (1 Corintios 15:2; Colosenses 1:23; 1 Timoteo 6:20-21), y advierte contra la caída (Hebreos 3:12-14; Hebreos 6:4-6; 1 Corintios 9:27). Un creyente verdadero nunca puede caer, pero aquel que deja de creer ya no tiene la seguridad de la salvación.
Es posible abrazar la seguridad eterna aparte de la visión calvinista de la salvación. La Biblia describe los cambios fundamentales que ocurren a y en una persona en el momento de la conversión. Por ejemplo, una persona se convierte en hijo de Dios (1 Juan 3:1) y una nueva creación (2 Corintios 5:17). La semilla de Dios está plantada dentro del creyente (1 Juan 3:19) y el Espíritu Santo viene a vivir dentro (Efesios 1:13-14). El creyente recibe una nueva naturaleza (Efesios 4) y es vivificado de la muerte espiritual (Efesios 2:4-5). Esto significa que la salvación nunca es sólo una cuestión de que una persona elija (o no elija) seguir a Jesús. Al tratar estos cambios como reversibles, la posición de seguridad condicional minimiza su magnitud y fuerza. Un cristiano regenerado no puede volver a ser no regenerado, como tampoco una mariposa puede volver a ser una oruga, porque la obra de Dios ha cambiado fundamentalmente su naturaleza e identidad.
Independientemente del punto de vista que uno tenga sobre la perseverancia, podemos confiar en la obra transformadora del Espíritu Santo y debemos esforzarnos por crecer más como Jesús mientras vivamos. “Solo los que perseverarán hasta el fin son verdaderamente cristinaos” (Doctrina Cristiana). Cuando esta vida termina, tanto la salvación como la santificación llegan a su fin. El siguiente tema explora lo que sucede después de la muerte, tanto para cristianos como para los no cristianos.
- Explica las diferencias entre salvación y santificación.
- Lee Hebreos 10:8-14. ¿Cómo describe este pasaje la santidad del creyente? ¿Qué está en juego aquí: la santidad posicional o práctica? Explica.
- ¿Pueden los cristianos alcanzar un estado de perfección sin pecado en esta vida? Defiende tu respuesta con la Biblia.
- Lee 1 Tesalonicenses 5:23. ¿Cuál es el papel de Dios en nuestra santificación?
- Lee 2 Pedro 1:5-11. ¿Cuál es nuestro papel en nuestra santificación?
- ¿Cómo Tito 2:11-14 describe nuestra parte y la parte de Dios en la santificación? ¿Cómo es la gracia un incentivo para vivir una vida santa?
- Lee Hebreos 12:5-11. ¿Cómo usa Dios la adversidad para estimular nuestro crecimiento en Cristo? Da un ejemplo de tu propia vida.
- Describe los dos propósitos de la vida cristiana centrados en el exterior.
- Lee Juan 6:37-39. ¿Cómo respalda esto la posición de que los verdaderos cristianos perseverarán en la fe hasta el fin?
- Lee Hebreos 6:4-6. ¿Cómo respalda esto la posición de que los cristianos pueden o no perseverar en su fe?
- ¿Qué visión de la perseverancia te parece más bíblica y por qué? ¿Por qué es importante la posición de cada uno sobre este tema?
Los elementos de la salvación en la teología cristiana
Lee los capítulos 13 y 14 de Doctrina cristiana por Wayne Grudem
En nuestro último tema, nos centramos en aspectos clave de la obra de expiación de Jesús. Este tema analiza más específicamente los resultados de la obra de Jesús en la vida del creyente, resultados conocidos colectivamente como “salvación”.
Definición de salvación
En términos generales, la salvación es la aplicación de la obra salvadora de Cristo a la vida de personas individuales. En esencia, la palabra significa “liberación” o “redención”: siempre que surge una necesidad o un peligro grave y una persona es rescatada de ese peligro. En nuestra relación con Dios, el peligro principal es el pecado. De esto surge una variedad de necesidades secundarias: alienación de los demás, injusticia social, violencia, culpa y vergüenza, y muchas más. Por tanto, la salvación no se limita al perdón de los pecados y a la vida después de la muerte. Implica a toda la persona y todo el alcance del cuidado y la compasión de Dios, tanto ahora como en la eternidad. La salvación significa que los que están lejos son acercados, lo que está roto es reparado, los condenados son absueltos, los heridos son sanados, los moribundos reciben vida, los impuros quedan limpios y los enemigos se vuelven amigos.
Esto sugiere que la salvación tiene aspectos pasados, presentes y futuros. Algunos aspectos de la salvación ya se han aplicado a los creyentes. Otros elementos se relacionan con la obra transformadora continua de Dios en nuestras vidas. Algunas tienen que ver con la vida que vendrá después de nuestra muerte. Entonces, en cierto modo, nuestra salvación es completa e incompleta. Poseemos la salvación, en Cristo, y nada se le puede añadir. Jesús más nada. Sin embargo, todavía no hemos experimentado todo lo que se nos promete en nuestra salvación.
La regeneración
Regeneración significa “nuevo nacimiento”. Implica restaurar y recrear a una persona desde la muerte espiritual a la vida espiritual (Efesios 2:1-5). Este nuevo nacimiento es completamente una obra de Dios a nuestro favor (Juan 1:13). Es un don de misericordia de Dios (1 Pedro 1:3), logrado no por ninguna agencia o esfuerzo humano, ni por cualquier esfuerzo de nuestra parte. La regeneración es necesaria para la salvación, ya que nadie puede entrar en el reino de Dios a menos que “nazca de nuevo” (Juan 3:3-5,7).
Literalmente, la regeneración es el comienzo de una nueva vida como una nueva creación de Dios (Gálatas 6:15; 2 Corintios 5:17). Este nuevo nacimiento es instantáneo. En un momento, una persona pasa de la muerte espiritual a la vida, mientras se crea algo completamente nuevo que invierte sus tendencias naturales (Tito 3:3-5). El nuevo nacimiento nos da esperanza de que los humanos rotos pueden ser transformados y restaurados, a través del poder sobrenatural de Dios que obra en nosotros.
La regeneración es el comienzo de un proceso de crecimiento y desarrollo. Habiendo recibido nueva vida, el creyente responde haciendo morir la vieja vida (Efesios 4:21-22; Colosenses 3:5-9) y elige vivir la realidad de su nueva naturaleza (Romanos 6:4; Efesios 4:23-24; Colosenses 3:10).
La conversión
La conversión marca el comienzo de la vida cristiana. La conversión es la respuesta del individuo a la invitación del evangelio. Se puede considerar como un evento único con dos aspectos inseparables: el arrepentimiento y la fe (Marcos 1:15; Hechos 20:21).
La mejor manera de expresar la palabra bíblica traducida “fe” es “confianza”. La fe es el acto y la actitud de confiar en la fidelidad de Dios, tanto para la salvación inicial como en la relación continua con Dios. La fe es un don dado por Dios (Filipenses 1:29; Efesios 2:8-9) y resulta de escuchar el mensaje del evangelio (Romanos 10:17). A menudo se ha pensado en la fe en tres aspectos coordinados: conocimiento (captar la verdad), asentimiento (estar de acuerdo con la verdad) y confianza (confiar en la verdad o mejor dicho, depender de la verdad). Sin embargo, la fe no es sólo una respuesta a los hechos, sino a una persona.
El arrepentimiento es el acto y la actitud de apartarse del pecado y del yo y volverse hacia Dios, a través de Jesucristo (2 Corintios 12:21; Apocalipsis 2:21-22). No hay salvación sin arrepentimiento. El arrepentimiento no es simplemente sentir pena por el pecado (2 Corintios 7:10), pero es una decisión fundamental que orienta nuestro corazón hacia Dios, tanto para la salvación inicial como en una relación continua con Dios. La validez del arrepentimiento de cualquier persona eventualmente será demostrada por un cambio de vida (Hechos 26:20).
La conversión verdadera es instantánea, pero vista desde una perspectiva humana, puede que no sea posible determinar con precisión cuándo ocurrió. En algún momento, una persona responde al evangelio con arrepentimiento y fe y Dios le da vida. Pero la realidad de esa conversión puede no ser evidente hasta mucho más tarde, cuando comience a dar frutos.
La justificación
Los seres humanos tenemos dos problemas como resultado del pecado y la caída. Primero, nuestra naturaleza está corrompida por los efectos del pecado. El pecado ha contaminado nuestro carácter moral. Este problema se responde mediante la regeneración (explicado anteriormente). En segundo lugar, caemos bajo culpa y condenación porque hemos violado la ley de Dios. Este problema se responde con la justificación, que es “la declaración de Dios de que somos justos ante sus ojos”.
En la justificación, el veredicto de Dios sobre nosotros cambia de la culpa a la absolución. Por un lado, nuestros pecados son perdonados. Llevada por Jesús en nuestro lugar, la pena del pecado es eliminada como un acto de la pura gracia de Dios (Romanos 3:23-24). Así, el perdón de los pecados está en el centro de la misión de Jesús (Mateo 26:28; Hebreos 9:22) y de la misión que encomendó a sus discípulos (Lucas 24:47; Juan 20:23).
Por otro lado, Dios nos acepta como justos. El perdón nos lleva a una posición neutral ante Dios. Sin embargo, para que Dios no sólo nos declare “inocentes” sino justos, la propia justicia de Cristo es imputada (término legal que significa “atribuida”) a nuestra cuenta (Romanos 5:18-21;2 Corintios 5:21). En otras palabras, Dios nos considera justos según nuestra fe en Jesús (Romanos 4:4-5; Filipenses 3:7-9). La justificación elimina el juicio eterno que nuestro pecado merece, pero aún podemos sufrir por nuestro pecado en esta vida, por ejemplo: en nuestras relaciones.
La adopción
En el Tema 7, tocamos la reconciliación. A través de Jesús, hemos sido transferidos de una posición de alienación y hostilidad a una de aceptación y favor. La metáfora más destacada de la Biblia para la reconciliación es la relación entre padres e hijos. Aquellos que confían en Cristo ahora son vistos como hijos y herederos de Dios, en virtud de una adopción espiritual (Juan 1:12; Efesios 1:5; Romanos 8:15).
La adopción ocurre al mismo tiempo que la regeneración, la conversión y la justificación. Si bien la justificación no implica ninguna relación personal, la adopción nos convierte en destinatarios del cuidado paternal de Dios (Mateo 7:9-11) ya que somos bienvenidos a la intimidad con él (Romanos 8:15-17). Ahora tenemos una relación con Dios que no se define por la compulsión u obligación, sino por el amor (Gálatas 4:4-7).
La vida eterna
La muerte espiritual y física son consecuencias del pecado humano, por lo que no sorprende que la salvación a menudo se enmarque como “vida” o “vida eterna”. Esto suele estar relacionado con la futura resurrección de los creyentes (Juan 5:21; Tito 3:7). Pero la vida eterna no se limita a un futuro post-mortem (después de muerto) en el cielo. Es una calidad de vida que comienza en este mundo (Juan 5:24; 1 Juan 3:14), cuando una persona viene a Jesús (Juan 3:15-16; Juan 20:31; 1 Timoteo 1:16; 1 Juan 5:11-12), como aquel que da esta vida (Juan 5:39-40; Juan 8:12; Juan 10:10,28).
Unión con cristo
La Biblia se refiere repetidamente a los cristianos usando la frase “en Cristo” o “en el Señor” (Romanos 16:9; 1 Corintios 7:22; Gálatas 3:28; Efesios 2:10; Filipenses 4:7; 2 Timoteo 2:1). Por ejemplo, cualquiera “en Cristo” es una nueva creación (2 Corintios 5:17). Dios nos ha bendecido y elegido “en Cristo” (Efesios 1:3-4).
Al mismo tiempo, la Biblia habla de que Cristo está en el creyente. “Cristo vive en ustedes”, dice Pablo, “Eso les da la seguridad de que participarán de su gloria” (Colosenses 1:27). Él declara: “Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gálatas 2:20). En esta unión, la vida de Jesús fluye en la nuestra, por la fe, renovando nuestra naturaleza interior y produciendo su fruto a través de nosotros (Juan 15:5).
La obra de Jesucristo tiene beneficios asombrosos en la vida de quienes acuden a él con arrepentimiento y fe. Pero su obra salvadora no termina con nuestra conversión inicial. La obra de Cristo tiene efectos continuos para transformar nuestras vidas, que exploraremos en el Tema 9: La vida cristiana.
- Lee 1 Pedro 1:3-5. ¿Qué quiere decir el autor con “salvación” en este pasaje? Identifica y explica los elementos de la salvación que se mencionan aquí.
- Lee Tito 3:3-7. Identifica y explica los elementos de la salvación que se mencionan aquí.
- Lee Romanos 3:19-26. Identifica y explica los elementos de la salvación que se mencionan aquí.
- Lee Romanos 8:15-17. Explica el concepto de “adopción”.
- Lee Juan 5:21-14. ¿Qué dice Jesús sobre la vida eterna?
- Lee Gálatas 3:26-29. ¿Qué significa estar “unido con Cristo”?
- Lee Romanos 10:9-13. ¿Qué dice este pasaje acerca de la conversión?
- Lee Efesios 2:1-10. Identifica y explica los elementos de la salvación que se mencionan aquí. ¿Qué dice este pasaje acerca de la conversión?
- Lee Hechos 26:15-23. En su discurso al rey Agripa, ¿cómo describe Pablo los elementos de la salvación y la conversión?
La Doctrina Bíblica de la Expiación
Lee los capítulos 10 y 12 de Doctrina cristiana por Wayne Grudem
Cuando la humanidad se rebeló contra Dios, el amor de Dios lo obligó a actuar en nuestro favor para restaurar la relación rota por el pecado. Lo hizo enviando a su Hijo, Jesucristo, para llevar a cabo la expiación.
Aspectos de la expiación
La palabra “expiación” originalmente significaba “unificación”, o estar en armonía con alguien. En las traducciones de la Biblia, la palabra captura un concepto multifacético que refleja varias palabras bíblicas clave. En el fondo está la idea de que los seres humanos pueden reconciliarse con Dios a través del sufrimiento sacrificial y la muerte de Jesucristo.
Sacrificio
El primer problema que aborda la expiación es que merecemos morir como castigo por el pecado. Esto se representa vívidamente en el sistema de sacrificios del Antiguo Testamento, donde el pecado requería la muerte. Cada vez que ocurría una ofensa contra la ley de Dios, se mataba un animal en lugar del pecador para corregir la ofensa (Levítico 4:13-14; Levítico 5:5-6). El libro de Hebreos deja claro que estos sacrificios apuntaban al sacrificio supremo que Jesús hizo en la cruz. Se le representa como el Sumo Sacerdote que entra al Lugar Santo del templo de Dios para ofrecer un sacrificio por los pecados (Hebreos 2:17). Sin embargo, el sacrificio no es un toro o un macho cabrío, sino su propia sangre vital. En esta imagen, Jesús es a la vez el sacerdote y la ofrenda (Hebreos 9:11-12).
Propiciación
El segundo problema que aborda la expiación es que merecemos soportar la ira de Dios contra el pecado. La ira de Dios es su animosidad establecida hacia el pecado. La ira es lo que nuestro pecado y rebelión merecen de un Dios Santo. La propiciación significa que la ira de Dios se evita ofreciendo un regalo. Ese regalo es proporcionado por Dios mismo (1 Juan 4:10) en la persona de Jesús (1 Juan 2:2), quien gratuitamente se ofreció a sí mismo como sacrificio de propiciación por nosotros derramando su sangre (Romanos 3:25).
Redención
La tercera necesidad que aborda la expiación es que somos esclavos del pecado y del reino de Satanás. Jesús compró nuestra libertad del reino de las tinieblas (Colosenses 1:13-14) y nos transfirió a su propio reino. En su gracia, Dios compró nuestra libertad del pecado y de la vida vacía común a la humanidad, a través del sacrificio de Jesús (Efesios 1:7; 1 Timoteo 2:6; 1 Pedro 1:18-19).
Reconciliación
La expiación también aborda el problema de que estamos separados de Dios. El pecado nos ha alejado de Dios y nos ha convertido en sus enemigos. Pero la muerte de Cristo pone fin a la enemistad y trae paz. Dios nos hizo volver a sí mismo por medio de Cristo (2 Corintios 5:18) para que seamos amigos de Dios (Romanos 5:10-11).
Sustitución
Todos estos aspectos de la expiación sugieren fuertemente que la muerte de Cristo fue un sustituto de la nuestra. Jesús murió por nosotros (Gálatas 1:4; Efesios 5:2) y en nuestro lugar (2 Corintios 5:21; Hebreos 9:28). Él llevó nuestros pecados (1 Pedro 2:24; Isaías 53:5-6) para apartar de nosotros la ira de Dios, liberarnos del pecado y eliminar la causa de enemistad entre nosotros y Dios.
Doctrina de la elección
Una cuestión importante y desafiante en la teología cristiana tiene que ver con cómo y a quién aplica Dios la expiación de Jesús a la vida de las personas. Dominan dos perspectivas: la calvinista (reformada) y la arminiana. Los dos grupos difieren sobre si el sacrificio expiatorio de Jesús fue hecho por todos los seres humanos o sólo por aquellos elegidos por Dios para la salvación. En el centro de este debate está la doctrina bíblica de la elección. Ambos grupos creen en el llamado y la elección de Dios (Romanos 8:30; Efesios 1:4-5), pero difieren en lo que significan esos conceptos.
La posición calvinista comienza con la premisa de que todo ser humano nace espiritualmente muerto a causa del pecado (Efesios 2:1). Nuestra naturaleza pecaminosa es completamente hostil a Dios (Romanos 8:7). Esto hace que los humanos sean totalmente incapaces de acercarse a Dios. Dios debe hacer que una persona esté espiritualmente viva primero, antes de que pueda apreciar o responder a la obra de Cristo (Hechos 13:48).
Los arminianos están de acuerdo en que los humanos son incapaces de responder a Dios por sí solos y requieren un acto de Dios para recibir el evangelio. Pero argumentan que Dios proporciona una forma de gracia (“gracia preveniente”) a toda la humanidad que supera nuestra incapacidad humana inherente, de modo que cualquiera pueda elegir libremente a Dios si así lo desea.
Los calvinistas sostienen que, debido a que los humanos no pueden contribuir en nada a su propia salvación (Efesios 2:8), sólo los elegidos por Dios pueden salvarse. Dios eligió a las personas para la salvación incondicionalmente, no basándose en ningún atributo dentro de ninguna persona, sino solo en su propia decisión (Efesios 1:5; Romanos 9:15-16). Dios interviene en la vida de una persona de tal manera que su elección soberana de ella se refleja a fin de cuentas en su propia elección de seguirlo voluntariamente. Así, cuando Dios llama a alguien a la salvación, el llamado es eficaz. Esa persona será salva.
Los arminianos creen que Dios desea que todas las personas sean salvas (1 Timoteo 2:3-4; 2 Pedro 3:9), no sólo un número preseleccionado. Entonces Dios elige a aquellos que serán salvos, no sobre la base de su voluntad soberana, sino según su conocimiento previo (Romanos 8:29). En otras palabras, Dios ha elegido a aquellos que sabía de antemano que creerían en él. Así, cuando Dios llama a alguien a la salvación, es un llamado general a todos, que las personas pueden aceptar o rechazar.
Estos conceptos se relacionan con la expiación porque los calvinistas creen que Jesús murió sólo por aquellos que realmente serían salvos: los elegidos. Los arminianos creen que Jesús murió por todos, pero sólo aquellos que aprovechen su sacrificio expiatorio serán salvos. Los calvinistas citan pasajes que sugieren que la obra de Jesús se aplica sólo de manera restringida (1 Juan 10:14-15; Efesios 5:25), mientras que los arminianos se centran en pasajes que hablan de la muerte de Jesús de manera más universal (Juan 1:29; Hebreos 2:9; 1 Juan 2:2)
Al final, las diferencias entre calvinistas y arminianos parecen grandes. Pero, en general, ambos grupos están de acuerdo en el mensaje básico del evangelio que captura lo esencial de la expiación de Jesús.
Definiendo el evangelio
La palabra “evangelio” traduce la palabra del Nuevo Testamento que significa “mensaje de Buenas Nuevas” o “Buena Noticia”. El contenido esencial de este mensaje es Jesús (Romanos 16:25). Él es a la vez el Mesías y el Hijo de Dios, ahora resucitado de entre los muertos y Señor de todos (Romanos 1:1-4; 2 Timoteo 2:8). El evangelio nos cuenta cómo Dios salva a los pecadores para que estemos bien con él (hacernos justos) (Romanos 1:16-17). Promete que aquellos que creen en Cristo serán incluidos en su pueblo y se les promete una herencia eterna (Efesios 1:12-13). El evangelio es la Buena Noticia de que Dios nos salvó a una nueva vida, no porque lo merezcamos, sino por su gracia. Jesús nuestro Salvador vino para romper el poder de la muerte y abrir el camino a la vida y la inmortalidad (1 Timoteo 1:8-11). En resumen, el evangelio es el mensaje esperanzador de que Jesús proporciona el remedio para nuestro pecado, tanto en esta vida como en la eternidad, para todos los que simplemente creen.
La Biblia amplía significativamente este mensaje central para proclamar lo que Dios ha hecho por los pecadores, como exploraremos en el Tema 8.
- ¿Cómo te ha ayudado este tema a apreciar la obra de Jesús más que antes? Da un ejemplo.
- Lee Hebreos 9:6-12. ¿Qué nos dice el sistema de sacrificios del Antiguo Testamento sobre el sacrificio de Jesús?
- Nombra los cuatro problemas humanos que aborda la expiación de Jesús. ¿Cómo resuelve cada uno su muerte en la cruz?
- Lee 2 Corintios 5:18-21. ¿Cómo definirías la “reconciliación”? Habiendo recibido este don, ¿cuál es la respuesta natural del cristiano?
- Según los textos bíblicos, ¿qué enfoque de la expiación le resulta más convincente: el calvinismo o el arminianismo? Defiende tu respuesta.
- ¿Sientes lo mismo sobre la doctrina de la elección? ¿Por qué o por qué no?
- Lee Efesios 1:3-14. ¿Cómo entendería un calvinista este pasaje? ¿Cómo lo entendería un arminiano de manera diferente?
Las buenas y malas noticias sobre la humanidad
Lee los capítulos 7 y 8 de Doctrina cristiana por Wayne Grudem
La Biblia presenta la condición humana como una paradoja (una paradoja es una idea, hecho o proposición que contradice la lógica o infringe el sentido común) entre dos factores. Dios creó hombres y mujeres con gran capacidad y potencial. Sin embargo, la humanidad rechazó a Dios y cayó en una condición de gran oscuridad moral y espiritual. En este mundo, los seres humanos se definen por ambos; la oscuridad moral y espiritual.
Los seres humanos tal como fueron creados
La humanidad no es el producto de algún proceso impersonal, sino que es la creación directa de Dios y la evidencia más elevada de la obra de Dios (Salmos 139:14). La creación de Dios de la humanidad a partir de un conjunto de padres originales garantiza la unidad de todas las personas (Génesis 3:20; Hechos 17:26). También diferencia a los humanos de cualquier otro organismo vivo.
La imagen de Dios
Después de crear todo lo demás, Dios decidió hacer al ser humano a su imagen y semejanza (Génesis 1:26-27). Esto significa que la humanidad es como Dios y representa a Dios. Ciertamente, Dios tiene ciertas cualidades que los humanos nunca poseeremos. Sólo Dios es autoexistente, increado, omnisciente, todopoderoso e independiente. La imagen de Dios no significa que seamos divinos o que seamos intrínsecamente el mismo tipo de ser que Dios.
Pero los seres humanos son como Dios en otros aspectos. Esta semejanza no es física. Dios no tiene un cuerpo. Pero al igual que Dios (y a diferencia de los animales), poseemos facultades morales, espirituales, mentales y relacionales. Como reflejo de la naturaleza de Dios, los humanos son racionales e inteligentes, capaces de una comunicación compleja, creativos, apreciadores de la belleza, capaces de elegir entre el bien y el mal, decididos y capaces de tomar decisiones significativas.
Otro aspecto de la imagen de Dios es la comisión que Dios le dio a los humanos de “gobernar” el resto de la creación (Génesis 1:28). Como portadores de su imagen, los seres humanos son co-gobernantes de este mundo, bajo Dios, con la responsabilidad de liderar y gobernar todo lo demás que Dios ha creado.
La imagen de Dios en los seres humanos es una realidad presente a pesar del pecado humano (Génesis 9:5-6; Santiago 3:9). Sin embargo, la forma en que nos parecemos a Dios y nuestro co-gobierno bajo Dios están estropeados, oscurecidos y torcidos por el pecado.
La imagen de Dios es la razón por la cual los animales y las plantas no tienen el mismo valor que los humanos. También es la razón por la que todo ser humano tiene un valor intrínseco, independientemente de sus rasgos o circunstancias personales. Esto cambia la forma en que vemos a los demás. El asesinato, el abuso infantil, el aborto, la esclavitud, la explotación, los prejuicios y otros comportamientos están mal porque violan la dignidad de los seres humanos hechos a imagen de Dios.
La composición de las personas humanas
La Biblia usa varios términos para describir los aspectos internos y no físicos del yo de una persona. Las opiniones modernas suelen ver a los humanos como compuestos de cuerpo, alma y espíritu, o simplemente cuerpo y alma. El lenguaje bíblico es más rico que esto. El Antiguo Testamento describe el yo interno con palabras traducidas como “alma” (nephesh), “espíritu” (ruach) y “corazón” (lebab). El Nuevo Testamento usa las palabras “alma” (psyche), “espíritu” (pneuma), “corazón” (kardia) y “mente” (nous). Estas palabras no siempre corresponden con precisión con los puntos de vista contemporáneos, y no coinciden en la forma en que se usan los términos en la Biblia. Por eso deberíamos dudar en hacer que las categorías bíblicas se ajusten a las perspectivas actuales. La Biblia es bastante clara en cuanto a que el aspecto interior de los seres humanos es real y no es sólo una extensión del cuerpo.
La humanidad como hombre y mujer
Dios creó a los seres humanos como varón y mujer (Génesis 1:27). Si bien la expresión de género se ve afectada por la cultura, en realidad sólo existen estos dos géneros. Tanto hombres como mujeres son iguales en valor, porque ambos géneros expresan igualmente la imagen de Dios (Génesis 1:27). Sin embargo, sus roles prácticos en el hogar y en la iglesia difieren (Tito 2:1-8; 1 Timoteo 2:12). Al final, hombres y mujeres son mutuamente interdependientes y complementarios (Génesis 2:18, 21-23; 1 Corintios 11:11-12). Cada uno está llamado a someterse al otro, pero cada uno de manera diferente (Efesios 5:21-25).
Los humanos como caídos
Aunque los seres humanos somos obra de Dios, creados a su imagen, no somos lo que Dios quiso que fuéramos. También estamos profundamente afectados por la influencia del pecado.
La definición del pecado
El pecado puede definirse como cualquier incumplimiento de la ley moral de Dios en acto, actitud o naturaleza, ya sea activa o pasiva. Es cualquier momento en que confiamos y seguimos nuestros propios caminos en lugar de los caminos de Dios. Como tal, todo pecado está dirigido al fin y al cabo contra Dios (Salmos 51:4). El pecado ciertamente tiene consecuencias para quienes nos rodean, pero en esencia es un fracaso ante Dios. Pero el pecado no consiste sólo en acciones (o en no actuar). Es una condición que afecta nuestros corazones (Romanos 1:21) y mentes (1 Timoteo 6:5), de hecho, todo nuestro ser.
El pecado es una idea tan omnipresente en las Escrituras que la Biblia usa muchas palabras para describirlo: infidelidad (Levítico 6:2), desobediencia (Efesios 2:1), rebelión (Éxodo 32:9), injusticia (Hechos 24:15), desenfreno (Romanos 6:19), desviarse (Job 23:11), culpa (Romanos 3:19), caer (Gálatas 5:4), maldad (1 Juan 1:9), injusticia (Salmo 7:3), mundano (Tito 2:12), perversión (Filipenses 2:15), y más.
El origen del pecado
Los primeros humanos vivieron en íntima relación con Dios (Génesis 3:8). Pero tentados a dudar de la bondad de Dios (Génesis 3:1-5), optaron por desobedecer su prohibición (Génesis 2:16-17; Génesis 3:6). Su acto de rebelión despertó en ellos un sentimiento de culpa y vergüenza (Génesis 3:7), los alejó de Dios (Génesis 3:10), creó enemistad entre ellos (Génesis 3:15), sometió a toda la creación a una maldición (Génesis 3:17; Romanos 8:20), e introdujo la muerte en el mundo (1 Corintios 15:22). Desde que el pecado entró en el mundo a través de nuestros primeros padres (Romanos 5:12), todos los seres humanos ahora están sujetos al pecado y participan del tal (Romanos 3:10-20; Romanos 3:23).
Las consecuencias del pecado
Los efectos del pecado pueden considerarse en tres categorías. Primero, en nuestra relación con Dios, el pecado resulta en el desagrado divino (Romanos 1:18; Efesios 5:6), alienación y separación de Dios (Colosenses 1:21), culpabilidad ante la ley de Dios (Romanos 3:19), castigo (2 Tesalonicenses 1:7-9; 2 Pedro 2:9), y la muerte eterna (Romanos 6:23). Luego, dentro de un individuo, el pecado hace que esté espiritualmente muerto (Efesios 2:1), esclavizado (Romanos 6:17), moralmente en oscuridad (Efesios 4:18), depravado (Efesios 4:19), de corazón duro (Hebreos 3:13), egocéntrico (Santiago 3:16) y engañoso (Jeremías 17:9). Finalmente, cuando se trata de nuestras relaciones con otras personas, el pecado resulta en conflicto (2 Corintios 12:20; Gálatas 5:20), explotación (Proverbios 22:22), rechazo de la autoridad (Romanos 1:30), y la incapacidad de amar (Romanos 1:31).
El pecado y la culpa heredados
Cada persona es responsable de sus propios pecados (Apocalipsis 20:12). Pero también estamos sujetos a las consecuencias del pecado original de Adán y Eva. Primero, todo ser humano comienza su vida en una condición de muerte espiritual y corrupción (Efesios 2:1-3) y en un estado de alienación de Dios (Romanos 5:10), ambos heredados de Adán (Romanos 5:12). Además, debido al pecado de Adán, nacemos bajo una sentencia de condenación (Romanos 5:16). Esto se debe a que Adán, a la cabeza de la raza humana, representa a todos los seres humanos ante Dios (Romanos 5:19). De manera similar, Jesús está a la cabeza de una humanidad nueva y redimida. Sus acciones representan a todos los seres humanos que depositan su confianza en él (Romanos 5:17-19). Así como Dios atribuye la justicia de Jesús a sus hijos espirituales (2 Corintios 5:21), el pecado de Adán fue imputado a sus descendientes físicos.
El pecado hace que la condición humana sea desesperada. Pero Dios tomó medidas para satisfacer la profunda necesidad de la humanidad, como exploraremos en el Tema 7: La expiación.
- Lee Génesis 1:26-28. ¿Qué significa ser hecho a imagen de Dios? ¿En qué nos parecemos o nos diferenciamos de los animales? ¿En qué nos parecemos o nos diferenciamos de Dios?
- ¿Cómo crees que comprender la imagen de Dios podría cambiar tu forma de pensar y actuar hacia las personas que son diferentes a ti?
- Lee Génesis 3:1-24. ¿Qué es el pecado? ¿Qué nos enseña el origen del pecado sobre la naturaleza y las consecuencias del pecado? ¿Qué nos enseña este episodio acerca de Dios?
- Lee Efesios 2:1-3. ¿Cómo se describe la condición humana en este pasaje? ¿Qué significa estar espiritualmente muerto debido al pecado?
- Lee Efesios 4:17-19. ¿Cómo se describe aquí la condición humana?
- Lee Romanos 3:9-20. ¿Qué añade esto a nuestra comprensión del pecado?
- Lee Romanos 5:12-19. ¿De qué manera afectó el pecado de Adán a todos los seres humanos?
- En tu opinión, ¿qué versículos de la Biblia describen más claramente las consecuencias del pecado humano?