Equipos y Liderazgo

En este tema te ayudaremos a descubrir cómo puedes convertirte en un hacedor de discípulos (mentor) usando las herramientas de buscadedios.org

Esta es la lección 2 de 3 en la serie Entrenamiento para el mentor.


En esta lección te ayudaremos a descubrir cómo puedes convertirte en un hacedor de discípulos (mentor) usando las herramientas de buscadeDIOS.org.

La iglesia existe para hacer discípulos. Todos conocen la misión. Pero

cuando se trata de la estrategia, la iglesia moderna está bellamente confundida. ¿Cómo se supone que un fiel seguidor de Jesús mentoree a los demás? Esta lección te mostrará cómo.

Invita e invierte

Discipular a alguien es hablar la verdad en amor, un tema a la vez. Es transferir valores y verdad de una manera que sea relacionalmente sensible a la persona que la recibe. No se trata sólo de compartir el evangelio con alguien. Se trata de tener la voluntad de caminar intencionalmente con alguien desde donde están hasta que estén listos para avanzar al siguiente paso en la búsqueda de Dios. Pero para comenzar se necesita una invitación. Sugerimos compartir temas de nuestro sitio con un ofrecimiento sencillo de hablar sobre ello. Cuando la persona esté lista para hablar, puedes comenzar a invertir en ellos a través de una relación de mentoría.

La habilidad de mentorear

Los hacedores de discípulos se hacen, no nacen. El ser mentor es una habilidad que puedes desarrollar como cualquier otra habilidad que valga la pena tener. En los términos más sencillos, el ser mentor consiste en compartir la verdad correcta en el momento adecuado. Esa es la idea detrás de las herramientas de buscadeDIOS.org. Nuestra biblioteca está diseñadas para empoderar las conversaciones un tema a la vez. Así es como funciona.

Paso 1: Encuentra un tema. Considera a las personas que estás tratando de ayudar. ¿De qué temas se beneficiarían? Si no están abiertos a temas basados ​​en la Biblia, comienza con algún otro tema. Decir la verdad en amor significa que tu comenzarás con algo para lo cual las otras personas estén lista. Esto construye una relación significativa y eventualmente te da el derecho de compartir la verdad sobre otros temas. Si estás mentoreando a alguien que ya es cristiano, elije temas de buscadeDIOS.org para ayudarlos a ir en “círculo completo” en la fe. Aprenderemos más sobre eso en la próxima lección.

Paso 2: Aprende sobre el tema. Esto es importante. Comparte el enlace con la persona o el grupo al que estás mentoreando. Esto te da tanto a ti como a ellos la exposición al tema antes de tener una conversación. Les da la oportunidad de prepararse y tomar responsabilidad de su crecimiento. Y da al Espíritu Santo la oportunidad de preparar sus corazones para un encuentro poderoso.

Paso 3: Explórenlo juntos. Esta es la conversación de mentoría real. Reunirse en persona o por teléfono y desempaquetar el tema. Utiliza las preguntas en la parte inferior de la lección según sea necesario. No sólo predícale a la persona; haz muchas preguntas. Eso es lo que Jesús hizo. Recuerda que simplemente estás tratando de ayudar a la otra persona a descubrir la verdad sobre ese tema en particular.

Y eso es todo. La habilidad de hacer discípulos (mentoría) se reduce a cubrir los temas adecuados en el momento adecuado para las personas que estás tratando de ayudar. La mentoría no es difícil, pero sí requiere un compromiso. Mantenlo simple. Mantente comprometido. Haz tu parte. Mientras más mentoría hagas, mejor serás en ello.  Cuanto más mentorees, mejor lo harás.

[Relacionado: Cómo funcionan los grupos y la mentoría: compromisos básicos]

Construyendo tu “lista de mentoría”

La mejor manera de avanzar realmente en la mentoría es comenzar a trabajar en tus tres “listas de mentoría”. Toma un papel y crea las listas en columnas. La “Lista negra” contiene los nombres de las personas a las que te gustaría ayudar algún día. La “Lista activa” incluye los nombres de las personas que estás discipulando en forma semanal o mensual. La “Lista pasiva” es para las personas que ya no estás mentoreando y que posiblemente ya se han convertido en mentores. Pon los nombres verdaderos en el papel, empezando por tu Lista negra. Con el tiempo deberías ver movimiento conforme las personas cambian de una lista a la siguiente.

[Relacionado: Empoderando mentores hasta la enésima generación]

Involucrar a alguien de tu Lista negra es sencillo. Envíales un tema interesante de buscadeDIOS.org, y simplemente invítalos a hablar del tema. Si no están listos, simplemente sigue orando por ellos. Envía un tema nuevo semanal o mensualmente, junto con una palabra de aliento. Eventualmente, las semillas sembradas darán fruto. Hazlo por cada nombre en tu Lista negra, y pronto tendrás conversaciones que cambiarán vidas.

[Relacionado: Qué hacen los mentores | Entrenamiento para el mentor #3]

Preguntas para comentar:

  1. Preparación: Ver el video juntos o invita a alguien para resumir el tema.
  2. ¿Cuál es tu reacción inicial al video/artículo? ¿Está de acuerdo con alguna parte? ¿Qué  saltó a la vista?
  3. ¿Quién te mentoreo? ¿Cómo conociste a esta persona?
  4. Si no es tu ejemplo, ¿cuál es un ejemplo de una relación de mentoría grandiosa que hayas visto? ¿Cómo viste al mentor y al mentoreado crecer juntos?
  5. Da algunos ejemplos de cómo se verían diferentes tipos de mentoría.
  6. ¿Qué pasaría con la Iglesia cristiana si la generación actual simplemente eligiera no hacer mentoría / discipular a otras personas?
  7. ¿Qué tan preparado deberías estar para dar mentoría? ¿Crees que esta norma se aplica a todos? Explica.
  8. Llévatelo: Escribe una medida de acción personal basada en esta conversación.

Herramientas ministeriales:

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