Equipos y Liderazgo

Ya sea con Dios, la familia o el trabajo – pueda que sea difícil equilibrar y administrar tu tiempo como líder. Aquí hay 4 reglas para recordar…

El video es adaptado del canal de YouTube de Ideas Para Lideres.

Ya sea con Dios, la familia o el trabajo – pueda que sea difícil equilibrar y administrar tu tiempo como líder. Aquí hay 4 reglas de recordar si quieres tener una vida organizada sabiendo administrar tu tiempo:

Regla #1: Las cosas que verdaderamente importan van en primer lugar.
Decídete por las cosas verdaderamente importantes de acuerdo a tus valores y tu misión. Estás son “las piedras grandes”. Ten una visión para lo que es más importante en tu vida, la familia, lugar de trabajo, y la iglesia o ministerio. Estas son las cosas que querrás hacer en primer lugar. Si eres un seguidor de Jesús, tendrás que dar prioridad a tu relación con Cristo. Es muy fácil pasar nuestro tiempo en lo que sale durante el dia. Analiza las interrupciones y las cosas que roban tu tiempo; hacer cualquier cosa que surja durante el día rompe esta primera regla.

Regla #2: Haz las cosas urgentes después.
Estas cosas son “las piedritas”. Representan cosas como la casa, el carro, etc. La vida parece que nos inunda con una gran cantidad de asuntos urgentes que son sensibles al tiempo. Una vez que hayas decidido cuáles son las cosas que más valoras y estás invirtiendo tiempo en las cosas importantes, entonces tendrás que hacer las cosas urgentes.

Regla #3: Todo lo demás va por último.
Esta es la arena, y representa todo lo demás en nuestra vida. Son las cosillas que en que gastamos el tiempo pero que no son esenciales para vivir. Sí te ocupas de estas cosas primero, jamás tendrás tiempo para las cosas importante. Jamás le darás tiempo a Dios, ni a tu familia, ni a tu ministerio.

Por último, te dejamos con dos consejos para que puedas administrar mejor tu tiempo (estos consejos no están en el video):

Consejo #1: Delega siempre que sea posible
Ya sea que estés en el trabajo, en casa, o involucrado en un equipo del ministerio, hay cosas que puedes delegar a otros. Delegar no se hace sólo por el hecho de liberar el horario de uno, sino para ayudar a otros a crecer, madurar y desarrollar habilidades. Delegar implica capacitar a otros y pasar tiempo enseñándole a alguien para hacer el trabajo correctamente. Delegar y compartir responsabilidades ayudará a que las personas se sientan conectados entre sí y que son parte de un equipo.

En casa, asegúrate de que los demás sepan cual es la misión como una familia y deja que ellos se involucren en el cumplimiento de la misión. No hagas todo el trabajo tú mismo. Distribuirlo les da una oportunidad para madurar debido a que maduramos sirviendo a los demás. Que sepan que son valorados por la ayuda que prestan a la familia.

Consejo #4: Aprende a decir que no.
Habrá momentos en los que tienes que decir amablemente y con amor “no”. Si has decidido que lo que te están pidiendo que hagas no es realmente importante, y no es algo que es urge, y no es algo que realmente necesitas hacer o no tiene tiempo para hacerlo, lo mejor es decir que no. Decir no requiere práctica, pero asegúrate de saber cuándo decir no en tu lugar de trabajo, tu casa, y en términos de ministerio en la iglesia.

Preguntas para comentar:

  1. Preparación: Ver el video juntos o invita a alguien para resumir el tema.
  2. ¿Cuál es tu reacción inicial al video/artículo? ¿Está de acuerdo con alguna parte? ¿Qué  saltó a la vista?
  3. Tómate tu tiempo y habla acerca de tus valores y misión para que puedas decidir lo que es verdaderamente importante en esta etapa de tu vida. Sigue pensando en esto más y considera escribirlo en un diario y compártelo con tus familiares, compañeros de trabajo y equipo de ministerio cuando sea apropiado.
  4. ¿Qué es algo que puedes delegar a otros, ya sea en el trabajo, en casa o en la iglesia?
  5. ¿Tienes problemas para decir no a otros? Si es así, ¿por qué crees que es así? ¿Qué es un paso que puedes tomar para ganar confianza al decir que no?
  6. Si no tienes problemas para decir no a los demás, ¿cómo puedes ser sensible a aquellos que tienen problemas para decir que no?
  7. Llévatelo: Escribe una medida de acción personal basada en esta conversación.

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