Fe y Crecimiento

Todos estamos sedientos por algo o alguien, así que tratamos de saciar nuestra sed por nosotros mismos, pero la única manera que seremos satisfechos es aceptando la ayuda de fuera.

Esta es la parte 2 de 3 en la serie Yo elijo.


¿Alguna vez ha tomado el tiempo para preguntarte, ¿de qué estoy sediento? ¿Estoy sediento de aceptación, amor, matrimonio, hijos, perdón, dinero, seguridad, posición, placer, o respeto? Y ¿cómo tratarás de calmar tu sed? ¿Tratarás de satisfacer tu sed por tu propia cuenta o necesitas encontrar satisfacción duradera con la ayuda de fuera? Vamos a mirar a una persona que estaba tratando de calmar su sed y veremos qué podemos aprender de ella.

Juan 4:5-7 Entonces llegó a una aldea samaritana llamada Sicar, cerca del campo que Jacob le dio a su hijo José. Allí estaba el pozo de Jacob; y Jesús, cansado por la larga caminata, se sentó junto al pozo cerca del mediodía. Poco después, llegó una mujer samaritana a sacar agua…

La historia dejará bien en claro que la mujer tenía una malísima reputación. Ninguna mujer en la ciudad tendría nada que ver con ella. ¿Por qué? Porque ella era una seductora en serie y una destruye-hogares. Ella fue calificada una mujer fácil y por una buena razón. Así que se fue al pozo a solas, en la peor parte del día, bajo el extremo calor abrazador, y tenía sed y necesidad de agua.

Todos luchamos contra algo
No sabemos cómo esta mujer terminó de esta manera. La Biblia no nos lo dice. Lo que sí sabemos es que todos somos buenos para escondernos. Sabemos que las personas que nos encontramos todos los días esconden secretos que están destruyendo sus vidas. Por lo tanto, déjame preguntarte, ¿cómo estás verdaderamente? ¿Qué realmente está pasando en tu vida? ¿Tienes sed, pero no sabes cómo apagarla?

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Jesús arriesgó mucho para atender a las personas sedientas
El pasaje bíblico que leeremos a continuación es en realidad es una petición sorprendente por parte de Jesús. Estaba prohibido para un líder religioso estricto hablar con una mujer en público.

Juan 4:7-9Jesús le dijo: —Por favor, dame un poco de agua para beber. Él estaba solo en ese momento porque sus discípulos habían ido a la aldea a comprar algo para comer. La mujer se sorprendió, ya que los judíos rechazan todo trato con los samaritanos. Entonces le dijo a Jesús: —Usted es judío, y yo soy una mujer samaritana. ¿Por qué me pide agua para beber?

Algunos líderes religiosos fueron llamados “fariseos sangrientos” ya que cerraban los ojos cuando veían a una mujer en la calle y terminaban estrellándose contra las paredes y casas. Ahora, a eso añádele que Jesús estaba hablando con una mujer de mala reputación, una pecadora. Piensa el riego que Jesús corrió (de ser difamado, juzgado, hasta apedreado) por esta mujer. Ten en cuenta esta realidad increíble. Si Jesús estaba dispuesto a pasar por todo esto por ella, pueda que haga lo mismo por ti ¡o más que eso!

Jesús puede saciar un corazón sediento
La verdad es que esta mujer, lo aceptemos o no, es nosotros, y nosotros somos ella. Al igual que nosotros, ella está sedienta y tratando de llenar un vacío en su vida y ella no puede porque está tratando de llenarlo por sí misma, con las cosas equivocadas. Este no es un problema nuevo. Es un problema muy antiguo que cada persona debe enfrentar, incluso tú y yo.  

Todo tenemos “pozos” a los que vamos para saciar nuestra sed en vez de ir a los ríos de agua viva de Jesús que fluye frescamente. Bebemos del pozo de placer o posesiones, poder o posición sólo para necesitar más. Tenemos que seguir regresando al pozo porque nuestros pozos siguen dejándonos sedientos, vacíos, y secos.

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Jesús le hace saber que él tiene un tipo diferente de agua que satisfacerá su sed para siempre.

Juan 4:13-14 Jesús contestó: —Cualquiera que beba de esta agua pronto volverá a tener sed, pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna.

Jesús se ofrece así mismo como el agua que satisfacerá tu corazón. Él dice: “Si conocieras el don (regalo) que Dios tiene para ti.” Dios quiere darle a esta mujer un regalo.

Juan 4:10 Jesús contestó: —Si tan solo supieras el regalo que Dios tiene para ti y con quién estás hablando, tú me pedirías a mí, y yo te daría agua viva.

Asombroso. Todos los demás lo que querían darle era rechazo, vergüenza y desprecio. Jesús es más que suficiente para satisfacer las necesidades espirituales de esta mujer.

Bebe del agua viva de Cristo para saciar tu sed
Jesús no quiere que estemos en una máquina de respiración asistida (spiritual life support) espiritual por causa de la deshidratación. Él no quiere que sigamos tratando de llenar nuestros pozos por nosotros mismos con cosas que nunca satisfacen. Él quiere que vivamos una vida satisfecha completa en él. La única manera para que esto suceda es beber del “agua viva”. El quiere que bebamos de él.

Juan 7:37-39“¡Todo el que tenga sed puede venir a mí! ¡Todo el que crea en mí puede venir y beber! Pues las Escrituras declaran: “De su corazón, brotarán ríos de agua viva”.

Preguntas para comentar:

  1. Preparación: Ver el video juntos o invita a alguien para resumir el tema.
  2. ¿Cuál es tu reacción inicial al video/artículo? ¿Está de acuerdo con alguna parte? ¿Qué  saltó a la vista?
  3. ¿Cómo completarías este blanco? Si sólo tuviera __________ estaría satisfecho,a?
  4. ¿Te encuentras anhelando más cosas materiales, cosas emocionales, o cosas relacionadas con las relaciones?
  5. ¿Por qué fue tan sorprendente que Jesús viajara a través de Samaria y hablara con una mujer samaritana? ¿Qué dice eso acerca de Jesús?
  6. Lee Jeremías 2:13. ¿Qué está diciendo Dios que ha hecho su pueblo? ¿Puedes identificar algunos aspectos en los que también tú haces esto? ¿Por qué crees que llenar nuestras vidas con otras cosas, incluso cosas buenas pueden ofender a Dios?
  7. Lee Filipenses 4:19. ¿Qué dice este versículo acerca de nuestras necesidades? ¿Puedes identificar algunas actitudes o comportamientos que te impiden experimentar esto?
  8. Lee Juan 4:10-14. ¿De qué tipo de agua estaba hablando Jesús? ¿Qué piensas que sería diferente en la vida de la mujer samaritana si hubiera sabido el don (regalo) que Dios tenía para ella?
  9. Comenta sobre esta cita de Corrie Ten Boom, “Nunca sabras que Jesús es todo lo que necesitas hasta que Jesús es todo lo que tienes.”
  10. Jesús entró en una zona despreciada, a un pueblo odiado, para ofrecer agua viva a la mujer samaritana. Piensa en las personas en tu trabajo, la escuela o el vecindario. ¿Cómo ves que ellos tratan de llenar su “vacío en forma de Dios”? ¿Cómo puedes involucrarte en traer a la gente a Jesús, el único que satisface verdaderamente?
  11. Llévatelo: Escribe una medida de acción personal basada en esta conversación.

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