Biblia y Teología

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Ver también la Edición Infantil y la Edeción Juvenil  de esta serie.

La historia de la torre de Babel revela que muchos de nosotros estamos trabajando para nuestro propio éxito, pero Dios tiene un objetivo mayor para nuestras vidas.

Todo trabajamos. Ya seas un ejecutivo, un estudiante, un fontanero, o un ama de casa, todos se pasan la vida trabajando por algo. Pero alguna vez te has preguntado, ¿qué estoy construyendo con mi vida? Lo más probable es que muchos de nosotros estemos gastando nuestras vidas construyendo lo que no debemos. Esta es la verdad central de una famosa historia en Génesis 1: La torre de Babel. Esta historia revela que muchos de nosotros estamos trabajando para nuestro propio éxito, pero Dios tiene un objetivo mayor para nuestras vidas.

Por naturaleza nos alejamos de Dios

De primero, la historia de la Torre de Babel se nos hace bastante extraña. En ese momento, todo el mundo hablaba un mismo lenguaje y una gran parte de la población se estableció en el este Génesis 11:1-2). Por muy diferentes que este mundo puede parecer, tiene mucho en común con nosotros hoy en día. Una lectura cuidadosa de Génesis muestra que los corazones de estas personas estaban en rebelión contra Dios. Se estaban alejando de Dios y de lo que él deseaba para sus vidas al irse hacia el este. Algo tan simple como vivir en un área diferente era en verdad una afrenta contra Dios. Del mismo modo, hacemos muchos pequeños compromisos con nuestras vidas. Llevamos a cabo actos pequeños de desobediencia que nos alejan de Dios.

Tenemos una obsesión con nuestro propio éxito

A medida que nos adentramos en la historia de la Torre vemos que la verdadera motivación de las personas fue desplazar el papel de Dios en sus vidas.

Génesis 11:4 Entonces dijeron: “Vamos, construyamos una gran ciudad para nosotros con una torre que llegue hasta el cielo. Eso nos hará famosos y evitará que nos dispersemos por todo el mundo”.

Vemos que el pueblo tomó algo inocente, como la construcción de una ciudad y construir una gran torre, y lo convirtió en un acto de rebelión contra Dios. Su motivación era engrandecer su nombre. De hecho, al hacer esto, ignoraron directamente el mandato de Dios de expandirse y llenar todo el mundo (Génesis 1:28). Nosotros también pasamos la vida tratando de crear un gran nombre para nosotros mismos. Hacemos esto a través de logros en el trabajo o en la escuela, el éxito con aficiones o deportes, o tratando de hacer que nuestros hijos sean lo mejor en alguna cosa. Esto es simplemente el pecado antiguo del orgullo. El orgullo nos hace rendir honor a nosotros mismos en lugar de Dios. Si queremos evitar este pecado, tenemos que preguntarnos, ¿qué me motiva en las cosas que hago?

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Dios se opone a los intentos de crear un nombre para nosotros mismos

Esta historia lleva el problema del orgullo un paso más allá. Nos muestra que Dios trabaja en contra nuestra cuando sólo estamos motivados por nuestra propia gloria.

Génesis 11:5-8 Pero el Señor descendió… “ Vamos a bajar a confundirlos con diferentes idiomas; así no podrán entenderse unos a otros”. De esa manera, el Señor los dispersó por todo el mundo, y ellos dejaron de construir la ciudad.

Dios juzgó a la gente haciéndoles hablar diferentes idiomas. La gente no podía comunicarse o cooperar entre sí por más tiempo. Como resultado, fueron esparcidos por el mundo, del modo que Dios planeó. Dios nunca trabaja con los orgullosos (Santiago 4:6). Es por esto que al final nos frustraremos si solo vivimos para nosotros mismos.

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Vivir para honrar a Dios conduce a un gozo mayor

Muchos de nosotros creemos la mentira de que si trabajamos para nuestra gloria estaremos satisfechos. Si conseguimos la promoción o esa beca, vamos a tener todo lo que siempre hemos querido. Mientras que estas cosas pueden traer la felicidad temporal, no conducen a la alegría duradera. Afortunadamente, Dios nos da una manera mejor. Jesús nos libera de luchar por ser el mejor, el más grande, o de tener que crear un nombre para nosotros (Mateo 11:28-30). El gozo verdadero viene cuando haces a un lado tus prioridades autodirigidas y te enfocas en seguir a Dios con tu vida.

Preguntas de discusión:

  1. Preparación: Ver el video juntos o invita a alguien para resumir el tema.
  2. ¿Cuál es tu reacción inicial al video/artículo? ¿Estás de acuerdo con cualquiera parte del video? ¿Qué saltó a la vista?
  3. Si todo el mundo hablara un idioma, ¿Cuáles serían algunas de las ventajas? ¿Cuáles serían algunas de las desventajas?
  4. Lista algunas maneras en que las personas hacen compromisos pequeños y pecadores con sus vidas. ¿Cuáles son algunas maneras en que sutilmente desobedecemos a Dios?
  5. Lee Génesis 11:4. Cuál era el plan de la gente? ¿Cuál fue su motivación? ¿Cómo fue que su plan iba en contra de lo que Dios ha dicho en Génesis 1:28?
  6. ¿Cuáles son algunas cosas que hacemos hoy en día para engrandecer nuestro nombre?
  7. ¿Por qué es tan tentador querer establecer un gran nombre para ti mismo?
  8. Lee Génesis 11:5-9. ¿Cómo es el juicio de Dios contra la gente un ataque al orgullo de ellos?
  9. Lee Santiago 4:6. ¿De qué manera se opone Dios al orgulloso hoy en días? ¿Cómo has experimentado a Dios oponiéndose a tu orgullo?
  10. ¿Por qué es absurdo buscar tu gozo máximo en tus logros?
  11. Lee Mateo 11:28-30. ¿Qué es la alternativa de Jesús a que nos agotemos por perseguir nuestra propia gloria?
  12. Llévatelo: Escribe una medida de acción personal basada en esta conversación.

 

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