Una de las características más importantes de Dios es que Él es compasivo. Cuando Dios ve a las personas que están sufriendo y en necesidad, él es movido a ayudarlos. Esto es compasión. Dios no es frío ni está distante para aquellos que están sufriendo. Él se preocupa por ellos y les ayuda. Como muchos de los atributos de Dios, la compasión revela que el Dios de la Biblia es un Dios que está íntimamente en contacto con las necesidades de su pueblo.

Autodefinición de Dios

La compasión es tan importante para la naturaleza de Dios que es la primera palabra que usa para describirse a sí mismo. En Éxodo, Moisés le pidió a Dios que se le rebelara. Dios contestó amablemente su petición. Y su respuesta es básicamente la definición de sí mismo. Imagínate si Dios se describiera a sí mismo a nosotros. Bueno, nosotros no tenemos que preguntarnos cómo es Dios. Él nos dice como es.

Dios comienza su autodefinición por el uso de su nombre personal, Yahweh. Después de eso, Dios dice esto acerca de sí mismo: “¡El Dios de compasión y misericordia!” (Éxodo 34:6). La primera cualidad de su carácter que Dios deja ver es la compasión. No dice rey, santo, lleno de gracia o incluso amoroso, a pesar de que todas esas palabras ciertamente describen a Dios. Él usa la compasión.

Jesús y la compasión

Dios ayuda a las personas que sufren. Él ayuda a los que sufren por causas ajenas a su propia cuenta. Él ayuda a los pobres, los oprimidos y los huérfanos. Y ayuda a los que sufren a causa de su propio pecado. Como dice Santiago 5:11, “ElSeñor está lleno de ternura y misericordia.” Lejos de darnos lo que nos merecemos, Dios nos muestra la misericordia y el perdón.

Jesús tenía esta misma clase de compasión en su propia vida. Cuando Jesús miró a la multitud de personas heridas tuvo compasión de ellos (Mateo 09:36). Su compasión lo llevó a ministrar a las necesidades físicas y espirituales de la gente. Sanó a los enfermos y echó fuera demonios a causa de su compasión por la gente. Jesús fue movido a ayudar a la gente.

Compasión en los cristianos

Como destinatarios de la compasión de Dios, Dios quiere que nosotros extendamos compasión a los demás. En Lucas 06:36, Jesús nos ordena: “Deben ser compasivos, así como su Padre es compasivo.” Los cristianos deben ser conocidos por su compasión, como Jesús, por satisfacer las necesidades físicas y espirituales de las personas. De hecho, mostrar compasión a los necesitados es la evidencia de que una persona es un cristiano (1 Juan 3:17). Una muestra de un cristiano maduro es un creciente sentimiento de compasión hacia los demás.

 

Print Friendly, PDF & Email