Equipos y Liderazgo

Las pruebas de Jesús nos enseñan cómo cada ser humano empuja lejos a Dios y es responsable de enviar a Jesús a la cruz.

Esta es la lección 1 de 2 en la serie Despojado. Ver también la Edición Infantil de esta lección.


Los acontecimientos que condujeron a la crucifixión de Jesús son bien conocidos por muchos cristianos. Se han representado en el arte y el cine, y son recordados cada año alrededor de la Pascua. Sin embargo, tenemos que tener cuidado de familiarizarnos demasiado con estos últimos días de Jesús. El peligro es que si no tenemos cuidado, vamos a perdernos el impacto de lo que estos eventos significaron para Jesús y lo que significan para nosotros hoy en día. El juicio de Jesús ante el Sanedrín judío es un ejemplo de lo lejos que Jesús llegó para traernos de regreso a Dios.

Jesús experimentó una condena injusta por nosotros

Después de que Jesús fue arrestado en el Getsemaní, fue llevado a la casa del sumo sacerdote, Caifás. Allí, Jesús fue llevado a juicio. Este fue un juicio ilegal ante el tribunal supremo judío. Jesús no tenía a nadie que lo representara y el juicio continuó bajo la oscuridad de la noche. El testimonio de todos los testigos claramente se ve que fue fabricado, y no confirmó la historia que cada uno decía (Marcos 14:55-59). Este fue sólo uno de varias pruebas que Jesús enfrentó. Y nos muestra que en este momento Satanás se sentía súper fuerte en su intento de destruir a Jesús.

Lucas 22:53 “¿Por qué no me arrestaron en el templo? Estuve allí todos los días, pero este es el momento de ustedes, el tiempo en que reina el poder de la oscuridad”.

Jesús pasó por este período de oscuridad por nosotros para salvarnos de nuestros pecados.

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Jesús se negó a defenderse

El sumo sacerdote y los demás asistentes acusaron a Jesús una y otra vez. Jesús era inocente. No había hecho nada malo. Pero se negó a responder a los cargos de los que le rodean.

Marcos 14:61 Pero Jesús se mantuvo callado y no contestó…

Al negarse a contestar a los que le acusaban, Jesús cumplió su papel de siervo sufriente de Dios (Isaías 53:7). Jesús se dio cuenta de que su destino no estaba en las manos de este tribunal o cualquier otro tribunal sino en las manos de Dios. Jesús se sintió seguro en su relación con el Padre y la misión que se le había llamado para completar. Nada lo desviaría de este viaje.

Jesús nos muestra quién es en realidad

Aunque Jesús se negó a responder a sus acusadores, no se quedó completamente en silencio a lo largo de todo el juicio. Finalmente, el sumo sacerdote le preguntó si él era el Mesías, el que iba a venir a rescatar a Israel.

Marcos 14:62 Jesús dijo: —Yo soy. Y ustedes verán al Hijo del Hombre sentado en el lugar de poder, a la derecha de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.

Jesús contestó que él es Dios. Él es el que ha venido a rescatar a su pueblo. Él reclamó para sí el papel del Mesías haciendo referencia a Daniel 7:13-14. Este pasaje muestra una visión del Hijo del hombre viniendo a gobernar sobre las naciones. Y con esta declaración Jesús les hace saber a todos que él es el Mesías. Pero había mucha confusión sobre el Mesías en el tiempo de Jesús. Jesús le decía a la gente que él también regresaría a gobernar las naciones y a juzgar a los que lo rechazaron.

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Cada persona quiere juzgar a Dios

Muchos de nosotros estamos probablemente al corriente de lo que sucede después. Con dolor fingido, el sumo sacerdote rasgó sus vestidos, y el tribunal dio su veredicto. Ellos encontraron a Jesús culpable de blasfemia y merecedor de la pena de muerte.

Marcos 14:63-65 Entonces el sumo sacerdote se rasgó las vestiduras en señal de horror y dijo: “¿Para qué necesitamos más testigos? Todos han oído la blasfemia que dijo. ¿Cuál es el veredicto?”. “¡Culpable! —gritaron todos—. ¡Merece morir!”. Entonces algunos comenzaron a escupirle, y le vendaron los ojos y le daban puñetazos. “¡Profetízanos!”, se burlaban. Y los guardias lo abofeteaban mientras se lo llevaban.

Sería fácil para nosotros condenar al Sanedrín por su rechazar a Jesús. Sin embargo, sus acciones reflejan nuestros propios actos ante Dios. El Consejo juzga a Jesús. Ellos juzgan a Dios. Nosotros también juzgamos a Dios. Le lanzamos insultos a Dios cuando no nos gusta lo que tiene que decir. Luchamos contra él. Rechazamos su autoridad. Cuando entendemos esto, nos damos cuenta de que todos somos responsables de enviar a Jesús a la cruz. Y Jesús lo sabía, pero él fue a la cruz de todos modos por nosotros.

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Preguntas para comentar:

  1. Preparación: Ver el video juntos o invita a alguien para resumir el tema.
  2. ¿Cuál es tu reacción inicial al video/artículo? ¿Está de acuerdo con alguna parte? ¿Qué  saltó a la vista?
  3. ¿Cómo te sientes cuando te enteras de una historia de algo injusto? Da un ejemplo.
  4. Lee Marcos 14:55-59. Enumera algunas de las formas en que el juicio de Jesús fue injusto.
  5. ¿Por qué crees que Dios hizo pasar a Jesús por varios juicios públicos?
  6. Lee Marcos 14:60-61. ¿Por qué crees que fue importante que Jesús guardó silencio durante la mayor parte de su juicio? ¿Qué nos revela esto acerca de Jesús?
  7. Lee Marcos 14:63. ¿Qué dice Jesús acerca de sí mismo en estas palabras? Lee Daniel 7:13-14. ¿Cómo ayuda esto a entender el significado de Jesús?
  8. Lee Marcos 14:63-65. ¿Por qué el sumo sacerdote y el consejo reaccionan tan violentamente contra Jesús?
  9. ¿Cómo te ves a ti mismo en la persona del sumo sacerdote?
  10. ¿Cuáles son algunas maneras en que hacemos juicio contra Dios?
  11. ¿Cómo te sientes acerca de Jesús después de estudiar esta historia?
  12. Llévatelo: Escribe una medida de acción personal basada en esta conversación.

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