Vida y Relaciones

Todos somos vulnerables a las adicciones, pero Dios tiene el poder para liberarnos.

Esta es la parte 1 de 4 en la Serie Mal consejo.


Es probable que no te consideres un adicto. Pero todos enfrentamos cuestiones que tratan de dominarnos, ya sea drogas, alcohol, compras, comer en exceso, tabaco, redes sociales, juegos de azar, pornografía y mucho más.

La adicción es una forma de idolatría. Nos volvemos a una sustancia o práctica, en lugar de a Dios para que nos ayude a hacerle frente a la vida. Tomamos las cosas que son neutrales o incluso útiles y las hacemos definitivas. Luego continuamos mal aconsejandonos y esto sustenta nuestros malos hábitos y adicciones. Aquí presentamos algunas ideas que nos mal ayudan a encerrarnos en nuestras adicciones.

Nunca te admitas que tienes un problema

Si quieres ser un adicto, lo peor que puedes hacer es admitir que tienes un problema.

Jeremías 3:13 Sólo reconoce tu culpa; admite que te has rebelado contra el Señor tu Dios y que cometiste adulterio contra él al rendir culto a ídolos debajo de todo árbol frondoso…

La Biblia nos anima a que nos demos cuenta de nuestros problemas. Pero un mal consejo dice: dite a ti mismo que puedes dejarlo en cualquier momento. No escuches a los demás cuando te hagan ver tu problema. Da excusas. Siguete diciendo que no es un problema realmente.

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Satisface cada uno de tus deseos

Sea lo que sea que desees, ¡búscalo! Nunca digas: “No” a cualquier cosa que tu corazón o el cuerpo pida.

Gálatas 5:16-17 Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa. La naturaleza pecaminosa desea hacer el mal, que es precisamente lo contrario de lo que quiere el Espíritu. Y el Espíritu nos da deseos que se oponen a lo que desea la naturaleza pecaminosa. Estas dos fuerzas luchan constantemente entre sí, entonces ustedes no son libres para llevar a cabo sus buenas intenciones,

La Biblia nos recuerda que hay una batalla dentro de cada cristiano. Como cristiano, el Espíritu Santo vive dentro de ti. Pero también tienes una inclinación interna al pecado. No escuches al Espíritu Santo para ser un adicto. Nunca rechaces los deseos de tu naturaleza pecaminosa. Y asegurate de que cual quiera que sea tu vicio mantelo convenientemente disponible.

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Mantén tu adicción un secreto

Si quieres destruir tu vida, no le digas a nadie de tu problema, especialmente las personas que se preocupan por ti.

Proverbios 28:13 Los que encubren sus pecados no prosperarán, pero si los confiesan y los abandonan, recibirán misericordia.

La Biblia dice que la manera de obtener ayuda es sacar la cuestión a la luz. Pero el pecado crece mejor en la oscuridad, así que mantenlo allí. Tú no quieres que la gente ore por ti o que le tengas que rendir cuentas.

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Depende en tu propio poder para vencer

Si deseas convertirte en un adicto, trata de vivir la vida basada en tu propia fuerza. Nunca dependas de la fuerza de Dios.

2 Corintios 10:4-5 NVI Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. 5 Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.

La Biblia nos recalca los recursos sobrenaturales que tenemos en Cristo. Las adicciones se alimentan de mentiras para crear prisiones mentales y emocionales. Pero Dios tiene el poder para derribar las fortalezas de la adicción. Estamos demasiado débil y vulnerable para ganar esta lucha por nuestra cuenta. Pero nosotros no tenemos porque hacerlo solos. Con el poder de Dios, podemos desafiar con éxito cada mentira, tomarla cautiva, y transformarla.

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¿Qué te domina? ¡Dios es mayor que tu adicción! Eres una nueva creación en Cristo. El Espíritu Santo vive en ti. Reclama el poder de Dios para romper esas ataduras. Mientras lo haces, asegúrate de tomar ventaja de los recursos prácticos que Dios puede usar en tu vida como las conversaciones en buscadeDIOS.org, un amigo o un mentor de confianza; tu grupo de conexión, o un grupo bíblico de recuperación.

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Preguntas para comentar:

  1. Preparación: Ver el video juntos o invita a alguien para resumir el tema.
  2. ¿Cuál es tu reacción inicial al video/artículo? ¿Está de acuerdo con alguna parte? ¿Qué  saltó a la vista?
  3. ¿Cuál crees que es la diferencia entre una adicción y un mal hábito?
  4. Lee Gálatas 5:16-17. Describe el conflicto entre el Espíritu Santo y la carne.
  5. ¿Qué significa “dejar que el Espíritu Santo guíe tu vida”? ¿Cual es el resultado?
  6. Lee Proverbios 28:13. ¿Cómo funciona el secreto en contra del éxito en la superación de una adicción?
  7. Lee 2 Corintios 10:3-5. ¿Cuáles son algunas de las mentiras que ayudan a crear fortalezas adictivas?
  8. ¿Cuáles son algunos de los recursos sobrenaturales que Dios nos ha dado que nos dan poder sobre la adicción?
  9. ¿Cómo funciona en la práctica “llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo”? Da un ejemplo.
  10. Llévatelo: Escribe una medida de acción personal basada en esta conversación.

Herramientas ministeriales:

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