Hoy comenzamos una nueva serie sobre Tesalonicenses. En esta primera lección, abordaremos la historia y la cultura de la ciudad de Tesalónica, el nacimiento de su iglesia y la situación que llevó a Pablo a escribir dos cartas a las iglesias de la zona.
Primero, pongámonos un poco intelectuales. Quiero recurrir al índice del NT para ofrecerles una visión general de las 13 cartas de Pablo y cuándo fueron escritas en el contexto del Libro de los Hechos (la serie de libros más reciente que terminamos).
1 Tesalonicenses es una de las primeras cartas de Pablo, escrita a una iglesia joven en la ciudad de Tesalónica. Antes de explicar la demografía de la ciudad te explico una nota sobre las 13 cartas de Pablo.
Las 13 cartas de Pablo:
- Gálatas (48 d.C.): Posiblemente el libro más antiguo del NT; escrito después del primer viaje misionero de Pablo al sur de Galacia.
- 1 Tesalonicenses (50 d.C.): Escrito desde Corinto poco después del informe alentador de Timoteo.
- 2 Tesalonicenses (51 d.C.) Escrito poco después de 1 Tesalonicenses para aclarar la enseñanza sobre el regreso de Cristo.
- 1 Corintios (55 d.C.): Escrito desde Éfeso para abordar la división de la iglesia y cuestiones morales.
- 2 Corintios (56 d.C.): Escrito después de la dolorosa visita de Pablo y su reconciliación con la iglesia.
- Romanos (57 d.C.) Una obra maestra teológica escrita antes del viaje de Pablo a Jerusalén.
- Cartas de prisión: mientras estaba bajo arresto domiciliario en Roma, como se describe en Hechos 28:16, 30-31.
- Filipenses (60 d.C.) Una carta llena de gozo desde la prisión, escrita desde Roma.
- Colosenses (60 d.C.) Enfatiza la supremacía de Cristo; probablemente escrito junto con Filemón.
- Filemón (60 d.C.) Una súplica personal en favor de un esclavo fugitivo llamado Onésimo
- Efesios (60 d.C.) Se centra en la iglesia como el cuerpo de Cristo; posiblemente una carta circular.
- 1 Timoteo (63 d.C.) Escrito después de la liberación de Pablo, con instrucciones para el liderazgo de la iglesia.
- Tito (64 d.C.) Similar a 1 Timoteo; da instrucción pastoral para el ministerio en Creta.
- 2 Timoteo (67 d.C.) La última carta de Pablo, escrita desde la prisión antes de su ejecución.
Entonces, ¿cuál es la historia de 1 Tesalonicenses? Pablo había plantado esta iglesia durante su segundo viaje misionero (Hechos 17), pero tuvo que irse rápidamente debido a la intensa persecución. Unos meses después, mientras estaba en Corinto (Hechos 18), envió a Timoteo para ver cómo estaban, y cuando Timoteo regresó con un informe positivo, Pablo escribió esta carta para animar a los creyentes a mantenerse fuertes en su fe.
Este momento hace que 1 Tesalonicenses sea uno de los escritos más antiguos del Nuevo Testamento, anterior a los Evangelios. La tradición oral de la vida, muerte y resurrección de Jesús se transmitió fielmente durante décadas antes de ser escrita. La iglesia primitiva se centró en difundir el evangelio, no en escribirlo inmediatamente, especialmente porque muchos testigos oculares aún estaban vivos. A medida que los testigos oculares comenzaron a fallecer, la necesidad de un relato escrito se hizo más urgente (véase Lucas 1:1–4).
Marcos es probablemente el Evangelio más antiguo. Algunos lo datan justo antes o alrededor de la destrucción del templo de Jerusalén en el año 70 d. C. El Evangelio de Marcos probablemente sirvió de fuente para Mateo y Lucas. Ahora que tenemos los antecedentes del libro, pasemos a la pregunta que responderemos hoy: ¿Qué “tribu” te define más?
Una tribu se refiere a un grupo de personas unidas por una identidad espiritual o tradiciones y creencias comunes. Las tribus modernas en la cultura actual son tribus políticas (liberal / progresista o. conservador/republicano o libertario / independiente), tribus de género e identidad sexual (LGBTQ+, roles de género tradicionales, movimientos feministas/masculinistas), tribus de estilos de vida culturales (urbano vs. rural, educación en casa vs. escuela pública, uso de mascarillas vs. anti mascarillas).
La gente luego usa estas identidades grupales para interpretar el mundo, determinar sus valores, buscar justicia para su grupo y/o ganar o proteger influencia y poder. Sorprendentemente, esto no es nada nuevo. Las tribus eran importantes en Tesalónica hace 2000 años.
1 Tesalonicenses 1:1 (NTV) Nosotros, Pablo, Silas y Timoteo, escribimos esta carta a la iglesia en Tesalónica, a ustedes que pertenecen a Dios Padre y al Señor Jesucristo. Que Dios les dé gracia y paz.
La iglesia o sea la ekklesia en griego significa asamblea. En el antiguo mundo grecorromano, incluida Tesalónica, la palabra ekklesia no era originalmente un término religioso. Se refería en sentido amplio a cualquier asamblea pública oficial, especialmente a una reunión política o cívica de ciudadanos.
Hay cuatro tipos principales de “ekklesia” que existían en Tesalónica. La primera, las asambleas cívicas. Tesalónica, al igual que otras ciudades griegas, tenía una herencia democrática donde los ciudadanos varones libres se reunían como ekklesia para tomar decisiones para la ciudad. Se trataba de reuniones políticas, no religiosas, centradas en la elaboración de leyes, las elecciones y las políticas públicas. Estas asambleas cívicas estaban profundamente ligadas a las estructuras de poder del Imperio Romano.
Segundo tipo eran los cultos mistéricos paganos. Tesalónica era un centro de grupos religiosos paganos: adoradores de Cabiro, Dioniso y otros. Cabirus era una figura protectora, casi mesiánica, una deidad-héroe local que se cree que murió y regresó de alguna forma. Su culto enfatizaba los rituales, el secreto y la esperanza de salvación, especialmente para los pobres y marginados.
Dionisio era el dios griego del vino, el placer, el éxtasis, la fertilidad y el caos. El culto implicaba música frenética y danzas desenfrenadas, intoxicación y frenesí emocional. Los festivales dionisíacos eran conocidos por el exceso sexual, incluida la prostitución en el templo y el placer desinhibido.
Estos grupos a menudo se reunían en asambleas religiosas privadas y, aunque no se los llamaba formalmente “ekklesia”, funcionaban como comunidades reunidas centradas en la devoción espiritual. Los cultos mistéricos prometían conocimiento secreto, purificación ritual y salvación personal: un claro contraste con el evangelio público y abierto de Jesús.
El tercer tipo eran las asambleas Imperiales. Tesalónica era leal a Roma y al emperador, y sus ciudadanos participaban en eventos públicos y festivales que honraban a César como “señor” y “salvador”. Estas reuniones incluirían sacrificios, declaraciones de lealtad y celebraciones de la paz romana. En este contexto, la palabra ekklesia podría aplicarse a las reuniones imperiales donde los ciudadanos expresaban su lealtad a César. Hablaremos más sobre esto la próxima semana.
El último tipo de asambleas eran las asambleas judías. Algunos ejemplos los encontramos en Hechos 17:2 y 17:4. Empero regresemos a la versión 1ra y observemos lo que Pablo está diciendo:
1 Tesalonicenses 1:1 (NTV) Nosotros, Pablo, Silas y Timoteo, escribimos esta carta a la iglesia en Tesalónica, a ustedes que pertenecen a Dios Padre y al Señor Jesucristo. Que Dios les dé gracia y paz.
Con esto, Pablo está diciendo que la identidad de la iglesia ha cambiado fundamentalmente. La tribu que más los definía antes, ahora estaba en segundo plano. Pertenecen a una nueva tribu: al pueblo de Dios y son los “llamados”. Ahora pertenecen a Dios Padre y al Señor Jesucristo sobre todas las cosas. Lo mismo ocurre hoy en día. Los siguientes versículos desarrollan las implicaciones:
1 Tesalonicenses 1:2-3 (NTV) Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes y continuamente los tenemos presentes en nuestras oraciones. 3 Al orar a nuestro Dios y Padre por ustedes, pensamos en el fiel trabajo que hacen, las acciones de amor que realizan y la constante esperanza que tienen a causa de nuestro Señor Jesucristo.
Aquí, Pablo está planteando un punto importante: Esta nueva tribu impacta la forma en que vives. Pablo enumera tres cosas en el pasaje anterior: fiel trabajo, acciones de amor y constante esperanza. Cuando menciona “fiel trabajo” la Reina-Valera dice “obra de su fe”. En ambas traducciones, el énfasis está puesto en la palabra fe.
Cuando habla de las “acciones de amor”, la Reina-Valera dice “el trabajo de su amor” haciendo énfasis en ambos casos en el amor. Por último, habla de la “constante esperanza”. Haciendo énfasis en la esperanza. En una carta posterior Pablo vuelve a esta “trifecta”, pero la reordena:
1 Corintios 13:13 (NTV) Tres cosas durarán para siempre: la fe, la esperanza y el amor; y la mayor de las tres es el amor.
El punto es que esta nueva tribu impacta la forma en que vives. Comenzó en la fe. Así es como entramos en la comunidad. Solo por fe.
Esto lo demostramos con la Flecha 1 del círculo completo: Empezamos confiando en Jesús.
El hecho de poner tu fe en Jesús,te hace amar porque Dios es amor. Esto lo representamos con la flecha 2: Honrar a Dios (por amor, no por obligación) y la flecha 3: ayudar a los demás, una vez más por amor, no por obligación. Y todo esto está anclado en la esperanza porque esta vida no es todo lo que hay. Creemos que hay una vida eterna después de la muerte.
Terminemos por hoy con un versículo más. Esto responde a la pregunta más básica sobre ser parte de esta nueva tribu: ¿Quién recibe el crédito por esto?
1 Tesalonicenses 1:4 (NTV) Sabemos, amados hermanos, que Dios los ama y los ha elegido para que sean su pueblo.
Esta es la primera mención que hace Pablo del concepto de ser “elegidos”. Lo desarrolla más adelante en sus otros escritos, especialmente en Romanos. Este término “elegidos” ha conducido al gran debate entre calvinismo vs. arminianismo. Ver esta serie.
Pero por hoy, el punto está claro y es que Dios recibe todo el crédito por nuestra inclusión en su nueva tribu. No andamos por ahí como si fuera algo que ya hemos logrado. Él nos ha elegido para ser su pueblo. Y es porque nos ama.
Concluyamos con la pregunta del principio: ¿Qué “tribu” te define más? Para aquellos que hemos respondido al mensaje del evangelio Por sobre todas las cosas, pertenecemos a Dios Padre y al Señor Jesucristo. Más que a tu tribu política porque esta nueva identidad moldeará tu política. Más que a tu tribu cultural porque esta nueva identidad impactará tus puntos de vista sobre la sexualidad, el género, el dinero y la familia.
Éste fue el mensaje de Pablo hace 2000 años y es su mensaje para nosotros hoy. Perteneces a Dios Padre y al Señor Jesucristo por encima de todo. No permitamos que esas otras tribus se conviertan en puntos centrales en nuestras vidas. Y para aquellos que están considerando unirse a esta “tribu” la invitación está ahí porque Dios te ama y quiere transformar tu día a día. ¿Te unirás a esta tribu?
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