Sermones
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El Reino al revés
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Puntos de conversación:
- Jesús comienza su ministerio con un llamado a arrepentirse y creer en el Evangelio. La buena noticia es que estamos invitados a unirnos a un Rey amoroso pero poderoso. Marcos 1:14-15
- Jesús recluta a personas comunes para que lo sigan. Estos hombres no son los que esperarías que fueran utilizados como equipo central. Marcos 1:16-17,19
- Seguir a Jesús significa rendirse a su gobierno en nuestras vidas. Se trata de “dejar las redes” y embarcarse en su misión. Marcos 1:18, 20
Después del tiempo de preparación de Jesús para el ministerio, llegamos al comienzo del Rey iniciando su reinado. Primero, debe establecer la misión de llamar a la gente al arrepentimiento y la fe. Segundo, el Rey elige súbditos y servidores para cumplir sus decretos. Estos hombres no son los que esperarías que Jesús usara como equipo central. Eso es porque su Reino está al revés en comparación con la mentalidad del mundo. La lección de hoy se basa en Marcos 1:14-20. En ella, veremos el discurso con que inició Jesús, el pueblo (la gente) que llamó Jesús y el mandato a dejar las redes que les hizo.
El discurso del Rey
Lo más interesante cuando se inaugura a un nuevo presidente, para muchos, es el discurso de inauguración. Y el discurso de Jesus no se podía quedar atrás. A diferencia de muchos, el discurso del Rey Jesús fue verdadero, corto y preciso. Jesús comienza su ministerio con un llamado a arrepentirse y creer en el Evangelio. La clave de su discurso es: arrepentirse y creer. ¿Por qué? Porque el Reino está cerca.
Marcos 1:14-15 Más tarde, después del arresto de Juan, Jesús entró en Galilea, donde predicó la Buena Noticia de Dios. «¡Por fin ha llegado el tiempo prometido por Dios!—anunciaba—. ¡El reino de Dios está cerca! ¡Arrepiéntanse de sus pecados y crean la Buena Noticia!».
Esta fue la inauguración de su ministerio ¿Por qué Galilea? Porque Jesús es de allí. Es de donde llamará a sus primeros discípulos. Allí hace su primer milagro; convierte el agua en vino. También es donde está el campamento base de Herodes.
La Buena Noticia de la que hablaba en su discurso es que el Reino de Dios está cerca. Ese reino viene con cada paso que daba sobre la tierra (y ahora camina a través de nosotros). Estaba esparciendo semillas para que creciera mientras caminaba por Israel. Es como un agricultor:
Marcos 4:26-27 Jesús también dijo: «El reino de Dios es como un agricultor que esparce semilla en la tierra. Día y noche, sea que él esté dormido o despierto, la semilla brota y crece, pero él no entiende cómo sucede.
Así como no se entiende como el crecimiento de la semilla porque no se ve, así es el Reino de Dios: invisible e invasivo. Es algo impredecible pero poderoso. Lucas dice que “Nunca podrán decir: “¡Aquí está!” o “¡Está por allí!”, porque el reino de Dios ya está entre ustedes.” (Lucas 17:21). En otras palabras, somos invitados a ser parte de su Reino. Entonces, la Buena Noticia es que estamos invitados a unirnos a un Rey amoroso pero poderoso.
Definamos brevemente qué es lo que quiere decir “El reino de Dios está cerca”. Esta frase se refiere al gobierno de Dios en la tierra. Y porque Dios es bueno, su gobierno es una bendición para sus súbditos. Imagínate: ¿no sería increíble si nuestros funcionarios gubernamentales fueran todos absolutamente BUENOS? Ninguno torcido. Hambrientos de poder. Necios. etc.
El Reino es un sistema que reemplaza o está en guerra con el sistema Mundial. Debido a que Dios es justo, su gobierno también es una amenaza para sus enemigos. Esta es una buena noticia porque la humanidad está plagada y oprimida por el mal y la oscuridad espiritual. El reino de Dios prevalecerá sobre estos poderes.
Comienza a prevalecer cuando Jesús aparece en escena. Sana los cuerpos quebrantados de las personas. Libera a las personas de los poderes demoníacos. Continúa prevaleciendo a medida que la gente lo sigue y obra la liberación en sus vidas. El gobierno de su reino finalmente prevalecerá sobre todo mal y sobre todos los enemigos cuando regrese.
La respuesta que pide Jesús: arrepentirse y creer en esta Buena Noticia.Como se dijo en la lección #2 de esta serie: los “pecados” son meramente la expresión externa o interna de una vida autodirigida. Por el contrario, arrepentimiento es alejarme de mi vida autodirigida y volverme a Dios. La razón por la que la mayoría de la gente rechaza esta buena noticia es que no quieren otro rey además de ellos. Prefieren “mi reino” o “el reino de mi yo” y no el verdadero Reino que es el de Dios.
Debemos entregar el “reino de mi yo” al Reino de Dios. Por eso que el discurso del Rey (Jesús) era el de arrepentirse y “creer”. Creer es aceptar, confiar y aplicar la Buena Nueva de Jesús a tu propia vida. Aquí en Marcos 1, el lector aún no sabe acerca de la cruz o la resurrección. La idea más fundamental aquí es confiar en la promesa de Dios a través de Jesús. Más adelante vemos que ¡el Rey toma nuestro lugar y muere! ¡Esto está al revés! Nosotros éramos los culpables por nuestros pecados y merecemos morir, pero Jesus lo hizo por nosotros. Lo hizo porque solo así podía cerrar la brecha que nos aparta de Dios: el pecado. Ahora podemos tener una relación con Dios. Pero tenemos que humillarnos y pedir perdón.
Solo los humildes servidores pueden ser parte de esto. ¡Ahora puedes tener una relación con el Rey! ¿No es eso al revés? Nadie tiene una relación personal con los reyes terrenales a menos que sean de gran importancia. Sin embargo, eso fue lo que vino a lograr Jesús con su muerte: traer su Reino a la tierra para acercarnos a Dios.
El pueblo del Rey
Jesús recluta a personas comunes para que lo sigan. Estos hombres no son los que esperarías que fueran utilizados como equipo central.
Marcos 1:16-17 Cierto día, mientras Jesús caminaba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban la red al agua, porque vivían de la pesca. Jesús los llamó: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!».
El Rey y sus súbditos son ordinarios y comunes. El pueblo del Rey eran personas como cualquiera. No fueron personas con títulos dignatarios ni importantes según la mentalidad humana. Pero estos hombres comunes fueron el equipo central de Jesús. ¿Sabes qué es lo más maravilloso? Que este equipo está reclutando a más personas para plantar semillas y para salir a pescar hombres y mujeres que lo necesitan.
Jesús sabe que el llamado a la fe no es sólo pasivo, sino que en realidad puede tener la “pesca” deseada. Es como cuando vamos de pesca y solo esperamos que nuestro cebo, anzuelo y la sincronización sean adecuados para el pez correcto. ¡Dios es más preciso que eso! Jesús asume la responsabilidad de moldearnos. Éldice: “Yo les enseñaré a pescar hombres”. No solo nos muestra cómo, sino que nos enseña y entrena para la tarea.
Puede que muchos digan“no puedo hacerlo” al llamado de Jesús. Pero Jesús puede convertirte de un debilucho de 98 libras en un SEAL (un miembro de la unidad de fuerzas especiales de la Armada Naval de Estados Unidos). Si no crees, mira a Simón, Andrés, Santiago y Juan. Marcos relata varias historias que se pueden interpretar como que sus discípulos pasaron por un programa de capacitación de 3 años que los cambiaría de orgullosos, arrogantes, ignorantes y rechazados a confiados, humildes, siervos y seguidores. Jesús sabía que estos hombres le iban a fallar, incluso lo abandonarían. Aun así, Jesús los elige porque el llamado no se basaba en el desempeño de ellos. Y esto es cierto para nosotros hoy en día.
Fíjate en el v 17 que Jesús dijo “Síganme..” y no “les seguiré.” Jesús llama a la gente común a seguirlo. Nótese que no llamó a profesionales religiosos, sino a personas comunes que se dedicaban a carreras y trabajos comunes. No solo eso, si no que fueron personas como tú y como yo: imperfectas. Si notas, a unos les llaman “los hijos del trueno”. En otras palabras, estos dos hermanos eran violentos. Marcos lo escribe para que nos demos cuenta de la clase de personas que el Rey llamó. Una vez más, es que Él los eligió porque miraba lo que podían llegar a hacer y no por quien eran. Hoy en día, uno esperaría que un gran líder ejecutivo utilizará lo mejor de lo mejor, currículums repletos y pedigrí generacional. Pero Jesus, no. Mira lo que dice Pablo en Corintios.
1 Corintios 1:26-29 Recuerden, amados hermanos, que pocos de ustedes eran sabios a los ojos del mundo o poderosos o ricos cuando Dios los llamó. En cambio, Dios eligió lo que el mundo considera ridículo para avergonzar a los que se creen sabios. Y escogió cosas que no tienen poder para avergonzar a los poderosos. Dios escogió lo despreciado por el mundo—lo que se considera como nada—y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante. Como resultado, nadie puede jamás jactarse en presencia de Dios.
Jesús es lo suficientemente grande como para usar un montón de don nadies. Si somos lo suficientemente humildes para verlo, ¡esas personas somos nosotros! El estatus ordinario de los discípulos prueba que es Dios quien recibe la gloria y no son los autoproclamados líderes brillantes los que hacen que la obra del Reino sea exitosa.
El requisito para ser parte de este Reino es el arrepentimiento, la fe, la humildad y el servicio sacrificial. Seguirlo implica comprometerse en su misión. La estrategia no es hacerlo todo solo, sino reclutar y comisionar a seres humanos comunes para que lo representen a él. No puedes decir que sigues a Jesús e ignorar la misión que nos dio. La medida de un seguidor maduro de Jesús es dar un giro completo en nuestra vida, dejando atrás la vieja manera de vivir siguiendo a Jesús, honrando a Dios y salir fuera a ayudar a otros a buscar de Dios.
Dejen sus redes
Seguir a Jesús significa rendirse a su gobierno en nuestras vidas. Se trata de “dejar las redes” y embarcarse en su misión. Los discípulos inmediatamente abandonaron su manera de hacer las cosas y siguieron obedientemente El Camino (Jesús).
Marcos 1:18 Y enseguida dejaron las redes y lo siguieron.
Lo que representa la red es estar enredado, atrapado y cautivo. Por eso es que debemos dejar la red para seguir a Jesús. Al convertirnos en sus seguidores venimos a formar parte de su ejército. Somos soldados de Cristo. Con respecto a esto, Pablo dice lo sibuiente:
2 Timoteo 2:4 Ningún soldado se enreda en los asuntos de la vida civil, porque de ser así, no podría agradar al oficial que lo reclutó.
Así que es necesario “dejar la red” para seguir al Rey. En otras palabras, ya no podemos seguir enredados en los asuntos que no tengan que ver con el Reino de Dios. Nuestro propósito hoy es agradar a Jesus, el oficial que nos ha reclutado para su Reino. Jesús es un Rey digno de confianza. Él es justo y bueno. La máxima expresión de la confianza es la entrega. Asi que entreguemos completamente a él y a su liderazgo. Cuanto más puedes confíar en Jesús lo suficiente como para rendirte a su gobierno en tu vida. Su gobierno en tu vida implica estar a bordo con su misión así como lo hicieron los hombres que llamo:
Marcos 1:20 Los llamó de inmediato y ellos también lo siguieron, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los hombres contratados.
Estos hombres de inmediato lo siguieron. Dejaron su familia, sus negocios y todo lo conocido para seguir a Jesús. Ahora, tu parte es seguirlo también. Ojalá, de una vez o inmediatamente. Esto podría significar que es posible que tengas que hacer cambios bastante rápido.
Seguir a Jesús significa nunca ser el mismo. Significa ser atrapado por un propósito más grande que cualquier cosa por la que hayas vivido. Cuando Jesús llamó a muchos a que se unieran a sus discípulos les dijo: “«Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su propia manera de vivir, tomar su cruz y seguirme.” (Marcos 8:34). Y es seguirlo quizá implique dejar las redes, como estos primeros discípulos. Tal vez implica seguirlo en tu situación actual. Independientemente de las circunstancias de las que Dios te llame, la misión es la misma. Debemos seguir el ejemplo de Jesús como Rey Siervo:
Marcos 10:42–45 Así que Jesús los reunió a todos y les dijo: «Ustedes saben que los gobernantes de este mundo tratan a su pueblo con prepotencia y los funcionarios hacen alarde de su autoridad frente a los súbditos. Pero entre ustedes será diferente. El que quiera ser líder entre ustedes deberá ser sirviente, y el que quiera ser el primero entre ustedes deberá ser esclavo de los demás. Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos».
Esto es el Reino al revés. En el mundo se le sirve al “más grande e importante”. Pero en el Reino de Dios, el más grande es el más pequeño. El más importante es que sirve.
Aquí tenemos la esencia de la historia de Marcos: aunque Jesús es de hecho el poderoso Mesías e Hijo de Dios, su papel no era conquistar a los romanos. Era sufrir y morir como pago de rescate por los pecados. Este es un logro mucho mayor que la conquista física. Él proveerá la victoria sobre los últimos enemigos de la humanidad: Satanás, el pecado y la muerte.
Quienes deseen ser sus discípulos deben seguir su camino tomando su propia cruz y siguiéndolo en una vida de servicio abnegado. Viviendo para el reino y para los demás en lugar de vivir para nosotros mismos.
Ver también:
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó a la atención?
- ¿Cómo describirías el Reino de Dios basado en esta lección? ¿Qué hace que esto sea al revés o opuesto a la forma en que vemos el liderazgo hoy en día?
- Lee Marcos 1:14-15. Explica la “Buena Nueva” de la que Jesús está hablando.
- ¿Por qué crees que los primeros discípulos de Jesús eran gente común y no la élite social o religiosa?
- Lee 1 Corintios 1:26-29. ¿Qué dice esto acerca de las personas que Dios llama?
- Lee Marcos 1:18-20. Los discípulos dejaron sus redes. ¿Qué te está llamando Jesús a dejar atrás para seguirlo?
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?
La única autoridad verdadera en el universo
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Puntos de conversación:
- Jesús tiene la última palabra sobre cómo pensamos. Derrumba interminables debates definiendo lo que es verdadero o falso y lo que está bien y lo que está mal. Marcos 1:21-22
- Jesús tiene la última palabra sobre cómo vivimos. Al expulsar un espíritu maligno, demostró que su autoridad debe ser obedecida. Marcos 1:23-28
- Por ahora, elegimos quién llega a influir en nuestras vidas con autoridad. Pero llegará el día en que todos se someterán a la única autoridad verdadera del universo. Filipenses 2:9-11
Hoy estamos estudiando Marcos 1:21-28. El tema de hoy trata de la autoridad. Jesús habló y actuó de manera que demostraron su autoridad absoluta para dictar lo que pensamos y cómo vivimos. Antes de entrar en el tema, déjame preguntarte; ¿cómo respondes a las figuras de autoridad? ¿Quién tiene verdadera autoridad en tu vida?
Algunos dirían que el presidente ya que es la máxima autoridad de una nación (que lo es en el caso de las fuerzas armadas y porque puede declarar guerra contra otro país). Otros dirían que la policía. Y pueda que algunos digan que su pastor o líder religioso.
Entre los jóvenes, pueda que un porcentaje aunque muy pequeño, diga que un maestro. Sin embargo, como esta nuestra generación actual, muchos, aunque no lo reconozcan, tienen a los influencers como la máxima autoridad en sus vidas. Y no es que los jóvenes los ven como figuras de “autoridad” con túnicas y mazos en la mano. Pero si los escuchan, les otorgan autoridad. Ya que basan sus decisiones de como vestir, maquillarse o hablar según lo que diga el influencer del momento.
Más seas joven o adulto, tú eliges quien tiene autoridad en tu vida, por ahora. No siempre será así porque Jesús tiene la ultima palabra en tu vida. Esto lo veremos más adelante en esta lección. Hoy estaremos hablando de la autoridad que Jesús tiene en dos áreas principales de nuestras vidas: la manera en que pensamos y la manera en que vivimos.
Como pensamos
Pensamos que nosotros estamos en control y por lo tanto tenemos la autoridad sobre nuestras vidas, Por lo tanto vivimos de la manera que lo hacemos. No tomamos en cuenta que en realidad solo Jesus tiene la última palabra en nuestras vidas porque él es la máxima autoridad en todo el universo.
En la lectura bíblica de hoy, empezamos leyendo que Jesus entra en una sinagoga en un pueblo llamado Capernaum (v21). Aquí Jesus ya empezó su ministerio, y ha hecho unos milagros. El versículo 21 dice que entró el día de reposo o descanso (día sábado) que era el día que todo Israel tenía que guardar y descansar por mandato de Dios.
En este día no se podía hacer ninguna clase de labor o trabajo. Pero lo que hay que notar es que Jesús estaba enseñando allí, en la sinagoga. La sinagoga es para los judios como la iglesia lo es para los cristianos. No cualquiera podía entrar y enseñar en la sinagoga. La Biblia no nos dice como es que Jesús obtuvo permiso para enseñar allí. Recuerden que Jesús no estudió en un seminario ni fue entrenado como los fariseos. Fue un hombre que durante el primer tercio de su vida fue el hijo de un carpintero. Probablemente él mismo fue un carpintero que hacía sillas y mesas (bueno, no sé si había sillas en su tiempo, pero sí mesas). Luego, a los treinta años, comienza su ministerio. Ahora, este hombre sin educación, desde el punto de vista de los fariseos, de repente está en una sinagoga enseñando como todo un Rabí; un maestro.
Dos cosas sucedieron en la sinagoga esa mañana que establecieron la única persona y ministerio de Jesús. La primera es que Jesus enseña con toda autoridad y la segunda cosa es que libera a un hombre endemoniado. En ambos casos, la palabra clave es “autoridad”, del griego “exousia”. La autoridad y las personas que reconocen la autoridad de Jesús es un tema importante en Marcos. Más importante aún: enfrentarse a su autoridad que es una respuesta subjetiva frente al hecho objetivo de su autoridad ya que algún día toda rodilla se doblará ante él. Jesús habló y actuó de manera que demostraron su autoridad absoluta para dictar lo que pensamos y cómo vivimos.
Como pensamos
Jesús tiene la última palabra sobre cómo pensamos. Derrumba interminables debates definiendo lo que es verdadero o falso y lo que está bien y lo que está mal. Tú mismo puedes tratar de dar mil explicaciones y debatir todos los puntos de vista de la mejor manera posible. Presentar innumerables pruebas, datos, etc, pero al final de todo, Jesus es el único que tiene toda autoridad para definir y decir lo que es verdadero o falso y lo que está bien o lo que está mal y no nosotros. Jesús tiene autoridad sobre nosotros en términos de cómo pensamos debido a su enseñanza del versículo veintidós.
Marcos 1:22 La gente quedó asombrada de su enseñanza, porque lo hacía con verdadera autoridad, algo completamente diferente de lo que hacían los maestros de la ley religiosa.
El primer tipo de autoridad que poseía Jesús tenía toda la razón cuando otros adivinaban. No estaba: “tal vez esto, tal vez aquello” si no “esta es la verdad”, “esta es la manera que es”. Dijo la verdad cuando otros decían falsedades. La gente estaba asombrada de su enseñanza porque enseñó con verdadera autoridad. Esto se diferenciaba de los maestros de la ley religiosa en que ellos daban interminables debates de cosas triviales.
¿De dónde viene la autoridad de Jesús? Ya que no viene solo por el volumen o la pasión con que hablaba. Esta autoridad viene de tres aspectos. Primero, su autoridad se basa en el poder de la creación. Antes de nacer en la humanidad, Jesús hizo todo lo que existe. Si quiero saber cómo funciona algo, la voz más autorizada es la de quien lo creó. Si quiero saber lo que quiere decir un autor, nadie puede hablar con mayor autoridad sobre ese tema que el propio autor.
Segundo, esta autoridad se basa en un conocimiento perfecto o lo que llamamos Conciencia. Jesús, como Dios, lo sabe todo. Cuanto más sepa alguien sobre un tema, más se puede confiar en la perspectiva de tal persona. Esto lo hace merecedor de autoridad. Entonces, ya que Jesús lo sabe todo, él es merecedor de tener toda autoridad.
Tercero, esta autoridad se basa en la perfección moral. Al tratar con cuestiones no solo de conocimiento, sino también de lo correcto e incorrecto, la máxima autoridad es la que mejor encarna lo correcto y comprende lo incorrecto. No le preguntas a un ladrón si está bien o mal robar. Se lo preguntas a alguien con un buen estado moral. ¿Quien más moral que Jesús?
Así que Jesus tenía y tiene toda la autoridad. Él no tuvo que pedirla ni exigirla. Él la tenía y punto. No así como los líderes religiosos de su tiempo. Jesús no tenía que autoproclamarla. Los maestros de la ley tenían una autoridad autoproclamada. Debatieron sin cesar lo que era verdad y recto, pero muchos de ellos actuaron como si sus interpretaciones de la ley de Dios fueran absolutas. Crearon todo tipo de reglas y regulaciones para aplicar la ley de Dios en la vida diaria. El problema con esto fue que elevaron sus propias interpretaciones al nivel de la Palabra de Dios.
Del mismo modo, hoy en día, muchos maestros hablan con gran autoridad, pero es una autoridad que no tienen. No escuches solo porque alguien habla con valentía o en voz alta. Escucha porque alguien habla conforme a la Biblia. Jesús habló con autoridad porque él era el Mesías. Como dice en Mateo 28, su autoridad le fue dada por Dios Padre. Por el contrario, cualquier autoridad que tengamos hoy para hablar de cualquier cosa se deriva en última instancia de la palabra de Dios, la Biblia.
Jesús merece tener la última palabra sobre lo que pensamos ya que enseña con autoridad. Por lo tanto, como ya dijimos, tiene derecho a definir lo que es verdadero o falso y lo correcto o lo incorrecto.
La pregunta que todos enfrentamos personalmente es la misma pregunta que enfrentan las personas cuando lo conocen y lo escuchan. “¿Aceptaré su autoridad para definir lo que es verdad y lo que es correcto? O ¿insistiré en mantener ese derecho para mí? ¿Me rendiré a su autoridad? ¿Mis opiniones y perspectivas cambiarán debido a lo que dice Jesús?
Un ejemplo práctico para saber si te has rendido a la autoridad de Jesus es contestar la siguiente pregunta si estás casado: ¿respeto a mi esposa y la trato con amor y delicadeza porque la Biblia me dice que la debo tratar como vaso más frágil y dar mi vida por ella como hizo Jesús por Su iglesia? Si tu respuesta es no, entonces es tiempo que sueltes esos pensamientos machistas que están en ti. Deja que la autoridad de Jesus tome control sobre tus pensamientos.
La autoridad comienza con las ideas, pero termina con la acción. Nota que cómo piensas conduce a cómo vives. Jesús también tiene la última palabra al respecto. No solo a quién escuchas si no a como actúas.
Cómo vivimos
Jesús tiene la última palabra sobre cómo vivimos. Al expulsar un espíritu maligno, demostró que su autoridad debe ser obedecida.
Marcos 1:23-24 De pronto, un hombre en la sinagoga, que estaba poseído por un espíritu maligno, gritó: «¿Por qué te entrometes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? ¡Yo sé quién eres: el Santo de Dios!».
Como hablamos en la serie “Guerra espiritual”, hay un mundo invisible espiritual. Este mundo espiritual no es siempre reconocido en nuestra cultura actual. Para muchos, todo lo que existe es lo que podemos ver y tocar. Sin embargo, en cierto modo, la cultura popular entiende que hay cosas que no pueden ser entendidas ni explicadas por la ciencia o la tecnología, si no mira la popularidad de las películas de terror.
En la Biblia se les llama: espíritus malignos; espíritus inmundos; espíritus demoníacos; o solo demonios. Los demonios saben quién es Jesús: el Santo de Dios. Saben que su misión es derrotarlos. La perspectiva bíblica es que los espíritus demoníacos pueden tomar hasta cierto punto control de los seres humanos. La forma más común de hablar de esto es decir que este hombre “estaba poseído por un espíritu maligno”. El versículo 23 simplemente (literalmente) dice: “un hombre en la sinagoga, que estaba poseído por un espíritu maligno”.
La traducción al español es un intento de desempacar lo que significa “por un espíritu maligno” o impuro como dicen otras versiones. Puedes ver en el versículo 25 que en cierto sentido, el demonio estaba “en” el hombre o sea dentro de él. En el versículo 26 leemos que el demonio ejercía una especie de poder inhumano sobre la voz y el cuerpo del hombre. Es por eso que la palabra “poseído” se ha vuelto de uso común.
La Biblia también usa la palabra “endemoniado” para describir lo mismo. Nuevamente, esto puede ser muy difícil de aceptar para las personas modernas y seculares. Pero este tipo de fenómenos no son desconocidos en la América secular. Ciertamente no es raro en los países del tercer mundo. Existen muchos ejemplos documentados de todo el mundo de personas demonizadas de esta manera.
No sabemos cómo o por qué una persona es poseída por un espíritu maligno. La Biblia no lo dice. Esa es un área en la que muchos maestros hablan con gran autoridad, pero van mucho más allá de lo que la Biblia realmente dice.
Cuando observamos cómo la Biblia describe la actividad demoníaca, puede parecerse a algunas expresiones de enfermedades mentales. No conozco el límite entre las dos. Sí creo, solo mi opinión, que los seres espirituales malvados pueden aprovechar la enfermedad mental para aumentar el sufrimiento humano. Pero no creo que puedas mirar la enfermedad mental y simplemente asumir que es demoníaca y que puede solucionarse con soluciones espirituales. Creo que hacerlo sería una simplificación excesiva. El cerebro y/o la mente es complejo. Hay tantas cosas que no entendemos. Pero la demonización es algo real al igual que la enfermedad mental es algo real.
También creo, por todos los casos la Biblia de posesión demoníaca que una persona que ha aceptado verdaderamente a Jesús como su Señor y Salvador, y que tiene al Espíritu Santo no puede ser poseído por un demonio. Cuando aceptamos a Jesús, el Espíritu Santo nos sella y vive dentro de nosotros y ¡dónde está el Espíritu de Dios hay libertad!
Regresemos a la historia para ver como actúa Jesús en respuesta del hombre endemoniado.
Marcos 1:25-26 Pero Jesús lo reprendió: «¡Cállate!—le ordenó—. ¡Sal de este hombre!». En ese mismo momento, el espíritu maligno soltó un alarido, le causó convulsiones al hombre y luego salió de él.
Aparentemente, el demonio no quería dejar a este hombre. Luchó contra el mandato de Jesús. Pero no tuvo elección. La lucha fue intensa pero breve. El espíritu gritó (a través de la voz y cuerdas vocales del hombre). Hizo que el hombre convulsionara. Pero él no iba a ganar. Si te preocupa el poder de los espíritus malignos, que sí tienen poder basado en lo que vemos en el Nuevo Testamento. Sin embargo, se puede ver aquí que Jesús es más poderoso. Una y otra vez en el evangelio de Marcos Jesús demuestra su poder sobre las fuerzas del mal. La Biblia promete a los seguidores de Jesús: “…el Espíritu que vive en ustedes es más poderoso que el espíritu que vive en el mundo.” (1 Juan 4:10) ¡Así que no vivas con miedo! Al expulsar un espíritu maligno, Jesús demostró que su autoridad debe ser obedecida.
Mira cómo la gente en la sinagoga ese día respondió a lo que Jesús acaba de hacer.
Marcos 1:27-28 El asombro se apoderó de la gente, y todos comenzaron a hablar de lo que había ocurrido. «¿Qué clase de enseñanza nueva es esta?—se preguntaban con emoción—. ¡Tiene tanta autoridad! ¡Hasta los espíritus malignos obedecen sus órdenes!». Las noticias acerca de Jesús corrieron velozmente por toda la región de Galilea.
¡El asombro se apoderó de ellos! Quizás este hombre había estado viniendo a esa sinagoga durante años, buscando ayuda. Nadie había podido hacer nada para liberarlo. Los maestros de la ley judía no pudieron hacer nada para aliviarlo. Los líderes religiosos y los expertos no pudieron liberarlo de esta terrible condición. ¡Pero Jesús pudo! ¡Y lo hizo!
¡Eso hizo que la gente hablara! No solo allí en la sinagoga ese día, sino por todos los alrededores. Capernaum era la principal ciudad de Galilea. Cuando pasaba algo allí, el boca a boca lo llevaba a todos los alrededores.
El punto es que Jesus demostró claramente su autoridad sobre la manera en que vivimos al echar fuera un demonio de un hombre endemoniado. Demostró visiblemente su autoridad sobre todas las fuerzas y poderes espirituales. Esto está estrechamente relacionado con el primer tipo de autoridad del que hablamos al principio de que Jesús tiene autoridad para decirnos qué es verdad y qué es correcto.
Puedes ver que la gente reconoció la conexión: “La enseñanza de Jesús tiene tanta autoridad que incluso los espíritus malignos obedecen sus órdenes”. Esta es la autoridad para mandar y estar al mando. Es el poder de una persona cuya voluntad y mandatos deben ser sometidos y obedecidos por otros. Sin dudar. Sin cuestionar. Punto.
La última palabra
Por ahora, elegimos quién llega a influir en nuestras vidas con autoridad. Pero llegará el día en que todos se someterán a la única autoridad verdadera del universo. Entonces, ¿quién tiene la última palabra en tu vida? No es subjetivo en última instancia o sea que no se basa en nuestros sentimientos o pensamientos. El espíritu maligno no tuvo elección. Jesús habló, él obedeció. Punto.
¿Qué pasa con nosotros? ¿Qué pasa si ignoras lo que dice Jesús? Bueno, en primer lugar, traes caos y pérdida a tu vida. ¿Alguna vez usaste un producto de una manera para la que no fue diseñado? De seguro no te funcionó muy bien, ¿verdad? Es posible que hayas hecho algo de daño. Lo mismo en la vida.
Jesús sabe cómo se supone que funciona el mundo porque él lo creó. Ignorar lo que dice: simplemente no va a funcionar tan bien. Un ejemplo de esto es la revolución sexual. Este movimiento eliminó los límites de Dios sobre la sexualidad. ¡Cuánto daño se ha introducido en la vida de las personas como resultado! Mujeres jóvenes utilizadas y rechazadas. Hogares sin padres. Millones de embarazos no planificados. Abortos. Madres solteras sufriendo. Enfermedades de transmisión sexual. Angustia, etc.
En segundo lugar, cuando ignoramos la autoridad de Jesús en tu vida pones en peligro tu destino eterno. No estás bien con Dios haciendo todas las cosas correctas. Si no al confiar en lo que Jesús hizo para pagar por tus pecados en la cruz. Sin embargo, una parte clave de aceptar su provisión por nuestro pecado es que dejamos de dirigir nuestra propia vida para dejar que él se haga cargo.
Realmente no puedes tener una relación con él sin darle ese lugar central en tu corazón y tu vida. Nadie puede decir: quiero lo que Jesús hará por mí, pero no quiero lo que él me dice. Tu eliges quien tiene autoridad en tu vida. Por ahora. Pero llegará el día en que todos se someterán a la única autoridad real y verdadera del universo. Ante él, como dice Filipenses, toda rodilla se doblara y toda lengua confesará su autoridad:
Filipenses 2:9-11 (NTV) Por lo tanto, Dios lo elevó al lugar de máximo honor y le dio el nombre que está por encima de todos los demás nombres para que, ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua declare que Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios Padre.
Jesús merece tener la última palabra sobre como pensamos y como vivimos. No solo sobre los demonios. ¡Él tiene toda la autoridad sobre absolutamente todo!
Mateo 28:18 (NTV) Jesús se acercó y dijo a sus discípulos: «Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.
Por eso se le llama “Señor”. Una vez más te insto a que te hagas las siguientes preguntas: ¿Aceptaré su autoridad para definir lo que debo hacer o no hacer? o ¿insistiré en mantener ese derecho para mí? ¿Me rendiré a su autoridad y le obedeceré? o ¿ignoraré pasivamente o me revelaré activamente contra lo que Jesús ordena?
Ver también:
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó a la atención?
- ¿Cuántas figuras de autoridad tienes en tu vida? Enuméralas de mayor a menor importancia.
- ¿Crees que las personas que te influencian realmente tienen alguna autoridad en tu vida? ¿Por qué o por qué no?
- Lee Marcos 1:21-22. ¿Qué tipo de enseñanza está autorizada para ti? ¿Por qué vale la pena escuchar a Jesús?
- Lee Marcos 1:23-28. ¿Por qué crees que este hombre estaba poseído por un demonio? ¿Por qué el espíritu maligno tendría que obedecer a Jesús?
- ¿Cuáles son algunas consecuencias de no escuchar y obedecer los mandamientos de Jesús?
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?
Jesús nos comprende
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Puntos de conversación:
- El bautismo de Jesús fue significativo en al menos 3 maneras: declaró el comienzo de su ministerio público, lo afirmó como la segunda persona de la Trinidad y mostró su voluntad de identificarse con la humanidad. Marcos 1:9-11
- La tentación en el desierto fue la oportunidad de Jesús para derrotar a Satanás desde el principio. Donde la humanidad fracasó, Jesús salió victorioso. Marcos 1:12-13
- Ya que Jesús hizo tanto para ser como nosotros, debemos responder confiando en Él. No hay mejor momento que ahora para arrepentirse y creer. Marcos 1:14-15
A través de toda esta lección, quiero que medites en esta respuesta clave: Puedes volverte a Jesús y confiar en él porque te conoce a ti y a tus necesidades.
En la lección de hoy nos enfocaremos en Marcos 1:9-15. Veremos que Jesús nos comprende y que para ser nuestro Salvador, Jesús se convirtió verdadera y completamente en uno de nosotros. También hablaremos sobre su bautismo y su tentación. Luego a qué nos lleva todo eso cuando se trata de nuestra salvación, o sea, cual debe ser nuestra respuesta a Jesus.
Su bautismo
Marcos narra su bautismo de la siguiente manera:
Marcos 1:9-11 Cierto día, Jesús llegó de Nazaret de Galilea, y Juan lo bautizó en el río Jordán. Cuando Jesús salió del agua, vio que el cielo se abría y el Espíritu Santo descendía sobre él como una paloma. Y una voz dijo desde el cielo: «Tú eres mi Hijo muy amado y me das gran gozo».
En la segunda lección de esta serie analizamos la práctica del bautismo de Juan el Bautista. Y no, no se le llamaba el Bautista porque pertenecía a tal denominación, sino porque su “trabajo” era bautizar. Juan llamaba al bautismo, pero ¿para qué era? Para arrepentirse y volverse a Dios. Yendo más lejos, ¿qué es realmente el bautismo? El bautismo en sí no salva. Es una señal de obediencia. Es un símbolo de morir a nuestra vieja manera al sumergirnos en el agua y a resucitar a nueva vida al salir del agua.
Así que un día, entre todas las multitudes que salían para recibir el bautismo de Juan → Jesús apareció. ¿Necesitaba Jesús arrepentirse y volverse a Dios? (4). No, la Biblia dice que estaba sin pecado. Entonces, ¿por qué se bautizó?
El bautismo de Jesús fue significativo en al menos 3 maneras. Primero, declaró el comienzo de su ministerio público. Ten en cuenta que este es su primer acto público. Hasta ese momento no se había dado a conocer en gran escala. Además, ten en cuenta las señales celestiales que lo acompañaron para poner el sello de aprobación de Dios sobre Jesús. Cuando Juan lo bautiza, se oye una voz del cielo donde el Padre Dios está de acuerdo y añade al testimonio de Juan sobre Jesús.
El Padre declara que se complace en su Hijo Amado. Y esto es, porque a pesar de que Jesús no tenía pecado, se bautizó. El lo hizo para mostrar obediencia al Padre. Jesús siempre hizo y dijo lo que el Padre le llevó a hacer y a decir. En Juan 8:29 Jesus dice: “ …Pues siempre hago lo que a él (el Padre) le agrada».”
Segundo, el bautismo de Jesus fue significativo porque lo afirmó como la segunda persona de la Trinidad Por cierto, el bautismo de Jesús revela la naturaleza trina de Dios. Aunque era plenamente humano, seguía siendo plenamente Dios → 2ª persona de la Trinidad. Al momento que Jesus se bautiza lo vemos a los tres en acción: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Vemos a Jesús bautizándose, al Padre hablando desde el cielo, y al Espíritu Santo descendiendo en forma de paloma. Aunque la palabra Trinidad no se encuentra escrita en la Biblia, si claramente vemos que Dios es tres personas y de allí sale la palabra Trinidad.
La tercera razón por la que el bautismo de Jesús es significativo es porque mostró su voluntad de identificarse con la humanidad.
El bautismo revela su verdadera humanidad. No solo parecía ser humano , lo era. Jesús entró de lleno en nuestra realidad. Pablo le dice lo siguiente con respecto a la humanidad de Jesús:
Hebreos 2:14 Debido a que los hijos de Dios son seres humanos—hechos de carne y sangre—el Hijo también se hizo de carne y sangre. ….
Se hizo de carne y sangre hasta el punto de ser bautizado, aunque no tenía nada de qué arrepentirse. ¡Espero que te des cuenta de lo maravilloso que es Jesús! Verdaderamente digno de nuestra atención: totalmente Dios, pero verdaderamente uno de nosotros.
Jesús se bautizó para mostrar su obediencia. Este hecho nos enseña que ¡hay que bautizarse! Cuando dejas a tu yo a un lado para seguir a Jesús hay que bautizarse como muestra de ello. El bautismo no nos salva, pero es una forma de identificarnos con Jesús así como él se ha identificado con nosotros.
Romanos 6:3-4 ¿O acaso olvidaron que, cuando fuimos unidos a Cristo Jesús en el bautismo, nos unimos a él en su muerte? Pues hemos muerto y fuimos sepultados con Cristo mediante el bautismo; y tal como Cristo fue levantado de los muertos por el poder glorioso del Padre, ahora nosotros también podemos vivir una vida nueva.
Jesús se identificó con la humanidad al ser bautizado aun cuando no lo necesitaba. Ahora nos identificamos con Jesús al ser bautizados en su nombre
Su Tentación
La tentación en el desierto fue la oportunidad de Jesús para derrotar a Satanás desde el principio. Donde la humanidad fracasó, Jesús salió victorioso.
Marcos 1:12-13 Luego el Espíritu lo impulsó a ir al desierto, donde Jesús fue tentado por Satanás durante cuarenta días. Estaba a la intemperie entre los animales salvajes, y los ángeles lo cuidaban.
En la lección pasada también vimos el significado del desierto. Al oír la palabra desierto, muchos pensamos en Israel rodando en el desierto del Sinaí. Y es que los 40 días de Jesús en el desierto nos recuerdan los 40 años que Israel pasó allí.
Esto señala a Jesús quien se estaba identificando con la humanidad caída. A diferencia de Israel que falló su prueba en el desierto, Jesús la pasó. Ten en cuenta la meta de la tentación de Satanás: traer a todos al pecado. Satanás trae tentación para que elijas algo que se ve bien o se siente bien versus lo que Dios dice que está bien. Si te has leído Genesis, notaras que Satanás comenzó muy al principio con Adán y Eva. Si Jesús no pasaba esta prueba, toda la humanidad estaría perdida en su pecado.
El plan del diablo era sacarlo de la jugada antes de que comenzara su ministerio. ¡Él también nos hace esto a nosotros! Para nuestro beneficio, Jesús es más grande que Israel y cumple todo lo que Dios deseaba de Israel. Donde nosotros fallamos ante Dios, Jesús tiene éxito. Donde nos equivocamos, Jesús lo hace perfectamente.
Por eso es que Jesús está calificado para ser nuestro Salvador. Podemos confiar en él para que nos represente ante Dios. Aquí es donde esto se vuelve práctico. Es un gran consuelo saber que Jesús ha sido probado y tentado de la misma manera que nosotros, por lo que comprende nuestras debilidades. Pablo lo dice de la siguiente manera:
Hebreos 4:15-16 Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, él nunca pecó. Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.
En otras palabras, podemos y debemos acudir a Jesús en busca de ayuda cuando enfrentamos la tentación. No es como que el, por ser Dios, nos juzgara por ser débiles. Al contrario, por haber sido hombre cuando vino a esta tierra, y por haber sido tentado, nos comprende. Pero no solo nos comprende, si no que nos da su ayuda.
Volviendo a Jesus en el desierto, vemos que aquí está pasando otra cosa: Dios estaba preparando a Jesús para su obra. El versículo 12 dice que El Espíritu lo impulsó a ir al desierto. O sea que ¡fue idea de Dios! Y esto fue que debido a que Jesús era completamente humano paso por lo que nosotros pasamos. Tambien nos da a entender que los atributos divinos de Jesus, hasta cierto punto, estaban limitados. Esto era porque su cuerpo humano no podía sostener tanto poder ni divinidad. También, porque Jesus mismo no se aferró a su estado divino. Leamos:
Filipenses 2:6-8 (NTV) Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales.
Pongámonos un poco teológicos por un momento. La ilustración aquí de kenosis (Filipenses 2) es la de un oficial romano quitándose su placa o insignia de rango antes de entrar en batalla. Y eso es lo que hizo Jesús. Él vino a pelear la Guerra por la salvación de la humanidad. Así, que como el Manda mas de los ejércitos celestiales, se quitó su rango de Dios, y se hizo hombre.
Ahora, al conocer a este Jesús que nos comprende por haber vivido en carne propia lo que nosotros vivimos sólo nos queda una cosa por hacer. Y es responder de acuerdo a lo que Jesus ha hecho. ¿Cómo podemos responder a un Dios que nos comprende?
Nuestra Respuesta
Ya que Jesús hizo tanto para ser como nosotros, debemos responder confiando en Él. No hay mejor momento que ahora para arrepentirse y creer.
Marcos 1:14-15 NTV Más tarde, después del arresto de Juan, Jesús entró en Galilea, donde predicó la Buena Noticia de Dios. «¡Por fin ha llegado el tiempo prometido por Dios!—anunciaba—. ¡El reino de Dios está cerca! ¡Arrepiéntanse de sus pecados y crean la Buena Noticia!»
El mensaje de Jesús fue “la Buena Noticia de Dios”. No lo vimos venir, pero él puede ser nuestro Salvador ahora. Ya sabemos que se convirtió en uno de nosotros y nos trajo la salvación. Esa es la Buena Noticia. ¿Quién no necesita buenas noticias?
Hebreos 2:14-15 (NTV) Debido a que los hijos de Dios son seres humanos—hechos de carne y sangre—el Hijo también se hizo de carne y sangre. Pues solo como ser humano podía morir y solo mediante la muerte podía quebrantar el poder del diablo, quien tenía el poder sobre la muerte. Únicamente de esa manera el Hijo podía libertar a todos los que vivían esclavizados por temor a la muerte.
Pablo, aquí en Hebreos, nos dice que solo haciéndose hombre, Jesús podía morir y vencer así el poder de la muerte y el diablo. Trayendo así, a través de su resurrección, la salvación por nuestros pecados. Esta es la Buena Noticia.
“Por fin ha llegado el tiempo prometido por Dios” Dios había estado preparando el camino; de eso se ocupó Juan. Y Dios cumple sus promesas. “El tiempo” aquí no es tiempo cronológico. Sino que se refiere a una temporada de oportunidad que se abre. Podríamos decir: “Este es tu momento.” O “Aprovecha el momento”
En otras palabras: la gente no tiene que esperar más para la salvación. Ahora es el momento de tomar una decisión. La buena noticia es que el reino de Dios está cerca. Hablaremos más sobre esto en la próxima lección. Por hoy, tu respuesta debe ser: arrepentirte, creer y confiar en Jesús
¡Tenemos motivos para tener esperanza! No esperes más para responder a Jesús. No tienes que hacerlo. Tu temporada de oportunidad es ahora.
Ver también:
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó a la atención?
- Lee Marcos 1:9-11. Discute el significado del bautismo de Jesús.
- ¿Cuándo debes bautizar a una persona y por qué? ¿Lo has hecho?
- Lee Marcos 1:12-13. ¿Cómo luchó Jesús contra la tentación de Satanás? ¿Tenemos los mismos recursos disponibles para nosotros? Explica.
- Lee Mateo 4:1-11. ¿Qué información adicional se da aquí sobre la batalla de Jesús con la tentación? ¿Qué podemos aprender de eso?
- ¿Por qué confiar en Jesús es un asunto urgente? Haz una lista de las razones.
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?
¿Quién fue Juan el Bautista? (Marcos 1:2-8)
Haz clic aquí para ver el bosquejo del mensaje.
Puntos de conversación:
- Dios había estado aplanando el camino para Jesús durante siglos, y este tipo de trabajo tiende a perturbar el suelo. La metáfora de esto es “el desierto” – el lugar árido donde a Dios le encanta trabajar. Marcos 1:23
- Juan el Bautista fue un mensajero único que habló con valentía el mensaje de Dios. No encajaba en los círculos educados porque no se preocupaba por sí mismo ni por su propia reputación. Marcos 1:6-8
- Juan preparó el camino al llamar a la gente al “arrepentimiento”: pasar de una vida autodirigida a una vida dirigida por Dios. Desafió a la gente a seguir la verdad en lugar de la tradición. Marcos 1:4-5
Hoy hablaremos sobre Juan el Bautista, este extraño personaje salvaje que está al principio del libro de Marcos.
Marcos 1:1-8 (NTV) …Comenzó tal como el profeta Isaías había escrito: «Mira, envío a mi mensajero delante de ti, y él preparará tu camino. Es una voz que clama en el desierto: “¡Preparen el camino para la venida del Señor! ¡Ábranle camino!”». Ese mensajero era Juan el Bautista. Estaba en el desierto y predicaba que la gente debía ser bautizada para demostrar que se había arrepentido de sus pecados y vuelto a Dios para ser perdonada. Toda la gente de Judea, incluidos los habitantes de Jerusalén, salían para ver y oír a Juan; y cuando confesaban sus pecados, él los bautizaba en el río Jordán. Juan usaba ropa tejida con pelo rústico de camello y llevaba puesto un cinturón de cuero alrededor de la cintura. Se alimentaba con langostas y miel silvestre. Juan anunciaba: «Pronto viene alguien que es superior a mí, tan superior que ni siquiera soy digno de inclinarme como un esclavo y desatarle las correas de sus sandalias. Yo los bautizo con agua, ¡pero él los bautizará con el Espíritu Santo!».
La lección de hoy está dividida en tres secciones: el desierto, el mensajero (Juan el Bautista) y el mensaje que trajo. Durante esta lección, quiero que pienses en una buena pregunta: ¿qué está haciendo Dios en tu vida para prepararte para encontrarte con Jesús? Porque realmente ese era el mensaje de Juan el Bautista.
El propósito en la vida de Juan el Bautista era llamar a la gente a Jesús y preparar el camino para que la gente se encontrará con Jesús. Este mensaje y propósito se relaciona con nosotros hoy en día. Al final de este artículo volveremos a la pregunta: ¿Qué está haciendo Dios en tu vida para prepararte para encontrarte con Jesús? Esta pregunta es para ti, ya sea que necesites tener un nuevo encuentro con Jesús, o sea que no conozcas a Jesús.
El desierto
Dios había estado aplanando el camino para Jesús durante siglos, y este tipo de trabajo tiende a perturbar el suelo. La metáfora de esto es “el desierto” – el lugar árido donde a Dios le encanta trabajar.
Marcos 1:1-3 …Comenzó tal como el profeta Isaías había escrito: «Mira, envío a mi mensajero delante de ti, y él preparará tu camino. Es una voz que clama en el desierto: “¡Preparen el camino para la venida del Señor! ¡Ábranle camino!”».
En el Antiguo Testamento, el desierto fue el Lugar donde Israel fue desobediente durante 40 años.
Josué 5:6 NTV Los israelitas anduvieron cuarenta años por el desierto hasta que murieron todos los hombres que salieron de Egipto y que tenían edad para ir a la guerra. Ellos habían desobedecido al Señor, por eso el Señor juró que no los dejaría entrar en la tierra que había prometido darnos, una tierra donde fluyen la leche y la miel.
Los antepasados de los que finalmente se asentaron en la tierra probarían que aún no entendían la gracia de Dios y el plan de redención. La venida de Jesús fue tan importante que Dios envió un mensajero especial, Juan el Bautista, para preparar a la gente para su llegada como leímos en los versículos 1-6.
Dios había estado aplanando o sea preparando el camino para Jesús durante siglos (1:2-3). Este tipo de trabajo tiende a perturbar el terreno de la cultura y la comodidad. Al pueblo le gustaba su vida desenfrenada. Por mucho que habían racionalizado que estaban fuera del desierto y en la tierra prometida, el desierto todavía estaba en sus corazones. Buenas noticias estaban por llegar pero de una manera que no esperaban.
¿Qué estaba gritando Juan? ¿Por qué no escuchaban? La llegada de Juan el Bautista había sido profetizada desde mucho antes en el Antiguo Testamento. (Isaías 40:3-11). En Malaquías 3:1 también se había profetizado:
Malaquías 3:1 NTV «¡Miren! Yo envío a mi mensajero y él preparará el camino delante de mí. Entonces el Señor al que ustedes buscan vendrá de repente a su templo. El mensajero del pacto a quien buscan con tanto entusiasmo, sin duda vendrá», dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.
Este versículo describe la condición del judaísmo cuando Juan entró en escena. ¿Somos honestos acerca de nuestra condición espiritual? o ¿de nuestro viaje por el desierto? Aqui se ve la idea de limpiar el camino de piedras para que pueda pasar un dignatario. Ese es el trabajo de un precursor: emparejar los caminos. Es como cuando un presidente llega a una ciudad. Se renueva, restaura y limpia por donde él pasara. Esa era la misión de Juan.
¿Cómo podemos preparar el camino para que el Señor Jesús entre en la vida de las personas hoy en día? Jesús ha venido como Dios prometió. Esta es la Buena Noticia. Deberíamos decirle a la gente que venga a Jesús y se vuelva de sí misma a Dios.
El Mensajero
Juan el Bautista fue un mensajero único que habló con valentía el mensaje de Dios. No encajaba en los círculos educados porque no se preocupaba por sí mismo ni por su propia reputación. Juan fue un mensajero muy singular (1:4-6). Fue un hombre HUMILDE.
Marcos 1:6-8 (NTV) Juan usaba ropa tejida con pelo rústico de camello y llevaba puesto un cinturón de cuero alrededor de la cintura. Se alimentaba con langostas y miel silvestre. Juan anunciaba: «Pronto viene alguien que es superior a mí, tan superior que ni siquiera soy digno de inclinarme como un esclavo y desatarle las correas de sus sandalias. Yo los bautizo con agua, ¡pero él los bautizará con el Espíritu Santo!».
¡No es tu predicador moderno con chaqueta de cuero y botas con ziper! Su ministerio no fue comercializable. ¡No fue un vendido! Muchos menos un predicador de la prosperidad. ¡Él vivió una vida simple, comiendo chapulines y miel silvestre!
También, fue ¡el tipo de persona que denunciaría las falsas enseñanzas y el pecado del mundo! Su osadía de decir la verdad no fue bien recibida por los religiosos e incluso el rey Herodes terminó por hacerlo arrestar y decapitar (Marcos 6:17-18). ¡Juan habló sobre el pecado sexual, incluso al más alto gobierno!
Él no tenía pelos en la lengua para decirle la verdad a los religiosos de la época. ,Hablo la verdad sin tapujos. ¡Seguían llegando en masa a pesar de que él no era “sensible a los buscadores”!
Además, Juan no vino a la sinagoga. No vino con sensibilidad, sino con una urgencia fuerte y desafiante. No predicó clichés religiosos, sino arrepentimiento y juicio inminente. No estaba vestido respetablemente, aunque estaba vestido de una manera que sugería que era el profeta de Dios, Elias, como todos habían oído de 2 Reyes 1:8.
2 Reyes 1:8 Y ellos contestaron: —Era un hombre velludo y tenía un cinto de cuero en la cintura. —¡Elías de Tisbé!—exclamó el rey.
2 Reyes está hablando del profeta Elias cuya descripción es muy parecida a la de Juan el Bautista. Por eso, muchos creían que Juan era el profeta Elias. Juan, al igual que Elias, no encajaba en los círculos educados. Esto era porque no le importaba. Sabía que no se trataba de sí mismo o de su propia imagen o reputación. Si no que se trataba de acercar a la gente a Jesús. Mucha gente salió a verlo, algunos porque era un bicho raro y un espectáculo secundario. Pero muchos porque fueron conmovidos por su mensaje.
Juan 5:35 NTV Juan era como una lámpara que ardía y brillaba, y ustedes se entusiasmaron con su mensaje durante un tiempo;
¡Su vida fue una protesta a la prosperidad y las mentiras de los fariseos! Ellos amaban los lugares de honor en las fiestas y vestían túnicas y borlas gloriosas. Y ¿nosotros? Amamos los coches, trabajos, comodidades que se interponen en el camino para seguir a Jesús.
El pueblo de su época necesitaba un predicador valiente y claro que los sacara de su letargo y complacencia. Fue valiente y claro porque conocía absolutamente la tarea que Dios le había encomendado en la tierra. ¿Y tu? ¿Tenemos miedo de ser demasiado claro y valiente a pesar de que Dios lo requiere en nosotros? ¿Cómo le habrías respondido a Juan? ¿Habrías recibido su enseñanza?
El mensaje
Juan preparó el camino al llamar a la gente al “arrepentimiento”: pasar de una vida autodirigida a una vida dirigida por Dios. Desafió a la gente a seguir la verdad en lugar de la tradición. Juan preparó el camino llamando a la gente a verse a sí misma. A ver su Pecado.
Marcos 1:4-5 (NTV) Ese mensajero era Juan el Bautista. Estaba en el desierto y predicaba que la gente debía ser bautizada para demostrar que se había arrepentido de sus pecados y vuelto a Dios para ser perdonada. Toda la gente de Judea, incluidos los habitantes de Jerusalén, salían para ver y oír a Juan; y cuando confesaban sus pecados, él los bautizaba en el río Jordán.
Nuestra cultura piensa que no es amoroso señalar el pecado y llamar a la gente al arrepentimiento. Sin embargo, es lo más amoroso que puedes hacer para que examinen sus vidas y se vuelvan hacia Dios. Y reconozcan sus pecados y busquen el perdón de Dios. Los “pecados” son meramente la expresión, externa o interna, de una vida autodirigida. En otras palabras, de una vida donde tu eres el amo y señor y no Dios.
El arrepentimiento es un cambio de actitud: dejar mi vida autodirigida y volverme a Dios. Las personas que escuchaban a Juan el Bautista respondieron a esta invitación y fueron bautizadas como símbolo de su cambio de corazón. Al bautizarse mostraban el fruto del arrepentimiento. Primero confesaban sus pecados recibiendo el perdón. Lo mismo que nosotros hacemos hoy en dia para estar bien con Dios: confesamos nuestro pecado y recibimos el evangelio. Dicho de otra manera, recibimos la Buena Nueva de que Jesús vino y murió en la cruz del calvario en lugar nuestro para perdonar nuestros pecados. Asi es como llegamos a ser salvos.
Antes de que Jesus viniera, en el libro de Leviticos leemos sobre la expiación de los pecados. En ese tiempo, para el perdón de los pecados se usan dos cabras. Una se sacrificaba en el altar en propiciación de nuestros pecados. A la otra cabra se le ponían las manos encima y se soltaba en el desierto, llevándose figurativamente. los pecados de la gente. Mas ahora, Juan les decía que venía Uno que perdonaría sus pecados sin necesidad de un sacrificio de animal.
Volviendo al pasaje leído, el hecho de que la gente salía frente a todos en Jerusalén y Judea para bautizarse (v5) significaba que estaba radicalmente trazando una línea en la arena. Marcando asi, un antes y un después. Esto significaba que estabas listo para seguir la verdad en lugar de la tradición. ¡Definitivamente habrá consecuencias sociales cuando profeses la fe públicamente! Más no estás solo. Trabajamos juntos con el Espíritu Santo
Marcos 1:7-8 Juan anunciaba: «Pronto viene alguien que es superior a mí, tan superior que ni siquiera soy digno de inclinarme como un esclavo y desatarle las correas de sus sandalias. Yo los bautizo con agua, ¡pero él los bautizará con el Espíritu Santo!».
Juan preparó el camino llamando a la gente a mirar a Jesús (1:7-8). Señalando cuán grande sería este Mesías a punto de aparecer. ¡Mucho más grande que Juan! Tanto en su persona (7) como en su obra (8).
El arrepentimiento primero requiere humildad. Juan está modelando su propia indignidad. Por eso es que dice que ni siquiera es digno de quitarle las sandalias de los pies. Con este gesto de humildad, ¿cuál es la orientación menguante de su vida? ¿Hacia el pecado y el yo, o hacia Dios? Por supuesto que hacia Dios por eso decía que él tenía que disminuir para que Jesús creciera (Juan 3:30). Todo lo que él hacía y decía era para apuntar a la gente a Jesus.
El bautismo de Juan fue simbólico, pero el bautismo de Jesús fue real (Hechos 19). El Espíritu Santo juega un papel importante en convencer al mundo de su pecado.
Juan 16:8 NTV Y, cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio;
Juan estaba lleno del Espíritu y eso es lo que necesitaremos si queremos arrepentirnos y creer en las buenas nuevas de salvación. Entonces, esto nos lleva a la pregunta: ¿Qué es el bautismo? Se mencionan dos bautismos: con agua y con el Espíritu Santo. El de agua, que aún practicamos, es símbolo de nuestro arrepentimiento. Este es el que Juan hacía, por eso se llamaba Juan el Bautista, porque bautizaba. Mas el dijo que vendría uno que bautizaría en Espíritu y este es el bautismo del Espíritu Santo como fue prometido en Hechos 1:8.
Hechos 1:8 Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.
En Hechos 2:37 muestra que la predicación llena del espíritu Santo causaba arrepentimiento.
Volviendo al punto de este mensaje de Juan el Bautista, el mensaje básico es que debes prepararte para volver a Dios. Teniendo un cambio de actitud, un cambio de corazón verdadero, Es dar una vuelta de 180 grados. Ahora estás mirando en una dirección completamente diferente. Mas, en ese momento, los oidores de Juan ni siquiera están seguros de lo que están buscando necesariamente en este punto.
Así que Juan les dice que viene alguien que es más grande que él. Alguien a quien él le esta preparando el camino. Él es solo el precursor para que Jesus pueda venir a salvar a la humanidad. ¡Debemos ser sus precursores en este mundo lleno de obstáculos! Debemos abrir el camino, emparejarlo y prepararlo para Jesús.
Si no lo has hecho, contesta la pregunta que se te presentó al principio; ¿Qué está haciendo Dios en tu vida para prepararte a ti o a otros para encontrarse con Jesús?
Ver también:
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó a la atención?
- ¿Cómo desobedecieron a Dios los israelitas en el desierto? ¿Cuál fue (o es) tu desierto con Dios?
- Lee Malaquías 3. ¿Cuál fue el papel de Juan el Bautista? ¿Escucharías a un tipo vestido como él? (Ver Isaías 40:3-1.)
- Lee Marcos 1:4-5. ¿Cómo explicarías lo que es el arrepentimiento a alguien?
- ¿Cuál es la diferencia entre el bautismo de Juan y el posterior bautismo del Nuevo Testamento?
- ¿Qué está haciendo Dios en tu vida para prepararte para encontrarte con Jesús?
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?
Introducción al Evangelio de Marcos
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Puntos de conversación:
- El Evangelio de Marcos es el evangelio más corto, probablemente escrito alrededor del año 55 d.C. Es un evangelio de “acción” con descripciones vívidas y menos enseñanzas que los otros evangelios.
- La iglesia primitiva creía unánimemente que este relato fue escrito por Juan Marcos, quien probablemente obtuvo su información de la predicación y las memorias de Pedro. Marcos provocó una ruptura entre Pablo y Barnabé, pero luego se reconcilió con Pablo. Hechos 15:36-40, 2 Timoteo 4:11
- La audiencia original probablemente fueron cristianos gentiles, quizás en Roma. Posiblemente fue escrito durante una época en que las persecuciones amenazaban a la iglesia, lo que podría explicar por qué Marcos enfatiza lo que significa vivir como un discípulo entregado de Jesús.
- Marcos escribió este relato para mostrarle al mundo quién es Jesús y lo que ha hecho. El tema central de Marcos se presenta en el primer versículo del libro. Marcos 1:1
El evangelio de Marcos está lleno de acción, y desde el primer versículo Jesús está en el centro de todo. Si escribieras un libro sobre lo que es más importante, ¿cuál sería el primer versículo? En esta serie de mensajes, “El Evangelio de Marcos, parte 1”, estaremos viendo el capítulo 1. En la lección de hoy, estaremos dando una introducción a este libro maravilloso. Te daremos el marco, autor, audiencia y propósito del libro de Marcos.
El Libro
El NT comienza con cuatro “evangelios”. Estas son biografías de Jesús del siglo I. Cada evangelio tiene una audiencia diferente con un propósito diferente. Sin embargo, en conjunto nos dan una imagen completa de Jesús: de Quién era y por qué vino.
El Evangelio de Marcos es el evangelio más corto de todos y probablemente el más antiguo. Fue escrito alrededor del año 55 d. C. Marcos escribe con un sentido de urgencia. Esto lo deducimos por el uso de la palabra “enseguida” (o sus sinónimos: luego, inmediatamente, etc.) que aparece en el libro aproximadamente 40 veces. Por lo tanto, a este libro se le llama el evangelio en acción. Un ejemplo, de esta urgencia se encuentra en el capítulo 1, versículos 16-18 donde Jesus llama Pedro y Andres:
Marcos 1:16-18 (NTV) Cierto día, mientras Jesús caminaba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban la red al agua, porque vivían de la pesca. Jesús los llamó: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!». Y enseguida dejaron las redes y lo siguieron.
También es un evangelio de “acción” porque narra la menor cantidad de enseñanzas de Jesús de todos los 4 evangelios. Narra más bien los hechos que hizo Jesús. Su descripción es muy vívida y cuando se lee, parece que uno estuviera viendo lo que está narrando. Por lo tanto, este libro atrapa la atención del lector. Marcos es un gran evangelio para el lector de hoy porque se mueve rápidamente como las escenas de una película. Por esa razón, cuando los misioneros comienzan a traducir la Biblia en diferentes idiomas, generalmente comienzan con Marcos. Lo hacen por lo básico y simple del evangelio. Marcos es un gran lugar para comenzar a leer la Biblia.
El autor
La iglesia primitiva creía unánimemente que este relato fue escrito por Juan Marcos. Los primeros escritores cristianos nos dicen que Marcos reunió información sobre Jesús de parte de Pedro. En otras palabras, de la predicación y memorias de Pedro. Juan Marcos organizó todo en una historia coherente capturando la atención del lector desde el inicio del libro. ¡Imagina cómo sería sentarse a los pies de Pedro, escuchando todas estas historias asombrosas acerca de Jesús! Es como recopilar todas las fotos que hay por allí de la vida de alguien importante y recopilarlas en un álbum de fotos que cuenten la historia de tal persona. Eso es exactamente lo que hizo Marcps con la información de Pedro.
A Juan Marcos lo conocemos por primera vez en el libro de los Hechos (Hechos 12:12). El fue primo de Bernabé (Colosenses 4:10). Viajó con Pablo y Bernabé cuando era joven. Fue ayudante de Pablo en su primer viaje misionero (Hechos 13:5) pero luego los dejó (Hechos 13:13-14). También causó algún conflicto entre Pablo y Bernabé para el segundo viaje misionero (Hechos 15:36-40). Este conflicto fue tan grave, como se narra en Hechos, que Pablo y Bernabé se separan. Pablo se lleva consigo a Silas y Bernabé hace equipo con su sobrino, Marcos. Sin embargo, Marcos más tarde se convirtió en colaborador de Pablo animándolo cuando este lo necesitó. 2 Timoteo dice que Pablo lo llamó como “útil” para el evangelio.
2 Timoteo 4:11 (NTV) Solo Lucas está conmigo. Trae a Marcos contigo cuando vengas, porque me será de ayuda en mi ministerio.
La audiencia
Originalmente, el libro probablemente fue dirigido a cristianos gentiles, tal vez en Roma. La razón de esta conclusión es porque Marcos explica las costumbres judías. Su audiencia, los romanos eran personas prácticas y orientadas a la acción como los estadounidenses hoy en día. Posiblemente escrito durante una época en que las persecuciones amenazaban a la iglesia. Es por eso que Marcos enfatiza lo que significa vivir como un discípulo entregado de Jesús. Presenta a Jesús como Mesías, Salvador e Hijo de Dios. Y si creemos que eso es lo que él es entonces ese hecho nos llama a vivir de cierta manera incluso cuando los poderes se resisten y se oponen a Jesús. Todos tenemos que decidir si Jesús es quien dice ser. Si es así, todos tenemos que decidir si vamos a seguirlo completamente.
Marcos se relaciona con nosotros hoy en dia porque nosotros tampoco somos judíos. Además, podríamos estar enfrentando una creciente oposición al cristianismo en nuestra generación al igual que los cristianos de su época.
El propósito
Marcos escribió este relato para mostrar al mundo quién es Jesús y lo que ha hecho. El tema central de Marcos se presenta desde el principio → 1:1 lo dice todo
Marcos 1:1 Esta es la Buena Noticia acerca de Jesús el Mesías, el Hijo de Dios…
Descifremos este versículo. Empecemos con la primera frase sobresaliente del versículo: “Buena Nueva”. Buena Nueva o Buena noticia, como lo dicen otras versiones de la Biblia, habla del evangelio. El evangelio, o sea la Buena Noticia es que Jesús es el Salvador. El nombre “Jesús” o Yeshua en hebreo significa: “Yahweh es salvación”. Cuando el ángel se le apareció a José para que no dejará a Marai, le dijo: “Y tendrá un hijo y lo llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados»… (Mateo 1:21). Esta es “buena noticia” porque necesitamos el rescate de nuestros pecados. Necesitamos el perdón y la salvación que solo pueden ser dados por Jesus.
La segunda frase sobresaliente del versículo es “Jesús es el Mesías”. El Mesías era el gobernante y libertador esperado de Israel. “Mesías” significa “ungido” en hebreo. En griego se traduce como “Christos” o “Cristo”. La palabra refleja miles de años de esperanza y profecía. Jesús era el Prometido que vendría a vencer a los enemigos de Dios y a establecer el gobierno de Dios entre su pueblo. Para cuando Jesús nació, Israel había perdido su reino a una serie de conquistadores como Babilonia, Persia, Grecia y ahora Roma. La gente pensaba que el Mesías sería un libertador político quien restauraría el reino de David y Salomón.
A lo largo de Marcos, Jesús desafía y corrige lo que la gente, incluidos sus seguidores más leales, pensaban que sería el Mesías. Esta es una “buena noticia” porque muestra que Dios cumple sus promesas y cuida de su pueblo.
La tercera y última frase que sobresale en Marcos 1:1 es “Jesús es el Hijo de Dios”. Marcos no está hablando de una relación literal ni física de padre e hijo. Jesús es el Hijo de Dios en el sentido de que fue concebido en María por el Espíritu Santo y no por medio natural de la unión entre un hombre y una mujer. Jesús una vez acusó a los fariseos de ser “ hijos de su padre, el diablo” (Juan 8:44). Sabemos que el diablo no era el padre de ellos literal y físicamente. La filiación es una metáfora de la semejanza que existe en compartir la misma naturaleza básica.
De la misma manera, claramente se entiende que no se está diciendo que físicamente existe una relación de Padre e Hijo. Entonces, ¿por qué se presenta la relación entre Dios y Jesus como padre e hijo? Porque un hijo tiene la misma naturaleza esencial que su padre. El Hijo de Dios es “de Dios”. Jesús estaba afirmando ser Dios mismo. Colosenses lo dice de la siguiente manera:
Colosenses 2:9 Pues en Cristo habita toda la plenitud de Dios en un cuerpo humano.
Por esa razón, el Credo de los apóstoles dice: “Creemos en un solo Señor Jesucristo, el único Hijo de Dios, engendrado del Padre antes de todos los siglos. Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero del Dios verdadero, engendrado, no hecho, de la misma esencia que el Padre…”
Esta es la “Buena Noticia” porque Dios se ha acercado a nosotros. Dios está infinitamente muy por encima de nosotros pero se bajó a nuestro nivel para encontrarse con nosotros en nuestro punto de necesidad.
En el resto del libro, Marcos hace dos cosas con esta afirmación de la identidad de Jesús. Primero: proporciona evidencia para estas afirmaciones. Demuestra su sabiduría y autoridad en sus enseñanzas. Su autoridad y poder para sanar y liberar a la gente de la oscuridad espiritual. También,demuestra su compasión.
Segundo, nos muestra cómo la gente responde a estas afirmaciones. Algunos lo aceptan como el Mesías y lo siguen. Marcos nos ayuda a entender cómo a menudo los que le aceptan y lo siguen lo hacen radicalmente diferente de lo que la gente esperaba. Otros, están confundidos y ¡a veces eso incluye a los que lo siguen!. Tristemente, hay algunos que se oponen abiertamente a él.
Mostrándonos estas tres respuestas al Mesías, Marcos nos invita a pensar en nuestra propia respuesta a él. ¿En qué grupo de entre los tres nos encontramos? ¿En el primero que responde siguiéndolo radicalmente, en el segundo que duda todavía aunque le sigue o en el tercer grupo que está en contra de él? Mientras piensas, lee el Evangelio de Marcos pidiéndole al Espíritu Santo que te abra tu mente. Y si estás en los dos últimos grupos. puedas pasar al primero comprendiendo la buena noticia de quién es Jesús y lo que vino a hacer por ti.
Meditando en el primer versículo con el que Juan Marcos comienza su evangelio, contesta la siguiente pregunta: Si escribieras un libro sobre lo que es más importante, ¿cuál sería el primer versículo?
Ver también:
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó a la atención?
- Nombre los cuatro evangelios en la Biblia. ¿Qué hace que el evangelio de Marcos sea diferente? Haz una lista.
- Lee Hechos 13:5-14. ¿Por qué crees que Marcos dejó a Pablo y Bernabé?
- Lee Hechos 15:36-40. ¿Te habrías puesto del lado de Pablo o de Bernabé en este debate acerca de llevar a Marcos al viaje? Explica.
- Analiza Marcos 1:1. ¿Qué es la “Buena Noticia”? ¿Quién era el “Mesías” para el pueblo judío? ¿Por qué a Jesús se le llama el “Hijo de Dios”?
- El evangelio de Marcos está lleno de acción, y desde el primer versículo Jesús está en el centro de todo. Si escribieras un libro sobre lo que es más importante, ¿cuál sería el primer versículo?
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?
El libro de Marcos

Introducción al Evangelio de Marcos
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Puntos de conversación:
- El Evangelio de Marcos es el evangelio más corto, probablemente escrito alrededor del año 55 d.C. Es un evangelio de “acción” con descripciones vívidas y menos enseñanzas que los otros evangelios.
- La iglesia primitiva creía unánimemente que este relato fue escrito por Juan Marcos, quien probablemente obtuvo su información de la predicación y las memorias de Pedro. Marcos provocó una ruptura entre Pablo y Barnabé, pero luego se reconcilió con Pablo. Hechos 15:36-40, 2 Timoteo 4:11
- La audiencia original probablemente fueron cristianos gentiles, quizás en Roma. Posiblemente fue escrito durante una época en que las persecuciones amenazaban a la iglesia, lo que podría explicar por qué Marcos enfatiza lo que significa vivir como un discípulo entregado de Jesús.
- Marcos escribió este relato para mostrarle al mundo quién es Jesús y lo que ha hecho. El tema central de Marcos se presenta en el primer versículo del libro. Marcos 1:1
El evangelio de Marcos está lleno de acción, y desde el primer versículo Jesús está en el centro de todo. Si escribieras un libro sobre lo que es más importante, ¿cuál sería el primer versículo? En esta serie de mensajes, “El Evangelio de Marcos, parte 1”, estaremos viendo el capítulo 1. En la lección de hoy, estaremos dando una introducción a este libro maravilloso. Te daremos el marco, autor, audiencia y propósito del libro de Marcos.
El Libro
El NT comienza con cuatro “evangelios”. Estas son biografías de Jesús del siglo I. Cada evangelio tiene una audiencia diferente con un propósito diferente. Sin embargo, en conjunto nos dan una imagen completa de Jesús: de Quién era y por qué vino.
El Evangelio de Marcos es el evangelio más corto de todos y probablemente el más antiguo. Fue escrito alrededor del año 55 d. C. Marcos escribe con un sentido de urgencia. Esto lo deducimos por el uso de la palabra “enseguida” (o sus sinónimos: luego, inmediatamente, etc.) que aparece en el libro aproximadamente 40 veces. Por lo tanto, a este libro se le llama el evangelio en acción. Un ejemplo, de esta urgencia se encuentra en el capítulo 1, versículos 16-18 donde Jesus llama Pedro y Andres:
Marcos 1:16-18 (NTV) Cierto día, mientras Jesús caminaba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban la red al agua, porque vivían de la pesca. Jesús los llamó: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!». Y enseguida dejaron las redes y lo siguieron.
También es un evangelio de “acción” porque narra la menor cantidad de enseñanzas de Jesús de todos los 4 evangelios. Narra más bien los hechos que hizo Jesús. Su descripción es muy vívida y cuando se lee, parece que uno estuviera viendo lo que está narrando. Por lo tanto, este libro atrapa la atención del lector. Marcos es un gran evangelio para el lector de hoy porque se mueve rápidamente como las escenas de una película. Por esa razón, cuando los misioneros comienzan a traducir la Biblia en diferentes idiomas, generalmente comienzan con Marcos. Lo hacen por lo básico y simple del evangelio. Marcos es un gran lugar para comenzar a leer la Biblia.
El autor
La iglesia primitiva creía unánimemente que este relato fue escrito por Juan Marcos. Los primeros escritores cristianos nos dicen que Marcos reunió información sobre Jesús de parte de Pedro. En otras palabras, de la predicación y memorias de Pedro. Juan Marcos organizó todo en una historia coherente capturando la atención del lector desde el inicio del libro. ¡Imagina cómo sería sentarse a los pies de Pedro, escuchando todas estas historias asombrosas acerca de Jesús! Es como recopilar todas las fotos que hay por allí de la vida de alguien importante y recopilarlas en un álbum de fotos que cuenten la historia de tal persona. Eso es exactamente lo que hizo Marcps con la información de Pedro.
A Juan Marcos lo conocemos por primera vez en el libro de los Hechos (Hechos 12:12). El fue primo de Bernabé (Colosenses 4:10). Viajó con Pablo y Bernabé cuando era joven. Fue ayudante de Pablo en su primer viaje misionero (Hechos 13:5) pero luego los dejó (Hechos 13:13-14). También causó algún conflicto entre Pablo y Bernabé para el segundo viaje misionero (Hechos 15:36-40). Este conflicto fue tan grave, como se narra en Hechos, que Pablo y Bernabé se separan. Pablo se lleva consigo a Silas y Bernabé hace equipo con su sobrino, Marcos. Sin embargo, Marcos más tarde se convirtió en colaborador de Pablo animándolo cuando este lo necesitó. 2 Timoteo dice que Pablo lo llamó como “útil” para el evangelio.
2 Timoteo 4:11 (NTV) Solo Lucas está conmigo. Trae a Marcos contigo cuando vengas, porque me será de ayuda en mi ministerio.
La audiencia
Originalmente, el libro probablemente fue dirigido a cristianos gentiles, tal vez en Roma. La razón de esta conclusión es porque Marcos explica las costumbres judías. Su audiencia, los romanos eran personas prácticas y orientadas a la acción como los estadounidenses hoy en día. Posiblemente escrito durante una época en que las persecuciones amenazaban a la iglesia. Es por eso que Marcos enfatiza lo que significa vivir como un discípulo entregado de Jesús. Presenta a Jesús como Mesías, Salvador e Hijo de Dios. Y si creemos que eso es lo que él es entonces ese hecho nos llama a vivir de cierta manera incluso cuando los poderes se resisten y se oponen a Jesús. Todos tenemos que decidir si Jesús es quien dice ser. Si es así, todos tenemos que decidir si vamos a seguirlo completamente.
Marcos se relaciona con nosotros hoy en dia porque nosotros tampoco somos judíos. Además, podríamos estar enfrentando una creciente oposición al cristianismo en nuestra generación al igual que los cristianos de su época.
El propósito
Marcos escribió este relato para mostrar al mundo quién es Jesús y lo que ha hecho. El tema central de Marcos se presenta desde el principio → 1:1 lo dice todo
Marcos 1:1 Esta es la Buena Noticia acerca de Jesús el Mesías, el Hijo de Dios…
Descifremos este versículo. Empecemos con la primera frase sobresaliente del versículo: “Buena Nueva”. Buena Nueva o Buena noticia, como lo dicen otras versiones de la Biblia, habla del evangelio. El evangelio, o sea la Buena Noticia es que Jesús es el Salvador. El nombre “Jesús” o Yeshua en hebreo significa: “Yahweh es salvación”. Cuando el ángel se le apareció a José para que no dejará a Marai, le dijo: “Y tendrá un hijo y lo llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados»… (Mateo 1:21). Esta es “buena noticia” porque necesitamos el rescate de nuestros pecados. Necesitamos el perdón y la salvación que solo pueden ser dados por Jesus.
La segunda frase sobresaliente del versículo es “Jesús es el Mesías”. El Mesías era el gobernante y libertador esperado de Israel. “Mesías” significa “ungido” en hebreo. En griego se traduce como “Christos” o “Cristo”. La palabra refleja miles de años de esperanza y profecía. Jesús era el Prometido que vendría a vencer a los enemigos de Dios y a establecer el gobierno de Dios entre su pueblo. Para cuando Jesús nació, Israel había perdido su reino a una serie de conquistadores como Babilonia, Persia, Grecia y ahora Roma. La gente pensaba que el Mesías sería un libertador político quien restauraría el reino de David y Salomón.
A lo largo de Marcos, Jesús desafía y corrige lo que la gente, incluidos sus seguidores más leales, pensaban que sería el Mesías. Esta es una “buena noticia” porque muestra que Dios cumple sus promesas y cuida de su pueblo.
La tercera y última frase que sobresale en Marcos 1:1 es “Jesús es el Hijo de Dios”. Marcos no está hablando de una relación literal ni física de padre e hijo. Jesús es el Hijo de Dios en el sentido de que fue concebido en María por el Espíritu Santo y no por medio natural de la unión entre un hombre y una mujer. Jesús una vez acusó a los fariseos de ser “ hijos de su padre, el diablo” (Juan 8:44). Sabemos que el diablo no era el padre de ellos literal y físicamente. La filiación es una metáfora de la semejanza que existe en compartir la misma naturaleza básica.
De la misma manera, claramente se entiende que no se está diciendo que físicamente existe una relación de Padre e Hijo. Entonces, ¿por qué se presenta la relación entre Dios y Jesus como padre e hijo? Porque un hijo tiene la misma naturaleza esencial que su padre. El Hijo de Dios es “de Dios”. Jesús estaba afirmando ser Dios mismo. Colosenses lo dice de la siguiente manera:
Colosenses 2:9 Pues en Cristo habita toda la plenitud de Dios en un cuerpo humano.
Por esa razón, el Credo de los apóstoles dice: “Creemos en un solo Señor Jesucristo, el único Hijo de Dios, engendrado del Padre antes de todos los siglos. Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero del Dios verdadero, engendrado, no hecho, de la misma esencia que el Padre…”
Esta es la “Buena Noticia” porque Dios se ha acercado a nosotros. Dios está infinitamente muy por encima de nosotros pero se bajó a nuestro nivel para encontrarse con nosotros en nuestro punto de necesidad.
En el resto del libro, Marcos hace dos cosas con esta afirmación de la identidad de Jesús. Primero: proporciona evidencia para estas afirmaciones. Demuestra su sabiduría y autoridad en sus enseñanzas. Su autoridad y poder para sanar y liberar a la gente de la oscuridad espiritual. También,demuestra su compasión.
Segundo, nos muestra cómo la gente responde a estas afirmaciones. Algunos lo aceptan como el Mesías y lo siguen. Marcos nos ayuda a entender cómo a menudo los que le aceptan y lo siguen lo hacen radicalmente diferente de lo que la gente esperaba. Otros, están confundidos y ¡a veces eso incluye a los que lo siguen!. Tristemente, hay algunos que se oponen abiertamente a él.
Mostrándonos estas tres respuestas al Mesías, Marcos nos invita a pensar en nuestra propia respuesta a él. ¿En qué grupo de entre los tres nos encontramos? ¿En el primero que responde siguiéndolo radicalmente, en el segundo que duda todavía aunque le sigue o en el tercer grupo que está en contra de él? Mientras piensas, lee el Evangelio de Marcos pidiéndole al Espíritu Santo que te abra tu mente. Y si estás en los dos últimos grupos. puedas pasar al primero comprendiendo la buena noticia de quién es Jesús y lo que vino a hacer por ti.
Meditando en el primer versículo con el que Juan Marcos comienza su evangelio, contesta la siguiente pregunta: Si escribieras un libro sobre lo que es más importante, ¿cuál sería el primer versículo?
Ver también:
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó a la atención?
- Nombre los cuatro evangelios en la Biblia. ¿Qué hace que el evangelio de Marcos sea diferente? Haz una lista.
- Lee Hechos 13:5-14. ¿Por qué crees que Marcos dejó a Pablo y Bernabé?
- Lee Hechos 15:36-40. ¿Te habrías puesto del lado de Pablo o de Bernabé en este debate acerca de llevar a Marcos al viaje? Explica.
- Analiza Marcos 1:1. ¿Qué es la “Buena Noticia”? ¿Quién era el “Mesías” para el pueblo judío? ¿Por qué a Jesús se le llama el “Hijo de Dios”?
- El evangelio de Marcos está lleno de acción, y desde el primer versículo Jesús está en el centro de todo. Si escribieras un libro sobre lo que es más importante, ¿cuál sería el primer versículo?
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?
¿Quién fue Juan el Bautista? (Marcos 1:2-8)
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Puntos de conversación:
- Dios había estado aplanando el camino para Jesús durante siglos, y este tipo de trabajo tiende a perturbar el suelo. La metáfora de esto es “el desierto” – el lugar árido donde a Dios le encanta trabajar. Marcos 1:23
- Juan el Bautista fue un mensajero único que habló con valentía el mensaje de Dios. No encajaba en los círculos educados porque no se preocupaba por sí mismo ni por su propia reputación. Marcos 1:6-8
- Juan preparó el camino al llamar a la gente al “arrepentimiento”: pasar de una vida autodirigida a una vida dirigida por Dios. Desafió a la gente a seguir la verdad en lugar de la tradición. Marcos 1:4-5
Hoy hablaremos sobre Juan el Bautista, este extraño personaje salvaje que está al principio del libro de Marcos.
Marcos 1:1-8 (NTV) …Comenzó tal como el profeta Isaías había escrito: «Mira, envío a mi mensajero delante de ti, y él preparará tu camino. Es una voz que clama en el desierto: “¡Preparen el camino para la venida del Señor! ¡Ábranle camino!”». Ese mensajero era Juan el Bautista. Estaba en el desierto y predicaba que la gente debía ser bautizada para demostrar que se había arrepentido de sus pecados y vuelto a Dios para ser perdonada. Toda la gente de Judea, incluidos los habitantes de Jerusalén, salían para ver y oír a Juan; y cuando confesaban sus pecados, él los bautizaba en el río Jordán. Juan usaba ropa tejida con pelo rústico de camello y llevaba puesto un cinturón de cuero alrededor de la cintura. Se alimentaba con langostas y miel silvestre. Juan anunciaba: «Pronto viene alguien que es superior a mí, tan superior que ni siquiera soy digno de inclinarme como un esclavo y desatarle las correas de sus sandalias. Yo los bautizo con agua, ¡pero él los bautizará con el Espíritu Santo!».
La lección de hoy está dividida en tres secciones: el desierto, el mensajero (Juan el Bautista) y el mensaje que trajo. Durante esta lección, quiero que pienses en una buena pregunta: ¿qué está haciendo Dios en tu vida para prepararte para encontrarte con Jesús? Porque realmente ese era el mensaje de Juan el Bautista.
El propósito en la vida de Juan el Bautista era llamar a la gente a Jesús y preparar el camino para que la gente se encontrará con Jesús. Este mensaje y propósito se relaciona con nosotros hoy en día. Al final de este artículo volveremos a la pregunta: ¿Qué está haciendo Dios en tu vida para prepararte para encontrarte con Jesús? Esta pregunta es para ti, ya sea que necesites tener un nuevo encuentro con Jesús, o sea que no conozcas a Jesús.
El desierto
Dios había estado aplanando el camino para Jesús durante siglos, y este tipo de trabajo tiende a perturbar el suelo. La metáfora de esto es “el desierto” – el lugar árido donde a Dios le encanta trabajar.
Marcos 1:1-3 …Comenzó tal como el profeta Isaías había escrito: «Mira, envío a mi mensajero delante de ti, y él preparará tu camino. Es una voz que clama en el desierto: “¡Preparen el camino para la venida del Señor! ¡Ábranle camino!”».
En el Antiguo Testamento, el desierto fue el Lugar donde Israel fue desobediente durante 40 años.
Josué 5:6 NTV Los israelitas anduvieron cuarenta años por el desierto hasta que murieron todos los hombres que salieron de Egipto y que tenían edad para ir a la guerra. Ellos habían desobedecido al Señor, por eso el Señor juró que no los dejaría entrar en la tierra que había prometido darnos, una tierra donde fluyen la leche y la miel.
Los antepasados de los que finalmente se asentaron en la tierra probarían que aún no entendían la gracia de Dios y el plan de redención. La venida de Jesús fue tan importante que Dios envió un mensajero especial, Juan el Bautista, para preparar a la gente para su llegada como leímos en los versículos 1-6.
Dios había estado aplanando o sea preparando el camino para Jesús durante siglos (1:2-3). Este tipo de trabajo tiende a perturbar el terreno de la cultura y la comodidad. Al pueblo le gustaba su vida desenfrenada. Por mucho que habían racionalizado que estaban fuera del desierto y en la tierra prometida, el desierto todavía estaba en sus corazones. Buenas noticias estaban por llegar pero de una manera que no esperaban.
¿Qué estaba gritando Juan? ¿Por qué no escuchaban? La llegada de Juan el Bautista había sido profetizada desde mucho antes en el Antiguo Testamento. (Isaías 40:3-11). En Malaquías 3:1 también se había profetizado:
Malaquías 3:1 NTV «¡Miren! Yo envío a mi mensajero y él preparará el camino delante de mí. Entonces el Señor al que ustedes buscan vendrá de repente a su templo. El mensajero del pacto a quien buscan con tanto entusiasmo, sin duda vendrá», dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.
Este versículo describe la condición del judaísmo cuando Juan entró en escena. ¿Somos honestos acerca de nuestra condición espiritual? o ¿de nuestro viaje por el desierto? Aqui se ve la idea de limpiar el camino de piedras para que pueda pasar un dignatario. Ese es el trabajo de un precursor: emparejar los caminos. Es como cuando un presidente llega a una ciudad. Se renueva, restaura y limpia por donde él pasara. Esa era la misión de Juan.
¿Cómo podemos preparar el camino para que el Señor Jesús entre en la vida de las personas hoy en día? Jesús ha venido como Dios prometió. Esta es la Buena Noticia. Deberíamos decirle a la gente que venga a Jesús y se vuelva de sí misma a Dios.
El Mensajero
Juan el Bautista fue un mensajero único que habló con valentía el mensaje de Dios. No encajaba en los círculos educados porque no se preocupaba por sí mismo ni por su propia reputación. Juan fue un mensajero muy singular (1:4-6). Fue un hombre HUMILDE.
Marcos 1:6-8 (NTV) Juan usaba ropa tejida con pelo rústico de camello y llevaba puesto un cinturón de cuero alrededor de la cintura. Se alimentaba con langostas y miel silvestre. Juan anunciaba: «Pronto viene alguien que es superior a mí, tan superior que ni siquiera soy digno de inclinarme como un esclavo y desatarle las correas de sus sandalias. Yo los bautizo con agua, ¡pero él los bautizará con el Espíritu Santo!».
¡No es tu predicador moderno con chaqueta de cuero y botas con ziper! Su ministerio no fue comercializable. ¡No fue un vendido! Muchos menos un predicador de la prosperidad. ¡Él vivió una vida simple, comiendo chapulines y miel silvestre!
También, fue ¡el tipo de persona que denunciaría las falsas enseñanzas y el pecado del mundo! Su osadía de decir la verdad no fue bien recibida por los religiosos e incluso el rey Herodes terminó por hacerlo arrestar y decapitar (Marcos 6:17-18). ¡Juan habló sobre el pecado sexual, incluso al más alto gobierno!
Él no tenía pelos en la lengua para decirle la verdad a los religiosos de la época. ,Hablo la verdad sin tapujos. ¡Seguían llegando en masa a pesar de que él no era “sensible a los buscadores”!
Además, Juan no vino a la sinagoga. No vino con sensibilidad, sino con una urgencia fuerte y desafiante. No predicó clichés religiosos, sino arrepentimiento y juicio inminente. No estaba vestido respetablemente, aunque estaba vestido de una manera que sugería que era el profeta de Dios, Elias, como todos habían oído de 2 Reyes 1:8.
2 Reyes 1:8 Y ellos contestaron: —Era un hombre velludo y tenía un cinto de cuero en la cintura. —¡Elías de Tisbé!—exclamó el rey.
2 Reyes está hablando del profeta Elias cuya descripción es muy parecida a la de Juan el Bautista. Por eso, muchos creían que Juan era el profeta Elias. Juan, al igual que Elias, no encajaba en los círculos educados. Esto era porque no le importaba. Sabía que no se trataba de sí mismo o de su propia imagen o reputación. Si no que se trataba de acercar a la gente a Jesús. Mucha gente salió a verlo, algunos porque era un bicho raro y un espectáculo secundario. Pero muchos porque fueron conmovidos por su mensaje.
Juan 5:35 NTV Juan era como una lámpara que ardía y brillaba, y ustedes se entusiasmaron con su mensaje durante un tiempo;
¡Su vida fue una protesta a la prosperidad y las mentiras de los fariseos! Ellos amaban los lugares de honor en las fiestas y vestían túnicas y borlas gloriosas. Y ¿nosotros? Amamos los coches, trabajos, comodidades que se interponen en el camino para seguir a Jesús.
El pueblo de su época necesitaba un predicador valiente y claro que los sacara de su letargo y complacencia. Fue valiente y claro porque conocía absolutamente la tarea que Dios le había encomendado en la tierra. ¿Y tu? ¿Tenemos miedo de ser demasiado claro y valiente a pesar de que Dios lo requiere en nosotros? ¿Cómo le habrías respondido a Juan? ¿Habrías recibido su enseñanza?
El mensaje
Juan preparó el camino al llamar a la gente al “arrepentimiento”: pasar de una vida autodirigida a una vida dirigida por Dios. Desafió a la gente a seguir la verdad en lugar de la tradición. Juan preparó el camino llamando a la gente a verse a sí misma. A ver su Pecado.
Marcos 1:4-5 (NTV) Ese mensajero era Juan el Bautista. Estaba en el desierto y predicaba que la gente debía ser bautizada para demostrar que se había arrepentido de sus pecados y vuelto a Dios para ser perdonada. Toda la gente de Judea, incluidos los habitantes de Jerusalén, salían para ver y oír a Juan; y cuando confesaban sus pecados, él los bautizaba en el río Jordán.
Nuestra cultura piensa que no es amoroso señalar el pecado y llamar a la gente al arrepentimiento. Sin embargo, es lo más amoroso que puedes hacer para que examinen sus vidas y se vuelvan hacia Dios. Y reconozcan sus pecados y busquen el perdón de Dios. Los “pecados” son meramente la expresión, externa o interna, de una vida autodirigida. En otras palabras, de una vida donde tu eres el amo y señor y no Dios.
El arrepentimiento es un cambio de actitud: dejar mi vida autodirigida y volverme a Dios. Las personas que escuchaban a Juan el Bautista respondieron a esta invitación y fueron bautizadas como símbolo de su cambio de corazón. Al bautizarse mostraban el fruto del arrepentimiento. Primero confesaban sus pecados recibiendo el perdón. Lo mismo que nosotros hacemos hoy en dia para estar bien con Dios: confesamos nuestro pecado y recibimos el evangelio. Dicho de otra manera, recibimos la Buena Nueva de que Jesús vino y murió en la cruz del calvario en lugar nuestro para perdonar nuestros pecados. Asi es como llegamos a ser salvos.
Antes de que Jesus viniera, en el libro de Leviticos leemos sobre la expiación de los pecados. En ese tiempo, para el perdón de los pecados se usan dos cabras. Una se sacrificaba en el altar en propiciación de nuestros pecados. A la otra cabra se le ponían las manos encima y se soltaba en el desierto, llevándose figurativamente. los pecados de la gente. Mas ahora, Juan les decía que venía Uno que perdonaría sus pecados sin necesidad de un sacrificio de animal.
Volviendo al pasaje leído, el hecho de que la gente salía frente a todos en Jerusalén y Judea para bautizarse (v5) significaba que estaba radicalmente trazando una línea en la arena. Marcando asi, un antes y un después. Esto significaba que estabas listo para seguir la verdad en lugar de la tradición. ¡Definitivamente habrá consecuencias sociales cuando profeses la fe públicamente! Más no estás solo. Trabajamos juntos con el Espíritu Santo
Marcos 1:7-8 Juan anunciaba: «Pronto viene alguien que es superior a mí, tan superior que ni siquiera soy digno de inclinarme como un esclavo y desatarle las correas de sus sandalias. Yo los bautizo con agua, ¡pero él los bautizará con el Espíritu Santo!».
Juan preparó el camino llamando a la gente a mirar a Jesús (1:7-8). Señalando cuán grande sería este Mesías a punto de aparecer. ¡Mucho más grande que Juan! Tanto en su persona (7) como en su obra (8).
El arrepentimiento primero requiere humildad. Juan está modelando su propia indignidad. Por eso es que dice que ni siquiera es digno de quitarle las sandalias de los pies. Con este gesto de humildad, ¿cuál es la orientación menguante de su vida? ¿Hacia el pecado y el yo, o hacia Dios? Por supuesto que hacia Dios por eso decía que él tenía que disminuir para que Jesús creciera (Juan 3:30). Todo lo que él hacía y decía era para apuntar a la gente a Jesus.
El bautismo de Juan fue simbólico, pero el bautismo de Jesús fue real (Hechos 19). El Espíritu Santo juega un papel importante en convencer al mundo de su pecado.
Juan 16:8 NTV Y, cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio;
Juan estaba lleno del Espíritu y eso es lo que necesitaremos si queremos arrepentirnos y creer en las buenas nuevas de salvación. Entonces, esto nos lleva a la pregunta: ¿Qué es el bautismo? Se mencionan dos bautismos: con agua y con el Espíritu Santo. El de agua, que aún practicamos, es símbolo de nuestro arrepentimiento. Este es el que Juan hacía, por eso se llamaba Juan el Bautista, porque bautizaba. Mas el dijo que vendría uno que bautizaría en Espíritu y este es el bautismo del Espíritu Santo como fue prometido en Hechos 1:8.
Hechos 1:8 Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.
En Hechos 2:37 muestra que la predicación llena del espíritu Santo causaba arrepentimiento.
Volviendo al punto de este mensaje de Juan el Bautista, el mensaje básico es que debes prepararte para volver a Dios. Teniendo un cambio de actitud, un cambio de corazón verdadero, Es dar una vuelta de 180 grados. Ahora estás mirando en una dirección completamente diferente. Mas, en ese momento, los oidores de Juan ni siquiera están seguros de lo que están buscando necesariamente en este punto.
Así que Juan les dice que viene alguien que es más grande que él. Alguien a quien él le esta preparando el camino. Él es solo el precursor para que Jesus pueda venir a salvar a la humanidad. ¡Debemos ser sus precursores en este mundo lleno de obstáculos! Debemos abrir el camino, emparejarlo y prepararlo para Jesús.
Si no lo has hecho, contesta la pregunta que se te presentó al principio; ¿Qué está haciendo Dios en tu vida para prepararte a ti o a otros para encontrarse con Jesús?
Ver también:
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó a la atención?
- ¿Cómo desobedecieron a Dios los israelitas en el desierto? ¿Cuál fue (o es) tu desierto con Dios?
- Lee Malaquías 3. ¿Cuál fue el papel de Juan el Bautista? ¿Escucharías a un tipo vestido como él? (Ver Isaías 40:3-1.)
- Lee Marcos 1:4-5. ¿Cómo explicarías lo que es el arrepentimiento a alguien?
- ¿Cuál es la diferencia entre el bautismo de Juan y el posterior bautismo del Nuevo Testamento?
- ¿Qué está haciendo Dios en tu vida para prepararte para encontrarte con Jesús?
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?
Jesús nos comprende
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Puntos de conversación:
- El bautismo de Jesús fue significativo en al menos 3 maneras: declaró el comienzo de su ministerio público, lo afirmó como la segunda persona de la Trinidad y mostró su voluntad de identificarse con la humanidad. Marcos 1:9-11
- La tentación en el desierto fue la oportunidad de Jesús para derrotar a Satanás desde el principio. Donde la humanidad fracasó, Jesús salió victorioso. Marcos 1:12-13
- Ya que Jesús hizo tanto para ser como nosotros, debemos responder confiando en Él. No hay mejor momento que ahora para arrepentirse y creer. Marcos 1:14-15
A través de toda esta lección, quiero que medites en esta respuesta clave: Puedes volverte a Jesús y confiar en él porque te conoce a ti y a tus necesidades.
En la lección de hoy nos enfocaremos en Marcos 1:9-15. Veremos que Jesús nos comprende y que para ser nuestro Salvador, Jesús se convirtió verdadera y completamente en uno de nosotros. También hablaremos sobre su bautismo y su tentación. Luego a qué nos lleva todo eso cuando se trata de nuestra salvación, o sea, cual debe ser nuestra respuesta a Jesus.
Su bautismo
Marcos narra su bautismo de la siguiente manera:
Marcos 1:9-11 Cierto día, Jesús llegó de Nazaret de Galilea, y Juan lo bautizó en el río Jordán. Cuando Jesús salió del agua, vio que el cielo se abría y el Espíritu Santo descendía sobre él como una paloma. Y una voz dijo desde el cielo: «Tú eres mi Hijo muy amado y me das gran gozo».
En la segunda lección de esta serie analizamos la práctica del bautismo de Juan el Bautista. Y no, no se le llamaba el Bautista porque pertenecía a tal denominación, sino porque su “trabajo” era bautizar. Juan llamaba al bautismo, pero ¿para qué era? Para arrepentirse y volverse a Dios. Yendo más lejos, ¿qué es realmente el bautismo? El bautismo en sí no salva. Es una señal de obediencia. Es un símbolo de morir a nuestra vieja manera al sumergirnos en el agua y a resucitar a nueva vida al salir del agua.
Así que un día, entre todas las multitudes que salían para recibir el bautismo de Juan → Jesús apareció. ¿Necesitaba Jesús arrepentirse y volverse a Dios? (4). No, la Biblia dice que estaba sin pecado. Entonces, ¿por qué se bautizó?
El bautismo de Jesús fue significativo en al menos 3 maneras. Primero, declaró el comienzo de su ministerio público. Ten en cuenta que este es su primer acto público. Hasta ese momento no se había dado a conocer en gran escala. Además, ten en cuenta las señales celestiales que lo acompañaron para poner el sello de aprobación de Dios sobre Jesús. Cuando Juan lo bautiza, se oye una voz del cielo donde el Padre Dios está de acuerdo y añade al testimonio de Juan sobre Jesús.
El Padre declara que se complace en su Hijo Amado. Y esto es, porque a pesar de que Jesús no tenía pecado, se bautizó. El lo hizo para mostrar obediencia al Padre. Jesús siempre hizo y dijo lo que el Padre le llevó a hacer y a decir. En Juan 8:29 Jesus dice: “ …Pues siempre hago lo que a él (el Padre) le agrada».”
Segundo, el bautismo de Jesus fue significativo porque lo afirmó como la segunda persona de la Trinidad Por cierto, el bautismo de Jesús revela la naturaleza trina de Dios. Aunque era plenamente humano, seguía siendo plenamente Dios → 2ª persona de la Trinidad. Al momento que Jesus se bautiza lo vemos a los tres en acción: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Vemos a Jesús bautizándose, al Padre hablando desde el cielo, y al Espíritu Santo descendiendo en forma de paloma. Aunque la palabra Trinidad no se encuentra escrita en la Biblia, si claramente vemos que Dios es tres personas y de allí sale la palabra Trinidad.
La tercera razón por la que el bautismo de Jesús es significativo es porque mostró su voluntad de identificarse con la humanidad.
El bautismo revela su verdadera humanidad. No solo parecía ser humano , lo era. Jesús entró de lleno en nuestra realidad. Pablo le dice lo siguiente con respecto a la humanidad de Jesús:
Hebreos 2:14 Debido a que los hijos de Dios son seres humanos—hechos de carne y sangre—el Hijo también se hizo de carne y sangre. ….
Se hizo de carne y sangre hasta el punto de ser bautizado, aunque no tenía nada de qué arrepentirse. ¡Espero que te des cuenta de lo maravilloso que es Jesús! Verdaderamente digno de nuestra atención: totalmente Dios, pero verdaderamente uno de nosotros.
Jesús se bautizó para mostrar su obediencia. Este hecho nos enseña que ¡hay que bautizarse! Cuando dejas a tu yo a un lado para seguir a Jesús hay que bautizarse como muestra de ello. El bautismo no nos salva, pero es una forma de identificarnos con Jesús así como él se ha identificado con nosotros.
Romanos 6:3-4 ¿O acaso olvidaron que, cuando fuimos unidos a Cristo Jesús en el bautismo, nos unimos a él en su muerte? Pues hemos muerto y fuimos sepultados con Cristo mediante el bautismo; y tal como Cristo fue levantado de los muertos por el poder glorioso del Padre, ahora nosotros también podemos vivir una vida nueva.
Jesús se identificó con la humanidad al ser bautizado aun cuando no lo necesitaba. Ahora nos identificamos con Jesús al ser bautizados en su nombre
Su Tentación
La tentación en el desierto fue la oportunidad de Jesús para derrotar a Satanás desde el principio. Donde la humanidad fracasó, Jesús salió victorioso.
Marcos 1:12-13 Luego el Espíritu lo impulsó a ir al desierto, donde Jesús fue tentado por Satanás durante cuarenta días. Estaba a la intemperie entre los animales salvajes, y los ángeles lo cuidaban.
En la lección pasada también vimos el significado del desierto. Al oír la palabra desierto, muchos pensamos en Israel rodando en el desierto del Sinaí. Y es que los 40 días de Jesús en el desierto nos recuerdan los 40 años que Israel pasó allí.
Esto señala a Jesús quien se estaba identificando con la humanidad caída. A diferencia de Israel que falló su prueba en el desierto, Jesús la pasó. Ten en cuenta la meta de la tentación de Satanás: traer a todos al pecado. Satanás trae tentación para que elijas algo que se ve bien o se siente bien versus lo que Dios dice que está bien. Si te has leído Genesis, notaras que Satanás comenzó muy al principio con Adán y Eva. Si Jesús no pasaba esta prueba, toda la humanidad estaría perdida en su pecado.
El plan del diablo era sacarlo de la jugada antes de que comenzara su ministerio. ¡Él también nos hace esto a nosotros! Para nuestro beneficio, Jesús es más grande que Israel y cumple todo lo que Dios deseaba de Israel. Donde nosotros fallamos ante Dios, Jesús tiene éxito. Donde nos equivocamos, Jesús lo hace perfectamente.
Por eso es que Jesús está calificado para ser nuestro Salvador. Podemos confiar en él para que nos represente ante Dios. Aquí es donde esto se vuelve práctico. Es un gran consuelo saber que Jesús ha sido probado y tentado de la misma manera que nosotros, por lo que comprende nuestras debilidades. Pablo lo dice de la siguiente manera:
Hebreos 4:15-16 Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, él nunca pecó. Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.
En otras palabras, podemos y debemos acudir a Jesús en busca de ayuda cuando enfrentamos la tentación. No es como que el, por ser Dios, nos juzgara por ser débiles. Al contrario, por haber sido hombre cuando vino a esta tierra, y por haber sido tentado, nos comprende. Pero no solo nos comprende, si no que nos da su ayuda.
Volviendo a Jesus en el desierto, vemos que aquí está pasando otra cosa: Dios estaba preparando a Jesús para su obra. El versículo 12 dice que El Espíritu lo impulsó a ir al desierto. O sea que ¡fue idea de Dios! Y esto fue que debido a que Jesús era completamente humano paso por lo que nosotros pasamos. Tambien nos da a entender que los atributos divinos de Jesus, hasta cierto punto, estaban limitados. Esto era porque su cuerpo humano no podía sostener tanto poder ni divinidad. También, porque Jesus mismo no se aferró a su estado divino. Leamos:
Filipenses 2:6-8 (NTV) Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales.
Pongámonos un poco teológicos por un momento. La ilustración aquí de kenosis (Filipenses 2) es la de un oficial romano quitándose su placa o insignia de rango antes de entrar en batalla. Y eso es lo que hizo Jesús. Él vino a pelear la Guerra por la salvación de la humanidad. Así, que como el Manda mas de los ejércitos celestiales, se quitó su rango de Dios, y se hizo hombre.
Ahora, al conocer a este Jesús que nos comprende por haber vivido en carne propia lo que nosotros vivimos sólo nos queda una cosa por hacer. Y es responder de acuerdo a lo que Jesus ha hecho. ¿Cómo podemos responder a un Dios que nos comprende?
Nuestra Respuesta
Ya que Jesús hizo tanto para ser como nosotros, debemos responder confiando en Él. No hay mejor momento que ahora para arrepentirse y creer.
Marcos 1:14-15 NTV Más tarde, después del arresto de Juan, Jesús entró en Galilea, donde predicó la Buena Noticia de Dios. «¡Por fin ha llegado el tiempo prometido por Dios!—anunciaba—. ¡El reino de Dios está cerca! ¡Arrepiéntanse de sus pecados y crean la Buena Noticia!»
El mensaje de Jesús fue “la Buena Noticia de Dios”. No lo vimos venir, pero él puede ser nuestro Salvador ahora. Ya sabemos que se convirtió en uno de nosotros y nos trajo la salvación. Esa es la Buena Noticia. ¿Quién no necesita buenas noticias?
Hebreos 2:14-15 (NTV) Debido a que los hijos de Dios son seres humanos—hechos de carne y sangre—el Hijo también se hizo de carne y sangre. Pues solo como ser humano podía morir y solo mediante la muerte podía quebrantar el poder del diablo, quien tenía el poder sobre la muerte. Únicamente de esa manera el Hijo podía libertar a todos los que vivían esclavizados por temor a la muerte.
Pablo, aquí en Hebreos, nos dice que solo haciéndose hombre, Jesús podía morir y vencer así el poder de la muerte y el diablo. Trayendo así, a través de su resurrección, la salvación por nuestros pecados. Esta es la Buena Noticia.
“Por fin ha llegado el tiempo prometido por Dios” Dios había estado preparando el camino; de eso se ocupó Juan. Y Dios cumple sus promesas. “El tiempo” aquí no es tiempo cronológico. Sino que se refiere a una temporada de oportunidad que se abre. Podríamos decir: “Este es tu momento.” O “Aprovecha el momento”
En otras palabras: la gente no tiene que esperar más para la salvación. Ahora es el momento de tomar una decisión. La buena noticia es que el reino de Dios está cerca. Hablaremos más sobre esto en la próxima lección. Por hoy, tu respuesta debe ser: arrepentirte, creer y confiar en Jesús
¡Tenemos motivos para tener esperanza! No esperes más para responder a Jesús. No tienes que hacerlo. Tu temporada de oportunidad es ahora.
Ver también:
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó a la atención?
- Lee Marcos 1:9-11. Discute el significado del bautismo de Jesús.
- ¿Cuándo debes bautizar a una persona y por qué? ¿Lo has hecho?
- Lee Marcos 1:12-13. ¿Cómo luchó Jesús contra la tentación de Satanás? ¿Tenemos los mismos recursos disponibles para nosotros? Explica.
- Lee Mateo 4:1-11. ¿Qué información adicional se da aquí sobre la batalla de Jesús con la tentación? ¿Qué podemos aprender de eso?
- ¿Por qué confiar en Jesús es un asunto urgente? Haz una lista de las razones.
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?
El Reino al revés
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Puntos de conversación:
- Jesús comienza su ministerio con un llamado a arrepentirse y creer en el Evangelio. La buena noticia es que estamos invitados a unirnos a un Rey amoroso pero poderoso. Marcos 1:14-15
- Jesús recluta a personas comunes para que lo sigan. Estos hombres no son los que esperarías que fueran utilizados como equipo central. Marcos 1:16-17,19
- Seguir a Jesús significa rendirse a su gobierno en nuestras vidas. Se trata de “dejar las redes” y embarcarse en su misión. Marcos 1:18, 20
Después del tiempo de preparación de Jesús para el ministerio, llegamos al comienzo del Rey iniciando su reinado. Primero, debe establecer la misión de llamar a la gente al arrepentimiento y la fe. Segundo, el Rey elige súbditos y servidores para cumplir sus decretos. Estos hombres no son los que esperarías que Jesús usara como equipo central. Eso es porque su Reino está al revés en comparación con la mentalidad del mundo. La lección de hoy se basa en Marcos 1:14-20. En ella, veremos el discurso con que inició Jesús, el pueblo (la gente) que llamó Jesús y el mandato a dejar las redes que les hizo.
El discurso del Rey
Lo más interesante cuando se inaugura a un nuevo presidente, para muchos, es el discurso de inauguración. Y el discurso de Jesus no se podía quedar atrás. A diferencia de muchos, el discurso del Rey Jesús fue verdadero, corto y preciso. Jesús comienza su ministerio con un llamado a arrepentirse y creer en el Evangelio. La clave de su discurso es: arrepentirse y creer. ¿Por qué? Porque el Reino está cerca.
Marcos 1:14-15 Más tarde, después del arresto de Juan, Jesús entró en Galilea, donde predicó la Buena Noticia de Dios. «¡Por fin ha llegado el tiempo prometido por Dios!—anunciaba—. ¡El reino de Dios está cerca! ¡Arrepiéntanse de sus pecados y crean la Buena Noticia!».
Esta fue la inauguración de su ministerio ¿Por qué Galilea? Porque Jesús es de allí. Es de donde llamará a sus primeros discípulos. Allí hace su primer milagro; convierte el agua en vino. También es donde está el campamento base de Herodes.
La Buena Noticia de la que hablaba en su discurso es que el Reino de Dios está cerca. Ese reino viene con cada paso que daba sobre la tierra (y ahora camina a través de nosotros). Estaba esparciendo semillas para que creciera mientras caminaba por Israel. Es como un agricultor:
Marcos 4:26-27 Jesús también dijo: «El reino de Dios es como un agricultor que esparce semilla en la tierra. Día y noche, sea que él esté dormido o despierto, la semilla brota y crece, pero él no entiende cómo sucede.
Así como no se entiende como el crecimiento de la semilla porque no se ve, así es el Reino de Dios: invisible e invasivo. Es algo impredecible pero poderoso. Lucas dice que “Nunca podrán decir: “¡Aquí está!” o “¡Está por allí!”, porque el reino de Dios ya está entre ustedes.” (Lucas 17:21). En otras palabras, somos invitados a ser parte de su Reino. Entonces, la Buena Noticia es que estamos invitados a unirnos a un Rey amoroso pero poderoso.
Definamos brevemente qué es lo que quiere decir “El reino de Dios está cerca”. Esta frase se refiere al gobierno de Dios en la tierra. Y porque Dios es bueno, su gobierno es una bendición para sus súbditos. Imagínate: ¿no sería increíble si nuestros funcionarios gubernamentales fueran todos absolutamente BUENOS? Ninguno torcido. Hambrientos de poder. Necios. etc.
El Reino es un sistema que reemplaza o está en guerra con el sistema Mundial. Debido a que Dios es justo, su gobierno también es una amenaza para sus enemigos. Esta es una buena noticia porque la humanidad está plagada y oprimida por el mal y la oscuridad espiritual. El reino de Dios prevalecerá sobre estos poderes.
Comienza a prevalecer cuando Jesús aparece en escena. Sana los cuerpos quebrantados de las personas. Libera a las personas de los poderes demoníacos. Continúa prevaleciendo a medida que la gente lo sigue y obra la liberación en sus vidas. El gobierno de su reino finalmente prevalecerá sobre todo mal y sobre todos los enemigos cuando regrese.
La respuesta que pide Jesús: arrepentirse y creer en esta Buena Noticia.Como se dijo en la lección #2 de esta serie: los “pecados” son meramente la expresión externa o interna de una vida autodirigida. Por el contrario, arrepentimiento es alejarme de mi vida autodirigida y volverme a Dios. La razón por la que la mayoría de la gente rechaza esta buena noticia es que no quieren otro rey además de ellos. Prefieren “mi reino” o “el reino de mi yo” y no el verdadero Reino que es el de Dios.
Debemos entregar el “reino de mi yo” al Reino de Dios. Por eso que el discurso del Rey (Jesús) era el de arrepentirse y “creer”. Creer es aceptar, confiar y aplicar la Buena Nueva de Jesús a tu propia vida. Aquí en Marcos 1, el lector aún no sabe acerca de la cruz o la resurrección. La idea más fundamental aquí es confiar en la promesa de Dios a través de Jesús. Más adelante vemos que ¡el Rey toma nuestro lugar y muere! ¡Esto está al revés! Nosotros éramos los culpables por nuestros pecados y merecemos morir, pero Jesus lo hizo por nosotros. Lo hizo porque solo así podía cerrar la brecha que nos aparta de Dios: el pecado. Ahora podemos tener una relación con Dios. Pero tenemos que humillarnos y pedir perdón.
Solo los humildes servidores pueden ser parte de esto. ¡Ahora puedes tener una relación con el Rey! ¿No es eso al revés? Nadie tiene una relación personal con los reyes terrenales a menos que sean de gran importancia. Sin embargo, eso fue lo que vino a lograr Jesús con su muerte: traer su Reino a la tierra para acercarnos a Dios.
El pueblo del Rey
Jesús recluta a personas comunes para que lo sigan. Estos hombres no son los que esperarías que fueran utilizados como equipo central.
Marcos 1:16-17 Cierto día, mientras Jesús caminaba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban la red al agua, porque vivían de la pesca. Jesús los llamó: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!».
El Rey y sus súbditos son ordinarios y comunes. El pueblo del Rey eran personas como cualquiera. No fueron personas con títulos dignatarios ni importantes según la mentalidad humana. Pero estos hombres comunes fueron el equipo central de Jesús. ¿Sabes qué es lo más maravilloso? Que este equipo está reclutando a más personas para plantar semillas y para salir a pescar hombres y mujeres que lo necesitan.
Jesús sabe que el llamado a la fe no es sólo pasivo, sino que en realidad puede tener la “pesca” deseada. Es como cuando vamos de pesca y solo esperamos que nuestro cebo, anzuelo y la sincronización sean adecuados para el pez correcto. ¡Dios es más preciso que eso! Jesús asume la responsabilidad de moldearnos. Éldice: “Yo les enseñaré a pescar hombres”. No solo nos muestra cómo, sino que nos enseña y entrena para la tarea.
Puede que muchos digan“no puedo hacerlo” al llamado de Jesús. Pero Jesús puede convertirte de un debilucho de 98 libras en un SEAL (un miembro de la unidad de fuerzas especiales de la Armada Naval de Estados Unidos). Si no crees, mira a Simón, Andrés, Santiago y Juan. Marcos relata varias historias que se pueden interpretar como que sus discípulos pasaron por un programa de capacitación de 3 años que los cambiaría de orgullosos, arrogantes, ignorantes y rechazados a confiados, humildes, siervos y seguidores. Jesús sabía que estos hombres le iban a fallar, incluso lo abandonarían. Aun así, Jesús los elige porque el llamado no se basaba en el desempeño de ellos. Y esto es cierto para nosotros hoy en día.
Fíjate en el v 17 que Jesús dijo “Síganme..” y no “les seguiré.” Jesús llama a la gente común a seguirlo. Nótese que no llamó a profesionales religiosos, sino a personas comunes que se dedicaban a carreras y trabajos comunes. No solo eso, si no que fueron personas como tú y como yo: imperfectas. Si notas, a unos les llaman “los hijos del trueno”. En otras palabras, estos dos hermanos eran violentos. Marcos lo escribe para que nos demos cuenta de la clase de personas que el Rey llamó. Una vez más, es que Él los eligió porque miraba lo que podían llegar a hacer y no por quien eran. Hoy en día, uno esperaría que un gran líder ejecutivo utilizará lo mejor de lo mejor, currículums repletos y pedigrí generacional. Pero Jesus, no. Mira lo que dice Pablo en Corintios.
1 Corintios 1:26-29 Recuerden, amados hermanos, que pocos de ustedes eran sabios a los ojos del mundo o poderosos o ricos cuando Dios los llamó. En cambio, Dios eligió lo que el mundo considera ridículo para avergonzar a los que se creen sabios. Y escogió cosas que no tienen poder para avergonzar a los poderosos. Dios escogió lo despreciado por el mundo—lo que se considera como nada—y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante. Como resultado, nadie puede jamás jactarse en presencia de Dios.
Jesús es lo suficientemente grande como para usar un montón de don nadies. Si somos lo suficientemente humildes para verlo, ¡esas personas somos nosotros! El estatus ordinario de los discípulos prueba que es Dios quien recibe la gloria y no son los autoproclamados líderes brillantes los que hacen que la obra del Reino sea exitosa.
El requisito para ser parte de este Reino es el arrepentimiento, la fe, la humildad y el servicio sacrificial. Seguirlo implica comprometerse en su misión. La estrategia no es hacerlo todo solo, sino reclutar y comisionar a seres humanos comunes para que lo representen a él. No puedes decir que sigues a Jesús e ignorar la misión que nos dio. La medida de un seguidor maduro de Jesús es dar un giro completo en nuestra vida, dejando atrás la vieja manera de vivir siguiendo a Jesús, honrando a Dios y salir fuera a ayudar a otros a buscar de Dios.
Dejen sus redes
Seguir a Jesús significa rendirse a su gobierno en nuestras vidas. Se trata de “dejar las redes” y embarcarse en su misión. Los discípulos inmediatamente abandonaron su manera de hacer las cosas y siguieron obedientemente El Camino (Jesús).
Marcos 1:18 Y enseguida dejaron las redes y lo siguieron.
Lo que representa la red es estar enredado, atrapado y cautivo. Por eso es que debemos dejar la red para seguir a Jesús. Al convertirnos en sus seguidores venimos a formar parte de su ejército. Somos soldados de Cristo. Con respecto a esto, Pablo dice lo sibuiente:
2 Timoteo 2:4 Ningún soldado se enreda en los asuntos de la vida civil, porque de ser así, no podría agradar al oficial que lo reclutó.
Así que es necesario “dejar la red” para seguir al Rey. En otras palabras, ya no podemos seguir enredados en los asuntos que no tengan que ver con el Reino de Dios. Nuestro propósito hoy es agradar a Jesus, el oficial que nos ha reclutado para su Reino. Jesús es un Rey digno de confianza. Él es justo y bueno. La máxima expresión de la confianza es la entrega. Asi que entreguemos completamente a él y a su liderazgo. Cuanto más puedes confíar en Jesús lo suficiente como para rendirte a su gobierno en tu vida. Su gobierno en tu vida implica estar a bordo con su misión así como lo hicieron los hombres que llamo:
Marcos 1:20 Los llamó de inmediato y ellos también lo siguieron, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los hombres contratados.
Estos hombres de inmediato lo siguieron. Dejaron su familia, sus negocios y todo lo conocido para seguir a Jesús. Ahora, tu parte es seguirlo también. Ojalá, de una vez o inmediatamente. Esto podría significar que es posible que tengas que hacer cambios bastante rápido.
Seguir a Jesús significa nunca ser el mismo. Significa ser atrapado por un propósito más grande que cualquier cosa por la que hayas vivido. Cuando Jesús llamó a muchos a que se unieran a sus discípulos les dijo: “«Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su propia manera de vivir, tomar su cruz y seguirme.” (Marcos 8:34). Y es seguirlo quizá implique dejar las redes, como estos primeros discípulos. Tal vez implica seguirlo en tu situación actual. Independientemente de las circunstancias de las que Dios te llame, la misión es la misma. Debemos seguir el ejemplo de Jesús como Rey Siervo:
Marcos 10:42–45 Así que Jesús los reunió a todos y les dijo: «Ustedes saben que los gobernantes de este mundo tratan a su pueblo con prepotencia y los funcionarios hacen alarde de su autoridad frente a los súbditos. Pero entre ustedes será diferente. El que quiera ser líder entre ustedes deberá ser sirviente, y el que quiera ser el primero entre ustedes deberá ser esclavo de los demás. Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos».
Esto es el Reino al revés. En el mundo se le sirve al “más grande e importante”. Pero en el Reino de Dios, el más grande es el más pequeño. El más importante es que sirve.
Aquí tenemos la esencia de la historia de Marcos: aunque Jesús es de hecho el poderoso Mesías e Hijo de Dios, su papel no era conquistar a los romanos. Era sufrir y morir como pago de rescate por los pecados. Este es un logro mucho mayor que la conquista física. Él proveerá la victoria sobre los últimos enemigos de la humanidad: Satanás, el pecado y la muerte.
Quienes deseen ser sus discípulos deben seguir su camino tomando su propia cruz y siguiéndolo en una vida de servicio abnegado. Viviendo para el reino y para los demás en lugar de vivir para nosotros mismos.
Ver también:
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó a la atención?
- ¿Cómo describirías el Reino de Dios basado en esta lección? ¿Qué hace que esto sea al revés o opuesto a la forma en que vemos el liderazgo hoy en día?
- Lee Marcos 1:14-15. Explica la “Buena Nueva” de la que Jesús está hablando.
- ¿Por qué crees que los primeros discípulos de Jesús eran gente común y no la élite social o religiosa?
- Lee 1 Corintios 1:26-29. ¿Qué dice esto acerca de las personas que Dios llama?
- Lee Marcos 1:18-20. Los discípulos dejaron sus redes. ¿Qué te está llamando Jesús a dejar atrás para seguirlo?
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?
La única autoridad verdadera en el universo
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Puntos de conversación:
- Jesús tiene la última palabra sobre cómo pensamos. Derrumba interminables debates definiendo lo que es verdadero o falso y lo que está bien y lo que está mal. Marcos 1:21-22
- Jesús tiene la última palabra sobre cómo vivimos. Al expulsar un espíritu maligno, demostró que su autoridad debe ser obedecida. Marcos 1:23-28
- Por ahora, elegimos quién llega a influir en nuestras vidas con autoridad. Pero llegará el día en que todos se someterán a la única autoridad verdadera del universo. Filipenses 2:9-11
Hoy estamos estudiando Marcos 1:21-28. El tema de hoy trata de la autoridad. Jesús habló y actuó de manera que demostraron su autoridad absoluta para dictar lo que pensamos y cómo vivimos. Antes de entrar en el tema, déjame preguntarte; ¿cómo respondes a las figuras de autoridad? ¿Quién tiene verdadera autoridad en tu vida?
Algunos dirían que el presidente ya que es la máxima autoridad de una nación (que lo es en el caso de las fuerzas armadas y porque puede declarar guerra contra otro país). Otros dirían que la policía. Y pueda que algunos digan que su pastor o líder religioso.
Entre los jóvenes, pueda que un porcentaje aunque muy pequeño, diga que un maestro. Sin embargo, como esta nuestra generación actual, muchos, aunque no lo reconozcan, tienen a los influencers como la máxima autoridad en sus vidas. Y no es que los jóvenes los ven como figuras de “autoridad” con túnicas y mazos en la mano. Pero si los escuchan, les otorgan autoridad. Ya que basan sus decisiones de como vestir, maquillarse o hablar según lo que diga el influencer del momento.
Más seas joven o adulto, tú eliges quien tiene autoridad en tu vida, por ahora. No siempre será así porque Jesús tiene la ultima palabra en tu vida. Esto lo veremos más adelante en esta lección. Hoy estaremos hablando de la autoridad que Jesús tiene en dos áreas principales de nuestras vidas: la manera en que pensamos y la manera en que vivimos.
Como pensamos
Pensamos que nosotros estamos en control y por lo tanto tenemos la autoridad sobre nuestras vidas, Por lo tanto vivimos de la manera que lo hacemos. No tomamos en cuenta que en realidad solo Jesus tiene la última palabra en nuestras vidas porque él es la máxima autoridad en todo el universo.
En la lectura bíblica de hoy, empezamos leyendo que Jesus entra en una sinagoga en un pueblo llamado Capernaum (v21). Aquí Jesus ya empezó su ministerio, y ha hecho unos milagros. El versículo 21 dice que entró el día de reposo o descanso (día sábado) que era el día que todo Israel tenía que guardar y descansar por mandato de Dios.
En este día no se podía hacer ninguna clase de labor o trabajo. Pero lo que hay que notar es que Jesús estaba enseñando allí, en la sinagoga. La sinagoga es para los judios como la iglesia lo es para los cristianos. No cualquiera podía entrar y enseñar en la sinagoga. La Biblia no nos dice como es que Jesús obtuvo permiso para enseñar allí. Recuerden que Jesús no estudió en un seminario ni fue entrenado como los fariseos. Fue un hombre que durante el primer tercio de su vida fue el hijo de un carpintero. Probablemente él mismo fue un carpintero que hacía sillas y mesas (bueno, no sé si había sillas en su tiempo, pero sí mesas). Luego, a los treinta años, comienza su ministerio. Ahora, este hombre sin educación, desde el punto de vista de los fariseos, de repente está en una sinagoga enseñando como todo un Rabí; un maestro.
Dos cosas sucedieron en la sinagoga esa mañana que establecieron la única persona y ministerio de Jesús. La primera es que Jesus enseña con toda autoridad y la segunda cosa es que libera a un hombre endemoniado. En ambos casos, la palabra clave es “autoridad”, del griego “exousia”. La autoridad y las personas que reconocen la autoridad de Jesús es un tema importante en Marcos. Más importante aún: enfrentarse a su autoridad que es una respuesta subjetiva frente al hecho objetivo de su autoridad ya que algún día toda rodilla se doblará ante él. Jesús habló y actuó de manera que demostraron su autoridad absoluta para dictar lo que pensamos y cómo vivimos.
Como pensamos
Jesús tiene la última palabra sobre cómo pensamos. Derrumba interminables debates definiendo lo que es verdadero o falso y lo que está bien y lo que está mal. Tú mismo puedes tratar de dar mil explicaciones y debatir todos los puntos de vista de la mejor manera posible. Presentar innumerables pruebas, datos, etc, pero al final de todo, Jesus es el único que tiene toda autoridad para definir y decir lo que es verdadero o falso y lo que está bien o lo que está mal y no nosotros. Jesús tiene autoridad sobre nosotros en términos de cómo pensamos debido a su enseñanza del versículo veintidós.
Marcos 1:22 La gente quedó asombrada de su enseñanza, porque lo hacía con verdadera autoridad, algo completamente diferente de lo que hacían los maestros de la ley religiosa.
El primer tipo de autoridad que poseía Jesús tenía toda la razón cuando otros adivinaban. No estaba: “tal vez esto, tal vez aquello” si no “esta es la verdad”, “esta es la manera que es”. Dijo la verdad cuando otros decían falsedades. La gente estaba asombrada de su enseñanza porque enseñó con verdadera autoridad. Esto se diferenciaba de los maestros de la ley religiosa en que ellos daban interminables debates de cosas triviales.
¿De dónde viene la autoridad de Jesús? Ya que no viene solo por el volumen o la pasión con que hablaba. Esta autoridad viene de tres aspectos. Primero, su autoridad se basa en el poder de la creación. Antes de nacer en la humanidad, Jesús hizo todo lo que existe. Si quiero saber cómo funciona algo, la voz más autorizada es la de quien lo creó. Si quiero saber lo que quiere decir un autor, nadie puede hablar con mayor autoridad sobre ese tema que el propio autor.
Segundo, esta autoridad se basa en un conocimiento perfecto o lo que llamamos Conciencia. Jesús, como Dios, lo sabe todo. Cuanto más sepa alguien sobre un tema, más se puede confiar en la perspectiva de tal persona. Esto lo hace merecedor de autoridad. Entonces, ya que Jesús lo sabe todo, él es merecedor de tener toda autoridad.
Tercero, esta autoridad se basa en la perfección moral. Al tratar con cuestiones no solo de conocimiento, sino también de lo correcto e incorrecto, la máxima autoridad es la que mejor encarna lo correcto y comprende lo incorrecto. No le preguntas a un ladrón si está bien o mal robar. Se lo preguntas a alguien con un buen estado moral. ¿Quien más moral que Jesús?
Así que Jesus tenía y tiene toda la autoridad. Él no tuvo que pedirla ni exigirla. Él la tenía y punto. No así como los líderes religiosos de su tiempo. Jesús no tenía que autoproclamarla. Los maestros de la ley tenían una autoridad autoproclamada. Debatieron sin cesar lo que era verdad y recto, pero muchos de ellos actuaron como si sus interpretaciones de la ley de Dios fueran absolutas. Crearon todo tipo de reglas y regulaciones para aplicar la ley de Dios en la vida diaria. El problema con esto fue que elevaron sus propias interpretaciones al nivel de la Palabra de Dios.
Del mismo modo, hoy en día, muchos maestros hablan con gran autoridad, pero es una autoridad que no tienen. No escuches solo porque alguien habla con valentía o en voz alta. Escucha porque alguien habla conforme a la Biblia. Jesús habló con autoridad porque él era el Mesías. Como dice en Mateo 28, su autoridad le fue dada por Dios Padre. Por el contrario, cualquier autoridad que tengamos hoy para hablar de cualquier cosa se deriva en última instancia de la palabra de Dios, la Biblia.
Jesús merece tener la última palabra sobre lo que pensamos ya que enseña con autoridad. Por lo tanto, como ya dijimos, tiene derecho a definir lo que es verdadero o falso y lo correcto o lo incorrecto.
La pregunta que todos enfrentamos personalmente es la misma pregunta que enfrentan las personas cuando lo conocen y lo escuchan. “¿Aceptaré su autoridad para definir lo que es verdad y lo que es correcto? O ¿insistiré en mantener ese derecho para mí? ¿Me rendiré a su autoridad? ¿Mis opiniones y perspectivas cambiarán debido a lo que dice Jesús?
Un ejemplo práctico para saber si te has rendido a la autoridad de Jesus es contestar la siguiente pregunta si estás casado: ¿respeto a mi esposa y la trato con amor y delicadeza porque la Biblia me dice que la debo tratar como vaso más frágil y dar mi vida por ella como hizo Jesús por Su iglesia? Si tu respuesta es no, entonces es tiempo que sueltes esos pensamientos machistas que están en ti. Deja que la autoridad de Jesus tome control sobre tus pensamientos.
La autoridad comienza con las ideas, pero termina con la acción. Nota que cómo piensas conduce a cómo vives. Jesús también tiene la última palabra al respecto. No solo a quién escuchas si no a como actúas.
Cómo vivimos
Jesús tiene la última palabra sobre cómo vivimos. Al expulsar un espíritu maligno, demostró que su autoridad debe ser obedecida.
Marcos 1:23-24 De pronto, un hombre en la sinagoga, que estaba poseído por un espíritu maligno, gritó: «¿Por qué te entrometes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? ¡Yo sé quién eres: el Santo de Dios!».
Como hablamos en la serie “Guerra espiritual”, hay un mundo invisible espiritual. Este mundo espiritual no es siempre reconocido en nuestra cultura actual. Para muchos, todo lo que existe es lo que podemos ver y tocar. Sin embargo, en cierto modo, la cultura popular entiende que hay cosas que no pueden ser entendidas ni explicadas por la ciencia o la tecnología, si no mira la popularidad de las películas de terror.
En la Biblia se les llama: espíritus malignos; espíritus inmundos; espíritus demoníacos; o solo demonios. Los demonios saben quién es Jesús: el Santo de Dios. Saben que su misión es derrotarlos. La perspectiva bíblica es que los espíritus demoníacos pueden tomar hasta cierto punto control de los seres humanos. La forma más común de hablar de esto es decir que este hombre “estaba poseído por un espíritu maligno”. El versículo 23 simplemente (literalmente) dice: “un hombre en la sinagoga, que estaba poseído por un espíritu maligno”.
La traducción al español es un intento de desempacar lo que significa “por un espíritu maligno” o impuro como dicen otras versiones. Puedes ver en el versículo 25 que en cierto sentido, el demonio estaba “en” el hombre o sea dentro de él. En el versículo 26 leemos que el demonio ejercía una especie de poder inhumano sobre la voz y el cuerpo del hombre. Es por eso que la palabra “poseído” se ha vuelto de uso común.
La Biblia también usa la palabra “endemoniado” para describir lo mismo. Nuevamente, esto puede ser muy difícil de aceptar para las personas modernas y seculares. Pero este tipo de fenómenos no son desconocidos en la América secular. Ciertamente no es raro en los países del tercer mundo. Existen muchos ejemplos documentados de todo el mundo de personas demonizadas de esta manera.
No sabemos cómo o por qué una persona es poseída por un espíritu maligno. La Biblia no lo dice. Esa es un área en la que muchos maestros hablan con gran autoridad, pero van mucho más allá de lo que la Biblia realmente dice.
Cuando observamos cómo la Biblia describe la actividad demoníaca, puede parecerse a algunas expresiones de enfermedades mentales. No conozco el límite entre las dos. Sí creo, solo mi opinión, que los seres espirituales malvados pueden aprovechar la enfermedad mental para aumentar el sufrimiento humano. Pero no creo que puedas mirar la enfermedad mental y simplemente asumir que es demoníaca y que puede solucionarse con soluciones espirituales. Creo que hacerlo sería una simplificación excesiva. El cerebro y/o la mente es complejo. Hay tantas cosas que no entendemos. Pero la demonización es algo real al igual que la enfermedad mental es algo real.
También creo, por todos los casos la Biblia de posesión demoníaca que una persona que ha aceptado verdaderamente a Jesús como su Señor y Salvador, y que tiene al Espíritu Santo no puede ser poseído por un demonio. Cuando aceptamos a Jesús, el Espíritu Santo nos sella y vive dentro de nosotros y ¡dónde está el Espíritu de Dios hay libertad!
Regresemos a la historia para ver como actúa Jesús en respuesta del hombre endemoniado.
Marcos 1:25-26 Pero Jesús lo reprendió: «¡Cállate!—le ordenó—. ¡Sal de este hombre!». En ese mismo momento, el espíritu maligno soltó un alarido, le causó convulsiones al hombre y luego salió de él.
Aparentemente, el demonio no quería dejar a este hombre. Luchó contra el mandato de Jesús. Pero no tuvo elección. La lucha fue intensa pero breve. El espíritu gritó (a través de la voz y cuerdas vocales del hombre). Hizo que el hombre convulsionara. Pero él no iba a ganar. Si te preocupa el poder de los espíritus malignos, que sí tienen poder basado en lo que vemos en el Nuevo Testamento. Sin embargo, se puede ver aquí que Jesús es más poderoso. Una y otra vez en el evangelio de Marcos Jesús demuestra su poder sobre las fuerzas del mal. La Biblia promete a los seguidores de Jesús: “…el Espíritu que vive en ustedes es más poderoso que el espíritu que vive en el mundo.” (1 Juan 4:10) ¡Así que no vivas con miedo! Al expulsar un espíritu maligno, Jesús demostró que su autoridad debe ser obedecida.
Mira cómo la gente en la sinagoga ese día respondió a lo que Jesús acaba de hacer.
Marcos 1:27-28 El asombro se apoderó de la gente, y todos comenzaron a hablar de lo que había ocurrido. «¿Qué clase de enseñanza nueva es esta?—se preguntaban con emoción—. ¡Tiene tanta autoridad! ¡Hasta los espíritus malignos obedecen sus órdenes!». Las noticias acerca de Jesús corrieron velozmente por toda la región de Galilea.
¡El asombro se apoderó de ellos! Quizás este hombre había estado viniendo a esa sinagoga durante años, buscando ayuda. Nadie había podido hacer nada para liberarlo. Los maestros de la ley judía no pudieron hacer nada para aliviarlo. Los líderes religiosos y los expertos no pudieron liberarlo de esta terrible condición. ¡Pero Jesús pudo! ¡Y lo hizo!
¡Eso hizo que la gente hablara! No solo allí en la sinagoga ese día, sino por todos los alrededores. Capernaum era la principal ciudad de Galilea. Cuando pasaba algo allí, el boca a boca lo llevaba a todos los alrededores.
El punto es que Jesus demostró claramente su autoridad sobre la manera en que vivimos al echar fuera un demonio de un hombre endemoniado. Demostró visiblemente su autoridad sobre todas las fuerzas y poderes espirituales. Esto está estrechamente relacionado con el primer tipo de autoridad del que hablamos al principio de que Jesús tiene autoridad para decirnos qué es verdad y qué es correcto.
Puedes ver que la gente reconoció la conexión: “La enseñanza de Jesús tiene tanta autoridad que incluso los espíritus malignos obedecen sus órdenes”. Esta es la autoridad para mandar y estar al mando. Es el poder de una persona cuya voluntad y mandatos deben ser sometidos y obedecidos por otros. Sin dudar. Sin cuestionar. Punto.
La última palabra
Por ahora, elegimos quién llega a influir en nuestras vidas con autoridad. Pero llegará el día en que todos se someterán a la única autoridad verdadera del universo. Entonces, ¿quién tiene la última palabra en tu vida? No es subjetivo en última instancia o sea que no se basa en nuestros sentimientos o pensamientos. El espíritu maligno no tuvo elección. Jesús habló, él obedeció. Punto.
¿Qué pasa con nosotros? ¿Qué pasa si ignoras lo que dice Jesús? Bueno, en primer lugar, traes caos y pérdida a tu vida. ¿Alguna vez usaste un producto de una manera para la que no fue diseñado? De seguro no te funcionó muy bien, ¿verdad? Es posible que hayas hecho algo de daño. Lo mismo en la vida.
Jesús sabe cómo se supone que funciona el mundo porque él lo creó. Ignorar lo que dice: simplemente no va a funcionar tan bien. Un ejemplo de esto es la revolución sexual. Este movimiento eliminó los límites de Dios sobre la sexualidad. ¡Cuánto daño se ha introducido en la vida de las personas como resultado! Mujeres jóvenes utilizadas y rechazadas. Hogares sin padres. Millones de embarazos no planificados. Abortos. Madres solteras sufriendo. Enfermedades de transmisión sexual. Angustia, etc.
En segundo lugar, cuando ignoramos la autoridad de Jesús en tu vida pones en peligro tu destino eterno. No estás bien con Dios haciendo todas las cosas correctas. Si no al confiar en lo que Jesús hizo para pagar por tus pecados en la cruz. Sin embargo, una parte clave de aceptar su provisión por nuestro pecado es que dejamos de dirigir nuestra propia vida para dejar que él se haga cargo.
Realmente no puedes tener una relación con él sin darle ese lugar central en tu corazón y tu vida. Nadie puede decir: quiero lo que Jesús hará por mí, pero no quiero lo que él me dice. Tu eliges quien tiene autoridad en tu vida. Por ahora. Pero llegará el día en que todos se someterán a la única autoridad real y verdadera del universo. Ante él, como dice Filipenses, toda rodilla se doblara y toda lengua confesará su autoridad:
Filipenses 2:9-11 (NTV) Por lo tanto, Dios lo elevó al lugar de máximo honor y le dio el nombre que está por encima de todos los demás nombres para que, ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua declare que Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios Padre.
Jesús merece tener la última palabra sobre como pensamos y como vivimos. No solo sobre los demonios. ¡Él tiene toda la autoridad sobre absolutamente todo!
Mateo 28:18 (NTV) Jesús se acercó y dijo a sus discípulos: «Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.
Por eso se le llama “Señor”. Una vez más te insto a que te hagas las siguientes preguntas: ¿Aceptaré su autoridad para definir lo que debo hacer o no hacer? o ¿insistiré en mantener ese derecho para mí? ¿Me rendiré a su autoridad y le obedeceré? o ¿ignoraré pasivamente o me revelaré activamente contra lo que Jesús ordena?
Ver también:
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó a la atención?
- ¿Cuántas figuras de autoridad tienes en tu vida? Enuméralas de mayor a menor importancia.
- ¿Crees que las personas que te influencian realmente tienen alguna autoridad en tu vida? ¿Por qué o por qué no?
- Lee Marcos 1:21-22. ¿Qué tipo de enseñanza está autorizada para ti? ¿Por qué vale la pena escuchar a Jesús?
- Lee Marcos 1:23-28. ¿Por qué crees que este hombre estaba poseído por un demonio? ¿Por qué el espíritu maligno tendría que obedecer a Jesús?
- ¿Cuáles son algunas consecuencias de no escuchar y obedecer los mandamientos de Jesús?
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?
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Gozo inesperado (una historia navideña)
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Puntos de conversación:
- Las familias se reúnen para compartir la alegría de las Buenas Nuevas. No podemos evitar compartir buenas noticias con las personas en nuestro “círculo íntimo”. Lucas 1:39-40
- Con la llegada de Jesús, el Espíritu Santo produce gozo con humildad. Algunas cosas locas pasaron cuando María vio a Elisabet: Elisabet profetizó, estaba llena del Espíritu Santo, ¡y el bebé dentro de ella también estaba lleno del Espíritu Santo! Lucas 1: 41-43, Lucas 1:15
- El verdadero gozo resulta en alabanza y proclamación. Para María, se desarrolló con una canción de alabanza y proclamación. Lucas 1: 46-56
El Espíritu Santo produce alegría en una persona que ha estado con Jesús. El verdadero gozo resulta en alabanza y proclamación. Así que si tu eres un seguidor de Cristo debes tener Su gozo y no solo eso, pero debes desbordar en alabanza y debes proclamar quién es Jesús. En el tema de hoy veremos una historia de cómo incluso el Cristo no nacido tuvo el poder de inducir un desbordamiento de gozo y regocijo en los corazones de quienes lo rodeaban. Y es que el gozo que Jesús trae a nuestras vidas debe resultar en alabanza y exaltación.
Eso es precisamente lo que sucedió con Maria cuando el ángel le proclama que dará a luz al Mesías prometido. Ella, a pesar de todo, se sintió gozosa y este gozo se desbordó en adoración proclamando una oración que hoy en día conocemos como El magnificat. El magnificat es un canto de alabanza. Veamos la primera parte de este canto de alabanza:
Lucas 1:46-47 María respondió: —Oh, cuánto alaba mi alma al Señor. ¡Cuánto mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador!
Si te das cuenta, esta joven esta tan gozosa que no puede quedarse callada, si no que de lo profundo de su alma nació ese canto de alegría. Y es que uno no se puede quedar callado cuando recibe tan buenas noticias, como lo son las Buenas nuevas de salvación. Y no hay que esperar las fiestas navideñas o días especiales para reunirse con la familia y compartir las Buenas nuevas de salvación con la familia, amigos u otros.
Las familias se reúnen para compartir la alegría de las Buenas Nuevas. No podemos evitar compartir buenas noticias con las personas en nuestro “círculo íntimo”.
María fue directamente a la casa de su prima Elisabet después de escuchar la noticia. No se aguantaba por compartir con su prima querida la noticia tan grande de que llevaba en su vientre a Jesus.
Mas también quería compartir la alegría de su prima Elisabet quien ya era mayor de edad pero que por fin iba a tener un hijo. El ángel Gabriel le habló del hijo de Elisabet, Juan.
En Lucas 1:19 Gabriel le dice a Zacarias, esposo de Elisabet y por lo tanto el padre de Juan que su esposa iba a tener un hijo.
Lucas 1:19 Entonces el ángel dijo: —¡Yo soy Gabriel! Estoy en la presencia misma de Dios. ¡Fue él quien me envió a darte esta buena noticia!
Y ¡qué gran noticia! Así que como dice Lucas 1:39-40 “Pocos días después, María fue de prisa a la zona montañosa de Judea, al pueblo. donde vivía Zacarías. Entró en la casa y saludó a Elisabet.” María está tan contenta que se apresura a estar con otro creyente, en este caso Elisabet, para compartir lo que Dios ha hecho en su vida.
Piensa que probablemente también estaba asustada ya que era una jovencita sin estar casada. Si José no se casaba con ella, y se sabía que estaba embarazada, corría peligro de ser apedreada a muerte. Pero aun asi corrió a alguien que compartir su misma fe para compartir su buena noticia.
Y tú, ¿te apresuras a hablar con otro creyente, ya sea familiar o amigo, y le cuentas las cosas buenas o malas de tu vida? Recuerda que otros cristianos pueden animarnos.
Mas no solo se trata de compartir con las personas de nuestro círculo íntimo si no con los que no conocen de Jesus. No se trata de ir y compartir lo malo que nos pasa con los que no conocen de Jesus. Eso se hace con los cristianos maduros. Pero si, debemos apresurarnos con valentía a compartir las Buenas Nuevas con los incrédulos. Ellos necesitan saber de Jesús y de lo que hizo en la cruz para que ellos puedan ser salvos.
Con la llegada de Jesús, el Espíritu Santo produce gozo con humildad.
La verdad es que cuando tenemos a Jesús en nuestras vidas, no solo debemos desbordar su gozo si no que este gozo debe llenarnos de humildad también. La arrogancia ni la jactancia tienen cabida en una vida que está llena del gozo que proviene del Espíritu Santo. Los seguidores de Jesús deben ser las personas más gozosas y humildes a pesar de las situaciones de la vida.
María fue un ejemplo de una persona llena del gozo del Espíritu pero también de humildad. Ella se llama asi misma la sierva de Dios. Y eso es lo que somos como seguidores de Cristo: somos siervos. Somos personas llamadas a servir a los demás.
Pero volviendo a la historia, María llegó donde su pariente Elisabet. Y estando con ella pasan algunas cosas locas o fuera de lo común. Elisabet profetizó. Ella estaba llena del Espíritu Santo. Y no solo eso, si no que ¡el bebé dentro de ella también estaba lleno del Espíritu Santo!
Lucas 1:41-43 Al escuchar el saludo de María, el bebé de Elisabet saltó en su vientre y Elisabet se llenó del Espíritu Santo. Elisabet dio un grito de alegría y le exclamó a María: —Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y tu hijo es bendito. ¿Por qué tengo este honor, que la madre de mi Señor venga a visitarme?
¡Elisabet fue llena del Espíritu a la venida de Jesús no nacido! ¡Jesús no había nacido todavía y ya se estaba manifestando en la vida de otros a través del Espíritu Santo! Y es que el Espíritu Santo provoca alegría que lleva a la adoración y a compartir las Nuevas buenas de salvación. Esto lo vemos claramente en
Hechos 2 donde el Espíritu Santo llena a los creyentes por primera vez. Y, ellos, como respuesta ¡proclaman las obras poderosas de Dios!
Elisabet le dice a Maria que al solo escuchar su saludo, el bebe (Juan) “saltó de alegría” (Lucas 1:44-45). Esto es algo del otro mundo aunque no debería ser una sorpresa ya que antes de que pasara se había profetizado en Lucas 1:15. Juan estaba lleno del Espíritu y se regocijaba. ¡El Espíritu Santo lo impulsó a patear!
Nosotros también somos llenos del Espíritu y del fruto del Espíritu cuando Jesús entra en nuestras vidas.
¿Dónde está nuestro gozo? Aquí vemos el gozo ejemplificado en esta historia. Juan no había ni nacido y se estaba moviendo de gozo por sentir cerca a Su Salvador, que ¡también estaba dentro del vientre de su madre! ¡Esta es la evidencia cristiana de que la vida comienza en la concepción y la personalidad se atribuye a los bebés que están por nacer! Un “feto” ya es un bebé; un ser vivo y por eso el aborto es asesinato. La Biblia dice que desde el vientre de nuestra madre, o sea antes de nacer, hemos sido escogidos por Dios (Jeremías 1:5). Eso es precisamente lo que pasaba con Juan. Él había sido apartado para el servicio de proclamar y preparar el camino del Señor. Juan sabia muy bien que había sido escogido y apartado desde antes de nacer con el propósito de preparar el camino para Jesús:
Juan 3:29-30 Es el novio quien se casa con la novia, y el amigo del novio simplemente se alegra de poder estar al lado del novio y oír sus votos. Por lo tanto, oír que él tiene éxito me llena de alegría. Él debe tener cada vez más importancia y yo, menos.
¡Mira que humildad de este hombre! El proclama que Jesus debe tener más importancia que él mismo. El gozo y la valentía de Juan se vieron nuevamente cuando declaró públicamente que él no era ni digno de desatar las sandalias de los pies de Jesus. Esto es lo que el Espíritu Santo hace en nuestras vidas: nos llena de gozo y nos hace humildes.
El verdadero gozo resulta en alabanza y proclamación. Para María, se desarrolló con una canción de alabanza y proclamación.
Nosotros, como María, podemos tener alegría pero no cualquier clase de alegría, si no el gozo, como ya dijimos, que proviene de tener a Jesús. Es un gozo que viene del Espíritu Santo por la misericordia, la gracia y la fidelidad de Dios. Esta alabanza debe fluir libremente de nuestra alma. Y así como el gozo brotó de María en una canción de alabanza, el gozo debe brotar de nosotros en alabanza y proclamación. En otras palabras, debemos proclamar la grandeza de Jesús.
María era una pecadora que necesitaba un Salvador como todos los demás. Y lo proclama en su canto, conocido como el Magnificat. Veámoslo:
Lucas 1:46-49 María respondió:
—Oh, cuánto alaba mi alma al Señor.
¡Cuánto mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador!
Pues se fijó en su humilde sierva,
y de ahora en adelante todas las generaciones me llamarán bendita.
Pues el Poderoso es santo
y ha hecho grandes cosas por mí.
En este canto vemos que ella dice que Jesús es su Salvador. Ella conoce su depravación y pobreza espiritual. ¡La gracia de Dios (su favor no merecido) la ha cambiado para siempre!
Sigamos leyendo el Magnificat:
Lucas 1:50-53 Él muestra misericordia de generación en generación a todos los que le temen.
¡Su brazo poderoso ha hecho cosas tremendas!
Dispersó a los orgullosos y a los altaneros.
A príncipes derrocó de sus tronos
y exaltó a los humildes.
Al hambriento llenó de cosas buenas
y a los ricos despidió con las manos vacías.
María declara que Dios es misericordioso con los humildes y arrepentidos. Al contrario, los opresores orgullosos y arrogantes de su tiempo y del nuestro serán tratados con severidad porque Dios ama al humilde. Además, dice que Dios es fiel a su pueblo y cumple sus promesas como vemos en las últimas palabras del El Magnificat:
Lucas 1:54-55 Ayudó a su siervo Israel
y no se olvidó de ser misericordioso.
Pues lo prometió a nuestros antepasados,
a Abraham y a sus descendientes para siempre.
Como vemos, el Magnificat es un poema o canción del Espíritu. María no solo se llena de tal gozo si no que también es valiente en su alabanza y proclamación. Valiente porque se atreve a hablar de los orgullos y de los príncipes, o sea de los que están en el poder.
En conclusión, repito la idea principal de este artículo: el Espíritu Santo produce alegría en una persona que ha estado con Jesús. El verdadero gozo resulta en alabanza y proclamación. Y ya que las Buenas nuevas o sea el Evangelio nos da gozo para adorar también nos da valor para evangelizar:
Hechos 4:12 ¡En ningún otro hay salvación! Dios no ha dado ningún otro nombre bajo el cielo, mediante el cual podamos ser salvos. Los miembros del Concilio quedaron asombrados cuando vieron el valor de Pedro y de Juan, porque veían que eran hombres comunes sin ninguna preparación especial en las Escrituras. También los identificaron como hombres que habían estado con Jesús.
Los discípulos sin educación que habían estado con Jesús salieron y trastornaron el mundo. Aun pasando persecución, ¡todavía proclamaron a Jesús como Señor! Todos los seguidores de Jesús deben ejemplificar el gozo que conduce a la valentía. Tú debes resaltar entre los demás. ¿Es tu gozo fácil de ver en un mundo lleno de personas comunes?
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó a la atención?
- Lee Lucas 1: 39-45. ¿Cómo crees que fue la conversación entre estas dos mujeres que sabían de los niños milagrosos que llevaban dentro?
- Comparte un milagro que Dios haya hecho en tu vida. ¿Quién está en tu círculo íntimo de “buenas noticias”?
- Lee Lucas 1: 46-55. Identifica todo lo que la oración de María dice sobre Dios y sobre ella. ¿Crees que ella entendió todo lo que iba a pasar por Jesús? Explica.
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?
Un embarazo inesperado
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Puntos de conversación:
- ¡Se necesita un Mensajero Divino para ayudarnos a entender la gracia de Dios!
- Un Niño Divino requiere una Concepción Divina.
- Un Llamado Divino para la gente común.
Para muchos es imposible creer que una mujer virgen quede embarazada por el Espíritu Santo. Más, los cristianos debemos creerlo. Y no solamente creerlo sino protegerlo porque es fundamental para el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo. Hay un llamado en la vida de todos para preservar y servir al legado de Jesús.
María y José protegieron a Jesús o sea al futuro porque es a través de Jesús que la humanidad puede ser salva y tener un futuro con Dios por la eternidad. Ahora, nosotros estamos protegiendo su enseñanza e identidad al creer y enseñar que Él nació de una virgen habiendo sido concebido por medio del Espíritu Santo.
¡Se necesita un Mensajero Divino para ayudarnos a entender la gracia de Dios!
Si Jesús no hubiera sido concebido por el Espíritu Santo y nacido de la virgen María, entonces su nacimiento hubiera sido como cualquier otro. Hubiera sido igual al de cualquier humano. No hubiera habido nada extraordinario ni mucho menos divino. Mas sin embargo, desde el principio Dios había trazado un plan para salvar la humanidad.
¡Este embarazo inesperado ciertamente no fue sin planear! Pero antes de llevarlo a cabo, 4,000 años después de haber sido prometido, Dios envía un ángel para asegurarse de que María conozca ese plan y para afirmar su llamado. Dios manda al ángel Gabriel como mensajero de tan trascendental noticia.
Lucas 1:26-28 Cuando Elisabet estaba en su sexto mes de embarazo, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, una aldea de Galilea, a una virgen llamada María. Ella estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. Gabriel se le apareció y dijo: «¡Saludos, mujer favorecida! ¡El Señor está contigo!».
Dios pudo haber usado a cualquier otra mujer virgen. Pero escogió a María. Ella fue objeto del favor de Dios. ¡Eso es GRACIA! Es un favor no merecido. Ella no hizo nada para que Dios la escogiera como el vaso para que Su Hijo naciera. Es sólo por la gracia de Dios a través de un mensajero que nosotros, como María, podemos comprender el don gratuito de la gracia de Dios.
Lucas 1:29-33 Confusa y perturbada, María trató de pensar lo que el ángel quería decir. —No tengas miedo, María—le dijo el ángel—, ¡porque has hallado el favor de Dios! Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será muy grande y lo llamarán Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David. Y reinará sobre Israel para siempre; ¡su reino no tendrá fin!
El ángel Gabriel es el mensajero divino que le avisa a María que de ella nacerá el Salvador del mundo. ¡Ella está confusa y perturbada! Mas piensa en el mensaje enviado por Dios. Y nosotros, ¿meditamos y discernimos la Palabra de Dios? Cuando tenemos dudas ¿somos honestos y lo reconocemos? Tal vez tengas dudas de quién es Jesús y está bien. Esto te ayudará a indagar y a meditar más en la Biblia para conocer quién es Jesús. Sin embargo, no esperes que un ángel descienda del cielo a aclararte las dudas. Los pastores, líderes, mentores y cristianos comunes también son usados como mensajeros para ayudar a las personas pérdidas y quebrantadas a escuchar acerca del amor y el favor de Dios.
Un Niño Divino requiere una Concepción Divina.
Para que Jesús no tuviera pecado, tuvo que haber sido concebido por Dios como el Padre Paterno Verdadero. Así que, por medio del Espíritu Santo, María concibió a Jesús. Él se formó en su vientre para poder tomar cuerpo humano. A esto se le llama encarnación. En otras palabras, Jesús, Dios que es espíritu, tomó forma física, un cuerpo o como se dice comúnmente, se hizo carne.
A Maria se le hizo muy complejo este concepto. No comprendía como ella no habiendo tenido intimidad con ningún hombre podía quedar embarazada y dar a luz a un niño.
Lucas 1:34-35 —¿Pero cómo podrá suceder esto?—le preguntó María al ángel—. Soy virgen. El ángel le contestó: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por lo tanto, el bebé que nacerá será santo y será llamado Hijo de Dios.
A pesar que era difícil entender lo que el ángel le decía, y con razón, María olvidaba que esto había sido dado como señal miles de años atrás.
Isaías 7:14 Muy bien, el Señor mismo les dará la señal. ¡Miren! ¡La virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo y lo llamarán Emanuel…
Pero por más que haya sido profetizado y se lo explicaran con peras y manzanas, María no solo estaba perturbada por no entender. Más bien, por el miedo, y no del qué dirán que por sí ya es motivo de preocupación. Si no porque al no estar casada, corría el riesgo de ser apedreada a muerte. Así que Dios, en Su misericordia, también envía al ángel Gabriel para que ilumine a José sobre el propósito y el plan de Su Hijo.
José, para este entonces, tenía la intención de mantener intacta su justicia personal sin dejar de tener compasión de su supuesta prometida adúltera. ¡Él descubre que no fue pecado en absoluto! José termina convirtiéndose en el Padre no biológico pero legal de Jesús.
Mateo 1:18 Este es el relato de cómo nació Jesús el Mesías. Su madre, María, estaba comprometida para casarse con José, pero antes de que la boda se realizara, mientras todavía era virgen, quedó embarazada mediante el poder del Espíritu Santo.
Maria tiene aproximadamente 4 meses de embarazo en este momento. Esto habría sido después de que se había quedado con Elisabet durante 3 meses, por lo que ya era posible que se le notara su supuesta “indiscreción’.’ !¡Pobre chica! Si, es cierto que era una gran bendición ser el vaso escogido de Dios, pero pongámonos en los zapatos de esta jovencita. Probablemente, ella tenía unos 14 años al quedar embarazada. Imagina su preocupación y temor, pero aun así, ella se sintió bendecida y favorecida. Valientemente y con gozo le hizo frente a esta situación. Por eso Dios la respaldó y le comunicó la noticia también a José.
Mateo 1:19-20 José, su prometido, era un hombre justo y no quiso avergonzarla en público; por lo tanto, decidió romper el compromiso en privado. Mientras consideraba esa posibilidad, un ángel del Señor se le apareció en un sueño. «José, hijo de David—le dijo el ángel—, no tengas miedo de recibir a María por esposa, porque el niño que lleva dentro de ella fue concebido por el Espíritu Santo.
Ahora, pongámonos en los zapatos de José. Es posible que este servicio y llamamiento le costaron a José su imagen pública. !¡Los chismes del vecindario ya que todavía no se había casado con María y ya estaba embarazada! Pero no le importaron las habladurías ya que estaba cumpliendo el plan de Dios. ¡Se había puesto al servicio de Jesús! Y a ti ¿qué te costará servir a Jesús?
Ambos, José y María, se jugaron el todo por el todo con tal de servir a Dios. Confusos o no, aceptaron el plan de Dios de que sólo Dios en la carne, que es sin pecado, podría salvar a un mundo de pecadores. Por lo tanto, era indispensable que Jesús fuera concebido sin pecado por medio del Espíritu Santo para poder salvar a la humanidad pecadora. Veamos lo que dice el evangelio de Lucas al respecto.
Lucas 1:21 Y tendrá un hijo y lo llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».
Su mismo nombre, Jesús, declara su propósito para nacer: el de salvar de los pecados. Mucho después de que Jesús naciera y ascendiera al cielo, el apóstol Pablo, dice algo muy similar en 2 Corintios:
2 Corintios 5:21 Pues Dios hizo que Cristo, quien nunca pecó, fuera la ofrenda por nuestro pecado, para que nosotros pudiéramos estar en una relación correcta con Dios por medio de Cristo.
Para poder ser la ofrenda propicia, el sustituto perfecto en lugar nuestro, Jesus tenía que ser sin pecado. Por lo tanto, su concepción debía ser sin pecado ya que era Dios Santo quien se hizo hombre y no hombre que se hizo Dios. Jesus no perdió su divinidad de Dios cuando se hizo hombre para nacer y morir por nosotros.
A propósito, el Espíritu Santo inspiró a Mateo para conectar a Jesús con la profecía de Isaías del AT como Dios con nosotros. Dejando claro que Jesús fue Dios y hombre. ¡Esto lo hace tanto extraordinario como ordinario!
Mateo 1:22-23 Todo eso sucedió para que se cumpliera el mensaje del Señor a través de su profeta: «¡Miren! ¡La virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel, que significa “Dios está con nosotros”».
Parte de que Dios el Hijo se convirtiera en un hombre común fue para mostrarnos cómo seguir y liderar. Jesús se hizo hombre para relacionarse con nosotros y ayudarnos a relacionarnos con Dios. Hebreos 4:15 dice que “Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, él nunca pecó.”.
Un Llamado Divino para la gente común.
José y María eran personas normales. No había nada de extraordinario en ellos. Sin embargo, aceptaron honorablemente la responsabilidad y llamado divino de proteger y servir a Dios Hijo.
Mateo 1:24 Cuando José despertó, hizo como el ángel del Señor le había ordenado y recibió a María por esposa,
José y María estuvieron resueltos a seguir y servir fielmente a Jesús.Humildemente aceptaron el plan de Dios para sus vidas.
Lucas 1:37-38 Pues la palabra de Dios nunca dejará de cumplirse. María respondió: —Soy la sierva del Señor. Que se cumpla todo lo que has dicho acerca de mí. Y el ángel la dejó.
Tanto José como María estuvieron dispuestos a entregarse por completo a la voluntad de Dios. No solo estuvieron dispuestos si no que se sometieron a la voluntad de Dios. Ellos sabían que no fueron llamados para cualquier cosa. Si no para cumplir un llamado divino que cambiaría a la humanidad entera.
Este llamado divino no fue solo para ellos. ¡Toda persona que confía en Jesús tiene un llamado divino en su vida para servir al Señor y contarle a los demás acerca de Él! Jesús mismo, antes de subir al cielo después de haber resucitado de entre los muertos y haber cumplido su misión, nos encomendó este mandato divino:
Mateo 28:18-20 Jesús se acercó y dijo a sus discípulos: «Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones,bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos».
¿Aceptaras este llamado divino?
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó a la atención?
- Comparte tu historia de nacimiento o la de tus hijos. ¿Qué no llenó tus expectativas? ¿Qué excedió tus expectativas?
- Lee Lucas 1: 26-33. Ponte en los zapatos de María. ¿Qué estarías pensando con esta noticia? ¿Qué expectativas crees que tenía para Jesús y su vida?
- Lee Lucas 1: 34-35 e Isaías 7:14. ¿Por qué era importante que la concepción de Jesús fuera milagrosa? ¿Cómo señala esto a su divinidad?
- Lee Mateo 1:21 y 2 Corintios 5:21. ¿Crees que José entendió quién era Jesús y cuál sería su papel? Explica.
- Lee Mateo 1:24 y Lucas 1: 37-38. ¿Qué revelan estos versículos sobre José y María? ¿Cómo la actitud de fe y obediencia te desafía a ti?
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?
La familia inesperada de Jesús
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Puntos de conversación:
- La línea de ascendencia de Jesús nos muestra la historia de la Biblia.
- Dios invita a los pecadores a ser parte de su historia.
- Las personas se unen a la familia de Dios porque Él se hizo hombre.
Aunque se esperaba al Mesías durante siglos, hay muchas cosas en torno a la historia de Jesús que fueron completamente inesperadas: una familia, un embarazo y un gozo.
En esta primera lección, hablaremos de “Una familia inesperada.” Para empezar, reiteramos que creemos que “toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar…” según 2 Tim 3:16. Por lo tanto, aunque parece que no hay mucho que aprender de la genealogía de Jesús, si hacemos una pausa para mirarla más de cerca. Entonces decimos que
Toda la Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, incluida la genealogía de Jesús. Este árbol genealógico tiene una historia que contar.
Y si eres como el cristiano común, me imagino que cuando llegas a los pasajes de Los evangelios donde narran la genealogía de Jesús, te la saltas. Sin embargo, te insto a que leas estos pasajes porque te cuentan algo inesperado. No solo se trata de una lista de nombres, sino de lo que está detrás de esos nombres.
Para comenzar, sentemos la base:
Mateo 1:1 El siguiente es un registro de los antepasados de Jesús el Mesías, descendiente de David y de Abraham.
Lucas 3:23-38 Jesús era conocido como el hijo de José. Oh carica… Adán era hijo de Dios.
Mira los nombres: desde el principio, tenemos a Adán, Eva (relato de Lucas). Del relato de Mateo tenemos a Abraham (y por consiguiente a Sara), a David (y a Betsabé) y a muchas otras familias a quienes se les dio la promesa de que de su unión Dios proveería hijos que llevarían a un Hijo específico que salvaría al mundo: Jesús. Tal vez, te preguntes qué hay de especial en este relato genealógico. La respuesta es que:
La línea de ascendencia de Jesús nos muestra la historia de la Biblia.
Empezando desde el primer libro de la Biblia, Génesis, con Adán.
Génesis 3:15 Y pondré hostilidad entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Su descendiente te golpeará la cabeza, y tú le golpearás el talón».
Aquí está hablando de Jesús. ¡Este niño (Jesús) fue largamente esperado! Se esperó no solo por 40 semanas (9 meses) ¡si no por más de 4,000 años! Desde el principio ya estaba escrito que nacería Jesús. Luego vemos a Jesús en la promesa hecha a Abraham.
Génesis 12:2-3 Haré de ti una gran nación; te bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición para otros. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te traten con desprecio. Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti».
Después que Sara no podía tener hijos, dio a luz a Isaac, quien engendró a Jacob, y así hasta llegar a David. Dios le prometió a David un rey eterno que vendría de su línea genealógica.
2 Samuel 7:12-13 (RVR60) cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. Él edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.
Y así sucesivamente, empezando desde Adan hasta llegar a José, esposo de María y padre aunque no biológico, nace Jesús. Detrás de Jesús, hay un árbol genealógico. Esto es importante, porque muestra que la genealogía de Jesús prueba que la Biblia es verdadera, y mayormente que ¡todo apunta a Jesús! Todo en la Biblia, desde el Génesis hasta el Apocalipsis señala y habla de Cristo Jesus.
Al leer la genealogía de Jesús, nos damos cuenta quienes fueron su familia. Sin embargo, lo inesperado de esta historia es que:
Dios invita a los pecadores a ser parte de su historia.
¡Piensas que la historia de tu familia es una locura! Pues piensalo dos veces. Estos hombres y mujeres del árbol genealógico de Jesús definitivamente fueron familiares inesperados para un Hijo tan Santo. Si no me crees, miremos a Noé. Si, el mismo Noé quien junto a su esposa e hijos (y sus esposas) fueron los únicos justos que se salvaron en el diluvio. Este gran hombre le falló a Dios. Él se emborrachó vergonzosamente e hizo que su hijo pecara contra él.
Génesis 9:20–21 Después del diluvio, Noé comenzó a cultivar la tierra y plantó un viñedo. Cierto día, bebió del vino que había hecho y se emborrachó, y estaba recostado y desnudo dentro de su carpa.
Más adelante este pasaje continúa diciendo que uno de sus hijos lo encontró desnudo y se burló de él. El hijo pecó por faltarle respeto a su padre, pero en cierto modo, Noé fue el causante de su pecado.
Otro ejemplo de una familia de pecadores, es Abraham, el padre de la fe. Tenía tanta fe en Dios que salió sin guía y sin rumbo a una tierra desconocida porque Dios se lo pidió. Sin embargo, llegó a Egipto donde tuvo miedo por su vida a causa de la belleza de su esposa. Para protegerse, le dijo a su esposa que mintiera diciendo que ella era su hermana (que sí lo era ya que era su media hermana, (si, en esos días era permitido, ya no), y no su esposa
Génesis 12:12–13 Cuando los egipcios te vean, dirán: “Ella es su esposa. ¡Matémoslo y entonces podremos tomarla!”. Así que, por favor, diles que eres mi hermana. Entonces me perdonarán la vida y me tratarán bien debido al interés que tienen en ti».
Muchos años después, vemos a su propio hijo, Isaac, cometiendo el mismo pecado. Isaac le mintió a Abimelec de la misma manera que su padre.
Génesis 26:7 Cuando los hombres que vivían allí le preguntaron a Isaac acerca de Rebeca, su esposa, él dijo: «Es mi hermana». Tenía temor de decir: «Ella es mi esposa» porque pensó: «Me matarán para conseguirla, pues es muy hermosa»;
Después tenemos a Jacob, hijo de Isaac. Jacob le robó la primogenitura y la bendición que conlleva ser el primogénito a su hermano Esaú. Jacob se hace pasar por Esaú poniéndose pieles de cabra ya que su hermano era velludo y como su padre Isaac ya estaba más ciego que un murciélago se le hizo fácil engañarlo.
Génesis 27:7 —Soy Esaú, tu hijo mayor—contestó Jacob—. Hice tal como me pediste; aquí está lo que cacé. Ahora levántate y come, para que puedas darme tu bendición.
De Jacob saltemonos a David quien la Biblia dice que fue conforme al corazón de Dios. Pero, él también, así como los otros personajes en la genealogía de Jesús, pecaron. David cometió adulterio y asesinato.
2 Samuel 11:14–15 Entonces, a la mañana siguiente, David escribió una carta a Joab y se la dio a Urías para que se la entregara. La carta le daba las siguientes instrucciones a Joab: «Pon a Urías en las líneas del frente, donde la batalla sea más violenta. Luego retrocedan, para que lo maten».
Lee la historia completa para que entiendas bien la historia. La cosa es que David se acostó con la mujer de Urias, la embaraza y para tapar su pecado trata de embobar al hombre para hacer pasar el embarazo como suyo. Como no lo logra, lo manda a matar en el campo de batalla. El punto es que Dios solo puede usar a los pecadores porque eso es todo lo que hay porque todos somos pecadores. No hay nadie perfecto. Más nos usa a los pecadores primeramente porque quiere hacerlo. Segundo, porque es amoroso y misericordioso. Nuestro pecado no nos descalifica para estar en Su historia. Sabemos que el pecado nos separa de Dios. Así que para estar en Su familia, ese pecado necesita ser tratado. Incluso los antepasados de Jesús necesitaron el perdón. También nosotros necesitamos ese perdón y lo encontramos en Jesús.
Las personas se unen a la familia de Dios porque Él se hizo hombre.
Desde aun antes de la creación, Jsus ya era Dios como dice Juan 1:1: “En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.”. Sin embargo se hizo hombre, naciendo de una virgen para morir en una cruz y darnos salvación. Desde una perspectiva prospectiva, no solo las personas antiguas llegan a ser parte del árbol genealógico de Dios el Hijo. Aun aquellos que nacieron después e incluso ahora, los que confían en este Hijo llegan a ser adoptados como hijos e hijas del Dios Todopoderoso.
Juan 1:12-14 pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios. Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de amor inagotable y fidelidad. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre.
¡Qué maravilloso! Jesus se encarnó, o sea se hizo carne. Siendo Dios, tomó un cuerpo humano, fue carne naciendo como cualquier bebé. No le importó dejar su trono en el cielo. Mas por amor a nosotros vino y murió en una cruz. Y es a través de su sacrificio que podemos ser salvos.Y así venimos a ser hijos suyos. Es a través de Jesus que venimos a ser adoptados a su familia. Ahora somos sus hijos. Somos parte de su árbol genealógico. Somos la familia inesperada de Jesús. Quien iba a pensar que nosotros, siendo tan pecadores, vinieramos a ser parte de la familia de Dios. Y todo por lo que hizo Jesús en la cruz del calvario.
Dios quiere traer a personas poco probables como tú, yo y otros que conoces a la bendita familia de Cristo. No por obras o por haber nacido en la familia correcta. Más bien, por la fe en el Hijo que se unió a la familia caída de la raza humana cuando se hizo hombre. Solo faltas tu, si no le has aceptado como tu Salvador de tus pecados. Ven y forma parte de su inesperada familia.
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó a la atención?
- ¿Cuáles son algunas de tus tradiciones navideñas favoritas?
- Lee Mateo 1:1-17. Resalta las figuras clave que notas en el árbol genealógico de Jesús. ¿Cómo arroja esto luz sobre toda la historia de la Biblia?
- Lee Mateo 1:18-25. Resalta las personas y los hechos importantes sobre el nacimiento de Jesús. ¿Por qué crees que Dios escogió entrar al mundo de esta manera?
- Lee Gálatas 4:4-6. ¿Por qué es significativo este pasaje? ¿Qué significa para ti que puedes ser adoptado en la familia de Dios?
- Lee Juan 1:12-13. ¿Qué tenemos que hacer para ser aceptados en la familia de Dios?
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?
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