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¿Habla Dios todavía a través de los profetas?
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Puntos de conversación:
- El significado de profeta en el Antiguo Testamento es diferente al del Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento, los profetas no eran simplemente adivinos, sino mensajeros elegidos por Dios para traer al pueblo de regreso a Él. Ezequiel 2:3-5
- En el Nuevo Testamento, sin embargo, la profecía adquirió un significado y un propósito completamente nuevos cuando el Espíritu Santo fue dado a cada creyente. Hechos 2:17-18
- Hay dos tipos diferentes de profetas: un profeta con “P” mayúscula que habla con autoridad de parte de Dios (Efesios 2:19-20) y un profeta con “p” minúscula que habla lo que Dios ya ha hablado (Efesios 4:11-12).
Algunas iglesias afirman tener profetas que hablan con autoridad en nombre de Dios. Pero ¿es eso realmente cierto ? Si no, ¿cómo escuchamos a Dios? La pregunta principal que contestaremos hoy es: ¿Habla Dios todavía a través de los profetas? O ¿es esto cosa del pasado? Para comenzar,leamos un un pasaje que parece responder a la pregunta:
Efesios 4:11 (NTV) Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros.
Basados en este versículo parece claro que sí, ¿verdad? Los profetas todavía existen. Entonces, las iglesias que dicen tener profetas y apóstoles ¿son las iglesias más bíblicas? No tan rápido. Analicemos este versículo. El significado de profeta en el Antiguo Testamento es diferente al del Nuevo Testamento.
En el Antiguo Testamento, los profetas no eran simplemente adivinos, sino mensajeros elegidos por Dios para traer al pueblo de regreso a Él.
Estos profetas o mensajeros eran elegidos por Dios para ser su portavoz, para guiar, consolar, traer juicio y llamar a la gente a apartarse de su pecado y malas acciones y volver a Dios.
A continuación, hay algunos ejemplos de profetas del Antiguo Testamento. El primer ejemplo es Moisés. Casi todos conocemos la historia de Moisés y de como Dios lo uso para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto.
Éxodo 3:9-10 (NTV) ¡Mira! El clamor de los israelitas me ha llegado y he visto con cuánta crueldad abusan de ellos los egipcios. Ahora ve, porque te envío al faraón. Tú vas a sacar de Egipto a mi pueblo Israel.
Dios usó a Moisés para ser su portavoz. Lo llamó para ser el consolador y para llamar a libertad al pueblo. También fue escogido para ser el guía de su pueblo en su éxodo de Egipto. Moisés fue el profeta más grande del A.T.
Otro profeta es Ezequiel. Leamos cómo fue que Dios lo llamó:
Ezequiel 2:3-5 (NTV) «Hijo de hombre—me dijo—, te envío a la nación de Israel, un pueblo desobediente que se ha rebelado contra mí. Ellos y sus antepasados se han puesto en mi contra hasta el día de hoy. Son un pueblo terco y duro de corazón. Ahora te envío a decirles: “¡Esto dice el Señor Soberano!”. Ya sea que te escuchen o se nieguen a escuchar—pues recuerda que son rebeldes—, al menos sabrán que han tenido un profeta entre ellos.
Medita en esto: Dios está llamando a Ezequiel no a que haga un sin número de predicciones a la gente ni que adivine el futuro. Dios llama a Ezequiel para que vaya a su pueblo, Israel, y les recuerde que son su pueblo y los llame a volverse a Él. Ellos necesitaban oír lo que se les había dicho a las generaciones previas y de lo cual se habían olvidado. Ellos se habían vuelto rebeldes y necesitaban ser exhortados a regresar a los caminos de Dios. Así que Dios usó a Ezequiel para que sea su portavoz para que fuera a la gente por él.
El tercer ejemplo es el profeta Oseas.
Oseas 1:2 (NTV) Cuando el Señor le habló por primera vez a Israel por medio de Oseas, le dijo al profeta: «Ve y cásate con una prostituta, de modo que algunos de los hijos de ella sean concebidos en prostitución. Esto ilustrará cómo Israel se ha comportado como una prostituta, al volverse en contra del Señor y al rendir culto a otros dioses».
Este llamado es un poco extraño y hasta cierto punto descabellado. Dios le dice, Oseas, te haré una metáfora viva para mi pueblo. Ve y cásate con una prostituta y ten hijos con ella. Esto era para mostrar cómo el, Dios, se sentía con la traición de su pueblo. Él consideraba a Israel como su esposa, la cuidaba, protegía y amaba, pero su pueblo, al igual que la prostituta, esposa de Oseas, lo dejaba y se iba por los caminos a prostituirse con cualquiera. Esta era una metáfora para representar lo que hacía Israel: se prostituían adorando otros dioses, dándole adoración y culto a ídolos. Entonces, Oseas, es usado para llamar al pueblo a apartarse de su horrendo pecado y advertirles que se regresará al Dios verdadero. En ninguna parte vemos que fue enviado a predecir el futuro.
El último profeta que veremos, es probablemente el más conocido por nosotros. Se trata del profeta Jonás. El capítulo 1 nos dice cómo fue el llamado de Jonás.
Jonás 1:1-2 (NTV) El Señor le dio el siguiente mensaje a Jonás, hijo de Amitai: «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive. Pronuncia mi juicio contra ella, porque he visto lo perversa que es su gente».
Una vez más, al igual que con Ezequiel y Oseas, es llamado a advertir, esta vez no a Israel, pero a la gente de Nínive y anunciarles juicio.
En los ejemplos anteriores, hemos visto que Dios usó a sus profetas para consolar, guiar y exhortarlos a dejar su pecado y volver a él. No eran adivinos prediciendo riqueza a los oyentes. Al contrario, fueron palabras fuertes, algunas veces hasta de juicio como en el caso de Jonás.
Los profetas fueron el instrumento que Dios usó para que su pueblo volviera a él. Algunas veces sí recibieron revelaciones nuevas, como en el caso de Moisés que recibió los 10 mandamientos. Pero la mayoría de las veces, con los profetas postreros, los usaba para decir lo que ya Dios había dicho a través de otros profetas.
Así que ese era el papel de los profetas del AT, pero ¿qué en el Nuevo Testamento? ¿Cómo era la profecía y el papel de los profetas diferente en el NT?
En el Nuevo Testamento, el Espíritu Santo fue dado a cada creyente, y esto hizo que la profecía adquiriera un significado y un propósito completamente nuevos.
En el NT también tenemos profetas. Uno es Juan el Bautista. Juan el Bautista fue comisionado, similar a los profetas del AT, a llamar a la gente al arrepentimiento y a volverse a Dios. Pero su mayor llamado fue a preparar el camino para Jesus.
También vemos un par de profetas como Ágabo en Hechos 21. Es en este libro que se menciona por única vez.
Hechos 21:10-12 (NTV) Varios días después, llegó de Judea un hombre llamado Ágabo, quien también tenía el don de profecía. Se acercó, tomó el cinturón de Pablo y se ató los pies y las manos. Luego dijo: «El Espíritu Santo declara: “De esta forma será atado el dueño de este cinturón por los líderes judíos en Jerusalén y entregado a los gentiles”». Cuando lo oímos, tanto nosotros como los creyentes del lugar le suplicamos a Pablo que no fuera a Jerusalén.
Ágabo le da esta profecía de algo que pasará al apóstol Pablo. Así que todavía pasa algo de eso en el NT pero en general no vemos esa clase de profecía del AT en el NT. La razón es, y esto es muy importante, en el NT Dios le ha dado Su Espíritu Santo a todo creyente. En el AT, el Espíritu descendía en los profetas por un motivo específico. Pero en el AT, cada creyente recibe el Espíritu Santo. Esto fue prometido por Dios a través del profeta Joel y cumplido en el Día del Pentecostés.
Hechos 2:17-18 (NTV) “En los últimos días—dice Dios—, derramaré mi Espíritu sobre toda la gente. Sus hijos e hijas profetizarán. Sus jóvenes tendrán visiones, y sus ancianos tendrán sueños. En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre mis siervos—hombres y mujeres por igual— y profetizarán.
No era una cosa de un momento específico. El Espíritu Santo mora dentro de todo aquel que ha recibido a Jesús. Como resultado, la profecía toma un significado y propósito diferente. Y para entender esto, debemos hacer una diferencia entre dos tipos de profetas.
Hay dos tipos diferentes de profetas: un profeta con “P” mayúscula que habla con autoridad de parte de Dios y un profeta con “p” minúscula que habla lo que Dios ya ha hablado.
La clave para responder a la pregunta de hoy: ¿Habla Dios todavía a través de los profetas? es considerar los dos tipos de “profeta”. La primera es “P” mayúscula. Esta es la persona que habla con autoridad en nombre de Dios. Es lo que vemos en Efesios 2.
Efesios 2:19-20 (NTV) Así que ahora ustedes, los gentiles, ya no son unos desconocidos ni extranjeros. Son ciudadanos junto con todo el pueblo santo de Dios. Son miembros de la familia de Dios. Juntos constituimos su casa, la cual está edificada sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas. Y la piedra principal es Cristo Jesús mismo.
A lo que me refiero con Profetas con “P” mayúscula: aquellos que hablaron con autoridad y sentaron el fundamento. El fundamento fue asentado por los profetas del AT. Hombres como Moisés a quien se le revelaron los 10 Mandamientos. Dios estaba hablando con autoridad revelando cosas a través de hombres como él. Más en el NT, hombres como Pablo, Pedro y Juan entran en escena. Y Dios les revela aún más información nueva a estos Profetas del NT. Pablo lo describe más detalladamente en el siguiente capítulo:
Efesios 3:5 (NTV) Dios no se lo reveló a las generaciones anteriores, pero ahora, por medio de su Espíritu, lo ha revelado a sus santos apóstoles y profetas.
Allí está la clave: a los apóstoles y profetas. Esto es lo que llamamos profetas con “P” mayúscula. Es a los que Dios les reveló el plan de salvación. Ve y lee Efesios 3 por ti mismo. Él está hablando del plan de salvación revelado por Dios a través de Pedro, Juan, Pablo y los demás apóstoles donde judíos y gentiles son salvos. ¡Esta es la Buena Noticia! ¡La salvación no era solo para los judios sino para todos! Claro que esto no era lo que la gente esperaba porque los judios del AT no entendieron el plan de salvación. Pero en NT la totalidad de su plan es revelada. Este evangelio fue revelado. Y esto es profeta con “P” mayúscula y la “A” mayúscula de apóstoles.
Esta fue una revelación profética. Nueva revelación. De esto es lo que habla el apóstol Pablo en Efesios capítulo 2 y 3. “Ha sido revelado a los santos apóstoles y profetas”. Quiero que escuches muy bien lo siguiente: este trabajo está hecho. Completado. Terminado. El profeta con “P” mayúscula está completado y terminado. El trabajo de apóstol con “A” mayúscula está completado y terminado. Dios no necesita revelar nada nuevo a través de los profetas y apóstoles hoy en día. Esa es la primera parte de la respuesta para la pregunta de hoy.
Dios ya NO habla a través de profetas con “P” mayúscula. Dios ya no habla a través de esta clase de profetas. Esos profetas que hablaban con la autoridad de Dios ya no existen. La revelación nueva ya está completada y terminada. Por lo tanto ya no existen esa clase de profetas. Ya no necesitamos profetas con “P” mayúscula en la iglesia. Si eres parte de una iglesia que dice “nosotros tenemos un profeta que habla autoritativamente de parte de Dios”, te digo: no estás en una iglesia bíblica. Busca otra iglesia. Dios ya no habla autoritativamente.
Pero eso es diferente al don de profecía en la iglesia local. De eso es de lo que habla Pablo en Efesios 4, el pasaje con el que comenzamos hoy. Ahora estamos listos para leerlo en contexto:
Efesios 4:11-12 (NTV) Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. Ellos tienen la responsabilidad de preparar al pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la iglesia, es decir, el cuerpo de Cristo.
Esto es lo que llamamos profetas con “p” minúscula: aquellos que hablan a cada nueva generación y congregación de lo que Dios ya ha dicho. Esto es un profeta con “p” minúscula y apóstoles con “a” minúscula. Eso es algo que Dios todavía hace. Él todavía habla su verdad a través de personas que tienen el don de hablar y llamar a las personas de regreso a Dios declarando lo que ya Dios ha declarado.
Esto es lo que hace un pastor que da un mensaje. Está hablando la verdad de Dios que está escrita en la Biblia. En mi caso, ya que predico la verdad de Dios, puedo decir soy un profeta con “p” minúscula. Empero nunca me puedo parar en frente de la congregación y decir “soy el profeta” con “P” mayúscula y “Dios me ha dado una revelación nueva”. “Sé que él ha dicho tal cosa en la Biblia pero ahora dice esto porque yo hablo autoritativamente por él..” !¡Jamás! Eso no es cierto.
Lo que yo hago cuando me paro a predicar es ejercer el don de profecía con “p” minúscula en el sentido de llamar a la gente a que vuelvan a Dios. No estoy dando ninguna revelación nueva. Estoy hablando lo que Dios ya ha dicho. Estoy llamando a la gente a que regresen a Dios. Les estoy recordando lo que Dios ha dicho ya. Mas no estoy añadiendo nada nuevo. No puedo añadir nada a la canonicidad de las Escrituras. La canonicidad de la Escritura está cerrada. Si yo escribo un libro o el libro que el pastor Bryan ha escrito y decimos “el profeta Bryan” escribió este libro, jamás se podría elevar al estándar de la Biblia ni mucho menos hacerlo parte de las Escrituras. Dios ya no habla de esa manera. Los libros de la Biblia están completos.
Entonces, que quede claro, ya no necesitamos profetas en el sentido de la “P” mayúscula porque el “Profeta” supremo es el mismo Jesús.
Hebreos 1:1-2 (NTV) Hace mucho tiempo, Dios habló muchas veces y de diversas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas. Y ahora, en estos últimos días, nos ha hablado por medio de su Hijo. …
Encontraremos toda la revelación que necesitamos en Jesús. Búscalo a él para obtener tus respuestas.
Nota para el lector: Canonicidad: ¿Está completa la Biblia tal como la tenemos ahora? La palabra “canon” significa regla o estándar. La canonicidad se trata de si un libro que dice ser Escritura cumple con ese estándar. Por lo general, un libro se incluía en el canon basándose en dos pasos. La iglesia primitiva no creó el canon de las Escrituras. Pero reconoció la inspiración divina de ciertos libros y rechazó otros, basándose en cinco pruebas.
- Universalidad. ¿Reflejaban los escritos en cuestión la visión unificada de todo el cuerpo de cristianos?
- Origen apostólico. ¿Fue escrito por un profeta o apóstol conocido, o por un colaborador cercano que refleja la perspectiva del apóstol?
- Ortodoxia. ¿Las doctrinas y los valores expresados son consistentes con el resto de las Escrituras (Deuteronomio 13:1-3)?
- Eficacia divina. ¿Tuvo el mensaje del libro un poder transformador en la experiencia de las personas?
- Antigüedad. ¿Se originó en tiempos bíblicos o fue compuesto mucho después?
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Antes de leer este tema, ¿en qué pensabas cuando escuchabas la palabra “profeta”? En tus propias palabras, describe la diferencia entre los profetas con P mayúscula y los profetas con p minúscula.
- Lee Hechos 2:17-18. ¿En qué se diferenciaba la profecía del Antiguo Testamento de la profecía del Nuevo Testamento? ¿Qué papel juega el Espíritu Santo en esto?
- Lee Efesios 4:11-12. ¿Quién en tu iglesia ejercita estos dones? ¿Cómo te equipan para hacer la obra de Dios (v.12)?
- Hebreos 1:1-2. ¿Qué significa que Jesús es el Profeta Supremo? ¿Por qué esto importa?
¿Es la Biblia tan sólo un libro más?
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Puntos de conversación:
- La Biblia es única porque sólo ella ha sido inspirada por Dios. La inspiración divina se extiende a las palabras mismas, y a todas las partes de la Biblia y todos los temas de los que habla la Biblia. 2 Timoteo 3:16, 2 Pedro 1:20-21
- La evidencia textual apunta a la confiabilidad de la Biblia. La Biblia contiene 66 libros escritos por 40 autores a lo largo de 1500 años y, sin embargo, cuenta una historia unificada sobre Jesús.
- La evidencia histórica también apunta a la confiabilidad de la Biblia. Los manuscritos antiguos y las excavaciones arqueológicas se han acumulado a favor de la confiabilidad bíblica.
¿Por qué tantas iglesias y los cristianos dan tanta importancia a la Biblia? ¿No es simplemente una pieza de literatura antigua obsoleta e irrelevante? ¿No deberíamos guardarlo en el librero y utilizar libros más modernos para aprender a cómo vivir? Estas son las preguntas que exploraremos hoy. Pero antes de examinar la Biblia, comencemos con algunas curiosidades divertidas sobre todos esos otros libros en el librero.
10 libros notables más vendidos de todos los tiempos:
- El gato en el sombrero de Dr. Seuss – 10,5 millones
- Las aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain – 20 millones
- Los juegos del hambre de Suzanne Collins – 29 millones
- Matar a un ruiseñor de Harper Lee – 40 millones
- La oruga muy hambrienta de Eric Carle – 43 millones
- Una vida con propósito por Rick Warren – 50 millones
- El león, la bruja y el armario de CS Lewis – más de 85 millones
- Harry Potter y la piedra filosofal de J.K. Rowling – 120 millones
- Historia de dos ciudades de Charles Dickens – más de 200 millones
- Don Quijote por Miguel de Cervantes – más de 500 million
Los tres libros más vendidos de todos los tiempos (de menor a mayor cantidad):
- El Corán – se estima que se vendieron y distribuyeron 800 millones de copias.
- El libro rojo: Citas de las obras de Mao Tse-tung – más de 900 millones de copias vendidas.
- La Biblia – se estima que se vendieron y distribuyeron 5 mil millones de copias.
Entonces, volvamos a la pregunta que analizaremos hoy: ¿Es la Biblia solamente un libro más? Piensa en cómo se escribieron todos esos otros libros. Todos esos otros libros fueron producto de una o más mentes inteligentes. Todos siguieron un proceso similar: pensar en el concepto, crear una historia, personajes, etc., investigar un poco si es necesario para mayor precisión y escribir y reescribir.
Pero esto es lo que separa a la Biblia de cualquier otro libro: no es producto de las ideas o la creatividad de una persona. Nadie tuvo que idear la trama o los personajes, y nadie tuvo que leer un manual de cómo escribir un libro para obtener los mejores capítulos y versos. Los cristianos creemos que
La Biblia es única porque sólo ella ha sido inspirada por Dios.
La inspiración divina se extiende a las palabras mismas, y a todas las partes de la Biblia y todos los temas de los que habla la Biblia. Asi es como Pablo se lo explicó a Timoteo:
2 Timoteo 3:16 (NTV) Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto.
Cuando se refiere a ser “Inspirado por Dios” (theopneustos), el mismo Jesús confirmó que la Biblia está inspirada por Dios:
Marcos 12:36 (NTV) Pues el propio David, mientras hablaba bajo la inspiración del Espíritu Santo, dijo: …”
Luego, Jesús citó el Salmo 110. Creía que cuando David escribió este Salmo, habló bajo la inspiración del Espíritu. A esto se le llama inspiración plenaria verbal: la inspiración divina se extiende a las mismas palabras, y a todas las partes de la Biblia y todos los temas de los que habla la Biblia. Otro pasaje que afirma que la Biblia es inspirada:
2 Pedro 1:20-21 (NTV) Sobre todo, tienen que entender que ninguna profecía de la Escritura jamás surgió de la comprensión personal de los profetas ni por iniciativa humana. Al contrario, fue el Espíritu Santo quien impulsó a los profetas y ellos hablaron de parte de Dios.
¿Pero cómo funcionó esto? Inspiración significa que el Espíritu Santo supervisó el proceso para que las mismas palabras escritas fueran exactamente lo que el Espíritu pretendía. Son tanto las palabras del autor humano como las palabras de Dios mismo. La inspiración no es igual a algún tipo de dictado. Los autores no eran copistas o transcriptores que escribían las palabras de alguien que dictaba una carta. Los autores de la Biblia hablaron en su propio idioma y estilo, usando sus propias palabras y pensamientos, en respuesta a situaciones específicas que enfrentaban.
Si bien es la Palabra de Dios, también son palabras de autores humanos. Los dos no son mutuamente excluyentes. Dios habló a través de autores humanos, a través de sus personalidades, experiencias, idioma, cultura y tiempo únicos. Por eso podemos confiar en la Biblia. No son sólo los pensamientos de los humanos, sino que Dios nos habla a través de los autores humanos.
1 Corintios 2:13 (NTV) Les decimos estas cosas sin emplear palabras que provienen de la sabiduría humana. En cambio, hablamos con palabras que el Espíritu nos da, usando las palabras del Espíritu para explicar las verdades espirituales;
Pero, ¿cómo podemos confiar en que la Biblia es confiable tal como la tenemos hoy? Después de todo, fue escrita, literalmente, hace miles de años. ¿Estamos seguros de que no se estaba produciendo una especie de “juego telefónico”? o sea que una persona le dice a otra una oración, y esta se lo dice a la que sigue y así la información pasa por toda la línea pero cuando el último jugador repite según la oración dicha ya ni siquiera se repite las mismas palabras. Y es que la información cambió de tanto pasar de boca en boca. Entonces, en ese sentido, la Biblia es confiable porque su mensaje es igual.
Aquí hay dos razones por las que podemos confiar en las Biblias que tenemos hoy en dia (ver Lección 2 en La búsqueda para más información). La primera razón es que
La evidencia textual apunta a la confiabilidad de la Biblia.
La Biblia es el proyecto de escritura más impresionante en la historia del mundo. Contiene 66 libros escritos por 40 autores diferentes a lo largo de 1500 años y, sin embargo, cuenta una historia unificada. Piénsalo: Moisés, un esclavo judío criado en la casa de un faraón, escribió los primeros cinco libros. Juan, un pescador convertido en revolucionario, escribió los últimos cuatro libros. Entre estos había libros y cartas escritas por pastores, reyes, profetas, recaudadores de impuestos, médicos y más. Y el autor más prolífico del Nuevo Testamento fue Pablo, un fariseo religioso que persiguió celosamente a los seguidores de Jesús antes de unirse a ellos.
La mayoría de estos autores nunca se conocieron y muchos de ellos desconocían los otros libros y cartas que eventualmente se incluirían en la Biblia. Sus escritos abarcaron diferentes culturas e idiomas a lo largo de 15 siglos y, sin embargo, la Biblia sorprendentemente se lee como una sola historia. De principio a fin se trata de Jesús, y la profecía cumplida es el pegamento que la mantiene unida. Tomemos sólo algunos ejemplos:
De las 12 tribus de Israel, sorprendentemente se predijo que Judá sería aquella a través de la cual Jesús vendría, que es exactamente lo que sucedió. Génesis 49:10, Mateo 1:1-3
Se profetizó que Jesús nacería en Belén, y así sucedió, aunque su madre ni siquiera vivía allí. Miqueas 5:2, Lucas 2:1,4
Los profetas escribieron con sorprendente precisión sobre la tortura y la muerte de Jesús cientos de años antes de que ocurriera, exactamente como se predijo. Salmos 22, Isaías 53
Fue debido a este tipo de profecías que Jesús habló estas palabras a los líderes religiosos de su época:
Juan 5:39 (NTV) »Ustedes estudian las Escrituras a fondo porque piensan que ellas les dan vida eterna. ¡Pero las Escrituras me señalan a mí!
La Biblia sorprendentemente cuenta una historia, centrada en Jesús, porque al final de cuentas fue inspirada por el Dios de la historia humana.
La segunda razón por la que podemos confiar en la Biblia es porque;
La evidencia histórica también apunta a la confiabilidad de la Biblia.
Los manuscritos antiguos y las excavaciones arqueológicas se han acumulado a favor de la confiabilidad bíblica. La Biblia fue escrita hace miles de años, mucho antes de la imprenta y la tecnología moderna. Los fragmentos manuscritos (escritos a mano) del texto bíblico han resistido guerras y condiciones climáticas a lo largo de los siglos, y los fragmentos que quedan representan sólo una fracción de los originales. ¿Son suficientes esos restos para proporcionar un testimonio confiable a los lectores de hoy en día? ¿Y cómo podemos estar seguros de que el mensaje no se ha corrompido a lo largo de los milenios? La buena noticia es que el Dios que inspiró las Escrituras también fue lo suficientemente poderoso como para preservar esos escritos a través de los siglos.
Considera la evidencia manuscrita. Las copias manuscritas en el mundo antiguo estaban minuciosamente escritas a mano y no todas sobrevivieron a los estragos del tiempo. La confiabilidad de los escritos antiguos está determinada por el número de copias (o copias parciales) de la obra existente. Entonces, ¿cómo se compara la Biblia? Compáralo por ti mismo:
Hoy sólo tenemos 49 copias de los escritos de Aristóteles.
A “La Ilíada” de Homero le va un poco mejor, con 643 ejemplares existentes.
¡El Nuevo Testamento gana por abrumadora mayoría, con casi 5.700 copias en griego y más de 19.000 copias en otros idiomas!
El Nuevo Testamento claramente tiene más evidencia manuscrita que cualquier otra obra antigua. Pero ¿cómo sabemos que esas copias manuscritas son fieles a los originales? ¿Qué pasaría si los autores humanos cambiaran el mensaje, intencionadamente o no? La arqueología moderna nos ayuda a responder esta pregunta gracias a los Rollos del Mar Muerto. En 1.947, un pastorcillo descubrió algunos pergaminos antiguos escondidos en cuevas remotas del Medio Oriente. Esto condujo a aún más descubrimientos en la zona y al final se recuperaron casi 1.000 manuscritos. Se encontraron partes de casi todos los libros del Antiguo Testamento, y algunos de esos fragmentos resultaron ser casi 1.000 años más antiguos que los manuscritos más arcaicos conocidos en ese momento.
Esto ofrece una prueba perfecta de la fiabilidad de nuestras traducciones modernas. El libro de Isaías proporciona el ejemplo más convincente, ya que los Rollos del Mar Muerto contenían una copia completa de los escritos del profeta. En comparación con el Texto Masorético (la copia más antigua conocida hasta ahora, que data aproximadamente del 800 d.C.), ¡el manuscrito de Isaías de los Rollos del Mar Muerto era 95% idéntico! Y las únicas diferencias eran menores, a menudo simples variaciones en la ortografía.
De modo que la evidencia histórica se acumula a favor de la confiabilidad de la Biblia. Pero hay muchos que hacen la siguiente pregunta: ¿Pero cómo podemos confiar en que está traducida correctamente?
Nota que la Biblia llega a nosotros a través de la traducción. No fue escrita originalmente en inglés, sino en hebreo, arameo y griego. La Biblia ha sido traducida a muchos idiomas en todo el mundo, y continúa siendo traducida. Hoy en día hay muchas traducciones disponibles que son claras, legibles, comprensibles y fieles al original.
Las traducciones del idioma español siguen dos enfoques: equivalencia formal (palabra por palabra) y equivalencia dinámica (pensamiento por pensamiento). Las traducciones palabra por palabra a menudo no logran captar el significado de los modismos. Si traduces un modismo palabra por palabra, pierde completamente su significado. Por ejemplo, Mateo 9:15 (NTV) dice: “¿Se lamentan los invitados a la boda mientras celebran con el novio?” La frase “invitados a la boda” es literalmente: “hijos del salón de bodas”. Si esto se tradujera palabra por palabra, el significado del texto original quedaría oscurecido. Sin embargo, las traducciones pensamiento por pensamiento pueden introducir más interpretación del traductor en el texto.
La interpretación es siempre un factor en el proceso de traducción de un idioma a otro, sin importar qué enfoque se prefiera, porque no hay dos idiomas que tengan una correspondencia exacta de vocabulario o gramática. Pero el objetivo del traductor es minimizar las interpretaciones agregadas en el proceso.
No creemos que las traducciones estén inspiradas por Dios. Sólo los originales están sin error, tal como fueron hablados por Dios mismo a través del autor humano. Pero aunque los manuscritos originales ya no están disponibles, Dios ha preservado el texto bíblico a un nivel notable. Podemos confiar en las Biblias que leemos hoy.
Y he aquí por qué: cualquier traducción que elijas se basa en la gran colección de manuscritos existentes de los que hablamos anteriormente. Cuando los traductores (expertos, por cierto, no voluntarios ni aficionados al azar) se basan en el testimonio de estos manuscritos existentes, se genera confianza en que nuestras traducciones de la Biblia no han sido alteradas. Empero aquí no estamos hablando de una paráfrasis: cuando alguien toma una traducción existente y la reescribe con sus propias palabras.
Así que respondamos la pregunta de hoy: ¿Es la Biblia solamente un libro más?
¡La respuesta es no! La Biblia es diferente de cualquier otro libro de la historia, y no sólo porque supera a la competencia en la categoría de “Libro mejor vendido”. Es diferente porque es inspirada por Dios, escrita por autores humanos pero supervisada por el Espíritu Santo. ¡Así que léela! Puedes confiar en ella y lo más importante, si la pones por obra, puede cambiar tu vida. Lee este último versículo y medita en él y en lo poderosa y viva que es la Biblia.
Hebreos 4:12 (NTV) Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Antes de esta lección, ¿creías que podías confiar en la Biblia? ¿Por qué si o por qué no?
- ¿Qué evidencia te llamó más la atención y por qué?
- Lee 2 Timoteo 3:16. ¿Qué significa “inspirado por Dios”? ¿Por qué eso importa?
- Lee Hebreos 4:12. ¿Qué crees que significa cuando dice que la Palabra de Dios está viva y es poderosa?
- ¿Cómo tiene autoridad la Palabra de Dios en tu vida? ¿En qué áreas de tu vida necesitas someterte más a la autoridad de Dios?
¿Existe sólo una iglesia verdadera?
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Puntos de conversación:
- La iglesia no es ni un edificio ni una organización. Es un pueblo, la comunidad de todos aquellos que mantienen una relación salvadora con Dios a través de Jesús. Juan 10:9
- No existe una iglesia verdadera en el sentido de que solo haya una institución o denominación perfecta. Pero hay una iglesia verdadera con “I” mayúscula en cierta manera. Juan 17:20-21, Efesios 4:3-7
- La Biblia utiliza tres analogías para ayudarnos a comprender la importancia de la iglesia: la novia, el cuerpo y la familia. Efesios 4:15-16, 2:19
Varias religiones afirman ser la única iglesia verdadera o el único camino al cielo. Pero ¿qué dice la Biblia? ¿Existe sólo una iglesia verdadera? Y si no, ¿conducen todos los caminos al cielo? Estas son las preguntas que exploraremos hoy. Sin embargo, nos enfocaremos en la siguiente pregunta:
¿Existe sólo una iglesia verdadera?
Antes de responder la pregunta sobre si existe o no una iglesia verdadera, debemos asegurarnos de entender qué es la “iglesia” y qué no es la iglesia. La iglesia no es un edificio. Puedes decir: “Te veré en la iglesia”. o “Nuestro grupo de hombres se reúne en la iglesia”. Pero el edificio en sí no es la iglesia. La iglesia no es una organización ni una denominación. Piensa en todas las denominaciones que existen como la iglesia bautista, metodista, luterano, presbiteriano, Asambleas de Dios, entre muchas otras.
Estimar el número exacto de denominaciones cristianas es un desafío debido a varios factores, incluidos los diferentes criterios sobre lo que constituye una denominación y la existencia de muchas iglesias pequeñas e independientes. ¡Sin embargo, los eruditos y expertos religiosos a menudo citan cifras que van desde 30,000 a 40,000 denominaciones cristianas en todo el mundo! ¿Te lo puedes imaginar? Solo te mencione 5 denominaciones, pero entre cada denominación hay más ramas. Solo en los bautistas hay más de 100 denominaciones y divisiones u organizaciones. Mas no nos referimos a todas estas denominaciones, instituciones ni organizaciones cuando usamos la palabra iglesia. Y es qué:
La iglesia no es ni un edificio ni una organización. Es un pueblo, la comunidad de todos aquellos que mantienen una relación salvadora con Dios a través de Jesús.
Esta definición viene de la serie “Teología sistemática”, tema 10. Si no la has leído, te invito a que lo hagas. Está en nuestra página buscadeDios.org. La palabra iglesia viene del griego ekklesia que significa asamblea de los convocados – convocados o llamados por la proclamación del evangelio a reunirse alrededor de Cristo. En otras palabras, los que han puesto su fe en Jesucristo. Así que cuando decimos la Iglesia con “I” mayúscula, nos referimos a las personas que han respondido al llamado del evangelio. Son aquellos que han respondido con un sí al regalo de la gracia de salvación dada por Jesús. Es más, Jesús lo dijo de la siguiente manera:
Juan 10:9 (NTV) Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos. Entrarán y saldrán libremente y encontrarán buenos pastos.
Jesús está invitando a todos a ser parte de este movimiento. Y a ser parte de su pueblo. De hecho, a través de todo el Antiguo Testamento vemos a Dios llamando a los israelitas a ser parte de su pueblo donde él será su Dios. Aclaro que en el AT testamento no se usa el término ekklesia. Mas para cuando Jesús vino, murió y resucitó y dio la Gran comisión a sus discípulos de empezar su ekklesia o sea su iglesia, él se estaba refiriendo a este cumplimiento del llamado desesperado de Dios desde el AT de “quiero ser tu Dios y quiero que sean mi pueblo. Está convocando a la gente a ser sus hijos. Está llamando a la gente del mundo para que sea su posesión más preciosa.
No existe una iglesia verdadera en el sentido de que solo haya una institución o denominación perfecta. Pero hay una iglesia verdadera con “I” mayúscula en cierta manera.
Entonces, volvamos a nuestra pregunta de hoy: ¿Existe sólo una iglesia verdadera? Si la iglesia es la gente que ha sido llamada por Dios y no una institución o una denominación, entonces en este sentido la respuesta es sí.
Esto es en el sentido de la comunidad global, con letra “I’ mayúscula para iglesia, o sea una comunidad de verdaderos creyentes que han respondido a Jesús y a su mensaje bíblico. Por lo tanto, en este sentido, la respuesta es sí, si hay una sola iglesia verdadera.
Sin embargo, en otro sentido, la respuesta es no. No hay ni una sola iglesia verdadera en el sentido de que sólo hay una institución o una denominación correcta. En otras palabras, una iglesia bautista o metodista no puede decir que son la iglesia verdadera y que para ser salvos hay que bautizarse en su iglesia. Esto no es cierto, ni es una verdad bíblica. No creo que una organización o denominación esté totalmente en lo correcto. Entonces no hay una sola iglesia verdadera si se refiere a una organización, institución o denominación.
Empero, en el sentido que Jesús nos llama e invita a seguirlo y a ser parte de su pueblo, su Iglesia con :”I” mayúscula, respondería que sí. Tú puedes estar en la denominación A o denominación B o C, o sea en una de las 30 mil y más denominaciones, y puedes ser parte de la iglesia con “I” mayúscula si has confiado en Jesús para la salvación.
Al otro extremo, puedes ser parte de una de esas denominaciones y no ser parte de la Iglesia de Cristo. La razón es porque hay gente en nuestras congregaciones que nunca han aceptado a Jesus como su Salvador. No solo por ir a la iglesia cada domingo o por ser miembro de la iglesia o hasta haberte bautizado, si no has aceptado a Jesus como tu Salvador, si no han entrado por la puerta que es Jesús (Juan 10:9). Él lo dijo muy claro: “los que entren a través de mí serán salvos”. En otro pasaje él dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí” (Juan 14:6).
Una vez más, solo los que han venido a Jesús por fe para ser salvos forman parte de la Iglesia verdadera. Por cierto, esta es una advertencia para todos así que te animo que te examines para ver si has puesto tu fe en Jesucristo porque si no lo has hecho no eres parte de su pueblo. No eres parte de la Iglesia. No obstante, Jesús te ha invitado a ser parte de su pueblo; su Iglesia. Él te ha llamado a ser parte de su Iglesia a pesar de tu denominación o la congregación a la que elijas asistir. A Jesús verdaderamente le importa que seas parte de este movimiento global.
Cuando digo “movimiento global” no solo me refiero a todas las naciones, a cada tribu, a cada lengua. Me refiero también a todas las generaciones desde la iglesia primitiva hasta el día de hoy y aun del Antiguo Testamento. Abraham, por ejemplo, no fue parte de ninguna denominación pero él fue llamado por Dios. Él respondió en fe a las promesas de Dios y se le fue contado como justicia. Él es parte de la Iglesia (con “I” mayúscula), como lo fueron Moises y David, al igual que Pablo y Pedro y todos los que han creído en Jesús para salvación sin importar su denominación. Eso quiere decir que tú también eres parte de esa Iglesia si has entrado por la puerta que es Jesús. Si no lo crees, mira lo que oró Jesús antes de irse al cielo:
Juan 17:20-21 (NTV) »No te pido solo por estos discípulos, sino también por todos los que creerán en mí por el mensaje de ellos. Te pido que todos sean uno, así como tú y yo somos uno, es decir, como tú estás en mí, Padre, y yo estoy en ti. Y que ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
¿No es maravilloso que Jesús mismo orara por la Iglesia? Él estaba orando por los discípulos en tiempo real, y por ti, por mi y por cualquiera que cree en su mensaje; en el mensaje de Jesús. Luego, más adelante, Pablo le escribe a la iglesia de Efeso lo siguiente:
Efesios 4:3-7 (NTV) Hagan todo lo posible por mantenerse unidos en el Espíritu y enlazados mediante la paz. Pues hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, tal como ustedes fueron llamados a una misma esperanza gloriosa para el futuro. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, quien está sobre todos, en todos y vive por medio de todos. No obstante, él nos ha dado a cada uno de nosotros un don especial mediante la generosidad de Cristo.
Cuando Pablo escribió esto no había ninguna clase de denominación. Y no es que haya algo de malo con las denominaciones. Algunos piensan que las denominaciones no deberían de existir porque muestra desunidad. Empero, si hay unidad en las denominaciones cristianas aunque existan ciertas diferencias.
Hay unidad siempre y cuando adoren al Jesús verdadero, se tenga la misma fe y un mismo bautizo. Así que no importa si te bautizaste en la iglesia bautista, o en Asambleas de Dios o en una iglesia no denominacional siempre y cuando hayas creído y confiado en el único Señor y Salvador; en el Jesús de la Biblia. Entonces ese es el mismo bautismo. Es el mismo Señor y Padre que adoramos. Puede que haya diferencias en la estructura, la manera que se adora, el liderazgo, etc. No obstante, en lo esencial hay unidad. Un ejemplo de ello son las doctrinas esenciales que todo cristiano o iglesia cree. A continuación te nombro solo 5 doctrinas fundamentales que toda iglesia debe creer.
5 doctrinas que todo cristiano (iglesia) cree:
- La Biblia es la Palabra de Dios. Los cristianos creemos que la Biblia es la palabra infalible de Dios, que es suficiente para todo lo que necesitamos para vivir la vida cristiana (2 Timoteo 3:16-17).
- Dios es tres en uno. Los cristianos creen que hay un Dios que existe eternamente como tres personas (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Las tres personas son iguales y eternas (Mateo 28:19).
- Jesús es plenamente Dios. Los cristianos creen que Jesús es plenamente Dios y plenamente humano como la segunda persona de la Trinidad. Él siempre ha existido como Dios y el mundo fue creado a través de él. Si vas a una iglesia donde no enseñan que Jesus es Dios entonces no están enseñando a Jesús de la Biblia (Juan 1:1-2).
- Somos salvos por la fe en Jesús. Los cristianos creen que toda persona está rota por el pecado y necesita salvación. Somos salvos sólo por gracia a través de la fe en Jesucristo (Efesios 2:8-9). Las obras no te salvan. El bautizo no te salva. Así que si estás en una iglesia que enseña que debes hacer cosas buenas para salvarte, no estás en una iglesia bíblica. Tampoco lo es una iglesia que enseñe que deben bautizarse en esa iglesia para ser salvos. Somos salvos solamente poniendo nuestra fe en Jesús.
- Hay vida después de la muerte. Los cristianos creen que Jesús regresará para establecer su reino y juzgar al mundo. Aquellos que han confiado en Jesús para su salvación vivirán eternamente en el cielo, mientras que otros estarán eternamente separados de la presencia de Dios. Juan 11:25-26
Existen más doctrinas pero estas son las que considero fundamentales para una iglesia. Me gustaría que pienses en la iglesia a la que asistes y analices si tu iglesia está de acuerdo con estas doctrinas fundamentales. Y es que, en las cosas pequeñas puede haber desacuerdos mas no en lo fundamental. Debemos mantenernos bien plantados en las creencias o doctrinas fundamentales de la Biblia.
La Biblia utiliza tres analogías para ayudarnos a comprender la importancia de la iglesia: la novia, el cuerpo y la familia.
Quiero terminar con tres analogías utilizadas en la Biblia para describir la iglesia. Cada una de estas imágenes nos ayuda a comprender la importancia de la iglesia y el porqué debemos ser parte de ella. No quiero que te hagas la idea de que la iglesia no tiene valor porque no hay una denominación o una institución u organización correcta. Es importante respetar el papel de la iglesia y nuestra participación en ella.
Entonces, de acuerdo con la Biblia, la “Iglesia” es, número 1, la novia o la esposa de Cristo (Efesios 5:22-33). Lo que entiendo de este pasaje, entre muchas cosas, es que no hables mal de la iglesia o sea de la novia de Cristo. Es como si alguien hablara mal de mi esposa. Si alguien lo hace, yo tendré que hablar con esa persona seriamente. No estaré de acuerdo con que lo hagan. Es mi novia, mi esposa. ¿Acaso mi esposa es perfecta? No, no lo es. Pero eso no le da derecho a nadie de hablar mal de ella.
Igual pasa con la novia de Cristo. Hay algunos creyentes y no creyentes que hablan mal de la iglesia, la novia de Cristo. Jesús no está de acuerdo con eso. Él sabe que ninguna iglesia es perfecta. Que ninguna denominación lo es. Y está bien porque desde el momento que tú o yo, o cualquier ser humano va a esa iglesia deja de ser perfecta ya que todos somos pecadores. Recuerda, la iglesia es la gente. Gente que ha sido salvada por gracia. Empero la gente que ha sido salvada por gracia sigue siendo imperfecta. Todavía cometemos errores. Por lo tanto, la iglesia es imperfecta pero aun así debemos respetarla y hablar bien de ella.
Jesús ama a su esposa. Él ama su ekklesia. La llamada, porque eso fue lo que hizo. Nos llamó y nos apartó del resto del mundo. Somos su posesión más amada y preciada. Si eres parte de la Iglesia, con “i” mayúscula, tú eres parte de esta posesión más atesorada. Si tu iglesia o denominación guarda las enseñanzas y doctrinas bíblicas entonces es parte de esta Iglesia. Por consiguiente, tratemos a la novia de Cristo con respeto.
La segunda analogía para la iglesia es que es el cuerpo de Cristo.
Efesios 4:15-16 (NTV) En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia. Él hace que todo el cuerpo encaje perfectamente. Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor.
La iglesia no es solo la novia de Cristo. La iglesia es el cuerpo de Cristo. Jesús es la cabeza y nosotros somos el cuerpo. Esta analogía significa que tú debes ser parte de la iglesia local. Aquí y en otras partes del NT, cuando Pablo menciona al cuerpo de Cristo se está dirigiendo a la iglesia local. Lo que Pablo está diciendo es que no solo vayas a la iglesia los domingos y ya. No. Tú debes ser parte del cuerpo de Cristo. Debes buscar un cuerpo local de creyentes e involúcrate. Sirve en tu iglesia. La iglesia no funciona de la manera más saludable posible a menos que todas las partes estén funcionando.
Tienes un papel que desempeñar. Dios te ha dado dones para que los uses en la edificación de la iglesia. (1 Pedro 4:10). Quizás no creas que tu papel es importante, ¡lo es! Apúntate a servir en alguna área de servicio en tu iglesia. Se parte de algún grupo pequeño. Invita a las personas a asistir a los servicios. Háblales de Jesús y discípulalos.
Para los que dicen “las montañas son mi iglesia” o “me siento más cerca de Dios en la naturaleza” dejame decirte que no hay una piedra, un árbol o un arroyo que necesite palabras de aliento, oración o compañerismo de tu parte. Mas si hay alguien en el cuerpo de Cristo, la iglesia, que necesita de ti y de tus palabras de aliento, oración o compañerismo y de tus dones. Los llamados, los que hemos aceptado a Jesús, hemos sido llamados a ser parte del cuerpo de Cristo y a ayudarnos unos a otros.
En tercer lugar,como Iglesia, somos una familia.
Efesios 2:19 (NTV) Así que ahora ustedes, los gentiles, ya no son unos desconocidos ni extranjeros. Son ciudadanos junto con todo el pueblo santo de Dios. Son miembros de la familia de Dios.
Recuerden que la iglesia cristiana salió del judaísmo. En el judaísmo, todo el que no era judio era gentil y estaba fuera de la promesa de Dios. Sin embargo, al empezar la iglesia primitiva, Jesús dejó claro que su Buena Noticia de salvación era para todos y no solo para los judios. Por eso Pablo escribe que ahora los geniales no son unos desconocidos sino ciudadanos del reino y parte de la familia de Dios. Por lo tanto, gente de todas las naciones, razas e idiomas venimos a ser parte de la familia de Dios a través de Jesús. Todos los que aceptan a Jesús vienen a ser parte de esta familia eterna.
Como ocurre con cualquier familia, la comunicación y la conexión son importantes. La Biblia habla de cómo se supone que debemos tratarnos unos a otros. Se nos dice que lloremos con los que lloran y que nos regocijemos con los que se regocijan (Romanos 12:15). Se supone que debemos restaurar amablemente a aquellos que están atrapados en el pecado, asegurándonos de ser humildes y cuidadosos de no caer nosotros mismos en el pecado (Gálatas 6:1). Debemos orar unos por otros (Santiago 5:16). Debemos satisfacer las necesidades físicas unos de otros (1 Juan 3:17).
Entonces, lo que queda por responder es: ¿cómo puedes llegar a ser parte de la iglesia con “I” mayúscula? Volvamos a Juan 10:9.
Juan 10:9 (NTV) Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos….
Jesús nos dice eso a todos. Si quieres ser parte de la Iglesia de Cristo ven a él. Es a través de él que eres salvo. Solo al aceptarlo como tu Salvador y poner tu fe en él puedes ser salvo. Solamente tienes que decirle:
“Jesús reconozco que estoy roto, que he pecado, que he hecho las cosas a mi manera,
pero ahora me arrepiento de todo lo malo que he hecho,
te acepto como Amo y Señor de mi vida.
quiero poner mi fe y mi confianza en ti y confieso mi necesidad de ti.”
La Biblia dice que en el momento que haces eso eres salvo y vienes a ser parte de su iglesia, su pueblo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cómo definen las personas en tu vida de qué se trata la iglesia? ¿Por qué es importante la distinción de que la iglesia no se trata de un edificio u organización sino más bien de las personas?
- Vuelve a leer Efesios 4:3-7. ¿Qué unifica a la iglesia con “i” mayúscula? ¿Qué tiende a suceder cuando la gente empieza a elevar otras cosas por encima de la unidad en Cristo?
- ¿Qué analogía de la Iglesia te habla más y por qué? ¿Qué dones traes al cuerpo de tu iglesia?
- ¿Has confiado en Jesús para la salvación? En caso contrario, ¿qué preguntas aún quedan por responder? En caso afirmativo, ¿cómo ayudarás a otra persona a convertirse en parte de la iglesia con “I” mayúscula?
¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios?
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Puntos de conversación:
- Jesús enseñó que la ley no tiene nada de malo; el problema es la gente. Dios requiere perfección; cualquier cosa menos no funcionará. Mateo 5:17,20,48
- Esto nos deja en un aprieto. Ni siquiera un fariseo podría alcanzar la perfección. Romanos 3:20, Filipenses 3:5-7
- La respuesta se encuentra en la perfección de Jesús. Eso sólo lo obtenemos por fe, y este es un regalo puramente de Dios. Efesios 2:8-9, Romanos 3:21-22
¿Qué pasaría si hubiera una caja que contuviera todas las respuestas a tus preguntas más profundas? Pues eso es lo que trataremos de hacer con nuestra nueva serie “Abriendo la caja: contestando las preguntas que la gente hace”. En las próximas lecciones cubriremos las siguientes preguntas en esta nueva serie de buscadeDIOS.org:
Preguntas religiosas
- ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios?
- ¿Existe sólo una iglesia verdadera?
Preguntas bíblicas
- ¿Es la Biblia un libro más?
- ¿Dios todavía habla a través de los profetas?
Preguntas de la vida
- Si Dios es bueno, ¿por qué existe el mal?
- ¿Qué piensa Dios realmente de las mujeres?
Abramos con la pregunta que estamos sacando de la caja hoy: ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios?
Casi todas las religiones del mundo ofrecen un camino al cielo a través de buenas obras y esfuerzos personales. Algunas religiones incluso incluyen una lista de sacramentos o rituales sagrados mediante los cuales una persona puede merecer la salvación. Sin embargo, el cristianismo es diferente. Según la Biblia, sólo hay una manera de saber si eres lo suficientemente bueno para Dios y no tiene nada que ver con lo que puedes hacer. Antes de ver lo que dice la Biblia, hagamos un rápido estudio de algunas religiones populares del mundo.
El hinduismo. Esta religión no tiene un concepto singular de salvación sino múltiples caminos o yogas, como se le conoce. Estos caminos conducen a la liberación espiritual o moksha del ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento, mejor conocido como el samsara. Estos caminos incluyen la devoción (bhakti), el conocimiento (jnana) y la acción desinteresada (karma yoga), entre otros. La salvación se logra cuando un individuo se da cuenta de su verdadero yo (atman) como uno con la realidad última (Brahman). Entonces, en el hinduismo, la liberación depende de ti.
El budismo. La salvación en el budismo es el cese del sufrimiento y el ciclo de renacimiento, logrado mediante la eliminación del deseo y la ignorancia. En el budismo, el objetivo es alcanzar el nirvana o sea la iluminación siguiendo el Noble Óctuple Sendero que incluye principios como la comprensión correcta, la intención correcta, el habla correcta, la acción correcta, el medio de vida correcto, el esfuerzo correcto, la atención plena correcta y la concentración correcta. Alcanzar el nirvana depende también de TI.
El islam. En el islam, el plan de salvación implica la creencia en la unidad de Dios (Alá) y la profecía de Mahoma. Los musulmanes creen en vivir una vida recta de acuerdo con las enseñanzas del Corán y los Hadith o dichos de Mahoma. La salvación se logra mediante la fe, el arrepentimiento y las buenas obras, siendo la recompensa máxima la entrada al paraíso. La salvación en el Islam no está garantizada únicamente por la fe o las obras, sino que, al final, depende de la misericordia y el juicio de Alá. Los musulmanes se esfuerzan por vivir una vida que agrade a Alá y seguir las enseñanzas del Islam con la esperanza de alcanzar la salvación en el más allá. Ganar el paraíso depende de TI. Esta, y otras religiones, se basan en gran parte en lo que uno puede hacer, “las obras”, para ganar entrada al paraíso, nirvana o la liberación como otras tantas religiones.
Entonces, ¿qué enseña el cristianismo? Para encontrar esa respuesta necesitamos mirar otra religión mundial: el judaísmo. Jesús era judío. El cristianismo surgió del judaísmo. Comprender el vínculo entre esas dos religiones, y específicamente la diferencia clave entre ellas, nos dará la idea que necesitamos para responder nuestra pregunta de hoy.
Perfección
Jesús enseñó que la ley no tiene nada de malo; el problema es la gente. Dios requiere perfección; cualquier cosa menos no funcionará. Esto viene de las palabras de Jesús en su famoso Sermón del monte.
Mateo 5:17 (NTV) »No malinterpreten la razón por la cual he venido. No vine para abolir la ley de Moisés o los escritos de los profetas. Al contrario, vine para cumplir sus propósitos.
Cuando Jesús habla de “la ley y los profetas” se refiere al judaísmo. Te explico el judaísmo en pocas palabras: Dios eligió a Abraham y le hizo algunas promesas (Gén 12). Dios le dio los 10 mandamientos a Moisés. Estas son las reglas para vivir en la tierra prometida a la que estaban a punto de entrar. La gente seguía violando las leyes y no vivía correctamente como lo dice el libro de Jueces.
Jueces 21:25 (NTV) En esos días, Israel no tenía rey; cada uno hacía lo que le parecía correcto según su propio criterio.
En Mateo 5, Jesús básicamente dice: “No hay nada malo en la ley; algo anda mal con la gente”. Por eso dijo:
Mateo 5:20 (NTV) »Les advierto: a menos que su justicia supere a la de los maestros de la ley religiosa y a la de los fariseos, nunca entrarán en el reino del cielo.
Jesús continúa con el sermón enumerando ejemplos en cada área de la vida:
- Han oído “no asesines” (Mateo 5:21-22), pero yo digo aun si te enojas con alguien ya es asesinato en tu corazón.
- Han oído “no cometas adulterio” (Mateo 5: 27-28), pero yo digo que el que mira con pasión sexual ( lujuria) es igual a adulterio en tu corazón.
- Han oído “el castigo debe ser acorde a la gravedad del daño” (Mateo 5:38-39), pero yo digo pon la otra mejilla.
- Han oído “ama a tu prójimo” (Mateo 5:43-44), pero yo digo “ama a tu enemigo”
Luego Jesús termina la sección con esta loca declaración:
Mateo 5:48 (NTV) Pero tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto.
Es una declaración loca porque jamás alcanzaremos la perfección mientras estemos en este cuerpo corruptible. Esto nos pone en un gran aprieto.
El aprieto
Esto nos deja en un aprieto. Ni siquiera un fariseo podría alcanzar la perfección. Y eso que los fariseos eran los grandes líderes religiosos guardadores de la ley. Dios requiere perfección, pero la gente está lejos de ella. El apóstol Pablo explicó esto claramente en su carta a los romanos:
Romanos 3:20 (NTV) Pues nadie llegará jamás a ser justo ante Dios por hacer lo que la ley manda. La ley sencillamente nos muestra lo pecadores que somos.
Esto es una locura porque ¡Pablo solía ser fariseo! Era uno de esos tipos del Sermón del monte del que hablaba Jesús. Estaba tratando de llegar a Dios a través de sus propias obras. Así lo explicó el propio Pablo:
Filipenses 3:5-6 (NTV) Fui circuncidado cuando tenía ocho días de vida. Soy un ciudadano de Israel de pura cepa y miembro de la tribu de Benjamín, ¡un verdadero hebreo como no ha habido otro! Fui miembro de los fariseos, quienes exigen la obediencia más estricta a la ley judía. Era tan fanático que perseguía con crueldad a la iglesia, y en cuanto a la justicia, obedecía la ley al pie de la letra.
En el siguiente versículo quiero usar la NVI, porque nos ayuda a entender mejor lo que Pablo está tratando de decir:
Filipenses 3:7 (NVI) Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo.
Pablo estaba en números rojos y luego conoció a Cristo. Pablo recalcula el valor de toda su ganancia: familia, logros, educación, estatus social y moral. ¡Se da cuenta que el monto total sumaba a una pérdida total! Porque nada se compara a Cristo. Podemos no tener nada aparentemente, pero lo tenemos todo una vez que recibimos a Jesus como nuestro Señor y Salvador en nuestras vidas.
Entonces, si nunca llegaremos a ser lo suficientemente buenos para Dios o sea que no podremos alcanzar la perfección, ¿cuál es la respuesta a nuestra pregunta qué estamos contestando?
El regalo
La respuesta se encuentra en la perfección de Jesús. Eso sólo lo obtenemos por fe, y este es un regalo puramente de Dios. Llegamos a ser lo suficientemente buenos a través de Cristo y el sacrificio que ÉL hizo en la cruz del calvario. No tiene que ver con nada que nosotros hagamos. No depende de TI ni de MI. No es por obras para que nadie se jacte de ganarse la salvación. Es un regalo no merecido que nos da Jesús. Así es como Pablo explicó estas matemáticas a los efesios:
Efesios 2:8-9 (NTV) Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.
Piensa en la palabra “regalo”. ¿Cuánto pagas por un regalo? Exactamente nada. Una vez que lo pagas, ¡ya no es un regalo! Dos cosas sobre un regalo u obsequio. La primera: “ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo“. Si lo hacemos, entonces es una jactancia religiosa. La segunda cosa es que no tenemos que preguntarnos si hemos hecho lo suficiente para merecerlo o si somos lo suficientemente buenos para recibirlo
Este concepto contrasta con el Islam. La salvación en el Islam no está garantizada únicamente por la fe o las obras. Los musulmanes se esfuerzan por vivir una vida que agrade a Alá y a seguir las enseñanzas del Islam con la esperanza de alcanzar la salvación en el más allá. ¡Pero nunca sabrán con seguridad si son salvos! Pero Dios sí nos dice cómo podemos ser salvos:
Romanos 3:21-22 (NTV) Pero ahora, tal como se prometió tiempo atrás en los escritos de Moisés y de los profetas, Dios nos ha mostrado cómo podemos ser justos ante él sin cumplir con las exigencias de la ley. Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere.
Este versículo lo deja muy claro. Podemos ser salvos a través de Jesús porque Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Entonces, la respuesta de la Biblia a la pregunta: ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios? Revela la diferencia entre el cristianismo y cualquier otra religión. El judaísmo, el hinduismo, el budismo y el islam se basan “en obras”. Se trata de lo que TÚ puedes hacer para alcanzar la iluminación, ganar el nirvana y volverte justo.
El cristianismo tiene un mensaje diferente: TÚ no puedes hacer nada para salvarte a ti mismo. ¡La gente lo ha intentado y siempre ha fracasado! Necesitarás la perfección de Jesús. ya que él te ha regalado la salvación. Eso sólo lo obtendrás por fe.
Si tú nunca has puesto tu fe en Jesús, hoy es tu oportunidad de hacerlo. Solo Jesús te puede salvar y hacerte aceptable ante Dios. Es a través de Jesús que podemos ser perfectos porque cuando Dios nos mira a nosotros ve todo el pecado que llevamos encima. No obstante, cuando ponemos nuestra fe en Jesús y aceptamos su regalo de salvación podemos venir delante del Padre. Y él no nos mira a nosotros sino a la perfección de Cristo que nos representa ante un Dios tan Santo. Por lo tanto, sólo a través de Jesús es que podemos llegar a ser lo suficientemente buenos para Dios. Y esto es un regalo de Dios. No hay nada que nosotros podamos hacer para recibirlo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Qué diferencia al cristianismo de otras religiones del mundo? ¿Por qué crees que la gente se inclina a pensar que pueden ganarse el camino hacia Dios?
- Vuelva a leer Jueces 21:25 y Romanos 3:21. La gente hacía lo que bien le parecía. ¿Cómo es que esta idea sigue siendo cierta hoy en día? ¿Cuál fue la razón fundamental por la que Dios nos dio la ley?
- ¿Qué nos dice Efesios 2:8-9 acerca de nuestras obras y nuestra salvación? ¿Cómo has entendido tu propia “bondad” (ser bueno) en el pasado?
- ¿Qué se necesita para ser lo suficientemente bueno para Dios? ¿Has respondido al regalo que ofrece Jesús?
Abriendo la caja: contestando las preguntas que la gente hace
Abriendo la caja: contestando las preguntas que la gente hace
¿Qué pasaría si hubiera una caja que contuviera todas las respuestas a tus preguntas más profundas? Cubriremos estas preguntas (¡y más!) en esta nueva serie de buscadeDIOS.org.
¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios?
Haz clic aquí para ver el bosquejo del sermón.
Haz clic aquí para ver el mensaje en vivo en youtube
Puntos de conversación:
- Jesús enseñó que la ley no tiene nada de malo; el problema es la gente. Dios requiere perfección; cualquier cosa menos no funcionará. Mateo 5:17,20,48
- Esto nos deja en un aprieto. Ni siquiera un fariseo podría alcanzar la perfección. Romanos 3:20, Filipenses 3:5-7
- La respuesta se encuentra en la perfección de Jesús. Eso sólo lo obtenemos por fe, y este es un regalo puramente de Dios. Efesios 2:8-9, Romanos 3:21-22
¿Qué pasaría si hubiera una caja que contuviera todas las respuestas a tus preguntas más profundas? Pues eso es lo que trataremos de hacer con nuestra nueva serie “Abriendo la caja: contestando las preguntas que la gente hace”. En las próximas lecciones cubriremos las siguientes preguntas en esta nueva serie de buscadeDIOS.org:
Preguntas religiosas
- ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios?
- ¿Existe sólo una iglesia verdadera?
Preguntas bíblicas
- ¿Es la Biblia un libro más?
- ¿Dios todavía habla a través de los profetas?
Preguntas de la vida
- Si Dios es bueno, ¿por qué existe el mal?
- ¿Qué piensa Dios realmente de las mujeres?
Abramos con la pregunta que estamos sacando de la caja hoy: ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios?
Casi todas las religiones del mundo ofrecen un camino al cielo a través de buenas obras y esfuerzos personales. Algunas religiones incluso incluyen una lista de sacramentos o rituales sagrados mediante los cuales una persona puede merecer la salvación. Sin embargo, el cristianismo es diferente. Según la Biblia, sólo hay una manera de saber si eres lo suficientemente bueno para Dios y no tiene nada que ver con lo que puedes hacer. Antes de ver lo que dice la Biblia, hagamos un rápido estudio de algunas religiones populares del mundo.
El hinduismo. Esta religión no tiene un concepto singular de salvación sino múltiples caminos o yogas, como se le conoce. Estos caminos conducen a la liberación espiritual o moksha del ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento, mejor conocido como el samsara. Estos caminos incluyen la devoción (bhakti), el conocimiento (jnana) y la acción desinteresada (karma yoga), entre otros. La salvación se logra cuando un individuo se da cuenta de su verdadero yo (atman) como uno con la realidad última (Brahman). Entonces, en el hinduismo, la liberación depende de ti.
El budismo. La salvación en el budismo es el cese del sufrimiento y el ciclo de renacimiento, logrado mediante la eliminación del deseo y la ignorancia. En el budismo, el objetivo es alcanzar el nirvana o sea la iluminación siguiendo el Noble Óctuple Sendero que incluye principios como la comprensión correcta, la intención correcta, el habla correcta, la acción correcta, el medio de vida correcto, el esfuerzo correcto, la atención plena correcta y la concentración correcta. Alcanzar el nirvana depende también de TI.
El islam. En el islam, el plan de salvación implica la creencia en la unidad de Dios (Alá) y la profecía de Mahoma. Los musulmanes creen en vivir una vida recta de acuerdo con las enseñanzas del Corán y los Hadith o dichos de Mahoma. La salvación se logra mediante la fe, el arrepentimiento y las buenas obras, siendo la recompensa máxima la entrada al paraíso. La salvación en el Islam no está garantizada únicamente por la fe o las obras, sino que, al final, depende de la misericordia y el juicio de Alá. Los musulmanes se esfuerzan por vivir una vida que agrade a Alá y seguir las enseñanzas del Islam con la esperanza de alcanzar la salvación en el más allá. Ganar el paraíso depende de TI. Esta, y otras religiones, se basan en gran parte en lo que uno puede hacer, “las obras”, para ganar entrada al paraíso, nirvana o la liberación como otras tantas religiones.
Entonces, ¿qué enseña el cristianismo? Para encontrar esa respuesta necesitamos mirar otra religión mundial: el judaísmo. Jesús era judío. El cristianismo surgió del judaísmo. Comprender el vínculo entre esas dos religiones, y específicamente la diferencia clave entre ellas, nos dará la idea que necesitamos para responder nuestra pregunta de hoy.
Perfección
Jesús enseñó que la ley no tiene nada de malo; el problema es la gente. Dios requiere perfección; cualquier cosa menos no funcionará. Esto viene de las palabras de Jesús en su famoso Sermón del monte.
Mateo 5:17 (NTV) »No malinterpreten la razón por la cual he venido. No vine para abolir la ley de Moisés o los escritos de los profetas. Al contrario, vine para cumplir sus propósitos.
Cuando Jesús habla de “la ley y los profetas” se refiere al judaísmo. Te explico el judaísmo en pocas palabras: Dios eligió a Abraham y le hizo algunas promesas (Gén 12). Dios le dio los 10 mandamientos a Moisés. Estas son las reglas para vivir en la tierra prometida a la que estaban a punto de entrar. La gente seguía violando las leyes y no vivía correctamente como lo dice el libro de Jueces.
Jueces 21:25 (NTV) En esos días, Israel no tenía rey; cada uno hacía lo que le parecía correcto según su propio criterio.
En Mateo 5, Jesús básicamente dice: “No hay nada malo en la ley; algo anda mal con la gente”. Por eso dijo:
Mateo 5:20 (NTV) »Les advierto: a menos que su justicia supere a la de los maestros de la ley religiosa y a la de los fariseos, nunca entrarán en el reino del cielo.
Jesús continúa con el sermón enumerando ejemplos en cada área de la vida:
- Han oído “no asesines” (Mateo 5:21-22), pero yo digo aun si te enojas con alguien ya es asesinato en tu corazón.
- Han oído “no cometas adulterio” (Mateo 5: 27-28), pero yo digo que el que mira con pasión sexual ( lujuria) es igual a adulterio en tu corazón.
- Han oído “el castigo debe ser acorde a la gravedad del daño” (Mateo 5:38-39), pero yo digo pon la otra mejilla.
- Han oído “ama a tu prójimo” (Mateo 5:43-44), pero yo digo “ama a tu enemigo”
Luego Jesús termina la sección con esta loca declaración:
Mateo 5:48 (NTV) Pero tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto.
Es una declaración loca porque jamás alcanzaremos la perfección mientras estemos en este cuerpo corruptible. Esto nos pone en un gran aprieto.
El aprieto
Esto nos deja en un aprieto. Ni siquiera un fariseo podría alcanzar la perfección. Y eso que los fariseos eran los grandes líderes religiosos guardadores de la ley. Dios requiere perfección, pero la gente está lejos de ella. El apóstol Pablo explicó esto claramente en su carta a los romanos:
Romanos 3:20 (NTV) Pues nadie llegará jamás a ser justo ante Dios por hacer lo que la ley manda. La ley sencillamente nos muestra lo pecadores que somos.
Esto es una locura porque ¡Pablo solía ser fariseo! Era uno de esos tipos del Sermón del monte del que hablaba Jesús. Estaba tratando de llegar a Dios a través de sus propias obras. Así lo explicó el propio Pablo:
Filipenses 3:5-6 (NTV) Fui circuncidado cuando tenía ocho días de vida. Soy un ciudadano de Israel de pura cepa y miembro de la tribu de Benjamín, ¡un verdadero hebreo como no ha habido otro! Fui miembro de los fariseos, quienes exigen la obediencia más estricta a la ley judía. Era tan fanático que perseguía con crueldad a la iglesia, y en cuanto a la justicia, obedecía la ley al pie de la letra.
En el siguiente versículo quiero usar la NVI, porque nos ayuda a entender mejor lo que Pablo está tratando de decir:
Filipenses 3:7 (NVI) Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo.
Pablo estaba en números rojos y luego conoció a Cristo. Pablo recalcula el valor de toda su ganancia: familia, logros, educación, estatus social y moral. ¡Se da cuenta que el monto total sumaba a una pérdida total! Porque nada se compara a Cristo. Podemos no tener nada aparentemente, pero lo tenemos todo una vez que recibimos a Jesus como nuestro Señor y Salvador en nuestras vidas.
Entonces, si nunca llegaremos a ser lo suficientemente buenos para Dios o sea que no podremos alcanzar la perfección, ¿cuál es la respuesta a nuestra pregunta qué estamos contestando?
El regalo
La respuesta se encuentra en la perfección de Jesús. Eso sólo lo obtenemos por fe, y este es un regalo puramente de Dios. Llegamos a ser lo suficientemente buenos a través de Cristo y el sacrificio que ÉL hizo en la cruz del calvario. No tiene que ver con nada que nosotros hagamos. No depende de TI ni de MI. No es por obras para que nadie se jacte de ganarse la salvación. Es un regalo no merecido que nos da Jesús. Así es como Pablo explicó estas matemáticas a los efesios:
Efesios 2:8-9 (NTV) Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.
Piensa en la palabra “regalo”. ¿Cuánto pagas por un regalo? Exactamente nada. Una vez que lo pagas, ¡ya no es un regalo! Dos cosas sobre un regalo u obsequio. La primera: “ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo“. Si lo hacemos, entonces es una jactancia religiosa. La segunda cosa es que no tenemos que preguntarnos si hemos hecho lo suficiente para merecerlo o si somos lo suficientemente buenos para recibirlo
Este concepto contrasta con el Islam. La salvación en el Islam no está garantizada únicamente por la fe o las obras. Los musulmanes se esfuerzan por vivir una vida que agrade a Alá y a seguir las enseñanzas del Islam con la esperanza de alcanzar la salvación en el más allá. ¡Pero nunca sabrán con seguridad si son salvos! Pero Dios sí nos dice cómo podemos ser salvos:
Romanos 3:21-22 (NTV) Pero ahora, tal como se prometió tiempo atrás en los escritos de Moisés y de los profetas, Dios nos ha mostrado cómo podemos ser justos ante él sin cumplir con las exigencias de la ley. Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere.
Este versículo lo deja muy claro. Podemos ser salvos a través de Jesús porque Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Entonces, la respuesta de la Biblia a la pregunta: ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios? Revela la diferencia entre el cristianismo y cualquier otra religión. El judaísmo, el hinduismo, el budismo y el islam se basan “en obras”. Se trata de lo que TÚ puedes hacer para alcanzar la iluminación, ganar el nirvana y volverte justo.
El cristianismo tiene un mensaje diferente: TÚ no puedes hacer nada para salvarte a ti mismo. ¡La gente lo ha intentado y siempre ha fracasado! Necesitarás la perfección de Jesús. ya que él te ha regalado la salvación. Eso sólo lo obtendrás por fe.
Si tú nunca has puesto tu fe en Jesús, hoy es tu oportunidad de hacerlo. Solo Jesús te puede salvar y hacerte aceptable ante Dios. Es a través de Jesús que podemos ser perfectos porque cuando Dios nos mira a nosotros ve todo el pecado que llevamos encima. No obstante, cuando ponemos nuestra fe en Jesús y aceptamos su regalo de salvación podemos venir delante del Padre. Y él no nos mira a nosotros sino a la perfección de Cristo que nos representa ante un Dios tan Santo. Por lo tanto, sólo a través de Jesús es que podemos llegar a ser lo suficientemente buenos para Dios. Y esto es un regalo de Dios. No hay nada que nosotros podamos hacer para recibirlo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Qué diferencia al cristianismo de otras religiones del mundo? ¿Por qué crees que la gente se inclina a pensar que pueden ganarse el camino hacia Dios?
- Vuelva a leer Jueces 21:25 y Romanos 3:21. La gente hacía lo que bien le parecía. ¿Cómo es que esta idea sigue siendo cierta hoy en día? ¿Cuál fue la razón fundamental por la que Dios nos dio la ley?
- ¿Qué nos dice Efesios 2:8-9 acerca de nuestras obras y nuestra salvación? ¿Cómo has entendido tu propia “bondad” (ser bueno) en el pasado?
- ¿Qué se necesita para ser lo suficientemente bueno para Dios? ¿Has respondido al regalo que ofrece Jesús?
¿Existe sólo una iglesia verdadera?
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Puntos de conversación:
- La iglesia no es ni un edificio ni una organización. Es un pueblo, la comunidad de todos aquellos que mantienen una relación salvadora con Dios a través de Jesús. Juan 10:9
- No existe una iglesia verdadera en el sentido de que solo haya una institución o denominación perfecta. Pero hay una iglesia verdadera con “I” mayúscula en cierta manera. Juan 17:20-21, Efesios 4:3-7
- La Biblia utiliza tres analogías para ayudarnos a comprender la importancia de la iglesia: la novia, el cuerpo y la familia. Efesios 4:15-16, 2:19
Varias religiones afirman ser la única iglesia verdadera o el único camino al cielo. Pero ¿qué dice la Biblia? ¿Existe sólo una iglesia verdadera? Y si no, ¿conducen todos los caminos al cielo? Estas son las preguntas que exploraremos hoy. Sin embargo, nos enfocaremos en la siguiente pregunta:
¿Existe sólo una iglesia verdadera?
Antes de responder la pregunta sobre si existe o no una iglesia verdadera, debemos asegurarnos de entender qué es la “iglesia” y qué no es la iglesia. La iglesia no es un edificio. Puedes decir: “Te veré en la iglesia”. o “Nuestro grupo de hombres se reúne en la iglesia”. Pero el edificio en sí no es la iglesia. La iglesia no es una organización ni una denominación. Piensa en todas las denominaciones que existen como la iglesia bautista, metodista, luterano, presbiteriano, Asambleas de Dios, entre muchas otras.
Estimar el número exacto de denominaciones cristianas es un desafío debido a varios factores, incluidos los diferentes criterios sobre lo que constituye una denominación y la existencia de muchas iglesias pequeñas e independientes. ¡Sin embargo, los eruditos y expertos religiosos a menudo citan cifras que van desde 30,000 a 40,000 denominaciones cristianas en todo el mundo! ¿Te lo puedes imaginar? Solo te mencione 5 denominaciones, pero entre cada denominación hay más ramas. Solo en los bautistas hay más de 100 denominaciones y divisiones u organizaciones. Mas no nos referimos a todas estas denominaciones, instituciones ni organizaciones cuando usamos la palabra iglesia. Y es qué:
La iglesia no es ni un edificio ni una organización. Es un pueblo, la comunidad de todos aquellos que mantienen una relación salvadora con Dios a través de Jesús.
Esta definición viene de la serie “Teología sistemática”, tema 10. Si no la has leído, te invito a que lo hagas. Está en nuestra página buscadeDios.org. La palabra iglesia viene del griego ekklesia que significa asamblea de los convocados – convocados o llamados por la proclamación del evangelio a reunirse alrededor de Cristo. En otras palabras, los que han puesto su fe en Jesucristo. Así que cuando decimos la Iglesia con “I” mayúscula, nos referimos a las personas que han respondido al llamado del evangelio. Son aquellos que han respondido con un sí al regalo de la gracia de salvación dada por Jesús. Es más, Jesús lo dijo de la siguiente manera:
Juan 10:9 (NTV) Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos. Entrarán y saldrán libremente y encontrarán buenos pastos.
Jesús está invitando a todos a ser parte de este movimiento. Y a ser parte de su pueblo. De hecho, a través de todo el Antiguo Testamento vemos a Dios llamando a los israelitas a ser parte de su pueblo donde él será su Dios. Aclaro que en el AT testamento no se usa el término ekklesia. Mas para cuando Jesús vino, murió y resucitó y dio la Gran comisión a sus discípulos de empezar su ekklesia o sea su iglesia, él se estaba refiriendo a este cumplimiento del llamado desesperado de Dios desde el AT de “quiero ser tu Dios y quiero que sean mi pueblo. Está convocando a la gente a ser sus hijos. Está llamando a la gente del mundo para que sea su posesión más preciosa.
No existe una iglesia verdadera en el sentido de que solo haya una institución o denominación perfecta. Pero hay una iglesia verdadera con “I” mayúscula en cierta manera.
Entonces, volvamos a nuestra pregunta de hoy: ¿Existe sólo una iglesia verdadera? Si la iglesia es la gente que ha sido llamada por Dios y no una institución o una denominación, entonces en este sentido la respuesta es sí.
Esto es en el sentido de la comunidad global, con letra “I’ mayúscula para iglesia, o sea una comunidad de verdaderos creyentes que han respondido a Jesús y a su mensaje bíblico. Por lo tanto, en este sentido, la respuesta es sí, si hay una sola iglesia verdadera.
Sin embargo, en otro sentido, la respuesta es no. No hay ni una sola iglesia verdadera en el sentido de que sólo hay una institución o una denominación correcta. En otras palabras, una iglesia bautista o metodista no puede decir que son la iglesia verdadera y que para ser salvos hay que bautizarse en su iglesia. Esto no es cierto, ni es una verdad bíblica. No creo que una organización o denominación esté totalmente en lo correcto. Entonces no hay una sola iglesia verdadera si se refiere a una organización, institución o denominación.
Empero, en el sentido que Jesús nos llama e invita a seguirlo y a ser parte de su pueblo, su Iglesia con :”I” mayúscula, respondería que sí. Tú puedes estar en la denominación A o denominación B o C, o sea en una de las 30 mil y más denominaciones, y puedes ser parte de la iglesia con “I” mayúscula si has confiado en Jesús para la salvación.
Al otro extremo, puedes ser parte de una de esas denominaciones y no ser parte de la Iglesia de Cristo. La razón es porque hay gente en nuestras congregaciones que nunca han aceptado a Jesus como su Salvador. No solo por ir a la iglesia cada domingo o por ser miembro de la iglesia o hasta haberte bautizado, si no has aceptado a Jesus como tu Salvador, si no han entrado por la puerta que es Jesús (Juan 10:9). Él lo dijo muy claro: “los que entren a través de mí serán salvos”. En otro pasaje él dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí” (Juan 14:6).
Una vez más, solo los que han venido a Jesús por fe para ser salvos forman parte de la Iglesia verdadera. Por cierto, esta es una advertencia para todos así que te animo que te examines para ver si has puesto tu fe en Jesucristo porque si no lo has hecho no eres parte de su pueblo. No eres parte de la Iglesia. No obstante, Jesús te ha invitado a ser parte de su pueblo; su Iglesia. Él te ha llamado a ser parte de su Iglesia a pesar de tu denominación o la congregación a la que elijas asistir. A Jesús verdaderamente le importa que seas parte de este movimiento global.
Cuando digo “movimiento global” no solo me refiero a todas las naciones, a cada tribu, a cada lengua. Me refiero también a todas las generaciones desde la iglesia primitiva hasta el día de hoy y aun del Antiguo Testamento. Abraham, por ejemplo, no fue parte de ninguna denominación pero él fue llamado por Dios. Él respondió en fe a las promesas de Dios y se le fue contado como justicia. Él es parte de la Iglesia (con “I” mayúscula), como lo fueron Moises y David, al igual que Pablo y Pedro y todos los que han creído en Jesús para salvación sin importar su denominación. Eso quiere decir que tú también eres parte de esa Iglesia si has entrado por la puerta que es Jesús. Si no lo crees, mira lo que oró Jesús antes de irse al cielo:
Juan 17:20-21 (NTV) »No te pido solo por estos discípulos, sino también por todos los que creerán en mí por el mensaje de ellos. Te pido que todos sean uno, así como tú y yo somos uno, es decir, como tú estás en mí, Padre, y yo estoy en ti. Y que ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
¿No es maravilloso que Jesús mismo orara por la Iglesia? Él estaba orando por los discípulos en tiempo real, y por ti, por mi y por cualquiera que cree en su mensaje; en el mensaje de Jesús. Luego, más adelante, Pablo le escribe a la iglesia de Efeso lo siguiente:
Efesios 4:3-7 (NTV) Hagan todo lo posible por mantenerse unidos en el Espíritu y enlazados mediante la paz. Pues hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, tal como ustedes fueron llamados a una misma esperanza gloriosa para el futuro. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, quien está sobre todos, en todos y vive por medio de todos. No obstante, él nos ha dado a cada uno de nosotros un don especial mediante la generosidad de Cristo.
Cuando Pablo escribió esto no había ninguna clase de denominación. Y no es que haya algo de malo con las denominaciones. Algunos piensan que las denominaciones no deberían de existir porque muestra desunidad. Empero, si hay unidad en las denominaciones cristianas aunque existan ciertas diferencias.
Hay unidad siempre y cuando adoren al Jesús verdadero, se tenga la misma fe y un mismo bautizo. Así que no importa si te bautizaste en la iglesia bautista, o en Asambleas de Dios o en una iglesia no denominacional siempre y cuando hayas creído y confiado en el único Señor y Salvador; en el Jesús de la Biblia. Entonces ese es el mismo bautismo. Es el mismo Señor y Padre que adoramos. Puede que haya diferencias en la estructura, la manera que se adora, el liderazgo, etc. No obstante, en lo esencial hay unidad. Un ejemplo de ello son las doctrinas esenciales que todo cristiano o iglesia cree. A continuación te nombro solo 5 doctrinas fundamentales que toda iglesia debe creer.
5 doctrinas que todo cristiano (iglesia) cree:
- La Biblia es la Palabra de Dios. Los cristianos creemos que la Biblia es la palabra infalible de Dios, que es suficiente para todo lo que necesitamos para vivir la vida cristiana (2 Timoteo 3:16-17).
- Dios es tres en uno. Los cristianos creen que hay un Dios que existe eternamente como tres personas (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Las tres personas son iguales y eternas (Mateo 28:19).
- Jesús es plenamente Dios. Los cristianos creen que Jesús es plenamente Dios y plenamente humano como la segunda persona de la Trinidad. Él siempre ha existido como Dios y el mundo fue creado a través de él. Si vas a una iglesia donde no enseñan que Jesus es Dios entonces no están enseñando a Jesús de la Biblia (Juan 1:1-2).
- Somos salvos por la fe en Jesús. Los cristianos creen que toda persona está rota por el pecado y necesita salvación. Somos salvos sólo por gracia a través de la fe en Jesucristo (Efesios 2:8-9). Las obras no te salvan. El bautizo no te salva. Así que si estás en una iglesia que enseña que debes hacer cosas buenas para salvarte, no estás en una iglesia bíblica. Tampoco lo es una iglesia que enseñe que deben bautizarse en esa iglesia para ser salvos. Somos salvos solamente poniendo nuestra fe en Jesús.
- Hay vida después de la muerte. Los cristianos creen que Jesús regresará para establecer su reino y juzgar al mundo. Aquellos que han confiado en Jesús para su salvación vivirán eternamente en el cielo, mientras que otros estarán eternamente separados de la presencia de Dios. Juan 11:25-26
Existen más doctrinas pero estas son las que considero fundamentales para una iglesia. Me gustaría que pienses en la iglesia a la que asistes y analices si tu iglesia está de acuerdo con estas doctrinas fundamentales. Y es que, en las cosas pequeñas puede haber desacuerdos mas no en lo fundamental. Debemos mantenernos bien plantados en las creencias o doctrinas fundamentales de la Biblia.
La Biblia utiliza tres analogías para ayudarnos a comprender la importancia de la iglesia: la novia, el cuerpo y la familia.
Quiero terminar con tres analogías utilizadas en la Biblia para describir la iglesia. Cada una de estas imágenes nos ayuda a comprender la importancia de la iglesia y el porqué debemos ser parte de ella. No quiero que te hagas la idea de que la iglesia no tiene valor porque no hay una denominación o una institución u organización correcta. Es importante respetar el papel de la iglesia y nuestra participación en ella.
Entonces, de acuerdo con la Biblia, la “Iglesia” es, número 1, la novia o la esposa de Cristo (Efesios 5:22-33). Lo que entiendo de este pasaje, entre muchas cosas, es que no hables mal de la iglesia o sea de la novia de Cristo. Es como si alguien hablara mal de mi esposa. Si alguien lo hace, yo tendré que hablar con esa persona seriamente. No estaré de acuerdo con que lo hagan. Es mi novia, mi esposa. ¿Acaso mi esposa es perfecta? No, no lo es. Pero eso no le da derecho a nadie de hablar mal de ella.
Igual pasa con la novia de Cristo. Hay algunos creyentes y no creyentes que hablan mal de la iglesia, la novia de Cristo. Jesús no está de acuerdo con eso. Él sabe que ninguna iglesia es perfecta. Que ninguna denominación lo es. Y está bien porque desde el momento que tú o yo, o cualquier ser humano va a esa iglesia deja de ser perfecta ya que todos somos pecadores. Recuerda, la iglesia es la gente. Gente que ha sido salvada por gracia. Empero la gente que ha sido salvada por gracia sigue siendo imperfecta. Todavía cometemos errores. Por lo tanto, la iglesia es imperfecta pero aun así debemos respetarla y hablar bien de ella.
Jesús ama a su esposa. Él ama su ekklesia. La llamada, porque eso fue lo que hizo. Nos llamó y nos apartó del resto del mundo. Somos su posesión más amada y preciada. Si eres parte de la Iglesia, con “i” mayúscula, tú eres parte de esta posesión más atesorada. Si tu iglesia o denominación guarda las enseñanzas y doctrinas bíblicas entonces es parte de esta Iglesia. Por consiguiente, tratemos a la novia de Cristo con respeto.
La segunda analogía para la iglesia es que es el cuerpo de Cristo.
Efesios 4:15-16 (NTV) En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia. Él hace que todo el cuerpo encaje perfectamente. Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor.
La iglesia no es solo la novia de Cristo. La iglesia es el cuerpo de Cristo. Jesús es la cabeza y nosotros somos el cuerpo. Esta analogía significa que tú debes ser parte de la iglesia local. Aquí y en otras partes del NT, cuando Pablo menciona al cuerpo de Cristo se está dirigiendo a la iglesia local. Lo que Pablo está diciendo es que no solo vayas a la iglesia los domingos y ya. No. Tú debes ser parte del cuerpo de Cristo. Debes buscar un cuerpo local de creyentes e involúcrate. Sirve en tu iglesia. La iglesia no funciona de la manera más saludable posible a menos que todas las partes estén funcionando.
Tienes un papel que desempeñar. Dios te ha dado dones para que los uses en la edificación de la iglesia. (1 Pedro 4:10). Quizás no creas que tu papel es importante, ¡lo es! Apúntate a servir en alguna área de servicio en tu iglesia. Se parte de algún grupo pequeño. Invita a las personas a asistir a los servicios. Háblales de Jesús y discípulalos.
Para los que dicen “las montañas son mi iglesia” o “me siento más cerca de Dios en la naturaleza” dejame decirte que no hay una piedra, un árbol o un arroyo que necesite palabras de aliento, oración o compañerismo de tu parte. Mas si hay alguien en el cuerpo de Cristo, la iglesia, que necesita de ti y de tus palabras de aliento, oración o compañerismo y de tus dones. Los llamados, los que hemos aceptado a Jesús, hemos sido llamados a ser parte del cuerpo de Cristo y a ayudarnos unos a otros.
En tercer lugar,como Iglesia, somos una familia.
Efesios 2:19 (NTV) Así que ahora ustedes, los gentiles, ya no son unos desconocidos ni extranjeros. Son ciudadanos junto con todo el pueblo santo de Dios. Son miembros de la familia de Dios.
Recuerden que la iglesia cristiana salió del judaísmo. En el judaísmo, todo el que no era judio era gentil y estaba fuera de la promesa de Dios. Sin embargo, al empezar la iglesia primitiva, Jesús dejó claro que su Buena Noticia de salvación era para todos y no solo para los judios. Por eso Pablo escribe que ahora los geniales no son unos desconocidos sino ciudadanos del reino y parte de la familia de Dios. Por lo tanto, gente de todas las naciones, razas e idiomas venimos a ser parte de la familia de Dios a través de Jesús. Todos los que aceptan a Jesús vienen a ser parte de esta familia eterna.
Como ocurre con cualquier familia, la comunicación y la conexión son importantes. La Biblia habla de cómo se supone que debemos tratarnos unos a otros. Se nos dice que lloremos con los que lloran y que nos regocijemos con los que se regocijan (Romanos 12:15). Se supone que debemos restaurar amablemente a aquellos que están atrapados en el pecado, asegurándonos de ser humildes y cuidadosos de no caer nosotros mismos en el pecado (Gálatas 6:1). Debemos orar unos por otros (Santiago 5:16). Debemos satisfacer las necesidades físicas unos de otros (1 Juan 3:17).
Entonces, lo que queda por responder es: ¿cómo puedes llegar a ser parte de la iglesia con “I” mayúscula? Volvamos a Juan 10:9.
Juan 10:9 (NTV) Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos….
Jesús nos dice eso a todos. Si quieres ser parte de la Iglesia de Cristo ven a él. Es a través de él que eres salvo. Solo al aceptarlo como tu Salvador y poner tu fe en él puedes ser salvo. Solamente tienes que decirle:
“Jesús reconozco que estoy roto, que he pecado, que he hecho las cosas a mi manera,
pero ahora me arrepiento de todo lo malo que he hecho,
te acepto como Amo y Señor de mi vida.
quiero poner mi fe y mi confianza en ti y confieso mi necesidad de ti.”
La Biblia dice que en el momento que haces eso eres salvo y vienes a ser parte de su iglesia, su pueblo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cómo definen las personas en tu vida de qué se trata la iglesia? ¿Por qué es importante la distinción de que la iglesia no se trata de un edificio u organización sino más bien de las personas?
- Vuelve a leer Efesios 4:3-7. ¿Qué unifica a la iglesia con “i” mayúscula? ¿Qué tiende a suceder cuando la gente empieza a elevar otras cosas por encima de la unidad en Cristo?
- ¿Qué analogía de la Iglesia te habla más y por qué? ¿Qué dones traes al cuerpo de tu iglesia?
- ¿Has confiado en Jesús para la salvación? En caso contrario, ¿qué preguntas aún quedan por responder? En caso afirmativo, ¿cómo ayudarás a otra persona a convertirse en parte de la iglesia con “I” mayúscula?
¿Es la Biblia tan sólo un libro más?
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Puntos de conversación:
- La Biblia es única porque sólo ella ha sido inspirada por Dios. La inspiración divina se extiende a las palabras mismas, y a todas las partes de la Biblia y todos los temas de los que habla la Biblia. 2 Timoteo 3:16, 2 Pedro 1:20-21
- La evidencia textual apunta a la confiabilidad de la Biblia. La Biblia contiene 66 libros escritos por 40 autores a lo largo de 1500 años y, sin embargo, cuenta una historia unificada sobre Jesús.
- La evidencia histórica también apunta a la confiabilidad de la Biblia. Los manuscritos antiguos y las excavaciones arqueológicas se han acumulado a favor de la confiabilidad bíblica.
¿Por qué tantas iglesias y los cristianos dan tanta importancia a la Biblia? ¿No es simplemente una pieza de literatura antigua obsoleta e irrelevante? ¿No deberíamos guardarlo en el librero y utilizar libros más modernos para aprender a cómo vivir? Estas son las preguntas que exploraremos hoy. Pero antes de examinar la Biblia, comencemos con algunas curiosidades divertidas sobre todos esos otros libros en el librero.
10 libros notables más vendidos de todos los tiempos:
- El gato en el sombrero de Dr. Seuss – 10,5 millones
- Las aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain – 20 millones
- Los juegos del hambre de Suzanne Collins – 29 millones
- Matar a un ruiseñor de Harper Lee – 40 millones
- La oruga muy hambrienta de Eric Carle – 43 millones
- Una vida con propósito por Rick Warren – 50 millones
- El león, la bruja y el armario de CS Lewis – más de 85 millones
- Harry Potter y la piedra filosofal de J.K. Rowling – 120 millones
- Historia de dos ciudades de Charles Dickens – más de 200 millones
- Don Quijote por Miguel de Cervantes – más de 500 million
Los tres libros más vendidos de todos los tiempos (de menor a mayor cantidad):
- El Corán – se estima que se vendieron y distribuyeron 800 millones de copias.
- El libro rojo: Citas de las obras de Mao Tse-tung – más de 900 millones de copias vendidas.
- La Biblia – se estima que se vendieron y distribuyeron 5 mil millones de copias.
Entonces, volvamos a la pregunta que analizaremos hoy: ¿Es la Biblia solamente un libro más? Piensa en cómo se escribieron todos esos otros libros. Todos esos otros libros fueron producto de una o más mentes inteligentes. Todos siguieron un proceso similar: pensar en el concepto, crear una historia, personajes, etc., investigar un poco si es necesario para mayor precisión y escribir y reescribir.
Pero esto es lo que separa a la Biblia de cualquier otro libro: no es producto de las ideas o la creatividad de una persona. Nadie tuvo que idear la trama o los personajes, y nadie tuvo que leer un manual de cómo escribir un libro para obtener los mejores capítulos y versos. Los cristianos creemos que
La Biblia es única porque sólo ella ha sido inspirada por Dios.
La inspiración divina se extiende a las palabras mismas, y a todas las partes de la Biblia y todos los temas de los que habla la Biblia. Asi es como Pablo se lo explicó a Timoteo:
2 Timoteo 3:16 (NTV) Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto.
Cuando se refiere a ser “Inspirado por Dios” (theopneustos), el mismo Jesús confirmó que la Biblia está inspirada por Dios:
Marcos 12:36 (NTV) Pues el propio David, mientras hablaba bajo la inspiración del Espíritu Santo, dijo: …”
Luego, Jesús citó el Salmo 110. Creía que cuando David escribió este Salmo, habló bajo la inspiración del Espíritu. A esto se le llama inspiración plenaria verbal: la inspiración divina se extiende a las mismas palabras, y a todas las partes de la Biblia y todos los temas de los que habla la Biblia. Otro pasaje que afirma que la Biblia es inspirada:
2 Pedro 1:20-21 (NTV) Sobre todo, tienen que entender que ninguna profecía de la Escritura jamás surgió de la comprensión personal de los profetas ni por iniciativa humana. Al contrario, fue el Espíritu Santo quien impulsó a los profetas y ellos hablaron de parte de Dios.
¿Pero cómo funcionó esto? Inspiración significa que el Espíritu Santo supervisó el proceso para que las mismas palabras escritas fueran exactamente lo que el Espíritu pretendía. Son tanto las palabras del autor humano como las palabras de Dios mismo. La inspiración no es igual a algún tipo de dictado. Los autores no eran copistas o transcriptores que escribían las palabras de alguien que dictaba una carta. Los autores de la Biblia hablaron en su propio idioma y estilo, usando sus propias palabras y pensamientos, en respuesta a situaciones específicas que enfrentaban.
Si bien es la Palabra de Dios, también son palabras de autores humanos. Los dos no son mutuamente excluyentes. Dios habló a través de autores humanos, a través de sus personalidades, experiencias, idioma, cultura y tiempo únicos. Por eso podemos confiar en la Biblia. No son sólo los pensamientos de los humanos, sino que Dios nos habla a través de los autores humanos.
1 Corintios 2:13 (NTV) Les decimos estas cosas sin emplear palabras que provienen de la sabiduría humana. En cambio, hablamos con palabras que el Espíritu nos da, usando las palabras del Espíritu para explicar las verdades espirituales;
Pero, ¿cómo podemos confiar en que la Biblia es confiable tal como la tenemos hoy? Después de todo, fue escrita, literalmente, hace miles de años. ¿Estamos seguros de que no se estaba produciendo una especie de “juego telefónico”? o sea que una persona le dice a otra una oración, y esta se lo dice a la que sigue y así la información pasa por toda la línea pero cuando el último jugador repite según la oración dicha ya ni siquiera se repite las mismas palabras. Y es que la información cambió de tanto pasar de boca en boca. Entonces, en ese sentido, la Biblia es confiable porque su mensaje es igual.
Aquí hay dos razones por las que podemos confiar en las Biblias que tenemos hoy en dia (ver Lección 2 en La búsqueda para más información). La primera razón es que
La evidencia textual apunta a la confiabilidad de la Biblia.
La Biblia es el proyecto de escritura más impresionante en la historia del mundo. Contiene 66 libros escritos por 40 autores diferentes a lo largo de 1500 años y, sin embargo, cuenta una historia unificada. Piénsalo: Moisés, un esclavo judío criado en la casa de un faraón, escribió los primeros cinco libros. Juan, un pescador convertido en revolucionario, escribió los últimos cuatro libros. Entre estos había libros y cartas escritas por pastores, reyes, profetas, recaudadores de impuestos, médicos y más. Y el autor más prolífico del Nuevo Testamento fue Pablo, un fariseo religioso que persiguió celosamente a los seguidores de Jesús antes de unirse a ellos.
La mayoría de estos autores nunca se conocieron y muchos de ellos desconocían los otros libros y cartas que eventualmente se incluirían en la Biblia. Sus escritos abarcaron diferentes culturas e idiomas a lo largo de 15 siglos y, sin embargo, la Biblia sorprendentemente se lee como una sola historia. De principio a fin se trata de Jesús, y la profecía cumplida es el pegamento que la mantiene unida. Tomemos sólo algunos ejemplos:
De las 12 tribus de Israel, sorprendentemente se predijo que Judá sería aquella a través de la cual Jesús vendría, que es exactamente lo que sucedió. Génesis 49:10, Mateo 1:1-3
Se profetizó que Jesús nacería en Belén, y así sucedió, aunque su madre ni siquiera vivía allí. Miqueas 5:2, Lucas 2:1,4
Los profetas escribieron con sorprendente precisión sobre la tortura y la muerte de Jesús cientos de años antes de que ocurriera, exactamente como se predijo. Salmos 22, Isaías 53
Fue debido a este tipo de profecías que Jesús habló estas palabras a los líderes religiosos de su época:
Juan 5:39 (NTV) »Ustedes estudian las Escrituras a fondo porque piensan que ellas les dan vida eterna. ¡Pero las Escrituras me señalan a mí!
La Biblia sorprendentemente cuenta una historia, centrada en Jesús, porque al final de cuentas fue inspirada por el Dios de la historia humana.
La segunda razón por la que podemos confiar en la Biblia es porque;
La evidencia histórica también apunta a la confiabilidad de la Biblia.
Los manuscritos antiguos y las excavaciones arqueológicas se han acumulado a favor de la confiabilidad bíblica. La Biblia fue escrita hace miles de años, mucho antes de la imprenta y la tecnología moderna. Los fragmentos manuscritos (escritos a mano) del texto bíblico han resistido guerras y condiciones climáticas a lo largo de los siglos, y los fragmentos que quedan representan sólo una fracción de los originales. ¿Son suficientes esos restos para proporcionar un testimonio confiable a los lectores de hoy en día? ¿Y cómo podemos estar seguros de que el mensaje no se ha corrompido a lo largo de los milenios? La buena noticia es que el Dios que inspiró las Escrituras también fue lo suficientemente poderoso como para preservar esos escritos a través de los siglos.
Considera la evidencia manuscrita. Las copias manuscritas en el mundo antiguo estaban minuciosamente escritas a mano y no todas sobrevivieron a los estragos del tiempo. La confiabilidad de los escritos antiguos está determinada por el número de copias (o copias parciales) de la obra existente. Entonces, ¿cómo se compara la Biblia? Compáralo por ti mismo:
Hoy sólo tenemos 49 copias de los escritos de Aristóteles.
A “La Ilíada” de Homero le va un poco mejor, con 643 ejemplares existentes.
¡El Nuevo Testamento gana por abrumadora mayoría, con casi 5.700 copias en griego y más de 19.000 copias en otros idiomas!
El Nuevo Testamento claramente tiene más evidencia manuscrita que cualquier otra obra antigua. Pero ¿cómo sabemos que esas copias manuscritas son fieles a los originales? ¿Qué pasaría si los autores humanos cambiaran el mensaje, intencionadamente o no? La arqueología moderna nos ayuda a responder esta pregunta gracias a los Rollos del Mar Muerto. En 1.947, un pastorcillo descubrió algunos pergaminos antiguos escondidos en cuevas remotas del Medio Oriente. Esto condujo a aún más descubrimientos en la zona y al final se recuperaron casi 1.000 manuscritos. Se encontraron partes de casi todos los libros del Antiguo Testamento, y algunos de esos fragmentos resultaron ser casi 1.000 años más antiguos que los manuscritos más arcaicos conocidos en ese momento.
Esto ofrece una prueba perfecta de la fiabilidad de nuestras traducciones modernas. El libro de Isaías proporciona el ejemplo más convincente, ya que los Rollos del Mar Muerto contenían una copia completa de los escritos del profeta. En comparación con el Texto Masorético (la copia más antigua conocida hasta ahora, que data aproximadamente del 800 d.C.), ¡el manuscrito de Isaías de los Rollos del Mar Muerto era 95% idéntico! Y las únicas diferencias eran menores, a menudo simples variaciones en la ortografía.
De modo que la evidencia histórica se acumula a favor de la confiabilidad de la Biblia. Pero hay muchos que hacen la siguiente pregunta: ¿Pero cómo podemos confiar en que está traducida correctamente?
Nota que la Biblia llega a nosotros a través de la traducción. No fue escrita originalmente en inglés, sino en hebreo, arameo y griego. La Biblia ha sido traducida a muchos idiomas en todo el mundo, y continúa siendo traducida. Hoy en día hay muchas traducciones disponibles que son claras, legibles, comprensibles y fieles al original.
Las traducciones del idioma español siguen dos enfoques: equivalencia formal (palabra por palabra) y equivalencia dinámica (pensamiento por pensamiento). Las traducciones palabra por palabra a menudo no logran captar el significado de los modismos. Si traduces un modismo palabra por palabra, pierde completamente su significado. Por ejemplo, Mateo 9:15 (NTV) dice: “¿Se lamentan los invitados a la boda mientras celebran con el novio?” La frase “invitados a la boda” es literalmente: “hijos del salón de bodas”. Si esto se tradujera palabra por palabra, el significado del texto original quedaría oscurecido. Sin embargo, las traducciones pensamiento por pensamiento pueden introducir más interpretación del traductor en el texto.
La interpretación es siempre un factor en el proceso de traducción de un idioma a otro, sin importar qué enfoque se prefiera, porque no hay dos idiomas que tengan una correspondencia exacta de vocabulario o gramática. Pero el objetivo del traductor es minimizar las interpretaciones agregadas en el proceso.
No creemos que las traducciones estén inspiradas por Dios. Sólo los originales están sin error, tal como fueron hablados por Dios mismo a través del autor humano. Pero aunque los manuscritos originales ya no están disponibles, Dios ha preservado el texto bíblico a un nivel notable. Podemos confiar en las Biblias que leemos hoy.
Y he aquí por qué: cualquier traducción que elijas se basa en la gran colección de manuscritos existentes de los que hablamos anteriormente. Cuando los traductores (expertos, por cierto, no voluntarios ni aficionados al azar) se basan en el testimonio de estos manuscritos existentes, se genera confianza en que nuestras traducciones de la Biblia no han sido alteradas. Empero aquí no estamos hablando de una paráfrasis: cuando alguien toma una traducción existente y la reescribe con sus propias palabras.
Así que respondamos la pregunta de hoy: ¿Es la Biblia solamente un libro más?
¡La respuesta es no! La Biblia es diferente de cualquier otro libro de la historia, y no sólo porque supera a la competencia en la categoría de “Libro mejor vendido”. Es diferente porque es inspirada por Dios, escrita por autores humanos pero supervisada por el Espíritu Santo. ¡Así que léela! Puedes confiar en ella y lo más importante, si la pones por obra, puede cambiar tu vida. Lee este último versículo y medita en él y en lo poderosa y viva que es la Biblia.
Hebreos 4:12 (NTV) Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Antes de esta lección, ¿creías que podías confiar en la Biblia? ¿Por qué si o por qué no?
- ¿Qué evidencia te llamó más la atención y por qué?
- Lee 2 Timoteo 3:16. ¿Qué significa “inspirado por Dios”? ¿Por qué eso importa?
- Lee Hebreos 4:12. ¿Qué crees que significa cuando dice que la Palabra de Dios está viva y es poderosa?
- ¿Cómo tiene autoridad la Palabra de Dios en tu vida? ¿En qué áreas de tu vida necesitas someterte más a la autoridad de Dios?
¿Habla Dios todavía a través de los profetas?
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Puntos de conversación:
- El significado de profeta en el Antiguo Testamento es diferente al del Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento, los profetas no eran simplemente adivinos, sino mensajeros elegidos por Dios para traer al pueblo de regreso a Él. Ezequiel 2:3-5
- En el Nuevo Testamento, sin embargo, la profecía adquirió un significado y un propósito completamente nuevos cuando el Espíritu Santo fue dado a cada creyente. Hechos 2:17-18
- Hay dos tipos diferentes de profetas: un profeta con “P” mayúscula que habla con autoridad de parte de Dios (Efesios 2:19-20) y un profeta con “p” minúscula que habla lo que Dios ya ha hablado (Efesios 4:11-12).
Algunas iglesias afirman tener profetas que hablan con autoridad en nombre de Dios. Pero ¿es eso realmente cierto ? Si no, ¿cómo escuchamos a Dios? La pregunta principal que contestaremos hoy es: ¿Habla Dios todavía a través de los profetas? O ¿es esto cosa del pasado? Para comenzar,leamos un un pasaje que parece responder a la pregunta:
Efesios 4:11 (NTV) Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros.
Basados en este versículo parece claro que sí, ¿verdad? Los profetas todavía existen. Entonces, las iglesias que dicen tener profetas y apóstoles ¿son las iglesias más bíblicas? No tan rápido. Analicemos este versículo. El significado de profeta en el Antiguo Testamento es diferente al del Nuevo Testamento.
En el Antiguo Testamento, los profetas no eran simplemente adivinos, sino mensajeros elegidos por Dios para traer al pueblo de regreso a Él.
Estos profetas o mensajeros eran elegidos por Dios para ser su portavoz, para guiar, consolar, traer juicio y llamar a la gente a apartarse de su pecado y malas acciones y volver a Dios.
A continuación, hay algunos ejemplos de profetas del Antiguo Testamento. El primer ejemplo es Moisés. Casi todos conocemos la historia de Moisés y de como Dios lo uso para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto.
Éxodo 3:9-10 (NTV) ¡Mira! El clamor de los israelitas me ha llegado y he visto con cuánta crueldad abusan de ellos los egipcios. Ahora ve, porque te envío al faraón. Tú vas a sacar de Egipto a mi pueblo Israel.
Dios usó a Moisés para ser su portavoz. Lo llamó para ser el consolador y para llamar a libertad al pueblo. También fue escogido para ser el guía de su pueblo en su éxodo de Egipto. Moisés fue el profeta más grande del A.T.
Otro profeta es Ezequiel. Leamos cómo fue que Dios lo llamó:
Ezequiel 2:3-5 (NTV) «Hijo de hombre—me dijo—, te envío a la nación de Israel, un pueblo desobediente que se ha rebelado contra mí. Ellos y sus antepasados se han puesto en mi contra hasta el día de hoy. Son un pueblo terco y duro de corazón. Ahora te envío a decirles: “¡Esto dice el Señor Soberano!”. Ya sea que te escuchen o se nieguen a escuchar—pues recuerda que son rebeldes—, al menos sabrán que han tenido un profeta entre ellos.
Medita en esto: Dios está llamando a Ezequiel no a que haga un sin número de predicciones a la gente ni que adivine el futuro. Dios llama a Ezequiel para que vaya a su pueblo, Israel, y les recuerde que son su pueblo y los llame a volverse a Él. Ellos necesitaban oír lo que se les había dicho a las generaciones previas y de lo cual se habían olvidado. Ellos se habían vuelto rebeldes y necesitaban ser exhortados a regresar a los caminos de Dios. Así que Dios usó a Ezequiel para que sea su portavoz para que fuera a la gente por él.
El tercer ejemplo es el profeta Oseas.
Oseas 1:2 (NTV) Cuando el Señor le habló por primera vez a Israel por medio de Oseas, le dijo al profeta: «Ve y cásate con una prostituta, de modo que algunos de los hijos de ella sean concebidos en prostitución. Esto ilustrará cómo Israel se ha comportado como una prostituta, al volverse en contra del Señor y al rendir culto a otros dioses».
Este llamado es un poco extraño y hasta cierto punto descabellado. Dios le dice, Oseas, te haré una metáfora viva para mi pueblo. Ve y cásate con una prostituta y ten hijos con ella. Esto era para mostrar cómo el, Dios, se sentía con la traición de su pueblo. Él consideraba a Israel como su esposa, la cuidaba, protegía y amaba, pero su pueblo, al igual que la prostituta, esposa de Oseas, lo dejaba y se iba por los caminos a prostituirse con cualquiera. Esta era una metáfora para representar lo que hacía Israel: se prostituían adorando otros dioses, dándole adoración y culto a ídolos. Entonces, Oseas, es usado para llamar al pueblo a apartarse de su horrendo pecado y advertirles que se regresará al Dios verdadero. En ninguna parte vemos que fue enviado a predecir el futuro.
El último profeta que veremos, es probablemente el más conocido por nosotros. Se trata del profeta Jonás. El capítulo 1 nos dice cómo fue el llamado de Jonás.
Jonás 1:1-2 (NTV) El Señor le dio el siguiente mensaje a Jonás, hijo de Amitai: «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive. Pronuncia mi juicio contra ella, porque he visto lo perversa que es su gente».
Una vez más, al igual que con Ezequiel y Oseas, es llamado a advertir, esta vez no a Israel, pero a la gente de Nínive y anunciarles juicio.
En los ejemplos anteriores, hemos visto que Dios usó a sus profetas para consolar, guiar y exhortarlos a dejar su pecado y volver a él. No eran adivinos prediciendo riqueza a los oyentes. Al contrario, fueron palabras fuertes, algunas veces hasta de juicio como en el caso de Jonás.
Los profetas fueron el instrumento que Dios usó para que su pueblo volviera a él. Algunas veces sí recibieron revelaciones nuevas, como en el caso de Moisés que recibió los 10 mandamientos. Pero la mayoría de las veces, con los profetas postreros, los usaba para decir lo que ya Dios había dicho a través de otros profetas.
Así que ese era el papel de los profetas del AT, pero ¿qué en el Nuevo Testamento? ¿Cómo era la profecía y el papel de los profetas diferente en el NT?
En el Nuevo Testamento, el Espíritu Santo fue dado a cada creyente, y esto hizo que la profecía adquiriera un significado y un propósito completamente nuevos.
En el NT también tenemos profetas. Uno es Juan el Bautista. Juan el Bautista fue comisionado, similar a los profetas del AT, a llamar a la gente al arrepentimiento y a volverse a Dios. Pero su mayor llamado fue a preparar el camino para Jesus.
También vemos un par de profetas como Ágabo en Hechos 21. Es en este libro que se menciona por única vez.
Hechos 21:10-12 (NTV) Varios días después, llegó de Judea un hombre llamado Ágabo, quien también tenía el don de profecía. Se acercó, tomó el cinturón de Pablo y se ató los pies y las manos. Luego dijo: «El Espíritu Santo declara: “De esta forma será atado el dueño de este cinturón por los líderes judíos en Jerusalén y entregado a los gentiles”». Cuando lo oímos, tanto nosotros como los creyentes del lugar le suplicamos a Pablo que no fuera a Jerusalén.
Ágabo le da esta profecía de algo que pasará al apóstol Pablo. Así que todavía pasa algo de eso en el NT pero en general no vemos esa clase de profecía del AT en el NT. La razón es, y esto es muy importante, en el NT Dios le ha dado Su Espíritu Santo a todo creyente. En el AT, el Espíritu descendía en los profetas por un motivo específico. Pero en el AT, cada creyente recibe el Espíritu Santo. Esto fue prometido por Dios a través del profeta Joel y cumplido en el Día del Pentecostés.
Hechos 2:17-18 (NTV) “En los últimos días—dice Dios—, derramaré mi Espíritu sobre toda la gente. Sus hijos e hijas profetizarán. Sus jóvenes tendrán visiones, y sus ancianos tendrán sueños. En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre mis siervos—hombres y mujeres por igual— y profetizarán.
No era una cosa de un momento específico. El Espíritu Santo mora dentro de todo aquel que ha recibido a Jesús. Como resultado, la profecía toma un significado y propósito diferente. Y para entender esto, debemos hacer una diferencia entre dos tipos de profetas.
Hay dos tipos diferentes de profetas: un profeta con “P” mayúscula que habla con autoridad de parte de Dios y un profeta con “p” minúscula que habla lo que Dios ya ha hablado.
La clave para responder a la pregunta de hoy: ¿Habla Dios todavía a través de los profetas? es considerar los dos tipos de “profeta”. La primera es “P” mayúscula. Esta es la persona que habla con autoridad en nombre de Dios. Es lo que vemos en Efesios 2.
Efesios 2:19-20 (NTV) Así que ahora ustedes, los gentiles, ya no son unos desconocidos ni extranjeros. Son ciudadanos junto con todo el pueblo santo de Dios. Son miembros de la familia de Dios. Juntos constituimos su casa, la cual está edificada sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas. Y la piedra principal es Cristo Jesús mismo.
A lo que me refiero con Profetas con “P” mayúscula: aquellos que hablaron con autoridad y sentaron el fundamento. El fundamento fue asentado por los profetas del AT. Hombres como Moisés a quien se le revelaron los 10 Mandamientos. Dios estaba hablando con autoridad revelando cosas a través de hombres como él. Más en el NT, hombres como Pablo, Pedro y Juan entran en escena. Y Dios les revela aún más información nueva a estos Profetas del NT. Pablo lo describe más detalladamente en el siguiente capítulo:
Efesios 3:5 (NTV) Dios no se lo reveló a las generaciones anteriores, pero ahora, por medio de su Espíritu, lo ha revelado a sus santos apóstoles y profetas.
Allí está la clave: a los apóstoles y profetas. Esto es lo que llamamos profetas con “P” mayúscula. Es a los que Dios les reveló el plan de salvación. Ve y lee Efesios 3 por ti mismo. Él está hablando del plan de salvación revelado por Dios a través de Pedro, Juan, Pablo y los demás apóstoles donde judíos y gentiles son salvos. ¡Esta es la Buena Noticia! ¡La salvación no era solo para los judios sino para todos! Claro que esto no era lo que la gente esperaba porque los judios del AT no entendieron el plan de salvación. Pero en NT la totalidad de su plan es revelada. Este evangelio fue revelado. Y esto es profeta con “P” mayúscula y la “A” mayúscula de apóstoles.
Esta fue una revelación profética. Nueva revelación. De esto es lo que habla el apóstol Pablo en Efesios capítulo 2 y 3. “Ha sido revelado a los santos apóstoles y profetas”. Quiero que escuches muy bien lo siguiente: este trabajo está hecho. Completado. Terminado. El profeta con “P” mayúscula está completado y terminado. El trabajo de apóstol con “A” mayúscula está completado y terminado. Dios no necesita revelar nada nuevo a través de los profetas y apóstoles hoy en día. Esa es la primera parte de la respuesta para la pregunta de hoy.
Dios ya NO habla a través de profetas con “P” mayúscula. Dios ya no habla a través de esta clase de profetas. Esos profetas que hablaban con la autoridad de Dios ya no existen. La revelación nueva ya está completada y terminada. Por lo tanto ya no existen esa clase de profetas. Ya no necesitamos profetas con “P” mayúscula en la iglesia. Si eres parte de una iglesia que dice “nosotros tenemos un profeta que habla autoritativamente de parte de Dios”, te digo: no estás en una iglesia bíblica. Busca otra iglesia. Dios ya no habla autoritativamente.
Pero eso es diferente al don de profecía en la iglesia local. De eso es de lo que habla Pablo en Efesios 4, el pasaje con el que comenzamos hoy. Ahora estamos listos para leerlo en contexto:
Efesios 4:11-12 (NTV) Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. Ellos tienen la responsabilidad de preparar al pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la iglesia, es decir, el cuerpo de Cristo.
Esto es lo que llamamos profetas con “p” minúscula: aquellos que hablan a cada nueva generación y congregación de lo que Dios ya ha dicho. Esto es un profeta con “p” minúscula y apóstoles con “a” minúscula. Eso es algo que Dios todavía hace. Él todavía habla su verdad a través de personas que tienen el don de hablar y llamar a las personas de regreso a Dios declarando lo que ya Dios ha declarado.
Esto es lo que hace un pastor que da un mensaje. Está hablando la verdad de Dios que está escrita en la Biblia. En mi caso, ya que predico la verdad de Dios, puedo decir soy un profeta con “p” minúscula. Empero nunca me puedo parar en frente de la congregación y decir “soy el profeta” con “P” mayúscula y “Dios me ha dado una revelación nueva”. “Sé que él ha dicho tal cosa en la Biblia pero ahora dice esto porque yo hablo autoritativamente por él..” !¡Jamás! Eso no es cierto.
Lo que yo hago cuando me paro a predicar es ejercer el don de profecía con “p” minúscula en el sentido de llamar a la gente a que vuelvan a Dios. No estoy dando ninguna revelación nueva. Estoy hablando lo que Dios ya ha dicho. Estoy llamando a la gente a que regresen a Dios. Les estoy recordando lo que Dios ha dicho ya. Mas no estoy añadiendo nada nuevo. No puedo añadir nada a la canonicidad de las Escrituras. La canonicidad de la Escritura está cerrada. Si yo escribo un libro o el libro que el pastor Bryan ha escrito y decimos “el profeta Bryan” escribió este libro, jamás se podría elevar al estándar de la Biblia ni mucho menos hacerlo parte de las Escrituras. Dios ya no habla de esa manera. Los libros de la Biblia están completos.
Entonces, que quede claro, ya no necesitamos profetas en el sentido de la “P” mayúscula porque el “Profeta” supremo es el mismo Jesús.
Hebreos 1:1-2 (NTV) Hace mucho tiempo, Dios habló muchas veces y de diversas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas. Y ahora, en estos últimos días, nos ha hablado por medio de su Hijo. …
Encontraremos toda la revelación que necesitamos en Jesús. Búscalo a él para obtener tus respuestas.
Nota para el lector: Canonicidad: ¿Está completa la Biblia tal como la tenemos ahora? La palabra “canon” significa regla o estándar. La canonicidad se trata de si un libro que dice ser Escritura cumple con ese estándar. Por lo general, un libro se incluía en el canon basándose en dos pasos. La iglesia primitiva no creó el canon de las Escrituras. Pero reconoció la inspiración divina de ciertos libros y rechazó otros, basándose en cinco pruebas.
- Universalidad. ¿Reflejaban los escritos en cuestión la visión unificada de todo el cuerpo de cristianos?
- Origen apostólico. ¿Fue escrito por un profeta o apóstol conocido, o por un colaborador cercano que refleja la perspectiva del apóstol?
- Ortodoxia. ¿Las doctrinas y los valores expresados son consistentes con el resto de las Escrituras (Deuteronomio 13:1-3)?
- Eficacia divina. ¿Tuvo el mensaje del libro un poder transformador en la experiencia de las personas?
- Antigüedad. ¿Se originó en tiempos bíblicos o fue compuesto mucho después?
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Antes de leer este tema, ¿en qué pensabas cuando escuchabas la palabra “profeta”? En tus propias palabras, describe la diferencia entre los profetas con P mayúscula y los profetas con p minúscula.
- Lee Hechos 2:17-18. ¿En qué se diferenciaba la profecía del Antiguo Testamento de la profecía del Nuevo Testamento? ¿Qué papel juega el Espíritu Santo en esto?
- Lee Efesios 4:11-12. ¿Quién en tu iglesia ejercita estos dones? ¿Cómo te equipan para hacer la obra de Dios (v.12)?
- Hebreos 1:1-2. ¿Qué significa que Jesús es el Profeta Supremo? ¿Por qué esto importa?
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Cuando Dios te hace esperar
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Puntos de conversación:
- A veces Dios hace por los extraños lo que aún no ha hecho por ti. Eso es lo que le pasó a Lázaro. Juan 11:5
- A veces Dios espera sólo para mostrar cuán poderoso es. Pudo haber sanado la enfermedad de Lázaro, pero esperó y lo resucitó de entre los muertos. Juan 11:4
- A veces Dios quiere hacer algo EN ti más de lo que quiere hacer algo POR ti. 2 Corintios 12:8-10
- A veces Dios no quiere hacer lo que tú quieres. Entonces es cuando tenemos que aprender a orar como Jesús oró. Lucas 22:42
¿Cuántos de ustedes saben que a veces Dios los hace esperar? Pides algo y él no te lo da de inmediato. Algunos de ustedes tal vez hayan estado orando durante 30 o 40 años. Has estado orando por una situación física o financiera. Tal vez por una situación relacional. Las que están solteras quizás estén esperando que Dios les traiga el esposo adecuado. Las que están casadas puede que estén esperando que Dios cambie a su esposo. Sea lo que sea que estés esperando no llega.
A veces es realmente confuso. No entendemos a Dios y es que a veces nos frustra. Muchos de nosotros oramos por cosas y decimos: “si quisiera Dios, respondería esta oración”. Antes de continuar, quiero que te hagas esta pregunta: “¿Qué estás esperando ahora mismo? Si sabes por lo que estás orando y lo mantienes en mente, entonces las cosas que se comparten en esta lección, perspectivas de la Biblia, tendrán más sentido y tendrán un mayor impacto en tu vida. Hoy veremos cuatro afirmaciones del porque Dios llega tarde.. Una o dos de estas razones puede que se apliquen a tu situación.
Aquí está la primera afirmación.
A veces Dios hace por los extraños lo que aún no ha hecho por ti.
Creo que para algunas de nosotras, esto es lo que lo hace emocionalmente difícil. Eso es exactamente lo que sucedió en Juan capítulo 11. Aquí tenemos esta familia; María, Marta y su hermano Lázaro. Ellos eran grandes amigos de Jesús. Juan nos relata que Lázaro estaba enfermo y aparentemente fue un problema tan grande que María y Marta enviaron un mensaje a Jesús. Le dijeron: “Señor, tu querido amigo está muy enfermo” (v3). María y Marta sabían lo que Jesús había estado haciendo. En el capítulo 4 de Juan. e incluso se puede ver que Jesús incluso sanó al hijo de un funcionario del rey, un hombre que se acercó a Jesús y le dijo “mi hijo va a morir”. Jesús le dice que vuelva a casa que su hijo vivirá. María y Marta saben de los milagros que Jesús ha hecho. Conocen a Jesús y saben lo generoso que es. Saben cómo él responde a estas peticiones y dijeron “Señor, tu querido amigo está muy enfermo.” Luego el versículo 5 dice:
Juan 11:5-6 Aunque Jesús amaba a Marta, a María y a Lázaro, se quedó donde estaba dos días más.
Tal vez algunas de ustedes se pueden relacionar con esto.: Jesús no se ha quedado donde estaba desde hace 2 días sino ha permanecido allí durante 2 años. A lo mejor no ha hecho nada durante 2 décadas. Dirás; “he estado orando por esto durante dos décadas y Dios todavía no ha respondido mi oración.” La verdad, nuevamente, es que a veces Dios hace por los extraños lo que no ha hecho por ti. Eso puede ser muy frustrante.
La segunda afirmación es:
A veces Dios espera sólo para mostrar cuán poderoso es.
En algunas situaciones, no en todas, la razón por la que Dios nos hace esperar, especialmente por aquellas a quienes ama, es porque va a mostrar su poder.Eso es lo que sucedió en Juan 11. Volviendo a la historia, dice que 2 días después,
Juan 11:7 Pasado ese tiempo, les dijo a sus discípulos: —Volvamos a Judea.
Jesus dijo:
Juan 11:4 …«La enfermedad de Lázaro no acabará en muerte. …».
Entonces, si no conocen la historia, Jesús regresa y dice algunas palabras muy famosas que algunas de ustedes, aunque no conocen la historia si conocen estas palabras:
Juan 11:25: …—Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá aun después de haber muerto.
Aquí no estaba hablando sólo de Lázaro, y de lo genial que estaba a punto de hacer, estaba hablando de la máxima resurrección. Entonces, al llegar donde viva la familia amiga, Jesús fue a la tumba y dijo
Juan 11:43 … «¡Lázaro, sal de ahí!».
Y Lázaro salió. Pudo haber sanado la enfermedad de Lázaro, pero esperó y lo resucitó de entre los muertos. Es por eso que Dios a veces espera para aparecer. Él quiere mostrarles a todos en tu mundo lo poderoso que es. Tal vez Dios vaya a usar lo que sea que estés esperando en este momento para su propia gloria y sus propios propósitos. Así, cuando tu petición sea contestada, la gente diga: ¿Quién es este Dios en quien esperabas?
La tercera declaración es:
A veces Dios quiere hacer algo EN ti más de lo que quiere hacer algo POR ti.
A veces, la razón por la que Dios te hace esperar es porque está desarrollando el carácter en ti. Él está desarrollando paciencia en ti. Él está más interesado en desarrollar el fruto del Espíritu en ti que en darte esa respuesta a tu simple petición.
El apóstol Pablo tuvo que pasar por esto. Todos sabemos que fue un gran hombre de Dios, pero incluso él tuvo que esperar la respuesta de Dios. Dios lo hizo esperar porque estaba obrando en él.
2 Corintios 12:7-10 …Así que, para impedir que me volviera orgulloso, se me dio una espina en mi carne, un mensajero de Satanás para atormentarme e impedir que me volviera orgulloso. En tres ocasiones distintas, le supliqué al Señor que me la quitara. Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí. Es por esto que me deleito en mis debilidades, y en los insultos, en privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte.
No sabemos exactamente cuál era esta espina o aguijón que atormentaba a Pablo. Algunos teólogos creen que era una enfermedad. Lo que sí sabemos es que esto lo angustiaba mucho. Le había pedido al Señor tres veces que se la quitara y nada. La respuesta que recibió de Dios es que su gracia era suficiente.
Dios no lo sanaba, si era enfermedad, o no le contestaba porque estaba trabajando en su carácter. Era para que Pablo se mantuviera humilde y no dejara que el orgullo lo dominara. ¿Qué parte de tu carácter necesita Dios cambiar en ti y por eso no te contesta?
La última afirmación es esta:
A veces Dios no quiere hacer lo que tú quieres.
A veces, oramos, lloramos, esperamos y corremos al salón del trono de Dios. Quizás, en nuestras mentecatos, pensamos que esto es bueno. Pensamos que esa es la manera de pedir. Creemos que esto es algo que le gustaría a Dios. Empero, a veces Dios simplemente no quiere hacer lo que tú quieres. A veces oramos y estamos esperando algo que no está en la voluntad de Dios. Son momentos en los que tienes que decirle: “Tú eres Dios, yo no”. “Tú tienes el control, yo no”. Por eso fue tan difícil para el rico entrar en el reino de Dios. Ya que podemos dejarnos engañar por la ilusión de la riqueza y la ilusión del éxito. Podemos empezar a recibir el mensaje equivocado de que tenemos el control. Pero creo que para todas nosotras, en la temporada de espera, Dios siempre está tratando de enseñarnos que Él es Dios y no nosotras. Quiero traerles a mente el ejemplo de la persona más santa de todas las Escrituras: Jesús en el Huerto de Getsemaní. En ese lugar, en su momento más doloroso, hizo la siguiente oración antes de ir a la cruz:
Lucas 22:42 «Padre, si quieres, te pido que quites esta copa de sufrimiento de mí. …».
Jesús no quería ir a la cruz. Entonces hizo esta oración. Esta es una oración legítima que Jesús hizo. Pero me encanta la segunda parte de la oración. Esto habla de la actitud que todos deberíamos tener incluso cuando oramos. El mensaje de hoy es que dejemos de orar. Ese no es el mensaje. El mensaje es orar como Jesús. Él dijo:
Lucas 22:42 «… Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía».
Si Jesús puede hacer una oración así, y Jesús es Dios mismo, cuánto más nosotros, que no somos dios, ni seremos jamás dios. Si él oró así, cuánto más nosotras deberíamos orar con esa actitud. Digámosle; “Dios, tú eres Dios y no yo. No sé qué quieres enseñarme en este tiempo de espera pero Dios quiero aprenderlo. Quiero rendirme a tus pies y decirte que es tu voluntad no la mía.”
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Qué estás esperando ahora mismo? ¿Cuánto has estado esperando?
- Considera la historia de Lázaro en Juan 11. ¿Cómo te hubieras sentido en el lugar de María y Marta, sabiendo que Jesús a menudo hacía milagros para los extraños?
- Jesús esperó para poder resucitar a Lázaro de entre los muertos. Comparte un ejemplo de tu propia vida cuando Dios esperó en contestarte sólo para poder mostrar su poder.
- Lee 2 Corintios 12:8-10. ¿Qué estaba haciendo Dios en Pablo a través de su “aguijón en la carne”? ¿Qué ha estado haciendo Dios en ti durante este tiempo de espera?
- Lee Lucas 22:42. Describe la actitud de Jesús en su oración. ¿Qué tan cerca has estado de esta actitud en tu tiempo de espera?
Domingo de resurrección (Marcos 16)
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Puntos de conversación:
- Hoy terminamos nuestro estudio del libro de Marcos, cubriendo el capítulo 16 versículos 1-8. Esta es la pregunta que responderemos: ¿Qué se necesitaría para convencerte de que Jesús es el Hijo de Dios?
- Es un testimonio poderoso que todos los evangelios registran que las mujeres fueron las primeras testigos oculares de la resurrección. ¡Si los discípulos estuvieran inventando la historia, no habrían usado mujeres! Marcos 16:1-4
- A las mujeres se les ordenó que fueran y contaran la Buena Nueva de que Jesús había resucitado. Las mujeres fueron a la tumba buscando un cierre; ¡En lugar de eso, obtuvieron una comisión! Marcos 16:1-7
- Marcos termina su evangelio con las mujeres luciendo débiles. Se alinea con todo lo que hemos aprendido a lo largo de este libro: las personas están quebrantadas, pero Jesús puede arreglarnos. Marcos 16:8
Hoy es Domingo de Resurrección. Este día es un día de celebración y gozo para todos los cristianos alrededor del mundo. Es el máximo día festivo para los que han aceptado a Jesús. Hoy es el día que celebramos con júbilo y gozo que Jesús se levantó de entre los muertos venciendo así a la muerte. Y es a través de esta resurrección que tenemos la esperanza que un día, nosotros también resucitaremos para vida eterna. ¡Así que alégrate que Jesús está vivo! ¡Dale alabanzas porque Jesús resucitó! Y con este espíritu de celebración, también terminamos el libro de Marcos. Lo terminamos volviendo al versículo con que lo abrimos:
Marcos 1:1 Esta es la Buena Noticia acerca de Jesús el Mesías, el Hijo de Dios.
Y como ha sido costumbre, con cada lección de este evangelio, te planteamos una pregunta. Así que hoy que es el último, no puede ser la excepción. La pregunta de hoy es: ¿Qué necesitarías para convencerte de que Jesús es el Hijo de Dios?
Hemos recorrido un largo viaje a través del evangelio de Marcos. A lo largo de su evangelio, Marcos, ha estado argumentando que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios. Abrió su evangelio con esta declaración y ha pasado los últimos 16 capítulos acumulando evidencia. Y nosotros hemos visto estas evidencias en cada mensaje presentado. Entonces, déjame replantear la pregunta de hoy: ¿Qué más necesitas para convencerte de que Jesús es el Hijo de Dios?
Tienes todas las pruebas de su divinidad o sea que es el Hijo de Dios y no un profeta o un buen hombre. Hoy te recordaremos las pruebas ya vistas y terminaremos con la de hoy. La primera prueba a considerar es:
El testimonio de Juan el Bautista
Marcos 1:7-8 (NTV) Juan anunciaba: «Pronto viene alguien que es superior a mí, tan superior que ni siquiera soy digno de inclinarme como un esclavo y desatarle las correas de sus sandalias. Yo los bautizo con agua, ¡pero él los bautizará con el Espíritu Santo!».
Juan fue el precursor de Jesus. Él solo vino a preparar el camino para que Jesús empezara su ministerio. Juan no habló de sí mismo sino de uno que era mayor que él y guió a la gente a Jesús. Fue encarcelado y decapitado por su mensaje. Nadie estaría dispuesto a morir por un impostor. Jesus tiene que ser el Hijo de Dios para que Juan, y muchos otros discípulos, estuvieran dispuestos a dar sus vidas por Jesus.
La segunda prueba que quiero que consideres es:
La afirmación del Padre
Marcos 1:11(NTV) Y una voz dijo desde el cielo: «Tú eres mi Hijo muy amado y me das gran gozo».
Esto lo afirmó y declaró el Padre cuando Jesús se bautizó. Lo hizo en público. Todos pudieron oír la voz que descendía del cielo declarando a Jesús como el Hijo de Dios. Mucho después, en el Monte de la transfiguración, Dios volvió a declarar las mismas palabras:
Marcos 9:7 (NTV) Luego una nube los cubrió y, desde la nube, una voz dijo: «Este es mi Hijo muy amado. Escúchenlo a él».
Las dos siguientes pruebas las combinamos:
Sus milagros y su vida sin pecado
Sus milagros son muchos y ya los vimos a través de todo el evangelio. También, tomamos por hecho que Jesús vivió una vida sin pecado. Él fue tentado pero nunca pecó.
1 Pedro 2:22 (NTV) Él nunca pecó y jamás engañó a nadie.
La última prueba y la más poderosa es:
La resurrección
La resurrección es el clímax del evangelio de Marcos. Es el clímax de todo evangelio. Evangelio significa “Buena Noticia” o “Buena Nueva”. Sin resurrección no hay buenas noticias. La muerte de Jesús sería simplemente el caso más trágico de injusticia de la historia, sin una pizca de bondad. Fue la resurrección la que cambió la forma de pensar de sus discípulos. Fue el encuentro con Cristo resucitado que los transformó de hombres cobardes y llorones que lo abandonaron y siempre discutían sobre quién sería el más grande, a hombres valientes y llenos de fe que proclamaron sin vergüenza que Jesús es el Hijo de Dios. Mas no fueron solo hombres valientes, sino que también, mujeres valientes:
Marcos 16:1-4 (NTV) El sábado al atardecer, cuando terminó el día de descanso, María Magdalena, Salomé y María, la madre de Santiago, fueron a comprar especias para el entierro, a fin de ungir el cuerpo de Jesús. El domingo por la mañana muy temprano, justo al amanecer, fueron a la tumba. En el camino, se preguntaban unas a otras: «¿Quién nos correrá la piedra de la entrada de la tumba?»; pero cuando llegaron, se fijaron y vieron que la piedra, que era muy grande, ya estaba corrida.
Las mujeres compraron especias para el entierro. No esperaban una tumba vacía. Esperaban encontrar un cadáver. Esta unción no fue un intento de preservar el cuerpo. Los judíos no practicaban el embalsamamiento. Fue un acto de amor y devoción. Compraron las especias en la primera oportunidad que tuvieron y se dirigieron a la tumba a la primera oportunidad que fue segura (tan pronto como amaneció). No dejaron de mostrar su devoción a Jesús. Tocar un cadáver las habría hecho ceremonialmente impuras, otro sacrificio que estaban dispuestas a hacer por Jesús. ¿Qué estamos nosotros dispuestos a sacrificar por él?
Es un testimonio poderoso que todos los evangelios registran que las mujeres fueron las primeras en escuchar y ver la buena nueva de la resurrección. Si estuvieras inventando esta historia, nunca escribirías ni dijeras que las mujeres fueron las primeras en confesar la resurrección. Su testimonio no hubiera sido admisible ante el tribunal en esa época. Así que, si la resurrección fuera una falacia, una invención de los discípulos, hubieran dicho que fueron un par de discípulos los que llegaron temprano a la tumba.
Las mujeres estaban preocupadas porque no sabían como iban a entrar a la tumba. En ese tiempo, los muertos se enterraban en cuevas y se sellaba la entrada con una piedra enorme. Entonces, ¿quién quitaría la piedra? Sabemos por el evangelio de Mateo que hubo un terremoto y un ángel fue quien hizo rodar la piedra y luego se sentó sobre ella. También sabemos por el evangelio de Mateo que los guardias romanos que habían sido asignados para custodiar la tumba temblaron de miedo y se desmayaron al ver al ángel. Marcos identifica al ángel cómo un “joven vestido con un manto blanco.”
Marcos 16:5-7 (NTV) Cuando entraron en la tumba, vieron a un joven vestido con un manto blanco, sentado al lado derecho. Las mujeres estaban asustadas, pero el ángel les dijo: «No se alarmen. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado. ¡No está aquí! ¡Ha resucitado! Miren, aquí es donde pusieron su cuerpo. Ahora vayan y cuéntenles a sus discípulos, incluido Pedro, que Jesús va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán, tal como les dijo antes de morir».
El ángel retó a las mujeres a ver por sí mismas que el cuerpo no estaba allí: “Miren, aquí es donde pusieron su cuerpo”. Él quería que ellas vieran con sus propios ojos que Jesús ya no estaba en la tumba. El testimonio de testigos presenciales es mucho más poderoso que los rumores. Cuando vemos algo con nuestros propios ojos hay un nivel de prueba y convicción que va mucho más allá de escuchar que algo es verdad.
Antes de terminar, quiero hacer una aclaración entre resurrección versus resucitación. La resurrección se refiere a volver o regresar a la vida de manera gloriosa y transformada. La resurrección implica un cambio fundamental en la naturaleza del cuerpo. La resurrección promete una vida eterna y una comunión con Dios.
La resucitación es una reanimación y se refiere a traer de vuelta a la vida a una persona en su cuerpo mortal original. No implica una transformación gloriosa ni una vida eterna.
Jesús es el primero en resucitar (de resurrección). Hubo reanimaciones en la Biblia antes de Jesús: Elías resucitó (de resucitación) o reanimó de entre los muertos al hijo de la viuda de Sarepta, al igual que Eliseo hizo con el hijo de la sunamita, y Jesús a la hija de Jairo y a Lazaro. Todos ellos fueron vueltos a la vida pero todos murieron de nuevo. Jesús no fue reanimado. Él resucitó. Regresó a la vida para no morir nunca más. Esto nunca antes se había visto en la historia. Jesus fue el primero ¡Pero no será el último! Todo creyente va a experimentar una resurrección a la vida eterna. Así es como Pablo escribe sobre esto en 1 Corintios 15:
1 Corintios 15:20-23 (NTV) Lo cierto es que Cristo sí resucitó de los muertos. Él es el primer fruto de una gran cosecha, el primero de todos los que murieron. Así que, ya ven, tal como la muerte entró en el mundo por medio de un hombre, ahora la resurrección de los muertos ha comenzado por medio de otro hombre. Así como todos mueren porque todos pertenecemos a Adán, todos los que pertenecen a Cristo recibirán vida nueva; pero esta resurrección tiene un orden: Cristo fue resucitado como el primero de la cosecha, luego todos los que pertenecen a Cristo serán resucitados cuando él regrese.
A las mujeres se les ordena que vayan y anuncien la Buena Noticia de que Jesús resucitó Tenemos ese mismo mandato. Era contracultural enviar mujeres a ser las primeras en salir a la misión. Se les dice específicamente que vayan y le cuenten a los discípulos y hace un hincapié: que también le comuniquen la noticia a Pedro. ¿Acaso Pedro se había retirado por vergüenza de haber negado a Jesús tres veces? ¿Tal vez los otros discípulos lo habían condenado al aislamiento porque había fallado en el momento en que había sido tan inflexible en que moriría con Jesús? Se suponía que él era la roca, pero se había desmoronado como una galleta. No sabemos cual es la razón.
Una breve aclaración: los manuscritos más antiguos de Marcos, terminan en el versículo ocho que dice:
Marcos 16:8 (NTV) Las mujeres, desconcertadas, huyeron temblando de la tumba y no dijeron nada a nadie porque estaban muy asustadas.
Sin embargo, los manuscritos más tardíos, terminan, unos con un final breve agregado al versículo 8, que lee:
Marcos 16:8 (NTV) Las mujeres, desconcertadas, huyeron temblando de la tumba y no dijeron nada a nadie porque estaban muy asustadas. Luego ellas informaron todo eso a Pedro y a sus compañeros brevemente. Tiempo después, Jesús mismo los envió del oriente al occidente con el sagrado e inagotable mensaje de salvación que da vida eterna. Amén.
Y otros manuscritos tienen 20 versículos. Algunas versiones, como la Reina Valera, termina con el versículo 29, pero no tiene la segunda parte del versículo 8.
Sin embargo, esto no quita al hecho importante y radical del mensaje:
¡Jesús es el Hijo de Dios! Él vivió una vida sin pecado, tiene el mismo poder que el Padre para hacer milagros, prodigios y señales. El mismo Dios Padre declaró que Jesus era su Hijo. Sobre todo, Jesus es el único que hasta el día de hoy ha resucitado de entre los muertos, y sigue vivo, sentado a la diestra de Dios Padre. Esto nos da esperanza que nosotros también algún día, resucitaremos a la vida eterna para vivir con Jesús en el cielo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Si hubieras vivido durante el ministerio terrenal de Jesús, ¿qué te habría convencido más de que Jesús es Dios: sus enseñanzas, milagros o algo más?
- ¿Por qué crees que Dios orquestó la historia para que las mujeres fueran las primeras testigos de la resurrección? ¿Qué planeaban hacer el día que fueron a la tumba?
- ¿Dónde crees que estaba Pedro en este punto de la historia? ¿Cómo puedes identificarte con Pedro y sus dudas?
- Lee 1 Pedro 1:3, Romanos 6:4 y Romanos 8:11. ¿Por qué es importante la resurrección de Jesús? ¿Qué significa para nosotros su resurrección?
El viernes Santo a través de los ojos de un oficial romano (Marcos 15:16-39)
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Puntos de conversación:
- Un oficial romano estuvo sentado en primera fila ante la muerte más trascendental en la historia de la humanidad: la crucifixión de Jesús. Lo que vio ese día cambió su vida para siempre y las lecciones aprendidas siguen siendo válidas 2000 años después.
- La libertad en Cristo requiere el coraje de enfrentar a (darle la cara) Jesús. Hoy, eso podría significar investigar sus afirmaciones.
- Este oficial vio lo brutal de su castigo y sacrificio pero aun así vio que Jesús estaba decidido a sufrir.
- Todos los que vienen ante Jesús y reconocen su sacrificio en la cruz por ellos y declaran que Jesus es el Hijos de Dios reciben la salvación.
Hemos llegado a uno de los capítulos más tristes del evangelio de Marcos. Sin embargo, es gracias a lo que acontece aquí, que nosotros podemos tener salvación. En este capítulo es donde juzgan a Jesús y es sentenciado a muerte. Además, es en este capítulo donde los soldados se burlan de Jesús y lo escupen. También es aquí donde se narra lo que conocemos como el viacrucis: el camino que recorre Jesús al Gólgota.
Luego, narra el momento de la crucifixión, donde ya estando en la cruz, sufre más burlas e insultos de todos, hasta de los dos criminales crucificados uno a cada lado de él. Después entra al momento más amargo y triste para Jesús: el momento en que tiene sobre sí todo el pecado del mundo y el Padre voltea su rostro para no verlo. Recordemos, que el pecado es lo que nos separa de Dios. Dios no tolera el pecado y como Jesús lo tenía encima, el Padre no podía verlo. Es aquí donde Jesús exclamó: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Marcos 15:34). Por primera vez, él se sintió solo, sin el amor y la protección del Padre. Y todo por nosotros.
Después, se narra que Jesus entrega su espíritu y muere. Pero no termina allí. Hay un gran terremoto (aunque Marcos no lo relata) y el santuario del templo se rompió en dos. Todo esto lo está presenciando y analizando la persona menos esperada: un oficial romano.
Marcos 15:39 (NTV) El oficial romano que estaba frente a él, al ver cómo había muerto, exclamó: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!».
Un oficial romano estuvo sentado en primera fila ante la muerte más trascendental en la historia de la humanidad: la crucifixión de Jesús. Lo que vio ese día cambió su vida para siempre y las lecciones aprendidas siguen siendo válidas 2000 años después. Es este gentil, un oficial del ejército romano quién pronuncia las palabras: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!». ¿Dónde estaban los discípulos?
Lo que quiero que aprendas de esta lección hoy es que este mensaje, este misterio es para todos los que invoquen el nombre de Jesús. Si analizamos más de cerca este pasaje nos daremos cuenta que se necesitan tres cosas para hacerlo. Lo primero que leemos de este oficial romano es que
Estaba frente a él.
Marcos 15:39 (NTV) El oficial romano que estaba frente a él, al ver cómo había muerto, exclamó: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!».
La libertad en Cristo requiere el coraje de enfrentar o sea darle la cara a Jesús. Hoy, eso podría significar investigar sus afirmaciones. En otras palabras, lee la Biblia para confirmar lo que él dijo ser. Además, ten el coraje para investigar el cristianismo. Sobretodo, ten la valentía para someter tu voluntad a él. Si, es esa palabra con “s” que la sociedad de hoy considera mala: sumisión. Pero es necesario hacerlo para que sepas quién es Jesús.
Juan 7:16-17 (NTV) Así que Jesús les dijo: —Mi mensaje no es mío sino que proviene de Dios, quien me envió. Todo el que quiera hacer la voluntad de Dios sabrá si lo que enseño proviene de Dios o solo hablo por mi propia cuenta.
Si no estás dispuesto a someterte a la voluntad de Dios, tu búsqueda habrá terminado incluso antes de haber comenzado. Pero si estás dispuesto a acercarte a Dios en sus términos y confiar en su Palabra, entonces Jesús promete que descubrirás la verdad. ¡Yla libertad que viene con ella!
La segunda cosa que hizo el oficial romano fue ver cómo murió Jesús, o sea
Reconoció su sacrificio
Marcos 15:39 (NTV) El oficial romano que estaba frente a él, al ver cómo había muerto, exclamó: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!».
Este oficial vio lo brutal de su castigo y sacrificio pero aun así vio que Jesús estaba decidido a sufrir.
Marcos 15:23 (NTV) Le ofrecieron vino mezclado con mirra, pero él lo rechazó.
Dato curioso; cumplió su voto hecho en la Última Cena:
Marcos 14:25 (NTV) Les digo la verdad, no volveré a beber vino hasta el día en que lo beba nuevo en el reino de Dios».
Fue burlado, pero aun así no abrió su boca. ¿Quiénes se burlaron de él? La gente que pasaba por allí, los principales sacerdotes y los maestros de la ley religiosa. Hasta los criminales que fueron crucificados con él. Esto fue realmente el cumplimiento de las Escrituras:
Salmos 22:7-8 (NTV) Todos los que me ven se burlan de mí; sonríen con malicia y menean la cabeza mientras dicen: «¿Este es el que confía en el Señor? Entonces ¡que el Señor lo salve! Si el Señor lo ama tanto, ¡que el Señor lo rescate!».
Esto trae una pregunta a mente: ¿Alguna vez te has burlado de Jesús? Jesús estaba colgado entre dos ladrones pero él no era pecador. Este era otra profecía cumplida:
Isaías 53:12 (NTV) Yo le rendiré los honores de un soldado victorioso, porque se expuso a la muerte. Fue contado entre los rebeldes. Cargó con los pecados de muchos e intercedió por los transgresores.
Entonces, hasta este punto hemos visto que el oficial romano vino ante Jesús y reconoció su sacrificio en la cruz. Pero todavía hay una cosa más:
Declarar que Jesús es el hijo de Dios.
Marcos 15:39 (NTV) El oficial romano que estaba frente a él, al ver cómo había muerto, exclamó: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!».
Este es el clímax del libro de Marcos. Todo nos lleva a este momento y es la respuesta a Marcos 1:1
Marcos 1:1 (NTV) Esta es la Buena Noticia acerca de Jesús el Mesías, el Hijo de Dios..
Esta era la tercera vez que alguien hacía tal declaración con respecto a Jesús. La primera fue cuando se bautizó en
Marcos 1:11 (NTV) Y una voz dijo desde el cielo: «Tú eres mi Hijo muy amado y me das gran gozo».
La segunda cuando los demonios sabían perfectamente quién era Jesús y lo dijeron:
Marcos 3:11 (NTV) Y, cuando los que estaban poseídos por espíritus malignos lo veían, los espíritus los arrojaban al suelo frente a él y gritaban: «¡Tú eres el Hijo de Dios!»;
Luego, Pedro lo confesó cuando Jesús les preguntó quién pensaban ellos que él era:
Mateo 16:16 (NTV) (Marcos 8:29) Simón Pedro contestó: —Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.
Marta también hizo esta confesión en Juan 11:27). ¡Y ahora un oficial romano! Y es que este mensaje, este misterio, es para todo aquel que invoque el nombre de Jesús. Todos los que vienen ante Jesús y reconocen su sacrificio en la cruz por ellos y declaran que Jesus es el Hijos de Dios reciben la salvación tal como lo dice Pablo en el libro de Romanos.
Romanos 10:9 (NTV) Si declaras abiertamente que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.
Esta salvación es un regalo para todos. No hay nada que puedas hacer para ganarla. Es por gracia. Solo ven ante Jesús y reconoce que eres pecador y que él murió por ti en la cruz y decláralo Señor de tu vida. Así de simple. Si tú nunca has hecho esta declaración y no has puesto tu confianza en Jesús como para que sea tu Señor y Salvador, hoy lo pueden hacer. O si lo aceptaste pero te has apartado de Él, hoy también puedes renovar tus votos con Dios. Jesús murió para liberarte del pecado y para que seas salvo de toda condenación. Él quiere darte vida eterna solo ven a él.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
Las siete preguntas de Pilato (Marcos 15:1-15)
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Puntos de conversación:
- En Marcos 15: 1-15, Pilato hace seis preguntas diferentes en su búsqueda de la verdad. El evangelio de Juan agrega una séptima que es una de las preguntas más profundas de la historia. Juan 18:38
- Pilato preguntó si Jesús era “el rey de los judíos”, una pregunta que tenía ramificaciones políticas. Esta frase aparece seis veces en el capítulo. Marcos 15: 1-2
- Pilato le preguntó a Jesús por qué no se defendía contra las acusaciones del Sanedrín. Con tranquila confianza, Jesús no dijo nada. Marcos 15: 3-5
- Pilato le preguntó a la multitud sobre qué hacer con Jesús. Estaba tratando de evitar la responsabilidad personal en torno a la pregunta de Jesús. Marcos 15: 6-12
- Pilato representa a un buscador espiritual, atrapado en medio de dos opciones. Es difícil escuchar al verdadero Jesús cuando el mundo te grita en odio en contra de él. Marcos 15: 13-15
- La verdad no tiene que ver con ideas o teorías; La verdad trata de una persona. El camino hacia la vida comienza con confiar en la verdad sobre Jesús. Juan 18:37, Juan 14: 6
Hoy estamos entrando al conteo regresivo del libro de Marcos. Jesus ya ha sido apresado y su identidad ha sido puesta en juicio. En los primeros versículos del capítulo 15 de Marcos veremos a Jesús frente a Pilato. Este hombre, como muchos de ustedes aquí presentes, estaba en busca de la verdad. Lo malo es que venía con sus propias ideas de que era la verdad. Y es que
Podemos luchar por mantener una perspectiva adecuada de nuestras propias opiniones cuando se trata de Jesús. Al igual que los personajes de nuestra historia de hoy, las personas a menudo llevan sus nociones preconcebidas sobre Jesús en sus interacciones con Él, lo que afecta su comprensión de los acontecimientos que los rodean. Como ya es usual, te planteamos una pregunta para que medites en ella al leer esta lección. La pregunta de hoy es: ¿Cómo manejarás la verdad sobre Jesús?
Pilato estuvo en este mismo lugar que tú hace más de 2000 años. Y es que cada uno de nosotros debe tomar su propia decisión sobre quién pensamos que es Jesús.
En Marcos 15:1-15, Pilato hace seis preguntas diferentes en su búsqueda de la verdad. El evangelio de Juan agrega una séptima que es una de las preguntas más profundas de la historia.
Juan 18:38 (NTV) —¿Qué es la verdad?—preguntó Pilato. …
¿Que es la verdad? ¡Una pregunta tan profunda para que la haga un político!
La verdad es un concepto fluido en el mundo actual. Esto quiere decir que la verdad fluctúa y es subjetiva y depende del contexto. En otras palabras, la verdad no es una realidad fija sino que varía según la persona y sus circunstancias o experiencias. En esta definición, todos tienen su propia verdad. Pero esa no es la definición que nos da Jesús.
Parece que Pilato si quiere saber qué es la verdad. Sin embargo, su posición como prefecto romano no lo dejará ver la respuesta. Veamos la primera pregunta del pasaje de Marcos:
Pilato preguntó si Jesús era “el rey de los judíos”, una pregunta que tenía ramificaciones políticas. Esta frase aparece seis veces en el capítulo.
Conozcamos un poco de Pilato:
Marcos 15:1 (NTV) Muy temprano por la mañana, los principales sacerdotes, los ancianos y los maestros de la ley religiosa—todo el Concilio Supremo—se reunieron para hablar del próximo paso. Ataron a Jesús, se lo llevaron y lo entregaron a Pilato, el gobernador romano.
El Concilio Supremo es otro nombre para el Sanedrín. Estos trajeron a Jesús ante Pilato. Él llevaba a cabo los juicios temprano en la mañana. Por eso es que el Concilio Supremo trajo a Jesús tan temprano. Pero ¿quién fue Pilato? El historiador judío Josefo y el filósofo judío Filón aportan algunas ideas sobre el carácter de Poncio Pilato, aunque sus relatos difieren en algunos detalles.
En su obra Antigüedades de los judíos, Josefo menciona a Pilato en el contexto de varios incidentes durante su gobierno de Judea. Josefo describe a Pilato como un gobernante duro e inflexible, conocido por su corrupción y crueldad. Un incidente notable que menciona Josefo es el uso que hizo Pilato de los fondos del templo para financiar la construcción de un acueducto, lo que provocó indignación entre la población judía.
El filósofo Filón, en su obra Embajada ante Cayo, retrata a Pilato como un gobernante brutal e insensible. Critica a Pilato por su falta de respeto por las costumbres judías y su enfoque de gobierno de mano dura.
El médico Lucas, en su evangelio, también nos dice un poco de quien era Pilato:
Lucas 13:1 (NTV) En esos días, le informaron a Jesús que Pilato había asesinado a varias personas de Galilea mientras ofrecían sacrificios en el templo.
De acuerdo con el relato de Lucas y los escritos de Filón y Josefo, Pilato era una persona cruel, malvada, asesina, un estafador e irrespetuoso que no respetaba ni el templo donde le daban adoración a Dios.
Mas ahora se encuentra frente a frente con Jesus. Y aquí es donde hace esta pregunta política.
Marcos 15:2 (NTV) Pilato le preguntó a Jesús: —¿Eres tú el rey de los judíos? —Tú lo has dicho —contestó Jesús.
Al preguntarle si era el rey de los judios, esto dejaba de ser algo religioso y pasaba a ser político. Decir que él era el Mesías, era una cuestión religiosa. Esto no le importaba a Pilato, pero llamarlo “rey” ya era otra cosa porque podía ser un peligro potencial para el imperio romano.
La respuesta de Jesus fue; “tu lo has dicho”. O sea, para que quieres que te conteste si tu ya sabes la respuesta. Esta es la misma pregunta que también le hizo el Sumo sacerdote a Jesús en Marcos 14:61. Como en el caso del sumo sacerdote, las palabras de Marcos convierten a Pilato en un confesor sin saberlo. Una vez más, incluso las bocas de los enemigos de Jesús lo confiesan sin darse cuenta (Comentario del Pilar del Nuevo Testamento), y es que “ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua declare que Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:10-11 NTV).
Pilato le preguntó a Jesús por qué no se defendía contra las acusaciones del Sanedrín. Con tranquila confianza, Jesús no dijo nada.
Marcos 15:3-5 (NTV) Entonces los principales sacerdotes siguieron acusándolo de muchos delitos, y Pilato le preguntó: «¿No vas a contestarles? ¿Qué me dices de las acusaciones que presentan en tu contra?». Entonces, para sorpresa de Pilato, Jesús no dijo nada.
Aquí hay dos preguntas. Estas son la segunda y tercera pregunta del pasaje de Marcos.
Los principales sacerdotes “siguieron acusándolo de muchos delitos”. Esto era una continuación del juicio falso al que sometieron a Jesús después que lo apresaron. Cualquiera se defendería de acusaciones falsas. ¿Qué clase de persona solo se queda callado escuchando que hablan mentiras de su persona Jesus. Él está seguro de quién es. No está definido por lo que los principales sacerdotes piensan de él. Él sabe quién es y punto. No necesita defenderse ni pelear su caso.
La cuarta y quinta pregunta de Marcos van dirigidas a la multitud y no a Jesus.
Pilato le preguntó a la multitud sobre qué hacer con Jesús. Estaba tratando de evitar la responsabilidad personal en torno a la pregunta de Jesús.
Los funcionarios y ciudadanos romanos estaban demasiado ocupados construyendo un imperio para darse cuenta de que Dios mismo caminaba entre ellos. Posible que Pilato hubiera oído de Jesus, pero no le habría dado importancia ya que lo consideraban un problema de los judios. Es más, Pilato no quería tener nada que ver con este caso. Él continuamente trató de desviar la responsabilidad hacia las autoridades judías o hacia Jesús mismo durante el juicio y la sentencia. Vemos en otros relatos del evangelio que en realidad trató de pasárselo a Herodes sólo para quitarse de encima la situación de Jesús.
Lucas 23:6-7 (NTV) —Ah, ¿es galileo?—preguntó Pilato. Cuando le dijeron que sí, Pilato lo mandó a Herodes Antipas, porque Galilea estaba bajo la jurisdicción de Herodes, y dio la casualidad de que se encontraba en Jerusalén en ese momento.
Y como nada de eso le funcionó, quiso pasar la responsabilidad al pueblo.
Marcos 15:6-8 (NTV) Ahora bien, era costumbre del gobernador poner en libertad a un preso cada año, durante la celebración de la Pascua, el que la gente pidiera. Uno de los presos en ese tiempo era Barrabás, un revolucionario que había cometido un asesinato durante un levantamiento. La multitud acudió a Pilato y le pidió que soltara a un preso como era la costumbre.
Marcos 15:9-12 (NTV) «¿Quieren que les deje en libertad a este “rey de los judíos”?», preguntó Pilato. (Pues ya se había dado cuenta de que los principales sacerdotes habían arrestado a Jesús por envidia). Sin embargo, en ese momento, los principales sacerdotes incitaron a la multitud para que exigiera la libertad de Barrabás en lugar de la de Jesús. Pilato les preguntó: —Entonces, ¿qué hago con este hombre al que ustedes llaman rey de los judíos?
La cuarta pregunta que hace es: “¿Quieren que les deje en libertad a este “rey de los judíos”?“
La quinta pregunta: “¿qué hago con este hombre al que ustedes llaman rey de los judíos?“
De nuevo, dos veces más, se refiere a Jesús como el rey de los judios. ¿Se está burlando Pilato ahora? ¿O tal vez los está poniendo a prueba para ver qué piensa la multitud de él? Quizás esté usando el término una y otra vez para justificar la eventual crucifixión. No se sabe a ciencia cierta. Lo que sí está claro es que Pilato está tratando de evitar la responsabilidad personal con respecto al juicio y condena de Jesús. Quiere limpiarse las manos. La multitud muerde el anzuelo:
Marcos 15:13-14 (NTV) —¡Crucifícalo!—le contestaron a gritos. —¿Por qué?—insistió Pilato—. ¿Qué crimen ha cometido? Pero la turba rugió aún más fuerte: —¡Crucifícalo!
La sexta pregunta es: “¿Por qué?” y va de la mano con “¿Qué crimen ha cometido?” Así que no cuentan como dos preguntas separadas. ¿Será que acaso Pilato quería que la gente viera razón? ¿Estaba tratando de darle una oportunidad a Jesús? Parece que tenía un poco de decencia a pesar de ser cruel y desalmado. Lo que pasa es que:
Pilato representa a un buscador espiritual, atrapado en medio de dos opciones. Es difícil escuchar al verdadero Jesús cuando el mundo te grita en odio en contra de él.
Por un lado, Pilato cree en la inocencia de Jesus, pero por el otro, tiene a la gente gritándole con odio y rabia que lo crucifique. La multitud fue instigada por los líderes judíos. Ellos estaban cegados por la tradición. Jesus no encajaba en su caja religiosa elaborada cuidadosamente con un sin número de leyes vanas. El mensaje de esperanza y salvación de Jesús no se alineaba bien con su sistema de reglas y requisitos.
Volviendo a la pregunta: ¿Qué crimen ha cometido? La respuesta es ninguno.
Jesús vivió una vida perfecta y sin pecado. Todas estas acusaciones fueron inventadas por la élite religiosa. Jesús iría a la cruz por nuestros pecados, no por los suyos porque nunca pecó. Pero ten en cuenta que a la multitud no le importó la respuesta. Y ahora la multitud se ha convertido en una turba.
En una turba, la gente se deja llevar por la corriente en lugar de destacarse y sufrir el desprecio de la gente enojada que los rodea. Muchos por miedo al qué dirán o a las recuperaciones de los demás no alzan su voz en contra de la injusticia. Prefieren unirse a la voz popular.
Debemos comenzar admitiendo que estamos equivocados, que no podemos salvarnos a nosotros mismos para seguir a Jesús. Eso es, por naturaleza, un mensaje ofensivo. Por eso es que no todos entrarán en el Reino de Dios ya que es más fácil entrar por la puerta ancha que por la angosta (Mateo 7:13-14).
Entonces, miremos a cual voz escuchó Pilato:
Marcos 15:15 (NTV) Entonces Pilato, para calmar a la multitud, dejó a Barrabás en libertad. Y mandó azotar a Jesús con un látigo que tenía puntas de plomo, y después lo entregó a los soldados romanos para que lo crucificaran.
La voz más fuerte y llena de odio ganó. No quiso enfrentarse a una revuelta así que soltó al verdadero criminal y condenó a Jesus. A pesar de que él sabía que Jesús era inocente, prefirió estar de acuerdo con la mayoría que con su yo interior.
Volvamos a la pregunta que presenta Mateo y que vivimos al principio, a la cual llamaremos la séptima pregunta de Pilato:
Juan 18:38 (NTV) —¿Qué es la verdad?—preguntó Pilato. …
El contexto de la pregunta de Pilato viene del contexto del evangelio de Juan. Allí Jesús hizo una valiente declaración:
Juan 18:37 (NTV) Pilato le dijo: —¿Entonces eres un rey? —Tú dices que soy un rey —contestó Jesús—. En realidad, yo nací y vine al mundo para dar testimonio de la verdad. Todos los que aman la verdad reconocen que lo que digo es cierto.
En otras palabras, Jesús le dijo a Pilato: la verdad existe y yo nací para contártela.
La verdad no tiene que ver con ideas o teorías; La verdad trata de una persona. El camino hacia la vida comienza con confiar en la verdad sobre Jesús.
Juan 14: 6 (NTV) Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí.
Entonces, la verdad es Jesus. Punto final. No hay más. No son las teorías o ideas planteadas por alguien. Se trata de Jesus. Entonces, ahora que sabes que la verdad es Jesus, te hago la pregunta clave de hoy: ¿Cómo manejarás la verdad sobre Jesús?
Porque no se trata de lo que tu crees que es la verdad. Ni de lo que la sociedad, la religión o tu mejor amigo,a te dice que es la verdad. La verdad es Jesus y lo que él dice. Nuestras perspectivas y opiniones forman el núcleo de nuestra comprensión del mundo que nos rodea. El simple hecho de tener opiniones y prejuicios no es, en sí mismo, algo malo. Lo que sí es malo es dejar que nuestros prejuicios pasen desapercibidos o afecten inconscientemente nuestra visión de la realidad de tal manera que no podemos ver por completo el regalo de Jesús: su salvación.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cuáles son los peligros para una sociedad que no cree en la verdad absoluta o piensa que cada persona puede tener su propia versión de la verdad? ¿Cómo ves esta mentalidad expuesta en nuestra cultura actual?
- ¿Por qué Pilato fue amenazado por el hecho de que Jesús fuera llamado rey? ¿Cómo has visto que la sed de poder y autoridad arruina las organizaciones y las relaciones?
- ¿Por qué Jesús no sintió la necesidad de defenderse? ¿Cómo puede ser esto un modelo para nosotros cuando nos enfrentamos a acusaciones falsas?
- ¿Por qué el pueblo estaba dispuesto a cambiar a Jesús por un criminal como Barrabás? ¿Qué te parece la crítica cruel e injusta hacia Jesús hoy en día?
- Vuelve a leer Juan 18:37 y Juan 14:6. ¿Por qué lo que crees acerca de Jesús es lo más importante para ti? ¿Cómo manejarás la verdad acerca de Jesús?
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