Puntos de conversación:
- Tanto los calvinistas como los arminianos coinciden en que los seres humanos estamos tan profundamente caídos que necesitamos desesperadamente la gracia de Dios, pero discrepan en cómo Dios provee el remedio.
- Ambos bandos coinciden en que la naturaleza humana caída es tan pecaminosa y corrupta que, por nuestra cuenta, no podemos buscar a Dios, creer en el evangelio ni hacer nada que le agrade.
- Los arminianos creen que la gracia de Dios permite a todo pecador arrepentirse y creer, si así lo decide, pero no interfiere con la libertad humana.
- Los calvinistas creen que la naturaleza humana es tan corrupta que la única manera de que alguien pueda creer en el evangelio es que Dios cambie completamente su propia naturaleza.
Los dos sistemas teológicos conocidos como calvinismo y arminianismo discrepan en muchos aspectos. Sin embargo, coinciden en su comprensión de la condición humana. En el acrónimo TULIP del calvinismo, la letra T representa la depravación total (Total depravation). Ambos sistemas sostienen que el pecado afecta cada aspecto de la vida y deja al ser humano completamente incapaz de contribuir a su propia salvación. La diferencia entre estas dos posturas radica en cómo Dios actúa para solucionar el problema humano.
¿Qué tan grave es la situación?
Tanto calvinistas como arminianos están de acuerdo en que la condición humana caída es desesperada, pecaminosa y corrupta.
Un autor calvinista escribe lo siguiente: “[Calvino] enseñó que el hombre, quien en un tiempo disfrutó de perfecta comunión y relación con Dios, vio su naturaleza completamente transformada por la caída en el pecado… La naturaleza del hombre se volvió tan corrupta que le resultó imposible elegir en contra de su propia naturaleza. Un hombre caído puede escoger hacer lo que desea, pero es incapaz de desear a Dios. Como el hombre no quiere a Dios, nunca podrá elegirlo…”
Por otro lado, una fuente arminiana expresa una idea similar: “La humanidad fue creada a imagen de Dios, buena y recta, pero cayó de su estado original sin pecado debido a su desobediencia voluntaria, quedando en una condición de depravación total, separada de Dios y bajo su condenación divina. El pecado afecta cada parte del ser humano, quienes ahora poseen una naturaleza pecaminosa con una inclinación natural hacia el mal. La Biblia nos dice: > ‘El corazón es lo más engañoso que hay y extremadamente perverso’ (Jeremías 17:9, NTV). > En efecto, los seres humanos están espiritualmente muertos en pecado y son esclavos del pecado. En su estado natural, el hombre es hostil hacia Dios, no puede someterse a Su ley ni agradarlo. > Por lo tanto, los seres humanos no son capaces de pensar, querer ni hacer el bien por sí mismos. No podemos hacer nada para merecer el favor de Dios, ni salvarnos del juicio y la condenación que merecemos por nuestro pecado. Ni siquiera podemos creer el evangelio por nosotros mismos…”
Esta realidad sobre la condición humana, descrita por ambos puntos de vista, está claramente descrita en la Biblia, donde encontramos múltiples pasajes que afirman la profundidad del pecado y su impacto en la vida de cada persona. Algunos de estos versículos incluyen:
- Génesis 6:5 (NTV) El Señor observó la magnitud de la maldad humana en la tierra y vio que todo lo que la gente pensaba o imaginaba era siempre y totalmente malo.
- Romanos 3:23 (NTV) Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios.
- Efesios 2:1-3 (NTV) Antes, ustedes estaban muertos debido a su desobediencia y sus muchos pecados. Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo —el líder de los poderes del mundo invisible—. Él es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios. Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestra naturaleza pecaminosa. Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto de la ira de Dios, igual que todos los demás.”
- Romanos 8:7-8 (NTV) Pues la naturaleza pecaminosa es enemiga de Dios siempre. Nunca obedeció las leyes de Dios y jamás lo hará. Por eso, los que todavía viven bajo el dominio de su naturaleza pecaminosa nunca pueden agradar a Dios.
- Juan 6:44 (NTV) Pues nadie puede venir a mí si el Padre que me envió no lo atrae hacia mí.
Estos pasajes dejan claro que el pecado ha corrompido profundamente a la humanidad, separándola de Dios y dejando al ser humano incapaz de alcanzar la salvación por sus propios medios. Tanto el calvinismo como el arminianismo reconocen esta realidad, pero difieren en cómo interpretan la acción de Dios para restaurar y redimir a los pecadores.
Los seres humanos pueden buscar a Dios porque Dios ayuda a la voluntad humana
Los arminianos creen que Dios, en su gracia, capacita a todo pecador para que pueda arrepentirse y creer, si así lo decide. Sin embargo, Dios no interfiere con la libertad humana. Según esta perspectiva, Dios ha concedido al ser humano libre albedrío en todos los aspectos de su vida, lo que significa que cada persona debe tener la capacidad de elegir o rechazar a Dios por sí misma.
Un escritor explica esta idea de la siguiente manera:> “Arminio enseñó que la caída en el pecado no eliminó por completo la capacidad del ser humano para decidir a favor o en contra de Dios… En la salvación, el Espíritu atrae a las personas de manera suficiente y las ilumina lo suficiente como para que, en su libre voluntad, puedan elegir la salvación. Sin embargo, Él no las atrae ni las ilumina de tal manera que las obligue a tomar una decisión.”
Aunque la caída afectó profundamente la naturaleza humana, los arminianos no creen que el ser humano haya quedado en un estado de total impotencia espiritual. Dios provee a toda la humanidad una gracia especial, que permite al pecador elegir arrepentirse y creer, si así lo desea. Esta gracia se conoce como gracia preveniente. Cada pecador tiene la posibilidad de cooperar con el Espíritu de Dios para ser regenerado, o de resistir la gracia de Dios y perecer.
Por lo tanto, los arminianos creen que la fe precede a la regeneración. Aunque los pecadores necesitan la asistencia del Espíritu Santo, no es necesario que primero sean hechos espiritualmente vivos para poder creer. En cambio, cuando creen, entonces son regenerados y hechos espiritualmente vivos.
Los arminianos recurren a pasajes bíblicos que enfatizan las decisiones espirituales que las personas están llamadas a tomar, versículos como:
- Mateo 23:37 (NTV) ¡Jerusalén, Jerusalén, la ciudad que mata a los profetas y apedrea a los mensajeros de Dios! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina protege a sus pollitos bajo sus alas, pero tú no me dejaste!
- Juan 3:16 (NTV) Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
- Juan 5:39-40 (NTV) Ustedes estudian las Escrituras porque creen que les darán vida eterna. Pero las Escrituras me señalan a mí. Sin embargo, ustedes se niegan a venir a mí para recibir esa vida.
- Juan 7:17 (NTV) El que quiera hacer la voluntad de Dios sabrá si mi enseñanza proviene de Dios o si hablo por mi propia cuenta.
- Hechos 16:31 (NTV) Ellos contestaron: «Cree en el Señor Jesús y serás salvo, junto con todos los de tu casa».
Los seres humanos solo pueden buscar a Dios si Él transforma su naturaleza
Los calvinistas creen que la naturaleza humana está tan corrompida que la única manera en que Dios puede llevar a alguien a creer en el evangelio es cambiando completamente su naturaleza. Si los seres humanos están espiritualmente muertos, primero deben ser hechos vivos antes de poder responder a Dios.
Un escritor lo explica así: > “La voluntad del hombre está completamente esclavizada a su naturaleza. El hombre es libre de elegir según lo que su naturaleza le dicta, pero su naturaleza es tan corrupta que nunca podría elegir el bien…”
Esto no significa que los calvinistas nieguen el libre albedrío, sino que creen que la voluntad de una persona está sujeta a su propia naturaleza. Por lo tanto, los seres humanos no pueden elegir el bien sobre el mal en el ámbito espiritual.
Para ilustrarlo, imagina que colocas un montón de hierba y un trozo de carne roja frente a un león. El león es libre de elegir cualquiera de los dos alimentos, pero nunca elegirá comer la hierba, porque eso iría en contra de su naturaleza como carnívoro. ¿Tiene el león libre albedrío? Sí. ¿Puede elegir entre dos opciones? Teóricamente, sí. Pero en la práctica, simplemente no lo hará.
Los calvinistas creen que para que un pecador llegue a Cristo, no basta con la asistencia de Dios, sino que se requiere un acto divino de regeneración. El Espíritu Santo debe darle vida y concederle una nueva naturaleza. Para los calvinistas, tiene sentido que, dado que los seres humanos están espiritualmente muertos, la regeneración debe preceder a la fe. Dicen que, según Juan 3, nadie puede ejercer fe a menos que primero haya sido “nacido del Espíritu”.
- Juan 3:6-8 (NTV) El ser humano solo puede reproducir la vida humana, pero la vida espiritual nace del Espíritu Santo. Así que no te sorprendas cuando digo: ‘Tienen que nacer de nuevo’. El viento sopla donde quiere. Tal como oyes el viento, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va, así también es con todos los que nacen del Espíritu.
Los calvinistas enfatizan pasajes bíblicos, como los siguientes, que subrayan la imposibilidad de los seres humanos de superar su vieja naturaleza y elegir a Dios, aparte de una obra radical de Dios:
- Efesios 2:4-6 (NTV) Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto, que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!) Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús.
- Isaías 64:6-7 (NTV) Estamos todos infectados por el pecado y somos impuros. Cuando mostramos nuestros actos de justicia, no son más que trapos sucios. Como las hojas del otoño, nos marchitamos y caemos, y nuestros pecados nos arrasan como el viento. Sin embargo, nadie invoca tu nombre ni clama a ti para pedir misericordia.
- Juan 3:19 (NTV) Esta condenación se basa en el siguiente hecho: la luz de Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque sus acciones eran malvadas.
- Romanos 3:10-12 (NTV) Como dicen las Escrituras: «No hay ni un solo justo, ni siquiera uno. Nadie es realmente sabio, nadie busca a Dios. Todos se desviaron, todos se volvieron inútiles. No hay ni uno que haga lo bueno, ni uno solo».
- 2 Timoteo 2:25-26 (NTV) Instruye con ternura a los que se oponen a la verdad. Tal vez Dios les cambie el corazón y aprendan la verdad. Entonces podrán entrar en razón y escapar de la trampa del diablo, pues él los ha tenido cautivos para que hagan lo que él quiere.
Enseñanza clave:
La depravación humana es real. Sin la gracia de Dios, las personas están perdidas. Todos están corrompidos por el pecado y no buscarán a Dios por sí mismos, sin la provisión divina. Cualquiera que sea la perspectiva que se tenga sobre la acción de Dios, ambos bandos coinciden en que las personas perdidas, alejadas de Dios, necesitan escuchar el evangelio. Nadie puede ser perdonado de sus pecados ni recibir la vida eterna sin escuchar acerca de Jesús y su obra expiatoria. Cuando proclamamos el evangelio, podemos confiar en que Dios está obrando.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Lee Génesis 6:5. ¿Crees que este versículo se aplica igual hoy en día? ¿Por qué sí o por qué no?
- ¿Por qué es importante comprender con precisión la naturaleza humana?
- Lee Romanos 3:9 y 3:23. ¿Cómo describen estos versículos a la humanidad?
- Efesios 2:1-3. Si estamos espiritualmente muertos, ¿qué implica eso sobre nuestra capacidad de conocer y seguir a Dios?
- ¿Está la elección humana limitada por la naturaleza humana o es completamente libre? Explica tu perspectiva.