Sólo para niños
Mira lo nuevo, o desplázate hacia abajo para ver más sobre este tema.
El Reino al revés
0 Comments
Haz clic aquí para ver el bosquejo del sermón
Puntos de conversación:
- Jesús comienza su ministerio con un llamado a arrepentirse y creer en el Evangelio. La buena noticia es que estamos invitados a unirnos a un Rey amoroso pero poderoso. Marcos 1:14-15
- Jesús recluta a personas comunes para que lo sigan. Estos hombres no son los que esperarías que fueran utilizados como equipo central. Marcos 1:16-17,19
- Seguir a Jesús significa rendirse a su gobierno en nuestras vidas. Se trata de “dejar las redes” y embarcarse en su misión. Marcos 1:18, 20
Después del tiempo de preparación de Jesús para el ministerio, llegamos al comienzo del Rey iniciando su reinado. Primero, debe establecer la misión de llamar a la gente al arrepentimiento y la fe. Segundo, el Rey elige súbditos y servidores para cumplir sus decretos. Estos hombres no son los que esperarías que Jesús usara como equipo central. Eso es porque su Reino está al revés en comparación con la mentalidad del mundo. La lección de hoy se basa en Marcos 1:14-20. En ella, veremos el discurso con que inició Jesús, el pueblo (la gente) que llamó Jesús y el mandato a dejar las redes que les hizo.
El discurso del Rey
Lo más interesante cuando se inaugura a un nuevo presidente, para muchos, es el discurso de inauguración. Y el discurso de Jesus no se podía quedar atrás. A diferencia de muchos, el discurso del Rey Jesús fue verdadero, corto y preciso. Jesús comienza su ministerio con un llamado a arrepentirse y creer en el Evangelio. La clave de su discurso es: arrepentirse y creer. ¿Por qué? Porque el Reino está cerca.
Marcos 1:14-15 Más tarde, después del arresto de Juan, Jesús entró en Galilea, donde predicó la Buena Noticia de Dios. «¡Por fin ha llegado el tiempo prometido por Dios!—anunciaba—. ¡El reino de Dios está cerca! ¡Arrepiéntanse de sus pecados y crean la Buena Noticia!».
Esta fue la inauguración de su ministerio ¿Por qué Galilea? Porque Jesús es de allí. Es de donde llamará a sus primeros discípulos. Allí hace su primer milagro; convierte el agua en vino. También es donde está el campamento base de Herodes.
La Buena Noticia de la que hablaba en su discurso es que el Reino de Dios está cerca. Ese reino viene con cada paso que daba sobre la tierra (y ahora camina a través de nosotros). Estaba esparciendo semillas para que creciera mientras caminaba por Israel. Es como un agricultor:
Marcos 4:26-27 Jesús también dijo: «El reino de Dios es como un agricultor que esparce semilla en la tierra. Día y noche, sea que él esté dormido o despierto, la semilla brota y crece, pero él no entiende cómo sucede.
Así como no se entiende como el crecimiento de la semilla porque no se ve, así es el Reino de Dios: invisible e invasivo. Es algo impredecible pero poderoso. Lucas dice que “Nunca podrán decir: “¡Aquí está!” o “¡Está por allí!”, porque el reino de Dios ya está entre ustedes.” (Lucas 17:21). En otras palabras, somos invitados a ser parte de su Reino. Entonces, la Buena Noticia es que estamos invitados a unirnos a un Rey amoroso pero poderoso.
Definamos brevemente qué es lo que quiere decir “El reino de Dios está cerca”. Esta frase se refiere al gobierno de Dios en la tierra. Y porque Dios es bueno, su gobierno es una bendición para sus súbditos. Imagínate: ¿no sería increíble si nuestros funcionarios gubernamentales fueran todos absolutamente BUENOS? Ninguno torcido. Hambrientos de poder. Necios. etc.
El Reino es un sistema que reemplaza o está en guerra con el sistema Mundial. Debido a que Dios es justo, su gobierno también es una amenaza para sus enemigos. Esta es una buena noticia porque la humanidad está plagada y oprimida por el mal y la oscuridad espiritual. El reino de Dios prevalecerá sobre estos poderes.
Comienza a prevalecer cuando Jesús aparece en escena. Sana los cuerpos quebrantados de las personas. Libera a las personas de los poderes demoníacos. Continúa prevaleciendo a medida que la gente lo sigue y obra la liberación en sus vidas. El gobierno de su reino finalmente prevalecerá sobre todo mal y sobre todos los enemigos cuando regrese.
La respuesta que pide Jesús: arrepentirse y creer en esta Buena Noticia.Como se dijo en la lección #2 de esta serie: los “pecados” son meramente la expresión externa o interna de una vida autodirigida. Por el contrario, arrepentimiento es alejarme de mi vida autodirigida y volverme a Dios. La razón por la que la mayoría de la gente rechaza esta buena noticia es que no quieren otro rey además de ellos. Prefieren “mi reino” o “el reino de mi yo” y no el verdadero Reino que es el de Dios.
Debemos entregar el “reino de mi yo” al Reino de Dios. Por eso que el discurso del Rey (Jesús) era el de arrepentirse y “creer”. Creer es aceptar, confiar y aplicar la Buena Nueva de Jesús a tu propia vida. Aquí en Marcos 1, el lector aún no sabe acerca de la cruz o la resurrección. La idea más fundamental aquí es confiar en la promesa de Dios a través de Jesús. Más adelante vemos que ¡el Rey toma nuestro lugar y muere! ¡Esto está al revés! Nosotros éramos los culpables por nuestros pecados y merecemos morir, pero Jesus lo hizo por nosotros. Lo hizo porque solo así podía cerrar la brecha que nos aparta de Dios: el pecado. Ahora podemos tener una relación con Dios. Pero tenemos que humillarnos y pedir perdón.
Solo los humildes servidores pueden ser parte de esto. ¡Ahora puedes tener una relación con el Rey! ¿No es eso al revés? Nadie tiene una relación personal con los reyes terrenales a menos que sean de gran importancia. Sin embargo, eso fue lo que vino a lograr Jesús con su muerte: traer su Reino a la tierra para acercarnos a Dios.
El pueblo del Rey
Jesús recluta a personas comunes para que lo sigan. Estos hombres no son los que esperarías que fueran utilizados como equipo central.
Marcos 1:16-17 Cierto día, mientras Jesús caminaba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban la red al agua, porque vivían de la pesca. Jesús los llamó: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!».
El Rey y sus súbditos son ordinarios y comunes. El pueblo del Rey eran personas como cualquiera. No fueron personas con títulos dignatarios ni importantes según la mentalidad humana. Pero estos hombres comunes fueron el equipo central de Jesús. ¿Sabes qué es lo más maravilloso? Que este equipo está reclutando a más personas para plantar semillas y para salir a pescar hombres y mujeres que lo necesitan.
Jesús sabe que el llamado a la fe no es sólo pasivo, sino que en realidad puede tener la “pesca” deseada. Es como cuando vamos de pesca y solo esperamos que nuestro cebo, anzuelo y la sincronización sean adecuados para el pez correcto. ¡Dios es más preciso que eso! Jesús asume la responsabilidad de moldearnos. Éldice: “Yo les enseñaré a pescar hombres”. No solo nos muestra cómo, sino que nos enseña y entrena para la tarea.
Puede que muchos digan“no puedo hacerlo” al llamado de Jesús. Pero Jesús puede convertirte de un debilucho de 98 libras en un SEAL (un miembro de la unidad de fuerzas especiales de la Armada Naval de Estados Unidos). Si no crees, mira a Simón, Andrés, Santiago y Juan. Marcos relata varias historias que se pueden interpretar como que sus discípulos pasaron por un programa de capacitación de 3 años que los cambiaría de orgullosos, arrogantes, ignorantes y rechazados a confiados, humildes, siervos y seguidores. Jesús sabía que estos hombres le iban a fallar, incluso lo abandonarían. Aun así, Jesús los elige porque el llamado no se basaba en el desempeño de ellos. Y esto es cierto para nosotros hoy en día.
Fíjate en el v 17 que Jesús dijo “Síganme..” y no “les seguiré.” Jesús llama a la gente común a seguirlo. Nótese que no llamó a profesionales religiosos, sino a personas comunes que se dedicaban a carreras y trabajos comunes. No solo eso, si no que fueron personas como tú y como yo: imperfectas. Si notas, a unos les llaman “los hijos del trueno”. En otras palabras, estos dos hermanos eran violentos. Marcos lo escribe para que nos demos cuenta de la clase de personas que el Rey llamó. Una vez más, es que Él los eligió porque miraba lo que podían llegar a hacer y no por quien eran. Hoy en día, uno esperaría que un gran líder ejecutivo utilizará lo mejor de lo mejor, currículums repletos y pedigrí generacional. Pero Jesus, no. Mira lo que dice Pablo en Corintios.
1 Corintios 1:26-29 Recuerden, amados hermanos, que pocos de ustedes eran sabios a los ojos del mundo o poderosos o ricos cuando Dios los llamó. En cambio, Dios eligió lo que el mundo considera ridículo para avergonzar a los que se creen sabios. Y escogió cosas que no tienen poder para avergonzar a los poderosos. Dios escogió lo despreciado por el mundo—lo que se considera como nada—y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante. Como resultado, nadie puede jamás jactarse en presencia de Dios.
Jesús es lo suficientemente grande como para usar un montón de don nadies. Si somos lo suficientemente humildes para verlo, ¡esas personas somos nosotros! El estatus ordinario de los discípulos prueba que es Dios quien recibe la gloria y no son los autoproclamados líderes brillantes los que hacen que la obra del Reino sea exitosa.
El requisito para ser parte de este Reino es el arrepentimiento, la fe, la humildad y el servicio sacrificial. Seguirlo implica comprometerse en su misión. La estrategia no es hacerlo todo solo, sino reclutar y comisionar a seres humanos comunes para que lo representen a él. No puedes decir que sigues a Jesús e ignorar la misión que nos dio. La medida de un seguidor maduro de Jesús es dar un giro completo en nuestra vida, dejando atrás la vieja manera de vivir siguiendo a Jesús, honrando a Dios y salir fuera a ayudar a otros a buscar de Dios.
Dejen sus redes
Seguir a Jesús significa rendirse a su gobierno en nuestras vidas. Se trata de “dejar las redes” y embarcarse en su misión. Los discípulos inmediatamente abandonaron su manera de hacer las cosas y siguieron obedientemente El Camino (Jesús).
Marcos 1:18 Y enseguida dejaron las redes y lo siguieron.
Lo que representa la red es estar enredado, atrapado y cautivo. Por eso es que debemos dejar la red para seguir a Jesús. Al convertirnos en sus seguidores venimos a formar parte de su ejército. Somos soldados de Cristo. Con respecto a esto, Pablo dice lo sibuiente:
2 Timoteo 2:4 Ningún soldado se enreda en los asuntos de la vida civil, porque de ser así, no podría agradar al oficial que lo reclutó.
Así que es necesario “dejar la red” para seguir al Rey. En otras palabras, ya no podemos seguir enredados en los asuntos que no tengan que ver con el Reino de Dios. Nuestro propósito hoy es agradar a Jesus, el oficial que nos ha reclutado para su Reino. Jesús es un Rey digno de confianza. Él es justo y bueno. La máxima expresión de la confianza es la entrega. Asi que entreguemos completamente a él y a su liderazgo. Cuanto más puedes confíar en Jesús lo suficiente como para rendirte a su gobierno en tu vida. Su gobierno en tu vida implica estar a bordo con su misión así como lo hicieron los hombres que llamo:
Marcos 1:20 Los llamó de inmediato y ellos también lo siguieron, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los hombres contratados.
Estos hombres de inmediato lo siguieron. Dejaron su familia, sus negocios y todo lo conocido para seguir a Jesús. Ahora, tu parte es seguirlo también. Ojalá, de una vez o inmediatamente. Esto podría significar que es posible que tengas que hacer cambios bastante rápido.
Seguir a Jesús significa nunca ser el mismo. Significa ser atrapado por un propósito más grande que cualquier cosa por la que hayas vivido. Cuando Jesús llamó a muchos a que se unieran a sus discípulos les dijo: “«Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su propia manera de vivir, tomar su cruz y seguirme.” (Marcos 8:34). Y es seguirlo quizá implique dejar las redes, como estos primeros discípulos. Tal vez implica seguirlo en tu situación actual. Independientemente de las circunstancias de las que Dios te llame, la misión es la misma. Debemos seguir el ejemplo de Jesús como Rey Siervo:
Marcos 10:42–45 Así que Jesús los reunió a todos y les dijo: «Ustedes saben que los gobernantes de este mundo tratan a su pueblo con prepotencia y los funcionarios hacen alarde de su autoridad frente a los súbditos. Pero entre ustedes será diferente. El que quiera ser líder entre ustedes deberá ser sirviente, y el que quiera ser el primero entre ustedes deberá ser esclavo de los demás. Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos».
Esto es el Reino al revés. En el mundo se le sirve al “más grande e importante”. Pero en el Reino de Dios, el más grande es el más pequeño. El más importante es que sirve.
Aquí tenemos la esencia de la historia de Marcos: aunque Jesús es de hecho el poderoso Mesías e Hijo de Dios, su papel no era conquistar a los romanos. Era sufrir y morir como pago de rescate por los pecados. Este es un logro mucho mayor que la conquista física. Él proveerá la victoria sobre los últimos enemigos de la humanidad: Satanás, el pecado y la muerte.
Quienes deseen ser sus discípulos deben seguir su camino tomando su propia cruz y siguiéndolo en una vida de servicio abnegado. Viviendo para el reino y para los demás en lugar de vivir para nosotros mismos.
Ver también:
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó a la atención?
- ¿Cómo describirías el Reino de Dios basado en esta lección? ¿Qué hace que esto sea al revés o opuesto a la forma en que vemos el liderazgo hoy en día?
- Lee Marcos 1:14-15. Explica la “Buena Nueva” de la que Jesús está hablando.
- ¿Por qué crees que los primeros discípulos de Jesús eran gente común y no la élite social o religiosa?
- Lee 1 Corintios 1:26-29. ¿Qué dice esto acerca de las personas que Dios llama?
- Lee Marcos 1:18-20. Los discípulos dejaron sus redes. ¿Qué te está llamando Jesús a dejar atrás para seguirlo?
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?
La única autoridad verdadera en el universo
0 Comments
Haz clic aquí para ver el bosquejo del sermón
Puntos de conversación:
- Jesús tiene la última palabra sobre cómo pensamos. Derrumba interminables debates definiendo lo que es verdadero o falso y lo que está bien y lo que está mal. Marcos 1:21-22
- Jesús tiene la última palabra sobre cómo vivimos. Al expulsar un espíritu maligno, demostró que su autoridad debe ser obedecida. Marcos 1:23-28
- Por ahora, elegimos quién llega a influir en nuestras vidas con autoridad. Pero llegará el día en que todos se someterán a la única autoridad verdadera del universo. Filipenses 2:9-11
Hoy estamos estudiando Marcos 1:21-28. El tema de hoy trata de la autoridad. Jesús habló y actuó de manera que demostraron su autoridad absoluta para dictar lo que pensamos y cómo vivimos. Antes de entrar en el tema, déjame preguntarte; ¿cómo respondes a las figuras de autoridad? ¿Quién tiene verdadera autoridad en tu vida?
Algunos dirían que el presidente ya que es la máxima autoridad de una nación (que lo es en el caso de las fuerzas armadas y porque puede declarar guerra contra otro país). Otros dirían que la policía. Y pueda que algunos digan que su pastor o líder religioso.
Entre los jóvenes, pueda que un porcentaje aunque muy pequeño, diga que un maestro. Sin embargo, como esta nuestra generación actual, muchos, aunque no lo reconozcan, tienen a los influencers como la máxima autoridad en sus vidas. Y no es que los jóvenes los ven como figuras de “autoridad” con túnicas y mazos en la mano. Pero si los escuchan, les otorgan autoridad. Ya que basan sus decisiones de como vestir, maquillarse o hablar según lo que diga el influencer del momento.
Más seas joven o adulto, tú eliges quien tiene autoridad en tu vida, por ahora. No siempre será así porque Jesús tiene la ultima palabra en tu vida. Esto lo veremos más adelante en esta lección. Hoy estaremos hablando de la autoridad que Jesús tiene en dos áreas principales de nuestras vidas: la manera en que pensamos y la manera en que vivimos.
Como pensamos
Pensamos que nosotros estamos en control y por lo tanto tenemos la autoridad sobre nuestras vidas, Por lo tanto vivimos de la manera que lo hacemos. No tomamos en cuenta que en realidad solo Jesus tiene la última palabra en nuestras vidas porque él es la máxima autoridad en todo el universo.
En la lectura bíblica de hoy, empezamos leyendo que Jesus entra en una sinagoga en un pueblo llamado Capernaum (v21). Aquí Jesus ya empezó su ministerio, y ha hecho unos milagros. El versículo 21 dice que entró el día de reposo o descanso (día sábado) que era el día que todo Israel tenía que guardar y descansar por mandato de Dios.
En este día no se podía hacer ninguna clase de labor o trabajo. Pero lo que hay que notar es que Jesús estaba enseñando allí, en la sinagoga. La sinagoga es para los judios como la iglesia lo es para los cristianos. No cualquiera podía entrar y enseñar en la sinagoga. La Biblia no nos dice como es que Jesús obtuvo permiso para enseñar allí. Recuerden que Jesús no estudió en un seminario ni fue entrenado como los fariseos. Fue un hombre que durante el primer tercio de su vida fue el hijo de un carpintero. Probablemente él mismo fue un carpintero que hacía sillas y mesas (bueno, no sé si había sillas en su tiempo, pero sí mesas). Luego, a los treinta años, comienza su ministerio. Ahora, este hombre sin educación, desde el punto de vista de los fariseos, de repente está en una sinagoga enseñando como todo un Rabí; un maestro.
Dos cosas sucedieron en la sinagoga esa mañana que establecieron la única persona y ministerio de Jesús. La primera es que Jesus enseña con toda autoridad y la segunda cosa es que libera a un hombre endemoniado. En ambos casos, la palabra clave es “autoridad”, del griego “exousia”. La autoridad y las personas que reconocen la autoridad de Jesús es un tema importante en Marcos. Más importante aún: enfrentarse a su autoridad que es una respuesta subjetiva frente al hecho objetivo de su autoridad ya que algún día toda rodilla se doblará ante él. Jesús habló y actuó de manera que demostraron su autoridad absoluta para dictar lo que pensamos y cómo vivimos.
Como pensamos
Jesús tiene la última palabra sobre cómo pensamos. Derrumba interminables debates definiendo lo que es verdadero o falso y lo que está bien y lo que está mal. Tú mismo puedes tratar de dar mil explicaciones y debatir todos los puntos de vista de la mejor manera posible. Presentar innumerables pruebas, datos, etc, pero al final de todo, Jesus es el único que tiene toda autoridad para definir y decir lo que es verdadero o falso y lo que está bien o lo que está mal y no nosotros. Jesús tiene autoridad sobre nosotros en términos de cómo pensamos debido a su enseñanza del versículo veintidós.
Marcos 1:22 La gente quedó asombrada de su enseñanza, porque lo hacía con verdadera autoridad, algo completamente diferente de lo que hacían los maestros de la ley religiosa.
El primer tipo de autoridad que poseía Jesús tenía toda la razón cuando otros adivinaban. No estaba: “tal vez esto, tal vez aquello” si no “esta es la verdad”, “esta es la manera que es”. Dijo la verdad cuando otros decían falsedades. La gente estaba asombrada de su enseñanza porque enseñó con verdadera autoridad. Esto se diferenciaba de los maestros de la ley religiosa en que ellos daban interminables debates de cosas triviales.
¿De dónde viene la autoridad de Jesús? Ya que no viene solo por el volumen o la pasión con que hablaba. Esta autoridad viene de tres aspectos. Primero, su autoridad se basa en el poder de la creación. Antes de nacer en la humanidad, Jesús hizo todo lo que existe. Si quiero saber cómo funciona algo, la voz más autorizada es la de quien lo creó. Si quiero saber lo que quiere decir un autor, nadie puede hablar con mayor autoridad sobre ese tema que el propio autor.
Segundo, esta autoridad se basa en un conocimiento perfecto o lo que llamamos Conciencia. Jesús, como Dios, lo sabe todo. Cuanto más sepa alguien sobre un tema, más se puede confiar en la perspectiva de tal persona. Esto lo hace merecedor de autoridad. Entonces, ya que Jesús lo sabe todo, él es merecedor de tener toda autoridad.
Tercero, esta autoridad se basa en la perfección moral. Al tratar con cuestiones no solo de conocimiento, sino también de lo correcto e incorrecto, la máxima autoridad es la que mejor encarna lo correcto y comprende lo incorrecto. No le preguntas a un ladrón si está bien o mal robar. Se lo preguntas a alguien con un buen estado moral. ¿Quien más moral que Jesús?
Así que Jesus tenía y tiene toda la autoridad. Él no tuvo que pedirla ni exigirla. Él la tenía y punto. No así como los líderes religiosos de su tiempo. Jesús no tenía que autoproclamarla. Los maestros de la ley tenían una autoridad autoproclamada. Debatieron sin cesar lo que era verdad y recto, pero muchos de ellos actuaron como si sus interpretaciones de la ley de Dios fueran absolutas. Crearon todo tipo de reglas y regulaciones para aplicar la ley de Dios en la vida diaria. El problema con esto fue que elevaron sus propias interpretaciones al nivel de la Palabra de Dios.
Del mismo modo, hoy en día, muchos maestros hablan con gran autoridad, pero es una autoridad que no tienen. No escuches solo porque alguien habla con valentía o en voz alta. Escucha porque alguien habla conforme a la Biblia. Jesús habló con autoridad porque él era el Mesías. Como dice en Mateo 28, su autoridad le fue dada por Dios Padre. Por el contrario, cualquier autoridad que tengamos hoy para hablar de cualquier cosa se deriva en última instancia de la palabra de Dios, la Biblia.
Jesús merece tener la última palabra sobre lo que pensamos ya que enseña con autoridad. Por lo tanto, como ya dijimos, tiene derecho a definir lo que es verdadero o falso y lo correcto o lo incorrecto.
La pregunta que todos enfrentamos personalmente es la misma pregunta que enfrentan las personas cuando lo conocen y lo escuchan. “¿Aceptaré su autoridad para definir lo que es verdad y lo que es correcto? O ¿insistiré en mantener ese derecho para mí? ¿Me rendiré a su autoridad? ¿Mis opiniones y perspectivas cambiarán debido a lo que dice Jesús?
Un ejemplo práctico para saber si te has rendido a la autoridad de Jesus es contestar la siguiente pregunta si estás casado: ¿respeto a mi esposa y la trato con amor y delicadeza porque la Biblia me dice que la debo tratar como vaso más frágil y dar mi vida por ella como hizo Jesús por Su iglesia? Si tu respuesta es no, entonces es tiempo que sueltes esos pensamientos machistas que están en ti. Deja que la autoridad de Jesus tome control sobre tus pensamientos.
La autoridad comienza con las ideas, pero termina con la acción. Nota que cómo piensas conduce a cómo vives. Jesús también tiene la última palabra al respecto. No solo a quién escuchas si no a como actúas.
Cómo vivimos
Jesús tiene la última palabra sobre cómo vivimos. Al expulsar un espíritu maligno, demostró que su autoridad debe ser obedecida.
Marcos 1:23-24 De pronto, un hombre en la sinagoga, que estaba poseído por un espíritu maligno, gritó: «¿Por qué te entrometes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? ¡Yo sé quién eres: el Santo de Dios!».
Como hablamos en la serie “Guerra espiritual”, hay un mundo invisible espiritual. Este mundo espiritual no es siempre reconocido en nuestra cultura actual. Para muchos, todo lo que existe es lo que podemos ver y tocar. Sin embargo, en cierto modo, la cultura popular entiende que hay cosas que no pueden ser entendidas ni explicadas por la ciencia o la tecnología, si no mira la popularidad de las películas de terror.
En la Biblia se les llama: espíritus malignos; espíritus inmundos; espíritus demoníacos; o solo demonios. Los demonios saben quién es Jesús: el Santo de Dios. Saben que su misión es derrotarlos. La perspectiva bíblica es que los espíritus demoníacos pueden tomar hasta cierto punto control de los seres humanos. La forma más común de hablar de esto es decir que este hombre “estaba poseído por un espíritu maligno”. El versículo 23 simplemente (literalmente) dice: “un hombre en la sinagoga, que estaba poseído por un espíritu maligno”.
La traducción al español es un intento de desempacar lo que significa “por un espíritu maligno” o impuro como dicen otras versiones. Puedes ver en el versículo 25 que en cierto sentido, el demonio estaba “en” el hombre o sea dentro de él. En el versículo 26 leemos que el demonio ejercía una especie de poder inhumano sobre la voz y el cuerpo del hombre. Es por eso que la palabra “poseído” se ha vuelto de uso común.
La Biblia también usa la palabra “endemoniado” para describir lo mismo. Nuevamente, esto puede ser muy difícil de aceptar para las personas modernas y seculares. Pero este tipo de fenómenos no son desconocidos en la América secular. Ciertamente no es raro en los países del tercer mundo. Existen muchos ejemplos documentados de todo el mundo de personas demonizadas de esta manera.
No sabemos cómo o por qué una persona es poseída por un espíritu maligno. La Biblia no lo dice. Esa es un área en la que muchos maestros hablan con gran autoridad, pero van mucho más allá de lo que la Biblia realmente dice.
Cuando observamos cómo la Biblia describe la actividad demoníaca, puede parecerse a algunas expresiones de enfermedades mentales. No conozco el límite entre las dos. Sí creo, solo mi opinión, que los seres espirituales malvados pueden aprovechar la enfermedad mental para aumentar el sufrimiento humano. Pero no creo que puedas mirar la enfermedad mental y simplemente asumir que es demoníaca y que puede solucionarse con soluciones espirituales. Creo que hacerlo sería una simplificación excesiva. El cerebro y/o la mente es complejo. Hay tantas cosas que no entendemos. Pero la demonización es algo real al igual que la enfermedad mental es algo real.
También creo, por todos los casos la Biblia de posesión demoníaca que una persona que ha aceptado verdaderamente a Jesús como su Señor y Salvador, y que tiene al Espíritu Santo no puede ser poseído por un demonio. Cuando aceptamos a Jesús, el Espíritu Santo nos sella y vive dentro de nosotros y ¡dónde está el Espíritu de Dios hay libertad!
Regresemos a la historia para ver como actúa Jesús en respuesta del hombre endemoniado.
Marcos 1:25-26 Pero Jesús lo reprendió: «¡Cállate!—le ordenó—. ¡Sal de este hombre!». En ese mismo momento, el espíritu maligno soltó un alarido, le causó convulsiones al hombre y luego salió de él.
Aparentemente, el demonio no quería dejar a este hombre. Luchó contra el mandato de Jesús. Pero no tuvo elección. La lucha fue intensa pero breve. El espíritu gritó (a través de la voz y cuerdas vocales del hombre). Hizo que el hombre convulsionara. Pero él no iba a ganar. Si te preocupa el poder de los espíritus malignos, que sí tienen poder basado en lo que vemos en el Nuevo Testamento. Sin embargo, se puede ver aquí que Jesús es más poderoso. Una y otra vez en el evangelio de Marcos Jesús demuestra su poder sobre las fuerzas del mal. La Biblia promete a los seguidores de Jesús: “…el Espíritu que vive en ustedes es más poderoso que el espíritu que vive en el mundo.” (1 Juan 4:10) ¡Así que no vivas con miedo! Al expulsar un espíritu maligno, Jesús demostró que su autoridad debe ser obedecida.
Mira cómo la gente en la sinagoga ese día respondió a lo que Jesús acaba de hacer.
Marcos 1:27-28 El asombro se apoderó de la gente, y todos comenzaron a hablar de lo que había ocurrido. «¿Qué clase de enseñanza nueva es esta?—se preguntaban con emoción—. ¡Tiene tanta autoridad! ¡Hasta los espíritus malignos obedecen sus órdenes!». Las noticias acerca de Jesús corrieron velozmente por toda la región de Galilea.
¡El asombro se apoderó de ellos! Quizás este hombre había estado viniendo a esa sinagoga durante años, buscando ayuda. Nadie había podido hacer nada para liberarlo. Los maestros de la ley judía no pudieron hacer nada para aliviarlo. Los líderes religiosos y los expertos no pudieron liberarlo de esta terrible condición. ¡Pero Jesús pudo! ¡Y lo hizo!
¡Eso hizo que la gente hablara! No solo allí en la sinagoga ese día, sino por todos los alrededores. Capernaum era la principal ciudad de Galilea. Cuando pasaba algo allí, el boca a boca lo llevaba a todos los alrededores.
El punto es que Jesus demostró claramente su autoridad sobre la manera en que vivimos al echar fuera un demonio de un hombre endemoniado. Demostró visiblemente su autoridad sobre todas las fuerzas y poderes espirituales. Esto está estrechamente relacionado con el primer tipo de autoridad del que hablamos al principio de que Jesús tiene autoridad para decirnos qué es verdad y qué es correcto.
Puedes ver que la gente reconoció la conexión: “La enseñanza de Jesús tiene tanta autoridad que incluso los espíritus malignos obedecen sus órdenes”. Esta es la autoridad para mandar y estar al mando. Es el poder de una persona cuya voluntad y mandatos deben ser sometidos y obedecidos por otros. Sin dudar. Sin cuestionar. Punto.
La última palabra
Por ahora, elegimos quién llega a influir en nuestras vidas con autoridad. Pero llegará el día en que todos se someterán a la única autoridad verdadera del universo. Entonces, ¿quién tiene la última palabra en tu vida? No es subjetivo en última instancia o sea que no se basa en nuestros sentimientos o pensamientos. El espíritu maligno no tuvo elección. Jesús habló, él obedeció. Punto.
¿Qué pasa con nosotros? ¿Qué pasa si ignoras lo que dice Jesús? Bueno, en primer lugar, traes caos y pérdida a tu vida. ¿Alguna vez usaste un producto de una manera para la que no fue diseñado? De seguro no te funcionó muy bien, ¿verdad? Es posible que hayas hecho algo de daño. Lo mismo en la vida.
Jesús sabe cómo se supone que funciona el mundo porque él lo creó. Ignorar lo que dice: simplemente no va a funcionar tan bien. Un ejemplo de esto es la revolución sexual. Este movimiento eliminó los límites de Dios sobre la sexualidad. ¡Cuánto daño se ha introducido en la vida de las personas como resultado! Mujeres jóvenes utilizadas y rechazadas. Hogares sin padres. Millones de embarazos no planificados. Abortos. Madres solteras sufriendo. Enfermedades de transmisión sexual. Angustia, etc.
En segundo lugar, cuando ignoramos la autoridad de Jesús en tu vida pones en peligro tu destino eterno. No estás bien con Dios haciendo todas las cosas correctas. Si no al confiar en lo que Jesús hizo para pagar por tus pecados en la cruz. Sin embargo, una parte clave de aceptar su provisión por nuestro pecado es que dejamos de dirigir nuestra propia vida para dejar que él se haga cargo.
Realmente no puedes tener una relación con él sin darle ese lugar central en tu corazón y tu vida. Nadie puede decir: quiero lo que Jesús hará por mí, pero no quiero lo que él me dice. Tu eliges quien tiene autoridad en tu vida. Por ahora. Pero llegará el día en que todos se someterán a la única autoridad real y verdadera del universo. Ante él, como dice Filipenses, toda rodilla se doblara y toda lengua confesará su autoridad:
Filipenses 2:9-11 (NTV) Por lo tanto, Dios lo elevó al lugar de máximo honor y le dio el nombre que está por encima de todos los demás nombres para que, ante el nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua declare que Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios Padre.
Jesús merece tener la última palabra sobre como pensamos y como vivimos. No solo sobre los demonios. ¡Él tiene toda la autoridad sobre absolutamente todo!
Mateo 28:18 (NTV) Jesús se acercó y dijo a sus discípulos: «Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.
Por eso se le llama “Señor”. Una vez más te insto a que te hagas las siguientes preguntas: ¿Aceptaré su autoridad para definir lo que debo hacer o no hacer? o ¿insistiré en mantener ese derecho para mí? ¿Me rendiré a su autoridad y le obedeceré? o ¿ignoraré pasivamente o me revelaré activamente contra lo que Jesús ordena?
Ver también:
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó a la atención?
- ¿Cuántas figuras de autoridad tienes en tu vida? Enuméralas de mayor a menor importancia.
- ¿Crees que las personas que te influencian realmente tienen alguna autoridad en tu vida? ¿Por qué o por qué no?
- Lee Marcos 1:21-22. ¿Qué tipo de enseñanza está autorizada para ti? ¿Por qué vale la pena escuchar a Jesús?
- Lee Marcos 1:23-28. ¿Por qué crees que este hombre estaba poseído por un demonio? ¿Por qué el espíritu maligno tendría que obedecer a Jesús?
- ¿Cuáles son algunas consecuencias de no escuchar y obedecer los mandamientos de Jesús?
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?
Jesús nos comprende
0 Comments
Haz clic aquí para ver el bosquejo del mensaje
Puntos de conversación:
- El bautismo de Jesús fue significativo en al menos 3 maneras: declaró el comienzo de su ministerio público, lo afirmó como la segunda persona de la Trinidad y mostró su voluntad de identificarse con la humanidad. Marcos 1:9-11
- La tentación en el desierto fue la oportunidad de Jesús para derrotar a Satanás desde el principio. Donde la humanidad fracasó, Jesús salió victorioso. Marcos 1:12-13
- Ya que Jesús hizo tanto para ser como nosotros, debemos responder confiando en Él. No hay mejor momento que ahora para arrepentirse y creer. Marcos 1:14-15
A través de toda esta lección, quiero que medites en esta respuesta clave: Puedes volverte a Jesús y confiar en él porque te conoce a ti y a tus necesidades.
En la lección de hoy nos enfocaremos en Marcos 1:9-15. Veremos que Jesús nos comprende y que para ser nuestro Salvador, Jesús se convirtió verdadera y completamente en uno de nosotros. También hablaremos sobre su bautismo y su tentación. Luego a qué nos lleva todo eso cuando se trata de nuestra salvación, o sea, cual debe ser nuestra respuesta a Jesus.
Su bautismo
Marcos narra su bautismo de la siguiente manera:
Marcos 1:9-11 Cierto día, Jesús llegó de Nazaret de Galilea, y Juan lo bautizó en el río Jordán. Cuando Jesús salió del agua, vio que el cielo se abría y el Espíritu Santo descendía sobre él como una paloma. Y una voz dijo desde el cielo: «Tú eres mi Hijo muy amado y me das gran gozo».
En la segunda lección de esta serie analizamos la práctica del bautismo de Juan el Bautista. Y no, no se le llamaba el Bautista porque pertenecía a tal denominación, sino porque su “trabajo” era bautizar. Juan llamaba al bautismo, pero ¿para qué era? Para arrepentirse y volverse a Dios. Yendo más lejos, ¿qué es realmente el bautismo? El bautismo en sí no salva. Es una señal de obediencia. Es un símbolo de morir a nuestra vieja manera al sumergirnos en el agua y a resucitar a nueva vida al salir del agua.
Así que un día, entre todas las multitudes que salían para recibir el bautismo de Juan → Jesús apareció. ¿Necesitaba Jesús arrepentirse y volverse a Dios? (4). No, la Biblia dice que estaba sin pecado. Entonces, ¿por qué se bautizó?
El bautismo de Jesús fue significativo en al menos 3 maneras. Primero, declaró el comienzo de su ministerio público. Ten en cuenta que este es su primer acto público. Hasta ese momento no se había dado a conocer en gran escala. Además, ten en cuenta las señales celestiales que lo acompañaron para poner el sello de aprobación de Dios sobre Jesús. Cuando Juan lo bautiza, se oye una voz del cielo donde el Padre Dios está de acuerdo y añade al testimonio de Juan sobre Jesús.
El Padre declara que se complace en su Hijo Amado. Y esto es, porque a pesar de que Jesús no tenía pecado, se bautizó. El lo hizo para mostrar obediencia al Padre. Jesús siempre hizo y dijo lo que el Padre le llevó a hacer y a decir. En Juan 8:29 Jesus dice: “ …Pues siempre hago lo que a él (el Padre) le agrada».”
Segundo, el bautismo de Jesus fue significativo porque lo afirmó como la segunda persona de la Trinidad Por cierto, el bautismo de Jesús revela la naturaleza trina de Dios. Aunque era plenamente humano, seguía siendo plenamente Dios → 2ª persona de la Trinidad. Al momento que Jesus se bautiza lo vemos a los tres en acción: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Vemos a Jesús bautizándose, al Padre hablando desde el cielo, y al Espíritu Santo descendiendo en forma de paloma. Aunque la palabra Trinidad no se encuentra escrita en la Biblia, si claramente vemos que Dios es tres personas y de allí sale la palabra Trinidad.
La tercera razón por la que el bautismo de Jesús es significativo es porque mostró su voluntad de identificarse con la humanidad.
El bautismo revela su verdadera humanidad. No solo parecía ser humano , lo era. Jesús entró de lleno en nuestra realidad. Pablo le dice lo siguiente con respecto a la humanidad de Jesús:
Hebreos 2:14 Debido a que los hijos de Dios son seres humanos—hechos de carne y sangre—el Hijo también se hizo de carne y sangre. ….
Se hizo de carne y sangre hasta el punto de ser bautizado, aunque no tenía nada de qué arrepentirse. ¡Espero que te des cuenta de lo maravilloso que es Jesús! Verdaderamente digno de nuestra atención: totalmente Dios, pero verdaderamente uno de nosotros.
Jesús se bautizó para mostrar su obediencia. Este hecho nos enseña que ¡hay que bautizarse! Cuando dejas a tu yo a un lado para seguir a Jesús hay que bautizarse como muestra de ello. El bautismo no nos salva, pero es una forma de identificarnos con Jesús así como él se ha identificado con nosotros.
Romanos 6:3-4 ¿O acaso olvidaron que, cuando fuimos unidos a Cristo Jesús en el bautismo, nos unimos a él en su muerte? Pues hemos muerto y fuimos sepultados con Cristo mediante el bautismo; y tal como Cristo fue levantado de los muertos por el poder glorioso del Padre, ahora nosotros también podemos vivir una vida nueva.
Jesús se identificó con la humanidad al ser bautizado aun cuando no lo necesitaba. Ahora nos identificamos con Jesús al ser bautizados en su nombre
Su Tentación
La tentación en el desierto fue la oportunidad de Jesús para derrotar a Satanás desde el principio. Donde la humanidad fracasó, Jesús salió victorioso.
Marcos 1:12-13 Luego el Espíritu lo impulsó a ir al desierto, donde Jesús fue tentado por Satanás durante cuarenta días. Estaba a la intemperie entre los animales salvajes, y los ángeles lo cuidaban.
En la lección pasada también vimos el significado del desierto. Al oír la palabra desierto, muchos pensamos en Israel rodando en el desierto del Sinaí. Y es que los 40 días de Jesús en el desierto nos recuerdan los 40 años que Israel pasó allí.
Esto señala a Jesús quien se estaba identificando con la humanidad caída. A diferencia de Israel que falló su prueba en el desierto, Jesús la pasó. Ten en cuenta la meta de la tentación de Satanás: traer a todos al pecado. Satanás trae tentación para que elijas algo que se ve bien o se siente bien versus lo que Dios dice que está bien. Si te has leído Genesis, notaras que Satanás comenzó muy al principio con Adán y Eva. Si Jesús no pasaba esta prueba, toda la humanidad estaría perdida en su pecado.
El plan del diablo era sacarlo de la jugada antes de que comenzara su ministerio. ¡Él también nos hace esto a nosotros! Para nuestro beneficio, Jesús es más grande que Israel y cumple todo lo que Dios deseaba de Israel. Donde nosotros fallamos ante Dios, Jesús tiene éxito. Donde nos equivocamos, Jesús lo hace perfectamente.
Por eso es que Jesús está calificado para ser nuestro Salvador. Podemos confiar en él para que nos represente ante Dios. Aquí es donde esto se vuelve práctico. Es un gran consuelo saber que Jesús ha sido probado y tentado de la misma manera que nosotros, por lo que comprende nuestras debilidades. Pablo lo dice de la siguiente manera:
Hebreos 4:15-16 Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, él nunca pecó. Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.
En otras palabras, podemos y debemos acudir a Jesús en busca de ayuda cuando enfrentamos la tentación. No es como que el, por ser Dios, nos juzgara por ser débiles. Al contrario, por haber sido hombre cuando vino a esta tierra, y por haber sido tentado, nos comprende. Pero no solo nos comprende, si no que nos da su ayuda.
Volviendo a Jesus en el desierto, vemos que aquí está pasando otra cosa: Dios estaba preparando a Jesús para su obra. El versículo 12 dice que El Espíritu lo impulsó a ir al desierto. O sea que ¡fue idea de Dios! Y esto fue que debido a que Jesús era completamente humano paso por lo que nosotros pasamos. Tambien nos da a entender que los atributos divinos de Jesus, hasta cierto punto, estaban limitados. Esto era porque su cuerpo humano no podía sostener tanto poder ni divinidad. También, porque Jesus mismo no se aferró a su estado divino. Leamos:
Filipenses 2:6-8 (NTV) Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales.
Pongámonos un poco teológicos por un momento. La ilustración aquí de kenosis (Filipenses 2) es la de un oficial romano quitándose su placa o insignia de rango antes de entrar en batalla. Y eso es lo que hizo Jesús. Él vino a pelear la Guerra por la salvación de la humanidad. Así, que como el Manda mas de los ejércitos celestiales, se quitó su rango de Dios, y se hizo hombre.
Ahora, al conocer a este Jesús que nos comprende por haber vivido en carne propia lo que nosotros vivimos sólo nos queda una cosa por hacer. Y es responder de acuerdo a lo que Jesus ha hecho. ¿Cómo podemos responder a un Dios que nos comprende?
Nuestra Respuesta
Ya que Jesús hizo tanto para ser como nosotros, debemos responder confiando en Él. No hay mejor momento que ahora para arrepentirse y creer.
Marcos 1:14-15 NTV Más tarde, después del arresto de Juan, Jesús entró en Galilea, donde predicó la Buena Noticia de Dios. «¡Por fin ha llegado el tiempo prometido por Dios!—anunciaba—. ¡El reino de Dios está cerca! ¡Arrepiéntanse de sus pecados y crean la Buena Noticia!»
El mensaje de Jesús fue “la Buena Noticia de Dios”. No lo vimos venir, pero él puede ser nuestro Salvador ahora. Ya sabemos que se convirtió en uno de nosotros y nos trajo la salvación. Esa es la Buena Noticia. ¿Quién no necesita buenas noticias?
Hebreos 2:14-15 (NTV) Debido a que los hijos de Dios son seres humanos—hechos de carne y sangre—el Hijo también se hizo de carne y sangre. Pues solo como ser humano podía morir y solo mediante la muerte podía quebrantar el poder del diablo, quien tenía el poder sobre la muerte. Únicamente de esa manera el Hijo podía libertar a todos los que vivían esclavizados por temor a la muerte.
Pablo, aquí en Hebreos, nos dice que solo haciéndose hombre, Jesús podía morir y vencer así el poder de la muerte y el diablo. Trayendo así, a través de su resurrección, la salvación por nuestros pecados. Esta es la Buena Noticia.
“Por fin ha llegado el tiempo prometido por Dios” Dios había estado preparando el camino; de eso se ocupó Juan. Y Dios cumple sus promesas. “El tiempo” aquí no es tiempo cronológico. Sino que se refiere a una temporada de oportunidad que se abre. Podríamos decir: “Este es tu momento.” O “Aprovecha el momento”
En otras palabras: la gente no tiene que esperar más para la salvación. Ahora es el momento de tomar una decisión. La buena noticia es que el reino de Dios está cerca. Hablaremos más sobre esto en la próxima lección. Por hoy, tu respuesta debe ser: arrepentirte, creer y confiar en Jesús
¡Tenemos motivos para tener esperanza! No esperes más para responder a Jesús. No tienes que hacerlo. Tu temporada de oportunidad es ahora.
Ver también:
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó a la atención?
- Lee Marcos 1:9-11. Discute el significado del bautismo de Jesús.
- ¿Cuándo debes bautizar a una persona y por qué? ¿Lo has hecho?
- Lee Marcos 1:12-13. ¿Cómo luchó Jesús contra la tentación de Satanás? ¿Tenemos los mismos recursos disponibles para nosotros? Explica.
- Lee Mateo 4:1-11. ¿Qué información adicional se da aquí sobre la batalla de Jesús con la tentación? ¿Qué podemos aprender de eso?
- ¿Por qué confiar en Jesús es un asunto urgente? Haz una lista de las razones.
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?