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Estoy demasiado lejos del alcance de Dios
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La semana pasada vimos el primer tema de la serie: Dios es un aguafiestas. Exploramos la mentira creíble de que Dios no quiere que te diviertas y por eso todas las reglas y regulaciones. Empero, la verdad es que desde el principio, Dios creó todo para nuestro bien. Nos dio abundancia y provisión pero también límites. Adán y Eva pasaron de confiar en la definición de Dios del bien a decidir lo bueno para sí mismos. Y el resultado NO FUE BUENO, resultó en vergüenza.
Esto nos lleva al tema de hoy. Tal vez sientas una profunda vergüenza por tu pecado. La Biblia tiene algo que decir sobre eso. Hoy vamos a confrontar una mentira que parece creíble: “Estoy demasiado lejos del alcance de Dios.” Quizás pienses: “Si supiera dónde he estado, lo que he hecho… Dios nunca me querría.” Ese pensamiento parece razonable. Lo he escuchado muchas veces en el ministerio. Personas que creen que Dios no puede perdonarlas por sus errores pasados, por haber cruzado un límite, por sus adicciones —ya sea a las drogas, al alcohol, a la pornografía— o incluso por lo que otros les han hecho, como el abuso de un familiar.
Pero la verdad honesta de Dios es esta: nadie está demasiado lejos de su alcance. Ni el asesino más cruel, ni el adúltero, ni el fornicario. Hoy veremos dos historias bíblicas que lo demuestran. Solo tendremos tiempo para dos ejemplos, pero hay cientos. Este es un tema que atraviesa toda la Escritura, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Elegiremos una historia representativa de cada uno, porque Dios es el mismo en ambos, y su corazón siempre ha estado a favor de la gente.
En ambas historias, presta atención a dos cosas: lo que hicieron mal —y créeme, es peor que lo tuyo— y lo que hicieron bien para volver a Dios y ser aceptados por Él. La primera historia está en el libro de Jonás, en el Antiguo Testamento, y trata de los ninivitas.
Jonás 1:1-2 (NTV) 1 El Señor le dio el siguiente mensaje a Jonás, hijo de Amitai: 2 «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive. Pronuncia mi juicio contra ella, porque he visto lo perversa que es su gente».
En tiempos de Jonás, Nínive era una de las ciudades más importantes del Imperio asirio. Asiria era temida por su poder militar y su crueldad. Gobernaban mediante el terror, y otras naciones los veían como opresores despiadados. Los registros históricos muestran prácticas brutales: desollaban vivos a los cautivos, amontonaban cabezas enemigas como trofeos, empalaban prisioneros. La injusticia era evidente y provocaba indignación.
Además, los ninivitas adoraban a dioses falsos, especialmente a Ishtar, diosa del amor y la guerra. Tenían templos dedicados a ella, practicaban la prostitución ritual y la idolatría. Arqueólogos han encontrado santuarios al aire libre y figuras de Ishtar en hogares. Incluso se realizaban sacrificios de niños en ese entorno pagano. Este es el contexto del libro de Jonás. Y la pregunta es inevitable: ¿estaban los ninivitas demasiado lejos del alcance de Dios? A simple vista, sí. Pero aquí viene la parte que quizás te hayas perdido.
Jonás 3:4 (NTV) El día que Jonás entró en la ciudad, proclamó a la multitud: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida».
Tal vez ese sea el único mensaje que hayas escuchado sobre Dios: juicio, condena, destrucción. Que Él está en tu contra. Que esta vez sí que te pasaste. Que nunca aceptaría a alguien como tú. Pero todo eso forma parte de la mentira creíble. Y muchos se la han tragado por completo.
Jonás 3:5,10 (NTV) 5 Entonces la gente de Nínive creyó el mensaje de Dios y desde el más importante hasta el menos importante declararon ayuno y se vistieron de tela áspera en señal de remordimiento. 10 Cuando Dios vio lo que habían hecho y cómo habían abandonado sus malos caminos, cambió de parecer y no llevó a cabo la destrucción con que los había amenazado.
¿¡Qué!? Ese es el giro inesperado. Dios perdonó a Nínive. Increíble. Estaban perdidos, lejos, más allá de toda esperanza. Y sin embargo, Dios los perdonó. La reacción de Jonás lo dice todo.
Jonás 4:1-2a (NTV) Este cambio de planes molestó mucho a Jonás y se enfureció. 2 Entonces le reclamó al Señor: —Señor, ¿no te dije antes de salir de casa que tú harías precisamente esto?
Jonás sabía que Dios es el Dios de segundas oportunidades. Lo sabía desde el principio. Dios le dio a Jonás una segunda oportunidad. Y ahora se la da a Nínive, la ciudad malvada.
Jonás 4:2b (NTV) ¡Por eso hui a Tarsis! Sabía que tú eres un Dios misericordioso y compasivo, lento para enojarte y lleno de amor inagotable. Estás dispuesto a perdonar y no destruir a la gente.
Esta es la verdadera imagen del Dios del Antiguo Testamento. Su carácter misericordioso se repite en Éxodo 34:6-7, Números 14:18, Nehemías 9:17, Salmos 86:15, 103:8, 145:8, Joel 2:13. Y también en el Nuevo Testamento, especialmente en este versículo:
2 Pedro 3:9 (NTV) En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan.
Ese es el camino de regreso a Dios. Funcionó para Nínive. Y funciona también en otra historia: la del hijo pródigo.
Lucas 15:11-12 (NTV) 11 Para ilustrar mejor esa enseñanza, Jesús les contó la siguiente historia: «Un hombre tenía dos hijos. 12 El hijo menor le dijo al padre: “Quiero la parte de mi herencia ahora, antes de que mueras”. Entonces el padre accedió a dividir sus bienes entre sus dos hijos.
Esta petición era una ofensa grave. En la cultura judía, pedir la herencia en vida era como declarar muerto al padre. El hijo menor avergonzó públicamente a su familia. Estaba perdido, demasiado lejos del perdón de Dios. Pero la historia empeora.
Lucas 15:13 (NTV) 13 »Pocos días después, el hijo menor empacó sus pertenencias y se mudó a una tierra distante, donde derrochó todo su dinero en una vida desenfrenada.
Se fue lejos. Vivió desenfrenadamente. Terminó comiendo con los cerdos, lo cual era impuro según la ley. Esta parábola es para ti, si te sientes perdido por tus errores o por lo que otros te han hecho. Jesús la contó para demostrar algo.
Lucas 15:17-19 (NTV) 17 »Cuando finalmente entró en razón, se dijo a sí mismo: “En casa, hasta los jornaleros tienen comida de sobra, ¡y aquí estoy yo, muriéndome de hambre! 18 Volveré a la casa de mi padre y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de que me llamen tu hijo. Te ruego que me contrates como jornalero’”.
El hijo se sentía indigno. Tal vez tú también. Pero regresó. Confió en la bondad de su padre. Estaba listo para una nueva relación, bajo los términos del padre. Pensó que sería un sirviente. Pero aquí viene el giro sorprendente.
Lucas 15:20 (NTV) »Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó.
La historia termina con una fiesta. El padre lo recibe como hijo, no como siervo. En las palabras de Jonás: “Sabía que tú eres un Dios misericordioso y compasivo, lento para enojarte y lleno de amor inagotable. Estás dispuesto a perdonar y no destruir a la gente.”
El Dios de Jonás es el Dios del hijo pródigo. Y es el mismo Dios de hoy. Ya no creas a la mentira creíble. Cree en la verdad honesta de Dios: nadie está demasiado lejos de su alcance. Los ninivitas no lo estuvieron, a pesar de su vida sin Dios. El hijo pródigo no lo estuvo, a pesar de sus vergonzosas acciones. Y tú tampoco lo estás.
No hay nada que hayas hecho que pueda descalificarte del amor de Dios. Él está mirando, esperando que tomes tu decisión. Y aquí está esa decisión: volver a Dios, ser aceptado por Él.
Este llamado es tanto para ti que te has alejado de Dios, como para ti que nunca lo has aceptado como tu Señor y Salvador. Tanto los ninivitas como el hijo pródigo lo hicieron. Ellos se volvieron a Dios, admitieron su pecado, se arrepintieron y se sometieron a Él.
Dios no te ha dado la espalda. Él te espera con los brazos abiertos. Jesús ya pagó el precio. Solo falta que digas “si”.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
Mentira creíble: Dios es un aguafiestas
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Puntos de conversación:
- La primera acción de Dios hacia la humanidad fue bendecir, no restringir. Génesis 1:28-30
- El Edén revela la provisión de Dios: familia, alimento, trabajo con propósito y un entorno seguro. Génesis 2:15
- El límite que Dios puso en el Edén no fue para matar el gozo, sino para protegerlo. Génesis 2:16-17
- La serpiente torció la generosidad de Dios en una aparente restricción, sembrando duda sobre Su bondad. Génesis 3:1-5
- Eva redefinió lo “bueno” fuera de Dios, lo que llevó a la vergüenza en lugar de gozo. Génesis 3:6-7
- La verdad de Dios: el gozo y la satisfacción se encuentran en Su provisión y dentro de Sus límites.
Todos las hemos escuchado. Son esas frasecitas que suenan sabias, reconfortantes o incluso espirituales pero no son verdaderas. En esta serie, descubriremos algunas de las mentiras más comunes y creíbles que la gente acepta sobre Dios, la vida y la fe.
Al principio parecen correctas, pero cuando profundizas, te das cuenta de que pueden llevarte en la dirección equivocada. Algunas de esas mentiras que parecen creíbles son: “Dios es un aguafiestas”, “Estoy demasiado lejos del alcance de Dios” o “Dios ha muerto”
Hoy, abrimos esta serie con la primera mentira que muchos creen acerca de Dios. Esta mentira creíble es “Dios es un aguafiestas”. Esta es una de las mentiras más antiguas y persistentes. Muchos creen que Dios está en contra de nuestra felicidad. No quiere que se diviertan, y por eso existen tantas reglas y restricciones.Que el cristianismo es una camisa de fuerza, llena de reglas diseñadas para reprimir el gozo. Pero si volvemos al principio de la historia bíblica, descubrimos algo muy diferente.
Así que vayamos al Génesis. Es el lugar natural para comenzar, porque fue la primera mentira dada. Deja te explico. En Génesis 1 y 2, Dios hizo todo para el bien de la humanidad, es decir, para su gozo. Dios creó todo el mundo en los primeros cinco días, en anticipación al sexto día, cuando creó a la humanidad. Todo esto fue para ellos, para su bien.
Génesis 1:28-29 (NTV) Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo».
Aquí leemos que Dios los bendijo. Fue lo primero que hizo Dios después de crear a los humanos. ¡Piénsalo! Dios estaba a favor de ellos. Te digo porque. Primero, porque les dijo: “Sean fructíferos y multiplíquense”. Dios quería que tuvieran hijos. Las familias son una bendición. Medita en ESO. Segundo, les dio propósito, autoridad, provisión y libertad. El mandato de “llenar la tierra y gobiernen sobre ella” no era una carga, sino una invitación a participar en su obra. La creación misma fue diseñada para el florecimiento humano. La tierra fue creada para los humanos. Luego Dios les dijo que la llenaran con ese propósito, para que todos pudieran disfrutar de su provisión.
Algo interesante con respecto a “gobiernen sobre ella”. Aquí empezó el gobierno familiar. Luego se extendió al gobierno civil. Todo parte del plan de Dios para bendecir a la humanidad.
Por último, cuando les dice “Reinen sobre… todos los animales”, Dios les está dando a los humanos se les dio autoridad incluso sobre el reino animal. Esto es parte de lo que significa ser hechos “a imagen de Dios”. Nosotros también podemos gobernar.
El punto es que todo lo que hizo Dios fue para nuestro bien, para el florecimiento humano. Pero aún hay más.
Génesis 1:29 (NTV) Entonces Dios dijo: «¡Miren! Les he dado todas las plantas con semilla que hay sobre la tierra y todos los árboles frutales para que les sirvan de alimento.
En este versículo vemos la provisión generosa de alimento por parte de Dios. Es interesante ver que no se menciona el consumo de carne hasta después del diluvio (Génesis 9:3). Esto sugiere que la visión original era pacífica y no violenta. Era de una vida alimentándose de vegetación, no unos de otros.
Otro dato interesante es que las semillas representan provisión continua. Los humanos no solo consumen, sino que son administradores que aseguran que la creación siga produciendo. Resuena con el mandato anterior de “gobernar” y “someter” la tierra (v. 28), lo cual no es explotación sino administración sabia.
Génesis 2:15 (NTV) El Señor Dios puso al hombre en el jardín de Edén para que se ocupara de él y lo custodiara;
El nombre “Edén” proviene de גן עדן (Gan Eden); una raíz que significa “deleite” o “placer”. El significado de jardín proviene de la raíz de “recinto, lugar protegido”. El “Jardín del Edén” era literalmente un “lugar protegido de placer”. Dios no creó una prisión, sino un paraíso. Les dio un entorno seguro, trabajo significativo, comida abundante y compañía. Esto muestra la provisión de Dios como un padre amoroso. Detente y pregúntate ahora: ¿Está describiendo esto a un Dios bueno o a un aguafiestas? ¡No! ¡Obviamente todo era bueno! ¿Qué más se puede pedir?
En serio, detente y piensa en eso. ¿Estaría satisfecha la persona promedio con un hogar seguro, trabajo significativo, comida en la mesa, una familia unida? ¡Por supuesto que sí! Pero aquí está lo que abrió la puerta a la mentira de que Dios es un aguafiestas y que no quiere que disfrutemos y seamos felices.
Génesis 2:16-17 (NTV) 16 pero el Señor Dios le advirtió: «Puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol del huerto, 17 excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de su fruto, sin duda morirás».
Este no es realmente el primer mandamiento en la Biblia. En Génesis 1:3 y siguientes, Dios dice cosas como “Que haya luz”. Esos son decretos creativos. Lo que quiere decir es que el habla de Dios llama a la realidad a existir. Los teólogos a menudo distinguen estos como mandamientos fiat del latín fiat lux, “que haya luz”. Nota que una moneda fiat funciona igual. Tiene valor porque el gobierno lo decreta. La gente la acepta no por su sustancia física sino porque la autoridad del estado declara: “Esto es dinero”.
Luego tienes mandatos a la creación misma como “Que la tierra produzca vegetación” (1:11) y “Que las aguas se llenen de seres vivientes” (1:20). La creación no podía evitar obedecer.
También hay mandatos a los seres vivientes. Mandatos como “Sean fructíferos y multiplíquense”. Este es dado a los animales, aves, peces y humanos.
En Génesis 2:16-17 es el primer mandamiento moral. Dos formas de responder a este primer mandamiento moral. La primera manera es con confianza y sumisión. En este caso uno dice “¡Dios sabe lo que es mejor para mí!”. La otra manera es responder con desconfianza y sospecha. Es cuando uno responde: “¿Por qué Dios está reteniendo esta cosa buena?”
Lastimosamente, esa es la respuesta de Adan y Eva al primer mandato moral. Esto lo vemos en Génesis 3.
Génesis 3:1 (NTV) La serpiente era el más astuto de todos los animales salvajes que el Señor Dios había hecho. Cierto día le preguntó a la mujer: —¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto?
La serpiente introduce la duda con una pregunta manipuladora. Resulta curioso que Génesis nunca dice que la serpiente es Satanás. Lo sabemos por referencias del NT. Juan 8:44 describe a Satanás como “el padre de la mentira”, lo cual coincide con lo que hace la serpiente en Edén. 2 Corintios 11:3 advierte que “Eva fue engañada por la astucia de la serpiente” y en el versículo 14 Pablo aclara que Satanás “se disfraza”. Apocalipsis 12:9 lo llama “esa serpiente antigua, llamada el diablo o Satanás, que engaña al mundo entero”.
Volviendo a la historia, observa el enfoque del diablo/serpiente: hace una pregunta escéptica. No miente aún; solo empieza a manipular. Esto es manipulación 101: sembrar incertidumbre antes de plantar una mentira directa. Por si no has conectado los puntos del puzzle, así es como funciona nuestra cultura hoy en día también.
Hace preguntas escépticas: “¿De verdad dijo Dios que el sexo solo debe ser dentro del matrimonio?” “¿De verdad la Biblia quiere decir que no puedes…?” Todas esas son migajas de manipulación como publicaciones en redes sociales, entretenimiento, conversaciones que erosionan lentamente la confianza en la verdad de Dios no con una gran mentira, sino con una serie de pequeñas dudas. Es muerte por mil cortes, espiritualmente hablando
Génesis 3:2-3 (NTV) —Claro que podemos comer del fruto de los árboles del huerto—contestó la mujer—. 3 Es solo del fruto del árbol que está en medio del huerto del que no se nos permite comer. Dios dijo: “No deben comerlo, ni siquiera tocarlo; si lo hacen, morirán”.
Ella conocía el mandamiento… más o menos. Eva añade algo que Dios no dijo: “ni siquiera tocarlo”. Esa pequeña distorsión es sutil, pero significativa. Muestra cuán fácil es malinterpretar o citar mal la Palabra de Dios y cómo eso abre la puerta a la tentación. Es la primera evidencia de que Eva podría haber visto a Dios como un aguafiestas, exagerando sus límites y cuestionando Su intención con Sus mandamientos.
La primera semilla de duda no fue solo sobre lo que Dios dijo, sino sobre qué tipo de Dios es. En lugar de un Padre generoso que les dio todos los árboles del huerto, Él es reformulado como un aguafiestas que está reteniendo algo de ellos. Si Eva ve el mandamiento como extremo, entonces romperlo se siente más justificable.
Génesis 3:4-5 (NTV) —¡No morirán!—respondió la serpiente a la mujer—. 5 Dios sabe que, en cuanto coman del fruto, se les abrirán los ojos y serán como Dios, con el conocimiento del bien y del mal.
Finalmente, la MENTIRA dada por Eva: Dios dijo: “si comes, morirás”. Satanás la contradijo. Luego añadió una segunda mentira: “Serás como Él”. Vale destacar que el ser humano ¡ya eran como Él! Ya eran creados a Su imagen pero lo querían de otra manera, en sus propios términos
En otras palabras, el diablo les dijo: el mandamiento de Dios es para retenerte; desobedece y serás bendecido con ojos abiertos y con conocimiento como Dios. El Comentario Bíblico del Expositor: Edición Abreviada, 2 Volúmenes comenta con respecto a Génesis 3:2 “Las declaraciones de la serpiente son un desafío directo al tema central de que Dios proveerá lo “bueno” para la raza humana si tan solo confían y le obedecen.” Dios ya había proveído “eso bueno”. Ya los había bendecido.
Génesis 3:6 (NTV) La mujer quedó convencida. Vio que el árbol era hermoso [bueno] y su fruto parecía delicioso, y quiso la sabiduría que le daría. Así que tomó del fruto y lo comió. Después le dio un poco a su esposo que estaba con ella, y él también comió.
La palabra hebrea es “tov” = bueno, agradable, deseable, beneficioso. En Génesis 1, tov = lo que Dios considera bueno. En Génesis 3:6, tov = lo que la mujer considera bueno. Es la primera vez que alguien que no es Dios llama algo “bueno” y es una mentira. No porque el árbol no fuera bueno. Era bueno, porque fue creado por Dios. Pero ella quiso definir su beneficio para sí misma. Para usarlo para sus propias motivaciones. En su propio tiempo.
Este cambio es enorme. La humanidad pasa de confiar en la definición de lo bueno según Dios a decidir lo bueno por sí misma. Tristemente, seguimos haciendo esto hoy en día. Un ejemplo son las relaciones y la sexualidad. La cultura dice: “Si se siente bien y me hace feliz, es bueno”. Mas Dios dice: la verdadera bondad se encuentra en el amor en pacto y la pureza (Génesis 2:24; 1 Tesalonicenses 4:3–5). A menudo justificamos cruzar límites porque algo nos parece bueno
Otro ejemplo tiene que ver con el dinero y el éxito. Llamamos bueno a la riqueza, el estatus o “la lucha” porque nos beneficia. Empero Dios dice: la generosidad, la buena administración y el contentamiento son verdaderamente buenos (Lucas 12:15; 1 Timoteo 6:6–10). Torcemos el “tov” cuando decimos que el éxito a cualquier costo es “bueno”.
Génesis 3:7 (NTV) En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse.
La promesa de Satanás: “se les abrirán los ojos”. Promesa cumplida. “Conocerán el bien y el mal”. Pues sí, pero la realidad va más allá. Ellos
sintieron vergüenza por primera vez, pero no la última. En otras palabras: se les prometió “lo bueno” pero recibieron “lo malo”.
No caigas en la mentira creíble de que Dios es un aguafiestas y no quiere que te diviertas. La verdad es que desde el principio, Dios creó todo para nuestro bien. Él ha sido generoso, protector y bueno. Nos dio abundancia, propósito y límites por amor. La verdadera libertad no está en romper sus mandamientos, sino en confiar en su carácter.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Por qué crees que Satanás eligió atacar primero el carácter de Dios, haciéndolo parecer alguien que quita la alegría?
- ¿Cómo nuestra cultura actual redefine los mandamientos de Dios como “restrictivos” o “injustos”?
- ¿Cuál es la diferencia entre la definición de “bueno” según Dios y la forma en que las personas suelen definirlo por sí mismas?
- ¿Cómo los límites pueden traer realmente libertad y alegría en la vida?
- Piensa en un momento en que dudaste de la bondad de Dios. ¿Cómo afectó eso tus decisiones?
- ¿Cuál es un área de tu vida en este momento en la que necesitas confiar en la definición de “bueno” que tiene Dios?
Mentiras creibles (serie)
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Mentiras creibles (serie)
Todos las hemos escuchado. Frasecitas que suenan sabias, reconfortantes o incluso espirituales—pero no son verdaderas. En esta serie, descubriremos algunas de las mentiras más comunes y creíbles que la gente acepta sobre Dios, la vida y la fe. Al principio parecen correctas, pero cuando profundizas, te das cuenta de que pueden llevarte en la dirección equivocada.
Mentira creíble: Dios es un aguafiestas
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Puntos de conversación:
- La primera acción de Dios hacia la humanidad fue bendecir, no restringir. Génesis 1:28-30
- El Edén revela la provisión de Dios: familia, alimento, trabajo con propósito y un entorno seguro. Génesis 2:15
- El límite que Dios puso en el Edén no fue para matar el gozo, sino para protegerlo. Génesis 2:16-17
- La serpiente torció la generosidad de Dios en una aparente restricción, sembrando duda sobre Su bondad. Génesis 3:1-5
- Eva redefinió lo “bueno” fuera de Dios, lo que llevó a la vergüenza en lugar de gozo. Génesis 3:6-7
- La verdad de Dios: el gozo y la satisfacción se encuentran en Su provisión y dentro de Sus límites.
Todos las hemos escuchado. Son esas frasecitas que suenan sabias, reconfortantes o incluso espirituales pero no son verdaderas. En esta serie, descubriremos algunas de las mentiras más comunes y creíbles que la gente acepta sobre Dios, la vida y la fe.
Al principio parecen correctas, pero cuando profundizas, te das cuenta de que pueden llevarte en la dirección equivocada. Algunas de esas mentiras que parecen creíbles son: “Dios es un aguafiestas”, “Estoy demasiado lejos del alcance de Dios” o “Dios ha muerto”
Hoy, abrimos esta serie con la primera mentira que muchos creen acerca de Dios. Esta mentira creíble es “Dios es un aguafiestas”. Esta es una de las mentiras más antiguas y persistentes. Muchos creen que Dios está en contra de nuestra felicidad. No quiere que se diviertan, y por eso existen tantas reglas y restricciones.Que el cristianismo es una camisa de fuerza, llena de reglas diseñadas para reprimir el gozo. Pero si volvemos al principio de la historia bíblica, descubrimos algo muy diferente.
Así que vayamos al Génesis. Es el lugar natural para comenzar, porque fue la primera mentira dada. Deja te explico. En Génesis 1 y 2, Dios hizo todo para el bien de la humanidad, es decir, para su gozo. Dios creó todo el mundo en los primeros cinco días, en anticipación al sexto día, cuando creó a la humanidad. Todo esto fue para ellos, para su bien.
Génesis 1:28-29 (NTV) Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo».
Aquí leemos que Dios los bendijo. Fue lo primero que hizo Dios después de crear a los humanos. ¡Piénsalo! Dios estaba a favor de ellos. Te digo porque. Primero, porque les dijo: “Sean fructíferos y multiplíquense”. Dios quería que tuvieran hijos. Las familias son una bendición. Medita en ESO. Segundo, les dio propósito, autoridad, provisión y libertad. El mandato de “llenar la tierra y gobiernen sobre ella” no era una carga, sino una invitación a participar en su obra. La creación misma fue diseñada para el florecimiento humano. La tierra fue creada para los humanos. Luego Dios les dijo que la llenaran con ese propósito, para que todos pudieran disfrutar de su provisión.
Algo interesante con respecto a “gobiernen sobre ella”. Aquí empezó el gobierno familiar. Luego se extendió al gobierno civil. Todo parte del plan de Dios para bendecir a la humanidad.
Por último, cuando les dice “Reinen sobre… todos los animales”, Dios les está dando a los humanos se les dio autoridad incluso sobre el reino animal. Esto es parte de lo que significa ser hechos “a imagen de Dios”. Nosotros también podemos gobernar.
El punto es que todo lo que hizo Dios fue para nuestro bien, para el florecimiento humano. Pero aún hay más.
Génesis 1:29 (NTV) Entonces Dios dijo: «¡Miren! Les he dado todas las plantas con semilla que hay sobre la tierra y todos los árboles frutales para que les sirvan de alimento.
En este versículo vemos la provisión generosa de alimento por parte de Dios. Es interesante ver que no se menciona el consumo de carne hasta después del diluvio (Génesis 9:3). Esto sugiere que la visión original era pacífica y no violenta. Era de una vida alimentándose de vegetación, no unos de otros.
Otro dato interesante es que las semillas representan provisión continua. Los humanos no solo consumen, sino que son administradores que aseguran que la creación siga produciendo. Resuena con el mandato anterior de “gobernar” y “someter” la tierra (v. 28), lo cual no es explotación sino administración sabia.
Génesis 2:15 (NTV) El Señor Dios puso al hombre en el jardín de Edén para que se ocupara de él y lo custodiara;
El nombre “Edén” proviene de גן עדן (Gan Eden); una raíz que significa “deleite” o “placer”. El significado de jardín proviene de la raíz de “recinto, lugar protegido”. El “Jardín del Edén” era literalmente un “lugar protegido de placer”. Dios no creó una prisión, sino un paraíso. Les dio un entorno seguro, trabajo significativo, comida abundante y compañía. Esto muestra la provisión de Dios como un padre amoroso. Detente y pregúntate ahora: ¿Está describiendo esto a un Dios bueno o a un aguafiestas? ¡No! ¡Obviamente todo era bueno! ¿Qué más se puede pedir?
En serio, detente y piensa en eso. ¿Estaría satisfecha la persona promedio con un hogar seguro, trabajo significativo, comida en la mesa, una familia unida? ¡Por supuesto que sí! Pero aquí está lo que abrió la puerta a la mentira de que Dios es un aguafiestas y que no quiere que disfrutemos y seamos felices.
Génesis 2:16-17 (NTV) 16 pero el Señor Dios le advirtió: «Puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol del huerto, 17 excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de su fruto, sin duda morirás».
Este no es realmente el primer mandamiento en la Biblia. En Génesis 1:3 y siguientes, Dios dice cosas como “Que haya luz”. Esos son decretos creativos. Lo que quiere decir es que el habla de Dios llama a la realidad a existir. Los teólogos a menudo distinguen estos como mandamientos fiat del latín fiat lux, “que haya luz”. Nota que una moneda fiat funciona igual. Tiene valor porque el gobierno lo decreta. La gente la acepta no por su sustancia física sino porque la autoridad del estado declara: “Esto es dinero”.
Luego tienes mandatos a la creación misma como “Que la tierra produzca vegetación” (1:11) y “Que las aguas se llenen de seres vivientes” (1:20). La creación no podía evitar obedecer.
También hay mandatos a los seres vivientes. Mandatos como “Sean fructíferos y multiplíquense”. Este es dado a los animales, aves, peces y humanos.
En Génesis 2:16-17 es el primer mandamiento moral. Dos formas de responder a este primer mandamiento moral. La primera manera es con confianza y sumisión. En este caso uno dice “¡Dios sabe lo que es mejor para mí!”. La otra manera es responder con desconfianza y sospecha. Es cuando uno responde: “¿Por qué Dios está reteniendo esta cosa buena?”
Lastimosamente, esa es la respuesta de Adan y Eva al primer mandato moral. Esto lo vemos en Génesis 3.
Génesis 3:1 (NTV) La serpiente era el más astuto de todos los animales salvajes que el Señor Dios había hecho. Cierto día le preguntó a la mujer: —¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto?
La serpiente introduce la duda con una pregunta manipuladora. Resulta curioso que Génesis nunca dice que la serpiente es Satanás. Lo sabemos por referencias del NT. Juan 8:44 describe a Satanás como “el padre de la mentira”, lo cual coincide con lo que hace la serpiente en Edén. 2 Corintios 11:3 advierte que “Eva fue engañada por la astucia de la serpiente” y en el versículo 14 Pablo aclara que Satanás “se disfraza”. Apocalipsis 12:9 lo llama “esa serpiente antigua, llamada el diablo o Satanás, que engaña al mundo entero”.
Volviendo a la historia, observa el enfoque del diablo/serpiente: hace una pregunta escéptica. No miente aún; solo empieza a manipular. Esto es manipulación 101: sembrar incertidumbre antes de plantar una mentira directa. Por si no has conectado los puntos del puzzle, así es como funciona nuestra cultura hoy en día también.
Hace preguntas escépticas: “¿De verdad dijo Dios que el sexo solo debe ser dentro del matrimonio?” “¿De verdad la Biblia quiere decir que no puedes…?” Todas esas son migajas de manipulación como publicaciones en redes sociales, entretenimiento, conversaciones que erosionan lentamente la confianza en la verdad de Dios no con una gran mentira, sino con una serie de pequeñas dudas. Es muerte por mil cortes, espiritualmente hablando
Génesis 3:2-3 (NTV) —Claro que podemos comer del fruto de los árboles del huerto—contestó la mujer—. 3 Es solo del fruto del árbol que está en medio del huerto del que no se nos permite comer. Dios dijo: “No deben comerlo, ni siquiera tocarlo; si lo hacen, morirán”.
Ella conocía el mandamiento… más o menos. Eva añade algo que Dios no dijo: “ni siquiera tocarlo”. Esa pequeña distorsión es sutil, pero significativa. Muestra cuán fácil es malinterpretar o citar mal la Palabra de Dios y cómo eso abre la puerta a la tentación. Es la primera evidencia de que Eva podría haber visto a Dios como un aguafiestas, exagerando sus límites y cuestionando Su intención con Sus mandamientos.
La primera semilla de duda no fue solo sobre lo que Dios dijo, sino sobre qué tipo de Dios es. En lugar de un Padre generoso que les dio todos los árboles del huerto, Él es reformulado como un aguafiestas que está reteniendo algo de ellos. Si Eva ve el mandamiento como extremo, entonces romperlo se siente más justificable.
Génesis 3:4-5 (NTV) —¡No morirán!—respondió la serpiente a la mujer—. 5 Dios sabe que, en cuanto coman del fruto, se les abrirán los ojos y serán como Dios, con el conocimiento del bien y del mal.
Finalmente, la MENTIRA dada por Eva: Dios dijo: “si comes, morirás”. Satanás la contradijo. Luego añadió una segunda mentira: “Serás como Él”. Vale destacar que el ser humano ¡ya eran como Él! Ya eran creados a Su imagen pero lo querían de otra manera, en sus propios términos
En otras palabras, el diablo les dijo: el mandamiento de Dios es para retenerte; desobedece y serás bendecido con ojos abiertos y con conocimiento como Dios. El Comentario Bíblico del Expositor: Edición Abreviada, 2 Volúmenes comenta con respecto a Génesis 3:2 “Las declaraciones de la serpiente son un desafío directo al tema central de que Dios proveerá lo “bueno” para la raza humana si tan solo confían y le obedecen.” Dios ya había proveído “eso bueno”. Ya los había bendecido.
Génesis 3:6 (NTV) La mujer quedó convencida. Vio que el árbol era hermoso [bueno] y su fruto parecía delicioso, y quiso la sabiduría que le daría. Así que tomó del fruto y lo comió. Después le dio un poco a su esposo que estaba con ella, y él también comió.
La palabra hebrea es “tov” = bueno, agradable, deseable, beneficioso. En Génesis 1, tov = lo que Dios considera bueno. En Génesis 3:6, tov = lo que la mujer considera bueno. Es la primera vez que alguien que no es Dios llama algo “bueno” y es una mentira. No porque el árbol no fuera bueno. Era bueno, porque fue creado por Dios. Pero ella quiso definir su beneficio para sí misma. Para usarlo para sus propias motivaciones. En su propio tiempo.
Este cambio es enorme. La humanidad pasa de confiar en la definición de lo bueno según Dios a decidir lo bueno por sí misma. Tristemente, seguimos haciendo esto hoy en día. Un ejemplo son las relaciones y la sexualidad. La cultura dice: “Si se siente bien y me hace feliz, es bueno”. Mas Dios dice: la verdadera bondad se encuentra en el amor en pacto y la pureza (Génesis 2:24; 1 Tesalonicenses 4:3–5). A menudo justificamos cruzar límites porque algo nos parece bueno
Otro ejemplo tiene que ver con el dinero y el éxito. Llamamos bueno a la riqueza, el estatus o “la lucha” porque nos beneficia. Empero Dios dice: la generosidad, la buena administración y el contentamiento son verdaderamente buenos (Lucas 12:15; 1 Timoteo 6:6–10). Torcemos el “tov” cuando decimos que el éxito a cualquier costo es “bueno”.
Génesis 3:7 (NTV) En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse.
La promesa de Satanás: “se les abrirán los ojos”. Promesa cumplida. “Conocerán el bien y el mal”. Pues sí, pero la realidad va más allá. Ellos
sintieron vergüenza por primera vez, pero no la última. En otras palabras: se les prometió “lo bueno” pero recibieron “lo malo”.
No caigas en la mentira creíble de que Dios es un aguafiestas y no quiere que te diviertas. La verdad es que desde el principio, Dios creó todo para nuestro bien. Él ha sido generoso, protector y bueno. Nos dio abundancia, propósito y límites por amor. La verdadera libertad no está en romper sus mandamientos, sino en confiar en su carácter.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Por qué crees que Satanás eligió atacar primero el carácter de Dios, haciéndolo parecer alguien que quita la alegría?
- ¿Cómo nuestra cultura actual redefine los mandamientos de Dios como “restrictivos” o “injustos”?
- ¿Cuál es la diferencia entre la definición de “bueno” según Dios y la forma en que las personas suelen definirlo por sí mismas?
- ¿Cómo los límites pueden traer realmente libertad y alegría en la vida?
- Piensa en un momento en que dudaste de la bondad de Dios. ¿Cómo afectó eso tus decisiones?
- ¿Cuál es un área de tu vida en este momento en la que necesitas confiar en la definición de “bueno” que tiene Dios?
Estoy demasiado lejos del alcance de Dios
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Puntos de conversación:
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La semana pasada vimos el primer tema de la serie: Dios es un aguafiestas. Exploramos la mentira creíble de que Dios no quiere que te diviertas y por eso todas las reglas y regulaciones. Empero, la verdad es que desde el principio, Dios creó todo para nuestro bien. Nos dio abundancia y provisión pero también límites. Adán y Eva pasaron de confiar en la definición de Dios del bien a decidir lo bueno para sí mismos. Y el resultado NO FUE BUENO, resultó en vergüenza.
Esto nos lleva al tema de hoy. Tal vez sientas una profunda vergüenza por tu pecado. La Biblia tiene algo que decir sobre eso. Hoy vamos a confrontar una mentira que parece creíble: “Estoy demasiado lejos del alcance de Dios.” Quizás pienses: “Si supiera dónde he estado, lo que he hecho… Dios nunca me querría.” Ese pensamiento parece razonable. Lo he escuchado muchas veces en el ministerio. Personas que creen que Dios no puede perdonarlas por sus errores pasados, por haber cruzado un límite, por sus adicciones —ya sea a las drogas, al alcohol, a la pornografía— o incluso por lo que otros les han hecho, como el abuso de un familiar.
Pero la verdad honesta de Dios es esta: nadie está demasiado lejos de su alcance. Ni el asesino más cruel, ni el adúltero, ni el fornicario. Hoy veremos dos historias bíblicas que lo demuestran. Solo tendremos tiempo para dos ejemplos, pero hay cientos. Este es un tema que atraviesa toda la Escritura, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Elegiremos una historia representativa de cada uno, porque Dios es el mismo en ambos, y su corazón siempre ha estado a favor de la gente.
En ambas historias, presta atención a dos cosas: lo que hicieron mal —y créeme, es peor que lo tuyo— y lo que hicieron bien para volver a Dios y ser aceptados por Él. La primera historia está en el libro de Jonás, en el Antiguo Testamento, y trata de los ninivitas.
Jonás 1:1-2 (NTV) 1 El Señor le dio el siguiente mensaje a Jonás, hijo de Amitai: 2 «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive. Pronuncia mi juicio contra ella, porque he visto lo perversa que es su gente».
En tiempos de Jonás, Nínive era una de las ciudades más importantes del Imperio asirio. Asiria era temida por su poder militar y su crueldad. Gobernaban mediante el terror, y otras naciones los veían como opresores despiadados. Los registros históricos muestran prácticas brutales: desollaban vivos a los cautivos, amontonaban cabezas enemigas como trofeos, empalaban prisioneros. La injusticia era evidente y provocaba indignación.
Además, los ninivitas adoraban a dioses falsos, especialmente a Ishtar, diosa del amor y la guerra. Tenían templos dedicados a ella, practicaban la prostitución ritual y la idolatría. Arqueólogos han encontrado santuarios al aire libre y figuras de Ishtar en hogares. Incluso se realizaban sacrificios de niños en ese entorno pagano. Este es el contexto del libro de Jonás. Y la pregunta es inevitable: ¿estaban los ninivitas demasiado lejos del alcance de Dios? A simple vista, sí. Pero aquí viene la parte que quizás te hayas perdido.
Jonás 3:4 (NTV) El día que Jonás entró en la ciudad, proclamó a la multitud: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida».
Tal vez ese sea el único mensaje que hayas escuchado sobre Dios: juicio, condena, destrucción. Que Él está en tu contra. Que esta vez sí que te pasaste. Que nunca aceptaría a alguien como tú. Pero todo eso forma parte de la mentira creíble. Y muchos se la han tragado por completo.
Jonás 3:5,10 (NTV) 5 Entonces la gente de Nínive creyó el mensaje de Dios y desde el más importante hasta el menos importante declararon ayuno y se vistieron de tela áspera en señal de remordimiento. 10 Cuando Dios vio lo que habían hecho y cómo habían abandonado sus malos caminos, cambió de parecer y no llevó a cabo la destrucción con que los había amenazado.
¿¡Qué!? Ese es el giro inesperado. Dios perdonó a Nínive. Increíble. Estaban perdidos, lejos, más allá de toda esperanza. Y sin embargo, Dios los perdonó. La reacción de Jonás lo dice todo.
Jonás 4:1-2a (NTV) Este cambio de planes molestó mucho a Jonás y se enfureció. 2 Entonces le reclamó al Señor: —Señor, ¿no te dije antes de salir de casa que tú harías precisamente esto?
Jonás sabía que Dios es el Dios de segundas oportunidades. Lo sabía desde el principio. Dios le dio a Jonás una segunda oportunidad. Y ahora se la da a Nínive, la ciudad malvada.
Jonás 4:2b (NTV) ¡Por eso hui a Tarsis! Sabía que tú eres un Dios misericordioso y compasivo, lento para enojarte y lleno de amor inagotable. Estás dispuesto a perdonar y no destruir a la gente.
Esta es la verdadera imagen del Dios del Antiguo Testamento. Su carácter misericordioso se repite en Éxodo 34:6-7, Números 14:18, Nehemías 9:17, Salmos 86:15, 103:8, 145:8, Joel 2:13. Y también en el Nuevo Testamento, especialmente en este versículo:
2 Pedro 3:9 (NTV) En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan.
Ese es el camino de regreso a Dios. Funcionó para Nínive. Y funciona también en otra historia: la del hijo pródigo.
Lucas 15:11-12 (NTV) 11 Para ilustrar mejor esa enseñanza, Jesús les contó la siguiente historia: «Un hombre tenía dos hijos. 12 El hijo menor le dijo al padre: “Quiero la parte de mi herencia ahora, antes de que mueras”. Entonces el padre accedió a dividir sus bienes entre sus dos hijos.
Esta petición era una ofensa grave. En la cultura judía, pedir la herencia en vida era como declarar muerto al padre. El hijo menor avergonzó públicamente a su familia. Estaba perdido, demasiado lejos del perdón de Dios. Pero la historia empeora.
Lucas 15:13 (NTV) 13 »Pocos días después, el hijo menor empacó sus pertenencias y se mudó a una tierra distante, donde derrochó todo su dinero en una vida desenfrenada.
Se fue lejos. Vivió desenfrenadamente. Terminó comiendo con los cerdos, lo cual era impuro según la ley. Esta parábola es para ti, si te sientes perdido por tus errores o por lo que otros te han hecho. Jesús la contó para demostrar algo.
Lucas 15:17-19 (NTV) 17 »Cuando finalmente entró en razón, se dijo a sí mismo: “En casa, hasta los jornaleros tienen comida de sobra, ¡y aquí estoy yo, muriéndome de hambre! 18 Volveré a la casa de mi padre y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de que me llamen tu hijo. Te ruego que me contrates como jornalero’”.
El hijo se sentía indigno. Tal vez tú también. Pero regresó. Confió en la bondad de su padre. Estaba listo para una nueva relación, bajo los términos del padre. Pensó que sería un sirviente. Pero aquí viene el giro sorprendente.
Lucas 15:20 (NTV) »Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó.
La historia termina con una fiesta. El padre lo recibe como hijo, no como siervo. En las palabras de Jonás: “Sabía que tú eres un Dios misericordioso y compasivo, lento para enojarte y lleno de amor inagotable. Estás dispuesto a perdonar y no destruir a la gente.”
El Dios de Jonás es el Dios del hijo pródigo. Y es el mismo Dios de hoy. Ya no creas a la mentira creíble. Cree en la verdad honesta de Dios: nadie está demasiado lejos de su alcance. Los ninivitas no lo estuvieron, a pesar de su vida sin Dios. El hijo pródigo no lo estuvo, a pesar de sus vergonzosas acciones. Y tú tampoco lo estás.
No hay nada que hayas hecho que pueda descalificarte del amor de Dios. Él está mirando, esperando que tomes tu decisión. Y aquí está esa decisión: volver a Dios, ser aceptado por Él.
Este llamado es tanto para ti que te has alejado de Dios, como para ti que nunca lo has aceptado como tu Señor y Salvador. Tanto los ninivitas como el hijo pródigo lo hicieron. Ellos se volvieron a Dios, admitieron su pecado, se arrepintieron y se sometieron a Él.
Dios no te ha dado la espalda. Él te espera con los brazos abiertos. Jesús ya pagó el precio. Solo falta que digas “si”.
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