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La verdadera fe significa no tener dudas
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Puntos de conversación:
- Nuestra doctrina puede estar “en construcción” sin poner en riesgo nuestra salvación. Hechos 2:36–39
- La duda a menudo surge cuando nuestra imagen de Jesús no coincide con la realidad. Mateo 3:12
- Juan enfrentó sus dudas más profundas en prisión—un recordatorio de que las temporadas difíciles ponen a prueba la fe. Mateo 11:2–3
- Jesús no rechaza ni avergüenza por las preguntas sinceras; al contrario, nos guía de nuevo hacia la verdad y la evidencia.. Mateo 11:4–6
A muchos nos han dicho que si realmente confiamos en Dios, nunca tendremos preguntas ni dudas. Pero eso simplemente no es verdad. Incluso algunos de los más grandes héroes de la fe lucharon con las dudas. Uno de ellos fue Juan el Bautista. Y es que la verdadera fe no significa no tener dudas. Significa elegir confiar en Jesús incluso cuando tenemos muchas preguntas.
¿Alguna vez has mirado a otro cristiano y pensado: “¡Vaya, lo tiene todo bajo control! Su fe es tan fuerte. Nunca parece pasar por momentos difíciles como yo”?
Luego te comparas y tus propias dudas te hacen preguntarte si siquiera perteneces a la familia cristiana o si tu fe es lo suficiente fuerte. Pero aquí está la verdad: eso es una mentira. Una mentira creíble, sí, pero mentira al fin y al cabo. Porque incluso el hombre de fe más fuerte y valiente, Juan el Bautista, luchó con la duda.
Piensa en esto: El predicador apasionado en el desierto. El hombre que bautizó a Jesús. El que declaró: “¡Miren! ¡El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!” Aun él tuvo momentos en los que no estaba tan seguro. Así que si alguna vez has sentido que tus dudas te descalifican, no estás solo.
Hoy vamos a ver por qué la duda no destruye la fe, y cómo responde Jesús cuando le presentamos nuestras dudas. Bienvenidos a la semana 4 de nuestra serie Mentiras Creíbles. Lo que vamos a desmentir hoy es la mentira creíble: La fe verdadera significa no tener dudas. Vayamos al texto:
Mateo 3:7-8 (NTV) 7 Cuando Juan vio que muchos fariseos y saduceos venían a mirarlo bautizar, los enfrentó. «¡Camada de víboras!—exclamó—. ¿Quién les advirtió que huyeran de la ira que se acerca? 8 Demuestren con su forma de vivir que se han arrepentido de sus pecados y han vuelto a Dios.
¡Juan era INTENSO! Quizás conozcas a cristianos así; intensos en su amor por Jesús. A veces, quizás se pasan un poco. Cuando recién me convertí, quería que todos aceptaran a Jesús y si no lo hacían los mandaba al infierno sin misericordia. Me excusaba diciendo: “es que el celo santo me consume.”
Estos son los cristianos que parecen marcar el estándar de un cristiano verdadero. Los que dan la impresión de tener una fe madura y sólida. Ciertamente estas personas no tienen dudas. Nos hace cuestionar nuestra propia fe comparándola con la de ellos. Y todos, alguna vez o muchas, en nuestro caminar lo hacemos.
A mí me pasaba, por ejemplo, cuando empecé a asistir a reuniones pastorales. Escuchaba a grandes pastores con títulos universitarios, como el pastor Bryan, que tiene una mente brillante, es muy articulado y posee una fe tan grande que pasó de liderar un grupo de 50 personas en un garaje a dirigir una iglesia con ocho campus. ¡A veces todavía los escucho y me pregunto si estoy en su nivel de fe!
En los días de Jesús, ese supercristiano era Juan el Bautista. Este personaje estaba realmente apasionado en Jesús y comprometido con la visión del reino de Dios. Veamos.
Mateo 3:11 (NTV) 11 »Yo bautizo con agua a los que se arrepienten de sus pecados y vuelven a Dios, pero pronto viene alguien que es superior a mí, tan superior que ni siquiera soy digno de ser su esclavo y llevarle las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.
Tenía toda la razón: ¡Jesús es más grande! Su bautismo el mejor. Juan el Bautista parece tenerlo todo bajo control. Parece saber más sobre Jesús que nadie. Parece ese “súper cristiano” que te hace dudar de tu propia fe. Pero cuando se encuentra con Jesús le hace su primera pregunta:
Mateo 3:13-14 (NTV) 13 Luego Jesús fue de Galilea al río Jordán para que Juan lo bautizara, 14 pero Juan intentó convencerlo de que no lo hiciera. —Yo soy el que necesita que tú me bautices—dijo Juan—, entonces, ¿por qué vienes tú a mí?
No voy a entrar en detalles sobre esto, pero básicamente: Jesús tuvo que “cumplir toda justicia”. Jesús tuvo que identificarse con los pecadores antes de poder salvarlos. Lo que deducimos con esta pregunta de Juan a Jesús es que aun Juan el Bautista tenía aspectos de su doctrina que aún no comprendía del todo. Puede que te sientas así hoy, y eso podría hacerte sentir “menos” cristiano. Pero no es verdad.
La verdad es que nuestra doctrina puede estar en construcción sin amenazar tu salvación.
De hecho, siempre estará en construcción (como nuestras carreteras). Pero, ¿qué quiero decir con que “nuestra doctrina puede estar en construcción sin amenazar tu salvación”? Significa que no necesitamos entenderlo todo perfectamente para ser salvos; nuestra fe puede crecer mientras seguimos aprendiendo.
Para explicarlo mejor, hagamos un breve repaso del libro de los Hechos. El mensaje básico del cristianismo primitivo era este: todos somos pecadores. Jesús jamás lo fue; Él es, en realidad, Dios. Jesús murió y resucitó. Si te arrepientes y crees en Él, serás salvo. Jesús regresará algún día. Toda otra doctrina puede estar en proceso. No es necesario tenerlo todo resuelto y bien entendido antes de que Dios te llame suyo.
Así que tal vez Juan el Bautista no era tan perfecto como pensábamos después de todo. Pero no fueron sólo las cuestiones doctrinales las que lo hicieron menos que un superhéroe. También tenía preguntas más básicas sobre Jesús y su misión. Volvamos a cómo Juan imaginaba a Jesús antes de conocerlo personalmente.
Mateo 3:12 (NTV) Está listo para separar el trigo de la paja con su rastrillo. Luego limpiará la zona donde se trilla y juntará el trigo en su granero, pero quemará la paja en un fuego interminable».
Esto es cierto hasta cierto punto. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué quería decir Juan el Bautista con esto? ¿Cuál era la imagen que él tenía de Jesús? Léelo de nuevo… ¿A quién se parece la imagen que se ha formado? ¡Al mismísimo Juan el Bautista! Rudo, directo, sin filtros, y hasta un poco inclinado a juzgar y condenar.
La duda a menudo surge cuando nuestra imagen de Jesús no coincide con la realidad.
La verdad es que todos tendemos a formar una imagen de Jesús según nuestra propia perspectiva, y cuando descubrimos que en la vida real es diferente, eso puede generar dudas. Muchos estadounidenses, por ejemplo, no imaginan al Jesús de las Escrituras, sino una versión cultural moldeada por el arte, el cine y las preferencias personales: generalmente de piel clara, cabello castaño suelto, ojos dulces y expresión serena, más parecido a un modelo europeo que a un judío del Oriente Medio. Incluso, para algunos, Jesús se asemeja a un patriota ondeando la bandera estadounidense.
El peligro es que, cuando nuestra imagen de Jesús no coincide con la realidad, puede llevarnos a la decepción y a la duda, tal como le ocurrió a Juan el Bautista. Él esperaba un Mesías intenso, directo y confrontador; alguien incluso más radical que él. Pero Jesús, en cambio, se mostró como un siervo amable y sereno. Bendecía a las personas, corregía con ternura, y actuaba con amor y misericordia. Era amigo de publicanos y pecadores. Por eso, la pregunta que Juan hace más adelante tiene tanto sentido.
Mateo 9:14 (NTV) 14 Un día los discípulos de Juan el Bautista se acercaron a Jesús y le preguntaron: —¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?
¿Entiendes la pregunta? Jesús y sus discípulos estaban “viviendo la vida al máximo”: milagros, grandes multitudes, sermones llenos de esperanza. Mientras tanto, Juan el Bautista y sus discípulos estaban luchando. Juan estaba solo, encerrado en prisión por causa de su ministerio. Lejos de las multitudes. Su mensaje era de juicio y confrontación, muy distinto a los sermones esperanzadores de Jesús. Incluso dos de sus discípulos se habían marchado para seguir a Jesús. ¿Le habrá dolido eso en ese momento? Volvamos a la expectativa que Juan tenía sobre Jesús.
Mateo 3:12 (NTV) Está listo para separar el trigo de la paja con su rastrillo. Luego limpiará la zona donde se trilla y juntará el trigo en su granero, pero quemará la paja en un fuego interminable».
Esto no era lo que Juan el Bautista y sus seguidores estaban viendo en Jesús. Juan esperaba a un Mesías que derrocaría al imperio romano, alguien que traería juicio y liberación política. Pero cuando Jesús no encajó en ese perfil, la duda comenzó a surgir en su corazón. Sin embargo, Juan —y todos nosotros— necesitamos recordar esto: la fe consiste en confiar en el plan de Dios, incluso cuando no se alinea con nuestras expectativas.
Es normal tener dudas y cuestionarte sobre ciertos aspectos de la fe. Incluso Juan el Bautista tenía preguntas sobre la manera en que Jesús llevaba a cabo su ministerio. Tal vez tú también lo has sentido: “¿Dios, por qué no haces justicia con ese grupo? Que les caiga fuego del cielo” o “¿Por qué estoy luchando tanto en esta etapa de mi vida?”
A veces, como Juan, proyectamos nuestras expectativas sobre Jesús, esperando que actúe según nuestras preferencias, incluso políticas. Juan esperaba que el Mesías se involucrara en la vida política de su tiempo y derrotara al imperio romano. Hoy, algunos demócratas dudan de Jesús por la imagen que reciben de sus amigos republicanos, y algunos republicanos no logran ver a Jesús con claridad porque su visión está más influenciada por la política que por la verdad bíblica. Pero el verdadero giro llega en el capítulo 11.
Juan enfrentó sus dudas más profundas en prisión—un recordatorio de que las temporadas difíciles ponen a prueba la fe.
Mateo 11:2-3 (NTV) 2 Juan el Bautista, quien estaba en prisión, oyó acerca de todas las cosas que hacía el Mesías. Entonces envió a sus discípulos para que le preguntaran a Jesús: 3 —¿Eres tú el Mesías a quien hemos esperado o debemos seguir buscando a otro?
Este es uno de los versículos más impactantes del Nuevo Testamento: Juan el Bautista pregunta si Jesús es realmente el Mesías. ¡¿Qué?! ¡Si él es primo de Jesús! Es la voz que clama en el desierto. Nació, literalmente, para señalar a la gente hacia Jesús. Fue quien dijo: “Es necesario que Él crezca y que yo disminuya”. ¿Y ahora lo está dudando todo?
Nota histórica: En relación con Mateo 11:3, el Comentario del Pilar del Nuevo Testamento señala lo siguiente: “Algunos sugieren que el propio Juan no tenía ninguna duda, sino que formuló la pregunta para que Jesús tranquilizara a sus seguidores. Esta perspectiva era común en la iglesia primitiva y entre los reformadores… Pero sin duda es demasiado artificial.”
En otras palabras, la verdad es que Juan el Bautista sí dudó. Miró a su alrededor, a la mazmorra poco iluminada de su realidad, y se preguntó si se había equivocado por completo. La cima de su ministerio había quedado atrás, y el aislamiento lo llevó a replantearse todo lo que alguna vez creyó.
Esto también es normal. Incluso Juan el Bautista tuvo dudas en su propio calabozo personal. ¿Has estado ahí? ¿O quizás estás ahí ahora mismo? Ese lugar de encierro emocional o espiritual donde las preguntas parecen más grandes que las respuestas.
Así que déjame hacerte una última pregunta: ¿Crees que esas dudas significaban que Juan el Bautista había perdido la fe? La respuesta de Jesús a los discípulos de Juan nos da una pista importante.
Mateo 11:4-5 (NTV) 4 Jesús les dijo: —Regresen a Juan y cuéntenle lo que han oído y visto: 5 los ciegos ven, los cojos caminan bien, los que tienen lepra son curados, los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les predica la Buena Noticia.
La respuesta de Jesús a Juan nos muestra que:
Jesús no rechaza ni avergüenza por las preguntas sinceras; al contrario, nos guía de nuevo hacia la verdad y la evidencia.
En lugar de reprender a Juan, Jesús le señaló la evidencia para fortalecer su fe: los milagros que estaba realizando, las vidas transformadas y las profecías que se estaban cumpliendo. Jesús no lo regañó por dudar, sino que le mostró señales concretas de que el Reino de Dios estaba avanzando.
Pero eso no fue todo. Jesús también le envió un recordatorio personal y alentador, una respuesta que hablaba directo al corazón de Juan, reafirmando que su papel en la historia de la redención no había sido en vano.
Mateo 11:6 (NTV) 6 —Y agregó—: Dios bendice a los que no se apartan por causa de mí.
Deja que esas palabras penetren en tu mente: “…por causa de mí”. No dice “por culpa de Satanás, ni de malas influencias, ni de malos amigos…”, sino “por causa de Jesús”. Jesús fue la piedra de tropiezo. Juan no estaba luchando contra Satanás, sino con Jesús mismo. Luchaba con sus dudas, con aspectos de la doctrina que aún no comprendía del todo, con la estrategia de Jesús que no encajaba en sus expectativas, y con la oscuridad de su propia mazmorra personal.
Y Juan no es el único. ¿Estás tú en su lugar hoy? Escuchemos nuevamente las palabras de Jesús: “Dios bendice a los que no se apartan por causa de mí.” Para hacer eco de las palabras de El prisionero en la tercera celda —una novela profundamente reflexiva que explora los últimos días de Juan el Bautista en prisión— Gene Edwards escribe: “Cuando estés en el calabozo de las circunstancias de las que no puedes escapar, cuando estés en la celda donde no llega ningún milagro, te enfrentarás a la pregunta más importante de tu vida: ¿Amarás todavía a Dios?”
Déjame decirte algo importante: tus dudas no te hacen menos cristiano. Simplemente te hacen humano. Todos atravesamos momentos de incertidumbre, y eso no invalida nuestra fe. Esa fue la historia de Juan el Bautista. Y esto es lo que Jesús dijo sobre él:
Mateo 11:11 (NTV) 11 »Les digo la verdad, de todos los que han vivido, nadie es superior a Juan el Bautista…
Estas fueron palabras de afirmación, honra y reconocimiento, incluso en medio de sus preguntas y dudas. Jesús no descartó a Juan por dudar; lo valoró profundamente. Así que no creas la mentira creíble de que la fe verdadera significa no tener dudas. La verdad de Dios es esta: la verdadera fe no es la ausencia de dudas, sino confiar en Él incluso cuando la vida no tiene sentido.
Se trata de plantear esas preguntas difíciles sobre la doctrina y la teología. Es batallar con Dios en esas áreas, mientras se abrazan los principios esenciales del evangelio. Es atreverse a cuestionar la estrategia de Jesús y descubrir quién es en verdad. Es exponer tus dudas en tu calabozo personal.
Ya vimos que incluso uno de los más grandes héroes de la fe, como Juan el Bautista, luchó con las dudas. Esto demuestra que la duda y la fe pueden coexistir, porque la verdadera fe no es la ausencia de preguntas, sino la decisión de confiar en Jesús aun cuando el corazón está lleno de incertidumbre, sabiendo que Él no se aleja de nosotros, sino que camina a nuestro lado y nos guía de nuevo hacia la verdad con evidencias.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Alguna vez has pensado que tener dudas te hace menos cristiano? ¿Cómo desafía esa idea la historia de Juan el Bautista?
- ¿Qué expectativas has puesto sobre Jesús que no coinciden con quién es Él realmente?
- ¿Cómo afectan a tu fe tus “temporadas de prisión” —esos tiempos oscuros y desalentadores?
- ¿Por qué crees que Jesús nos señala la evidencia de su obra en lugar de reprendernos por nuestras dudas?
- ¿Cómo podemos crear un espacio seguro donde otros puedan compartir sus preguntas y luchas sin sentir vergüenza?
- ¿Cuál es un área de tu vida en la que hoy necesitas confiar en Jesús, incluso con tus dudas?
Dios no me dará más de lo que puedo soportar
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Puntos de conversación:
La verdad sobre las tentaciones:
- Las tentaciones son reales, pero no irresistibles.
- La “salida de escape” de Dios toma muchas formas.
- La fidelidad de Dios es el fundamento. (2 Corintios 1:8-9a)
La verdad sobre el sufrimiento:
- Es posible que Dios nos dé más de lo que podemos soportar.
- El sufrimiento nos enseña a depender de Cristo. (2 Corintios 1:9b)
- El sufrimiento nos impulsa a conectarnos con la familia de la iglesia. (2 Corintios 1:4)
En la década de 1930, Alemania se sumía en la oscuridad. Adolf Hitler había tomado el poder, y el régimen nazi exigía lealtad absoluta, incluso de la iglesia. La mayoría de los pastores lo aceptaron. Pero un joven teólogo, Dietrich Bonhoeffer, se negó a doblegarse.
Bonhoeffer creía que seguir a Cristo significaba decir la verdad, incluso cuando le costaba todo. Entrenó a jóvenes pastores en secreto, escribió conmovedoramente sobre el discipulado y finalmente se unió a la resistencia contra Hitler. Por ello, fue arrestado.
Durante dos largos años, permaneció en prisión. Separado de sus amigos, sus libros, sus clases, su púlpito. Soportó interrogatorios, soledad y la constante amenaza de muerte. Esto era mucho más de lo que cualquier hombre podía soportar. Sin embargo, en sus escritos, seguía guiando a la gente hacia Jesús. Dijo:“Debemos estar dispuestos a dejarnos interrumpir por Dios”. Su vida fue interrumpida por el sufrimiento y la injusticia. ¿Qué crees que le habría dicho Bonhoeffer a un hombre de hoy en estos tiempos donde el confort es primordial?
Así, que empecemos con la mentira creíble de hoy: Dios no me dará más de lo que puedo soportar. La gente la toma como una pequeña promesa que podrías encontrar en una placa en una cocina estadounidense. Pero no lo habrías encontrado en las paredes de la celda de la prisión de Bonhoeffer. Y tampoco lo encontrarás en la Biblia.
Es posible que se lo hayas dicho a alguien con buenas intenciones. Para animarlos en su sufrimiento y/o para ayudarles a confiar en un Dios bueno. Si bien es cierto que Dios está A FAVOR de ellos cómo se manifiesta esto en la vida cotidiana no es tan sencillo. Dios no promete que no serás aplastado, abrumado o incapaz de soportar sufrimientos.
Este concepto erróneo se basa en una lectura equivocada de 1 Corintios 10:13. Es un buen recordatorio para todos nosotros de leer y estudiar nuestra Biblia, porque es tentador hacer que las Escrituras digan lo que queremos que digan. Veamos el versículo:
1 Corintios 10:13 (NTV) Las tentaciones que enfrentan en su vida no son distintas de las que otros atraviesan. Y Dios es fiel; no permitirá que la tentación sea mayor de lo que puedan soportar. Cuando sean tentados, él les mostrará una salida, para que puedan resistir.
Hablemos de lo que dice este versículo y lo que NO dice. Lo que está diciendo: Dios no permitirá que la tentación sea más de lo que puedes soportar. Ahí está la parte mal citada. No dice “Dios no me dará más de lo que pueda soportar” en términos de sufrimiento. Sino más bien, “Dios no me dará más de lo que pueda soportar” en términos de tentación.
La verdad sobre las tentaciones:
Primero, las tentaciones son reales, pero no irresistibles.
La historia de Israel lo demostró: algunos cayeron, pero no todos. La diferencia no residió en la fuerza de la tentación, sino en si la gente confiaba en Dios. El contexto inmediato está hablando sobre el peregrinaje de los israelitas. Estuvieron tentados a quejarse. Tentados por la comida, la bebida, la inmoralidad sexual y por la idolatría.
Mas este no es un problema del antiguo Israel. Es un problema humano. Todos somos tentados, hoy más que nunca. Sin embargo, la perseverancia es posible para todo creyente. El versículo no promete inmunidad a la tentación, sino la seguridad de que la fidelidad es posible gracias a la ayuda de Dios (Hebreos 2:18).
Segundo, la “salida de escape” de Dios toma muchas formas.
A veces la “salida” es alejarse literalmente de la situación, otras veces es la fuerza para soportar la tentación sin ceder. De cualquier manera, Dios nunca nos abandona al fracaso (Santiago 1:12). ¿Una salida? ¿Cómo qué? ¿Una señal de Dios o un milagro? No, solo una elección diferente. No tienes que seguir a tu carne
A continuación te doy algunos ejemplos de salida de escape. Primero, cambia tu entorno. Sientes la tentación de ver algo inapropiado en línea. La solución podría ser cerrar la laptop, dejar el teléfono o salir de la habitación. Eso no es un milagro sino es una elección de alejarse antes de que la tentación crezca.
Segundo ejemplo, usa las Escrituras para contraatacar la tentación. Cuando Jesús fue tentado en el desierto, respondió con la Palabra de Dios (Mateo 4). Si sientes la tentación de arremeter con ira, recuerda Proverbios 15:1 (“La respuesta amable calma el enojo”). Esa es una salida.
Tercer ejemplo, busca ayuda. ¿Te sientes tentado a recaer en una adicción? Contáctate con alguien sabio. Un mensaje a un amigo o mentor de confianza puede ser la salida. Santiago 5:16 nos recuerda que confesar a otros y orar juntos trae sanidad.
Tercero, la fidelidad de Dios es el fundamento.
No tu fidelidad. Nuestra capacidad para mantenernos firmes no proviene de la fuerza de voluntad, sino de que Dios cumple las promesas que nos hizo. Él es fiel incluso cuando nos sentimos débiles. Es decir, cuando somos infieles (2 Tesalonicenses 3:3). Este versículo se convierte en una advertencia contra la arrogancia. Clarificando, pensar que estás seguro de ti mismo es la misma actitud que te lleva a caer. Es interesante la elección de palabras. Tienes la tentación de NO ser fiel pero Dios permanecerá fiel. ¡Tú no eres fiel, Dios sí lo es!
Así que, en pocas palabras, la verdad es: Dios no te dará más tentación de la que puedes soportar. Pero eso no quiere decir que: Dios no te dará más sufrimiento del que puedas soportar. La prueba de esto está en la siguiente carta que Pablo escribe a los corintios.
2 Corintios 1:8-9a (NTV) 8 Amados hermanos, pensamos que tienen que estar al tanto de las dificultades que hemos atravesado en la provincia de Asia. Fuimos oprimidos y agobiados más allá de nuestra capacidad de aguantar y hasta pensamos que no saldríamos con vida. 9 De hecho, esperábamos morir;…
En otras palabras, Pablo está diciendo que el sufrimiento fue MÁS de lo que podían soportar. Así que ahora veamos
La verdad sobre el sufrimiento:
Primero, es posible que Dios nos dé más de lo que podemos soportar.
¿Alguna vez te has sentido aplastado, abrumado, incapaz de soportar más o esperando morir? Yo sí. Cuando hace años pasé por una gran enfermedad que me mantuvo atada a la cama por un poco más de 5 años. Literalmente, me sentía morir. Sufrí de un dolor en la parte inferior del cuerpo, en ambas piernas. No encontré ninguna respuesta médica al dolor.
Debilitada, super delgada, con los músculos atrofiados y sin fuerzas lo único que podía hacer es venir a Dios y confiar en Él. No te voy a decir que a veces mi fe no flaqueaba porque el peso de esta enfermedad era demasiado. Pero yo sabía que aunque no sanara, mi Dios seguía siendo Dios. Y que a pesar de que si moría, viviría por la eternidad con Él. En todo este proceso aprendí que solo me quedaba confiar en Dios totalmente y que yo no podía hacer nada sin Él.
Segundo, el sufrimiento nos enseña a depender de Cristo.
2 Corintios 1:9b (NTV) …pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos.
Lo que aprendemos de nuestros sufrimientos es que el sufrimiento es un maestro poderoso. Nos libera de la autosuficiencia y nos pone firmemente en las manos de Jesús, quien incluso puede resucitar a los muertos.
Tercero, el sufrimiento nos impulsa a conectarnos con la familia de la iglesia.
Pensando en un mundo futuro para nuestros hijos, me da temor pensar en tanto que está avanzado la tecnología como la inteligencia artificial (de verdad que asusta). Quizás nosotros ya no estemos presentes en este mundo loco e impredecible. Pero nuestros hijos lo estarán. Y sus hijos. Da miedo pensar que tal vez no estemos allí para apoyarlos.
Sea o no cierto lo de la inteligencia artificial, habrá sufrimiento que tendrán que pasar como persecución por su fe. Tal vez,cáncer, demencia, etc. Posible, guerras, hambrunas, etc. ¿Cómo resistirán? Pues, necesitan una comunidad. Necesitan a la familia de la iglesia. De eso es de lo que habla este versículo final:
2 Corintios 1:4 (NTV) Él nos consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos consolar a otros. Cuando otros pasen por dificultades, podremos ofrecerles el mismo consuelo que Dios nos ha dado a nosotros.
Por eso es importante la iglesia local. En ella encontramos comunidad; Familia. No es solo un hábito dominical; es un salvavidas. Cuando las dificultades azotan, la familia de la iglesia se convierte en las manos y los pies de Dios para brindar su consuelo. Eso es lo que quiero para mis hijos. No hay forma de predecir todos los desafíos. Pero una cosa es segura: sufrirán.
Así que para dejar todo bien claro, recalco: La Verdad es que Dios puede darnos más de lo que nosotros podemos soportar, pero nunca nos dará más de lo Él que puede soportar. El sufrimiento nos impulsa a depender de Cristo, apoyarnos en nuestra familia de la iglesia y preparar a la próxima generación para hacer lo mismo.
Para cerrar, el 9 de abril de 1945, apenas cuatro semanas antes de la rendición de Alemania, los nazis sacaron a Bonhoeffer de su celda en el campo de concentración de Flossenbürg. Lo desnudaron, lo llevaron a la horca y lo ejecutaron. Pero lo más destacable es que el médico de la prisión que presenció su muerte dijo más tarde: “Casi nunca he visto a un hombre morir tan completamente sumiso a la voluntad de Dios”.
Bonhoeffer había escrito una vez: “Sólo un Dios que sufre puede ayudar”. Esa fue su ancla. No se aferró a la falsa esperanza de que Dios nunca le daría más de lo que podía soportar. En cambio, se aferró a la verdadera esperanza de que Dios nunca lo abandonaría, ni siquiera en la muerte.
Esa es nuestra conclusión hoy: Dios si puede darte más de lo que puedes soportar, pero nunca te dará más de lo que Él puede soportar. El sufrimiento vendrá. Las pruebas te agobiarán. Pero Cristo es suficiente. Él sostuvo a Bonhoeffer. Él sostuvo a Pablo. Él me sostuvo en mi sufrimiento. Y Él te sostendrá a ti.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Qué diferencia marcó la fe de Bonhoeffer frente a la obediencia ciega de otros líderes religiosos en su tiempo?
- ¿Por qué es importante distinguir entre tentación y sufrimiento al interpretar 1 Corintios 10:13?
- ¿Cómo puede el sufrimiento enseñarnos a depender más profundamente de Cristo?
- ¿Qué papel juega la comunidad de la iglesia en medio de las pruebas y el dolor?
- ¿Qué legado espiritual dejó Bonhoeffer y cómo puede inspirar a las futuras generaciones?
Estoy demasiado lejos del alcance de Dios
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Puntos de conversación:
- La mentira dice: “Estoy demasiado lejos del alcace de Dios”, pero la verdad es que la misericordia de Dios es más grande que nuestro pasado (Jonás 4:2, Lucas 15:20).
- Nínive era infame por su violencia, idolatría y crueldad, pero cuando se arrepintieron, Dios los perdonó (Jonás 3:4–10).
- El carácter de Dios siempre ha sido misericordioso y compasivo (Éxodo 34:6–7, Salmo 103:8, Joel 2:13).
- El hijo pródigo nos representa a todos: rotos, avergonzados e indignos, pero recibidos nuevamente por el amor del Padre (Lucas 15:11–20).
- La clave es el arrepentimiento: apartarse del pecado y volver a Dios (2 Pedro 3:9).
La semana pasada vimos el primer tema de la serie: Dios es un aguafiestas. Exploramos la mentira creíble de que Dios no quiere que te diviertas y por eso todas las reglas y regulaciones. Empero, la verdad es que desde el principio, Dios creó todo para nuestro bien. Nos dio abundancia y provisión pero también límites. Adán y Eva pasaron de confiar en la definición de Dios del bien a decidir lo bueno para sí mismos. Y el resultado NO FUE BUENO, resultó en vergüenza.
Esto nos lleva al tema de hoy. Tal vez sientas una profunda vergüenza por tu pecado. La Biblia tiene algo que decir sobre eso. Hoy vamos a confrontar una mentira que parece creíble: “Estoy demasiado lejos del alcance de Dios.” Quizás pienses: “Si supiera dónde he estado, lo que he hecho… Dios nunca me querría.” Ese pensamiento parece razonable. Lo he escuchado muchas veces en el ministerio. Personas que creen que Dios no puede perdonarlas por sus errores pasados, por haber cruzado un límite, por sus adicciones —ya sea a las drogas, al alcohol, a la pornografía— o incluso por lo que otros les han hecho, como el abuso de un familiar.
Pero la verdad honesta de Dios es esta: nadie está demasiado lejos de su alcance. Ni el asesino más cruel, ni el adúltero, ni el fornicario. Hoy veremos dos historias bíblicas que lo demuestran. Solo tendremos tiempo para dos ejemplos, pero hay cientos. Este es un tema que atraviesa toda la Escritura, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Elegiremos una historia representativa de cada uno, porque Dios es el mismo en ambos, y su corazón siempre ha estado a favor de la gente.
En ambas historias, presta atención a dos cosas: lo que hicieron mal —y créeme, es peor que lo tuyo— y lo que hicieron bien para volver a Dios y ser aceptados por Él. La primera historia está en el libro de Jonás, en el Antiguo Testamento, y trata de los ninivitas.
Jonás 1:1-2 (NTV) 1 El Señor le dio el siguiente mensaje a Jonás, hijo de Amitai: 2 «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive. Pronuncia mi juicio contra ella, porque he visto lo perversa que es su gente».
En tiempos de Jonás, Nínive era una de las ciudades más importantes del Imperio asirio. Asiria era temida por su poder militar y su crueldad. Gobernaban mediante el terror, y otras naciones los veían como opresores despiadados. Los registros históricos muestran prácticas brutales: desollaban vivos a los cautivos, amontonaban cabezas enemigas como trofeos, empalaban prisioneros. La injusticia era evidente y provocaba indignación.
Además, los ninivitas adoraban a dioses falsos, especialmente a Ishtar, diosa del amor y la guerra. Tenían templos dedicados a ella, practicaban la prostitución ritual y la idolatría. Arqueólogos han encontrado santuarios al aire libre y figuras de Ishtar en hogares. Incluso se realizaban sacrificios de niños en ese entorno pagano. Este es el contexto del libro de Jonás. Y la pregunta es inevitable: ¿estaban los ninivitas demasiado lejos del alcance de Dios? A simple vista, sí. Pero aquí viene la parte que quizás te hayas perdido.
Jonás 3:4 (NTV) El día que Jonás entró en la ciudad, proclamó a la multitud: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida».
Tal vez ese sea el único mensaje que hayas escuchado sobre Dios: juicio, condena, destrucción. Que Él está en tu contra. Que esta vez sí que te pasaste. Que nunca aceptaría a alguien como tú. Pero todo eso forma parte de la mentira creíble. Y muchos se la han tragado por completo.
Jonás 3:5,10 (NTV) 5 Entonces la gente de Nínive creyó el mensaje de Dios y desde el más importante hasta el menos importante declararon ayuno y se vistieron de tela áspera en señal de remordimiento. 10 Cuando Dios vio lo que habían hecho y cómo habían abandonado sus malos caminos, cambió de parecer y no llevó a cabo la destrucción con que los había amenazado.
¿¡Qué!? Ese es el giro inesperado. Dios perdonó a Nínive. Increíble. Estaban perdidos, lejos, más allá de toda esperanza. Y sin embargo, Dios los perdonó. La reacción de Jonás lo dice todo.
Jonás 4:1-2a (NTV) Este cambio de planes molestó mucho a Jonás y se enfureció. 2 Entonces le reclamó al Señor: —Señor, ¿no te dije antes de salir de casa que tú harías precisamente esto?
Jonás sabía que Dios es el Dios de segundas oportunidades. Lo sabía desde el principio. Dios le dio a Jonás una segunda oportunidad. Y ahora se la da a Nínive, la ciudad malvada.
Jonás 4:2b (NTV) ¡Por eso hui a Tarsis! Sabía que tú eres un Dios misericordioso y compasivo, lento para enojarte y lleno de amor inagotable. Estás dispuesto a perdonar y no destruir a la gente.
Esta es la verdadera imagen del Dios del Antiguo Testamento. Su carácter misericordioso se repite en Éxodo 34:6-7, Números 14:18, Nehemías 9:17, Salmos 86:15, 103:8, 145:8, Joel 2:13. Y también en el Nuevo Testamento, especialmente en este versículo:
2 Pedro 3:9 (NTV) En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan.
Ese es el camino de regreso a Dios. Funcionó para Nínive. Y funciona también en otra historia: la del hijo pródigo.
Lucas 15:11-12 (NTV) 11 Para ilustrar mejor esa enseñanza, Jesús les contó la siguiente historia: «Un hombre tenía dos hijos. 12 El hijo menor le dijo al padre: “Quiero la parte de mi herencia ahora, antes de que mueras”. Entonces el padre accedió a dividir sus bienes entre sus dos hijos.
Esta petición era una ofensa grave. En la cultura judía, pedir la herencia en vida era como declarar muerto al padre. El hijo menor avergonzó públicamente a su familia. Estaba perdido, demasiado lejos del perdón de Dios. Pero la historia empeora.
Lucas 15:13 (NTV) 13 »Pocos días después, el hijo menor empacó sus pertenencias y se mudó a una tierra distante, donde derrochó todo su dinero en una vida desenfrenada.
Se fue lejos. Vivió desenfrenadamente. Terminó comiendo con los cerdos, lo cual era impuro según la ley. Esta parábola es para ti, si te sientes perdido por tus errores o por lo que otros te han hecho. Jesús la contó para demostrar algo.
Lucas 15:17-19 (NTV) 17 »Cuando finalmente entró en razón, se dijo a sí mismo: “En casa, hasta los jornaleros tienen comida de sobra, ¡y aquí estoy yo, muriéndome de hambre! 18 Volveré a la casa de mi padre y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de que me llamen tu hijo. Te ruego que me contrates como jornalero’”.
El hijo se sentía indigno. Tal vez tú también. Pero regresó. Confió en la bondad de su padre. Estaba listo para una nueva relación, bajo los términos del padre. Pensó que sería un sirviente. Pero aquí viene el giro sorprendente.
Lucas 15:20 (NTV) »Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó.
La historia termina con una fiesta. El padre lo recibe como hijo, no como siervo. En las palabras de Jonás: “Sabía que tú eres un Dios misericordioso y compasivo, lento para enojarte y lleno de amor inagotable. Estás dispuesto a perdonar y no destruir a la gente.”
El Dios de Jonás es el Dios del hijo pródigo. Y es el mismo Dios de hoy. Ya no creas a la mentira creíble. Cree en la verdad honesta de Dios: nadie está demasiado lejos de su alcance. Los ninivitas no lo estuvieron, a pesar de su vida sin Dios. El hijo pródigo no lo estuvo, a pesar de sus vergonzosas acciones. Y tú tampoco lo estás.
No hay nada que hayas hecho que pueda descalificarte del amor de Dios. Él está mirando, esperando que tomes tu decisión. Y aquí está esa decisión: volver a Dios, ser aceptado por Él.
Este llamado es tanto para ti que te has alejado de Dios, como para ti que nunca lo has aceptado como tu Señor y Salvador. Tanto los ninivitas como el hijo pródigo lo hicieron. Ellos se volvieron a Dios, admitieron su pecado, se arrepintieron y se sometieron a Él.
Dios no te ha dado la espalda. Él te espera con los brazos abiertos. Jesús ya pagó el precio. Solo falta que digas “si”.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Por qué crees que tantas personas creen la mentira de que están “demasiado lejos del alcance” de Dios?
- ¿Cómo desafía la historia de Nínive la manera en que pensamos sobre el juicio y la misericordia de Dios?
- ¿Con qué parte de la historia del hijo pródigo te identificas más: la vergüenza del hijo o la compasión del padre?
- ¿Qué pasos puede tomar alguien hoy si se siente indigno del amor de Dios?
- ¿Cómo te animan estas historias a ver de manera diferente a las personas en tu vida que parecen “demasiado perdidas”?
- ¿Cómo se vería para ti, personalmente, arrepentirte y volver a Dios de una manera renovada esta semana?
Mentira creíble: Dios es un aguafiestas
Haz clic aquí para ver el bosquejo del sermón.
Puntos de conversación:
- La primera acción de Dios hacia la humanidad fue bendecir, no restringir. Génesis 1:28-30
- El Edén revela la provisión de Dios: familia, alimento, trabajo con propósito y un entorno seguro. Génesis 2:15
- El límite que Dios puso en el Edén no fue para matar el gozo, sino para protegerlo. Génesis 2:16-17
- La serpiente torció la generosidad de Dios en una aparente restricción, sembrando duda sobre Su bondad. Génesis 3:1-5
- Eva redefinió lo “bueno” fuera de Dios, lo que llevó a la vergüenza en lugar de gozo. Génesis 3:6-7
- La verdad de Dios: el gozo y la satisfacción se encuentran en Su provisión y dentro de Sus límites.
Todos las hemos escuchado. Son esas frasecitas que suenan sabias, reconfortantes o incluso espirituales pero no son verdaderas. En esta serie, descubriremos algunas de las mentiras más comunes y creíbles que la gente acepta sobre Dios, la vida y la fe.
Al principio parecen correctas, pero cuando profundizas, te das cuenta de que pueden llevarte en la dirección equivocada. Algunas de esas mentiras que parecen creíbles son: “Dios es un aguafiestas”, “Estoy demasiado lejos del alcance de Dios” o “Dios ha muerto”
Hoy, abrimos esta serie con la primera mentira que muchos creen acerca de Dios. Esta mentira creíble es “Dios es un aguafiestas”. Esta es una de las mentiras más antiguas y persistentes. Muchos creen que Dios está en contra de nuestra felicidad. No quiere que se diviertan, y por eso existen tantas reglas y restricciones.Que el cristianismo es una camisa de fuerza, llena de reglas diseñadas para reprimir el gozo. Pero si volvemos al principio de la historia bíblica, descubrimos algo muy diferente.
Así que vayamos al Génesis. Es el lugar natural para comenzar, porque fue la primera mentira dada. Deja te explico. En Génesis 1 y 2, Dios hizo todo para el bien de la humanidad, es decir, para su gozo. Dios creó todo el mundo en los primeros cinco días, en anticipación al sexto día, cuando creó a la humanidad. Todo esto fue para ellos, para su bien.
Génesis 1:28-29 (NTV) Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo».
Aquí leemos que Dios los bendijo. Fue lo primero que hizo Dios después de crear a los humanos. ¡Piénsalo! Dios estaba a favor de ellos. Te digo porque. Primero, porque les dijo: “Sean fructíferos y multiplíquense”. Dios quería que tuvieran hijos. Las familias son una bendición. Medita en ESO. Segundo, les dio propósito, autoridad, provisión y libertad. El mandato de “llenar la tierra y gobiernen sobre ella” no era una carga, sino una invitación a participar en su obra. La creación misma fue diseñada para el florecimiento humano. La tierra fue creada para los humanos. Luego Dios les dijo que la llenaran con ese propósito, para que todos pudieran disfrutar de su provisión.
Algo interesante con respecto a “gobiernen sobre ella”. Aquí empezó el gobierno familiar. Luego se extendió al gobierno civil. Todo parte del plan de Dios para bendecir a la humanidad.
Por último, cuando les dice “Reinen sobre… todos los animales”, Dios les está dando a los humanos se les dio autoridad incluso sobre el reino animal. Esto es parte de lo que significa ser hechos “a imagen de Dios”. Nosotros también podemos gobernar.
El punto es que todo lo que hizo Dios fue para nuestro bien, para el florecimiento humano. Pero aún hay más.
Génesis 1:29 (NTV) Entonces Dios dijo: «¡Miren! Les he dado todas las plantas con semilla que hay sobre la tierra y todos los árboles frutales para que les sirvan de alimento.
En este versículo vemos la provisión generosa de alimento por parte de Dios. Es interesante ver que no se menciona el consumo de carne hasta después del diluvio (Génesis 9:3). Esto sugiere que la visión original era pacífica y no violenta. Era de una vida alimentándose de vegetación, no unos de otros.
Otro dato interesante es que las semillas representan provisión continua. Los humanos no solo consumen, sino que son administradores que aseguran que la creación siga produciendo. Resuena con el mandato anterior de “gobernar” y “someter” la tierra (v. 28), lo cual no es explotación sino administración sabia.
Génesis 2:15 (NTV) El Señor Dios puso al hombre en el jardín de Edén para que se ocupara de él y lo custodiara;
El nombre “Edén” proviene de גן עדן (Gan Eden); una raíz que significa “deleite” o “placer”. El significado de jardín proviene de la raíz de “recinto, lugar protegido”. El “Jardín del Edén” era literalmente un “lugar protegido de placer”. Dios no creó una prisión, sino un paraíso. Les dio un entorno seguro, trabajo significativo, comida abundante y compañía. Esto muestra la provisión de Dios como un padre amoroso. Detente y pregúntate ahora: ¿Está describiendo esto a un Dios bueno o a un aguafiestas? ¡No! ¡Obviamente todo era bueno! ¿Qué más se puede pedir?
En serio, detente y piensa en eso. ¿Estaría satisfecha la persona promedio con un hogar seguro, trabajo significativo, comida en la mesa, una familia unida? ¡Por supuesto que sí! Pero aquí está lo que abrió la puerta a la mentira de que Dios es un aguafiestas y que no quiere que disfrutemos y seamos felices.
Génesis 2:16-17 (NTV) 16 pero el Señor Dios le advirtió: «Puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol del huerto, 17 excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de su fruto, sin duda morirás».
Este no es realmente el primer mandamiento en la Biblia. En Génesis 1:3 y siguientes, Dios dice cosas como “Que haya luz”. Esos son decretos creativos. Lo que quiere decir es que el habla de Dios llama a la realidad a existir. Los teólogos a menudo distinguen estos como mandamientos fiat del latín fiat lux, “que haya luz”. Nota que una moneda fiat funciona igual. Tiene valor porque el gobierno lo decreta. La gente la acepta no por su sustancia física sino porque la autoridad del estado declara: “Esto es dinero”.
Luego tienes mandatos a la creación misma como “Que la tierra produzca vegetación” (1:11) y “Que las aguas se llenen de seres vivientes” (1:20). La creación no podía evitar obedecer.
También hay mandatos a los seres vivientes. Mandatos como “Sean fructíferos y multiplíquense”. Este es dado a los animales, aves, peces y humanos.
En Génesis 2:16-17 es el primer mandamiento moral. Dos formas de responder a este primer mandamiento moral. La primera manera es con confianza y sumisión. En este caso uno dice “¡Dios sabe lo que es mejor para mí!”. La otra manera es responder con desconfianza y sospecha. Es cuando uno responde: “¿Por qué Dios está reteniendo esta cosa buena?”
Lastimosamente, esa es la respuesta de Adan y Eva al primer mandato moral. Esto lo vemos en Génesis 3.
Génesis 3:1 (NTV) La serpiente era el más astuto de todos los animales salvajes que el Señor Dios había hecho. Cierto día le preguntó a la mujer: —¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto?
La serpiente introduce la duda con una pregunta manipuladora. Resulta curioso que Génesis nunca dice que la serpiente es Satanás. Lo sabemos por referencias del NT. Juan 8:44 describe a Satanás como “el padre de la mentira”, lo cual coincide con lo que hace la serpiente en Edén. 2 Corintios 11:3 advierte que “Eva fue engañada por la astucia de la serpiente” y en el versículo 14 Pablo aclara que Satanás “se disfraza”. Apocalipsis 12:9 lo llama “esa serpiente antigua, llamada el diablo o Satanás, que engaña al mundo entero”.
Volviendo a la historia, observa el enfoque del diablo/serpiente: hace una pregunta escéptica. No miente aún; solo empieza a manipular. Esto es manipulación 101: sembrar incertidumbre antes de plantar una mentira directa. Por si no has conectado los puntos del puzzle, así es como funciona nuestra cultura hoy en día también.
Hace preguntas escépticas: “¿De verdad dijo Dios que el sexo solo debe ser dentro del matrimonio?” “¿De verdad la Biblia quiere decir que no puedes…?” Todas esas son migajas de manipulación como publicaciones en redes sociales, entretenimiento, conversaciones que erosionan lentamente la confianza en la verdad de Dios no con una gran mentira, sino con una serie de pequeñas dudas. Es muerte por mil cortes, espiritualmente hablando
Génesis 3:2-3 (NTV) —Claro que podemos comer del fruto de los árboles del huerto—contestó la mujer—. 3 Es solo del fruto del árbol que está en medio del huerto del que no se nos permite comer. Dios dijo: “No deben comerlo, ni siquiera tocarlo; si lo hacen, morirán”.
Ella conocía el mandamiento… más o menos. Eva añade algo que Dios no dijo: “ni siquiera tocarlo”. Esa pequeña distorsión es sutil, pero significativa. Muestra cuán fácil es malinterpretar o citar mal la Palabra de Dios y cómo eso abre la puerta a la tentación. Es la primera evidencia de que Eva podría haber visto a Dios como un aguafiestas, exagerando sus límites y cuestionando Su intención con Sus mandamientos.
La primera semilla de duda no fue solo sobre lo que Dios dijo, sino sobre qué tipo de Dios es. En lugar de un Padre generoso que les dio todos los árboles del huerto, Él es reformulado como un aguafiestas que está reteniendo algo de ellos. Si Eva ve el mandamiento como extremo, entonces romperlo se siente más justificable.
Génesis 3:4-5 (NTV) —¡No morirán!—respondió la serpiente a la mujer—. 5 Dios sabe que, en cuanto coman del fruto, se les abrirán los ojos y serán como Dios, con el conocimiento del bien y del mal.
Finalmente, la MENTIRA dada por Eva: Dios dijo: “si comes, morirás”. Satanás la contradijo. Luego añadió una segunda mentira: “Serás como Él”. Vale destacar que el ser humano ¡ya eran como Él! Ya eran creados a Su imagen pero lo querían de otra manera, en sus propios términos
En otras palabras, el diablo les dijo: el mandamiento de Dios es para retenerte; desobedece y serás bendecido con ojos abiertos y con conocimiento como Dios. El Comentario Bíblico del Expositor: Edición Abreviada, 2 Volúmenes comenta con respecto a Génesis 3:2 “Las declaraciones de la serpiente son un desafío directo al tema central de que Dios proveerá lo “bueno” para la raza humana si tan solo confían y le obedecen.” Dios ya había proveído “eso bueno”. Ya los había bendecido.
Génesis 3:6 (NTV) La mujer quedó convencida. Vio que el árbol era hermoso [bueno] y su fruto parecía delicioso, y quiso la sabiduría que le daría. Así que tomó del fruto y lo comió. Después le dio un poco a su esposo que estaba con ella, y él también comió.
La palabra hebrea es “tov” = bueno, agradable, deseable, beneficioso. En Génesis 1, tov = lo que Dios considera bueno. En Génesis 3:6, tov = lo que la mujer considera bueno. Es la primera vez que alguien que no es Dios llama algo “bueno” y es una mentira. No porque el árbol no fuera bueno. Era bueno, porque fue creado por Dios. Pero ella quiso definir su beneficio para sí misma. Para usarlo para sus propias motivaciones. En su propio tiempo.
Este cambio es enorme. La humanidad pasa de confiar en la definición de lo bueno según Dios a decidir lo bueno por sí misma. Tristemente, seguimos haciendo esto hoy en día. Un ejemplo son las relaciones y la sexualidad. La cultura dice: “Si se siente bien y me hace feliz, es bueno”. Mas Dios dice: la verdadera bondad se encuentra en el amor en pacto y la pureza (Génesis 2:24; 1 Tesalonicenses 4:3–5). A menudo justificamos cruzar límites porque algo nos parece bueno
Otro ejemplo tiene que ver con el dinero y el éxito. Llamamos bueno a la riqueza, el estatus o “la lucha” porque nos beneficia. Empero Dios dice: la generosidad, la buena administración y el contentamiento son verdaderamente buenos (Lucas 12:15; 1 Timoteo 6:6–10). Torcemos el “tov” cuando decimos que el éxito a cualquier costo es “bueno”.
Génesis 3:7 (NTV) En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse.
La promesa de Satanás: “se les abrirán los ojos”. Promesa cumplida. “Conocerán el bien y el mal”. Pues sí, pero la realidad va más allá. Ellos
sintieron vergüenza por primera vez, pero no la última. En otras palabras: se les prometió “lo bueno” pero recibieron “lo malo”.
No caigas en la mentira creíble de que Dios es un aguafiestas y no quiere que te diviertas. La verdad es que desde el principio, Dios creó todo para nuestro bien. Él ha sido generoso, protector y bueno. Nos dio abundancia, propósito y límites por amor. La verdadera libertad no está en romper sus mandamientos, sino en confiar en su carácter.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Por qué crees que Satanás eligió atacar primero el carácter de Dios, haciéndolo parecer alguien que quita la alegría?
- ¿Cómo nuestra cultura actual redefine los mandamientos de Dios como “restrictivos” o “injustos”?
- ¿Cuál es la diferencia entre la definición de “bueno” según Dios y la forma en que las personas suelen definirlo por sí mismas?
- ¿Cómo los límites pueden traer realmente libertad y alegría en la vida?
- Piensa en un momento en que dudaste de la bondad de Dios. ¿Cómo afectó eso tus decisiones?
- ¿Cuál es un área de tu vida en este momento en la que necesitas confiar en la definición de “bueno” que tiene Dios?
Mentiras creibles (serie)

Mentiras creibles (serie)
Todos las hemos escuchado. Frasecitas que suenan sabias, reconfortantes o incluso espirituales—pero no son verdaderas. En esta serie, descubriremos algunas de las mentiras más comunes y creíbles que la gente acepta sobre Dios, la vida y la fe. Al principio parecen correctas, pero cuando profundizas, te das cuenta de que pueden llevarte en la dirección equivocada.
Mentira creíble: Dios es un aguafiestas
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Puntos de conversación:
- La primera acción de Dios hacia la humanidad fue bendecir, no restringir. Génesis 1:28-30
- El Edén revela la provisión de Dios: familia, alimento, trabajo con propósito y un entorno seguro. Génesis 2:15
- El límite que Dios puso en el Edén no fue para matar el gozo, sino para protegerlo. Génesis 2:16-17
- La serpiente torció la generosidad de Dios en una aparente restricción, sembrando duda sobre Su bondad. Génesis 3:1-5
- Eva redefinió lo “bueno” fuera de Dios, lo que llevó a la vergüenza en lugar de gozo. Génesis 3:6-7
- La verdad de Dios: el gozo y la satisfacción se encuentran en Su provisión y dentro de Sus límites.
Todos las hemos escuchado. Son esas frasecitas que suenan sabias, reconfortantes o incluso espirituales pero no son verdaderas. En esta serie, descubriremos algunas de las mentiras más comunes y creíbles que la gente acepta sobre Dios, la vida y la fe.
Al principio parecen correctas, pero cuando profundizas, te das cuenta de que pueden llevarte en la dirección equivocada. Algunas de esas mentiras que parecen creíbles son: “Dios es un aguafiestas”, “Estoy demasiado lejos del alcance de Dios” o “Dios ha muerto”
Hoy, abrimos esta serie con la primera mentira que muchos creen acerca de Dios. Esta mentira creíble es “Dios es un aguafiestas”. Esta es una de las mentiras más antiguas y persistentes. Muchos creen que Dios está en contra de nuestra felicidad. No quiere que se diviertan, y por eso existen tantas reglas y restricciones.Que el cristianismo es una camisa de fuerza, llena de reglas diseñadas para reprimir el gozo. Pero si volvemos al principio de la historia bíblica, descubrimos algo muy diferente.
Así que vayamos al Génesis. Es el lugar natural para comenzar, porque fue la primera mentira dada. Deja te explico. En Génesis 1 y 2, Dios hizo todo para el bien de la humanidad, es decir, para su gozo. Dios creó todo el mundo en los primeros cinco días, en anticipación al sexto día, cuando creó a la humanidad. Todo esto fue para ellos, para su bien.
Génesis 1:28-29 (NTV) Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo».
Aquí leemos que Dios los bendijo. Fue lo primero que hizo Dios después de crear a los humanos. ¡Piénsalo! Dios estaba a favor de ellos. Te digo porque. Primero, porque les dijo: “Sean fructíferos y multiplíquense”. Dios quería que tuvieran hijos. Las familias son una bendición. Medita en ESO. Segundo, les dio propósito, autoridad, provisión y libertad. El mandato de “llenar la tierra y gobiernen sobre ella” no era una carga, sino una invitación a participar en su obra. La creación misma fue diseñada para el florecimiento humano. La tierra fue creada para los humanos. Luego Dios les dijo que la llenaran con ese propósito, para que todos pudieran disfrutar de su provisión.
Algo interesante con respecto a “gobiernen sobre ella”. Aquí empezó el gobierno familiar. Luego se extendió al gobierno civil. Todo parte del plan de Dios para bendecir a la humanidad.
Por último, cuando les dice “Reinen sobre… todos los animales”, Dios les está dando a los humanos se les dio autoridad incluso sobre el reino animal. Esto es parte de lo que significa ser hechos “a imagen de Dios”. Nosotros también podemos gobernar.
El punto es que todo lo que hizo Dios fue para nuestro bien, para el florecimiento humano. Pero aún hay más.
Génesis 1:29 (NTV) Entonces Dios dijo: «¡Miren! Les he dado todas las plantas con semilla que hay sobre la tierra y todos los árboles frutales para que les sirvan de alimento.
En este versículo vemos la provisión generosa de alimento por parte de Dios. Es interesante ver que no se menciona el consumo de carne hasta después del diluvio (Génesis 9:3). Esto sugiere que la visión original era pacífica y no violenta. Era de una vida alimentándose de vegetación, no unos de otros.
Otro dato interesante es que las semillas representan provisión continua. Los humanos no solo consumen, sino que son administradores que aseguran que la creación siga produciendo. Resuena con el mandato anterior de “gobernar” y “someter” la tierra (v. 28), lo cual no es explotación sino administración sabia.
Génesis 2:15 (NTV) El Señor Dios puso al hombre en el jardín de Edén para que se ocupara de él y lo custodiara;
El nombre “Edén” proviene de גן עדן (Gan Eden); una raíz que significa “deleite” o “placer”. El significado de jardín proviene de la raíz de “recinto, lugar protegido”. El “Jardín del Edén” era literalmente un “lugar protegido de placer”. Dios no creó una prisión, sino un paraíso. Les dio un entorno seguro, trabajo significativo, comida abundante y compañía. Esto muestra la provisión de Dios como un padre amoroso. Detente y pregúntate ahora: ¿Está describiendo esto a un Dios bueno o a un aguafiestas? ¡No! ¡Obviamente todo era bueno! ¿Qué más se puede pedir?
En serio, detente y piensa en eso. ¿Estaría satisfecha la persona promedio con un hogar seguro, trabajo significativo, comida en la mesa, una familia unida? ¡Por supuesto que sí! Pero aquí está lo que abrió la puerta a la mentira de que Dios es un aguafiestas y que no quiere que disfrutemos y seamos felices.
Génesis 2:16-17 (NTV) 16 pero el Señor Dios le advirtió: «Puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol del huerto, 17 excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de su fruto, sin duda morirás».
Este no es realmente el primer mandamiento en la Biblia. En Génesis 1:3 y siguientes, Dios dice cosas como “Que haya luz”. Esos son decretos creativos. Lo que quiere decir es que el habla de Dios llama a la realidad a existir. Los teólogos a menudo distinguen estos como mandamientos fiat del latín fiat lux, “que haya luz”. Nota que una moneda fiat funciona igual. Tiene valor porque el gobierno lo decreta. La gente la acepta no por su sustancia física sino porque la autoridad del estado declara: “Esto es dinero”.
Luego tienes mandatos a la creación misma como “Que la tierra produzca vegetación” (1:11) y “Que las aguas se llenen de seres vivientes” (1:20). La creación no podía evitar obedecer.
También hay mandatos a los seres vivientes. Mandatos como “Sean fructíferos y multiplíquense”. Este es dado a los animales, aves, peces y humanos.
En Génesis 2:16-17 es el primer mandamiento moral. Dos formas de responder a este primer mandamiento moral. La primera manera es con confianza y sumisión. En este caso uno dice “¡Dios sabe lo que es mejor para mí!”. La otra manera es responder con desconfianza y sospecha. Es cuando uno responde: “¿Por qué Dios está reteniendo esta cosa buena?”
Lastimosamente, esa es la respuesta de Adan y Eva al primer mandato moral. Esto lo vemos en Génesis 3.
Génesis 3:1 (NTV) La serpiente era el más astuto de todos los animales salvajes que el Señor Dios había hecho. Cierto día le preguntó a la mujer: —¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto?
La serpiente introduce la duda con una pregunta manipuladora. Resulta curioso que Génesis nunca dice que la serpiente es Satanás. Lo sabemos por referencias del NT. Juan 8:44 describe a Satanás como “el padre de la mentira”, lo cual coincide con lo que hace la serpiente en Edén. 2 Corintios 11:3 advierte que “Eva fue engañada por la astucia de la serpiente” y en el versículo 14 Pablo aclara que Satanás “se disfraza”. Apocalipsis 12:9 lo llama “esa serpiente antigua, llamada el diablo o Satanás, que engaña al mundo entero”.
Volviendo a la historia, observa el enfoque del diablo/serpiente: hace una pregunta escéptica. No miente aún; solo empieza a manipular. Esto es manipulación 101: sembrar incertidumbre antes de plantar una mentira directa. Por si no has conectado los puntos del puzzle, así es como funciona nuestra cultura hoy en día también.
Hace preguntas escépticas: “¿De verdad dijo Dios que el sexo solo debe ser dentro del matrimonio?” “¿De verdad la Biblia quiere decir que no puedes…?” Todas esas son migajas de manipulación como publicaciones en redes sociales, entretenimiento, conversaciones que erosionan lentamente la confianza en la verdad de Dios no con una gran mentira, sino con una serie de pequeñas dudas. Es muerte por mil cortes, espiritualmente hablando
Génesis 3:2-3 (NTV) —Claro que podemos comer del fruto de los árboles del huerto—contestó la mujer—. 3 Es solo del fruto del árbol que está en medio del huerto del que no se nos permite comer. Dios dijo: “No deben comerlo, ni siquiera tocarlo; si lo hacen, morirán”.
Ella conocía el mandamiento… más o menos. Eva añade algo que Dios no dijo: “ni siquiera tocarlo”. Esa pequeña distorsión es sutil, pero significativa. Muestra cuán fácil es malinterpretar o citar mal la Palabra de Dios y cómo eso abre la puerta a la tentación. Es la primera evidencia de que Eva podría haber visto a Dios como un aguafiestas, exagerando sus límites y cuestionando Su intención con Sus mandamientos.
La primera semilla de duda no fue solo sobre lo que Dios dijo, sino sobre qué tipo de Dios es. En lugar de un Padre generoso que les dio todos los árboles del huerto, Él es reformulado como un aguafiestas que está reteniendo algo de ellos. Si Eva ve el mandamiento como extremo, entonces romperlo se siente más justificable.
Génesis 3:4-5 (NTV) —¡No morirán!—respondió la serpiente a la mujer—. 5 Dios sabe que, en cuanto coman del fruto, se les abrirán los ojos y serán como Dios, con el conocimiento del bien y del mal.
Finalmente, la MENTIRA dada por Eva: Dios dijo: “si comes, morirás”. Satanás la contradijo. Luego añadió una segunda mentira: “Serás como Él”. Vale destacar que el ser humano ¡ya eran como Él! Ya eran creados a Su imagen pero lo querían de otra manera, en sus propios términos
En otras palabras, el diablo les dijo: el mandamiento de Dios es para retenerte; desobedece y serás bendecido con ojos abiertos y con conocimiento como Dios. El Comentario Bíblico del Expositor: Edición Abreviada, 2 Volúmenes comenta con respecto a Génesis 3:2 “Las declaraciones de la serpiente son un desafío directo al tema central de que Dios proveerá lo “bueno” para la raza humana si tan solo confían y le obedecen.” Dios ya había proveído “eso bueno”. Ya los había bendecido.
Génesis 3:6 (NTV) La mujer quedó convencida. Vio que el árbol era hermoso [bueno] y su fruto parecía delicioso, y quiso la sabiduría que le daría. Así que tomó del fruto y lo comió. Después le dio un poco a su esposo que estaba con ella, y él también comió.
La palabra hebrea es “tov” = bueno, agradable, deseable, beneficioso. En Génesis 1, tov = lo que Dios considera bueno. En Génesis 3:6, tov = lo que la mujer considera bueno. Es la primera vez que alguien que no es Dios llama algo “bueno” y es una mentira. No porque el árbol no fuera bueno. Era bueno, porque fue creado por Dios. Pero ella quiso definir su beneficio para sí misma. Para usarlo para sus propias motivaciones. En su propio tiempo.
Este cambio es enorme. La humanidad pasa de confiar en la definición de lo bueno según Dios a decidir lo bueno por sí misma. Tristemente, seguimos haciendo esto hoy en día. Un ejemplo son las relaciones y la sexualidad. La cultura dice: “Si se siente bien y me hace feliz, es bueno”. Mas Dios dice: la verdadera bondad se encuentra en el amor en pacto y la pureza (Génesis 2:24; 1 Tesalonicenses 4:3–5). A menudo justificamos cruzar límites porque algo nos parece bueno
Otro ejemplo tiene que ver con el dinero y el éxito. Llamamos bueno a la riqueza, el estatus o “la lucha” porque nos beneficia. Empero Dios dice: la generosidad, la buena administración y el contentamiento son verdaderamente buenos (Lucas 12:15; 1 Timoteo 6:6–10). Torcemos el “tov” cuando decimos que el éxito a cualquier costo es “bueno”.
Génesis 3:7 (NTV) En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse.
La promesa de Satanás: “se les abrirán los ojos”. Promesa cumplida. “Conocerán el bien y el mal”. Pues sí, pero la realidad va más allá. Ellos
sintieron vergüenza por primera vez, pero no la última. En otras palabras: se les prometió “lo bueno” pero recibieron “lo malo”.
No caigas en la mentira creíble de que Dios es un aguafiestas y no quiere que te diviertas. La verdad es que desde el principio, Dios creó todo para nuestro bien. Él ha sido generoso, protector y bueno. Nos dio abundancia, propósito y límites por amor. La verdadera libertad no está en romper sus mandamientos, sino en confiar en su carácter.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Por qué crees que Satanás eligió atacar primero el carácter de Dios, haciéndolo parecer alguien que quita la alegría?
- ¿Cómo nuestra cultura actual redefine los mandamientos de Dios como “restrictivos” o “injustos”?
- ¿Cuál es la diferencia entre la definición de “bueno” según Dios y la forma en que las personas suelen definirlo por sí mismas?
- ¿Cómo los límites pueden traer realmente libertad y alegría en la vida?
- Piensa en un momento en que dudaste de la bondad de Dios. ¿Cómo afectó eso tus decisiones?
- ¿Cuál es un área de tu vida en este momento en la que necesitas confiar en la definición de “bueno” que tiene Dios?
Estoy demasiado lejos del alcance de Dios
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Puntos de conversación:
- La mentira dice: “Estoy demasiado lejos del alcace de Dios”, pero la verdad es que la misericordia de Dios es más grande que nuestro pasado (Jonás 4:2, Lucas 15:20).
- Nínive era infame por su violencia, idolatría y crueldad, pero cuando se arrepintieron, Dios los perdonó (Jonás 3:4–10).
- El carácter de Dios siempre ha sido misericordioso y compasivo (Éxodo 34:6–7, Salmo 103:8, Joel 2:13).
- El hijo pródigo nos representa a todos: rotos, avergonzados e indignos, pero recibidos nuevamente por el amor del Padre (Lucas 15:11–20).
- La clave es el arrepentimiento: apartarse del pecado y volver a Dios (2 Pedro 3:9).
La semana pasada vimos el primer tema de la serie: Dios es un aguafiestas. Exploramos la mentira creíble de que Dios no quiere que te diviertas y por eso todas las reglas y regulaciones. Empero, la verdad es que desde el principio, Dios creó todo para nuestro bien. Nos dio abundancia y provisión pero también límites. Adán y Eva pasaron de confiar en la definición de Dios del bien a decidir lo bueno para sí mismos. Y el resultado NO FUE BUENO, resultó en vergüenza.
Esto nos lleva al tema de hoy. Tal vez sientas una profunda vergüenza por tu pecado. La Biblia tiene algo que decir sobre eso. Hoy vamos a confrontar una mentira que parece creíble: “Estoy demasiado lejos del alcance de Dios.” Quizás pienses: “Si supiera dónde he estado, lo que he hecho… Dios nunca me querría.” Ese pensamiento parece razonable. Lo he escuchado muchas veces en el ministerio. Personas que creen que Dios no puede perdonarlas por sus errores pasados, por haber cruzado un límite, por sus adicciones —ya sea a las drogas, al alcohol, a la pornografía— o incluso por lo que otros les han hecho, como el abuso de un familiar.
Pero la verdad honesta de Dios es esta: nadie está demasiado lejos de su alcance. Ni el asesino más cruel, ni el adúltero, ni el fornicario. Hoy veremos dos historias bíblicas que lo demuestran. Solo tendremos tiempo para dos ejemplos, pero hay cientos. Este es un tema que atraviesa toda la Escritura, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Elegiremos una historia representativa de cada uno, porque Dios es el mismo en ambos, y su corazón siempre ha estado a favor de la gente.
En ambas historias, presta atención a dos cosas: lo que hicieron mal —y créeme, es peor que lo tuyo— y lo que hicieron bien para volver a Dios y ser aceptados por Él. La primera historia está en el libro de Jonás, en el Antiguo Testamento, y trata de los ninivitas.
Jonás 1:1-2 (NTV) 1 El Señor le dio el siguiente mensaje a Jonás, hijo de Amitai: 2 «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive. Pronuncia mi juicio contra ella, porque he visto lo perversa que es su gente».
En tiempos de Jonás, Nínive era una de las ciudades más importantes del Imperio asirio. Asiria era temida por su poder militar y su crueldad. Gobernaban mediante el terror, y otras naciones los veían como opresores despiadados. Los registros históricos muestran prácticas brutales: desollaban vivos a los cautivos, amontonaban cabezas enemigas como trofeos, empalaban prisioneros. La injusticia era evidente y provocaba indignación.
Además, los ninivitas adoraban a dioses falsos, especialmente a Ishtar, diosa del amor y la guerra. Tenían templos dedicados a ella, practicaban la prostitución ritual y la idolatría. Arqueólogos han encontrado santuarios al aire libre y figuras de Ishtar en hogares. Incluso se realizaban sacrificios de niños en ese entorno pagano. Este es el contexto del libro de Jonás. Y la pregunta es inevitable: ¿estaban los ninivitas demasiado lejos del alcance de Dios? A simple vista, sí. Pero aquí viene la parte que quizás te hayas perdido.
Jonás 3:4 (NTV) El día que Jonás entró en la ciudad, proclamó a la multitud: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida».
Tal vez ese sea el único mensaje que hayas escuchado sobre Dios: juicio, condena, destrucción. Que Él está en tu contra. Que esta vez sí que te pasaste. Que nunca aceptaría a alguien como tú. Pero todo eso forma parte de la mentira creíble. Y muchos se la han tragado por completo.
Jonás 3:5,10 (NTV) 5 Entonces la gente de Nínive creyó el mensaje de Dios y desde el más importante hasta el menos importante declararon ayuno y se vistieron de tela áspera en señal de remordimiento. 10 Cuando Dios vio lo que habían hecho y cómo habían abandonado sus malos caminos, cambió de parecer y no llevó a cabo la destrucción con que los había amenazado.
¿¡Qué!? Ese es el giro inesperado. Dios perdonó a Nínive. Increíble. Estaban perdidos, lejos, más allá de toda esperanza. Y sin embargo, Dios los perdonó. La reacción de Jonás lo dice todo.
Jonás 4:1-2a (NTV) Este cambio de planes molestó mucho a Jonás y se enfureció. 2 Entonces le reclamó al Señor: —Señor, ¿no te dije antes de salir de casa que tú harías precisamente esto?
Jonás sabía que Dios es el Dios de segundas oportunidades. Lo sabía desde el principio. Dios le dio a Jonás una segunda oportunidad. Y ahora se la da a Nínive, la ciudad malvada.
Jonás 4:2b (NTV) ¡Por eso hui a Tarsis! Sabía que tú eres un Dios misericordioso y compasivo, lento para enojarte y lleno de amor inagotable. Estás dispuesto a perdonar y no destruir a la gente.
Esta es la verdadera imagen del Dios del Antiguo Testamento. Su carácter misericordioso se repite en Éxodo 34:6-7, Números 14:18, Nehemías 9:17, Salmos 86:15, 103:8, 145:8, Joel 2:13. Y también en el Nuevo Testamento, especialmente en este versículo:
2 Pedro 3:9 (NTV) En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan.
Ese es el camino de regreso a Dios. Funcionó para Nínive. Y funciona también en otra historia: la del hijo pródigo.
Lucas 15:11-12 (NTV) 11 Para ilustrar mejor esa enseñanza, Jesús les contó la siguiente historia: «Un hombre tenía dos hijos. 12 El hijo menor le dijo al padre: “Quiero la parte de mi herencia ahora, antes de que mueras”. Entonces el padre accedió a dividir sus bienes entre sus dos hijos.
Esta petición era una ofensa grave. En la cultura judía, pedir la herencia en vida era como declarar muerto al padre. El hijo menor avergonzó públicamente a su familia. Estaba perdido, demasiado lejos del perdón de Dios. Pero la historia empeora.
Lucas 15:13 (NTV) 13 »Pocos días después, el hijo menor empacó sus pertenencias y se mudó a una tierra distante, donde derrochó todo su dinero en una vida desenfrenada.
Se fue lejos. Vivió desenfrenadamente. Terminó comiendo con los cerdos, lo cual era impuro según la ley. Esta parábola es para ti, si te sientes perdido por tus errores o por lo que otros te han hecho. Jesús la contó para demostrar algo.
Lucas 15:17-19 (NTV) 17 »Cuando finalmente entró en razón, se dijo a sí mismo: “En casa, hasta los jornaleros tienen comida de sobra, ¡y aquí estoy yo, muriéndome de hambre! 18 Volveré a la casa de mi padre y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de que me llamen tu hijo. Te ruego que me contrates como jornalero’”.
El hijo se sentía indigno. Tal vez tú también. Pero regresó. Confió en la bondad de su padre. Estaba listo para una nueva relación, bajo los términos del padre. Pensó que sería un sirviente. Pero aquí viene el giro sorprendente.
Lucas 15:20 (NTV) »Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó.
La historia termina con una fiesta. El padre lo recibe como hijo, no como siervo. En las palabras de Jonás: “Sabía que tú eres un Dios misericordioso y compasivo, lento para enojarte y lleno de amor inagotable. Estás dispuesto a perdonar y no destruir a la gente.”
El Dios de Jonás es el Dios del hijo pródigo. Y es el mismo Dios de hoy. Ya no creas a la mentira creíble. Cree en la verdad honesta de Dios: nadie está demasiado lejos de su alcance. Los ninivitas no lo estuvieron, a pesar de su vida sin Dios. El hijo pródigo no lo estuvo, a pesar de sus vergonzosas acciones. Y tú tampoco lo estás.
No hay nada que hayas hecho que pueda descalificarte del amor de Dios. Él está mirando, esperando que tomes tu decisión. Y aquí está esa decisión: volver a Dios, ser aceptado por Él.
Este llamado es tanto para ti que te has alejado de Dios, como para ti que nunca lo has aceptado como tu Señor y Salvador. Tanto los ninivitas como el hijo pródigo lo hicieron. Ellos se volvieron a Dios, admitieron su pecado, se arrepintieron y se sometieron a Él.
Dios no te ha dado la espalda. Él te espera con los brazos abiertos. Jesús ya pagó el precio. Solo falta que digas “si”.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Por qué crees que tantas personas creen la mentira de que están “demasiado lejos del alcance” de Dios?
- ¿Cómo desafía la historia de Nínive la manera en que pensamos sobre el juicio y la misericordia de Dios?
- ¿Con qué parte de la historia del hijo pródigo te identificas más: la vergüenza del hijo o la compasión del padre?
- ¿Qué pasos puede tomar alguien hoy si se siente indigno del amor de Dios?
- ¿Cómo te animan estas historias a ver de manera diferente a las personas en tu vida que parecen “demasiado perdidas”?
- ¿Cómo se vería para ti, personalmente, arrepentirte y volver a Dios de una manera renovada esta semana?
Dios no me dará más de lo que puedo soportar
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Puntos de conversación:
La verdad sobre las tentaciones:
- Las tentaciones son reales, pero no irresistibles.
- La “salida de escape” de Dios toma muchas formas.
- La fidelidad de Dios es el fundamento. (2 Corintios 1:8-9a)
La verdad sobre el sufrimiento:
- Es posible que Dios nos dé más de lo que podemos soportar.
- El sufrimiento nos enseña a depender de Cristo. (2 Corintios 1:9b)
- El sufrimiento nos impulsa a conectarnos con la familia de la iglesia. (2 Corintios 1:4)
En la década de 1930, Alemania se sumía en la oscuridad. Adolf Hitler había tomado el poder, y el régimen nazi exigía lealtad absoluta, incluso de la iglesia. La mayoría de los pastores lo aceptaron. Pero un joven teólogo, Dietrich Bonhoeffer, se negó a doblegarse.
Bonhoeffer creía que seguir a Cristo significaba decir la verdad, incluso cuando le costaba todo. Entrenó a jóvenes pastores en secreto, escribió conmovedoramente sobre el discipulado y finalmente se unió a la resistencia contra Hitler. Por ello, fue arrestado.
Durante dos largos años, permaneció en prisión. Separado de sus amigos, sus libros, sus clases, su púlpito. Soportó interrogatorios, soledad y la constante amenaza de muerte. Esto era mucho más de lo que cualquier hombre podía soportar. Sin embargo, en sus escritos, seguía guiando a la gente hacia Jesús. Dijo:“Debemos estar dispuestos a dejarnos interrumpir por Dios”. Su vida fue interrumpida por el sufrimiento y la injusticia. ¿Qué crees que le habría dicho Bonhoeffer a un hombre de hoy en estos tiempos donde el confort es primordial?
Así, que empecemos con la mentira creíble de hoy: Dios no me dará más de lo que puedo soportar. La gente la toma como una pequeña promesa que podrías encontrar en una placa en una cocina estadounidense. Pero no lo habrías encontrado en las paredes de la celda de la prisión de Bonhoeffer. Y tampoco lo encontrarás en la Biblia.
Es posible que se lo hayas dicho a alguien con buenas intenciones. Para animarlos en su sufrimiento y/o para ayudarles a confiar en un Dios bueno. Si bien es cierto que Dios está A FAVOR de ellos cómo se manifiesta esto en la vida cotidiana no es tan sencillo. Dios no promete que no serás aplastado, abrumado o incapaz de soportar sufrimientos.
Este concepto erróneo se basa en una lectura equivocada de 1 Corintios 10:13. Es un buen recordatorio para todos nosotros de leer y estudiar nuestra Biblia, porque es tentador hacer que las Escrituras digan lo que queremos que digan. Veamos el versículo:
1 Corintios 10:13 (NTV) Las tentaciones que enfrentan en su vida no son distintas de las que otros atraviesan. Y Dios es fiel; no permitirá que la tentación sea mayor de lo que puedan soportar. Cuando sean tentados, él les mostrará una salida, para que puedan resistir.
Hablemos de lo que dice este versículo y lo que NO dice. Lo que está diciendo: Dios no permitirá que la tentación sea más de lo que puedes soportar. Ahí está la parte mal citada. No dice “Dios no me dará más de lo que pueda soportar” en términos de sufrimiento. Sino más bien, “Dios no me dará más de lo que pueda soportar” en términos de tentación.
La verdad sobre las tentaciones:
Primero, las tentaciones son reales, pero no irresistibles.
La historia de Israel lo demostró: algunos cayeron, pero no todos. La diferencia no residió en la fuerza de la tentación, sino en si la gente confiaba en Dios. El contexto inmediato está hablando sobre el peregrinaje de los israelitas. Estuvieron tentados a quejarse. Tentados por la comida, la bebida, la inmoralidad sexual y por la idolatría.
Mas este no es un problema del antiguo Israel. Es un problema humano. Todos somos tentados, hoy más que nunca. Sin embargo, la perseverancia es posible para todo creyente. El versículo no promete inmunidad a la tentación, sino la seguridad de que la fidelidad es posible gracias a la ayuda de Dios (Hebreos 2:18).
Segundo, la “salida de escape” de Dios toma muchas formas.
A veces la “salida” es alejarse literalmente de la situación, otras veces es la fuerza para soportar la tentación sin ceder. De cualquier manera, Dios nunca nos abandona al fracaso (Santiago 1:12). ¿Una salida? ¿Cómo qué? ¿Una señal de Dios o un milagro? No, solo una elección diferente. No tienes que seguir a tu carne
A continuación te doy algunos ejemplos de salida de escape. Primero, cambia tu entorno. Sientes la tentación de ver algo inapropiado en línea. La solución podría ser cerrar la laptop, dejar el teléfono o salir de la habitación. Eso no es un milagro sino es una elección de alejarse antes de que la tentación crezca.
Segundo ejemplo, usa las Escrituras para contraatacar la tentación. Cuando Jesús fue tentado en el desierto, respondió con la Palabra de Dios (Mateo 4). Si sientes la tentación de arremeter con ira, recuerda Proverbios 15:1 (“La respuesta amable calma el enojo”). Esa es una salida.
Tercer ejemplo, busca ayuda. ¿Te sientes tentado a recaer en una adicción? Contáctate con alguien sabio. Un mensaje a un amigo o mentor de confianza puede ser la salida. Santiago 5:16 nos recuerda que confesar a otros y orar juntos trae sanidad.
Tercero, la fidelidad de Dios es el fundamento.
No tu fidelidad. Nuestra capacidad para mantenernos firmes no proviene de la fuerza de voluntad, sino de que Dios cumple las promesas que nos hizo. Él es fiel incluso cuando nos sentimos débiles. Es decir, cuando somos infieles (2 Tesalonicenses 3:3). Este versículo se convierte en una advertencia contra la arrogancia. Clarificando, pensar que estás seguro de ti mismo es la misma actitud que te lleva a caer. Es interesante la elección de palabras. Tienes la tentación de NO ser fiel pero Dios permanecerá fiel. ¡Tú no eres fiel, Dios sí lo es!
Así que, en pocas palabras, la verdad es: Dios no te dará más tentación de la que puedes soportar. Pero eso no quiere decir que: Dios no te dará más sufrimiento del que puedas soportar. La prueba de esto está en la siguiente carta que Pablo escribe a los corintios.
2 Corintios 1:8-9a (NTV) 8 Amados hermanos, pensamos que tienen que estar al tanto de las dificultades que hemos atravesado en la provincia de Asia. Fuimos oprimidos y agobiados más allá de nuestra capacidad de aguantar y hasta pensamos que no saldríamos con vida. 9 De hecho, esperábamos morir;…
En otras palabras, Pablo está diciendo que el sufrimiento fue MÁS de lo que podían soportar. Así que ahora veamos
La verdad sobre el sufrimiento:
Primero, es posible que Dios nos dé más de lo que podemos soportar.
¿Alguna vez te has sentido aplastado, abrumado, incapaz de soportar más o esperando morir? Yo sí. Cuando hace años pasé por una gran enfermedad que me mantuvo atada a la cama por un poco más de 5 años. Literalmente, me sentía morir. Sufrí de un dolor en la parte inferior del cuerpo, en ambas piernas. No encontré ninguna respuesta médica al dolor.
Debilitada, super delgada, con los músculos atrofiados y sin fuerzas lo único que podía hacer es venir a Dios y confiar en Él. No te voy a decir que a veces mi fe no flaqueaba porque el peso de esta enfermedad era demasiado. Pero yo sabía que aunque no sanara, mi Dios seguía siendo Dios. Y que a pesar de que si moría, viviría por la eternidad con Él. En todo este proceso aprendí que solo me quedaba confiar en Dios totalmente y que yo no podía hacer nada sin Él.
Segundo, el sufrimiento nos enseña a depender de Cristo.
2 Corintios 1:9b (NTV) …pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos.
Lo que aprendemos de nuestros sufrimientos es que el sufrimiento es un maestro poderoso. Nos libera de la autosuficiencia y nos pone firmemente en las manos de Jesús, quien incluso puede resucitar a los muertos.
Tercero, el sufrimiento nos impulsa a conectarnos con la familia de la iglesia.
Pensando en un mundo futuro para nuestros hijos, me da temor pensar en tanto que está avanzado la tecnología como la inteligencia artificial (de verdad que asusta). Quizás nosotros ya no estemos presentes en este mundo loco e impredecible. Pero nuestros hijos lo estarán. Y sus hijos. Da miedo pensar que tal vez no estemos allí para apoyarlos.
Sea o no cierto lo de la inteligencia artificial, habrá sufrimiento que tendrán que pasar como persecución por su fe. Tal vez,cáncer, demencia, etc. Posible, guerras, hambrunas, etc. ¿Cómo resistirán? Pues, necesitan una comunidad. Necesitan a la familia de la iglesia. De eso es de lo que habla este versículo final:
2 Corintios 1:4 (NTV) Él nos consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos consolar a otros. Cuando otros pasen por dificultades, podremos ofrecerles el mismo consuelo que Dios nos ha dado a nosotros.
Por eso es importante la iglesia local. En ella encontramos comunidad; Familia. No es solo un hábito dominical; es un salvavidas. Cuando las dificultades azotan, la familia de la iglesia se convierte en las manos y los pies de Dios para brindar su consuelo. Eso es lo que quiero para mis hijos. No hay forma de predecir todos los desafíos. Pero una cosa es segura: sufrirán.
Así que para dejar todo bien claro, recalco: La Verdad es que Dios puede darnos más de lo que nosotros podemos soportar, pero nunca nos dará más de lo Él que puede soportar. El sufrimiento nos impulsa a depender de Cristo, apoyarnos en nuestra familia de la iglesia y preparar a la próxima generación para hacer lo mismo.
Para cerrar, el 9 de abril de 1945, apenas cuatro semanas antes de la rendición de Alemania, los nazis sacaron a Bonhoeffer de su celda en el campo de concentración de Flossenbürg. Lo desnudaron, lo llevaron a la horca y lo ejecutaron. Pero lo más destacable es que el médico de la prisión que presenció su muerte dijo más tarde: “Casi nunca he visto a un hombre morir tan completamente sumiso a la voluntad de Dios”.
Bonhoeffer había escrito una vez: “Sólo un Dios que sufre puede ayudar”. Esa fue su ancla. No se aferró a la falsa esperanza de que Dios nunca le daría más de lo que podía soportar. En cambio, se aferró a la verdadera esperanza de que Dios nunca lo abandonaría, ni siquiera en la muerte.
Esa es nuestra conclusión hoy: Dios si puede darte más de lo que puedes soportar, pero nunca te dará más de lo que Él puede soportar. El sufrimiento vendrá. Las pruebas te agobiarán. Pero Cristo es suficiente. Él sostuvo a Bonhoeffer. Él sostuvo a Pablo. Él me sostuvo en mi sufrimiento. Y Él te sostendrá a ti.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Qué diferencia marcó la fe de Bonhoeffer frente a la obediencia ciega de otros líderes religiosos en su tiempo?
- ¿Por qué es importante distinguir entre tentación y sufrimiento al interpretar 1 Corintios 10:13?
- ¿Cómo puede el sufrimiento enseñarnos a depender más profundamente de Cristo?
- ¿Qué papel juega la comunidad de la iglesia en medio de las pruebas y el dolor?
- ¿Qué legado espiritual dejó Bonhoeffer y cómo puede inspirar a las futuras generaciones?
La verdadera fe significa no tener dudas
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Puntos de conversación:
- Nuestra doctrina puede estar “en construcción” sin poner en riesgo nuestra salvación. Hechos 2:36–39
- La duda a menudo surge cuando nuestra imagen de Jesús no coincide con la realidad. Mateo 3:12
- Juan enfrentó sus dudas más profundas en prisión—un recordatorio de que las temporadas difíciles ponen a prueba la fe. Mateo 11:2–3
- Jesús no rechaza ni avergüenza por las preguntas sinceras; al contrario, nos guía de nuevo hacia la verdad y la evidencia.. Mateo 11:4–6
A muchos nos han dicho que si realmente confiamos en Dios, nunca tendremos preguntas ni dudas. Pero eso simplemente no es verdad. Incluso algunos de los más grandes héroes de la fe lucharon con las dudas. Uno de ellos fue Juan el Bautista. Y es que la verdadera fe no significa no tener dudas. Significa elegir confiar en Jesús incluso cuando tenemos muchas preguntas.
¿Alguna vez has mirado a otro cristiano y pensado: “¡Vaya, lo tiene todo bajo control! Su fe es tan fuerte. Nunca parece pasar por momentos difíciles como yo”?
Luego te comparas y tus propias dudas te hacen preguntarte si siquiera perteneces a la familia cristiana o si tu fe es lo suficiente fuerte. Pero aquí está la verdad: eso es una mentira. Una mentira creíble, sí, pero mentira al fin y al cabo. Porque incluso el hombre de fe más fuerte y valiente, Juan el Bautista, luchó con la duda.
Piensa en esto: El predicador apasionado en el desierto. El hombre que bautizó a Jesús. El que declaró: “¡Miren! ¡El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!” Aun él tuvo momentos en los que no estaba tan seguro. Así que si alguna vez has sentido que tus dudas te descalifican, no estás solo.
Hoy vamos a ver por qué la duda no destruye la fe, y cómo responde Jesús cuando le presentamos nuestras dudas. Bienvenidos a la semana 4 de nuestra serie Mentiras Creíbles. Lo que vamos a desmentir hoy es la mentira creíble: La fe verdadera significa no tener dudas. Vayamos al texto:
Mateo 3:7-8 (NTV) 7 Cuando Juan vio que muchos fariseos y saduceos venían a mirarlo bautizar, los enfrentó. «¡Camada de víboras!—exclamó—. ¿Quién les advirtió que huyeran de la ira que se acerca? 8 Demuestren con su forma de vivir que se han arrepentido de sus pecados y han vuelto a Dios.
¡Juan era INTENSO! Quizás conozcas a cristianos así; intensos en su amor por Jesús. A veces, quizás se pasan un poco. Cuando recién me convertí, quería que todos aceptaran a Jesús y si no lo hacían los mandaba al infierno sin misericordia. Me excusaba diciendo: “es que el celo santo me consume.”
Estos son los cristianos que parecen marcar el estándar de un cristiano verdadero. Los que dan la impresión de tener una fe madura y sólida. Ciertamente estas personas no tienen dudas. Nos hace cuestionar nuestra propia fe comparándola con la de ellos. Y todos, alguna vez o muchas, en nuestro caminar lo hacemos.
A mí me pasaba, por ejemplo, cuando empecé a asistir a reuniones pastorales. Escuchaba a grandes pastores con títulos universitarios, como el pastor Bryan, que tiene una mente brillante, es muy articulado y posee una fe tan grande que pasó de liderar un grupo de 50 personas en un garaje a dirigir una iglesia con ocho campus. ¡A veces todavía los escucho y me pregunto si estoy en su nivel de fe!
En los días de Jesús, ese supercristiano era Juan el Bautista. Este personaje estaba realmente apasionado en Jesús y comprometido con la visión del reino de Dios. Veamos.
Mateo 3:11 (NTV) 11 »Yo bautizo con agua a los que se arrepienten de sus pecados y vuelven a Dios, pero pronto viene alguien que es superior a mí, tan superior que ni siquiera soy digno de ser su esclavo y llevarle las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.
Tenía toda la razón: ¡Jesús es más grande! Su bautismo el mejor. Juan el Bautista parece tenerlo todo bajo control. Parece saber más sobre Jesús que nadie. Parece ese “súper cristiano” que te hace dudar de tu propia fe. Pero cuando se encuentra con Jesús le hace su primera pregunta:
Mateo 3:13-14 (NTV) 13 Luego Jesús fue de Galilea al río Jordán para que Juan lo bautizara, 14 pero Juan intentó convencerlo de que no lo hiciera. —Yo soy el que necesita que tú me bautices—dijo Juan—, entonces, ¿por qué vienes tú a mí?
No voy a entrar en detalles sobre esto, pero básicamente: Jesús tuvo que “cumplir toda justicia”. Jesús tuvo que identificarse con los pecadores antes de poder salvarlos. Lo que deducimos con esta pregunta de Juan a Jesús es que aun Juan el Bautista tenía aspectos de su doctrina que aún no comprendía del todo. Puede que te sientas así hoy, y eso podría hacerte sentir “menos” cristiano. Pero no es verdad.
La verdad es que nuestra doctrina puede estar en construcción sin amenazar tu salvación.
De hecho, siempre estará en construcción (como nuestras carreteras). Pero, ¿qué quiero decir con que “nuestra doctrina puede estar en construcción sin amenazar tu salvación”? Significa que no necesitamos entenderlo todo perfectamente para ser salvos; nuestra fe puede crecer mientras seguimos aprendiendo.
Para explicarlo mejor, hagamos un breve repaso del libro de los Hechos. El mensaje básico del cristianismo primitivo era este: todos somos pecadores. Jesús jamás lo fue; Él es, en realidad, Dios. Jesús murió y resucitó. Si te arrepientes y crees en Él, serás salvo. Jesús regresará algún día. Toda otra doctrina puede estar en proceso. No es necesario tenerlo todo resuelto y bien entendido antes de que Dios te llame suyo.
Así que tal vez Juan el Bautista no era tan perfecto como pensábamos después de todo. Pero no fueron sólo las cuestiones doctrinales las que lo hicieron menos que un superhéroe. También tenía preguntas más básicas sobre Jesús y su misión. Volvamos a cómo Juan imaginaba a Jesús antes de conocerlo personalmente.
Mateo 3:12 (NTV) Está listo para separar el trigo de la paja con su rastrillo. Luego limpiará la zona donde se trilla y juntará el trigo en su granero, pero quemará la paja en un fuego interminable».
Esto es cierto hasta cierto punto. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué quería decir Juan el Bautista con esto? ¿Cuál era la imagen que él tenía de Jesús? Léelo de nuevo… ¿A quién se parece la imagen que se ha formado? ¡Al mismísimo Juan el Bautista! Rudo, directo, sin filtros, y hasta un poco inclinado a juzgar y condenar.
La duda a menudo surge cuando nuestra imagen de Jesús no coincide con la realidad.
La verdad es que todos tendemos a formar una imagen de Jesús según nuestra propia perspectiva, y cuando descubrimos que en la vida real es diferente, eso puede generar dudas. Muchos estadounidenses, por ejemplo, no imaginan al Jesús de las Escrituras, sino una versión cultural moldeada por el arte, el cine y las preferencias personales: generalmente de piel clara, cabello castaño suelto, ojos dulces y expresión serena, más parecido a un modelo europeo que a un judío del Oriente Medio. Incluso, para algunos, Jesús se asemeja a un patriota ondeando la bandera estadounidense.
El peligro es que, cuando nuestra imagen de Jesús no coincide con la realidad, puede llevarnos a la decepción y a la duda, tal como le ocurrió a Juan el Bautista. Él esperaba un Mesías intenso, directo y confrontador; alguien incluso más radical que él. Pero Jesús, en cambio, se mostró como un siervo amable y sereno. Bendecía a las personas, corregía con ternura, y actuaba con amor y misericordia. Era amigo de publicanos y pecadores. Por eso, la pregunta que Juan hace más adelante tiene tanto sentido.
Mateo 9:14 (NTV) 14 Un día los discípulos de Juan el Bautista se acercaron a Jesús y le preguntaron: —¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?
¿Entiendes la pregunta? Jesús y sus discípulos estaban “viviendo la vida al máximo”: milagros, grandes multitudes, sermones llenos de esperanza. Mientras tanto, Juan el Bautista y sus discípulos estaban luchando. Juan estaba solo, encerrado en prisión por causa de su ministerio. Lejos de las multitudes. Su mensaje era de juicio y confrontación, muy distinto a los sermones esperanzadores de Jesús. Incluso dos de sus discípulos se habían marchado para seguir a Jesús. ¿Le habrá dolido eso en ese momento? Volvamos a la expectativa que Juan tenía sobre Jesús.
Mateo 3:12 (NTV) Está listo para separar el trigo de la paja con su rastrillo. Luego limpiará la zona donde se trilla y juntará el trigo en su granero, pero quemará la paja en un fuego interminable».
Esto no era lo que Juan el Bautista y sus seguidores estaban viendo en Jesús. Juan esperaba a un Mesías que derrocaría al imperio romano, alguien que traería juicio y liberación política. Pero cuando Jesús no encajó en ese perfil, la duda comenzó a surgir en su corazón. Sin embargo, Juan —y todos nosotros— necesitamos recordar esto: la fe consiste en confiar en el plan de Dios, incluso cuando no se alinea con nuestras expectativas.
Es normal tener dudas y cuestionarte sobre ciertos aspectos de la fe. Incluso Juan el Bautista tenía preguntas sobre la manera en que Jesús llevaba a cabo su ministerio. Tal vez tú también lo has sentido: “¿Dios, por qué no haces justicia con ese grupo? Que les caiga fuego del cielo” o “¿Por qué estoy luchando tanto en esta etapa de mi vida?”
A veces, como Juan, proyectamos nuestras expectativas sobre Jesús, esperando que actúe según nuestras preferencias, incluso políticas. Juan esperaba que el Mesías se involucrara en la vida política de su tiempo y derrotara al imperio romano. Hoy, algunos demócratas dudan de Jesús por la imagen que reciben de sus amigos republicanos, y algunos republicanos no logran ver a Jesús con claridad porque su visión está más influenciada por la política que por la verdad bíblica. Pero el verdadero giro llega en el capítulo 11.
Juan enfrentó sus dudas más profundas en prisión—un recordatorio de que las temporadas difíciles ponen a prueba la fe.
Mateo 11:2-3 (NTV) 2 Juan el Bautista, quien estaba en prisión, oyó acerca de todas las cosas que hacía el Mesías. Entonces envió a sus discípulos para que le preguntaran a Jesús: 3 —¿Eres tú el Mesías a quien hemos esperado o debemos seguir buscando a otro?
Este es uno de los versículos más impactantes del Nuevo Testamento: Juan el Bautista pregunta si Jesús es realmente el Mesías. ¡¿Qué?! ¡Si él es primo de Jesús! Es la voz que clama en el desierto. Nació, literalmente, para señalar a la gente hacia Jesús. Fue quien dijo: “Es necesario que Él crezca y que yo disminuya”. ¿Y ahora lo está dudando todo?
Nota histórica: En relación con Mateo 11:3, el Comentario del Pilar del Nuevo Testamento señala lo siguiente: “Algunos sugieren que el propio Juan no tenía ninguna duda, sino que formuló la pregunta para que Jesús tranquilizara a sus seguidores. Esta perspectiva era común en la iglesia primitiva y entre los reformadores… Pero sin duda es demasiado artificial.”
En otras palabras, la verdad es que Juan el Bautista sí dudó. Miró a su alrededor, a la mazmorra poco iluminada de su realidad, y se preguntó si se había equivocado por completo. La cima de su ministerio había quedado atrás, y el aislamiento lo llevó a replantearse todo lo que alguna vez creyó.
Esto también es normal. Incluso Juan el Bautista tuvo dudas en su propio calabozo personal. ¿Has estado ahí? ¿O quizás estás ahí ahora mismo? Ese lugar de encierro emocional o espiritual donde las preguntas parecen más grandes que las respuestas.
Así que déjame hacerte una última pregunta: ¿Crees que esas dudas significaban que Juan el Bautista había perdido la fe? La respuesta de Jesús a los discípulos de Juan nos da una pista importante.
Mateo 11:4-5 (NTV) 4 Jesús les dijo: —Regresen a Juan y cuéntenle lo que han oído y visto: 5 los ciegos ven, los cojos caminan bien, los que tienen lepra son curados, los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les predica la Buena Noticia.
La respuesta de Jesús a Juan nos muestra que:
Jesús no rechaza ni avergüenza por las preguntas sinceras; al contrario, nos guía de nuevo hacia la verdad y la evidencia.
En lugar de reprender a Juan, Jesús le señaló la evidencia para fortalecer su fe: los milagros que estaba realizando, las vidas transformadas y las profecías que se estaban cumpliendo. Jesús no lo regañó por dudar, sino que le mostró señales concretas de que el Reino de Dios estaba avanzando.
Pero eso no fue todo. Jesús también le envió un recordatorio personal y alentador, una respuesta que hablaba directo al corazón de Juan, reafirmando que su papel en la historia de la redención no había sido en vano.
Mateo 11:6 (NTV) 6 —Y agregó—: Dios bendice a los que no se apartan por causa de mí.
Deja que esas palabras penetren en tu mente: “…por causa de mí”. No dice “por culpa de Satanás, ni de malas influencias, ni de malos amigos…”, sino “por causa de Jesús”. Jesús fue la piedra de tropiezo. Juan no estaba luchando contra Satanás, sino con Jesús mismo. Luchaba con sus dudas, con aspectos de la doctrina que aún no comprendía del todo, con la estrategia de Jesús que no encajaba en sus expectativas, y con la oscuridad de su propia mazmorra personal.
Y Juan no es el único. ¿Estás tú en su lugar hoy? Escuchemos nuevamente las palabras de Jesús: “Dios bendice a los que no se apartan por causa de mí.” Para hacer eco de las palabras de El prisionero en la tercera celda —una novela profundamente reflexiva que explora los últimos días de Juan el Bautista en prisión— Gene Edwards escribe: “Cuando estés en el calabozo de las circunstancias de las que no puedes escapar, cuando estés en la celda donde no llega ningún milagro, te enfrentarás a la pregunta más importante de tu vida: ¿Amarás todavía a Dios?”
Déjame decirte algo importante: tus dudas no te hacen menos cristiano. Simplemente te hacen humano. Todos atravesamos momentos de incertidumbre, y eso no invalida nuestra fe. Esa fue la historia de Juan el Bautista. Y esto es lo que Jesús dijo sobre él:
Mateo 11:11 (NTV) 11 »Les digo la verdad, de todos los que han vivido, nadie es superior a Juan el Bautista…
Estas fueron palabras de afirmación, honra y reconocimiento, incluso en medio de sus preguntas y dudas. Jesús no descartó a Juan por dudar; lo valoró profundamente. Así que no creas la mentira creíble de que la fe verdadera significa no tener dudas. La verdad de Dios es esta: la verdadera fe no es la ausencia de dudas, sino confiar en Él incluso cuando la vida no tiene sentido.
Se trata de plantear esas preguntas difíciles sobre la doctrina y la teología. Es batallar con Dios en esas áreas, mientras se abrazan los principios esenciales del evangelio. Es atreverse a cuestionar la estrategia de Jesús y descubrir quién es en verdad. Es exponer tus dudas en tu calabozo personal.
Ya vimos que incluso uno de los más grandes héroes de la fe, como Juan el Bautista, luchó con las dudas. Esto demuestra que la duda y la fe pueden coexistir, porque la verdadera fe no es la ausencia de preguntas, sino la decisión de confiar en Jesús aun cuando el corazón está lleno de incertidumbre, sabiendo que Él no se aleja de nosotros, sino que camina a nuestro lado y nos guía de nuevo hacia la verdad con evidencias.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Alguna vez has pensado que tener dudas te hace menos cristiano? ¿Cómo desafía esa idea la historia de Juan el Bautista?
- ¿Qué expectativas has puesto sobre Jesús que no coinciden con quién es Él realmente?
- ¿Cómo afectan a tu fe tus “temporadas de prisión” —esos tiempos oscuros y desalentadores?
- ¿Por qué crees que Jesús nos señala la evidencia de su obra en lugar de reprendernos por nuestras dudas?
- ¿Cómo podemos crear un espacio seguro donde otros puedan compartir sus preguntas y luchas sin sentir vergüenza?
- ¿Cuál es un área de tu vida en la que hoy necesitas confiar en Jesús, incluso con tus dudas?
Obediencia: esa palabra que incomoda
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Puntos de conversación:
- La oración impulsa la expansión del evangelio y nos protege del enemigo. 2 Tesalonicenses 3:1-3
- Los verdaderos discípulos abrazan la obediencia, incluso cuando desafía su comodidad personal. 2 Tesalonicenses 3:4-5
- La pereza no solo es imprudente; es desobediencia al diseño de Dios para el trabajo y la dignidad. 2 Tesalonicenses 3:6-10, 1 Tesalonicenses 4:11-12, Efesios 4:28
- Pablo modeló la obediencia tanto en su enseñanza como en su estilo de vida, mostrando ortodoxia junto con ortopraxis. 2 Tesalonicenses 3:7-9
- La corrección en la iglesia se hace con amor, con el objetivo de restaurar a los hermanos y hermanas a la obediencia. 2 Tesalonicenses 3:11-15
Hoy concluimos nuestra serie sobre Tesalonicenses, que hemos recorrido versículo por versículo desde el inicio del verano. Esta es la última lección de una serie de quince, disponible en buscadeDios/tesalonicenses-serie, con puntos clave y preguntas para comentar.
Hoy cerramos con un tema que ha nadie le gusta, al menos que sean ellos los receptores de esta acción. La obediencia. Suena como algo que solo se les exige a los niños. Pero no. Es una palabra que incomoda a los adultos también. ¿Cuándo fue la última vez que tuviste que obedecer a alguien? Tal vez fue hoy. Tal vez fue a Jesús.
Pablo cierra su segunda carta a los tesalonicenses con una exhortación directa y profundamente práctica. Comienza con una petición: oración.
2 Tesalonicenses 3:1-3 (NTV) Finalmente, amados hermanos, les pedimos que oren por nosotros. Oren para que el mensaje del Señor se difunda rápidamente y sea honrado en todo lugar adonde llegue, así como cuando les llegó a ustedes. 2 Oren, también, para que seamos rescatados de gente perversa y mala, porque no todos son creyentes. 3 Pero el Señor es fiel; él los fortalecerá y los protegerá del maligno.
La obediencia comienza con oración y confianza en la fidelidad de Dios. Pablo no pide comodidad, sino que el evangelio avance. Y aunque reconoce la oposición, confía en que el Señor protegerá a sus hijos.
Luego, Pablo afirma su confianza en la obediencia de los creyentes.
2 Tesalonicenses 3:4 (NTV) Además, confiamos en el Señor que ustedes hacen y seguirán haciendo lo que les ordenamos.
Esta frase puede incomodar hoy. Nadie quiere ser corregido. Muchos prefieren abandonar una iglesia antes que recibir exhortación. Pero la obediencia a la autoridad espiritual es parte de la vida cristiana. Es lo que distingue a un discípulo de un creyente casual.
Pablo continúa con una oración que conecta mente y corazón.
2 Tesalonicenses 3:5 (NTV) Que el Señor les guíe el corazón a un entendimiento total y a una expresión plena del amor de Dios, y a la perseverancia con paciencia que proviene de Cristo.
Aquí vemos dos dimensiones: el entendimiento (ortodoxia) y la expresión (ortopraxis). En esta serie hemos explorado buena teología: escatología, el mal, el sufrimiento, incluso debates doctrinales como calvinismo y arminianismo. Pero Pablo nos recuerda que no basta con entender. Hay que vivirlo. Dios se interesa por nuestra obediencia práctica.
Y entonces, Pablo da un ejemplo concreto. No habla de inmoralidad sexual, idolatría o codicia. Habla de la pereza.
2 Tesalonicenses 3:6 (NTV) Y ahora, amados hermanos, les damos el siguiente mandato en el nombre de nuestro Señor Jesucristo: aléjense de todos los creyentes que llevan vidas ociosas y que no siguen la tradición que recibieron de nosotros.
La obediencia no se trata solo de evitar los “grandes” pecados como la inmoralidad sexual o la idolatría. Habla de algo muy práctico: la pereza. La obediencia no es solo evitar los pecados graves, sino vivir con fidelidad diaria como es el trabajar. Ya lo había dicho en su primera carta.
1 Tesalonicenses 4:11-12 (NTV) Pónganse como objetivo vivir una vida tranquila, ocúpense de sus propios asuntos y trabajen con sus manos, tal como los instruimos anteriormente. 12 Entonces aquellos que no son creyentes respetarán la manera en que ustedes viven, y ustedes no tendrán que depender de otros. .
Pablo promueve el trabajo digno y advierte contra la caridad tóxica. No debemos fomentar ciclos de dependencia, sino empoderar hacia la independencia. Pablo no solo enseñaba esto (ortodoxia). Lo vivía (ortopraxis).
2 Tesalonicenses 3:7-9 (NTV) Pues ustedes saben que deben imitarnos. No estuvimos sin hacer nada cuando los visitamos a ustedes. 8 En ningún momento aceptamos comida de nadie sin pagarla. Trabajamos mucho de día y de noche a fin de no ser una carga para ninguno de ustedes. 9 Por cierto, teníamos el derecho de pedirles que nos alimentaran, pero quisimos dejarles un ejemplo que seguir.
Su vida era un modelo de obediencia práctica. Y vuelve a repetir la instrucción.
2 Tesalonicenses 3:10 (NTV) Incluso mientras estábamos con ustedes les dimos la siguiente orden: «Los que no están dispuestos a trabajar que tampoco coman».
Aparentemente, todavía seguía siendo un problema. Algunos, aun después de recibir su primera carta, seguían sin obedecer esta instrucción. Pablo tuvo que volver a repetirlo.
La ética del Reino incluye la diligencia como se los dijo en Efesios 4:28 (NTV) Si eres ladrón, deja de robar. En cambio, usa tus manos en un buen trabajo digno y luego comparte generosamente con los que tienen necesidad.
Diligencia es el esfuerzo constante y cuidadoso que una persona pone en cumplir una tarea con responsabilidad, compromiso y atención. Implica actuar con prontitud, esmero y perseverancia, especialmente en lo que es correcto o necesario.
Según la Didaché: si un viajero desea quedarse, que trabaje para su sustento. La Didaché también conocida como La Enseñanza de los Doce Apóstoles) es uno de los documentos cristianos más antiguos que se conservan, probablemente escrito entre los años 70 y 100 d.C. Es una guía breve y práctica sobre cómo debía vivir un cristiano en comunidad, incluyendo enseñanzas morales, instrucciones sobre el bautismo, la oración, el ayuno y la celebración de la Eucaristía. No forma parte del canon bíblico.
Pablo continúa con una corrección directa.
12 Tesalonicenses 3:11-12 (NTV) Sin embargo, oímos que algunos de ustedes llevan vidas de ocio, se niegan a trabajar y se entrometen en los asuntos de los demás. 12 Les ordenamos a tales personas y les rogamos en el nombre del Señor Jesucristo que se tranquilicen y que trabajen para ganarse la vida.
La frase “entrometerse” no debe leerse desde nuestra cultura. El comentario del Nuevo Testamento de Pilar nos ayuda a entender que la idea no es que estas personas tuvieran demasiado tiempo libre y lo desperdiciaran interrumpiendo el trabajo de otros con sus conversaciones o chismes. Tampoco se refiere a que se metieran entre sus vecinos dando consejos no solicitados, ni a que causaran disturbios en las reuniones públicas.
El problema, más bien, era la participación de ciertos “beneficiados” en asambleas públicas, donde apoyaban las causas de sus beneficiarios, involucrándose en asuntos que en realidad no les correspondían. Lo que está en juego es su participación política en favor de quienes los patrocinaban. O sea que con tal que los siguieran manteniendo, se metían en la política a favor de los que los mantenían.
A los demás, Pablo les da una exhortación sencilla.
2 Tesalonicenses 3:13 (NTV) En cuanto al resto de ustedes, amados hermanos, nunca se cansen de hacer el bien.
¿No es así como funciona la crianza también? Gastamos nuestras energías más en los hijos problemáticos. Les damos más tiempo, palabras, correcciones. Pero al obediente solo nos queda decirle: “Bien hecho, sigue así”. Y eso es lo que le está diciendo Pablo a “sus hijitos” en la fe bien portados.
Pero la obediencia también requiere corrección comunitaria.
2 Tesalonicenses 3:14-15 (NTV) Tomen nota de quienes rehúsan obedecer lo que decimos en esta carta. Aléjense de ellos, para que se avergüencen. 15 No los vean como enemigos, sino llámenles la atención como lo harían con un hermano.
Dios se interesa por tu obediencia. Tú también deberías interesarte por tu obediencia. Y por la obediencia de tus hermanos.
Así que para terminar, te repito la pregunta del inicio: ¿Cuándo fue la última vez que tuviste que obedecer a alguien? Tu respuesta debería ser: Hoy. Tuve que obedecer a Jesús.
Y es que la obediencia no es una carga ni una costumbre anticuada. Es una respuesta viva al amor de Dios. Es una práctica que transforma no solo nuestra conducta, sino también nuestras relaciones, nuestras comunidades y nuestra visión del mundo.
Tal vez nunca has pensado en obedecer a Dios. Tal vez la palabra “obediencia” te suena a control, a religión rígida, o a algo que limita tu libertad. Pero en la Biblia, obedecer no es perder libertad, es encontrarla. Es confiar en que hay un Dios que te ama, que te guía, y que quiere lo mejor para ti.
Pablo termina su carta, y nosotros esta serie, con una bendición que no es solo para los creyentes de Tesalónica, sino también para ti hoy:
2 Tesalonicenses 3:16-18 (NTV) Ahora, que el mismo Señor de paz les dé su paz en todo momento y en cada situación. El Señor sea con todos ustedes. 17 Aquí está mi saludo de mi propio puño y letra: Pablo. Hago esto en todas mis cartas para probar que son mías. 18 Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.
Si tu nunca has experimentado esa paz, esa gracia, esa cercanía con Dios, hoy puede ser el comienzo. No necesitas entenderlo todo. Solo necesitas abrir tu corazón. Dios no está esperando perfección, está esperando sinceridad.
Si has fallado, si te has alejado, o si nunca has obedecido a Jesús, puedes empezar ahora. Confiesa tu necesidad, pídele perdón, y recibe su amor. La obediencia no es el final del camino. Es el primer paso hacia una vida transformada. Y esa vida está disponible para ti hoy.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cuándo fue la última vez que tuviste que obedecer a alguien más? ¿Cómo te ayuda eso a entender lo que significa obedecer a Jesús?
- ¿Por qué crees que Pablo se enfoca en la pereza en este pasaje en lugar de un pecado “grande” como la idolatría o la avaricia?
- ¿Cómo podemos seguir el ejemplo de Pablo al modelar la obediencia tanto en palabras como en acciones?
- ¿Cuáles son algunas maneras prácticas en que podemos corregir con amor a otros en la iglesia sin tratarlos como enemigos?
- ¿Cuál de estas cinco enseñanzas te resulta más desafiante personalmente—y por qué?
- ¿Cómo te anima la bendición final de paz y gracia mientras buscas obedecer a Jesús cada día?
Escogido por Dios (2:13-17)
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Puntos de conversación:
- Pablo recuerda a los creyentes que fueron escogidos por Dios para salvación, una verdad interpretada de manera diferente por calvinistas y arminianos. 2 Tesalonicenses 2:13
- Los calvinistas ven la elección como incondicional, mientras que los arminianos enfatizan la presciencia de Dios y nuestra respuesta de fe. Romanos 8:29
- La obra del Espíritu hace posible la salvación—ya sea vista como gracia irresistible o como gracia preveniente que capacita para creer. Filipenses 1:29
- Los creyentes son llamados a mantenerse firmes en obediencia como fruto de la salvación, no como causa de ella. 2 Tesalonicenses 2:15
- Sea cual sea nuestra comprensión de la elección, ambos enfoques coinciden en que la salvación es por gracia mediante la fe, para la gloria de Dios solamente. Efesios 2:8–9
La semana pasada exploramos cómo un pasaje bíblico puede ser interpretado por dos grupos distintos: futuristas y preteristas. Aunque sus enfoques sobre los últimos tiempos difieren, ambos se basan en la Escritura y coinciden en fundamentos esenciales. Hoy repetimos ese ejercicio, pero con un tema aún más profundo y divisivo: la elección divina.
Este concepto, también conocido como “ser escogidos por Dios”, aparece por segunda vez en los escritos de Pablo en el texto que estudiaremos hoy. La primera mención fue en 1 Tesalonicenses 1:4, pero no nos detuvimos allí. Más adelante lo veremos en Romanos y Efesios. Hoy nos preguntamos: ¿La elección divina es real?
Un poco de historia: la Reforma y el debate teológico
Durante la Reforma del siglo XVI, los reformadores establecieron pilares teológicos como sola scriptura (solo la Escritura), sola fide (solo la fe) y sola gratia (solo la gracia). Estos fundamentos dieron forma a la teología protestante, pero también surgieron distinciones más específicas.
Entre ellas, la depravación total: la idea de que cada parte de la naturaleza humana está corrompida por el pecado, lo que impide que alguien elija a Dios por sí mismo. Por eso, la gracia es absolutamente necesaria.
También se desarrolló la doctrina de la elección soberana, donde Dios predestina a algunos para salvación. Algunos reformadores incluso hablaron de doble predestinación: unos elegidos para salvación, otros para condenación. Estas ideas surgieron del estudio bíblico, al leer términos como “escogidos”, “elegidos” y “predestinados”.
Jacobus Arminius (1560–1609), teólogo reformado, comenzó a cuestionar la elección incondicional y la doble predestinación. Propuso que Dios otorga gracia suficiente a todos para que puedan elegir (gracia preveniente), y que la elección divina está condicionada al conocimiento previo de quiénes responderían con fe.
Tras su muerte, sus seguidores escribieron la Remonstrancia en 1610, resumiendo su teología en cinco puntos. El Sínodo de Dort (1618–1619) respondió condenando esos puntos y estableciendo lo que hoy conocemos como calvinismo reformado, resumido en el acrónimo TULIP.
TULIP: los cinco puntos del calvinismo
- T – Depravación Total
- U – Elección Incondicional
- L – Expiación Limitada
- I – Gracia Irresistible
- P – Perseverancia de los Santos
Cada punto refleja una visión específica sobre cómo Dios obra en la salvación. Hoy, al estudiar 2 Tesalonicenses 2:13–17, veremos cómo calvinistas y arminianos interpretan este pasaje desde sus respectivas perspectivas. Así, hoy, desglosamos cada versículo del pasaje bíblico a través de estas dos lentes.
2 Tesalonicenses 2:13 (NTV) En cuanto a nosotros, no podemos más que agradecerle a Dios por ustedes, queridos hermanos, amados por el Señor. Siempre estamos agradecidos de que Dios los eligió para que estén entre los primeros (o desde el principio) en experimentar la salvación, una salvación que vino mediante el Espíritu—quien los hace santos—y por creer en la verdad.
“Dios los eligió… para… experimentar la salvación”
Los calvinistas ven aquí una elección incondicional: Dios escogió desde la eternidad a quienes serían salvos, sin basarse en sus obras o creencias. La frase “desde el principio”, como dice la Reina Valera Contemporánea, refuerza esta idea.
Los arminianos, en cambio, interpretan que Dios escoge a los creyentes según su conocimiento previo de quiénes responderían con fe. Para apoyar esta ideología, ellos se basan en Romanos 8:29 (NTV):Pues Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo…
Aunque “desde el principio” puede apuntar al plan eterno de Dios, no necesariamente implica un decreto incondicional sobre la salvación individual.
“mediante el Espíritu, quien los hace santos”
Para los calvinistas, esto muestra que la salvación es obra de Dios de principio a fin: el Espíritu regenera y santifica a los elegidos. Para los arminianos, el Espíritu habilita la fe, pero esa gracia puede ser resistida.
Cuando Pablo dice “por creer en la verdad“ o como dice la RVC “por su fe en la verdad”, los calvinistas lo ven como fruto irresistible de la elección. Dios escoge, el Espíritu obra, y la fe y la santidad siguen. La fe misma es un regalo de Dios (Filipenses 1:29).
Los arminianos, por su parte, afirman que la fe es una respuesta humana genuina a la gracia ofrecida. No es forzada ni inevitable.
2 Tesalonicenses 2:14 (NTV) Él los llamó a la salvación cuando les anunciamos la Buena Noticia; ahora pueden participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
“Él los llamó a la salvación”
Para los calvinistas, esto es el llamado eficaz de Dios. La predicación del evangelio es el llamado externo pero el Espíritu asegura que los elegidos respondan (Juan 6:37). Esto encaja perfectamente con la gracia irresistible: los que Dios llama en este sentido salvador vendrán a él sin poder resistirse a su llamado.
Los arminianos están de acuerdo en que Dios llama mediante el evangelio, pero lo ven como una invitación universal y genuina. Basan su creencia en Mateo 22:14: “..muchos son los llamados, pero pocos los elegidos.” Ellos dicen que este llamado es habilitado por la gracia preveniente. En otras palabras, Dios da a todos la capacidad de responder, pero pueden resistir o aceptar
“ahora pueden participar de la gloria”
La participación en la gloria de Cristo también se interpreta de forma distinta. Para los calvinistas, es una garantía: los elegidos perseverarán (Romanos 8:30 (NTV) Después de haberlos elegido, Dios los llamó para que se acercaran a él; y una vez que los llamó, los puso en la relación correcta con él; y luego de ponerlos en la relación correcta con él, les dio su gloria.).
Para los arminianos, compartir esa gloria depende de continuar en la fe (Colosenses 1:23). Uno “puede” compartir su gloria, pero no está garantizado que seremos partícipes de ella. Dios llama a todos, pero solo los que perseveran en la fe genuina experimentan esa gloria
2 Tesalonicenses 2:15 (NTV) Con todo esto en mente, amados hermanos, permanezcan firmes y sigan bien aferrados a las enseñanzas que les transmitimos tanto en persona como por carta.
En este versículo, Pablo cambia de la salvación y el llamado a la obediencia y la perseverancia. En este caso, ambos grupos están de acuerdo y afirman fuertemente el llamado a “permanecer firmes” y “mantenerse fieles a la enseñanza”, aunque explican la base de la obediencia de manera distinta. Ambos ven la obediencia como fruto de un corazón arrepentido, aunque los creyentes aún tropiezan,
Los calvinistas ven la obediencia y la perseverancia como evidencia de la elección y obra de Dios. La obediencia es resultado de la gracia de Dios y marca de los verdaderamente elegidos. Permanecer firmes y aferrarse a la enseñanza es evidencia de la elección previa y la gracia continua de Dios. Afirman que la obediencia fluye de la obra de Dios en nosotros (Filipenses 2:13 (NTV) Pues Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada.).
Los arminianos entienden la obediencia como una responsabilidad real: los creyentes deben elegir permanecer en Cristo (Juan 15:6 (NTV) El que no permanece en mí es desechado como rama inútil y se seca. Todas esas ramas se juntan en un montón para quemarlas en el fuego.).
2 Tesalonicenses 2:16-17 (NTV)16 Que nuestro Señor Jesucristo mismo y Dios nuestro Padre, quien nos amó y por su gracia nos dio consuelo eterno y una esperanza maravillosa, 17 los conforten y fortalezcan en todo lo bueno que ustedes hagan y digan.
“quien nos amó y por su gracia nos dio consuelo eterno y una esperanza maravillosa”
Ambas posturas coinciden: si alguien es creyente, es por el amor y la gracia de Dios. El calvinismo afirma que este amor es soberano y previo a cualquier respuesta humana: Dios elige, consuela y fortalece por pura gracia, sin depender del mérito.
El arminianismo, por su parte, sostiene que Dios ama a todos y ofrece su gracia, pero el ser humano debe responder con fe y permanecer firme. Aunque difieren en el proceso, ambos reconocen que si hoy alguien cree, es porque Dios lo amó primero y le dio la gracia para vivir con esperanza y consuelo. Esta verdad, más allá de las doctrinas, es motivo de gratitud y unidad entre creyentes.
Cerremos con la pregunta inicial: ¿La elección divina es real? La respuesta bíblica es sí. El concepto está presente en la Escritura y no puede ser ignorado. La verdadera pregunta es cómo lo interpretamos. Tanto calvinistas como arminianos coinciden en que la salvación es obra de Dios, que somos salvos por gracia mediante la fe, y que Dios merece todo el crédito.Como enseñaron los reformadores: sola gratia, sola fide.
Te dejo con la declaración de fe de Alpine Church: Creemos que el plan de Dios desde el principio fue tener una relación con todas las personas. Como el pecado lo impide, Dios estableció una forma de acreditar justicia: acepta la muerte de Cristo como pago por el pecado. Quienes se arrepienten y creen en la obra de Dios son perdonados y restaurados. Esta es la salvación, y es obra de Dios de principio a fin, para que seamos salvos únicamente por gracia.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cómo te da confianza en tu fe el saber que has sido “escogido por Dios”?
- ¿Cuál es la diferencia entre que Dios haga toda la obra de salvación y que las personas tengan la responsabilidad de responder?
- ¿Por qué crees que los cristianos han debatido este tema durante siglos? ¿Qué podemos aprender de ambos enfoques?
- ¿Cómo puede este pasaje ayudarnos a enfocarnos menos en ganar argumentos teológicos y más en adorar a Dios por Su gracia?
- ¿Cómo puede el mandato de Pablo de “mantenerse firmes” (v. 15) moldear la manera en que vives tu fe cada día?
El Hombre de anarquía (2:1-12)
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Puntos de conversación:
- Pablo aclara que la venida de Jesús (parusía) reunirá a todos los creyentes en Su presencia—nuestra esperanza suprema. 2 Tesalonicenses 2:1
- El día del Señor no llegará hasta que aparezcan dos señales: una gran rebelión y la manifestación del hombre de pecado. 2 Tesalonicenses 2:3
- Los futuristas ven al hombre de pecado como un futuro Anticristo; los preteristas suelen asociarlo con Nerón y la destrucción de Jerusalén. 2 Tesalonicenses 2:4
- El misterioso “detenedor” nos recuerda que Dios controla el curso de la historia y limita el poder del mal. 2 Tesalonicenses 2:6–7
- Aunque la mentira abunda, Jesús destruirá al hombre de pecado con Su regreso—asegurándonos que la victoria de Cristo es definitiva. 2 Tesalonicenses 2:8–12
En nuestra serie sobre Tesalonicenses hemos explorado dos temas clave de la escatología: el Rapto (1 Tesalonicenses 4:13–18) y el Día del Señor (1 Tesalonicenses 5:1–11). Hoy añadimos una última lección sobre los últimos tiempos, porque Pablo vuelve a tocar el tema en su segunda carta. Esta vez, el enfoque está en una figura misteriosa: el hombre de anarquía o de pecado, según la traducción bíblica que leas.
Pablo no lo llama “Anticristo”, como lo hace Juan en sus cartas. Tampoco lo llama “la Bestia”, como aparece en Apocalipsis. Sin embargo, muchos estudiosos creen que se trata del mismo personaje. La pregunta que surge es inevitable: ¿quién es el hombre de anarquía?
La respuesta depende de la perspectiva escatológica que adoptemos. En este ensayo, exploraremos dos interpretaciones principales: la futurista (premilenial) y la preterista (amilenial). Ambas ofrecen lecturas bíblicas serias y comprometidas, aunque llegan a conclusiones distintas sobre el momento y la identidad de esta figura.
Desde la visión futurista, el Anticristo es un personaje que aún está por venir. A lo largo de la historia, se ha especulado sobre su identidad: Napoleón en el siglo XIX, Hitler o Stalin en el siglo XX, e incluso algunos presidentes de Estados Unidos como Bill Clinton, Barack Obama, Donald Trump, Ronald Wilson Reagan. Según esta perspectiva, su aparición será una señal clara de que el fin está cerca.
Por otro lado, los preteristas creen que muchas de las profecías sobre el Anticristo ya se cumplieron en el primer siglo. Para ellos, figuras como Nerón encarnaron esta oposición a Cristo. Aunque reconocen que podría haber una manifestación futura de esta figura, afirman que Jesús podría regresar en cualquier momento.
Ambas posturas coinciden en que el texto de 2 Tesalonicenses 2 puede interpretarse de distintas maneras. Algunos lo leen como una descripción de eventos ya cumplidos; otros lo ven como una profecía aún por realizarse. Lo importante es que ambas interpretaciones buscan entender fielmente las palabras de Pablo.
Veamos ahora el texto en detalle.
2 Tesalonicenses 2:1 (NTV) Ahora, amados hermanos, aclaremos algunos aspectos sobre la venida de nuestro Señor Jesucristo y cómo seremos reunidos para encontrarnos con él.
La palabra griega para “venida” es parusía, que significa “presencia” o “llegada”. En el Nuevo Testamento, se usa para referirse al regreso de Cristo al final de los tiempos. Pablo ya había mencionado este evento en su primera carta, pero ahora necesita aclarar algunos aspectos. El énfasis en “seremos reunidos” nos recuerda el concepto del rapto, donde los creyentes —tanto los que han muerto como los que viven— serán arrebatados para encontrarse con el Señor. Es una imagen poderosa de comunidad y esperanza.
2 Tesalonicenses 2:2 (NTV) No se dejen perturbar ni se alarmen tan fácilmente por los que dicen que el día del Señor ya ha comenzado. No les crean, ni siquiera si afirman haber tenido una visión espiritual, una revelación o haber recibido una carta supuestamente de nosotros.
Los futuristas ven este “día del Señor” como el período de tribulación y la segunda venida de Cristo. Los preteristas, en cambio, lo interpretan como el juicio sobre Jerusalén en el año 70 d.C., cuando el general Tito lideró la destrucción del templo, cumpliendo las palabras de Jesús en Mateo 24:2 (NTV) Pero él les respondió: «¿Ven todos esos edificios? Les digo la verdad, serán demolidos por completo. ¡No quedará ni una sola piedra sobre otra!».
A pesar de estas diferencias, los preteristas parciales aún afirman que habrá un Día del Señor futuro, con la segunda venida visible de Cristo, la resurrección final y el juicio eterno. Los preteristas totales, que creen que todo se cumplió en el año 70, son considerados heréticos por la mayoría de los teólogos.
2 Tesalonicenses 2:3 (NTV) No se dejen engañar por lo que dicen. Pues aquel día no vendrá hasta que haya una gran rebelión contra Dios y se dé a conocer el hombre de anarquía, aquel que trae destrucción.
Aquí Pablo menciona dos señales previas: una gran rebelión (apostasía) y la aparición del hombre de perversidad. Para los futuristas, la apostasía será una rebelión mundial contra Dios antes del fin de la tribulación, y el hombre de perversidad será el Anticristo, probablemente un gobernante global. Los preteristas ven la apostasía como la rebelión judía contra Roma y el rechazo de Israel hacia Cristo. Identifican al hombre de perversidad como Nerón César, conocido por su crueldad y blasfemia.
La práctica de la gematría —donde las letras tienen valores numéricos— permite entender por qué algunos vinculan a Nerón con el número 666. Transliterado al hebreo, su nombre (נרון קסר) suma ese valor.
La gematría es una práctica antigua que se usaba en hebreo y griego, donde cada letra tenía un valor numérico. Esto permitía que las palabras, especialmente los nombres, se pudieran sumar como si fueran números. Por ejemplo, en hebreo, la letra א (aleph) vale 1, ב (bet) vale 2, ג (gimel) vale 3, y así sucesivamente. Lo mismo ocurría en griego con letras como α (alfa) = 1, β (beta) = 2, γ (gamma) = 3, etc. La audiencia de Juan conocía esta práctica.
2 Tesalonicenses 2:4 (NTV) Se exaltará a sí mismo y se opondrá a todo lo que la gente llame «dios» y a cada objeto de culto. Incluso se sentará en el templo de Dios y afirmará que él mismo es Dios.
Los preteristas afirman que Nerón exigió adoración como “Señor y Dios” y persiguió a los cristianos con brutalidad. Los futuristas, por su parte, creen que este versículo solo puede cumplirse si hay un templo en Jerusalén, lo que explica su interés escatológico en Israel.
2 Tesalonicenses 2:5–6 (NTV) ¿No se acuerdan de que les mencioné todo esto cuando estuve con ustedes? 6 Y ustedes saben qué es lo que lo detiene, porque solo puede darse a conocer cuando le llegue su momento.
Este “detenedor” ha sido objeto de muchas interpretaciones. Los futuristas lo identifican como el Espíritu Santo obrando a través de la iglesia. Cuando la iglesia sea arrebatada, el Anticristo podrá manifestarse. Los preteristas lo ven como el emperador Claudio o el Imperio Romano, que contenía el caos hasta que Dios permitió su liberación.
Sin embargo, puede que no sea ni el Espíritu Santo, como creen los futuristas, ni una persona específica, como creen los preteristas. Podría ser otra opción, basada en el siguiente versículo:
2 Tesalonicenses 2:7 (NTV) Pues esa anarquía ya está en marcha en forma secreta, y permanecerá secreta hasta que el que la detiene se quite de en medio.
Este versículo sugiere que el detenedor está consciente del plan. Algunos creen que podría ser una fuerza maligna. En Apocalipsis, el dragón (Satanás) da autoridad a la bestia.
Apocalipsis 13:1–2 (NTV) Después vi a una bestia que subía del mar…Y el dragón le dio a la bestia su propio poder y trono y gran autoridad.
Esto ha llevado a algunos a ver una “trinidad impía” que es una imitación del Padre, Hijo y Espíritu: Satanás (dragón), el Anticristo (primera bestia) y el falso profeta (segunda bestia).
Este tema del “falso imitador” vuelve a aparecer en el siguiente versículo:
2 Tesalonicenses 2:8 (NTV) Entonces el hombre de anarquía será dado a conocer, pero el Señor Jesús lo matará con el soplo de su boca y lo destruirá con el esplendor de su venida.
Aquí se presenta una parodia de la parusía. El hombre de pecado o anarquía imita la llegada de Cristo, pero será destruido por el verdadero Señor. Satanás opera con imitaciones, tratando de distraernos de lo original. No puede crear, solo copiar.
Los futuristas creen que el Anticristo reinará hasta que Cristo regrese visiblemente. Los preteristas señalan la muerte repentina de Nerón en el año 68, que sumió a Roma en caos. Al final, ambos coinciden que lo esencial es que Jesús vence.
2 Tesalonicenses 2:9–12 (NTV) Ese hombre vendrá a hacer la obra de Satanás con poder, señales y milagros falsos. 10 Se valdrá de toda clase de mentiras malignas para engañar a los que van rumbo a la destrucción, porque se niegan a amar y a aceptar la verdad que los salvaría. 11 Por lo tanto, Dios hará que ellos sean engañados en gran manera y creerán esas mentiras. 12 Entonces serán condenados por deleitarse en la maldad en lugar de creer en la verdad.
Los futuristas creen que el Anticristo realizará señales milagrosas por medio del poder satánico, y que los incrédulos seguirán esta imitación. Los preteristas ven en Nerón y en los líderes judíos una figura que engañó al pueblo, endureciendo sus corazones y provocando el juicio de Dios en el año 70.
Al final del capítulo, Pablo nos deja con una verdad profunda. Aunque hay más de una forma de interpretar este pasaje, ambas posturas coinciden en lo esencial. El mal es real y está activo en el mundo. Jesús regresará algún día para destruir a todo enemigo. Habrá una resurrección real de su pueblo. Su Reino será establecido para siempre.
Este mensaje no pretende resolver todos los debates escatológicos, sino invitar a una lectura seria, humilde y centrada en Cristo. Tanto los futuristas como los preteristas buscan honrar la Palabra, y aunque difieren en los detalles, comparten la esperanza final: Jesús es el vencedor, y su pueblo será restaurado.
Así que, mientras esperamos Su venida, no nos dejemos llevar por el miedo ni por especulaciones vacías. Mantengamos firme nuestra fe, amemos la verdad y vivamos como quienes ya pertenecen al Reino que viene. Porque, al final, no importa si el hombre de pecado fue Nerón o será alguien futuro. Lo que importa es que Cristo lo vencerá.
Y aquí es donde el mensaje se vuelve personal. ¿Estás listo para ese día? ¿Has puesto tu confianza en Jesús como tu Salvador? La Biblia no solo nos advierte sobre el juicio, sino que también nos ofrece esperanza. Jesús vino, murió y resucitó para que tú no tengas que enfrentar ese día sola ni con temor. Él venció al pecado, a la muerte y al enemigo, y hoy te extiende su mano con gracia.
Si aún no has entregado tu vida a Cristo, este es el momento. No importa tu pasado, tus dudas o tus heridas. Él te llama con amor, te perdona con poder y te recibe con brazos abiertos.
Porque al final, no se trata solo de entender profecías. Se trata de estar segura en el corazón de Aquel que cumple cada promesa. Y esa seguridad comienza cuando dices: “Jesús, creo en ti. Te recibo como mi Salvador.”
Hoy puede ser el comienzo de tu eternidad con Él.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Qué perspectiva tiene más sentido para ti personalmente—la futurista o la preterista—y por qué?
- ¿Por qué crees que Pablo enfatiza que los creyentes no deben ser “conmovidos” ni engañados por enseñanzas falsas sobre los últimos tiempos?
- ¿Cómo influye la idea de un “detenedor” en tu visión de la soberanía de Dios sobre la historia?
- ¿Qué nos enseña la afirmación de Pablo de que Jesús destruirá al hombre de pecado sobre cómo enfrentar el mal en el mundo actual?
- ¿Dónde ves “verdades” y poderes falsificados en nuestra cultura que intentan alejar a las personas de Cristo?
- ¿Cómo pueden los creyentes mantenerse firmes en la verdad y resistir los engaños que Pablo advierte en este pasaje?
La Teología del Sufrimiento (1:1-12)
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Puntos de conversación:
- El sufrimiento no es un error en la vida cristiana—es algo esperado y con propósito. 2 Tesalonicenses 1:4
- Las dificultades abren la puerta a la justicia de Dios; Él promete arreglar todas las cosas en Su tiempo. 2 Tesalonicenses 1:5–9
- Las dificultades abren la puerta al descanso de Dios; el alivio y la paz definitiva llegarán cuando Cristo regrese. 2 Tesalonicenses 1:7
- Las dificultades abren la puerta a la alabanza de Dios; las pruebas nos dan aún más razones para adorarlo. 2 Tesalonicenses 1:10, Santiago 1:2
- La gracia de Dios capacita a los creyentes para soportar el sufrimiento de una manera que honra a Cristo. 2 Tesalonicenses 1:11–12
Continuamos nuestro estudio de Tesalonicenses. Pasamos 11 semanas cubriendo los 5 capítulos de 1 Tesalonicenses. Ahora, entramos a 2 Tesalonicenses. Terminaremos los 3 capítulos de 2 Tesalonicenses en cuatro semanas.
Antes de entrar al texto, debo reconocer un dato poco conocido: Ya hemos señalado que 1 Tesalonicenses probablemente fue la primera carta de Pablo. Él escribió un total de 13 cartas, dirigidas a iglesias e individuos.
Mencionamos que Gálatas posiblemente fue escrita antes que 1 Tesalonicenses, pero la mayoría de los estudiosos creen que fue al revés. Sin embargo, hay quienes creen que 2 Tesalonicenses fue escrita primero. Suena loco, ¿verdad? ¡Sería una excelente pregunta de trivia! ¡Nadie adivinaría que 2 Tesalonicenses fue la primera carta de Pablo! Pero el orden de 1 y 2 Tesalonicenses en el canon se basó en el tamaño, no en la cronología. (¡Eso es cierto!) Así que hablemos de eso un momento antes de entrar al texto de hoy.
A continuación te presento la teoría alternativa de que 2 Tesalonicenses fue primero por Charles A. Wanamaker, erudito del NT. Pablo, Silas y Timoteo fueron obligados a salir de Tesalónica por causa de la persecución (Hechos 17:1–10). Pablo envió a Timoteo de regreso para verificar cómo estaban los nuevos creyentes (1 Tesalonicenses 3:1–2).
Según esta teoría, Pablo escribió 2 Tesalonicenses primero, probablemente en respuesta a noticias perturbadoras o a un informe falso de que el Día del Señor ya había llegado. Timoteo pudo haber llevado esta primera carta (2 Tesalonicenses) de regreso a la iglesia como una forma de corregir el pánico o la falsa enseñanza sobre el regreso de Jesús (2 Tes 2:1-2). Luego, después de que Timoteo regresó con un informe más alentador (1 Tes 3:6), Pablo escribió 1 Tesalonicenses—una carta más personal y edificante para animarlos y agradecer a Dios por su fe.
La teoría tradicional de que 1 Tesalonicenses fue primero es más prevalente porque los primeros cristianos y la tradición de la iglesia lo afirmaron abrumadoramente. No hay registro de debate o controversia sobre el orden en la iglesia primitiva. 2 Tesalonicenses incluye instrucciones más avanzadas, que parecen basarse en enseñanzas anteriores. Pablo nunca menciona otra carta en 1 Tesalonicenses… ¡pero sí lo hace en 2 Tesalonicenses! 2 Tesalonicenses 2:15 (NTV): Con todo esto en mente, manténganse firmes y sigan fieles a lo que les enseñamos tanto en persona como por carta.
Con ese debate fuera del camino, pasemos a nuestra pregunta central: ¿Por qué Dios permite el sufrimiento? En la teología sistemática esto se llama la teología del sufrimiento. El cristianismo moderno ha perdido de vista esto y dice: “Si estás sufriendo, algo está mal.” El cristianismo bíblico lo abraza y dice: “Si estás sufriendo, algo está bien.” Dios lo usará para abrir puertas. Hoy hablaremos de tres puertas por las que caminamos cuando sufrimos. Vamos al texto.
2 Tesalonicenses 1:1-2 (NTV) 1 Esta carta es de parte de Pablo, Silas y Timoteo. Va dirigida a la iglesia en Tesalónica, a ustedes que pertenecen a Dios nuestro Padre y al Señor Jesucristo. 2 Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les den gracia y paz.
Probablemente escrita solo unos meses después de 1 Tesalonicenses.
2 Tesalonicenses 1:3-4 (NTV) 3 Amados hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes, como es justo, porque su fe está creciendo mucho y el amor que todos ustedes tienen unos por otros se mantiene firme. 4 Con orgullo hablamos de ustedes a las demás iglesias de Dios. Les contamos de su perseverancia y fe en todas las persecuciones y dificultades que están soportando.
Recuerda que en la primera carta les habló del amor fraternal, que debía extenderse más allá de la familia biológica hacia la familia de la iglesia. ¡Ellos lo tomaron en serio! ¡Lo están viviendo!
Y tú, ¿qué tipo de dificultades estás enfrentando hoy? Tal vez se trate de oposición directa por tu fe, o quizás de esas pruebas cotidianas que, aunque no parezcan persecuciones, igual desgastan el alma. Pablo menciona “persecuciones y dificultades” como parte de la experiencia cristiana, y aunque algunas son profundas y dolorosas, otras llegan disfrazadas de días absurdamente complicados. Sabes que será un día difícil cuando llamas a la línea de prevención del suicidio y te ponen en espera, o cuando el equipo de “60 Minutos” está esperando en tu oficina sin previo aviso. Si tu pastel de cumpleaños se colapsa por el peso de las velas, tu hermana gemela olvida tu cumpleaños, y el pájaro que canta fuera de tu ventana resulta ser un buitre… bueno, tal vez no sea persecución espiritual, pero definitivamente es una jornada que pone a prueba tu paciencia.
A veces, las dificultades no vienen en forma de grandes tragedias, sino en una serie de momentos frustrantes que nos hacen preguntar si Dios realmente está cerca. Pero incluso en medio de esos días —cuando tu bocina se queda pegada detrás de un grupo de motociclistas, tu cheque de devolución de impuestos rebota, o te pones ambos lentes de contacto en el mismo ojo— hay una invitación a permanecer firmes. Porque si Pablo se preocupaba por la fe de los tesalonicenses en medio de presiones sociales intensas, también podemos confiar en que Dios se interesa por nuestra fe en medio de los días caóticos, confusos o simplemente ridículos. Él sigue fortaleciendo y animando a los suyos, incluso cuando todo parece estar en contra.
Deja te hablo un poco de la naturaleza de las dificultades. El sufrimiento viene porque vivimos en un mundo roto → las cosas se descomponen / la tierra produce terremotos, tornados, enfermedades. El sufrimiento viene por las acciones malvadas de otras personas → más sobre esto en los versículos 5–6. A veces el sufrimiento es resultado de nuestras propias decisiones y acciones (no tanto en este pasaje).
Mi suegro ha tenido tres intervenciones quirúrgicas del corazón y no ha quedado bien. Después de estas operaciones ha ido en declive siendo internado varias veces en el hospital. Pero sigue fuerte en la fe. Porque así es la vida. Mientras estemos en estemos en este mundo habrá sufrimiento pero debe fortalecernos en la fe y no derrumbarnos.
Presta atención hoy; el mensaje de la Biblia es radicalmente diferente a cómo la mayoría piensa. La obsesión de nuestra cultura es vivir lo más largo posible, lo más saludable posible, con la mayor cantidad de dinero posible. Es decir, evitar el sufrimiento si es posible, por el mayor tiempo posible. Vivir una vida fácil, sin problemas. Esto ha afectado a la iglesia → cambia cómo vemos el sufrimiento / cómo vemos la eternidad. Nos hemos enamorado de lo que podemos tocar y ver. Así que cualquier cosa que no cumpla nuestras expectativas de paz, comodidad y facilidad se convierte en decepción con Dios.
Aun en medio de persecuciones y dificultades, Pablo estaba profundamente preocupado por la fe de los tesalonicenses. Según el Comentario de Pilar del Nuevo Testamento sobre 2 Tesalonicenses 1:4, su inquietud lo llevó a enviar a Timoteo “para averiguar sobre” su fe (1 Tes. 3:5) y “para fortalecerlos y animarlos” (1 Tes. 3:2), temiendo que la presión social abrumadora —motivada por el mismo tentador— los hubiera llevado a abandonar su compromiso con Cristo. Sin embargo, en lugar de cerrar puertas, la dificultad abrió caminos inesperados: fortaleció su determinación, profundizó su testimonio y reveló una fe que persevera incluso cuando todo parece estar en contra.
La puerta #1 que abrió fue la justicia de Dios
2 Tesalonicenses 1:5-6 (NTV).5 Dios usará esa persecución para mostrar su justicia y para hacerlos dignos de su reino, por el cual sufren. 6 En su justicia, él castigará a los que los persiguen.
La dificultad abre la puerta a la justicia de Dios. El sufrimiento es difícil (obvio), pero es temporal. La mayoría de las personas tienen un sentido innato de justicia. Reconocen cuando alguien está siendo tratado injustamente. Ejemplo: discriminación, etc.
Definición de la justicia de Dios: Dios siempre actúa conforme a lo que es correcto. Dios mismo es el estándar de lo que es correcto. Dios demostrará su justicia en respuesta a la persecución de su pueblo, así como cualquier sufrimiento que resulte de condiciones o decisiones que no son correctas.
2 Tesalonicenses 1:7-8 (NTV).…Él vendrá con sus poderosos ángeles, 8 en fuego ardiente, para traer juicio sobre los que no conocen a Dios y sobre los que se niegan a obedecer la Buena Noticia de nuestro Señor Jesús. 9 Serán castigados con destrucción eterna, separados para siempre del Señor y de su glorioso poder.
La venganza le pertenece al Señor. El problema es que cuando sufrimos por causa de la injusticia (o cualquier sufrimiento), queremos alivio inmediato. La dificultad no se siente temporal. Queremos que Dios castigue a quienes causan nuestro dolor rápidamente. Pero Dios tiene un calendario completamente diferente. Dios puede dar justicia inmediata en respuesta a la persecución, pero lo que promete es hacer todo correcto al final, cuando Jesús regrese (cuando “vendrá con sus poderosos ángeles). Por eso la Biblia nos llama a perseverar, como lo dice en Santiago 1:12.
La puerta #2 que la dificultad abre es el descanso de Dios
2 Tesalonicenses 1:7 (NTV) Y Dios les brindará descanso a ustedes que están siendo perseguidos y también a nosotros cuando el Señor Jesús aparezca desde el cielo. Él vendrá con sus ángeles poderosos.
El sufrimiento, aunque doloroso y muchas veces incomprensible, puede abrir la puerta al descanso de Dios. Esta idea puede sonar contraintuitiva, pero es una realidad espiritual que se revela en medio de la aflicción. El dolor se manifiesta de muchas formas: físico, como enfermedades o agotamiento; social, como marginación, rechazo o exclusión; y mental o emocional, como la lucha interna para no caer en desesperanza o depresión. En medio de todo esto, el descanso se presenta como una bendición: un sentido de alivio que no siempre elimina el sufrimiento, pero sí lo acompaña con paz.
La justicia, por otro lado, es externa; deseamos que Dios corrija lo injusto y que los causantes del dolor rindan cuentas. Pero el descanso es interno: anhelamos alivio, que el sufrimiento termine, ser libres del dolor. Es una bendición real cuando encontramos descanso en medio del sufrimiento, y Dios puede —y a menudo lo hace— concederlo.
Sin embargo, ese descanso a veces es solo temporal. El dolor regresa, o aparece otro tipo de aflicción. Pero la promesa de Dios es clara: el descanso completo, definitivo e irreversible llegará “cuando el Señor Jesús aparezca desde el cielo.” Como aprendimos hace unas semanas en 1 Tesalonicenses 4–5, el regreso de Jesús es central para nuestra fe. Su venida trae múltiples dimensiones de esperanza, y hoy lo vemos nuevamente en el contexto de circunstancias injustas y dolorosas.
La aplicación es sencilla pero profunda: el sufrimiento de esta vida no se compara con la gloria que será revelada. Lo que hoy parece injusto o difícil se convertirá en celebración. Todo el sufrimiento y dolor de este mundo se desvanecerá. No siempre tenemos respuestas al “por qué,” pero sí tenemos confianza razonable en Aquel que sí las tiene. La seguridad aquí es esta: Dios tendrá la última palabra.
La puerta #3 que abre la dificultad es la alabanza a Dios
2 Tesalonicenses 1:10 (NTV) Aquel día cuando él venga, recibirá gloria de su pueblo santo y alabanza de todos los que creen. Esto también los incluye a ustedes, porque creyeron lo que les dijimos acerca de él.
El sufrimiento, lejos de ser solo una carga, puede abrir la puerta a la alabanza. Nos da otra razón para adorar a Dios, no porque el dolor sea bueno en sí mismo, sino porque revela verdades profundas sobre quién es Él. La implicación es clara: cuando Jesús regrese —“aquel día”— lo recibiremos con alabanza y gloria. Tiene sentido, porque en ese momento veremos su justicia establecida y recibiremos descanso definitivo del sufrimiento. Pero ¿qué hay del presente? ¿Qué hacemos mientras el dolor aún forma parte de nuestra historia?
La respuesta es sorprendente y poderosa: aún ahora, tenemos razones para alabar a Dios. Incluso mientras el sufrimiento sigue presente en nuestras vidas, la alabanza no se detiene. De hecho, se vuelve más significativa. Déjame hablarte de dos razones por las que Dios merece alabanza incluso en medio de la aflicción.
La primera razón por la cual Dios merece nuestra alabanza es porque las dificultades demuestran que realmente le perteneces a Dios (Hebreos 12:7-8)
Hebreos 12:7–8 (NTV) Al soportar esta disciplina divina, recuerden que Dios los trata como a sus propios hijos. 8 ¿Acaso alguien oyó hablar de un hijo que nunca fue disciplinado por su padre? Si Dios no los disciplina a ustedes como lo hace con todos sus hijos, quiere decir que ustedes no son verdaderamente sus hijos, sino ilegítimos.
Una versión en inglés traduce el versículo 7 como: “Acepten las dificultades como parte de la disciplina.” Esta es una perspectiva completamente distinta sobre lo que ocurre en la vida. No es castigo, como muchos cristianos asumen. Es disciplina correctiva y formativa de parte de Dios.
La suposición común hoy en día es “si estoy pasando por tiempos difíciles, Dios me ha abandonado o no le importa.” Empero, la realidad es que Dios usa los tiempos difíciles para ayudarnos a crecer, porque nos ama y está profundamente comprometido con nuestro desarrollo.
La razon #2 por la cual Dios merece nuestra alabanza es porque el sufrimiento desarrolla madurez espiritual (Hebreos 12:9-11)
Hebreos 12:10–11 (NTV) Pues nuestros padres terrenales nos disciplinaron durante algunos años e hicieron lo mejor que pudieron, pero la disciplina de Dios siempre es buena para nosotros, a fin de que participemos de su santidad. 11 Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella
Esto refleja que Dios tiene un propósito mayor en la aflicción y la adversidad: no son castigos sin sentido, sino herramientas de formación espiritual. Los tiempos difíciles nos hacen más como Jesús, al permitirnos “participar de su santidad” y, como dice Hebreos, producir “una cosecha apacible de vida recta.”
Pero hay una nota importante: este fruto es “para los que han sido entrenados por ella,” es decir, para quienes están dispuestos a ser enseñados y a someterse al propósito de la disciplina divina. Por eso, Santiago nos invita a alegrarnos cuando enfrentamos dificultades, sabiendo que en ellas Dios está obrando algo profundo y transformador en nosotros.
Santiago 1:2 (NTV) Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar cualquier tipo de problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho.
Esto nos da la certeza que aun en medio del sufrimiento, tenemos razones para alabar a Dios. Por su justicia. Por su paz. Por la madurez y el carácter semejante a Cristo que Él forma en nosotros durante esos tiempos difíciles.
2 Tesalonicenses 1:11–12 (NTV) 11 Así que seguimos orando por ustedes, pidiéndole a nuestro Dios que los ayude para que vivan una vida digna de su llamado. Que él les dé el poder para llevar a cabo todas las cosas buenas que la fe los mueve a hacer. 12 Entonces el nombre de nuestro Señor Jesús será honrado por la vida que llevan ustedes, y serán honrados junto con él. Todo esto se hace posible por la gracia de nuestro Dios y Señor, Jesucristo.
¿Cómo vivimos una vida fiel y piadosa en medio del sufrimiento? Dios tiene que capacitarnos (v.11) / darnos el poder ¿Será honrado el nombre de Jesús por la forma en que respondes a las dificultades? Eso solo es posible por la gracia de Dios Él nos ha salvado / nos bendice incondicionalmente Sin importar lo que esté pasando dentro o alrededor de nosotros Puedes confiar en Dios con todo lo que está ocurriendo en tu vida Aunque no puedas ver el final del camino.
Es como una caminata larga. He visto a los ciclistas subir por Sardine Canyon, enfrentando siete agotadoras millas hasta la cima. Aunque no pueden verla mientras luchan por avanzar, saben que está allí, justo después de una curva a la derecha, otra a la izquierda y tras dos elevaciones. Y cuando finalmente llegan, les esperan siete gloriosas millas cuesta abajo. Si pensaran que el camino sigue subiendo para siempre, perderían la esperanza.
De la misma manera, en tu prueba, sabes que la liberación de Dios viene. Puede que no sea muy pronto —tal vez solo cuando Jesús regrese— pero en algún lugar más adelante, donde no puedes ver, más allá de la curva en el camino, alcanzarás la cima. ¡Así que pon tu esperanza en Dios!
Es difícil poner tu esperanza en Dios cuando llegan las pruebas si no has decidido confiar en Él para toda tu vida y tu eternidad. Por eso, te invito a seguir a Jesús hoy. Las dificultades, los problemas y las enfermedades llegarán de todas maneras, pero con Cristo Jesús tienes fortaleza y la seguridad de que cada desafío te hará crecer y desarrollar resiliencia. Él nunca te deja. Siempre estará contigo, y al final del camino, podrás vivir con Él en la eternidad.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Por qué crees que el cristianismo moderno a menudo evita o rechaza la idea del sufrimiento? ¿Cómo se compara esto con la perspectiva bíblica?
- ¿Cómo te da esperanza la promesa de la justicia de Dios cuando enfrentas dificultades o persecución?
- ¿Qué significa encontrar “descanso” en Cristo, incluso cuando la vida se siente inquieta y dolorosa?
- ¿De qué maneras el sufrimiento puede profundizar tu adoración y aumentar tu gratitud hacia Dios?
- Pablo oró para que las creyentes que sufrían vivieran vidas “dignas de su llamado.” ¿Cómo se ve eso en tu vida diaria?
- ¿Cómo puede tu grupo animarse mutuamente a ver el sufrimiento no como un obstáculo, sino como una oportunidad para la gloria de Dios?
De buena a excelente (5:12-28)
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Puntos de conversación:
- Pablo llama a los creyentes a honrar a los líderes espirituales no por su estatus o título, sino por su arduo trabajo y guía espiritual. 1 Tesalonicenses 5:14–15
- El liderazgo personal comienza con decisiones diarias: elegir el gozo, mantener la oración constante y mostrar gratitud en toda circunstancia como expresión de la voluntad de Dios. 1 Tesalonicenses 5:16–18
- Las iglesias guiadas por el Espíritu se caracterizan por no apagar la obra del Espíritu Santo, examinar toda enseñanza, aferrarse a lo bueno y rechazar toda forma de maldad. 1 Tesalonicenses 5:19–22
- La transformación duradera no proviene de estrategias humanas, sino de la fidelidad de Dios. Su gracia capacita a la iglesia para pasar de lo bueno a lo excelente. 1 Tesalonicenses 5:23–28
Hoy terminamos 1 Tesalonicenses. Y te pregunto: ¿Cómo pasa una iglesia de ser buena a ser excelente? Esta es una pregunta que normalmente hacen las corporaciones. Es una cuestión de “cultura laboral”. Algunos de ustedes podrían decir: “espera, la iglesia no es un lugar de trabajo”. La ven más como un club social. Pero la Biblia pinta un cuadro muy distinto. Y lo vemos claramente aquí, en la primera carta de Pablo.
Un breve recorrido por la historia de la cultura laboral:
Trabajo en fábricas en los siglos XVIII–XIX: La Revolución Industrial priorizó la producción, no a las personas. Jornadas largas (12–16 horas al día), trabajo infantil y condiciones inseguras eran normales. Los trabajadores eran vistos como piezas reemplazables de una máquina, no como miembros valiosos de un equipo.
El Efecto Hawthorne y el Movimiento de Relaciones Humanas Entre 1924 y 1927, en Hawthorne Works, una enorme fábrica de Western Electric cerca de Chicago. Investigadores (incluido Elton Mayo) querían descubrir si una mejor iluminación aumentaría la productividad. Cambiaron los niveles de luz: a veces más brillante, a veces más tenue. La productividad aumentó sin importar el cambio — ¡incluso cuando la luz se redujo a niveles similares a la luz de la luna!
Descubrimiento sorprendente: El Efecto Hawthorne: Las personas cambian su comportamiento cuando saben que están siendo observadas o que alguien se preocupa por ellas. Esto dio origen a una nueva industria de $700 mil millones: la consultoría laboral.
Años 2000: Enfoque en el compromiso del empleado y la cultura organizacional.
Un ejemplo es el libro De Bueno a Excelente de Jim Collins (2001) con más de 4 millones de copias vendidas. El libro habla de los siguientes conceptos clave:
- Liderazgo Nivel 5: Líderes humildes y determinados que priorizan el éxito de la organización.
- Cultura de disciplina: Libertad dentro de un marco de responsabilidad.
- Efecto volante: El éxito proviene de un impulso constante y acumulativo — no de victorias rápidas.
El punto es que Pablo hizo esto hace dos mil años. Pero no lo hizo para una empresa de la lista Fortune 500. Lo hizo para la pequeña iglesia que había plantado apenas 18 meses antes en Tesalónica. Les habla sobre liderazgo. Y básicamente les presenta una serie de valores organizacionales. Esto es lo que importa en la iglesia y cómo deben funcionar las cosas. Y sus enseñanzas siguen siendo relevantes para nosotros hoy.
1 Tesalonicenses 5:12-13 (NTV) 12 Amados hermanos, les pedimos que respeten a los que trabajan con esfuerzo entre ustedes, que los guían y los amonestan en la vida cristiana. 13 Ténganles en alta estima y ámenlos con todo el corazón por la obra que realizan. Y vivan en paz unos con otros.
Esta es la primera vez que Pablo menciona el liderazgo espiritual en cualquiera de sus cartas. No utiliza términos que aparecen más adelante en sus escritos, como pastores, ancianos, obispos, diáconos o maestros.
Según el Comentario del Pilar del Nuevo Testamento sobre 1 Tesalonicenses 5:12, Pablo y sus colaboradores no establecieron criterios para evaluar a posibles líderes, sino que simplemente animaron a la iglesia a reconocer a quienes ya estaban surgiendo como líderes congregacionales.
No está claro si Pablo llegó a nombrar líderes durante su breve tiempo en Tesalónica después de plantar la iglesia (Hechos 17). Probablemente tenía en mente a personas como Jason, mencionado en Hechos 17. Era un hombre con recursos, tenía una casa, y posiblemente actuaba como patrocinador.
El mismo comentario señala que, dado el uso común del término y el papel prominente de los patrocinadores en el liderazgo de la sociedad en general, los candidatos más probables para liderar esta joven iglesia eran personas como Jason, que servían como patrocinadores y líderes dentro de la comunidad (Hechos 17:5–9).
Sea como sea, Pablo les está diciendo que honren a sus líderes. No por su dinero ni por su título. Sino por su trabajo. Esto nos recuerda el concepto de Liderazgo Nivel 5: líderes humildes y determinados que priorizan el éxito de la organización. Pablo dice: “Trabajan arduamente entre ustedes y les dan orientación espiritual.”
Me hace pensar en nuestros coordinadores, haciendo todo el trabajo duro detrás de escena: liderando equipos, reclutando, mentoreando, brindando cuidado pastoral… Y sí, también ayudándome con la disciplina eclesiástica (aunque nadie disfruta esa parte).
¿Honras tú a tus líderes espirituales? Sin embargo, no se trata solo de los líderes. En la iglesia, todos tienen una responsabilidad.
1 Tesalonicenses 5:14–15 (NTV) 14 Hermanos, les rogamos que amonesten a los perezosos, animen a los tímidos, cuiden con ternura a los débiles y sean pacientes con todos. 15 Asegúrense de que nadie pague mal por mal. Más bien, siempre traten de hacer el bien entre ustedes y a todos los demás.
Esto parece una lista de valores externos fundamentales para la iglesia en Tesalónica — ¡muy adelantada a su tiempo!
Diligencia: amonestar a los perezosos. Una cultura de disciplina: libertad dentro de un marco de responsabilidad. Recordemos que Pablo advierte contra el sistema de patrocinio.
Valentía: animar a los tímidos. No se trata de extrovertidos versus introvertidos. Más bien, hay un lugar para todos en el equipo. Esto se conecta con el mentoreo. Por eso Jesús llamó a los humildes y a los rechazados. Porque cualquiera puede ayudar a alguien. No es solo para los “estrellas” o los extrovertidos.
Compasión: cuidar con ternura a los débiles. Diferente de los perezosos o tímidos. Toda comunidad tendrá personas que son débiles y necesitan ayuda. Es fácil endurecer el corazón hacia ellos, especialmente en una comunidad que valora la diligencia y la valentía. Pero Pablo trae equilibrio.
Amabilidad: ser pacientes con todos. ¡Todos estamos en proceso!
Amor: hacer el bien entre ustedes (creyentes) y a todos los demás (no creyentes). Este es el enfoque más amplio. Pablo no solo está hablando de cómo tratar a los demás dentro de la iglesia. Está hablando de valores externos verdaderos. Una vez más, en su primera carta, Pablo está estableciendo las expectativas para toda la comunidad. No solo para los líderes. Todos debemos comprometernos con esto.
Luego Pablo pasa a los valores internos fundamentales: Cómo liderarte a ti mismo. Jesús dijo: ama a Dios, a los demás y a ti mismo. Un concepto muy adelantado a su tiempo.
1 Tesalonicenses 5:16–18 (NTV) 16 Estén siempre alegres. 17 Nunca dejen de orar. 18 Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús.
Liderazgo personal: Estos versículos son excelentes para memorizar. Pablo nos llama a vivir con una actitud constante de comunión con Dios:
“Estén siempre alegres. Nunca dejen de orar.” ¿Por qué dejarías de hacerlo? Vivir con conciencia constante de la presencia de Dios. Comunión continua con Él a lo largo del día.
“Sean agradecidos en toda circunstancia.” Sí, es difícil hacerlo. Pero… “Pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús.” Supongo que no tenemos opción.
Esta última sección puede llamarse “valores espirituales fundamentales” — algo que no verías en un entorno laboral tradicional.
1 Tesalonicenses 5:19–22 (NTV) 19 No apaguen el Espíritu Santo. 20 No menosprecien las profecías, 21 sino pongan a prueba todo lo que se diga. Quédense con lo que es bueno. 22 Aléjense de toda clase de mal.
“No apaguen el Espíritu Santo. No menosprecien las profecías. Pongan a prueba todo lo que se diga.” Este es uno de mis versículos favoritos en toda la Biblia. No lo aceptes todo sin más. Pruébalo. Y luego… “Quédense con lo que es bueno. (Este vale la pena memorizarlo). Aléjense de toda clase de mal.”
La oración final de Pablo:
1 Tesalonicenses 5:23–24 (NTV) 23 Ahora, que el Dios de paz los haga santos en todos los aspectos y que todo su espíritu, alma y cuerpo se mantenga sin culpa hasta que nuestro Señor Jesucristo vuelva. 24 Dios hará que esto suceda, porque aquel que los llama es fiel.
“Dios hará que esto suceda.” Después de toda la “consultoría organizacional” que Pablo ofrece a la iglesia primitiva, les recuerda cuál es la verdadera fuerza detrás de cualquier cambio duradero: Dios mismo.
El punto es claro: las estrategias humanas son temporales y frágiles.
Veamos tres ejemplos del libro De Bueno a Excelente:
- Wells Fargo En el libro: Aplaudido por su liderazgo enfocado y crecimiento constante. Lo que ocurrió: Escándalo en 2016 — empleados crearon millones de cuentas falsas para alcanzar metas de ventas.
- Fannie Mae En el libro: Destacado por su rendimiento financiero constante y gestión disciplinada. Lo que ocurrió: Jugó un papel clave en la crisis financiera de 2008, debido a prácticas hipotecarias riesgosas. Fue puesto bajo control gubernamental para evitar el colapso.
- Circuit City En el libro: Elogiado por su excelente servicio al cliente, innovación y liderazgo disciplinado. Lo que ocurrió: Se declaró en bancarrota en 2008 y cerró todas sus tiendas a principios de 2009.
Pensamientos finales:
1 Tesalonicenses 5:25–28 (NTV) 25 Amados hermanos, oren por nosotros. 26 Saluden a todos los hermanos con un beso santo. 27 Les encargo solemnemente en el nombre del Señor que lean esta carta a todos los hermanos. 28 Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con ustedes.
“Gracia” — la firma de Pablo. ¿Cómo pasa una iglesia de buena a excelente? Por la gracia de Dios.
La iglesia se convierte en excelente no solo por tener estrategias brillantes, líderes carismáticos o programas bien diseñados. Se convierte en excelente cuando cada miembro —desde el líder hasta el más nuevo creyente— vive con propósito, humildad, y dependencia total en Dios.
Pablo nos da una fórmula segura: una comunidad que honra a sus líderes, cuida a los débiles, corrige con amor, ora sin cesar, y vive con gozo, gratitud y santidad. Y lo más importante: una comunidad que espera activamente el regreso de Cristo, no con miedo ni especulación, sino con esperanza y preparación.
Así que ya tienes la respuesta a la pregunta: ¿Cómo pasa una iglesia de ser buena a ser excelente?La iglesia excelente no es perfecta. Pero está rendida a Jesus. Es obediente. Está despierta. ¿Estás listo para ser parte de ella?
Y si tú aún no has puesto tu fe en Cristo, este es el momento. No esperes a tener todas las respuestas. No esperes a “arreglar tu vida”. Jesús vino precisamente por los quebrantados, los débiles, los que no encajan. Él te llama hoy a confiar en Él, a recibir su perdón, y a comenzar una nueva vida — una vida que no solo es buena, sino transformada por su gracia.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cuáles son algunas maneras prácticas en que puedes mostrar honra y amor a los líderes espirituales de tu iglesia?
- ¿Cuál de los “valores externos” que Pablo menciona en 1 Tesalonicenses 5 crees que tu iglesia practica bien? ¿Hay alguno que necesite más atención o renovación?
- A nivel personal, ¿cuál de los “valores internos” que Pablo describe te resulta más difícil de vivir? ¿Por qué?
- Piensa también en lo que significa “examinarlo todo” en la práctica: ¿cómo se ve esto cuando recibes enseñanzas espirituales o te enfrentas a mensajes culturales que parecen buenos pero requieren discernimiento?
- En tiempos de incertidumbre o cambio, ¿cómo te fortalece recordar la fidelidad y la gracia de Dios?
- ¿En qué área sientes que Dios te está llamando a crecer para que tu parte en la iglesia pase de buena a excelente?
El Día del Señor (5:1-11)
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Puntos de conversación:
- El “Día del Señor” traerá tanto juicio para los incrédulos como salvación para los creyentes, tal como fue anunciado en el Antiguo Testamento y cumplido en Jesús. 1 Tesalonicenses 5:1-3
- Los cristianos difieren en cuanto al momento del rapto en relación con la Tribulación, pero la Escritura es clara en que nadie conoce la hora exacta. Mateo 24:36
- La historia demuestra que todos los intentos de establecer una fecha para el regreso de Cristo han fallado — lo que confirma la necesidad de estar siempre preparados en lugar de especular.
- Los creyentes están llamados a vivir alerta y con dominio propio, protegidos por la fe, el amor y la esperanza, mientras se animan unos a otros hasta que Cristo regrese. 1 Tesalonicenses 5:4-11
La semana pasada comenzamos a responder la pregunta: ¿Qué sucederá al final del mundo? Aprendimos sobre una idea bíblica que puede parecer un poco “extraña” para algunos: el rapto.
Descubrimos que los creyentes vivos, junto con los creyentes que han muerto, serán “arrebatados juntos” para “encontrarse con el Señor en el aire”. Pablo quiso asegurarles a los creyentes de Tesalónica que sus seres queridos que habían muerto no se perderían este gran acontecimiento.
Hoy responderemos una nueva pregunta: ¿Estás tú listo para el Día del Señor? Explicaremos este concepto un poco más en un momento, pero primero necesitamos abordar otro término que quizás muchos se están preguntando: tribulación.
La enseñanza sobre el rapto siempre está conectada con la tribulación. La semana pasada no dimos suficientes detalles sobre esto, así que antes de llegar al texto de hoy, permíteme darte una rápida introducción. Vamos a hablar del debate entre pretribulación y postribulación. Si quieres profundizar más en este tema, puedes explorar la serie de escatología en buscadeDios.org.
Empecemos con un curso rápido de escatología en menos de 5 minutos: La tribulación es un tiempo de juicio global, engaño espiritual y sufrimiento, basado en Marcos 13, Apocalipsis y Daniel.
Marcos 13:19-20 (NTV) Pues habrá más angustia en esos días que en cualquier otro momento desde que Dios creó el mundo. Y jamás volverá a haber una angustia tan grande.
Apocalipsis 16:1 (NTV) Entonces oí una voz poderosa que desde el santuario les decía a los siete ángeles: «Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas que contienen la ira de Dios».
Daniel 9:26 (NTV) …el fin vendrá como una inundación, y la guerra y sus miserias están decretadas desde ese momento hasta el fin.
Muchos estudiosos, especialmente dentro del dispensacionalismo, creen que la tribulación durará siete años, basándose en una profecía de Daniel 9:27 sobre una última “semana” (un período de siete años). Pero ¿qué es el dispensacionalismo? Es una corriente teológica cristiana que interpreta la historia de la salvación como dividida en etapas llamadas “dispensaciones”, en las que Dios se relaciona con la humanidad de manera distinta. Se caracteriza por un enfoque literal de las profecías bíblicas, una separación clara entre Israel y la Iglesia, y una fuerte expectativa escatológica, como el rapto y el reinado milenario de Cristo.
Hasta aquí todo está bien. Pero con respecto a la pregunta: ¿Pasarán los cristianos por la tribulación? Aquí es donde los creyentes discrepan. Existen tres posturas principales:
- Postribulación: Los creyentes serán arrebatados después de la tribulación. El Nuevo Testamento presenta a la iglesia como una comunidad que sufre persecución y tribulación, compartiendo en los padecimientos de Cristo.
- Midtribulación o Pre-ira: Los creyentes serán arrebatados a la mitad de la tribulación. Enfrentarán la tribulación inicial, pero serán arrebatados antes de la gran tribulación: la fase final del derramamiento de la ira de Dios.
- Pretribulación: Los creyentes serán arrebatados antes de la tribulación. Suena muy estadounidense, ¿verdad? Esta perspectiva afirma que el rapto es un evento separado de la segunda venida de Cristo, y que ocurrirá antes del inicio de la tribulación profetizada.
Notas históricas interesantes: La doctrina del rapto pretribulacional fue enseñada sistemáticamente por primera vez por John Nelson Darby (1800–1882), maestro bíblico irlandés y fundador del movimiento Hermanos de Plymouth. Darby propuso un “rapto secreto” de la iglesia antes de la tribulación — una idea nueva en ese tiempo.
Más tarde, C.I. Scofield, teólogo estadounidense, incluyó esta postura en su Biblia de Referencia Scofield (1909). Esta Biblia interpretó la Escritura según la visión de Darby y se difundió ampliamente en el siglo XX, especialmente en Estados Unidos.
La visión pretribulacional ganó aún más popularidad gracias a libros, sermones y medios de comunicación como: El gran planeta Tierra que se avecina de Hal Lindsey (1970s) y la serie Dejados atrás de Tim LaHaye (1990s–2000s), que incluso fue adaptada a películas.
Mas, ¿sabes qué? Pablo no aborda nada de esto en el texto de hoy. De hecho, hace todo lo contrario: no especula ni exagera. Mantiene el enfoque de una manera práctica. Pasemos al texto.
1 Tesalonicenses 5:1-11 (NTV) Ahora, en cuanto a cómo y cuándo sucederán estas cosas, amados hermanos, no hace falta que les escribamos.
Aparentemente, los creyentes de Tesalónica tenían preguntas sobre este tema. Y no es sorprendente: siempre ha habido especulación sobre el fin de los tiempos.
En el año 500 d.C., algunos líderes de la iglesia predijeron que Jesús regresaría exactamente 500 años después de su nacimiento. Esta no era una creencia marginal — incluso pensadores respetados como Hipólito e Ireneo coquetearon con teorías sobre fechas específicas. Pero el año 500 vino y se fue… y nada ocurrió.
Muchos siglos después, en 1844, los mileritas vendieron sus pertenencias y esperaron en los techos — solo para vivir lo que se conoce como la “Gran Decepción”. Un predicador bautista llamado William Miller estudió las profecías bíblicas (especialmente Daniel 8) y calculó que Jesús regresaría entre el 21 de marzo de 1843 y el 21 de marzo de 1844.
Daniel 8:14 (NTV) «Tomará dos mil trescientos días; después el santuario será restaurado».
William Miller interpretó los “2,300 días” mencionados en Daniel como años, y fechó el inicio en el año 457 a.C., creyendo que culminaría con la segunda venida de Jesús en 1844. Cuando pasó la fecha sin incidentes, la ajustó al 22 de octubre de 1844. Como Jesús no regresó, ese día fue conocido como “La Gran Decepción”.
Muchos perdieron la fe por completo, mientras que otros formaron nuevos movimientos religiosos, incluido lo que eventualmente se convertiría en la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Tras la Gran Decepción, un pequeño grupo — que más tarde incluiría a Elena G. de White — reinterpretó lo sucedido. Según ellos, Miller acertó con la fecha, pero se equivocó de evento.
El 22 de octubre de 1844 no fue la segunda venida, sino el inicio del ministerio celestial final de Cristo en el santuario celestial, doctrina conocida como el “Juicio investigador”. Esta enseñanza se convirtió en la piedra angular de lo que oficialmente se organizó como la Iglesia Adventista del Séptimo Día en 1863. ¡Hoy cuenta con más de 20 millones de miembros en todo el mundo!
En 1988, un libro titulado 88 razones por las que el rapto ocurrirá en 1988 vendió millones de copias — pero Jesús no regresó. Fue escrito por Edgar Whisenant, un ex ingeniero de la NASA. El folleto vendió 4.5 millones de ejemplares, y Whisenant declaró: “Solamente si la Biblia está equivocada, yo estoy equivocado.” Spoiler: estaba equivocado. Después revisó su predicción a 1989, luego a 1993, después a 1994, y finalmente a 1997. Cada vez, la fecha pasó sin incidentes.
Más recientemente, influenciadores en redes sociales e incluso algunos pastores han vinculado el fin de los tiempos con lunas de sangre, guerras, elecciones políticas y crisis económicas. Plataformas como TikTok y YouTube han amplificado estas voces, creando contenido viral sobre el fin — contenido que, muchas veces, carece de profundidad bíblica.
Pero mira cómo Pablo trata el tema: No alimenta teorías conspirativas ni especulación exagerada. La historia demuestra algo muy claro: todo el que predice una fecha para el regreso de Cristo termina equivocado. Jesús mismo dijo que nadie sabe el día ni la hora (Mateo 24:36).
Nuestra tarea no es adivinar cuándo, sino vivir como si pudiera suceder en cualquier momento. El punto de Pablo es este: Saber vivir ante la realidad del Día del Señor.
1 Tesalonicenses 5:2-3 (NTV) Ustedes saben muy bien que el día del regreso del Señor llegará inesperadamente, como un ladrón en la noche. 3 Cuando la gente diga: «Todo está en paz y tranquilo», entonces vendrá el desastre sobre ellos, de repente, como los dolores de parto de una mujer embarazada. No podrán escapar.
“El Día … del Señor” En el Antiguo Testamento, “el Día del Señor” se refiere a un momento futuro en el que Dios intervendrá en la historia para establecer su reinado, derrotar el mal y comenzar la restauración.
Jeremías 46:10 (NTV) Este es el día del Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales, un día de venganza contra sus enemigos.
Joel 2:1 (NTV) ¡Toquen la trompeta en Jerusalén! ¡Den la alarma en mi monte santo! ¡Que todos tiemblen de miedo porque el día del Señor se aproxima!
Recuerda lo que vimos la semana pasada: la trompeta sonará antes del rapto.
Joel 2:31-32 (NTV) El sol se oscurecerá y la luna se tornará roja como la sangre antes de que llegue el grande y terrible día del Señor. 32 Pero todos los que invoquen el nombre del Señor serán salvos…
Pedro predicó este versículo en su primer sermón, el Día de Pentecostés. Desde entonces, el concepto del Día del Señor ha sido central en la enseñanza bíblica. Este día tiene dos lados: juicio para los incrédulos y salvación para los creyentes. Cuando Pablo menciona el Día del Señor en 1 Tesalonicenses 5, no está introduciendo una idea nueva, sino mostrando cómo esa antigua promesa se cumple plenamente en la persona de Jesús.
Pero surge una pregunta importante: ¿qué pasa con los creyentes gentiles en Tesalónica? Ellos no tenían ninguna categoría previa para entender el “Día del Señor” como lo enseñaban las Escrituras judías. Su religión pagana se centraba en apaciguar a los dioses, mantener el orden y buscar prosperidad — no en un Dios santo que interviene en la historia para traer juicio y salvación.
A pesar de que Pablo estuvo poco tiempo en Tesalónica, ya les había enseñado sobre el Día del Señor (ver 1 Tesalonicenses 5:1-2, “ustedes saben muy bien…”). Aunque eran nuevos creyentes, Pablo les dio una introducción a la teología del Antiguo Testamento, reconfigurada en torno a Cristo. Les mostró que este Dios no solo es justo y santo, sino también cercano y redentor.
Y nuevamente, Pablo no está especulando ni exagerando. Su enseñanza es clara y práctica. Su punto es doble: nadie sabe la fecha, así que no vale la pena perder el tiempo tratando de adivinarla; y siempre debemos estar listos, viviendo con fe, esperanza y expectativa.
1 Tesalonicenses 5:4-8 (NTV) Pero ustedes, amados hermanos, no están a oscuras con respecto a ese día, para que los sorprenda como un ladrón. 5 Todos ustedes son hijos de la luz y del día. No pertenecemos a la oscuridad ni a la noche, 6 por lo tanto, manténganse alerta, no dormidos como los demás. Permanezcan atentos y sobrios. 7 La noche es el momento en que la gente duerme y los borrachos se emborrachan, 8 pero los que vivimos en la luz debemos estar lúcidos, protegidos por la armadura de la fe y el amor, y usando como casco la esperanza confiada de la salvación.
Esta es la parte práctica. Una exhortación sencilla pero profunda para todos nosotros — especialmente para quienes disfrutan estudiar temas escatológicos. Está bien explorar todo ese contenido adicional: pretribulación, midtribulación, postribulación, el reino milenial, el dispensacionalismo… Es enriquecedor descubrir lo que creemos y entender las distintas posturas.
Pero lo más importante es mantener lo esencial en primer plano. No te sumerjas tanto en las teorías que pierdas de vista lo principal: Jesús viene de nuevo. Esa es la verdad que debe sostenernos.
Así que mantente preparado. Y también esperanzado. Porque nuestra fe no está en fechas ni esquemas, sino en una persona viva: Cristo, nuestro Salvador.
1 Tesalonicenses 5:9-11 (NTV) Pues Dios no nos eligió para derramar su enojo sobre nosotros, sino para salvarnos por medio de nuestro Señor Jesucristo. 10 Cristo murió por nosotros para que, ya sea que estemos vivos o muertos cuando regrese, podamos vivir con él para siempre. 11 Así que anímense y edifíquense unos a otros, tal como ya lo hacen.
Para los creyentes, el Día del Señor es algo bueno—es la esperanza que sostiene la fe en medio de la oscuridad. Recuerda lo que Pedro predicó: “Todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.” No hay distinción: todos—judíos, gentiles, ricos, pobres, rotos, restaurados—pueden ser salvos por Jesús.
Ese día está por venir. Jesús regresará con poder y gloria. Para algunos, será aterrador… un momento de juicio y verdad revelada. Pero para quienes están en Él, será liberador. El fin del dolor. El inicio de la eternidad. Para los que están en Cristo, no es algo para temer, sino algo para anhelar.
¿Estás tú listo para el Día del Señor? Ese día no será como cualquier otro. No se trata de una teoría ni de una metáfora: es una realidad que se aproxima. ¿Estás preparado para encontrarte con el Dios justo y misericordioso?
Para los que están en Cristo, será el inicio de la eternidad con Él. Para quienes aún no lo conocen, hoy sigue siendo el día de salvación. Jesús no vino a condenar al mundo, sino a salvarlo. Él te llama, no porque seas perfecto, sino porque te ama.
Si nunca has entregado tu vida a Jesús como tu Salvador, este es el momento. No porque haya miedo, sino porque hay esperanza. Él murió por ti, resucitó por ti y te ofrece vida eterna. No lo rechaces. No lo postergues. Invócalo hoy. Cree en Él. Camina con Él. Y estarás listo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cómo afecta tu perspectiva del regreso de Cristo el saber que el Día del Señor incluye tanto juicio como salvación?
- ¿Cuáles son algunas distracciones o hábitos que podrían hacer que un creyente “se duerma” espiritualmente, y cómo podemos protegernos contra ellos?
- ¿Cuáles son algunas maneras en que los creyentes hoy pueden evitar caer en la especulación y el sensacionalismo sobre los últimos tiempos?
- Pablo dice que debemos ponernos “la armadura de la fe y el amor” y “el casco de la salvación.” ¿Cómo se vería eso en tu vida diaria?
- ¿Quién en tu vida necesita ánimo sobre la esperanza que tenemos en el regreso de Jesús? ¿Cómo puedes fortalecerlo esta semana?
- Si Jesús regresara hoy, ¿qué esperarías que Él te encontrara haciendo?
Tres puntos de vista sobre el milenio
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Puntos de conversación:
- El libro Tres puntos de vista sobre el milenio y el más allá presenta a los lectores una exploración integral del posmilenialismo, amilenialismo y premilenialismo, brindando una comprensión matizada de estas perspectivas teológicas, sus fundamentos bíblicos y sus implicaciones para el futuro del reino de Dios.
- El posmilenialismo visualiza un avance gradual del Reino de Dios en la Tierra a través de la difusión del evangelio. Esta expansión conduciría a un período de paz y justicia sin precedentes antes del regreso de Cristo.
- El amilenialismo interpreta el milenio como una figura simbólica, centrándose en el reinado espiritual presente de Cristo mediante la Iglesia. Esta perspectiva deja de lado la idea de un reino terrenal literal y anticipa directamente la llegada del estado eterno y unificado.
- El premilenialismo anticipa el regreso literal y futuro de Cristo antes de establecer un reinado terrenal de mil años. Esta perspectiva enfatiza un período de tribulación, la restauración de Israel y un reinado global transformador de Cristo que culminará en la creación del nuevo cielo y la nueva tierra.
- En conclusión, el libro Tres puntos de vista sobre el milenio y el más allá no busca una respuesta definitiva sobre los detalles precisos del futuro. Su propósito es ofrecer a los lectores una valiosa oportunidad para explorar y comprender diferentes perspectivas teológicas sobre el milenio y sus implicaciones para el futuro
Tres puntos de vista sobre el milenio y el más allá es un libro que explora y presenta tres perspectivas diferentes sobre el concepto bíblico del milenio y sus implicaciones para el futuro. El libro presenta contribuciones de tres teólogos prominentes, cada uno de los cuales defiende un punto de vista distinto: posmilenialismo, amilenialismo y premilenialismo.
Apocalipsis 20:1-6 (NTV) Luego vi a un ángel que bajaba del cielo con la llave del abismo sin fondo y una pesada cadena en la mano. Sujetó con fuerza al dragón—la serpiente antigua, quien es el diablo, Satanás—y lo encadenó por mil años. El ángel lo lanzó al abismo sin fondo y lo encerró con llave para que Satanás no pudiera engañar más a las naciones hasta que se cumplieran los mil años. Pasado ese tiempo, debe ser soltado por un poco de tiempo. Después vi tronos, y los que estaban sentados en ellos habían recibido autoridad para juzgar. Vi las almas de aquellos que habían sido decapitados por dar testimonio acerca de Jesús y proclamar la palabra de Dios. Ellos no habían adorado a la bestia ni a su estatua, ni habían aceptado su marca en la frente o en las manos. Volvieron a la vida, y reinaron con Cristo durante mil años. Esta es la primera resurrección. (El resto de los muertos no volvieron a la vida hasta que se cumplieron los mil años). Benditos y santos son aquellos que forman parte de la primera resurrección, porque la segunda muerte no tiene ningún poder sobre ellos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él durante mil años.
Posmilenialismo
El posmilenialismo visualiza un avance gradual del Reino de Dios en la Tierra a través de la difusión del evangelio. Esta expansión conduciría a un período de paz y justicia sin precedentes antes del regreso de Cristo.
Esta perspectiva posmilenialista tiene sus raíces en la creencia de que la difusión del evangelio y la influencia del cristianismo traerán gradualmente una época de paz, rectitud y prosperidad espiritual sin precedentes en la Tierra, conocida como el milenio.
Los defensores de este punto de vista argumentan que la Gran Comisión, que ordena a los cristianos a hacer discípulos de todas las naciones, en última instancia se cumplirá a medida que el mensaje de salvación impregne todos los rincones del mundo.
Los posmilenialistas obtienen apoyo para su perspectiva en pasajes bíblicos que hablan del avance del reino de Dios. Destacan versiculos como Isaías 2:2-4, que visualiza a todas las naciones viniendo a adorar al Señor, y Mateo 13:31-33, donde Jesús compara el reino de los cielos con una pequeña semilla que crece hasta convertirse en un gran árbol.
Según el posmilenialismo, el milenio representa una época de transformación social, cultural y moral a medida que los principios del reino de Dios se vuelven cada vez más evidentes en la sociedad.
Este punto de vista considera que la Iglesia desempeña un papel vital en este proceso, influyendo en diversas esferas de la vida, incluidas la política, la educación, la economía y las artes. Al establecer instituciones justas y practicar los principios bíblicos, los creyentes contribuirán a la mejora general de la sociedad.
El regreso de Cristo es visto como la culminación del milenio, señalando el fin de este período de prosperidad espiritual e inaugurando el juicio final y el estado eterno. Sin embargo, los posmilenialistas difieren en su comprensión de la naturaleza del regreso de Cristo. Algunos imaginan un regreso físico y literal, mientras que otros lo ven como una representación simbólica de la victoria de Cristo y el establecimiento de su reinado eterno.
Los críticos del posmilenialismo a menudo plantean el desafío de la persistencia del mal y el sufrimiento en el mundo. Sostienen que la realidad actual parece estar lejos del ideal imaginado por los posmilenialistas. En respuesta, los posmilenialistas enfatizan que el crecimiento y progreso del reino de Dios puede ser gradual y enfrentar obstáculos, pero al final, creen que el plan redentor de Dios prevalecerá y conducirá a una época de paz y justicia sin precedentes en la Tierra.
En general, la perspectiva posmilenialista se distingue por su visión optimista del futuro, al visualizar el poder transformador del evangelio moldeando el mundo y preparándolo para el regreso de Cristo.
Amilenialismo
El amilenialismo interpreta el milenio como una figura simbólica, centrándose en el reinado espiritual presente de Cristo mediante la Iglesia. Esta perspectiva deja de lado la idea de un reino terrenal literal y anticipa directamente la llegada del estado eterno y unificado.
Desde esta visión, el milenio mencionado en Apocalipsis no representa mil años literales, sino la era actual que se extiende desde la primera venida de Cristo hasta su segunda venida.
El amilenialismo enfatiza el reino espiritual de Cristo en los corazones de los creyentes y minimiza la idea de un reino terrenal literal. En otras palabras, se cree que Cristo reina ahora desde el cielo, y que su autoridad se manifiesta a través de la proclamación del evangelio y la transformación personal de los creyentes.
Los defensores del amilenialismo obtienen su comprensión de varios pasajes bíblicos y del lenguaje simbólico que se encuentra en el libro de Apocalipsis. Ellos interpretan la “atadura de Satanás” (Apocalipsis 20) como un símbolo de la victoria de Cristo sobre el mal mediante su muerte y resurrección. Esta victoria inaugura una era en la que el poder del enemigo queda limitado, permitiendo la expansión del evangelio en todo el mundo.
A diferencia de otras posturas milenarias, el amilenialismo enseña que el Reino de Dios no se expresa en un dominio físico o geográfico, sino en el corazón de los creyentes de todas las culturas y épocas. El número mil, frecuente en el libro de Apocalipsis, se entiende como un símbolo de plenitud, no como una duración literal.
Los amilenaristas también enfatizan la naturaleza simbólica de los números en el libro de Apocalipsis. Sostienen que el número mil, a menudo asociado con el milenio, representa plenitud y abundancia. Por lo tanto, el milenio no se entiende como un período literal de mil años sino más bien como una representación simbólica de toda la era de la Iglesia.
Según esta interpretación, no se espera un futuro reinado terrenal de Cristo antes del fin. La era actual culminará con la segunda venida, seguida por la resurrección de justos e injustos, el juicio final y el establecimiento del cielo nuevo y la tierra nueva, descrito en Apocalipsis 21.
Los críticos del amilenialismo suelen argumentar que esta perspectiva reduce el énfasis en las promesas proféticas de un Reino terrenal. Sin embargo, los amilenialistas responden que su enfoque respeta el carácter simbólico del texto apocalíptico y destaca el cumplimiento espiritual del Reino en el presente.
En resumen, el amilenialismo ofrece una interpretación espiritual del milenio. Esta se enfoca en el reinado actual de Cristo y en la consumación del plan redentor de Dios en el estado eterno. En lugar de esperar un futuro reino terrenal distinto, esta perspectiva considera que el cumplimiento se da en la era presente.
Premilenialismo
El premilenialismo anticipa el regreso literal y futuro de Cristo antes de establecer un reinado terrenal de mil años. Esta perspectiva enfatiza un período de tribulación, la restauración de Israel y un reinado global transformador de Cristo que culminará en la creación del nuevo cielo y la nueva tierra.
Se trata de una postura teológica que sostiene que, antes del regreso de Cristo, ocurrirá un tiempo de agitación conocido como la Gran Tribulación. Este período se caracteriza por sufrimiento intenso, persecución y la aparición del Anticristo. Los premilenialistas consideran que esta etapa es un precursor necesario del retorno de Cristo y del inicio de su reino milenial.
Se trata de una postura teológica que sostiene que, antes del regreso literal de Cristo, ocurrirá un tiempo de agitación conocido como la Gran Tribulación. Este período se caracteriza por sufrimiento intenso, persecución y la aparición del Anticristo. Los premilenialistas consideran que esta etapa es un precursor necesario del retorno de Cristo y del inicio de su reino literal de mil años.
Según esta visión, la Gran Tribulación está descrita en diversos pasajes bíblicos, incluyendo las enseñanzas de Jesús en los Evangelios y el libro de Apocalipsis. Muchos premilenialistas dividen este período en dos fases: una etapa inicial marcada por “dolores de parto” y una fase final más intensa, conocida como la Gran Tribulación.
Las profecías bíblicas sobre Israel y el pueblo judío ocupan un lugar central en el premilenialismo. Se cree que Dios restaurará y reunificará a Israel como nación, cumpliendo las promesas hechas a los descendientes de Abraham y David. Durante el milenio, Cristo reinará desde Jerusalén, estableciendo justicia y paz.
Durante este reinado milenial, se espera una transformación global, tanto espiritual como física. Visualizan una época de paz, justicia y prosperidad donde Cristo estará presente de manera personal, gobernando como Rey justo. Este período se caracteriza por la restauración de la creación, la derrota de las fuerzas del mal y el cumplimiento de las promesas divinas a su pueblo, Israel.
Al finalizar el milenio, se anticipa una rebelión final liderada por Satanás, seguida del juicio definitivo. En ese momento, todos los seres humanos rendirán cuentas por sus acciones. Este juicio dará paso a la creación de un cielo nuevo y una tierra nueva, marcando la culminación del plan redentor de Dios.
El premilenialismo se divide en dos grandes subcategorías: el premilenialismo dispensacional y el premilenialismo histórico. El primero distingue claramente entre el plan de Dios para Israel y para la Iglesia, y enfatiza una interpretación literal de las profecías y un futuro distinto para Israel.. El premilenialismo histórico propone un enfoque más unificado entre Israel y la Iglesia, y suele adoptar una lectura más simbólica de ciertos textos proféticos.
Los críticos del premilenialismo cuestionan su interpretación literal del milenio y de las profecías relacionadas con Israel. Proponen una lectura más espiritual o simbólica, y destacan el reinado presente de Cristo en la Iglesia como cumplimiento parcial del Reino.
En resumen, el premilenialismo ofrece una visión escatológica centrada en el futuro. Destaca el regreso inminente de Cristo, la tribulación previa y un reinado literal de mil años en la Tierra. Además, subraya el cumplimiento de las promesas de Dios a Israel y la transformación global que acompañará el Reino milenial.
La enseñanza principal es:
En conclusión, el libro Tres puntos de vista sobre el milenio y el más allá no busca una respuesta definitiva sobre los detalles precisos del futuro. Su propósito es ofrecer a los lectores una valiosa oportunidad para explorar y comprender diferentes perspectivas teológicas sobre el milenio y sus implicaciones para el futuro.
Al presentar los enfoques posmilenialista, amilenialista y premilenialista, invita al lector a involucrarse con diversas interpretaciones de los pasajes bíblicos y de la literatura profética. Cada postura ofrece una visión única sobre cómo se manifiesta el Reino de Dios y qué esperamos en los tiempos venideros.
Al adentrarse en estas perspectivas, los lectores se ven impulsados a considerar preguntas profundas sobre la naturaleza del Reino, el papel de la Iglesia y el destino final de la humanidad. El libro actúa como catalizador para una reflexión más amplia sobre la narrativa bíblica, la relación entre la era presente y la era futura, la esperanza máxima y el cumplimiento del plan redentor de Dios.
La enseñanza principal no apunta a establecer una respuesta definitiva sobre los detalles precisos del futuro. En cambio, promueve un espíritu de humildad, apertura mental y unidad dentro del cuerpo más amplio de Cristo.
Finalmente, el libro alienta a los cristianos a entablar un diálogo respetuoso, valorar las distintas posturas y enfocarse en las enseñanzas centrales de la fe. Todo esto, sin perder de vista la esperanza viva sino que manteniendo ese sentido de anticipación en el cumplimiento de los propósitos eternos de Dios en la era venidera.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Lee Apocalipsis 20:1-6. ¿Cuál punto de vista milenial te sientes más cómodo defendiendo y por qué?
- ¿Cómo entiende cada punto de vista milenaria el papel de la Iglesia en relación con la era presente y el futuro del reino de Dios?
- ¿Cuáles son las implicaciones prácticas de cada punto de vista milenaria sobre cómo vivimos nuestra fe en la era actual? ¿Cómo podrían nuestras creencias escatológicas influir en nuestras actitudes hacia la justicia social, la evangelización y el compromiso cultural?
- ¿Cómo impactan las diferentes perspectivas sobre el milenio nuestra comprensión de la relación entre Israel y la Iglesia?
- Teniendo en cuenta los diferentes puntos de vista sobre el momento (cuando pasara) y la naturaleza del regreso de Cristo, ¿cómo podemos mantener un sentido de unidad como cristianos, independientemente de nuestras creencias milenarias personales?
El rapto- parte 1 (4:13-18)
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Puntos de conversación:
- La idea del arrebatamiento o rapto proviene del término griego harpazō, que significa “tomar o arrebatar”, y fue traducido al latín como rapio. 1 Tesalonicenses 4:17
- Pablo reinterpreta los antiguos mitos de abducciones divinas con una verdad bíblica: Jesús reunirá a Su pueblo con amor y poder, no con temor. 1 Tesalonicenses 4:17
- El duelo cristiano está marcado por la esperanza: lloramos la pérdida, pero no como quienes creen que la muerte es el final. 1 Tesalonicenses 4:13-14
- La resurrección de Jesús es el fundamento de nuestra futura resurrección. Nuestra esperanza no es una suposición, está garantizada por la historia. 1 Tesalonicenses 4:14
- Cuando Jesús regrese, será inconfundible, glorioso y colectivo; no será oculto ni secreto. Toda la iglesia se unirá a Él. 1 Tesalonicenses 4:16-17
Cuando se trata del futuro, la gente tiene todo tipo de ideas. Libros, películas e incluso conversaciones casuales parecen girar en torno a una misma pregunta: ¿Qué pasará al final del mundo? Es una de las grandes interrogantes que la humanidad se hace, y Hollywood adora responderla con dramatismo.
Basta con observar cuántas películas han intentado imaginar el fin: Armageddon, donde un enorme asteroide amenaza toda forma de vida; El día después de mañana, un desastre climático con consecuencias globales; Soy leyenda, en la que un virus elimina a la mayoría de la humanidad y deja a un único sobreviviente; Avengers: Infinity War y Endgame, donde un villano cósmico elimina la mitad de la vida y los héroes luchan por restaurarla. Otra más: Dejados atrás, basada en una visión cristiana del rapto, donde las personas desaparecen misteriosamente y el caos sigue.
Hoy vamos a examinar de dónde viene esa idea cristiana del rapto. Estudiaremos 1 Tesalonicenses 4:13–18. Estos seis versículos son fundamentales para ese tema. Para algunos, es una idea confusa; para otros, una fuente de esperanza. Pero para todos, vale la pena entenderla directamente desde la Biblia. Aunque la palabra “rapto” no aparece como tal en las versiones bíblicas, la idea está claramente reflejada en las Escrituras.
1 Tesalonicenses 4:17 (NTV) Luego, junto con ellos, los que aún sigamos vivos sobre la tierra seremos arrebatados en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Entonces estaremos con el Señor para siempre.
La frase “seremos arrebatados” proviene del griego harpazō, que significa tomar por la fuerza, arrebatar o llevarse repentinamente. En la Vulgata Latina —una temprana traducción al latín de la Biblia— harpazō se tradujo como rapiemur, del verbo rapio, que también significa arrebatar o llevarse rápidamente. De esa raíz latina se deriva la palabra “rapto”.
Para entender el impacto de esta palabra, es útil conocer su contexto cultural. No era una palabra religiosa, y los creyentes de Tesalónica probablemente estaban familiarizados con ella a través de relatos mitológicos. Historias como la de Perséfone, raptada / arrebatada por Plutón (Hades) al inframundo, o la de Eneas, rescatado por su madre divina Afrodita, ilustran cómo estas culturas describían que los dioses arrebataban a los humanos.
Incluso en la Odisea y en las obras de Plutarco se relatan desapariciones repentinas por acción divina. Estas narraciones solían presentar a los dioses como caprichosos, arrebatando sin razón aparente.
Pablo toma esa imagen conocida de la mitología pagana —personas arrebatadas por seres divinos— y la redefine con verdad. No presenta a un dios impulsivo que actúa arbitrariamente, sino al Señor Jesucristo reuniendo a Su pueblo con amor y poder. No es una experiencia individual, sino colectiva, para toda la iglesia.
Ahora que entendemos el contexto bíblico y cultural detrás del rapto, podemos ir versículo por versículo para descubrir lo que Pablo quiso enseñar.
1 Tesalonicenses 4:13 (RVC) Hermanos, no queremos que ignoren lo que va a pasar con los que ya han muerto, para que no se entristezcan como esos otros que no tienen esperanza.
Aquí, probablemente Pablo está respondiendo a inquietudes sobre creyentes que habían fallecido. La expresión “los que ya han muerto” hace referencia a la metáfora del sueño. En el Nuevo Testamento, la muerte de los creyentes es descrita con frecuencia como “dormir”.
Ejemplos clave incluyen Juan 11:11–14, donde Jesús dice que Lázaro “se ha dormido”, y Hechos 7:60, donde Esteban cae “dormido” al morir. Esta metáfora comunica descanso, paz y la expectativa de un despertar. La muerte no es definitiva para los creyentes.
La frase “para que no se entristezcan como esos otros que no tienen esperanza” aclara que Pablo no está prohibiendo el duelo. El lamento es humano y bíblico, como lo demuestra Juan 11:35: “Jesús lloró.” Sin embargo, el duelo cristiano tiene una característica única: está impregnado de esperanza. Y esa esperanza se basa en la resurrección.
Mientras el mundo sin fe ve la muerte como el fin, el creyente la ve como una puerta; un comienzo, no una clausura definitiva (Juan 11:11–14: Jesús dice que Lázaro “se ha dormido”. Hechos 7:60: Esteban cae “dormido” al morir).
Según el Expositor’s Bible Commentary, los Tesalonicenses habían llegado a pensar que los creyentes fallecidos no participarían del regreso glorioso de Cristo. Pablo corrige esa idea equivocada y ofrece una verdad que consuela, afirma y anima a todos los que esperan ese encuentro con el Señor. Por lo tanto, frente a la angustia de perderse el glorioso regreso del Señor, Pablo quiere corregir esa idea diciéndoles:
1 Tesalonicenses 4:14 (RVC) Así como creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios levantará con Jesús a los que murieron en él.
La afirmación “Así como creemos que Jesús murió y resucitó” pone en el centro del mensaje cristiano la muerte y resurrección de Jesús como garantía inquebrantable del futuro del creyente. No se trata de ideas especulativas sobre el fin de los tiempos como las que ofrece Hollywood, sino de una convicción sólida y doctrinal que ha sostenido la fe desde el principio.
Cuando Pablo habla de “los que murieron en él”, está usando la metáfora del sueño, una imagen común en sus escritos para describir la muerte del creyente. Esto subraya que la muerte ha sido desarmada, como declara 1 Corintios 15:55, y que es temporal, tal como lo es el descanso nocturno.
En contraste, la muerte de Jesús no fue suave ni simbólica. Fue real, brutal y completa. Él cargó el peso total de la ira divina por nuestros pecados (Isaías 53:10, Romanos 5:8), y experimentó incluso la separación espiritual al recibir en sí mismo nuestro castigo (Mateo 27:46). Por eso, para quienes mueren en Cristo, la muerte se convierte en un breve sueño y en un glorioso despertar.
Con esta certeza como base, Pablo continúa su enseñanza para los creyentes que aún están vivos.
1 Tesalonicenses 4:15 (RVC) Les decimos esto como una enseñanza del Señor: Nosotros, los que vivimos, los que habremos quedado hasta que el Señor venga, no nos adelantaremos a los que murieron.
Cuando dice “les decimos esto como una enseñanza del Señor”, Pablo se refiere probablemente a una revelación directa o a una palabra profética recibida por él, ya que lo que está por anunciar no aparece con este detalle en los evangelios.
La expresión “hasta que el Señor venga” utiliza la palabra griega parusía, que se refiere a la presencia o llegada de alguien importante, y aquí, específicamente, a la venida de Cristo. Esta idea ya había sido mencionada por Pablo en la misma carta en tres ocasiones previas.
1 Tesalonicenses 1:10 (RVC) y esperar del cielo a su Hijo, a quien resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
1 Tesalonicenses 2:19 (RVC) ¿Cuál es nuestra esperanza, nuestro gozo, o la corona con que nos presentaremos ante nuestro Señor Jesucristo en su venida? ¿No son ustedes?
1 Tesalonicenses 3:13 (RVC) para que se fortalezca su corazón y sean ustedes santos e irreprensibles delante de nuestro Dios y Padre, cuando venga nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.
Los primeros cristianos vivían con una profunda expectativa del regreso de Cristo, mucho más vívida que la que vemos entre muchos creyentes modernos. Sin embargo, aún no comprendían del todo cómo ocurriría ese regreso. Pablo, entonces, les revela que los creyentes vivos no se adelantarán a los que han muerto. Es decir, aquellos que han muerto no se perderán el gran día, sino que serán parte activa, como confirma el siguiente versículo.
1 Tesalonicenses 4:16 (RVC) Porque el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios. Y los muertos en Cristo resucitarán primero.
Aquí Pablo describe cómo ocurrirá el evento: el Señor mismo bajará del cielo en forma visible y glorificada. Aunque no se indica quién da la “voz de mando”, algunos comentaristas sugieren que es Dios quien da la orden, una proclamación que rompe el silencio de la muerte y llama a los creyentes a la vida eterna.
También se menciona “la voz del arcángel”, recordándonos el pasaje de Mateo 24:31, donde Jesús habla de ángeles que reunirán a sus escogidos. En esta escena, el principal entre ellos acompaña el anuncio divino.
La “trompeta de Dios” también aparece en la descripción. En el Antiguo Testamento, la trompeta no se usaba como instrumento musical, sino como señal de guerra, reunión y juicio. En Joel 2:1 indica el Día del Señor, en Sofonías 1:15–16 anuncia batalla y juicio, en Isaías 27:13 reúne a los exiliados, y en Zacarías 9:14–16 Dios mismo la toca como parte de su intervención salvadora.
En la cultura romana también era un símbolo poderoso: guiaba movimientos militares y era tan fuerte en los funerales que se creía que los muertos la podían oír.
En el Nuevo Testamento, como en 1 Corintios 15:52 (NTV), leemos: “Sucederá en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando se toque la trompeta final…. los que hayan muerto resucitarán para vivir por siempre…” Así, la trompeta se convierte en un emblema divino que convoca, transforma y levanta.
Es por medio de esta trompeta que los muertos en Cristo resucitarán primero. Pablo quiere dejar claro que ellos no serán olvidados ni omitidos, sino priorizados en el cumplimiento de la promesa. Esta enseñanza elimina el temor que los tesalonicenses tenían de perderse el regreso de Cristo si morían antes. Al contrario, recibirán honra en la resurrección.
¿Pero qué con los vivos? Pablo revela qué ocurrirá con los que estén vivos en ese momento.
1 Tesalonicenses 4:17 (RVC) Luego nosotros, los que aún vivamos y hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes, para recibir en el aire al Señor, y así estaremos con el Señor siempre.
Este versículo retoma el término clave del mensaje: “arrebatados”, que proviene del griego harpazō y del latín rapio. Pero más allá del término, el mensaje está en el contexto. Seremos arrebatados “juntamente con ellos”, los muertos resucitados y los vivos creyentes.
Toda la iglesia será reunida. Pablo transforma una imagen familiar para sus oyentes —la de seres divinos arrebatando personas como en mitos antiguos— y le da una nueva profundidad: no es una experiencia solitaria, sino comunitaria. No es el acto de un dios caprichoso, sino del Señor Jesucristo reuniendo a Su pueblo con amor y poder.
La frase “para recibir en el aire al Señor” implica mucho más que un encuentro físico; implica comunión eterna. “Y así estaremos con el Señor siempre” es la promesa culminante: permanencia, unidad y gloria con Cristo para siempre.
Finalmente, Pablo concluye con una exhortación pastoral que resume todo lo anterior con propósito claro.
1 Tesalonicenses 4:18 (RVC) Por lo tanto, anímense unos a otros con estas palabras.
Pablo concluye con una exhortación directa. Todo lo dicho anteriormente —la venida del Señor, la resurrección de los muertos, el arrebatamiento de los vivos, la reunión eterna con Cristo— no es simplemente doctrina; es consuelo activo, un ancla para el corazón creyente.
Esta esperanza no se guarda en silencio. Se comparte, se proclama, se convierte en aliento para otros. No está basada en teorías humanas ni en fantasías apocalípticas, sino en palabras inspiradas por Dios, centradas en Cristo y dirigidas a su pueblo.
Este mensaje alentador es solo para creyentes. La promesa de consuelo eterno y la reunión con Cristo está reservada para quienes han confiado en Él. Si tú no sabes dónde pasarás la eternidad, o no estás seguro de ella, confía en Jesús hoy. Entonces estarás listo para lo que la Biblia dice que sucederá al final del mundo. No como quien teme el juicio sino como quien espera el encuentro con su amado en las nubes.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cómo crees que la obsesión del mundo con las historias apocalípticas (películas, medios, etc.) influye en la forma en que las personas imaginan el fin de los tiempos? ¿Es útil o perjudicial?
- Pablo dice que los cristianos “no se entristecen como los que no tienen esperanza”. ¿Cómo se ve una tristeza llena de esperanza en la vida real, especialmente en funerales o momentos de pérdida?
- ¿Por qué crees que Pablo enfatiza que “los muertos en Cristo resucitarán primero”? ¿Qué podría decir esto sobre cómo Dios valora a quienes ya han partido?
- Imagina el momento que describe Pablo: Jesús regresa, suena la trompeta, los muertos resucitan y los vivos son arrebatados. ¿Cómo describirías esa escena a alguien que nunca ha leído la Biblia?
- ¿Qué consuelo o desafío te trae personalmente la idea de que “siempre estaremos con el Señor”? ¿Cómo moldea eso la forma en que vives hoy?
- ¿Estás viviendo como si Jesús fuera a regresar mañana? ¿Qué podrías cambiar?
Caridad Tóxica: cuado ayudar no ayuda (4:9-12)
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Puntos de conversación:
- Pablo redefine el amor fraternal para incluir a todos los creyentes, no solo a los parientes.. 1 Tesalonicenses 4:9
- El amor cristiano es inculcado por el Espíritu, no autogenerado. La verdadera generosidad fluye de la obra de Dios en nuestros corazones. 1 Tesalonicenses 4:9b, Jeremías 31:33-34
- Los tesalonicenses modelaron una generosidad radical, incluso en pobreza, demostrando que la disposición importa más que la riqueza. 1 Tesalonicenses 4:10, 2 Corintios 8:1-2
- Pablo advierte contra la caridad tóxica y promueve la dignidad del trabajo duro. 1 Tesalonicenses 4:11-12
Hace unos años, decidimos repartir mochilas escolares en nuestra comunidad. Cada niño recibió útiles nuevos, colores brillantes, sacapuntas y todo lo que necesitaban para empezar el año escolar. Fue un evento hermoso.
Pero el siguiente año, cuando se les pidió a los padres colaborar con la compra de materiales, muchos respondieron: “¿Para qué? La iglesia siempre lo da.” Lo que empezó como una bendición se convirtió en una expectativa. Y la dignidad que viene de esforzarse… se perdió en el proceso.
Este tipo de ayuda, aunque nace del amor, puede volverse tóxica cuando reemplaza el esfuerzo, destruye la iniciativa o crea dependencia. Por eso decidimos regalar las mochilas al otro lado de la frontera, donde de verdad no hay recursos para comprarlas. Como consecuencia, el año pasado vimos una gran respuesta al recolectar las mochilas y los útiles escolares.
Pablo entendía muy bien este dilema. En sus cartas a los Tesalonicenses, toma dos ideas muy comunes en su cultura:
- Filadelfia — el amor familiar. Pablo dice que ese tipo de amor no debe quedarse en la familia biológica, sino extenderse a toda la familia de Dios, sin importar clase social, raza o género.
- Patrocinio o mecenazgo — un sistema donde los ricos sostenían a los pobres, a veces sin dignidad. Pablo advierte que esa “caridad tóxica” no debe existir en la iglesia. Al contrario, anima a todos a buscar autosuficiencia a través del trabajo honesto.
Pablo redefine el amor fraternal para incluir a todos los creyentes, no solo a los parientes
1 Tesalonicenses 4:9 (RVC) En cuanto al amor fraternal, no necesitan que les escribamos, porque Dios mismo les ha enseñado que deben amarse unos a otros.
Pablo introduce una nueva sección con la expresión “en cuanto al amor fraternal” (peri de), una frase que, según el Comentario Pillar del Nuevo Testamento, posiblemente responde a preguntas que los creyentes habían enviado por medio de Timoteo. Esta misma construcción se usa para abordar temas distintos en otros pasajes (como en 4:13 y 5:1), lo que sugiere que Pablo está contestando inquietudes específicas. Estaban haciendo preguntas específicas a Pablo, y comenzaron con esta:
¿Cómo deben ver los cristianos la generosidad y la ayuda al prójimo?
Esto no salta a la vista al leer el texto directamente, pero lo más probable es que este fuera el tema que Pablo estaba abordando.
Vamos a observar dos ideas seculares que Pablo redefine:
- Filadelfia: literalmente, amor fraternal
- Mecenazgo o patrocinio: un concepto popular entre ricos y pobres
En la sociedad griega y romana, filadelfia se refería específicamente al amor entre hermanos biológicos — es decir, entre miembros de una misma familia. Este tipo de amor se consideraba el vínculo natural más fuerte de amistad, lealtad y unidad.
Autores antiguos como Plutarco e Hierocles alababan el amor entre hermanos como el modelo ideal de todas las demás amistades. Plutarco decía que la mayoría de las amistades en la vida son simples “imitaciones” de la amistad original que los hermanos deberían tener. El ideal era que los hermanos vivieran en armonía y colaboración — especialmente al cuidar a sus padres ancianos o al administrar las propiedades familiares.
No existía una expectativa cultural sólida de amar o cuidar a los desconocidos como se hacía con la familia biológica. La sociedad grecorromana se movía fuertemente por la reciprocidad — ayudabas a quienes podían devolverte el favor.
El amor cristiano es enseñado por el Espíritu, no generado por uno mismo
La verdadera generosidad fluye de la obra de Dios en nuestros corazones.
1 Tesalonicenses 4:9 (RVC) En cuanto al amor fraternal, no necesitan que les escribamos, porque Dios mismo les ha enseñado que deben amarse unos a otros.
Pablo responde a los tesalonicenses diciendo que no hay necesidad de escribirles sobre el amor fraternal, porque ellos han sido enseñados por Dios. El término griego filadelfia, que normalmente se usaba para describir el amor entre miembros de una misma familia, ahora se amplía para abarcar a toda la familia en Cristo. Este amor no surge de la lógica humana ni del esfuerzo personal, sino que de Dios mismo.
Palabras clave aquí:
- Autodidaktos (αὐτοδίδακτος) = “enseñado por uno mismo” Los epicúreos creían que la virtud y la paz interior se alcanzaban mediante el razonamiento y el esfuerzo personal. Este ideal exaltaba la autosuficiencia intelectual.
- Theodidaktoi (θεοδίδακτοι) = “enseñado por Dios” Esta palabra, única en toda la Biblia, contrasta con la visión greco-romana del autodidactismo. En vez de una moral autodidacta, Pablo presenta una transformación guiada por el Espíritu.
Jeremías 31:33–34 (NTV) Pero este es el nuevo pacto que haré con el pueblo de Israel después de esos días —dice el Señor—. Pondré mis instrucciones en lo más profundo de ellos y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y no habrá necesidad de enseñar a sus vecinos ni habrá necesidad de enseñar a sus parientes diciendo: ‘Deberías conocer al Señor’. Pues todos ya me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande —dice el Señor—. Perdonaré sus maldades y nunca más me acordaré de sus pecados.
Los tesalonicenses vivían en una cultura que valoraba la autosuperación moral. Pero Pablo enseña que: el amor no se conquista; se recibe como don. El amor no brota naturalmente del ser humano; proviene sobrenaturalmente de Dios. Ademas, que el amor fraternal ahora incluye a los hermanos y hermanas en Cristo. Así, él está expandiendo el concepto griego de amor fraternal.
Los tesalonicenses modelaron una generosidad radical, incluso en pobreza, demostrando que la disposición importa más que la riqueza
1 Tesalonicenses 4:10 (RVC) Y eso es lo que ustedes hacen con todos los hermanos que viven por toda Macedonia. Sin embargo, hermanos, les rogamos que su amor abunde más y más…
Pablo no se refiere solo a la iglesia local, sino a toda la región de Macedonia. Está hablando de una generosidad real y sacrificial: los tesalonicenses ayudaban financieramente a otros creyentes, aunque ellos mismos eran pobres.
La comunidad cristiana en Tesalónica probablemente incluía: algunos creyentes acomodados (como Jasón, Hechos 17:5–9). Pero en su mayoría, trabajadores manuales y personas de bajos recursos Esto se confirma cuando Pablo les exhorta a “trabajar con sus propias manos” (1 Tesalonicenses 4:11), lo cual sugiere que muchos eran obreros y posiblemente vistos como clase baja.
Más adelante, en otra carta, Pablo menciona esta misma generosidad:
2 Corintios 8:1–2 (NTV) Ahora quiero que sepan, amados hermanos, lo que Dios, en su bondad, ha hecho por medio de las iglesias de Macedonia. Estas iglesias están siendo probadas con muchas aflicciones y además son muy pobres; pero a la vez rebosan de abundante alegría, la cual se desbordó en gran generosidad.
Romanos 15:26 (NTV) Pues, les cuento, los creyentes de Macedonia y Acaya con entusiasmo juntaron una ofrenda para los creyentes de Jerusalén que son pobres.
Pablo les dice: ya demostraban amor. Pero: “Ámenlos aún más.” La exhortación es clara: ¡Sigan dando! La reflexión clave es que la generosidad no depende de la riqueza, sino de la voluntad. Los cristianos están llamados a ser generosos incluso fuera del círculo familiar y a dar, aunque no sean ricos. Pero esto es solo la mitad de la respuesta. La segunda parte es una advertencia importante.
ablo advierte contra la caridad tóxica y promueve la dignidad del trabajo duro
1 Tesalonicenses 4:11–12 (RVC) Esfuércense por vivir en paz, ocuparse de sus propios asuntos y trabajar con sus manos, tal como les hemos mandado, para que se conduzcan honradamente delante de los de afuera y no dependan de nadie.
Este llamado no es solo práctico, sino profundamente contracultural. En el mundo grecorromano, la sociedad funcionaba bajo un sistema de patronazgo: los benefactores ricos ofrecían ayuda financiera, alimentos o protección política a los más necesitados. A cambio, los beneficiarios debían mostrar lealtad pública, reconocimiento y apoyo social.
Este modelo no solo generaba dependencia económica, sino que perpetuaba las desigualdades sociales, manteniendo a muchos en una posición baja sin oportunidad de movilidad.
Pablo rompe con esta estructura. En vez de aceptar la lógica del mecenazgo, llama a los creyentes a vivir con dignidad. Los anima a trabajar con sus propias manos —una tarea que en su cultura estaba reservada para esclavos o artesanos, considerados socialmente inferiores— y redefine ese tipo de trabajo como una forma honorable de testimonio. Para él, el esfuerzo personal no solo tiene valor económico, sino espiritual. Proveer para uno mismo y evitar ser carga para otros se convierte en una manifestación concreta de amor y responsabilidad.
Esta enseñanza tiene repercusiones actuales. Cuando los sistemas de ayuda o los gestos bien intencionados promueven dependencia permanente, desincentivan el esfuerzo o diluyen la responsabilidad, se alejan del modelo bíblico. La verdadera ayuda dignifica. Los sistemas deben empoderar, no perpetuar la necesidad. De hecho, el Comentario Pilar del Nuevo Testamento explica que el sistema de patronazgo estaba tan arraigado que, a pesar de la exhortación de Pablo, algunos creyentes continuaron viviendo bajo esa dinámica. Por eso, más adelante, Pablo tuvo que reprenderlos con firmeza en 2 Tesalonicenses 3:6–15.
Entonces, ¿cómo deberían ver los cristianos la generosidad y el dar caritativo? La respuesta incluye dos verdades que deben caminar juntas. Primero: seamos generosos, incluso fuera del círculo familiar. La falta de riqueza no debe limitar el deseo de dar. Cada acto de generosidad refleja el amor de Dios y fortalece los lazos de unidad.
Pero segundo: evitemos una caridad tóxica que sustituya el esfuerzo con dependencia. Nuestra generosidad debe empoderar a otros para trabajar con compromiso y tomar responsabilidad sobre sus vidas. De esa manera, no solo damos recursos, sino que sembramos dignidad.
El llamado de Pablo es claro: el trabajo honesto no es una carga, sino un testimonio. Cuando damos desde el amor, pero también elevamos la responsabilidad, dignificamos a quienes reciben. Y eso —ese equilibrio entre compasión y esfuerzo— es parte del carácter del Reino.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cómo influye el entender que el amor es “enseñado por Dios” en la manera en que ves tu papel al amar y servir a otros?
- ¿Puedes recordar alguna ocasión en que dar o recibir caridad fue más perjudicial que útil? ¿Qué podría haberse hecho diferente?
- ¿Por qué crees que Pablo enfatizó el trabajo con las manos, y cómo desafía eso las ideas modernas sobre el éxito y el trabajo?
- ¿Cómo se ve una manera de dar que realmente ayuda a alguien a crecer hacia la independencia y la dignidad?
No en pasiones sensuales (4:1-8)
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Puntos de conversación:
- Pablo insta a los creyentes a vivir de una manera que agrade a Dios, no para ganar la salvación, sino gracias a ella. 1 Tesalonicenses 4:1-2
- La santificación tiene dos partes: posicional (somos santificados en Cristo) y práctica (crecemos cada día en santidad). Ambas son importantes para Dios.
- La voluntad de Dios es que vivamos vidas santas evitando todo pecado sexual; esto incluye más que solo acciones físicas; se extiende a pensamientos, medios de comunicación y actitudes. 1 Tesalonicenses 4:3-5
- Rechazar las instrucciones de Dios sobre la sexualidad no es simplemente romper la tradición, sino oponerse a su diseño y entristecer al Espíritu Santo. 1 Tesalonicenses 4:7-8
En esta parte de la carta, Pablo se pone práctico—como lo hace en muchas de sus enseñanzas. Primero nos recuerda la teología del evangelio: que somos salvos solamente por gracia mediante la fe. Pero no se detiene allí. Él concluye con llamados concretos sobre cómo vivir esa fe en la vida diaria. Nuestra relación con Dios no solo cambia nuestro destino eterno, sino también la forma en que vivimos aquí y ahora. En medio de una cultura hipersexualizada, esta verdad nos reta a responder.
Entonces surge una pregunta honesta y profunda: ¿Dónde debe poner límites un cristiano en una cultura hipersexualizada? ¿Dónde los pones tú? Porque seamos sinceros… todos los ponemos en algún lugar. Mira la siguiente lista y piensa donde los cristianos deberían trazar una línea y decir; ¡Basta!
- Explotación sexual y trata de personas
- Infidelidad en el matrimonio
- Cultura de encuentros casuales
- Cultura de encuentros “comprometidos”
- Pornografía
- Contenido cargado sexualmente (películas, series, música, redes sociales).
- “Bromas” inofensivas o insinuaciones sexuales.
Las primeras dos cosas en la lista parecen obvias, pero ¿qué pasa con el resto? Algunos pondrían límites cuando se trata de encuentros casuales, pero verían con buenos ojos los encuentros “comprometidos”, porque son parejas que están en una “relación seria”, aunque no estén casados. Te pregunto: ¿eso realmente es mejor?
¿Y qué hay de la pornografía? Tal vez dirías que no es lo ideal, pero lo justificarías pensando: “lo mantengo en privado, nadie sale herido”. ¿Y el contenido cargado sexualmente en películas, series, música o redes sociales? ¿O lo último en la lista… esas bromas que parecen inofensivas pero que sí dañan, o las insinuaciones con doble sentido? Si piensas que eso está bien, te recuerdo lo que Dios nos dice en Proverbios 4:24: Evita toda expresión perversa; aléjate de las palabras corruptas.
Hoy, mientras seguimos con nuestro estudio, veremos lo que dice la Biblia sobre este tema. Una cultura hipersexualizada no es algo exclusivo del mundo moderno. Ya era igual de grave en la antigua Grecia y Roma.
En aquel tiempo, en la antigua Tesalónica, la sexualidad estaba profundamente ligada a la religión. Muchas formas de inmoralidad sexual eran parte del culto pagano. La adoración a dioses y diosas de la fertilidad, como Afrodita, incluía prostitución ritual en los templos. Esto no era visto como escandaloso, sino como parte normal del culto espiritual.
Además, el sexo casual era algo completamente normalizado. Tener relaciones fuera del matrimonio no solo se toleraba, sino que se esperaba, especialmente en los hombres. Filósofos griegos como Demóstenes hablaban abiertamente de tres tipos de mujeres, cada una con una función específica:
- Prostitutas, para el placer (hoy: cultura de encuentros casuales)
- Amantes, para compañía diaria y necesidades físicas (hoy: pornografía)
- Esposas, para tener hijos y cuidar el hogar
Este sistema reflejaba un fuerte doble estándar sexual: se esperaba fidelidad de las esposas, pero no de los esposos.
La homosexualidad también era común. Las relaciones entre hombres mayores y jóvenes (llamadas pederastia) eran aceptadas culturalmente, e incluso promovidas en ciertos círculos como parte de la formación social o intelectual.
El arte pornográfico y la desnudez pública eran parte habitual de la vida. Las imágenes sexualmente explícitas eran comunes en cerámica, murales y baños públicos. La desnudez y el entretenimiento con contenido sexual eran considerados normales. Hoy, este tipo de exposición se ve en medios de comunicación como películas, redes sociales y música.
En el contexto de esta cultura, veamos lo que Pablo escribió a los nuevos creyentes en Tesalónica en la sección final de su carta, donde primero:
Pablo insta a los creyentes a vivir de una manera que agrade a Dios, no para ganar la salvación, sino gracias a ella.
1 Tesalonicenses 4:1-2 (NTV) Finalmente, amados hermanos, les rogamos en el nombre del Señor Jesús que vivan de una manera que le agrada a Dios, tal como les enseñamos. Ustedes ya viven de esta manera, y los animamos a que lo sigan haciendo aún más. 2 Pues recuerdan lo que les enseñamos por la autoridad del Señor Jesús.
Pablo comienza esta sección con la palabra “finalmente”. No significa que ya terminó, sino que está haciendo una transición hacia el cierre de su carta. Él va a terminar con instrucciones prácticas sobre cómo Dios quiere que su pueblo viva. Abre la lista diciendo que como creyentes, Dios quiere que “vivan de una manera que le agrada a Dios” (v.1). Esto es lo que en el círculo completo de la búsqueda de Dios representamos con la flecha 2: Honrar a Dios.
Esto es parte esencial del mensaje cristiano, pero el orden importa: Eres salvo por fe. Punto. Y esa salvación transforma tu vida desde adentro hacia afuera. A partir de ahí, comprendemos que hay una diferencia entre la santificación posicional y la santificación práctica.
La santificación posicional es instantánea: en el momento en que confías en Jesús, Dios te declara santo por el sacrificio de Cristo. Esa es tu identidad espiritual, y no cambia. La santificación práctica, en cambio, es un proceso. Aunque ya eres santo ante los ojos de Dios, todavía estás en camino de crecer y parecerte más a Jesús cada día.
El amor de Dios por ti es incondicional. Se basa en su carácter, no en el tuyo. Pero eso no significa que Él siempre esté complacido contigo. La manera en que vives puede agradarlo o entristecerlo. Yo nunca dudé del amor de mis padres, incluso cuando cometía errores o era desobediente. Pero sí recuerdo momentos en los que claramente no estaban contentos conmigo. De la misma manera, por gratitud por lo que Dios ha hecho en tu vida, y porque lo amas, deberías desear vivir de una forma que le agrade.
Esta es la Verdad 2 que queremos afirmar: Buscamos vivir una vida que honra a Dios. Esto no era una instrucción nueva de Pablo. Era un recordatorio de lo que ya les había enseñado cuando estuvo con ellos en Tesalónica como les dice: “tal como les enseñamos” (v.1)
Pablo sabía que el discipulado no termina con el mensaje del evangelio. No se trata solo de recibir las buenas noticias de salvación, sino también de aprender a vivir como seguidores de Cristo. El discipulado incluye el mandato de Jesús: “enseñenles a obedecer todo lo que les he mandado”. Eso implica caminar junto a otros creyentes mientras crecen en obediencia y madurez espiritual.
Parte de la responsabilidad de un pastor es justamente esa: recordarle al rebaño las instrucciones de Dios. No es repetición vacía, es cuidado espiritual. A través de la enseñanza constante, Dios nos forma, nos corrige y nos anima. Por eso es importante reunirse con frecuencia y escuchar la enseñanza de la Palabra de Dios. No solo para aprender cosas nuevas, sino para reafirmar verdades que necesitamos volver a practicar.
Pablo ya había visto cambios en la vida de los tesalonicenses, por eso los anima diciéndoles: “ya viven de esta manera”. Ellos se habían apartado de la cultura que los rodeaba, marcando una diferencia notable en su forma de vivir. Sin embargo, Pablo sabía que la santificación no es algo que se completa en esta vida.
Es como un agricultor que ha trabajado un campo durante años. Nunca consigue sacar todas las piedras, pero con el tiempo, esas piedras son más pequeñas y menos frecuentes que hace cinco o diez años. El terreno mejora, aunque el trabajo continúa.
Pablo les ofrece ánimo, reconociendo su crecimiento espiritual. Pero también los desafía a seguir avanzando, a no conformarse con lo alcanzado… sino a vivir así, ¡y “aún más”!
La voluntad de Dios es que vivamos vidas santas evitando todo pecado sexual; esto incluye más que solo acciones físicas; se extiende a pensamientos, medios de comunicación y actitudes.
1 Tesalonicenses 4:3-5 (NTV) La voluntad de Dios es que sean santos, entonces aléjense de todo pecado sexual. 4 Como resultado, cada uno controlará su propio cuerpo y vivirá en santidad y honor, 5 no en pasiones sensuales como viven los paganos, que no conocen a Dios ni sus caminos.
Por si te interesa saber, el tema central de este mensaje lo sacamos directamente de la primera frase del versículo 5. Pero profundicemos en lo que dicen los versículos. Pablo no está simplemente dando una sugerencia; él amonesta, aconseja y manda que se “aléjense de todo pecado sexual”. Parece que dice: Ni siquiera te acerques. No trates de ver cuán cerca puedes llegar a la línea sin cruzarla. Establece límites bien demarcados, claros y definidos. No se trata de jugar con fuego, sino de mantenerte lejos del peligro.
Una advertencia así no es exagerada ni innecesaria; de hecho, está respaldada por la misma Escritura, donde Pablo reafirma esta urgencia en más adelante en otra de sus cartas:
1 Corintios 6:18 (NTV) ¡Huyan del pecado sexual! Ningún otro pecado afecta tanto el cuerpo como este, porque la inmoralidad sexual es un pecado contra el propio cuerpo.
Pablo lo dice con mucha firmeza. Algunas traducciones en inglés usan la palabra “run” — “corran”. El mensaje es el mismo: ¡huye! Corre como si tu vida dependiera de ello. Corre como lo harías si estuvieras escapando de un peligro grave. Cuando se trata de la tentación sexual, Pablo no dice que luches. Dice que huyas. El cuerpo tiene dos respuestas naturales: lucha o huida. Y en este caso, elige huir. No por debilidad, sino por sabiduría.
Al alejarnos del pecado sexual, Pablo dice que “Como resultado, cada uno controlará su propio cuerpo”. En otras palabras, no esperes tener dominio propio si estás jugando con el pecado sexual. Volvamos a mirar la lista:
- Explotación sexual y trata de personas
- Infidelidad en el matrimonio
- Cultura de encuentros casuales
- Cultura de encuentros “comprometidos”
- Pornografía
- Contenido cargado sexualmente (películas, series, música, redes sociales).
- “Bromas” inofensivas o insinuaciones sexuales.
Déjame decirte que participar en lo que está al final de esta lista abre la puerta para caer en lo que está escrito más antes.
Rechazar las instrucciones de Dios sobre la sexualidad no es simplemente romper la tradición, sino oponerse a su diseño y entristecer al Espíritu Santo.
1 Tesalonicenses 4:6 (NTV) Nunca hagan daño ni engañen a otro creyente en este asunto, teniendo relaciones sexuales con su esposa, porque el Señor toma venganza de todos esos pecados, como ya les hemos advertido solemnemente.
En el versículo 6, Pablo nos da una advertencia contra rechazar las normas de Dios con respecto a la pureza sexual: La pureza sexual no es solo una decisión individual; también tiene consecuencias en las relaciones presentes y futuras. Cuando alguien cruza los límites en esta área, no solo afecta su propia vida espiritual y emocional, sino que puede herir profundamente a otras personas—incluyendo a quien algún día será esposo o esposa de alguien más.
Pablo no está hablando solo de adulterio, sino de cualquier acción sexual que perjudique a otro creyente. Si tú te involucras sexualmente con alguien antes del matrimonio, y esa persona luego se casa con otro, has robado algo que no te pertenecía. Dios ve eso como una ofensa seria, porque Él valora profundamente la santidad, el respeto y la fidelidad en las relaciones.
1 Tesalonicenses 4:7-8 (NTV) Dios nos ha llamado a vivir vidas santas, no impuras. 8 Por lo tanto, todo el que se niega a vivir de acuerdo con estas reglas no desobedece enseñanzas humanas sino que rechaza a Dios, quien les da el Espíritu Santo.
Una vez más, exploremos el pasaje. El versículo 8 dice que “todo el que se niega a vivir de acuerdo con estas reglas…. rechaza a Dios.” El vivir vidas santas y puras es una prueba que revela la fe verdadera. Recordemos el mensaje de unas semanas atrás que nos enseñaba que ir a la Palabra de Dios expone los pensamientos y deseos más profundos del corazón.
El llamado de Pablo a la pureza sexual no era solo un pequeño ajuste de conducta para los nuevos creyentes. Era una revolución total contra la cultura de su tiempo. Pablo no estaba predicando solo sobre moralidad privada. Estaba ayudando a esta iglesia joven a liberarse de un sistema de explotación sexual, cosificación (objetivación) y adicción.
Engañar o dañar a otro creyente al violar a su esposa tiene una aplicación obvia: no te acuestes con una mujer casada. Pero va más allá. Si te acuestas con alguien antes del matrimonio, y esa persona termina casándose con otro, has violado a la esposa de ese hombre. Le has robado la virginidad de su esposa en la noche de bodas. Eso es engañar a otro creyente, si él es cristiano.
El hijo de un amigo acaba de asistir a la boda de uno de sus mejores amigos. Su amigo se casó con una joven con la que él había salido años atrás. Imagínate lo incómodo y doloroso que habría sido para su mejor amigo si este muchacho se hubiera acostado con ella mientras eran novios. Dios ciertamente puede redimir eso, pero sigue siendo una herida.
Este tipo de situaciones nos muestra por qué es tan importante vivir con sabiduría y anticipación, tomando decisiones que honren a Dios desde el principio. Entonces, para cerrar, volvamos a la pregunta que hice al principio: ¿Dónde debe poner límites un cristiano en una cultura hipersexualizada? La respuesta es: en todo lo que ofenda a Dios. Aléjate de todo pecado sexual. Vive de una manera que agrada a Dios.
No es que Dios te está negando algo en esta área. Es que no todo nos conviene. Él sabe lo que es mejor para ti y quiere lo mejor para tu vida. ¿Confiarás en Él? Él es el diseñador y creador de la intimidad sexual.
Toda esta supuesta “libertad” e “iluminación” en cuanto al sexo ha producido la generación de hombres más impotente que se haya visto.
No puedes encender la televisión sin que aparezca un comercial sobre disfunción eréctil. Claro, hay casos en los que se trata de un problema físico, y hasta alguien que ha honrado a Dios puede enfrentarlo. Pero gran parte de esto viene del bombardeo constante de imágenes sexuales y expectativas irreales sobre cómo debe ser el sexo.
Todas esas cosas que supuestamente nos harían más “masculinos” nos han debilitado. Hemos sido neutralizados, y lo aceptamos sin resistencia. Hemos cambiado la verdadera intimidad y el gozo con nuestras esposas por un placer artificial.
Así que mantengámonos en santidad. Viviendo para honrar a Dios y huyendo de las pasiones sexuales. No tratemos de ser fuertes y “ganarles”. El mandato es “huyan”. Cuando una situación de pecados sexual se presente, ¡Corramos como si nuestra vida dependiera de ello! ¡Porque sí! ¡Nuestra vida espiritual, emocional, mental (y a veces física) depende de ello!
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Por qué crees que Pablo dedicó tanto tiempo a abordar la pureza sexual en una nueva iglesia?
- ¿Dónde pones el límite en una cultura saturada de contenido sexual? ¿Cómo crees que la Palabra de Dios te indica que lo vuelvas a poner?
- Pablo dice que el pecado sexual daña a otros (v. 6). ¿Qué significa eso en la práctica y cómo lo has visto en la vida real?
- ¿Qué pasos puedes dar para huir de la tentación sexual, en lugar de coquetear con ella?
- ¿Cómo te ayuda recordar tu identidad en Cristo a resistir la tentación sexual?
- ¿Qué papel juegan la comunidad y la responsabilidad en la búsqueda de la santidad en este ámbito?
Cómo orar por todos, incluso tu enemigo
Haz clic aquí para ver el bosquejo del sermón.
Puntos de conversación:
- La gratitud desplaza tu corazón hacia la esperanza y la alegría, y lo aleja de la amargura. 1 Tesalonicense 3:9
- Cuando oramos por alguien, tendemos a centrarnos en esa persona y no en nosotros mismos solamente. 1 Tesalonicense 3:10
- Ora para que Dios supere las barreras relacionales. 1 Tesalonicense 3:11
- Ora para que se amen unos a otros… y por todas las personas, incluso por tu enemigo. 1 Tesalonicense 3:12
- La oración en el panorama completo: Jesús va a regresar, prepáralos para ese día. 1 Tesalonicense 3:13
Una de las riquezas de estudiar versículo por versículo es que podemos adentrarnos en la historia, comprender el contexto y descubrir lo que Dios está haciendo en cada porción bíblica. Hoy vamos a hacerlo nuevamente, pero desde un enfoque muy práctico: la oración.
La semana pasada nos detuvimos en 1 Tesalonicenses 3:8. Hoy avanzaremos hasta los versículos 9 al 13, donde Pablo concluye esta sección de su carta con una oración por los tesalonicenses. Vamos a usar esa oración como modelo para aprender a interceder por otros: por un amigo que atraviesa pruebas, como las que vivía aquella iglesia; por alguien a quien estás discipulando; o incluso por un enemigo que te ha herido.
Nos detendremos especialmente en este último punto, porque para algunos, podría ser la enseñanza más transformadora de todo el pasaje. Y aunque parezca difícil, no es una idea nueva: Jesús mismo nos llamó a una oración radical, una que va más allá de nuestras emociones y responde al corazón del Padre:
Mateo 5:44 (NTV) Pero yo digo: ama a tus enemigos, ora por los que te persiguen.
La Biblia nos llama a orar incluso por quienes nos han herido, por aquellos que nos persiguen o nos han hecho mal. No se trata solo de orar por los amigos, por los que nos agradan o comparten nuestra fe. Jesús nos invita a algo más grande: a amar a nuestros enemigos. Y pocas cosas reflejan ese amor como el acto de interceder por ellos en oración. No los descartes. No los borres de tu lista espiritual. Recuerda que la oración tiene el poder de transformar corazones… empezando por el nuestro.
Con esta perspectiva clara en mente, es momento de entrar en el pasaje que estudiaremos hoy. Pablo cierra esta sección de su carta a los tesalonicenses con una oración profunda. Vamos a explorarla versículo por versículo, descubriendo cómo puede guiarnos a interceder por otros—ya sean amigos, discípulos, o incluso enemigos. Primero, te presentaré el versículo y después te daré el punto clave de ese versículo.
1 Tesalonicenses 3:9(NTV) ¡Cuánto le agradecemos a Dios por ustedes! Gracias a ustedes tenemos gran alegría cuando entramos en la presencia de Dios.
Lo que aprendemos de primas a primera es que:
La gratitud desplaza tu corazón hacia la esperanza y la alegría, y lo aleja de la amargura.
Trata siempre de iniciar tu oración con gratitud. Agradece a Dios no solo por algo, sino mejor aún… por alguien. Muchas personas se saltan ese momento y comienzan directamente pidiendo, como si la oración fuera una lista de necesidades. Pero Pablo nos da otro ejemplo: abre su oración agradeciendo a Dios por los tesalonicenses, por su fe firme aún en medio de la persecución (ver la semana pasada). ¿Y tú? ¿Qué surge en tu corazón cuando piensas en otra persona? ¿Por qué podrías estar agradecida?
Recuerda las palabras de Jesús: debemos orar no solamente por los que amamos, como lo hace Pablo aquí, sino también—y especialmente—por aquellos que nos cuesta amar. Por los que nos caen mal. Por los que nos han herido. Por los que quizá ni saben que han dejado una marca. Ora por tu enemigo.
¿Puedes encontrar algo por lo que estar agradecida cuando piensas en esa persona difícil? Quizá momentos del pasado que fueron buenos, su potencial dado por Dios, o incluso cómo el Señor está usando esa situación para ayudarte a crecer. Porque cuando oras por tu enemigo, la amargura empieza a disolverse. En su lugar nace una esperanza: la certeza de que Dios puede transformar ese corazón. Y esa expectativa produce gozo. No porque todo se haya resuelto, sino porque estás participando en algo mayor… intercediendo por una vida que puede acercarse al Señor y recibir salvación.
Es allí donde la gratitud se fortalece. Agradeces por el poder de Dios para cambiar corazones. Por Su ternura que te capacita para amar a quien te hirió. Por la invitación divina de formar parte de Su proceso redentor. Y de repente, lo que parecía imposible, empieza a ser transformado por la oración.
1 Tesalonicenses 3:10 (NTV) Día y noche oramos con fervor por ustedes, pidiéndole a Dios que nos permita volver a verlos y completar lo que falte en su fe.
Cuando oramos por alguien, tendemos a centrarnos en esa persona y no en nosotros mismos solamente.
Cuando oras por tus amigos, lo normal es enfocarte en lo malo que ellos están atravesando. Y cuando oras por tus enemigos, suele surgir lo malo que ellos están haciendo. Pero Pablo nos presenta una idea completamente diferente: no se trata solo de orar por ellos, sino también de orar por ti mismo al orar por ellos. Mejor dicho, por el impacto que tú puedes tener en sus vidas.
En este pasaje, Pablo ora específicamente para “completar lo que falte en su fe.” Sabemos que su ministerio en Tesalónica había sido interrumpido, y aunque la iglesia seguía firme, aún necesitaba más instrucción. De hecho, esa instrucción la veremos desplegada en los próximos dos capítulos de esta serie.
Ahora, ¿cómo se aplica esto a ti—ya sea que estés orando por amigos o por enemigos? Puedes comenzar diciendo: “Dios, ¿cómo quieres usarme en su historia?” Ora también por entendimiento, para poder ver lo que están viviendo desde Su perspectiva. “Muéstrame cómo animar, equipar o confrontar con amor si es necesario.”
A veces, mientras oro por alguien, le mando un mensaje de texto. Un podcast. Un versículo bíblico. Algo pequeño que sirva de puente. Porque Dios desea que seamos canales activos de bendición, no espectadores. Y eso sucede cuando dejamos de orar solo por lo que nosotros necesitamos y empezamos a orar por lo que otros podrían recibir.
Y aquí hay un regalo extra: muchas veces, cuando oras por los demás, recibes justo lo que tú también necesitabas. Así que no te enfoques solo en ti cuando ores. Hay más bendición cuando tu oración se convierte en intercesión.
1 Tesalonicenses 3:11 (NTV) Que Dios nuestro Padre y nuestro Señor Jesús nos lleven muy pronto a verlos a ustedes.
Ora para que Dios supere las barreras relacionales.
¿Recuerdas lo que vimos la semana pasada? Pablo, Silas y Timoteo estaban intentando regresar a Tesalónica, pero Satanás se interponía en su camino. Aun así, no se rindieron: oraban con fervor para reencontrarse. Querían restaurar una conexión espiritual, pastoral, formativa… y también de amistad. No solo deseaban volver físicamente, deseaban volver con propósito.
Ese mismo tipo de oración es la que necesitamos hoy. Oremos para que Dios supere las barreras relacionales que nos separan. Porque es sencillo orar por quienes amamos, pero cuesta—y cuesta mucho—orar por quienes nos han herido. Sin embargo, allí se revela el poder de la intercesión: cuando pedimos no solo por bendición, sino por reconciliación.
Y claro, sabemos que la restauración no depende únicamente de nosotros. También depende de la otra persona, y quizá no quiera abrirse. Ese es el gran desafío y es allí donde la oración se convierte en acto radical. No en reacción emocional, sino en respuesta al corazón del Padre. Pero aun así, no estamos exentos de obedecer. Porque el mandato permanece:
Romanos 12:18 (NTV) Hagan todo lo posible por vivir en paz con todos.
En el griego original, el verbo “hagan” está en modo imperativo. Eso significa que no se trata solo de un consejo sabio o una sugerencia piadosa—es un mandato. Pablo está instruyendo a los creyentes a esforzarse activamente por mantener la paz, no como una opción secundaria, sino como una expresión esencial del carácter cristiano. No es algo que hacemos si nos sentimos listos, sino algo que elegimos porque reflejamos a Cristo.
Por eso, oremos para que Dios intervenga en las relaciones rotas, para que Su poder atraviese las barreras que nosotros no podemos cruzar. A Satanás le encanta la división, porque sabe que el aislamiento debilita. Pero a Dios le encanta la conexión, porque sabe que la comunión fortalece.
Así que haz todo lo que esté en tus manos por restablecer esa relación, para que vivas en paz con todos. Y si esa persona no acepta tus intentos sinceros de reconciliación, entonces te queda algo aún más poderoso: perdonar en tu corazón y seguir orando para que Dios haga Su obra. Porque a veces, la restauración tarda… pero nunca se detiene cuando la gracia está trabajando.
Ya casi llegamos al último versículo del capítulo 3. Y apenas ahora Pablo ora por ellos. Lo que nos muestra que la intercesión no es un punto final… es una puerta de entrada a la obra continua de Dios en las relaciones.
1 Tesalonicenses 3:12 (NTV) Y que el Señor haga crecer y sobreabundar el amor que tienen unos por otros y por toda la gente, tanto como sobreabunda nuestro amor por ustedes.
Ora para que se amen unos a otros… y por todas las personas, incluso por tu enemigo.
Finalmente llegamos al momento de la oración en el que Pablo comienza a interceder por ellos. Pide que se amen sobreabundantemente “unos a otros”, es decir, entre creyentes. Pero no se detiene allí. También ora para que ese amor sobreabundante alcance a “toda la gente”, lo que incluye a personas difíciles, a los que se oponen, a los que los persiguen.
Este amor del que Pablo habla no es superficial ni condicionado. No depende de simpatía, ni de conveniencia. Es un amor que nace de Dios y desafía toda lógica humana. Y cuando oras para amar así a quienes te han herido, estás entrando en el corazón mismo de Jesús. Ya lo vimos al comienzo: en Mateo, Él nos llama a orar por nuestros enemigos. No como una idea idealista… sino como una práctica de fe radical.
Así que llévalo a tu propia vida. Aplica esto a tus enemigos. ¿Puedes orar por ellos sin resentimiento? Intenta hacerlo, incluso si cuesta. Di: “Dios, ayúdalos a amar.” Porque tú sabes que eso les cuesta. Y añade: “Ayúdame a amarlos.” Porque tú también lo necesitas. Pídele al Señor que te dé un amor tan abundante, que sobrepase tu capacidad humana y se convierta en canal de redención. Que fluya hacia todos—amigos o enemigos—hasta que Su amor se convierta en tu respuesta automática.
Terminemos con el último versículo:
1 Tesalonicenses 3:13 (NTV) Que él, como resultado, fortalezca su corazón para que esté sin culpa y sea santo al estar ustedes delante de Dios nuestro Padre cuando nuestro Señor Jesús regrese con todo su pueblo santo. Amén.
La oración en el panorama completo: Jesús va a regresar, prepáralos para ese día.
Este versículo cierra la oración que comenzó en los versículos anteriores, donde Pablo primero agradece por los tesalonicenses, luego ora para que crezcan en amor, y finalmente concluye pidiendo que estén espiritualmente preparados para el regreso de Jesús. Esta forma de orar—con la eternidad en mente—nos ayuda a no quedar atrapados en lo inmediato, a no centrarnos demasiado en las cuestiones temporales que a menudo ocupan nuestro corazón.
Porque sí, cuando oramos por los amigos, solemos enfocarnos en las pruebas que están atravesando. Cuando oramos por los enemigos, en cambio, pensamos en lo que nos han hecho. Pero todas esas situaciones pertenecen al aquí y al ahora. Son reales, sí, pero son pasajeras. La eternidad, en cambio, es permanente. Y orar con esa perspectiva nos lleva a elevar el propósito: no solo pedir alivio, sino salvación.
Ora para que Dios les abra los ojos. Para que se arrepientan de todo pecado y puedan presentarse ante Él sin culpa. No para que simplemente cambien de actitud, sino para que cambien de destino eterno. Porque sin esa transformación, la eternidad les quedaría lejos de Dios. Pero si tú oras, si intercedes, si clamas… tus oraciones pueden abrir una puerta. Pueden ser el puente que los acerque al conocimiento de Cristo. Y por esa gracia, puedan pasar la eternidad en el cielo.
Hoy quiero dejarte con un reto que va más allá de una buena intención. Detente por un momento y pregúntate: ¿por quién necesito comenzar a orar de esta manera? Puede que ni siquiera hayas terminado de hacerte la pregunta cuando ya el nombre aparece en tu mente—lo reconoces sin dificultad, aunque te cueste aceptarlo. Y si sientes que no hay nadie, entonces pídele al Señor que te revele a quién incluir en tu oración.
Si hay una relación que debe ser restaurada, ora por reconciliación. Si sabes que has fallado, ora por perdón, pídele a Dios las palabras y el momento, y da el paso: ve y pide perdón. Si lo que se necesita es salvación, clama para que, si tú no puedes compartir el evangelio directamente, Dios mande a alguien que lo haga en tu lugar.
Es tiempo de dejar de orar únicamente por tus propias heridas, por tus necesidades o por lo que otros te han hecho. Comienza a orar con los ojos puestos en alguien más. Con el corazón abierto para interceder por su redención. Porque cuando tu oración deja de girar en torno a ti, y empiezas a luchar por la salvación de otro…estás reflejando el amor que transforma vidas y abre caminos hacia la eternidad..
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Con qué frecuencia comienzas tus oraciones con gratitud por los demás? ¿Cómo podría esto cambiar tu corazón?
- ¿Recuerdas alguna ocasión en que Dios te usó para llenar un vacío en la fe o el crecimiento de otra persona? ¿Qué sucedió?
- ¿Hay alguna relación en tu vida por la que necesites orar por la reconciliación o la paz? ¿Cómo puedes empezar a orar de otra manera?
- ¿A quién le resulta difícil amar ahora mismo? ¿Cómo podrías aplicar la oración de Pablo a esa situación?
- ¿Por qué es importante tener presente la eternidad al orar? ¿Cómo cambia esto nuestra perspectiva sobre las dificultades temporales?
- ¿Por quién, amigo o enemigo, te sientes inspirado a empezar a orar hoy? ¿Cuál es tu primer paso?
La táctica de Satanás
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Puntos de conversación:
- La fase 1 del ataque de Satanás es la oposición. Satanás se opone activamente a la obra de Dios. 1 Tesalonicenses 2:17-20, 1 Tesalonicenses 3:1-3
- Las tres estrategias que usa Satanás para que su fase #1 de ataque triunfe y así “devorar” al cristiano: (1) desánimo y sufrimiento, (2) tentación y los viejos patrones y (3) la separación de la comunidad.
- La fase 2 del ataque de Satanás es la victoria. La realidad es esta: Satanás puede salir victorioso sobre ti, pero su victoria es evitable. 1 Tesalonicenses 3:4-8
La semana pasada vimos que la Palabra de Dios no sólo te informa; te expone. En otras palabras, saca a la luz hasta lo más profundo de ti y es tu decisión aceptarla o rechazarla. Algunos escuchan el evangelio y lo reciben, se someten a él. Otros se resisten activamente, se burlan o incluso intentan deshacer los propósitos de Dios. Esto era cierto en tiempos bíblicos y sigue siendo cierto hoy.
Hoy veremos que no son sólo las personas las que trabajan contra Dios. Satanás también lo hace. Así que te pregunto, sabes ¿Cuál es la táctica de Satanás y cuáles son sus estrategias para llevarla a cabo?
Satanás solo tiene una gran táctica: hacerte caer. Pero lo hace paso a paso, disfrazado de múltiples estrategias. Él no es creativo, es predecible. Él todavía trabaja como lo hacía hace 2000 años, así que prestemos atención a lo que nos dice la Biblia.
1 Pedro 5:8 (NTV) ¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar.
Te doy un ejemplo: Un grupo de excursionistas subía por una montaña rodeada de árboles y neblina. Disfrutaban del paisaje, distraídos, sin notar que, desde lo alto, un león los observaba silencioso, esperando que uno se apartara del grupo. No rugía, no atacaba, solo acechaba esperando el momento oportuno para atacar.
Así actúa nuestro enemigo el diablo; no siempre de forma ruidosa, pero sí constante, esperando momentos de descuido espiritual para atacar. Por lo tanto debes estar consciente del peligro real que enfrentas; por eso hoy hablaremos de dos fases de ataque de Satanás y tres estrategias específicas que usa para devorarte.
Pero antes de llegar al texto, es necesario saber esta verdad: Satanás es real, no un personaje de dibujos animados. Jesús mismo tuvo un encontronazo con Satanás (Mateo 4:1-11). La Iglesia Primitiva tomó a Satanás en serio (Hechos 5:3). Pedro, Pablo y Juan se refieren a Satanás en sus escritos del NT.
Apocalipsis 20:10 (NTV) Después el diablo, que los había engañado, fue lanzado al lago de fuego que arde con azufre…
¡Satanás no quiere que creas en él! Pero ten por seguro que si es real. Abramos con la primera fase de ataque de Satanás.
La fase 1 del ataque de Satanás es la oposición. Satanás se opone activamente a la obra de Dios.
1 Tesalonicenses 2:17-18 (NTV) Amados hermanos, después de estar separados de ustedes por un breve tiempo (aunque nuestro corazón nunca los dejó), hicimos todo lo posible por regresar, debido a nuestro intenso anhelo de volver a verlos. 18 Teníamos muchas ganas de visitarlos de nuevo, y yo, Pablo, lo intenté una y otra vez, pero Satanás nos lo impidió.
Esta es la primera vez que Pablo menciona a Satanás en sus escritos. Lo hace otras 6 veces. La próxima vez que lo mencione será en 2 Tes. El meollo del asunto que Pablo quiere dejar claro es que Satanás se opone activamente a la obra de Dios. Eso es literalmente lo que significa su nombre: “adversario”. Además, la palabra griega original usada para “impidió” o “estorbó” es ἐνέκοψεν (enekopsen), que viene del verbo enkoptō. Este término tiene raíces en un uso militar muy concreto: se refiere a la acción de destruir un camino o levantar barricadas para obstaculizar el avance de un ejército enemigo. ¿Cómo se los impidió Satanás?
- Podría haber sido espiritual.
1 Tesalonicenses 2:15-16 (NTV) Pues algunos de los judíos mataron a los profetas, y otros incluso mataron al Señor Jesús. Ahora también nos han perseguido a nosotros. Ellos no agradan a Dios y actúan en contra de toda la humanidad 16 al tratar de impedir que prediquemos la Buena Noticia de salvación a los gentiles. …
- Podría haber sido legal
Hechos 17:9 (NTV) Así que los funcionarios obligaron a Jasón y a los otros creyentes a pagar una fianza y luego los soltaron.
Esto parece una orden judicial.
Pudo ser por motivos médicos
2 Corintios 12:7 (NTV) …Así que, para impedir que me volviera orgulloso, se me dio una espina en mi carne, un mensajero de Satanás para atormentarme e impedir que me volviera orgulloso.
Aprende a discernir esta primera fase del ataque de Satanás: la oposición. A él le encanta hacer esto, especialmente con los nuevos creyentes. Aquí tengo que hablar de
Las tres estrategias que usa Satanás para que su fase #1 de ataque triunfe y así “devorar” al cristiano: (1) desánimo y sufrimiento, (2) tentación y los viejos patrones y (3) la separación de la comunidad.
Cuidado con las tres estrategias predecibles de Satanás:
1. Desánimo y sufrimiento: El enemigo sabe que si logra quebrar tu ánimo, puede frenar tu avance. Utiliza el dolor, la frustración y la oposición para sembrar dudas sobre el llamado de Dios o su fidelidad. Como Pablo, quizás sigues comprometido con el evangelio, pero estás siendo “atormentado” por una espina que te debilita, o tienes problemas legales o estás pasando por pruebas espirituales. Pero que te quede claro: El sufrimiento no siempre significa derrota, pero Satanás quiere que lo interpretes así.
2. Tentación y los viejos patrones: Satanás rara vez usa estrategias nuevas. Su arma favorita es la tentación, disfrazada de lo que ya funcionó antes: tus antiguos hábitos, pensamientos tóxicos, miedos o pecados. Quiere que regreses a cadenas que ya te habían sido rotas. Su meta no es solo hacerte tropezar, sino detener el avance que estabas logrando.
Por eso, estar alerta es también reconocer las viejas rutas de caída o sea aquellas estructuras mentales, emocionales o espirituales que parecen parte de ti pero en realidad son cadenas disfrazadas. La tentación apunta directo a tus puntos ciegos. Si no lo haces, puedes terminar cediendo no por falta de fuerza, sino por falta de vigilancia.
3. Separación de la comunidad: Nada complace más al enemigo que un creyente aislado. Como un depredador que estudia al rebaño, Satanás va tras el rezagado: el que se aleja, el que deja de congregarse, el que se convence de que puede pelear solo. Pero déjame decirte que el aislamiento nunca es casual. Hay una guerra espiritual detrás de cada desconexión. Por eso Pablo deseaba con intensidad volver a ver a los tesalonicenses, pero Satanás lo impidió (1 Tes. 2:18). Pablo sabía que un cristiano desconectado de la manada, mejor dicho del rebaño, era presa fácil para Satanás que anda buscando como devorarnos. El corazón de Pablo se rompía por ellos. Porque él ha estado separado de ellos. Y eso es obra de Satanás.
Ahora, después de esta pausa para exponer tres estrategias de Satanás para destruir a los creyentes, concluyamos con la fase 1 de su ataque y pasemos a los versículos 19-20 para seguir leyendo el relato de Pablo después de enterarnos de su desesperación por volver a estar con los hermanos de Tesalónica.
1 Tesalonicenses 2:19-20 (NTV) Después de todo, ¿qué es lo que nos da esperanza y alegría?, ¿y cuál será nuestra orgullosa recompensa y corona al estar delante del Señor Jesús cuando él regrese? ¡Son ustedes! 20 Sí, ustedes son nuestro orgullo y nuestra alegría.
Aunque Satanás intentó impedir el reencuentro entre Pablo y los tesalonicenses, no logró apagar lo que Dios había establecido entre ellos: un vínculo espiritual cargado de significado y esperanza futura. Pablo no solo quería verlos por afecto personal—¡ellos eran su corona!
También quería enseñarles que hay que mantenerse firme sabiendo lo que el enemigo intenta detener es precisamente lo que más vale la pena proteger: Tu llamado porque es la expresión única de la misión que Dios te ha confiado. Tu comunidad espiritual porque en ella creces, sirves y eres fortalecido. Tu recompensa futura porque no es momentánea ni superficial, sino eterna y gloriosa en la presencia de Cristo. La intensidad del ataque revela el valor del objetivo. Si Satanás se empeña en estorbar tu camino, es porque lo que llevas dentro es demasiado peligroso para su reino. Esto se ve claramente en el relato que estamos viendo de Pablo:
1 Tesalonicenses 3:1-3 (NTV) 11 Por último, cuando ya no pudimos soportarlo más, decidimos quedarnos solos en Atenas 2 y enviamos a Timoteo para que los visitara. Él es hermano nuestro y colaborador de Dios en la proclamación de la Buena Noticia de Cristo. Lo enviamos a ustedes para que los fortaleciera, los alentara en su fe 3 y los ayudara a no ser perturbados por las dificultades que atravesaban; pero ustedes saben que estamos destinados a pasar por tales dificultades.
A Pablo se le presentaron mil y una traba para poder regresar con los hermanos tesalonicenses. Ellos estaban pasando muchos problemas como vimos. Pero aviso: Satanás mismo trajo las dificultades. Sin embargo, el antídoto de Pablo no es deshacerse de los problemas. De alguna manera, Dios permite que Satanás traiga dificultades. Puede que nunca comprendamos esto del todo. Sabemos que en parte es para probar nuestra fe.
Si la solución no es eliminar las dificultades, ¿qué propone entonces? Pablo les dice que les mandó a Timoteo para que se fortalecieran, alentaran y no se dejaran perturbar por las dificultades a las que estamos destinados a pasar. Pablo no dice: “Oremos para que haya menos problemas”. En cambio, la solución que presenta es la resiliencia espiritual; es decir, mantenerse firmes y perseverar en frente a las dificultades.
Entonces, para resumir la fase 1 del ataque de Satanás: Él traerá oposición; estás destinado a ello. Léete el libro de Job para que te convenzas. Además, lee Mateo 4. Sin embargo, si no resistes y te mantienes firme en medio de la oposición, corres el riesgo de caer en su siguiente jugada: la victoria sobre tu vida. Y es que:
La fase 2 del ataque de Satanás es la victoria. La realidad es esta: Satanás puede salir victorioso sobre ti, pero su victoria no es inevitable.
1 Tesalonicenses 3:4-5 (NTV) Aun cuando estábamos con ustedes, les advertimos que las dificultades pronto llegarían, y así sucedió, como bien saben. 5 Por esta razón, cuando ya no pude más, envié a Timoteo para averiguar si la fe de ustedes seguía firme. Tenía miedo de que el tentador los hubiera vencido y que nuestro trabajo hubiera sido en vano.
Ahí está de nuevo: “el tentador” (es decir, Satanás). Y es que si, Satanás puede salir victorioso sobre ti. No porque tenga más poder que Dios, sino porque encuentra lugar cuando bajamos la guardia. Si logra que sucumbas al desánimo, caigas en patrones antiguos o te desconectes de la comunidad, entonces pasa de oponerte a conquistarte.
Esa es la fase dos de su estrategia: no solo detenerte, sino derribarte. Pero su victoria no es inevitable. Si conoces su plan, puedes contraatacar. Entonces, ¿cuál fue el informe de Timoteo? ¿Llegó Satanás a la fase 2 con los nuevos creyentes tesalonicenses?
1 Tesalonicenses 3:6-8 (NTV) Pero ahora Timoteo acaba de regresar y nos trajo buenas noticias acerca de la fe y el amor de ustedes. Nos contó que siempre recuerdan nuestra visita con alegría y que desean vernos tanto como nosotros deseamos verlos a ustedes.
Un momento de alivio y gozo para Pablo, después de tanta preocupación ¡Alabado sea Jesús! Ellos tenían fe, amor, alegría y hambre espiritual (desean vernos tanto como nosotros deseamos verlos a ustedes). Verdaderamente es bastante increíble que quieran verlos. La última vez que vieron a los apóstoles, tuvieron dificultades (problemas) y sufrimiento. Pero aun así quieren que vuelvan.
1 Tesalonicenses 3:7-8 (NTV) Así que, amados hermanos, en medio de nuestras dificultades y sufrimientos hemos sido muy animados porque han permanecido firmes en su fe. 8 Nos reaviva saber que están firmes en el Señor.
Esto claramente nos muestra que la oposición satánica NO es inevitablemente una victoria satánica. Satanás vendrá contra ti, pero Satanás NO tiene por qué ganar. Dios nos da todo lo que necesitamos para mantenernos firmes, incluso cuando los tiempos son difíciles. Siempre mantengamos las siguientes palabras en mente cuando pasemos pruebas, tentaciones y sufrimientos:
Romanos 16:20 (NTV) El Dios de paz pronto aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes…
Esta es una promesa poderosa que cierra con esperanza la lucha espiritual: el enemigo será vencido, y no solo por Dios, sino bajo tus pies. Entonces, estemos siempre alerta ante las maquinaciones de Satanás, pero también mantengamos la confianza en la victoria que ya tenemos en Jesús. Jesus ya venció al diablo en la cruz. Mantengámonos firmes porque ya sabemos el futuro: Jesús gana, Satanás pierde.
Satanás ataca en fases: primero con oposición —sufrimiento, tentación, aislamiento— para frenar tu avance espiritual. Si no resistes, pasa a la segunda fase: la victoria. Su objetivo es vencerte desde dentro, debilitando tu fe y haciendo que todo parezca en vano. Pero su victoria si se puede evitar. Dios ha provisto todo lo necesario para mantenerte firme. Como los tesalonicenses, puedes resistir. Y la promesa permanece: el Dios de paz aplastará a Satanás bajo tus pies (Rom. 16:20). Así que no retrocedas; mantente en amor, alegría y con hambre espiritual como los tesalonicenses.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Según 1 Tesalonicenses 2:17-20, ¿cómo se describe la oposición de Satanás a la obra de Dios en la vida de los creyentes?
- ¿Qué significa que Satanás use el desánimo y el sufrimiento como una estrategia en la fase 1 de su ataque? ¿Cómo podemos identificar esta estrategia en nuestra vida diaria?
- ¿Por qué los viejos patrones y la tentación son herramientas efectivas que Satanás utiliza para alejarnos de Dios? ¿Qué pasos prácticos podemos tomar para resistirlas?
- ¿Cómo afecta la separación de la comunidad cristiana a nuestra fe y resistencia espiritual? ¿Qué podemos hacer para mantenernos conectados con otros creyentes?
- En la fase 2 del ataque de Satanás, ¿qué significa que él puede salir victorioso sobre un cristiano? ¿Qué señales podrían indicar que estamos cediendo terreno al enemigo?
- Según 1 Tesalonicenses 3:4-8, ¿qué recursos o promesas nos da Dios para evitar que Satanás tenga la victoria final sobre nosotros?
El poder de la Palabra de Dios
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Puntos de conversación:
- Los tesalonicenses recibieron y aceptaron la Buena Noticia. 1 Tesalonicenses 1:5; 2:13a
- La Palabra de Dios tiene un poder transformador. 2 Tesalonicenses 2:13-14
- ¿Qué pasa con quienes rechazan la Palabra de Dios? 1 Tesalonicenses 2:14-16
La semana pasada vimos que mientras las filosofías antiguas y modernas ofrecen verdades parciales sobre la vida y la felicidad, el cristianismo ofrece algo más grande. El cristianismo no sólo ofrece un conjunto de ideas para vivir, sino una relación con Jesucristo que nos transforma de adentro hacia afuera y nos invita al reino de Dios.
Esta semana veremos que la Palabra de Dios no sólo te informa; te expone. Lo creas o no, la Palabra de Dios te revelará lo que realmente está sucediendo en tu interior. Puedes huir, pero no puedes esconderte de la Palabra de Dios. Hoy estamos hablando del poder de la Palabra de Dios. Específicamente, cómo la Palabra de Dios puede dejarte al descubierto.
Seguido me reúno con personas y no siempre puedo saber dónde están espiritualmente. Algunos podrían decir: “¡Ni yo mismo lo sé!” Pero esto sí lo podemos afirmar con certeza: la Palabra de Dios eventualmente dejará al descubierto a todos. Puedes correr, pero no puedes esconderte de la Palabra de Dios. Nuestro versículo clave para esta lección viene de otro libro de la Biblia pero aplica perfectamente.
Hebreos 4:12 (NTV) Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos.
La palabra de Dios traza una línea en la arena y hace que te definas si estas dispuesto a someterte a Su Palabra o no. Veremos esto en acción en nuestro texto de hoy.Empecemos con nuestra pregunta: ¿Cuándo fue la última vez que la Palabra de Dios dejó al descubierto algo en ti? Esto pudo haber pasado cuando estabas leyendo la Biblia. Tal vez fue al leer un pasaje familiar que, de pronto, te confrontó. Posible paso cuando al escuchar un sermón que pareció hablar directamente a tu situación.
Y es que cuando recibimos la Palabra como lo que realmente es—la voz de Dios—ella no solo informa, sino que tiene el poder de confrontarnos y transformarnos. Pero para ello, tenemos que ser como los tesalonicenses:
Los tesalonicenses recibieron y aceptaron la Buena Noticia.
1 Tesalonicenses 2:13a Por lo tanto, nunca dejamos de darle gracias a Dios de que cuando recibieron su mensaje de parte nuestra, ustedes no consideraron nuestras palabras como solo ideas humanas. Tomaron lo que dijimos como la misma palabra de Dios la cual, por supuesto, lo es.
Presta atención a dos palabras aquí. La primera es recibieron =paralabontes. Al respecto a esta palabra griega, el “Comentario Pilar del Nuevo Testamento dice que “la recepción de enseñanzas de un maestro por parte de un alumno se describía comúnmente con la palabra utilizada aquí (paralabontes)… como en el caso de Alejandro Magno, quien “recibió de su maestro [Aristóteles] sus doctrinas éticas y políticas”. Este tipo de lenguaje subraya que no se trata solo de escuchar, sino de asumir activamente una enseñanza como verdadera y formativa. Esto demostraba un asentimiento intelectual, o sea, un conocimiento que llegaba a la mente.
La otra palabra es tomaron / aceptaron (como traducen otras traducciones) = edexasthe. El “Comentario de Pilar del Nuevo Testamento” también comenta al respecto: “Aunque “aceptaron” (edexasthe) es casi sinónimo de “recibieron” en la cláusula anterior, este verbo suele poner más énfasis en la apropiación personal. En otras palabras, recibieron solemnemente el mensaje sagrado y lo hicieron suyo.” Este matiz es clave: no se trata solo de escuchar o asentir intelectualmente, sino de abrazar el mensaje con convicción y dejar que transforme la vida.
No es solo entender con la mente, sino creer con el corazón. Es creer desde lo más profundo del ser, del alma. En otras palabras, Pablo está describiendo el momento de conversión de los tesalonicenses. Compartieron la buena noticia sobre el Mesías (más que filosofía). Aparentemente, llegaron a ellos usando sus “propias palabras” o “ideas” para llamar su atención, pero en realidad, llegaron con una invitación divina, la palabra de Dios como lo dijo Pablo al abrir la carta a los tesalonicenses:
1 Tesalonicenses 1:5 (NTV) Pues, cuando les llevamos la Buena Noticia, no fue solo con palabras sino también con poder, porque el Espíritu Santo les dio plena certeza de que lo que decíamos era verdad…
Los tesalonicenses recibieron el evangelio, la Buena Noticia, y lo aceptaron. Ahora, establecido como recibieron el mensaje del evangelio, pasemos a ver como la Palabra de Dios es poderosa.
La Palabra de Dios tiene un poder transformador.
Porque no se trata solamente de un llamado intelectual, sino de un poder transformador.
2 Tesalonicenses 2:14 (NTV) Él los llamó a la salvación cuando les anunciamos la Buena Noticia; ahora pueden participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
Así es cómo funciona la Palabra de Dios para los que creen: primero viene el llamado externo. Alguien comparte el mensaje de que estás roto pero Jesús puede salvarte. Lo captas con los oídos físicos.
Después, el llamado interno (Hechos 2:37). En este caso, Dios lo hace personal. El Espíritu Santo te convence de pecado, abre los ojos a la verdad del evangelio e invita a la persona a responder (Juan 16:8-11). Esto entra por los oídos espirituales.Este trabajo es real, personal e interno: no sólo escuchas un mensaje, sino sientes el peso del llamado de Dios en tu corazón. Hechos 2:37 dice que “Las palabras de Pedro traspasaron el corazón de ellos, quienes le dijeron a él y a los demás apóstoles: —Hermanos, ¿qué debemos hacer?”
Luego llega la fe y arrepentimiento (Romanos 10:9). Esta es nuestra respuesta a la obra de Dios como dice Romanos 10:9 (NTV) “Si declaras abiertamente que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.” La palabra de Dios ha expuesto mis pensamientos y deseos más íntimos. Ahora estoy respondiéndole (y aceptándolo).
Una vez que Dios da vida espiritual, la persona se vuelve a Él voluntaria y gozosamente. Se arrepiente, se aparta del pecado y cree en el evangelio. Esto es lo que usualmente llamamos conversión: nuestra respuesta activa a la gracia salvadora de Dios que pasa a la regeneración. En otras palabras, Dios da un corazón nuevo. La persona “nace de nuevo”, vuelve a vivir espiritualmente. (Nota: Los calvinistas dirían que la regeneración ocurre antes de la fe/arrepentimiento. Ver la serie Calvinismo vs. Arminianismo para aprender más sobre este tema.) Y a una vida cambiada (1 Tes 2:13). Esta es la evidencia de la verdadera conversión porque una vida cambiada trae nuevos deseos, obediencia y amor a Jesús o sea que la Palabra de Dios, como dice la segunda parte del v.2:13
1 Tesalonicenses 2:13b (NTV) …Y esta palabra sigue actuando en ustedes los que creen.
¿Qué pasa con quienes rechazan la Palabra de Dios?
Leamos la trágica respuesta de los incrédulos:
1 Tesalonicenses 2:14-15a (NTV) Y luego, amados hermanos, sufrieron persecución por parte de sus propios compatriotas. De esta manera imitaron a los creyentes de las iglesias de Dios en Judea, quienes por su fe en Cristo Jesús sufrieron a manos de su propio pueblo, los judíos. 15 Pues algunos de los judíos mataron a los profetas, y otros incluso mataron al Señor Jesús. Ahora también nos han perseguido a nosotros….
Fíjate cómo Pablo está señalando a aquellos que rechazan la Palabra de Dios. En ellos, el mensaje tiene un efecto completamente diferente. Escucharon el mismo llamado externo, pero en lugar de responder con fe y arrepentimiento, terminaron matando a los mensajeros. A los profetas primero;
- Elías: 1 Reyes 19:10 (NTV) —He servido con gran celo al Señor Dios Todopoderoso —respondió Elías—; pero el pueblo de Israel ha roto su pacto contigo, derribó tus altares y mató a cada uno de tus profetas. Yo soy el único que queda con vida, y ahora me buscan para matarme a mí también.
- Jesús: Mateo 23:37 (NTV) »¡Oh Jerusalén, Jerusalén, la ciudad que mata a los profetas y apedrea a los mensajeros de Dios! Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina protege a sus pollitos debajo de sus alas, pero no me dejaste.
- Esteban: Hechos 7:51
Hechos 7:51 (NTV) »¡Pueblo terco! Ustedes son paganos de corazón y sordos a la verdad. ¿Resistirán para siempre al Espíritu Santo? Eso es lo que hicieron sus antepasados, ¡y ustedes también!
Es resistir o rechazar el llamado interno del que hablamos ya. Resisten al Espíritu Santo primero. Segundo, a Jesús. Y ahora también a los creyentes. Pero las palabras más duras vienen a continuación:
1 Tesalonicenses 2:15b-16 (NTV) Ellos no agradan a Dios y actúan en contra de toda la humanidad, 16 al tratar de impedir que prediquemos la Buena Noticia de salvación a los gentiles. Cuando hacen esto siguen amontonando sus pecados, pero la ira de Dios por fin los ha alcanzado.
La Biblia es clara: no todos son neutrales. Algunos se resisten activamente, se burlan o incluso intentan deshacer los propósitos de Dios. Esto era cierto en tiempos bíblicos y sigue siendo cierto hoy en día. Obviamente se convierten en perseguidores de la Iglesia.
Gobiernos, extremistas o individuos que arrestan, silencian o matan a cristianos en todo el mundo hoy en día.obiernos, extremistas o individuos arrestan, silencian o matan a cristianos en todo el mundo hoy. Entre los ejemplos actuales están: el gobierno de Corea del Norte, grupos islamistas radicales como Boko Haram e ISIS, y también ateos militantes
Algunos no sólo son escépticos; son agresivamente anti-Dios y anti-Biblia. Richard Dawkins, por ejemplo, ha llamado a la creencia en Dios un “engaño” y alienta a otros a burlarse de la religión
Más allá de eso, hay activistas que rechazan abiertamente el diseño de Dios. Los movimientos que promueven la confusión sobre el género, la devaluación de la vida o la inmoralidad sexual a menudo parten de una postura de rebelión contra el orden creado por Dios (Romanos 1:18-32). Por ejemplo, Planned Parenthood promueve el aborto y se beneficia de esta práctica, socavando la santidad de la vida humana hecha a imagen de Dios (Salmo 139:13-16).
Claro, que algunas personas se resisten a Dios por ignorancia. Mas otras se oponen activamente a Él con sus palabras, acciones e influencia. Pero nadie detendrá jamás el plan de Dios.
Hebreos 4:12 (NTV) Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos.
Ese es el poder de la Palabra. Deja todo al descubierto. nada ni nadie se puede esconder ni escapar de ella.
Hebreos 4:13 (NTV) “No hay nada en toda la creación que esté oculto a Dios. Todo está desnudo y expuesto ante sus ojos; y es a él a quien rendimos cuentas.
Veamos el término griego allí (“trachēlizō”) en está desnudo y expuesto. La palabra “trachēlizō” literalmente tiene que ver con descubrir el cuello o la garganta, como si algo quedara completamente expuesto, sin posibilidad de ocultarse. En el contexto del versículo, transmite la idea de que nada puede esconderse de Dios: estamos completamente vulnerables ante Su mirada, como si estuviéramos con el cuello descubierto, listos para ser examinados o juzgados.
Es una imagen fuerte y solemne: la Palabra de Dios no solo penetra (v.12), sino que nos deja completamente expuestos ante el Juez divino (v.13). La imagen aquí, también es como una llave de sumisión en lucha libre (y otros deportes de combate como MMA o jiu-jitsu) es una técnica que obliga al oponente a rendirse debido al dolor, la presión o la amenaza de lesión. Está diseñada para que el oponente ceda completamente el control.
Así que aquí está la línea trazada en la arena: ¿estamos dispuestos a someternos? No solo a escuchar la Palabra, sino a creerla desde lo más profundo. No solo a entenderla, sino a responderle. Porque el mismo mensaje que salva al que cree, confronta y desenmascara al que resiste. Y nadie queda neutral ante ella: o nos rendimos a su verdad, o endurecemos el corazón.
No importa si dudas o estás buscando, si crees o no: la Palabra de Dios siempre te confrontará. Puedes resistirte… o permitir que transforme tu vida. La elección está en tus manos.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Alguna vez te has sentido confrontado o expuesto personalmente por algo que leíste en la Biblia? ¿Cómo fue esa experiencia?
- ¿Qué significa pasar de “recibir” la Palabra de Dios intelectualmente a “aceptarla” verdaderamente con el corazón?
- ¿Por qué crees que algunas personas responden a la Palabra de Dios con rechazo u hostilidad? ¿Cuáles son ejemplos modernos de esto?
- Hebreos 4:12-13 describe la Palabra de Dios como aguda y reveladora. ¿Cómo te ayuda esta imagen a comprender la seriedad de responder a Dios?
- ¿Cómo ha seguido obrando la Palabra de Dios en ti a lo largo del tiempo, generando cambio y crecimiento?
- ¿En qué áreas de tu vida sientes que la Palabra de Dios te llama al arrepentimiento y la transformación hoy?
Más que filosofía
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Puntos de conversación:
- A diferencia de los epicúreos, que predicaban placer sin sacrificio, Pablo proclamaba un evangelio que llama a cargar la cruz con valentía, aun en medio del dolor. 1 Tesalonicenses 2:1-3
- A diferencia de los sofistas, que usaban palabras hermosas para ganar fama, el propósito de Pablo era agradar a Dios, no a las personas. 1 Tesalonicenses 2:4-6
- A diferencia de los cínicos, que usaban un lenguaje provocador, cortante y confrontativo, Pablo usaba un lenguaje humilde, relacional y familiar. 1 Tesalonicenses 2:7-8
- A diferencia de los estoicos, que buscaban fortaleza interior por disciplina propia, Pablo vivía su perseverancia como fruto del llamado de Dios y la esperanza en su gloria. 1 Tesalonicenses 2:9-12
En la semana 1 de esta serie, exploramos cómo, en medio de un mundo lleno de identidades tribales y voces en competencia, Pablo les recuerda a los tesalonicenses —y a nosotros— que nuestra identidad principal como creyentes es nuestra pertenencia a la familia de Dios. Esta verdad redefine todo: desde cómo nos vemos a nosotros mismos hasta cómo respondemos a la presión social o cultural.
La semana pasada, reflexionamos sobre el contraste entre proclamar a Jesús como Señor y las lealtades impuestas por el imperio romano. Así como los primeros cristianos afirmaban su fe en un contexto que adoraba al César, hoy también nosotros estamos llamados a depositar nuestra esperanza en el Reino de Cristo, en lugar de dejarnos seducir por influencias políticas o promesas culturales de salvación.
Hoy entramos en la parte de la carta donde Pablo recuerda cómo fue su llegada a Tesalónica y cuál fue su enfoque ministerial (Hechos 17). Esta sección no se entiende completamente sin el trasfondo cultural de esa ciudad. Tesalónica era una metrópolis romana próspera, un centro de comercio, política e intercambio de ideas. Como otras urbes importantes del imperio, estaba llena de filósofos ambulantes, oradores públicos y expertos morales que moldeaban el pensamiento social, la identidad colectiva y el comportamiento ético.
En Hechos 17 vemos cómo Pablo primero llegó a Tesalónica (vv. 1–9), luego pasó por Berea (vv. 10–15) y después llegó a Atenas (vv. 16–33). En ese último tramo, el versículo 18 destaca algo clave:
Hechos 17:18 (NTV) TTambién debatió con algunos filósofos epicúreos y estoicos. Cuando les habló acerca de Jesús y de su resurrección, ellos dijeron: «¿Qué trata de decir este charlatán con esas ideas raras?». Otros decían: «Parece que predica de unos dioses extranjeros»
A los ojos de la gente común de Tesalónica, Pablo parecía uno más de esos filósofos errantes. Sin embargo, el mensaje que él traía iba mucho más allá de la filosofía. Déjame explicarte. Durante los días de Pablo circulaban al menos cuatro tipos principales de figuras filosóficas.
El primer grupo eran los epicúreos; los buscadores del placer. Enseñaban que el mayor bien era el placer entendido como paz mental y libertad del sufrimiento. Su enfoque giraba en torno a evitar el dolor y disfrutar los placeres simples. En términos modernos, podríamos decir que eran los maestros del carpe diem o sea aprovecha el día.
Hoy en día los escuchamos en frases como “haz lo que te haga feliz” o “prioriza tu tranquilidad”, muchas veces desvinculadas de responsabilidad o verdad. Ejemplos contemporáneos de esta mentalidad incluyen a figuras como Oprah Winfrey, quien dice: “La vida no es una obligación, sino una oportunidad de ser quien quieras”, o el presentador Yordi Rosado, que promueve autenticidad emocional y bienestar interior con frases como “haz lo que te haga bien”.
El segundo grupo eran los estoicos; los disciplinarios de la virtud. Para ellos, la virtud era el bien supremo y el ser humano debía vivir conforme a la razón. Valoraban el autocontrol, la paz interior, el deber moral y la aceptación del destino. Eran respetados por militares, líderes cívicos y pensadores romanos. Aunque hubo rumores antiguos de una correspondencia entre Pablo y Séneca, filósofo estoico del siglo I, la evidencia histórica muestra que probablemente nunca se conocieron. En el presente, vemos ecos de estoicismo en personas como Pepe García de El Estoico o Daniel Colombo, quienes promueven la autodisciplina, los hábitos y la resiliencia como herramientas de propósito.
Los cínicos, o sea, los críticos de la cultura es el tercer grupo. Eran filósofos callejeros que rechazaban las normas sociales y vivían en simplicidad extrema. Su enfoque se centraba en provocar, denunciar la hipocresía y confrontar la moral superficial con un lenguaje directo, incluso chocante. Podríamos ver su espíritu reflejado hoy en personas como Diego Ruzzarin, que critica el consumismo con un estilo confrontativo; Jorge Lanata, cuya denuncia directa lo hace polarizante; o incluso Franco Escamilla, que, aunque es comediante, tiene momentos de observación aguda sobre la cultura y la hipocresía social. Usa el humor para hablar de temas sociales, familiares y culturales con crudeza.
Por último, tenemos a los sofistas. Estos eran los showmen de la retórica. Eran oradores carismáticos que usaban su elocuencia para ganar fama y fortuna. Lo suyo era el espectáculo emocional, los aplausos y la rentabilidad de sus ideas, sin comprometerse necesariamente con la verdad.
Hoy esto se manifiesta en coaches motivacionales, influenciadores carismáticos y promotores del “éxito sin descanso”. Piensa en frases como “los límites los pones tú”, “trabaja mientras otros duermen” o “tú también puedes tener esta vida”. Ejemplos: Joel Osteen, con mensajes como “Dios te llevará a donde nunca has estado…”, Cash Luna, quien dice “Dios no te llamó a sobrevivir, te llamó a conquistar”, o incluso compañías como Amway, Herbalife o Monat, que mezclan desarrollo personal, espiritualidad y consumo con una narrativa de superación constante.
En ese mundo y en el nuestro, Pablo no trajo una filosofía más, sino una revelación que no glorificaba al orador ni prometía comodidad, sino un Reino donde el Rey se dio por nosotros. Lo que Pablo proclamaba no era placer, control, confrontación ni éxito personal sino a Cristo crucificado y resucitado como única esperanza verdadera. Eso sigue siendo lo único que transforma.
Y para que no quedara duda alguna, su mensaje contrastaba directamente con las voces más influyentes de su tiempo —y del nuestro— empezando por los que prometían placer sin cruz.
A diferencia de los epicúreos, que predicaban placer sin sacrificio, Pablo proclamaba un evangelio que llama a cargar la cruz con valentía, aun en medio del dolor. 1 Tesalonicenses 2:1-3
1 Tesalonicenses 2:1-3 (NTV) Ustedes bien saben, amados hermanos, que la visita que les hicimos no fue un fracaso. 2 Saben lo mal que nos trataron en Filipos y cuánto sufrimos allí justo antes de verlos a ustedes. Aun así, nuestro Dios nos dio el valor de anunciarles la Buena Noticia con valentía, a pesar de gran oposición. 3 Como ven, no predicamos con engaño ni con intenciones impuras o artimañas.
El mensaje de los epicúreos era —y sigue siendo— “haz lo que te haga feliz” y “evita el dolor a toda costa”. En contraste, Pablo enseñaba que seguir a Cristo implica abrazar lo contrario: ser tratados injustamente, sufrir y enfrentar oposición con gozo. No predicaba comodidad ni placer, sino un llamado a cargar la cruz y perseverar en medio del rechazo.
Pablo y los creyentes de Tesalónica no buscaban una vida “sin dolor”, sino una fe que vale más que la vida misma, incluso si conlleva persecución. Cuando los epicúreos se toparon con esta realidad, probablemente huyeron… pero los de Cristo —aunque perseguidos— se quedaron de pie.
A diferencia de los sofistas, que usaban palabras hermosas para ganar fama, el propósito de Pablo era agradar a Dios, no a las personas.
1 Tesalonicenses 2:4-6 (NTV) Pues hablamos como mensajeros aprobados por Dios, a quienes se les confió la Buena Noticia. Nuestro propósito es agradar a Dios, no a las personas. Solamente él examina las intenciones de nuestro corazón. 5 Como bien saben, ni una sola vez tratamos de ganarlos adulándolos. ¡Y Dios es nuestro testigo de que nunca aparentamos ser amigos de ustedes con el fin de sacarles dinero! 6 En cuanto a elogios humanos, nunca los hemos buscado ni de ustedes ni de nadie.
A diferencia de los sofistas, cuyo propósito era agradar a las personas y ganar prestigio a través de discursos persuasivos, el enfoque de Pablo era agradar a Dios, no impresionar a los hombres. Mientras los sofistas se comportaban como verdaderos showmen —buscando aplausos, popularidad y recompensas económicas— Pablo rehusó usar palabras vacías o estrategias manipuladoras para avanzar su mensaje.
En la antigüedad, estos oradores cobraban tarifas por sus enseñanzas, y hoy esa lógica persiste: desde Joel Osteen, cuyas apariciones pueden costar más de 100,000 dólares, hasta Cash Luna, quien según reportes ha cobrado cerca de 60,000 dólares por predicar, con eventos en los que los asientos se venden hasta en 300 dólares según la ubicación. Estos hombres, se comportan como figuras como Oprah quien cobra entre 1,5 y 2,5 millones de dólares por sus presentaciones premium.
Pablo, en cambio, se presentó con integridad, sin adornos ni tarifas, con una verdad que no podía comprarse —porque lo suyo no era un espectáculo, era obediencia. En contraste con los filósofos populares de su época—como sofistas, cínicos o retóricos profesionales—Pablo renunció deliberadamente al uso de halagos, trucos persuasivos o motivaciones ocultas como el lucro o la reputación.
En lugar de presentarse como un maestro carismático buscando admiración, se posicionó como un siervo encargado por Dios, motivado por fidelidad y no por el aplauso humano. Su mensaje no era embellecido para agradar, sino compartido con integridad, aunque eso significara confrontar o incomodar.
A diferencia de los cínicos, que usaban un lenguaje provocador, cortante y confrontativo, Pablo usaba un lenguaje humilde, relacional y familiar.
1 Tesalonicenses 2:7-8 (NTV) Como apóstoles de Cristo, sin duda teníamos el derecho de hacerles ciertas exigencias; sin embargo, fuimos como niños entre ustedes. O bien, fuimos como una madre que alimenta y cuida a sus propios hijos. 8 Los amamos tanto que no solo les presentamos la Buena Noticia de Dios, sino que también les abrimos nuestra propia vida.
A diferencia de los cínicos, que predicaban la virtud desde el desprecio y la confrontación, Pablo exhortaba con ternura de padre y entrega de madre, sin arrogancia ni cinismo. Mientras los filósofos callejeros usaban palabras duras para sacudir conciencias, él optó por un lenguaje relacional y familiar, profundamente humano, lleno de afecto pastoral.
Una de las frases más entrañables de su carta a los tesalonicenses lo resume todo: “no solo les presentamos la Buena Noticia de Dios, sino que también les abrimos nuestra propia vida”. Eso es mentoría genuina. Eso es discipulado con el corazón. Eso —ni más ni menos— fue lo que hizo Jesús con sus discípulos: caminar con ellos, compartir el pan, escuchar, abrazar, corregir con amor.
Existe una frase popular, a menudo atribuida a Theodore Roosevelt, que resuena aquí con fuerza: “A la gente no le importa cuánto sabes, hasta que sabe cuánto te importa.” Pablo y los discípulos que lo acompañaban encarnaron esa verdad. Su evangelio no venía con gritos ni superioridad, sino con cuidado paciente, amor entregado y una profunda dedicación a las personas.
A diferencia de los estoicos, que buscaban fortaleza interior por disciplina propia, Pablo vivía su perseverancia como fruto del llamado de Dios y la esperanza en su gloria.
1 Tesalonicenses 2:9-12 (NTV) ¿Acaso no se acuerdan, amados hermanos, cuánto trabajamos entre ustedes? Día y noche nos esforzamos por ganarnos la vida, a fin de no ser una carga para ninguno de ustedes mientras les predicábamos la Buena Noticia de Dios. 10 Ustedes mismos son nuestros testigos—al igual que Dios—de que fuimos consagrados, sinceros e intachables con todos ustedes, los creyentes. 11 Y saben que tratamos a cada uno como un padre trata a sus propios hijos. 12 Les rogamos, los alentamos y les insistimos que lleven una vida que Dios considere digna. Pues él los llamó para que tengan parte en su reino y gloria.
A diferencia de los estoicos, lo que Pablo enseñaba iba mucho más allá de la autoayuda o la fortaleza mental. Es cierto que algunas de sus frases —como “trabajamos día y noche para no ser carga a ninguno”— pueden sonar estoicas a primera vista: hablan de disciplina, esfuerzo, y constancia. Incluso agrega: “fuimos consagrados, sinceros e intachables”, lo cual resuena con los ideales de virtud estoica.
Pero luego aparece una línea que rompe con cualquier paralelismo superficial: “Pues él los llamó para que tengan parte en su Reino y gloria.” Y ahí está el corazón del contraste. Mientras que los estoicos buscaban virtud como un fin en sí mismo —una fortaleza interior que los hiciera libres del caos exterior— Pablo entendía su disciplina como una respuesta a un llamado divino, no como un proyecto de autorrealización.
No trabajaba para controlar las emociones o aceptar el destino con serenidad estoica; trabajaba por amor, por fidelidad, por vocación… y todo bajo la certeza de que Dios es quien llama, quien forma y quien glorifica. Esa es la gran diferencia entre Pablo y los filósofos de su tiempo: su motor no era el dominio propio, sino la esperanza gloriosa del Reino al que pertenecía. No trabajaba para perfeccionarse a sí mismo, sino para servir sin tropiezo, como un padre que exhorta con ternura. Su motivación no era la autosuficiencia, sino el llamado de Dios a una vida digna de su gloria.
Entonces, lo importante de todo esto es que cuando Pablo apareció, no era simplemente otro filósofo. No traía más ideas humanas para que las personas las evaluaran y las integraran a su estilo de vida o a su cultura. El cristianismo no se trata de una filosofía más; se trata de una persona: Jesús.
Es verdad que todas estas corrientes filosóficas tienen algo de razón. Los epicúreos acertaban al buscar paz y satisfacción —Dios mismo ha puesto ese deseo en nuestro corazón. Los estoicos valoraban la disciplina y la virtud, lo cual es admirable, pero estas cosas no existen por sí mismas: estaban perdiendo la esencia y la fuente. Los cínicos tenían razón al señalar la hipocresía y la corrupción, pero no reconocían que la Biblia enseña que todos estamos quebrados, todos somos hipócritas y corruptos. Incluso los sofistas entendían bien el poder de las palabras, por eso sus ideas siguen apareciendo hoy, reempaquetadas en podcasts, charlas TED, libros motivacionales o reels de Instagram.
Pero aquí está el problema: todos ellos se quedan cortos. Todos pasan por alto el punto esencial. El mensaje de Pablo no era una filosofía mejorada; era un anuncio con poder. No vino con palabras persuasivas, sino con el poder del evangelio. No predicó un sistema de autoayuda, sino a un Salvador crucificado y resucitado.
Su mensaje no preguntaba: “¿Cómo puedo vivir mejor?”, sino que declaraba: “Tienes que ser hecho nuevo”. Y esa nueva vida solo se encuentra en la persona y obra de Jesús. Por eso Pablo dijo: “Él los llamó para que tengan parte en su Reino y gloria.” No vino para inspirar; vino para rescatar. No con filosofía… sino con Jesús, el Hijo de Dios.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Con qué tipo de “influencer” moderno te identificas o te sientes influenciado: epicúreo, estoico, cínico o sofista? ¿Por qué?
- ¿Por qué crees que el mensaje de Pablo resonó tanto en una ciudad llena de nuevas ideas?
- ¿Cómo podemos evitar que el cristianismo se convierta en otra filosofía de vida de moda en nuestra cultura?
- ¿Cuál es la diferencia entre compartir tu vida (versículo 8) y simplemente compartir buenos consejos?
- ¿Cómo la motivación de Pablo de “agradar a Dios, no a la gente” desafía nuestro enfoque del liderazgo o el ministerio?
- ¿Cómo te gustaría ayudar a alguien a “vivir una vida digna de Dios” esta semana?
Salmo 139: Un salmo de identidad
Puntos de conversación:
- Tienes valor. Dios te creó — creó cada parte de ti.
- Tienes propósito. Dios ha escrito tu historia.
- Tienes seguridad. Dios lo sabe todo sobre ti y aun así te ama.
En esta última lección de la serie Salmos populares, nos enfocamos en uno de los textos más personales y poderosos de toda la Biblia. Aunque hay 150 salmos, en esta serie hemos explorado solo cinco—los más conocidos y queridos. Hoy concluimos con el Salmo 139, una meditación profundamente íntima sobre cómo Dios nos conoce, nos forma y nos guía.
Hay un anhelo en cada una de nosotras por responder la pregunta: ¿Quién soy yo? Deseamos profundamente descubrir nuestro valor y propósito. Desafortunadamente, muchas buscan en los lugares equivocados para encontrar su autoestima: características físicas, logros, linaje, etc.
La Biblia tiene mucho que decir sobre nuestro valor como portadoras de la imagen de Dios, así como sobre nuestro propósito y misión en la vida. No hay mejor lugar para comenzar que el Salmo 139. Este salmo crea una imagen de un Dios amoroso que estaba teniendo un gran día cuando pensó en la idea de crearnos—a cada una como una obra de arte original. Y como Su obra original, el Salmo 139 nos revela tres verdades profundas que moldean nuestra identidad. Aqui están:
Primero, tienes valor: Dios te creó — creó cada parte de ti.
Salmo 139:13-15 (NTV) Tú creaste las delicadas partes internas de mi cuerpo y me entretejiste en el vientre de mi madre. Gracias por hacerme tan maravillosamente compleja. Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien. Tú me observabas mientras iba cobrando forma en secreto, mientras se entretejían mis partes en la oscuridad del vientre.
Dios no solo nos conoce—Él nos formó. Cada célula, cada rasgo, cada aspecto de nuestra personalidad fue diseñado por Él con intención y amor. No somos una coincidencia ni una mezcla aleatoria de cualidades. Somos portadoras de belleza, creatividad, fuerza y compasión, porque así nos pensó nuestro Creador. Este pasaje nos invita a dejar de compararnos con otras y a empezar a valorar cómo hemos sido creadas. Cuando entendemos esto, dejamos de buscar validación en la aprobación externa y comenzamos a vivir desde un sentido interno de dignidad. No somos una copia barata, ¡somos una obra maestra!
Segundo, tienes propósito. Dios ha escrito tu historia.
Salmo 139:16 (NTV) Me viste antes de que naciera. Cada día de mi vida estaba registrado en tu libro. Cada momento fue diseñado antes de que un solo día pasara.
Nuestro diseño no vino solo con belleza, sino con propósito. Cada día que vivimos ya estaba en los planes de Dios. No hay segundo de nuestra vida que escape a Su conocimiento ni a Su interés. Eso significa que incluso nuestras temporadas más difíciles no son desperdicio: pueden formar parte del tejido de un propósito mayor. Dios nos ha confiado dones específicos, experiencias y una historia que puede impactar la vida de otras personas. Nuestro llamado no se trata de fama o éxito visible, sino de fidelidad a lo que Él escribió para nosotras. Él está construyendo algo eterno en medio de lo cotidiano.
Tercero y último, tienes seguridad. Dios lo sabe todo sobre ti y aun así te ama.
Salmo 139:17, 23-24 (NTV) Qué preciosos son tus pensamientos acerca de mí, oh Dios. No se pueden enumerar. Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos inquietos. Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda, y guíame por el camino de la vida eterna.
Una de nuestras mayores necesidades emocionales es sentirnos completamente conocidas… y aun así amadas. En un mundo que premia las apariencias, Dios mira el corazón. Él ve lo que nadie más ve—las dudas que callamos, las inseguridades que escondemos, los errores que nos pesan—y no se aleja. Su amor no es condicional ni temporal. Es paciente, fiel, restaurador. Podemos ir a Él tal como somos, y saber que nos recibe con ternura.
Esa seguridad transforma: nos da libertad para crecer, nos fortalece para cambiar, y nos sostiene en las temporadas más frágiles. No estamos solas; estamos acompañadas por un Dios que nos conoce mejor de lo que nos conocemos a nosotras mismas.
Entonces, ¿cómo veremos nuestro valor y dignidad de ahora en adelante? ¿Nos dejaremos engañar por lo que el mundo dice que importa—estatus, apariencia, logros—o abrazaremos lo que Dios dice de nosotras? El Salmo 139 no es solo poesía: es un llamado a vivir arraigadas en la verdad de que somos creadas, conocidas y amadas por el Dios que nos diseñó con propósito.
Jeremías 29:11 (NTV) Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Quién o qué ha tenido la mayor influencia en tu percepción de tu autoestima? ¿Cómo te has dejado llevar por la excesiva preocupación por cómo la cultura quiere que te definan?
- Lee el Salmo 139. ¿Qué te llama la atención al leerlo?
- Lee el Salmo 139:13-15. Identifica uno o dos rasgos únicos de ti. ¿Qué te ha impedido sentirte una creación especial de Dios?
- Lee el Salmo 139:16 y Jeremías 29:11. ¿Crees que Dios tiene un plan para tu vida? Explícalo. ¿Cómo has visto a Dios abrir y cerrar puertas en tu vida, revelando su plan?
- Lee el Salmo 139:23-24. ¿Cómo necesitas dejar de esconderte de Dios? ¿Cómo te ha señalado Dios tus ofensas en el pasado? ¿En qué áreas aún necesitas crecer?