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Puntos de conversación:
- El “Día del Señor” traerá tanto juicio para los incrédulos como salvación para los creyentes, tal como fue anunciado en el Antiguo Testamento y cumplido en Jesús. 1 Tesalonicenses 5:1-3
- Los cristianos difieren en cuanto al momento del rapto en relación con la Tribulación, pero la Escritura es clara en que nadie conoce la hora exacta. Mateo 24:36
- La historia demuestra que todos los intentos de establecer una fecha para el regreso de Cristo han fallado — lo que confirma la necesidad de estar siempre preparados en lugar de especular.
- Los creyentes están llamados a vivir alerta y con dominio propio, protegidos por la fe, el amor y la esperanza, mientras se animan unos a otros hasta que Cristo regrese. 1 Tesalonicenses 5:4-11
La semana pasada comenzamos a responder la pregunta: ¿Qué sucederá al final del mundo? Aprendimos sobre una idea bíblica que puede parecer un poco “extraña” para algunos: el rapto.
Descubrimos que los creyentes vivos, junto con los creyentes que han muerto, serán “arrebatados juntos” para “encontrarse con el Señor en el aire”. Pablo quiso asegurarles a los creyentes de Tesalónica que sus seres queridos que habían muerto no se perderían este gran acontecimiento.
Hoy responderemos una nueva pregunta: ¿Estás tú listo para el Día del Señor? Explicaremos este concepto un poco más en un momento, pero primero necesitamos abordar otro término que quizás muchos se están preguntando: tribulación.
La enseñanza sobre el rapto siempre está conectada con la tribulación. La semana pasada no dimos suficientes detalles sobre esto, así que antes de llegar al texto de hoy, permíteme darte una rápida introducción. Vamos a hablar del debate entre pretribulación y postribulación. Si quieres profundizar más en este tema, puedes explorar la serie de escatología en buscadeDios.org.
Empecemos con un curso rápido de escatología en menos de 5 minutos: La tribulación es un tiempo de juicio global, engaño espiritual y sufrimiento, basado en Marcos 13, Apocalipsis y Daniel.
Marcos 13:19-20 (NTV) Pues habrá más angustia en esos días que en cualquier otro momento desde que Dios creó el mundo. Y jamás volverá a haber una angustia tan grande.
Apocalipsis 16:1 (NTV) Entonces oí una voz poderosa que desde el santuario les decía a los siete ángeles: «Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas que contienen la ira de Dios».
Daniel 9:26 (NTV) …el fin vendrá como una inundación, y la guerra y sus miserias están decretadas desde ese momento hasta el fin.
Muchos estudiosos, especialmente dentro del dispensacionalismo, creen que la tribulación durará siete años, basándose en una profecía de Daniel 9:27 sobre una última “semana” (un período de siete años). Pero ¿qué es el dispensacionalismo? Es una corriente teológica cristiana que interpreta la historia de la salvación como dividida en etapas llamadas “dispensaciones”, en las que Dios se relaciona con la humanidad de manera distinta. Se caracteriza por un enfoque literal de las profecías bíblicas, una separación clara entre Israel y la Iglesia, y una fuerte expectativa escatológica, como el rapto y el reinado milenario de Cristo.
Hasta aquí todo está bien. Pero con respecto a la pregunta: ¿Pasarán los cristianos por la tribulación? Aquí es donde los creyentes discrepan. Existen tres posturas principales:
- Postribulación: Los creyentes serán arrebatados después de la tribulación. El Nuevo Testamento presenta a la iglesia como una comunidad que sufre persecución y tribulación, compartiendo en los padecimientos de Cristo.
- Midtribulación o Pre-ira: Los creyentes serán arrebatados a la mitad de la tribulación. Enfrentarán la tribulación inicial, pero serán arrebatados antes de la gran tribulación: la fase final del derramamiento de la ira de Dios.
- Pretribulación: Los creyentes serán arrebatados antes de la tribulación. Suena muy estadounidense, ¿verdad? Esta perspectiva afirma que el rapto es un evento separado de la segunda venida de Cristo, y que ocurrirá antes del inicio de la tribulación profetizada.
Notas históricas interesantes: La doctrina del rapto pretribulacional fue enseñada sistemáticamente por primera vez por John Nelson Darby (1800–1882), maestro bíblico irlandés y fundador del movimiento Hermanos de Plymouth. Darby propuso un “rapto secreto” de la iglesia antes de la tribulación — una idea nueva en ese tiempo.
Más tarde, C.I. Scofield, teólogo estadounidense, incluyó esta postura en su Biblia de Referencia Scofield (1909). Esta Biblia interpretó la Escritura según la visión de Darby y se difundió ampliamente en el siglo XX, especialmente en Estados Unidos.
La visión pretribulacional ganó aún más popularidad gracias a libros, sermones y medios de comunicación como: El gran planeta Tierra que se avecina de Hal Lindsey (1970s) y la serie Dejados atrás de Tim LaHaye (1990s–2000s), que incluso fue adaptada a películas.
Mas, ¿sabes qué? Pablo no aborda nada de esto en el texto de hoy. De hecho, hace todo lo contrario: no especula ni exagera. Mantiene el enfoque de una manera práctica. Pasemos al texto.
1 Tesalonicenses 5:1-11 (NTV) Ahora, en cuanto a cómo y cuándo sucederán estas cosas, amados hermanos, no hace falta que les escribamos.
Aparentemente, los creyentes de Tesalónica tenían preguntas sobre este tema. Y no es sorprendente: siempre ha habido especulación sobre el fin de los tiempos.
En el año 500 d.C., algunos líderes de la iglesia predijeron que Jesús regresaría exactamente 500 años después de su nacimiento. Esta no era una creencia marginal — incluso pensadores respetados como Hipólito e Ireneo coquetearon con teorías sobre fechas específicas. Pero el año 500 vino y se fue… y nada ocurrió.
Muchos siglos después, en 1844, los mileritas vendieron sus pertenencias y esperaron en los techos — solo para vivir lo que se conoce como la “Gran Decepción”. Un predicador bautista llamado William Miller estudió las profecías bíblicas (especialmente Daniel 8) y calculó que Jesús regresaría entre el 21 de marzo de 1843 y el 21 de marzo de 1844.
Daniel 8:14 (NTV) «Tomará dos mil trescientos días; después el santuario será restaurado».
William Miller interpretó los “2,300 días” mencionados en Daniel como años, y fechó el inicio en el año 457 a.C., creyendo que culminaría con la segunda venida de Jesús en 1844. Cuando pasó la fecha sin incidentes, la ajustó al 22 de octubre de 1844. Como Jesús no regresó, ese día fue conocido como “La Gran Decepción”.
Muchos perdieron la fe por completo, mientras que otros formaron nuevos movimientos religiosos, incluido lo que eventualmente se convertiría en la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Tras la Gran Decepción, un pequeño grupo — que más tarde incluiría a Elena G. de White — reinterpretó lo sucedido. Según ellos, Miller acertó con la fecha, pero se equivocó de evento.
El 22 de octubre de 1844 no fue la segunda venida, sino el inicio del ministerio celestial final de Cristo en el santuario celestial, doctrina conocida como el “Juicio investigador”. Esta enseñanza se convirtió en la piedra angular de lo que oficialmente se organizó como la Iglesia Adventista del Séptimo Día en 1863. ¡Hoy cuenta con más de 20 millones de miembros en todo el mundo!
En 1988, un libro titulado 88 razones por las que el rapto ocurrirá en 1988 vendió millones de copias — pero Jesús no regresó. Fue escrito por Edgar Whisenant, un ex ingeniero de la NASA. El folleto vendió 4.5 millones de ejemplares, y Whisenant declaró: “Solamente si la Biblia está equivocada, yo estoy equivocado.” Spoiler: estaba equivocado. Después revisó su predicción a 1989, luego a 1993, después a 1994, y finalmente a 1997. Cada vez, la fecha pasó sin incidentes.
Más recientemente, influenciadores en redes sociales e incluso algunos pastores han vinculado el fin de los tiempos con lunas de sangre, guerras, elecciones políticas y crisis económicas. Plataformas como TikTok y YouTube han amplificado estas voces, creando contenido viral sobre el fin — contenido que, muchas veces, carece de profundidad bíblica.
Pero mira cómo Pablo trata el tema: No alimenta teorías conspirativas ni especulación exagerada. La historia demuestra algo muy claro: todo el que predice una fecha para el regreso de Cristo termina equivocado. Jesús mismo dijo que nadie sabe el día ni la hora (Mateo 24:36).
Nuestra tarea no es adivinar cuándo, sino vivir como si pudiera suceder en cualquier momento. El punto de Pablo es este: Saber vivir ante la realidad del Día del Señor.
1 Tesalonicenses 5:2-3 (NTV) Ustedes saben muy bien que el día del regreso del Señor llegará inesperadamente, como un ladrón en la noche. 3 Cuando la gente diga: «Todo está en paz y tranquilo», entonces vendrá el desastre sobre ellos, de repente, como los dolores de parto de una mujer embarazada. No podrán escapar.
“El Día … del Señor” En el Antiguo Testamento, “el Día del Señor” se refiere a un momento futuro en el que Dios intervendrá en la historia para establecer su reinado, derrotar el mal y comenzar la restauración.
Jeremías 46:10 (NTV) Este es el día del Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales, un día de venganza contra sus enemigos.
Joel 2:1 (NTV) ¡Toquen la trompeta en Jerusalén! ¡Den la alarma en mi monte santo! ¡Que todos tiemblen de miedo porque el día del Señor se aproxima!
Recuerda lo que vimos la semana pasada: la trompeta sonará antes del rapto.
Joel 2:31-32 (NTV) El sol se oscurecerá y la luna se tornará roja como la sangre antes de que llegue el grande y terrible día del Señor. 32 Pero todos los que invoquen el nombre del Señor serán salvos…
Pedro predicó este versículo en su primer sermón, el Día de Pentecostés. Desde entonces, el concepto del Día del Señor ha sido central en la enseñanza bíblica. Este día tiene dos lados: juicio para los incrédulos y salvación para los creyentes. Cuando Pablo menciona el Día del Señor en 1 Tesalonicenses 5, no está introduciendo una idea nueva, sino mostrando cómo esa antigua promesa se cumple plenamente en la persona de Jesús.
Pero surge una pregunta importante: ¿qué pasa con los creyentes gentiles en Tesalónica? Ellos no tenían ninguna categoría previa para entender el “Día del Señor” como lo enseñaban las Escrituras judías. Su religión pagana se centraba en apaciguar a los dioses, mantener el orden y buscar prosperidad — no en un Dios santo que interviene en la historia para traer juicio y salvación.
A pesar de que Pablo estuvo poco tiempo en Tesalónica, ya les había enseñado sobre el Día del Señor (ver 1 Tesalonicenses 5:1-2, “ustedes saben muy bien…”). Aunque eran nuevos creyentes, Pablo les dio una introducción a la teología del Antiguo Testamento, reconfigurada en torno a Cristo. Les mostró que este Dios no solo es justo y santo, sino también cercano y redentor.
Y nuevamente, Pablo no está especulando ni exagerando. Su enseñanza es clara y práctica. Su punto es doble: nadie sabe la fecha, así que no vale la pena perder el tiempo tratando de adivinarla; y siempre debemos estar listos, viviendo con fe, esperanza y expectativa.
1 Tesalonicenses 5:4-8 (NTV) Pero ustedes, amados hermanos, no están a oscuras con respecto a ese día, para que los sorprenda como un ladrón. 5 Todos ustedes son hijos de la luz y del día. No pertenecemos a la oscuridad ni a la noche, 6 por lo tanto, manténganse alerta, no dormidos como los demás. Permanezcan atentos y sobrios. 7 La noche es el momento en que la gente duerme y los borrachos se emborrachan, 8 pero los que vivimos en la luz debemos estar lúcidos, protegidos por la armadura de la fe y el amor, y usando como casco la esperanza confiada de la salvación.
Esta es la parte práctica. Una exhortación sencilla pero profunda para todos nosotros — especialmente para quienes disfrutan estudiar temas escatológicos. Está bien explorar todo ese contenido adicional: pretribulación, midtribulación, postribulación, el reino milenial, el dispensacionalismo… Es enriquecedor descubrir lo que creemos y entender las distintas posturas.
Pero lo más importante es mantener lo esencial en primer plano. No te sumerjas tanto en las teorías que pierdas de vista lo principal: Jesús viene de nuevo. Esa es la verdad que debe sostenernos.
Así que mantente preparado. Y también esperanzado. Porque nuestra fe no está en fechas ni esquemas, sino en una persona viva: Cristo, nuestro Salvador.
1 Tesalonicenses 5:9-11 (NTV) Pues Dios no nos eligió para derramar su enojo sobre nosotros, sino para salvarnos por medio de nuestro Señor Jesucristo. 10 Cristo murió por nosotros para que, ya sea que estemos vivos o muertos cuando regrese, podamos vivir con él para siempre. 11 Así que anímense y edifíquense unos a otros, tal como ya lo hacen.
Para los creyentes, el Día del Señor es algo bueno—es la esperanza que sostiene la fe en medio de la oscuridad. Recuerda lo que Pedro predicó: “Todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.” No hay distinción: todos—judíos, gentiles, ricos, pobres, rotos, restaurados—pueden ser salvos por Jesús.
Ese día está por venir. Jesús regresará con poder y gloria. Para algunos, será aterrador… un momento de juicio y verdad revelada. Pero para quienes están en Él, será liberador. El fin del dolor. El inicio de la eternidad. Para los que están en Cristo, no es algo para temer, sino algo para anhelar.
¿Estás tú listo para el Día del Señor? Ese día no será como cualquier otro. No se trata de una teoría ni de una metáfora: es una realidad que se aproxima. ¿Estás preparado para encontrarte con el Dios justo y misericordioso?
Para los que están en Cristo, será el inicio de la eternidad con Él. Para quienes aún no lo conocen, hoy sigue siendo el día de salvación. Jesús no vino a condenar al mundo, sino a salvarlo. Él te llama, no porque seas perfecto, sino porque te ama.
Si nunca has entregado tu vida a Jesús como tu Salvador, este es el momento. No porque haya miedo, sino porque hay esperanza. Él murió por ti, resucitó por ti y te ofrece vida eterna. No lo rechaces. No lo postergues. Invócalo hoy. Cree en Él. Camina con Él. Y estarás listo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cómo afecta tu perspectiva del regreso de Cristo el saber que el Día del Señor incluye tanto juicio como salvación?
- ¿Cuáles son algunas distracciones o hábitos que podrían hacer que un creyente “se duerma” espiritualmente, y cómo podemos protegernos contra ellos?
- ¿Cuáles son algunas maneras en que los creyentes hoy pueden evitar caer en la especulación y el sensacionalismo sobre los últimos tiempos?
- Pablo dice que debemos ponernos “la armadura de la fe y el amor” y “el casco de la salvación.” ¿Cómo se vería eso en tu vida diaria?
- ¿Quién en tu vida necesita ánimo sobre la esperanza que tenemos en el regreso de Jesús? ¿Cómo puedes fortalecerlo esta semana?
- Si Jesús regresara hoy, ¿qué esperarías que Él te encontrara haciendo?