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Puntos de conversación:
- La fase 1 del ataque de Satanás es la oposición. Satanás se opone activamente a la obra de Dios. 1 Tesalonicenses 2:17-20, 1 Tesalonicenses 3:1-3
- Las tres estrategias que usa Satanás para que su fase #1 de ataque triunfe y así “devorar” al cristiano: (1) desánimo y sufrimiento, (2) tentación y los viejos patrones y (3) la separación de la comunidad.
- La fase 2 del ataque de Satanás es la victoria. La realidad es esta: Satanás puede salir victorioso sobre ti, pero su victoria es evitable. 1 Tesalonicenses 3:4-8
La semana pasada vimos que la Palabra de Dios no sólo te informa; te expone. En otras palabras, saca a la luz hasta lo más profundo de ti y es tu decisión aceptarla o rechazarla. Algunos escuchan el evangelio y lo reciben, se someten a él. Otros se resisten activamente, se burlan o incluso intentan deshacer los propósitos de Dios. Esto era cierto en tiempos bíblicos y sigue siendo cierto hoy.
Hoy veremos que no son sólo las personas las que trabajan contra Dios. Satanás también lo hace. Así que te pregunto, sabes ¿Cuál es la táctica de Satanás y cuáles son sus estrategias para llevarla a cabo?
Satanás solo tiene una gran táctica: hacerte caer. Pero lo hace paso a paso, disfrazado de múltiples estrategias. Él no es creativo, es predecible. Él todavía trabaja como lo hacía hace 2000 años, así que prestemos atención a lo que nos dice la Biblia.
1 Pedro 5:8 (NTV) ¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar.
Te doy un ejemplo: Un grupo de excursionistas subía por una montaña rodeada de árboles y neblina. Disfrutaban del paisaje, distraídos, sin notar que, desde lo alto, un león los observaba silencioso, esperando que uno se apartara del grupo. No rugía, no atacaba, solo acechaba esperando el momento oportuno para atacar.
Así actúa nuestro enemigo el diablo; no siempre de forma ruidosa, pero sí constante, esperando momentos de descuido espiritual para atacar. Por lo tanto debes estar consciente del peligro real que enfrentas; por eso hoy hablaremos de dos fases de ataque de Satanás y tres estrategias específicas que usa para devorarte.
Pero antes de llegar al texto, es necesario saber esta verdad: Satanás es real, no un personaje de dibujos animados. Jesús mismo tuvo un encontronazo con Satanás (Mateo 4:1-11). La Iglesia Primitiva tomó a Satanás en serio (Hechos 5:3). Pedro, Pablo y Juan se refieren a Satanás en sus escritos del NT.
Apocalipsis 20:10 (NTV) Después el diablo, que los había engañado, fue lanzado al lago de fuego que arde con azufre…
¡Satanás no quiere que creas en él! Pero ten por seguro que si es real. Abramos con la primera fase de ataque de Satanás.
La fase 1 del ataque de Satanás es la oposición. Satanás se opone activamente a la obra de Dios.
1 Tesalonicenses 2:17-18 (NTV) Amados hermanos, después de estar separados de ustedes por un breve tiempo (aunque nuestro corazón nunca los dejó), hicimos todo lo posible por regresar, debido a nuestro intenso anhelo de volver a verlos. 18 Teníamos muchas ganas de visitarlos de nuevo, y yo, Pablo, lo intenté una y otra vez, pero Satanás nos lo impidió.
Esta es la primera vez que Pablo menciona a Satanás en sus escritos. Lo hace otras 6 veces. La próxima vez que lo mencione será en 2 Tes. El meollo del asunto que Pablo quiere dejar claro es que Satanás se opone activamente a la obra de Dios. Eso es literalmente lo que significa su nombre: “adversario”. Además, la palabra griega original usada para “impidió” o “estorbó” es ἐνέκοψεν (enekopsen), que viene del verbo enkoptō. Este término tiene raíces en un uso militar muy concreto: se refiere a la acción de destruir un camino o levantar barricadas para obstaculizar el avance de un ejército enemigo. ¿Cómo se los impidió Satanás?
- Podría haber sido espiritual.
1 Tesalonicenses 2:15-16 (NTV) Pues algunos de los judíos mataron a los profetas, y otros incluso mataron al Señor Jesús. Ahora también nos han perseguido a nosotros. Ellos no agradan a Dios y actúan en contra de toda la humanidad 16 al tratar de impedir que prediquemos la Buena Noticia de salvación a los gentiles. …
- Podría haber sido legal
Hechos 17:9 (NTV) Así que los funcionarios obligaron a Jasón y a los otros creyentes a pagar una fianza y luego los soltaron.
Esto parece una orden judicial.
Pudo ser por motivos médicos
2 Corintios 12:7 (NTV) …Así que, para impedir que me volviera orgulloso, se me dio una espina en mi carne, un mensajero de Satanás para atormentarme e impedir que me volviera orgulloso.
Aprende a discernir esta primera fase del ataque de Satanás: la oposición. A él le encanta hacer esto, especialmente con los nuevos creyentes. Aquí tengo que hablar de
Las tres estrategias que usa Satanás para que su fase #1 de ataque triunfe y así “devorar” al cristiano: (1) desánimo y sufrimiento, (2) tentación y los viejos patrones y (3) la separación de la comunidad.
Cuidado con las tres estrategias predecibles de Satanás:
1. Desánimo y sufrimiento: El enemigo sabe que si logra quebrar tu ánimo, puede frenar tu avance. Utiliza el dolor, la frustración y la oposición para sembrar dudas sobre el llamado de Dios o su fidelidad. Como Pablo, quizás sigues comprometido con el evangelio, pero estás siendo “atormentado” por una espina que te debilita, o tienes problemas legales o estás pasando por pruebas espirituales. Pero que te quede claro: El sufrimiento no siempre significa derrota, pero Satanás quiere que lo interpretes así.
2. Tentación y los viejos patrones: Satanás rara vez usa estrategias nuevas. Su arma favorita es la tentación, disfrazada de lo que ya funcionó antes: tus antiguos hábitos, pensamientos tóxicos, miedos o pecados. Quiere que regreses a cadenas que ya te habían sido rotas. Su meta no es solo hacerte tropezar, sino detener el avance que estabas logrando.
Por eso, estar alerta es también reconocer las viejas rutas de caída o sea aquellas estructuras mentales, emocionales o espirituales que parecen parte de ti pero en realidad son cadenas disfrazadas. La tentación apunta directo a tus puntos ciegos. Si no lo haces, puedes terminar cediendo no por falta de fuerza, sino por falta de vigilancia.
3. Separación de la comunidad: Nada complace más al enemigo que un creyente aislado. Como un depredador que estudia al rebaño, Satanás va tras el rezagado: el que se aleja, el que deja de congregarse, el que se convence de que puede pelear solo. Pero déjame decirte que el aislamiento nunca es casual. Hay una guerra espiritual detrás de cada desconexión. Por eso Pablo deseaba con intensidad volver a ver a los tesalonicenses, pero Satanás lo impidió (1 Tes. 2:18). Pablo sabía que un cristiano desconectado de la manada, mejor dicho del rebaño, era presa fácil para Satanás que anda buscando como devorarnos. El corazón de Pablo se rompía por ellos. Porque él ha estado separado de ellos. Y eso es obra de Satanás.
Ahora, después de esta pausa para exponer tres estrategias de Satanás para destruir a los creyentes, concluyamos con la fase 1 de su ataque y pasemos a los versículos 19-20 para seguir leyendo el relato de Pablo después de enterarnos de su desesperación por volver a estar con los hermanos de Tesalónica.
1 Tesalonicenses 2:19-20 (NTV) Después de todo, ¿qué es lo que nos da esperanza y alegría?, ¿y cuál será nuestra orgullosa recompensa y corona al estar delante del Señor Jesús cuando él regrese? ¡Son ustedes! 20 Sí, ustedes son nuestro orgullo y nuestra alegría.
Aunque Satanás intentó impedir el reencuentro entre Pablo y los tesalonicenses, no logró apagar lo que Dios había establecido entre ellos: un vínculo espiritual cargado de significado y esperanza futura. Pablo no solo quería verlos por afecto personal—¡ellos eran su corona!
También quería enseñarles que hay que mantenerse firme sabiendo lo que el enemigo intenta detener es precisamente lo que más vale la pena proteger: Tu llamado porque es la expresión única de la misión que Dios te ha confiado. Tu comunidad espiritual porque en ella creces, sirves y eres fortalecido. Tu recompensa futura porque no es momentánea ni superficial, sino eterna y gloriosa en la presencia de Cristo. La intensidad del ataque revela el valor del objetivo. Si Satanás se empeña en estorbar tu camino, es porque lo que llevas dentro es demasiado peligroso para su reino. Esto se ve claramente en el relato que estamos viendo de Pablo:
1 Tesalonicenses 3:1-3 (NTV) 11 Por último, cuando ya no pudimos soportarlo más, decidimos quedarnos solos en Atenas 2 y enviamos a Timoteo para que los visitara. Él es hermano nuestro y colaborador de Dios en la proclamación de la Buena Noticia de Cristo. Lo enviamos a ustedes para que los fortaleciera, los alentara en su fe 3 y los ayudara a no ser perturbados por las dificultades que atravesaban; pero ustedes saben que estamos destinados a pasar por tales dificultades.
A Pablo se le presentaron mil y una traba para poder regresar con los hermanos tesalonicenses. Ellos estaban pasando muchos problemas como vimos. Pero aviso: Satanás mismo trajo las dificultades. Sin embargo, el antídoto de Pablo no es deshacerse de los problemas. De alguna manera, Dios permite que Satanás traiga dificultades. Puede que nunca comprendamos esto del todo. Sabemos que en parte es para probar nuestra fe.
Si la solución no es eliminar las dificultades, ¿qué propone entonces? Pablo les dice que les mandó a Timoteo para que se fortalecieran, alentaran y no se dejaran perturbar por las dificultades a las que estamos destinados a pasar. Pablo no dice: “Oremos para que haya menos problemas”. En cambio, la solución que presenta es la resiliencia espiritual; es decir, mantenerse firmes y perseverar en frente a las dificultades.
Entonces, para resumir la fase 1 del ataque de Satanás: Él traerá oposición; estás destinado a ello. Léete el libro de Job para que te convenzas. Además, lee Mateo 4. Sin embargo, si no resistes y te mantienes firme en medio de la oposición, corres el riesgo de caer en su siguiente jugada: la victoria sobre tu vida. Y es que:
La fase 2 del ataque de Satanás es la victoria. La realidad es esta: Satanás puede salir victorioso sobre ti, pero su victoria no es inevitable.
1 Tesalonicenses 3:4-5 (NTV) Aun cuando estábamos con ustedes, les advertimos que las dificultades pronto llegarían, y así sucedió, como bien saben. 5 Por esta razón, cuando ya no pude más, envié a Timoteo para averiguar si la fe de ustedes seguía firme. Tenía miedo de que el tentador los hubiera vencido y que nuestro trabajo hubiera sido en vano.
Ahí está de nuevo: “el tentador” (es decir, Satanás). Y es que si, Satanás puede salir victorioso sobre ti. No porque tenga más poder que Dios, sino porque encuentra lugar cuando bajamos la guardia. Si logra que sucumbas al desánimo, caigas en patrones antiguos o te desconectes de la comunidad, entonces pasa de oponerte a conquistarte.
Esa es la fase dos de su estrategia: no solo detenerte, sino derribarte. Pero su victoria no es inevitable. Si conoces su plan, puedes contraatacar. Entonces, ¿cuál fue el informe de Timoteo? ¿Llegó Satanás a la fase 2 con los nuevos creyentes tesalonicenses?
1 Tesalonicenses 3:6-8 (NTV) Pero ahora Timoteo acaba de regresar y nos trajo buenas noticias acerca de la fe y el amor de ustedes. Nos contó que siempre recuerdan nuestra visita con alegría y que desean vernos tanto como nosotros deseamos verlos a ustedes.
Un momento de alivio y gozo para Pablo, después de tanta preocupación ¡Alabado sea Jesús! Ellos tenían fe, amor, alegría y hambre espiritual (desean vernos tanto como nosotros deseamos verlos a ustedes). Verdaderamente es bastante increíble que quieran verlos. La última vez que vieron a los apóstoles, tuvieron dificultades (problemas) y sufrimiento. Pero aun así quieren que vuelvan.
1 Tesalonicenses 3:7-8 (NTV) Así que, amados hermanos, en medio de nuestras dificultades y sufrimientos hemos sido muy animados porque han permanecido firmes en su fe. 8 Nos reaviva saber que están firmes en el Señor.
Esto claramente nos muestra que la oposición satánica NO es inevitablemente una victoria satánica. Satanás vendrá contra ti, pero Satanás NO tiene por qué ganar. Dios nos da todo lo que necesitamos para mantenernos firmes, incluso cuando los tiempos son difíciles. Siempre mantengamos las siguientes palabras en mente cuando pasemos pruebas, tentaciones y sufrimientos:
Romanos 16:20 (NTV) El Dios de paz pronto aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes…
Esta es una promesa poderosa que cierra con esperanza la lucha espiritual: el enemigo será vencido, y no solo por Dios, sino bajo tus pies. Entonces, estemos siempre alerta ante las maquinaciones de Satanás, pero también mantengamos la confianza en la victoria que ya tenemos en Jesús. Jesus ya venció al diablo en la cruz. Mantengámonos firmes porque ya sabemos el futuro: Jesús gana, Satanás pierde.
Satanás ataca en fases: primero con oposición —sufrimiento, tentación, aislamiento— para frenar tu avance espiritual. Si no resistes, pasa a la segunda fase: la victoria. Su objetivo es vencerte desde dentro, debilitando tu fe y haciendo que todo parezca en vano. Pero su victoria si se puede evitar. Dios ha provisto todo lo necesario para mantenerte firme. Como los tesalonicenses, puedes resistir. Y la promesa permanece: el Dios de paz aplastará a Satanás bajo tus pies (Rom. 16:20). Así que no retrocedas; mantente en amor, alegría y con hambre espiritual como los tesalonicenses.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Según 1 Tesalonicenses 2:17-20, ¿cómo se describe la oposición de Satanás a la obra de Dios en la vida de los creyentes?
- ¿Qué significa que Satanás use el desánimo y el sufrimiento como una estrategia en la fase 1 de su ataque? ¿Cómo podemos identificar esta estrategia en nuestra vida diaria?
- ¿Por qué los viejos patrones y la tentación son herramientas efectivas que Satanás utiliza para alejarnos de Dios? ¿Qué pasos prácticos podemos tomar para resistirlas?
- ¿Cómo afecta la separación de la comunidad cristiana a nuestra fe y resistencia espiritual? ¿Qué podemos hacer para mantenernos conectados con otros creyentes?
- En la fase 2 del ataque de Satanás, ¿qué significa que él puede salir victorioso sobre un cristiano? ¿Qué señales podrían indicar que estamos cediendo terreno al enemigo?
- Según 1 Tesalonicenses 3:4-8, ¿qué recursos o promesas nos da Dios para evitar que Satanás tenga la victoria final sobre nosotros?