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Puntos de conversación:
- Las personas tóxicas se dejan llevar por la inseguridad. Saúl no soportó el éxito de David. Sus celos revelaron un profundo temor interno a ser reemplazado. 1 Samuel 18:6-9
- El enemigo usa a las personas tóxicas. Debido a que Saúl rechazó la autoridad de Dios, se expuso al tormento espiritual. 1 Samuel 19:9-10. Romanos 1:28. 1 Timoteo 1:19-20
- Las personas tóxicas se creen sus propias mentiras. Saúl manipuló los hechos para hacerse la víctima y vilipendiar a David. 1 Samuel 22:7-8. Juan 8:44
- Las personas tóxicas se destruyen a sí mismas y, a veces, a quienes las rodean. La vida de Saúl terminó en tragedia, llevándose consigo a sus hijos y compañeros cercanos. 1 Samuel 31:1-6
- La respuesta de David a Saúl nos da dos maneras saludables de lidiar con las personas tóxicas:
- No te vengues. Confía en Dios con justicia. 1 Samuel 26:23-24. Romanos 12:18
- Aprende a alejarte. A veces, lo más saludable que puedes hacer es poner un límite y huir. 1 Samuel 19:10. 1 Samuel 27:1. 2 Timoteo 4:14-15
¿Alguna vez te has encontrado caminando con pies de plomo con alguien? o como se dice en inglés “caminando sobre cáscaras de huevos”. ¿Alguna vez te has preguntado por qué una relación que comenzó con tantas promesas poco a poco se convirtió en una fuente de estrés, confusión o incluso miedo? A veces esta persona empieza siendo tu mayor apoyo y termina siendo tu peor enemigo. Es posible que un día te elogie y al día siguiente te menosprecie. Podría pretender fortalecerte mientras conspira en secreto para derribarte. Si alguna vez has experimentado este tipo de relación, no estás solo.
Hoy nos sumergimos en la historia de una de las figuras más trágicas de la Biblia: el rey Saúl. Saúl fue el primer rey de Israel. Fue ungido por Dios, elegido por el pueblo y lleno de potencial. Pero en lugar de liderar con humildad y fe, Saúl se convirtió en un líder tóxico cuya vida estaba impulsada por los celos, el miedo, la manipulación y la obsesión, especialmente hacia un joven llamado David.
Al estudiar el comportamiento tóxico de Saúl, descubriremos cómo funcionan las personas tóxicas: qué los impulsa, cómo manipulan y por qué a menudo se autodestruyen. Lo más importante, cómo nosotros, como seguidores de Cristo, podemos reconocerlo, responder sabiamente y proteger nuestro corazón.
Hoy vamos a ver 4 características de una persona tóxica. Estos no son los únicos rasgos de una persona tóxica. Y no todas las personas tóxicas cumplen todos estos requisitos. Tal vez solo uno o dos pero eso es suficiente para volverlos tóxicos. ¡El rey Saúl las tuvo todas! Es un personaje con un final trágico.
A medida que avanzamos en la historia, haz dos cosas: primero, considera si la persona tóxica que conoces marca las casillas. Segundo, considera si TÚ marcas la casilla o casillas porque la verdad es que todos somos un poco tóxicos. Quizás Dios te abra los ojos a tus propias luchas. Al final, te mostraré la respuesta correcta ante una persona tóxica y quizás tengas que ponerla en práctica.
4 características de una persona tóxica:
- Las personas tóxicas se dejan llevar por la inseguridad.
¿Alguna vez has conocido a alguien así? No siempre es obvio. A veces esta cualidad negativa está debajo de la superficie. He notado que incluso pueden ser personas que lo tienen todo bajo control. Todo luce perfecto en sus perfiles sociales para comprender cómo funcionan las personas tóxicas (y cómo manejarlas), debemos comprender qué es lo que les motiva o les mueve. Saúl es un buen ejemplo.
1 Samuel 18:6-9 (NTV) Cuando el ejército de Israel regresaba triunfante después que David mató al filisteo, mujeres de todas las ciudades de Israel salieron para recibir al rey Saúl. Cantaron y danzaron de alegría con panderetas y címbalos. 7 Este era su canto: «Saúl mató a sus miles, ¡y David, a sus diez miles!». 8 Esto hizo que Saúl se enojara mucho. «¿Qué es esto?—dijo—. Le dan crédito a David por diez miles y a mí solamente por miles. ¡Solo falta que lo hagan su rey!». 9 Desde ese momento Saúl miró con recelo a David.
La inseguridad puede hacer que una persona tóxica busque atención constante o validación externa. Como no se sienten suficientes por sí mismas, dependen de la aprobación de los demás, y cuando no la reciben, pueden reaccionar de manera dramática, controladora, manipuladora o incluso destructiva.
También pueden actuar de manera agresiva o crítica, no porque realmente crean que los demás son inferiores, sino porque necesitan derribar a otros para sentirse mejor consigo mismas. Eso es lo que le pasó al rey Saúl. No soporto que las personas admiraran y alabaran a David poniéndolo a él por debajo de este jovencito. Su inseguridad lo llevó a detestar a David hasta el punto de querer verlo muerto. Saúl, en lugar de enfrentar sus propios miedos y fragilidades, culpa y ataca a David.
Esto es muy típico de las personas tóxicas.En vez de reconocer su inseguridad ataca a otros como una forma de distraerse de sus propias debilidades y miedos. En resumen, la inseguridad no siempre hace a alguien tóxico, pero cuando una persona permite que sus miedos dominen sus acciones sin reflexionar, puede terminar afectando negativamente a quienes la rodean.
- Las personas tóxicas son usadas por el enemigo.
No digo esto para señalar con el dedo sino para quitar el telón, para ayudarte a comprender que puede haber más de lo que crees detrás de un comportamiento tóxico. Esta puede ser una forma de guerra espiritual. Jesús quiere relaciones completas y saludables. El enemigo quiere lo contrario. Jesús obra en las personas sanas. Satanás está trabajando en las personas tóxicas como se ve claramente en Saúl.
1 Samuel 19:9-10 (NTV) Pero cierto día, cuando Saúl estaba sentado en su casa con una lanza en la mano, de repente el espíritu atormentador de parte del Señor vino sobre él como antes. Mientras David tocaba el arpa, 10 Saúl le arrojó su lanza, pero David la esquivó y, dejando la lanza clavada en la pared, huyó y escapó en medio de la noche.
¿Qué significa esto del “espíritu atormentador de parte del Señor”? En 1 Samuel 15 se lee que Saúl ya había rechazado la autoridad de Dios. Debido a la obstinada rebelión de Saúl, Dios le quitó Su Espíritu de bendición y protección (1 Samuel 16:14) y permitió que un espíritu atormentador (tal vez una fuerza demoníaca) influyera en él. Era una forma de disciplina o juicio, no que Dios fuera malo. Esto no solo lo vemos en el A.T. sino que también se ve en el N.T.
Romanos 1:28 (NTV) Por pensar que era una tontería reconocer a Dios, él los abandonó a sus tontos razonamientos y dejó que hicieran cosas que jamás deberían hacerse.
1 Timoteo 1:19-20 (NTV) Aférrate a tu fe en Cristo y mantén limpia tu conciencia. Pues algunas personas desobedecieron a propósito lo que les dictaba su conciencia y, como resultado, su fe naufragó. 20 Himeneo y Alejandro son dos ejemplos. Yo los expulsé y se los entregué a Satanás, para que aprendieran a no blasfemar contra Dios.
Lo de “entregarlos a Satanás” no significa literalmente que Pablo los entregó físicamente a Satanás, sino que se refiere a la disciplina espiritual dentro de la comunidad cristiana. En algunos casos, esto podría significar apartar a alguien de la comunidad para que, al experimentar las consecuencias de su conducta fuera del pueblo de Dios, pueda reflexionar y arrepentirse.
En el caso de Saúl, la Biblia menciona que “el espíritu atormentador de parte del Señor” vino sobre él después de que Dios lo rechazó como rey debido a su desobediencia (1 Samuel 16:14). Esto no significa que Dios le envió un espíritu maligno sin razón, sino que permitió que Saúl experimentara angustia y perturbación como consecuencia de su alejamiento de Dios. La falta de su comunión con el Espíritu de Dios lo dejó vulnerable a la desesperación, la ira y la paranoia. Este espíritu despertó en Saúl temor, celos, depresión e ira. En lugar de volverse a Dios arrepentido, Saúl se hundió más profundamente en la locura y la violencia.
- Las personas tóxicas empiezan a creer sus propias mentiras.
A veces, las personas tóxicas se mienten tanto a sí mismas que terminan creyendo sus propias mentiras. Al principio, pueden saber que no están diciendo la verdad, pero con el tiempo, repiten sus engaños tantas veces que los aceptan como realidad.
¿Por qué pasa esto? Porque admitir que han mentido significaría reconocer sus errores, y eso sería incómodo. En lugar de aceptar la verdad, prefieren justificar su mal comportamiento para no sentirse culpables.
Cuando alguien empieza a creer sus propias mentiras, pasa lo siguiente: Siempre se ven como la víctima y nunca aceptan responsabilidad por sus acciones. Inventan historias para manipular a los demás y hacer que todo parezca estar a su favor. Se rodean de gente que les cree sin cuestionar o que no quiere confrontarlos. Si alguien los enfrenta con la verdad, se enojan o dicen que los están atacando.
Es como si construyeran su propio mundo de fantasía, donde ellos son los héroes y todos los demás son los malos. Esto puede ser peligroso, porque si una persona tóxica te arrastra a su versión falsa de la realidad, podrías empezar a dudar de ti mismo o sentirte culpable por cosas que no hiciste. Mira como se ve este rasgo en Saúl:
1 Samuel 22:7-8 (NTV) —¡Escuchen bien, hombres de Benjamín!—les gritó Saúl a sus oficiales al oír las noticias—. ¿Acaso ese hijo de Isaí les ha prometido a cada uno de ustedes campos y viñedos? ¿Les ha prometido a todos hacerlos generales y capitanes de su ejército? 8 ¿Es por eso que han conspirado contra mí? Pues ninguno de ustedes me avisó cuando mi propio hijo hizo un pacto solemne con ese hijo de Isaí. Ni siquiera sienten lástima por mí. ¡Imagínense! ¡Mi propio hijo incita al hijo de Isaí para que me mate, tal como está tratando de hacer hoy mismo!
Este pasaje de la Biblia muestra cómo el rey Saúl se dejó llevar por su inseguridad y paranoia, hasta el punto de creer sus propias mentiras. En lugar de aceptar que Dios había escogido a David como futuro rey, Saúl se convenció de que todos estaban conspirando contra él, incluyendo su propio hijo, Jonatán.
Mira cómo actúa: primero, se hace la víctima. Saúl dice: “Ni siquiera sienten lástima por mí”. Está manipulando a los demás para que se sientan culpables por no apoyarlo. Muchas personas tóxicas usan esta táctica para controlar a quienes las rodean. Después, distorsiona la verdad. Afirma que David quiere matarlo, cuando en realidad, David estaba tratando de evitar el conflicto y es él quien quiere matarlo. Saúl presenta la historia de manera exagerada para que todos crean que él es el héroe y David el villano. Por último, miente sobre los motivos de los demás. Insinúa que David les ha prometido riquezas y posiciones de poder, cuando en realidad es Saúl quien ha usado estas cosas para manipular a su gente.
Este es un claro ejemplo de cómo una persona tóxica puede convencerse de que su versión de la historia es la única verdadera, aunque los hechos digan lo contrario. Saúl se obsesiona con esta mentira y empieza a actuar basándose en ella, lo que lo lleva a tomar malas decisiones.
Es importante aprender a identificar estas actitudes en las personas que nos rodean. Cuando alguien manipula, distorsiona la realidad o usa el sentimiento de culpa para controlar a otros, es señal de que puede estar atrapado en su propio engaño. Saber esto nos ayuda a protegernos y evitar caer en su juego.
- Las personas tóxicas se destruyen a sí mismas.
1 Samuel 31:1-6 (NTV) Ahora bien, los filisteos atacaron a Israel, y los hombres de Israel huyeron ante ellos. Mataron a muchos en las laderas del monte Gilboa. 2 Los filisteos cercaron a Saúl y a sus hijos, y mataron a tres de ellos: Jonatán, Abinadab y Malquisúa. 3 La batalla se intensificó cerca de Saúl, y los arqueros filisteos lo alcanzaron y lo hirieron gravemente. 4 Con gemidos, Saúl le dijo a su escudero: «Toma tu espada y mátame antes de que estos filisteos paganos lleguen para atravesarme, burlarse de mí y torturarme». Pero su escudero tenía miedo y no quiso hacerlo. Entonces Saúl tomó su propia espada y se echó sobre ella. 5 Cuando su escudero vio que Saúl estaba muerto, se echó sobre su propia espada y murió junto al rey. 6 Así que Saúl, sus tres hijos, su escudero y sus tropas murieron juntos en ese mismo día.
El rey Saúl es un ejemplo de cómo las personas tóxicas pueden destruirse a sí mismas con el tiempo. En vez de cambiar, Saúl pasó años tomando malas decisiones y dejando que sus celos, miedo y obsesión con David lo dominaran. Esto lo llevó a perder todo: su familia, su reino y su propia vida.
En este pasaje vemos como los filisteos atacan a Israel, y Saúl se encuentra atrapado en una gran derrota. Los guerreros y sus hijos mueren en batalla, y él, gravemente herido, decide quitarse la vida para evitar ser capturado. Saúl se destruye a sí mismo, primero, ignorando las advertencias de Dios. Saúl tuvo muchas oportunidades de corregir su camino, pero decidió seguir igual. Su desobediencia lo dejó vulnerable.
Segundo, se dejó dominar por el miedo y los celos. En lugar de ser un buen líder, pasó demasiado tiempo obsesionado con destruir a David, lo que lo debilitó y lo hizo perder el respeto de su pueblo. Por último, tomó decisiones impulsivas. Como no confiaba en Dios ni en los demás, sus acciones fueron cada vez más destructivas, terminando en el suicido.
Las personas tóxicas pueden lastimar a otros, pero al final, terminan dañándose a sí mismas. Si alguien vive atrapado en la envidia, el resentimiento y la manipulación, con el tiempo perderá lo más importante: su paz, sus relaciones y su propósito. El caso de Saúl es una advertencia de lo que sucede cuando una persona se niega a cambiar y sigue un camino destructivo.
Entonces, ya que hemos visto 4 características de una persona tóxica, pasaremos a ver 2 aspectos clave de la respuesta de David ante la toxicidad de Saúl. De estos dos aspectos aprenderás a cómo responder correctamente ante una persona tóxica.
Cómo responder a las personas tóxicas: 1. No te vengues.
El pasaje que leeremos a continuación refleja el corazón de David y su profundo respeto por Dios y su autoridad. David habla directamente a Saúl después de haber tenido la oportunidad de matarlo, pero decidió no hacerlo.
1 Samuel 26:23-24 (NTV) El Señor da su propia recompensa por hacer el bien y por ser leal, y yo rehusé matarlo, aun cuando el Señor lo puso en mi poder, porque usted es el ungido del Señor. 24 Ahora que el Señor valore mi vida, así como hoy yo he valorado la suya. Que él me rescate de todas mis dificultades.
David tuvo dos oportunidades para tomar el camino fácil y eliminar la amenaza. Se negó a hacerlo en ambos casos y eligió confiar en Dios en lugar de tomar justicia por su propia mano. Aunque Saúl lo perseguía injustamente, David respetó que era el rey ungido y dejó que Dios decidiera su destino. No se vengó de él matándolo, aunque tuvo la oportunidad de hacerlo. En vez de vengarnos, la Biblia nos enseña que debemos vivir en paz:
Romanos 12:18 (NTV) Hagan todo lo posible por vivir en paz con todos.
Como cristianos, somos llamados a vivir en paz con todos, aun con las personas tóxicas. ¡Esto también incluye orar por ellos! La venganza nunca es buena, pero si, a veces tendrás que alejarte de las personas tóxicas por tu salud mental y emocional.
Cómo responder a las personas tóxicas: 2. Aprende a alejarte.
A veces sólo necesitas alejarte o huir como hizo David. En su libro Cuándo alejarse (When to Walk Away), Gary Thomas escribe: “Alejarse no es un fracaso; es un acto de fe. A veces, la acción más cristiana es saber cuándo alejarse.”
¡Jesús también lo hizo! Con los fariseos y con quienes rechazaron su mensaje. No intentes complacerlos. Las personas que buscan complacer a los demás son presa fácil de las personas tóxicas. No seas así. No intentes arreglarlos ya que no es tu trabajo. No intentes controlarlos porque si te esfuerzas demasiado, podrías ser TÚ el tóxico.
No hagas ninguna de esas cosas sino que alejate. David tomó la decisión más importante: huyó de Saúl.
1 Samuel 19:10 (NTV) Saúl le arrojó su lanza, pero David la esquivó y, dejando la lanza clavada en la pared, huyó y escapó en medio de la noche.
¡Huyó por nueve capítulos!
1 Samuel 27:1 (NTV) Pero David seguía pensando: «Algún día Saúl me va a atrapar. Lo mejor que puedo hacer es escapar y vivir entre los filisteos. Entonces Saúl dejará de buscarme en el territorio israelita, y por fin estaré a salvo».
Otro nombre para esto que hizo David es establecer límites. Establecer límites con una persona tóxica es una decisión importante para proteger tu bienestar emocional y mental. Pablo enseña lo mismo en el A.T.:
2 Timoteo 4:14-15 (NTV) Alejandro—el que trabaja el cobre—me hizo mucho daño, pero el Señor lo juzgará por lo que ha hecho. 15 Cuídate de él, porque se opuso firmemente a todo lo que dijimos.
Este versículo refleja la importancia de reconocer cuando alguien actúa de manera perjudicial y tomar medidas para protegerse. Pablo advierte sobre Alejandro, quien le causó daño y se opuso a su mensaje, y aconseja a otros que se cuiden de él. Pablo prácticamente está diciendo que hay que establecer límites con personas tóxicas reconociendo el daño que pueden causar, evitar confrontaciones innecesarias y confiar en que la justicia divina se encargará de las consecuencias.
Así como Pablo no busca venganza, sino que deja el juicio en manos de Dios, establecer límites con personas tóxicas no significa actuar con resentimiento, sino protegerse con sabiduría.
A veces, las personas con actitudes dañinas pueden sobrepasar los límites personales, causando estrés y desgaste emocional. Poner límites saludables implica comunicar de manera clara qué comportamientos no tolerarás. Actúa con firmeza cuando esos límites sean desafiados. Se claro y directo expresando tus límites sin justificarte demasiado. No caigas en provocaciones así que evita entrar en discusiones innecesarias. Sobre todo, prioriza tu bienestar y no sientas culpa por alejarte si es necesario.
Y si después de escuchar este mensaje, te das cuenta de que tú eres el o la tóxica, lo importante es reconocerlo, pedirle perdón a Dios por tu pecado y trabajar en cambiar. Reflexiona y piensa en cómo afectan tus acciones a los demás. Ora y pídele a Dios que te ayude a identificar la causa. A veces la inseguridad o experiencias pasadas te hacen actuar de manera tóxica. Busca apoyo. Habla con alguien maduro en la fe, alguien de confianza o un profesional para dejar de ser tóxico. No sea que termines como Saúl.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?¿Qué rasgos tóxicos te llamaron más la atención y por qué? ¿Los has visto en alguien que conoces?
- ¿Cómo se manifiesta la inseguridad en la vida de alguien, incluso cuando no es evidente
- ¿Cómo puedes discernir cuándo el comportamiento tóxico es de naturaleza espiritual en lugar de solamente emocional o psicológica.
- La toxicidad de Saúl no sólo lo afectó a él mismo, sino también a su familia y a su reino. ¿Cómo podemos evitar que los patrones tóxicos infecten a quienes nos rodean?
- ¿Cómo se siente alejarse de una persona tóxica de una manera cristiana?
- ¿Te cuesta querer arreglar, controlar o complacer a las personas tóxicas? ¿A qué crees que se debe?
- ¿Qué límites podrías necesitar establecer en tu vida ahora mismo?