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¿Existe sólo una iglesia verdadera?
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Puntos de conversación:
- La iglesia no es ni un edificio ni una organización. Es un pueblo, la comunidad de todos aquellos que mantienen una relación salvadora con Dios a través de Jesús. Juan 10:9
- No existe una iglesia verdadera en el sentido de que solo haya una institución o denominación perfecta. Pero hay una iglesia verdadera con “I” mayúscula en cierta manera. Juan 17:20-21, Efesios 4:3-7
- La Biblia utiliza tres analogías para ayudarnos a comprender la importancia de la iglesia: la novia, el cuerpo y la familia. Efesios 4:15-16, 2:19
Varias religiones afirman ser la única iglesia verdadera o el único camino al cielo. Pero ¿qué dice la Biblia? ¿Existe sólo una iglesia verdadera? Y si no, ¿conducen todos los caminos al cielo? Estas son las preguntas que exploraremos hoy. Sin embargo, nos enfocaremos en la siguiente pregunta:
¿Existe sólo una iglesia verdadera?
Antes de responder la pregunta sobre si existe o no una iglesia verdadera, debemos asegurarnos de entender qué es la “iglesia” y qué no es la iglesia. La iglesia no es un edificio. Puedes decir: “Te veré en la iglesia”. o “Nuestro grupo de hombres se reúne en la iglesia”. Pero el edificio en sí no es la iglesia. La iglesia no es una organización ni una denominación. Piensa en todas las denominaciones que existen como la iglesia bautista, metodista, luterano, presbiteriano, Asambleas de Dios, entre muchas otras.
Estimar el número exacto de denominaciones cristianas es un desafío debido a varios factores, incluidos los diferentes criterios sobre lo que constituye una denominación y la existencia de muchas iglesias pequeñas e independientes. ¡Sin embargo, los eruditos y expertos religiosos a menudo citan cifras que van desde 30,000 a 40,000 denominaciones cristianas en todo el mundo! ¿Te lo puedes imaginar? Solo te mencione 5 denominaciones, pero entre cada denominación hay más ramas. Solo en los bautistas hay más de 100 denominaciones y divisiones u organizaciones. Mas no nos referimos a todas estas denominaciones, instituciones ni organizaciones cuando usamos la palabra iglesia. Y es qué:
La iglesia no es ni un edificio ni una organización. Es un pueblo, la comunidad de todos aquellos que mantienen una relación salvadora con Dios a través de Jesús.
Esta definición viene de la serie “Teología sistemática”, tema 10. Si no la has leído, te invito a que lo hagas. Está en nuestra página buscadeDios.org. La palabra iglesia viene del griego ekklesia que significa asamblea de los convocados – convocados o llamados por la proclamación del evangelio a reunirse alrededor de Cristo. En otras palabras, los que han puesto su fe en Jesucristo. Así que cuando decimos la Iglesia con “I” mayúscula, nos referimos a las personas que han respondido al llamado del evangelio. Son aquellos que han respondido con un sí al regalo de la gracia de salvación dada por Jesús. Es más, Jesús lo dijo de la siguiente manera:
Juan 10:9 (NTV) Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos. Entrarán y saldrán libremente y encontrarán buenos pastos.
Jesús está invitando a todos a ser parte de este movimiento. Y a ser parte de su pueblo. De hecho, a través de todo el Antiguo Testamento vemos a Dios llamando a los israelitas a ser parte de su pueblo donde él será su Dios. Aclaro que en el AT testamento no se usa el término ekklesia. Mas para cuando Jesús vino, murió y resucitó y dio la Gran comisión a sus discípulos de empezar su ekklesia o sea su iglesia, él se estaba refiriendo a este cumplimiento del llamado desesperado de Dios desde el AT de “quiero ser tu Dios y quiero que sean mi pueblo. Está convocando a la gente a ser sus hijos. Está llamando a la gente del mundo para que sea su posesión más preciosa.
No existe una iglesia verdadera en el sentido de que solo haya una institución o denominación perfecta. Pero hay una iglesia verdadera con “I” mayúscula en cierta manera.
Entonces, volvamos a nuestra pregunta de hoy: ¿Existe sólo una iglesia verdadera? Si la iglesia es la gente que ha sido llamada por Dios y no una institución o una denominación, entonces en este sentido la respuesta es sí.
Esto es en el sentido de la comunidad global, con letra “I’ mayúscula para iglesia, o sea una comunidad de verdaderos creyentes que han respondido a Jesús y a su mensaje bíblico. Por lo tanto, en este sentido, la respuesta es sí, si hay una sola iglesia verdadera.
Sin embargo, en otro sentido, la respuesta es no. No hay ni una sola iglesia verdadera en el sentido de que sólo hay una institución o una denominación correcta. En otras palabras, una iglesia bautista o metodista no puede decir que son la iglesia verdadera y que para ser salvos hay que bautizarse en su iglesia. Esto no es cierto, ni es una verdad bíblica. No creo que una organización o denominación esté totalmente en lo correcto. Entonces no hay una sola iglesia verdadera si se refiere a una organización, institución o denominación.
Empero, en el sentido que Jesús nos llama e invita a seguirlo y a ser parte de su pueblo, su Iglesia con :”I” mayúscula, respondería que sí. Tú puedes estar en la denominación A o denominación B o C, o sea en una de las 30 mil y más denominaciones, y puedes ser parte de la iglesia con “I” mayúscula si has confiado en Jesús para la salvación.
Al otro extremo, puedes ser parte de una de esas denominaciones y no ser parte de la Iglesia de Cristo. La razón es porque hay gente en nuestras congregaciones que nunca han aceptado a Jesus como su Salvador. No solo por ir a la iglesia cada domingo o por ser miembro de la iglesia o hasta haberte bautizado, si no has aceptado a Jesus como tu Salvador, si no han entrado por la puerta que es Jesús (Juan 10:9). Él lo dijo muy claro: “los que entren a través de mí serán salvos”. En otro pasaje él dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí” (Juan 14:6).
Una vez más, solo los que han venido a Jesús por fe para ser salvos forman parte de la Iglesia verdadera. Por cierto, esta es una advertencia para todos así que te animo que te examines para ver si has puesto tu fe en Jesucristo porque si no lo has hecho no eres parte de su pueblo. No eres parte de la Iglesia. No obstante, Jesús te ha invitado a ser parte de su pueblo; su Iglesia. Él te ha llamado a ser parte de su Iglesia a pesar de tu denominación o la congregación a la que elijas asistir. A Jesús verdaderamente le importa que seas parte de este movimiento global.
Cuando digo “movimiento global” no solo me refiero a todas las naciones, a cada tribu, a cada lengua. Me refiero también a todas las generaciones desde la iglesia primitiva hasta el día de hoy y aun del Antiguo Testamento. Abraham, por ejemplo, no fue parte de ninguna denominación pero él fue llamado por Dios. Él respondió en fe a las promesas de Dios y se le fue contado como justicia. Él es parte de la Iglesia (con “I” mayúscula), como lo fueron Moises y David, al igual que Pablo y Pedro y todos los que han creído en Jesús para salvación sin importar su denominación. Eso quiere decir que tú también eres parte de esa Iglesia si has entrado por la puerta que es Jesús. Si no lo crees, mira lo que oró Jesús antes de irse al cielo:
Juan 17:20-21 (NTV) »No te pido solo por estos discípulos, sino también por todos los que creerán en mí por el mensaje de ellos. Te pido que todos sean uno, así como tú y yo somos uno, es decir, como tú estás en mí, Padre, y yo estoy en ti. Y que ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
¿No es maravilloso que Jesús mismo orara por la Iglesia? Él estaba orando por los discípulos en tiempo real, y por ti, por mi y por cualquiera que cree en su mensaje; en el mensaje de Jesús. Luego, más adelante, Pablo le escribe a la iglesia de Efeso lo siguiente:
Efesios 4:3-7 (NTV) Hagan todo lo posible por mantenerse unidos en el Espíritu y enlazados mediante la paz. Pues hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, tal como ustedes fueron llamados a una misma esperanza gloriosa para el futuro. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, quien está sobre todos, en todos y vive por medio de todos. No obstante, él nos ha dado a cada uno de nosotros un don especial mediante la generosidad de Cristo.
Cuando Pablo escribió esto no había ninguna clase de denominación. Y no es que haya algo de malo con las denominaciones. Algunos piensan que las denominaciones no deberían de existir porque muestra desunidad. Empero, si hay unidad en las denominaciones cristianas aunque existan ciertas diferencias.
Hay unidad siempre y cuando adoren al Jesús verdadero, se tenga la misma fe y un mismo bautizo. Así que no importa si te bautizaste en la iglesia bautista, o en Asambleas de Dios o en una iglesia no denominacional siempre y cuando hayas creído y confiado en el único Señor y Salvador; en el Jesús de la Biblia. Entonces ese es el mismo bautismo. Es el mismo Señor y Padre que adoramos. Puede que haya diferencias en la estructura, la manera que se adora, el liderazgo, etc. No obstante, en lo esencial hay unidad. Un ejemplo de ello son las doctrinas esenciales que todo cristiano o iglesia cree. A continuación te nombro solo 5 doctrinas fundamentales que toda iglesia debe creer.
5 doctrinas que todo cristiano (iglesia) cree:
- La Biblia es la Palabra de Dios. Los cristianos creemos que la Biblia es la palabra infalible de Dios, que es suficiente para todo lo que necesitamos para vivir la vida cristiana (2 Timoteo 3:16-17).
- Dios es tres en uno. Los cristianos creen que hay un Dios que existe eternamente como tres personas (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Las tres personas son iguales y eternas (Mateo 28:19).
- Jesús es plenamente Dios. Los cristianos creen que Jesús es plenamente Dios y plenamente humano como la segunda persona de la Trinidad. Él siempre ha existido como Dios y el mundo fue creado a través de él. Si vas a una iglesia donde no enseñan que Jesus es Dios entonces no están enseñando a Jesús de la Biblia (Juan 1:1-2).
- Somos salvos por la fe en Jesús. Los cristianos creen que toda persona está rota por el pecado y necesita salvación. Somos salvos sólo por gracia a través de la fe en Jesucristo (Efesios 2:8-9). Las obras no te salvan. El bautizo no te salva. Así que si estás en una iglesia que enseña que debes hacer cosas buenas para salvarte, no estás en una iglesia bíblica. Tampoco lo es una iglesia que enseñe que deben bautizarse en esa iglesia para ser salvos. Somos salvos solamente poniendo nuestra fe en Jesús.
- Hay vida después de la muerte. Los cristianos creen que Jesús regresará para establecer su reino y juzgar al mundo. Aquellos que han confiado en Jesús para su salvación vivirán eternamente en el cielo, mientras que otros estarán eternamente separados de la presencia de Dios. Juan 11:25-26
Existen más doctrinas pero estas son las que considero fundamentales para una iglesia. Me gustaría que pienses en la iglesia a la que asistes y analices si tu iglesia está de acuerdo con estas doctrinas fundamentales. Y es que, en las cosas pequeñas puede haber desacuerdos mas no en lo fundamental. Debemos mantenernos bien plantados en las creencias o doctrinas fundamentales de la Biblia.
La Biblia utiliza tres analogías para ayudarnos a comprender la importancia de la iglesia: la novia, el cuerpo y la familia.
Quiero terminar con tres analogías utilizadas en la Biblia para describir la iglesia. Cada una de estas imágenes nos ayuda a comprender la importancia de la iglesia y el porqué debemos ser parte de ella. No quiero que te hagas la idea de que la iglesia no tiene valor porque no hay una denominación o una institución u organización correcta. Es importante respetar el papel de la iglesia y nuestra participación en ella.
Entonces, de acuerdo con la Biblia, la “Iglesia” es, número 1, la novia o la esposa de Cristo (Efesios 5:22-33). Lo que entiendo de este pasaje, entre muchas cosas, es que no hables mal de la iglesia o sea de la novia de Cristo. Es como si alguien hablara mal de mi esposa. Si alguien lo hace, yo tendré que hablar con esa persona seriamente. No estaré de acuerdo con que lo hagan. Es mi novia, mi esposa. ¿Acaso mi esposa es perfecta? No, no lo es. Pero eso no le da derecho a nadie de hablar mal de ella.
Igual pasa con la novia de Cristo. Hay algunos creyentes y no creyentes que hablan mal de la iglesia, la novia de Cristo. Jesús no está de acuerdo con eso. Él sabe que ninguna iglesia es perfecta. Que ninguna denominación lo es. Y está bien porque desde el momento que tú o yo, o cualquier ser humano va a esa iglesia deja de ser perfecta ya que todos somos pecadores. Recuerda, la iglesia es la gente. Gente que ha sido salvada por gracia. Empero la gente que ha sido salvada por gracia sigue siendo imperfecta. Todavía cometemos errores. Por lo tanto, la iglesia es imperfecta pero aun así debemos respetarla y hablar bien de ella.
Jesús ama a su esposa. Él ama su ekklesia. La llamada, porque eso fue lo que hizo. Nos llamó y nos apartó del resto del mundo. Somos su posesión más amada y preciada. Si eres parte de la Iglesia, con “i” mayúscula, tú eres parte de esta posesión más atesorada. Si tu iglesia o denominación guarda las enseñanzas y doctrinas bíblicas entonces es parte de esta Iglesia. Por consiguiente, tratemos a la novia de Cristo con respeto.
La segunda analogía para la iglesia es que es el cuerpo de Cristo.
Efesios 4:15-16 (NTV) En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia. Él hace que todo el cuerpo encaje perfectamente. Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor.
La iglesia no es solo la novia de Cristo. La iglesia es el cuerpo de Cristo. Jesús es la cabeza y nosotros somos el cuerpo. Esta analogía significa que tú debes ser parte de la iglesia local. Aquí y en otras partes del NT, cuando Pablo menciona al cuerpo de Cristo se está dirigiendo a la iglesia local. Lo que Pablo está diciendo es que no solo vayas a la iglesia los domingos y ya. No. Tú debes ser parte del cuerpo de Cristo. Debes buscar un cuerpo local de creyentes e involúcrate. Sirve en tu iglesia. La iglesia no funciona de la manera más saludable posible a menos que todas las partes estén funcionando.
Tienes un papel que desempeñar. Dios te ha dado dones para que los uses en la edificación de la iglesia. (1 Pedro 4:10). Quizás no creas que tu papel es importante, ¡lo es! Apúntate a servir en alguna área de servicio en tu iglesia. Se parte de algún grupo pequeño. Invita a las personas a asistir a los servicios. Háblales de Jesús y discípulalos.
Para los que dicen “las montañas son mi iglesia” o “me siento más cerca de Dios en la naturaleza” dejame decirte que no hay una piedra, un árbol o un arroyo que necesite palabras de aliento, oración o compañerismo de tu parte. Mas si hay alguien en el cuerpo de Cristo, la iglesia, que necesita de ti y de tus palabras de aliento, oración o compañerismo y de tus dones. Los llamados, los que hemos aceptado a Jesús, hemos sido llamados a ser parte del cuerpo de Cristo y a ayudarnos unos a otros.
En tercer lugar,como Iglesia, somos una familia.
Efesios 2:19 (NTV) Así que ahora ustedes, los gentiles, ya no son unos desconocidos ni extranjeros. Son ciudadanos junto con todo el pueblo santo de Dios. Son miembros de la familia de Dios.
Recuerden que la iglesia cristiana salió del judaísmo. En el judaísmo, todo el que no era judio era gentil y estaba fuera de la promesa de Dios. Sin embargo, al empezar la iglesia primitiva, Jesús dejó claro que su Buena Noticia de salvación era para todos y no solo para los judios. Por eso Pablo escribe que ahora los geniales no son unos desconocidos sino ciudadanos del reino y parte de la familia de Dios. Por lo tanto, gente de todas las naciones, razas e idiomas venimos a ser parte de la familia de Dios a través de Jesús. Todos los que aceptan a Jesús vienen a ser parte de esta familia eterna.
Como ocurre con cualquier familia, la comunicación y la conexión son importantes. La Biblia habla de cómo se supone que debemos tratarnos unos a otros. Se nos dice que lloremos con los que lloran y que nos regocijemos con los que se regocijan (Romanos 12:15). Se supone que debemos restaurar amablemente a aquellos que están atrapados en el pecado, asegurándonos de ser humildes y cuidadosos de no caer nosotros mismos en el pecado (Gálatas 6:1). Debemos orar unos por otros (Santiago 5:16). Debemos satisfacer las necesidades físicas unos de otros (1 Juan 3:17).
Entonces, lo que queda por responder es: ¿cómo puedes llegar a ser parte de la iglesia con “I” mayúscula? Volvamos a Juan 10:9.
Juan 10:9 (NTV) Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos….
Jesús nos dice eso a todos. Si quieres ser parte de la Iglesia de Cristo ven a él. Es a través de él que eres salvo. Solo al aceptarlo como tu Salvador y poner tu fe en él puedes ser salvo. Solamente tienes que decirle:
“Jesús reconozco que estoy roto, que he pecado, que he hecho las cosas a mi manera,
pero ahora me arrepiento de todo lo malo que he hecho,
te acepto como Amo y Señor de mi vida.
quiero poner mi fe y mi confianza en ti y confieso mi necesidad de ti.”
La Biblia dice que en el momento que haces eso eres salvo y vienes a ser parte de su iglesia, su pueblo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cómo definen las personas en tu vida de qué se trata la iglesia? ¿Por qué es importante la distinción de que la iglesia no se trata de un edificio u organización sino más bien de las personas?
- Vuelve a leer Efesios 4:3-7. ¿Qué unifica a la iglesia con “i” mayúscula? ¿Qué tiende a suceder cuando la gente empieza a elevar otras cosas por encima de la unidad en Cristo?
- ¿Qué analogía de la Iglesia te habla más y por qué? ¿Qué dones traes al cuerpo de tu iglesia?
- ¿Has confiado en Jesús para la salvación? En caso contrario, ¿qué preguntas aún quedan por responder? En caso afirmativo, ¿cómo ayudarás a otra persona a convertirse en parte de la iglesia con “I” mayúscula?
¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios?
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Puntos de conversación:
- Jesús enseñó que la ley no tiene nada de malo; el problema es la gente. Dios requiere perfección; cualquier cosa menos no funcionará. Mateo 5:17,20,48
- Esto nos deja en un aprieto. Ni siquiera un fariseo podría alcanzar la perfección. Romanos 3:20, Filipenses 3:5-7
- La respuesta se encuentra en la perfección de Jesús. Eso sólo lo obtenemos por fe, y este es un regalo puramente de Dios. Efesios 2:8-9, Romanos 3:21-22
¿Qué pasaría si hubiera una caja que contuviera todas las respuestas a tus preguntas más profundas? Pues eso es lo que trataremos de hacer con nuestra nueva serie “Abriendo la caja: contestando las preguntas que la gente hace”. En las próximas lecciones cubriremos las siguientes preguntas en esta nueva serie de buscadeDIOS.org:
Preguntas religiosas
- ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios?
- ¿Existe sólo una iglesia verdadera?
Preguntas bíblicas
- ¿Es la Biblia un libro más?
- ¿Dios todavía habla a través de los profetas?
Preguntas de la vida
- Si Dios es bueno, ¿por qué existe el mal?
- ¿Qué piensa Dios realmente de las mujeres?
Abramos con la pregunta que estamos sacando de la caja hoy: ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios?
Casi todas las religiones del mundo ofrecen un camino al cielo a través de buenas obras y esfuerzos personales. Algunas religiones incluso incluyen una lista de sacramentos o rituales sagrados mediante los cuales una persona puede merecer la salvación. Sin embargo, el cristianismo es diferente. Según la Biblia, sólo hay una manera de saber si eres lo suficientemente bueno para Dios y no tiene nada que ver con lo que puedes hacer. Antes de ver lo que dice la Biblia, hagamos un rápido estudio de algunas religiones populares del mundo.
El hinduismo. Esta religión no tiene un concepto singular de salvación sino múltiples caminos o yogas, como se le conoce. Estos caminos conducen a la liberación espiritual o moksha del ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento, mejor conocido como el samsara. Estos caminos incluyen la devoción (bhakti), el conocimiento (jnana) y la acción desinteresada (karma yoga), entre otros. La salvación se logra cuando un individuo se da cuenta de su verdadero yo (atman) como uno con la realidad última (Brahman). Entonces, en el hinduismo, la liberación depende de ti.
El budismo. La salvación en el budismo es el cese del sufrimiento y el ciclo de renacimiento, logrado mediante la eliminación del deseo y la ignorancia. En el budismo, el objetivo es alcanzar el nirvana o sea la iluminación siguiendo el Noble Óctuple Sendero que incluye principios como la comprensión correcta, la intención correcta, el habla correcta, la acción correcta, el medio de vida correcto, el esfuerzo correcto, la atención plena correcta y la concentración correcta. Alcanzar el nirvana depende también de TI.
El islam. En el islam, el plan de salvación implica la creencia en la unidad de Dios (Alá) y la profecía de Mahoma. Los musulmanes creen en vivir una vida recta de acuerdo con las enseñanzas del Corán y los Hadith o dichos de Mahoma. La salvación se logra mediante la fe, el arrepentimiento y las buenas obras, siendo la recompensa máxima la entrada al paraíso. La salvación en el Islam no está garantizada únicamente por la fe o las obras, sino que, al final, depende de la misericordia y el juicio de Alá. Los musulmanes se esfuerzan por vivir una vida que agrade a Alá y seguir las enseñanzas del Islam con la esperanza de alcanzar la salvación en el más allá. Ganar el paraíso depende de TI. Esta, y otras religiones, se basan en gran parte en lo que uno puede hacer, “las obras”, para ganar entrada al paraíso, nirvana o la liberación como otras tantas religiones.
Entonces, ¿qué enseña el cristianismo? Para encontrar esa respuesta necesitamos mirar otra religión mundial: el judaísmo. Jesús era judío. El cristianismo surgió del judaísmo. Comprender el vínculo entre esas dos religiones, y específicamente la diferencia clave entre ellas, nos dará la idea que necesitamos para responder nuestra pregunta de hoy.
Perfección
Jesús enseñó que la ley no tiene nada de malo; el problema es la gente. Dios requiere perfección; cualquier cosa menos no funcionará. Esto viene de las palabras de Jesús en su famoso Sermón del monte.
Mateo 5:17 (NTV) »No malinterpreten la razón por la cual he venido. No vine para abolir la ley de Moisés o los escritos de los profetas. Al contrario, vine para cumplir sus propósitos.
Cuando Jesús habla de “la ley y los profetas” se refiere al judaísmo. Te explico el judaísmo en pocas palabras: Dios eligió a Abraham y le hizo algunas promesas (Gén 12). Dios le dio los 10 mandamientos a Moisés. Estas son las reglas para vivir en la tierra prometida a la que estaban a punto de entrar. La gente seguía violando las leyes y no vivía correctamente como lo dice el libro de Jueces.
Jueces 21:25 (NTV) En esos días, Israel no tenía rey; cada uno hacía lo que le parecía correcto según su propio criterio.
En Mateo 5, Jesús básicamente dice: “No hay nada malo en la ley; algo anda mal con la gente”. Por eso dijo:
Mateo 5:20 (NTV) »Les advierto: a menos que su justicia supere a la de los maestros de la ley religiosa y a la de los fariseos, nunca entrarán en el reino del cielo.
Jesús continúa con el sermón enumerando ejemplos en cada área de la vida:
- Han oído “no asesines” (Mateo 5:21-22), pero yo digo aun si te enojas con alguien ya es asesinato en tu corazón.
- Han oído “no cometas adulterio” (Mateo 5: 27-28), pero yo digo que el que mira con pasión sexual ( lujuria) es igual a adulterio en tu corazón.
- Han oído “el castigo debe ser acorde a la gravedad del daño” (Mateo 5:38-39), pero yo digo pon la otra mejilla.
- Han oído “ama a tu prójimo” (Mateo 5:43-44), pero yo digo “ama a tu enemigo”
Luego Jesús termina la sección con esta loca declaración:
Mateo 5:48 (NTV) Pero tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto.
Es una declaración loca porque jamás alcanzaremos la perfección mientras estemos en este cuerpo corruptible. Esto nos pone en un gran aprieto.
El aprieto
Esto nos deja en un aprieto. Ni siquiera un fariseo podría alcanzar la perfección. Y eso que los fariseos eran los grandes líderes religiosos guardadores de la ley. Dios requiere perfección, pero la gente está lejos de ella. El apóstol Pablo explicó esto claramente en su carta a los romanos:
Romanos 3:20 (NTV) Pues nadie llegará jamás a ser justo ante Dios por hacer lo que la ley manda. La ley sencillamente nos muestra lo pecadores que somos.
Esto es una locura porque ¡Pablo solía ser fariseo! Era uno de esos tipos del Sermón del monte del que hablaba Jesús. Estaba tratando de llegar a Dios a través de sus propias obras. Así lo explicó el propio Pablo:
Filipenses 3:5-6 (NTV) Fui circuncidado cuando tenía ocho días de vida. Soy un ciudadano de Israel de pura cepa y miembro de la tribu de Benjamín, ¡un verdadero hebreo como no ha habido otro! Fui miembro de los fariseos, quienes exigen la obediencia más estricta a la ley judía. Era tan fanático que perseguía con crueldad a la iglesia, y en cuanto a la justicia, obedecía la ley al pie de la letra.
En el siguiente versículo quiero usar la NVI, porque nos ayuda a entender mejor lo que Pablo está tratando de decir:
Filipenses 3:7 (NVI) Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo.
Pablo estaba en números rojos y luego conoció a Cristo. Pablo recalcula el valor de toda su ganancia: familia, logros, educación, estatus social y moral. ¡Se da cuenta que el monto total sumaba a una pérdida total! Porque nada se compara a Cristo. Podemos no tener nada aparentemente, pero lo tenemos todo una vez que recibimos a Jesus como nuestro Señor y Salvador en nuestras vidas.
Entonces, si nunca llegaremos a ser lo suficientemente buenos para Dios o sea que no podremos alcanzar la perfección, ¿cuál es la respuesta a nuestra pregunta qué estamos contestando?
El regalo
La respuesta se encuentra en la perfección de Jesús. Eso sólo lo obtenemos por fe, y este es un regalo puramente de Dios. Llegamos a ser lo suficientemente buenos a través de Cristo y el sacrificio que ÉL hizo en la cruz del calvario. No tiene que ver con nada que nosotros hagamos. No depende de TI ni de MI. No es por obras para que nadie se jacte de ganarse la salvación. Es un regalo no merecido que nos da Jesús. Así es como Pablo explicó estas matemáticas a los efesios:
Efesios 2:8-9 (NTV) Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.
Piensa en la palabra “regalo”. ¿Cuánto pagas por un regalo? Exactamente nada. Una vez que lo pagas, ¡ya no es un regalo! Dos cosas sobre un regalo u obsequio. La primera: “ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo“. Si lo hacemos, entonces es una jactancia religiosa. La segunda cosa es que no tenemos que preguntarnos si hemos hecho lo suficiente para merecerlo o si somos lo suficientemente buenos para recibirlo
Este concepto contrasta con el Islam. La salvación en el Islam no está garantizada únicamente por la fe o las obras. Los musulmanes se esfuerzan por vivir una vida que agrade a Alá y a seguir las enseñanzas del Islam con la esperanza de alcanzar la salvación en el más allá. ¡Pero nunca sabrán con seguridad si son salvos! Pero Dios sí nos dice cómo podemos ser salvos:
Romanos 3:21-22 (NTV) Pero ahora, tal como se prometió tiempo atrás en los escritos de Moisés y de los profetas, Dios nos ha mostrado cómo podemos ser justos ante él sin cumplir con las exigencias de la ley. Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere.
Este versículo lo deja muy claro. Podemos ser salvos a través de Jesús porque Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Entonces, la respuesta de la Biblia a la pregunta: ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios? Revela la diferencia entre el cristianismo y cualquier otra religión. El judaísmo, el hinduismo, el budismo y el islam se basan “en obras”. Se trata de lo que TÚ puedes hacer para alcanzar la iluminación, ganar el nirvana y volverte justo.
El cristianismo tiene un mensaje diferente: TÚ no puedes hacer nada para salvarte a ti mismo. ¡La gente lo ha intentado y siempre ha fracasado! Necesitarás la perfección de Jesús. ya que él te ha regalado la salvación. Eso sólo lo obtendrás por fe.
Si tú nunca has puesto tu fe en Jesús, hoy es tu oportunidad de hacerlo. Solo Jesús te puede salvar y hacerte aceptable ante Dios. Es a través de Jesús que podemos ser perfectos porque cuando Dios nos mira a nosotros ve todo el pecado que llevamos encima. No obstante, cuando ponemos nuestra fe en Jesús y aceptamos su regalo de salvación podemos venir delante del Padre. Y él no nos mira a nosotros sino a la perfección de Cristo que nos representa ante un Dios tan Santo. Por lo tanto, sólo a través de Jesús es que podemos llegar a ser lo suficientemente buenos para Dios. Y esto es un regalo de Dios. No hay nada que nosotros podamos hacer para recibirlo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Qué diferencia al cristianismo de otras religiones del mundo? ¿Por qué crees que la gente se inclina a pensar que pueden ganarse el camino hacia Dios?
- Vuelva a leer Jueces 21:25 y Romanos 3:21. La gente hacía lo que bien le parecía. ¿Cómo es que esta idea sigue siendo cierta hoy en día? ¿Cuál fue la razón fundamental por la que Dios nos dio la ley?
- ¿Qué nos dice Efesios 2:8-9 acerca de nuestras obras y nuestra salvación? ¿Cómo has entendido tu propia “bondad” (ser bueno) en el pasado?
- ¿Qué se necesita para ser lo suficientemente bueno para Dios? ¿Has respondido al regalo que ofrece Jesús?
Abriendo la caja: contestando las preguntas que la gente hace
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Abriendo la caja: contestando las preguntas que la gente hace
¿Qué pasaría si hubiera una caja que contuviera todas las respuestas a tus preguntas más profundas? Cubriremos estas preguntas (¡y más!) en esta nueva serie de buscadeDIOS.org.
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- Jesús enseñó que la ley no tiene nada de malo; el problema es la gente. Dios requiere perfección; cualquier cosa menos no funcionará. Mateo 5:17,20,48
- Esto nos deja en un aprieto. Ni siquiera un fariseo podría alcanzar la perfección. Romanos 3:20, Filipenses 3:5-7
- La respuesta se encuentra en la perfección de Jesús. Eso sólo lo obtenemos por fe, y este es un regalo puramente de Dios. Efesios 2:8-9, Romanos 3:21-22
¿Qué pasaría si hubiera una caja que contuviera todas las respuestas a tus preguntas más profundas? Pues eso es lo que trataremos de hacer con nuestra nueva serie “Abriendo la caja: contestando las preguntas que la gente hace”. En las próximas lecciones cubriremos las siguientes preguntas en esta nueva serie de buscadeDIOS.org:
Preguntas religiosas
- ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios?
- ¿Existe sólo una iglesia verdadera?
Preguntas bíblicas
- ¿Es la Biblia un libro más?
- ¿Dios todavía habla a través de los profetas?
Preguntas de la vida
- Si Dios es bueno, ¿por qué existe el mal?
- ¿Qué piensa Dios realmente de las mujeres?
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Casi todas las religiones del mundo ofrecen un camino al cielo a través de buenas obras y esfuerzos personales. Algunas religiones incluso incluyen una lista de sacramentos o rituales sagrados mediante los cuales una persona puede merecer la salvación. Sin embargo, el cristianismo es diferente. Según la Biblia, sólo hay una manera de saber si eres lo suficientemente bueno para Dios y no tiene nada que ver con lo que puedes hacer. Antes de ver lo que dice la Biblia, hagamos un rápido estudio de algunas religiones populares del mundo.
El hinduismo. Esta religión no tiene un concepto singular de salvación sino múltiples caminos o yogas, como se le conoce. Estos caminos conducen a la liberación espiritual o moksha del ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento, mejor conocido como el samsara. Estos caminos incluyen la devoción (bhakti), el conocimiento (jnana) y la acción desinteresada (karma yoga), entre otros. La salvación se logra cuando un individuo se da cuenta de su verdadero yo (atman) como uno con la realidad última (Brahman). Entonces, en el hinduismo, la liberación depende de ti.
El budismo. La salvación en el budismo es el cese del sufrimiento y el ciclo de renacimiento, logrado mediante la eliminación del deseo y la ignorancia. En el budismo, el objetivo es alcanzar el nirvana o sea la iluminación siguiendo el Noble Óctuple Sendero que incluye principios como la comprensión correcta, la intención correcta, el habla correcta, la acción correcta, el medio de vida correcto, el esfuerzo correcto, la atención plena correcta y la concentración correcta. Alcanzar el nirvana depende también de TI.
El islam. En el islam, el plan de salvación implica la creencia en la unidad de Dios (Alá) y la profecía de Mahoma. Los musulmanes creen en vivir una vida recta de acuerdo con las enseñanzas del Corán y los Hadith o dichos de Mahoma. La salvación se logra mediante la fe, el arrepentimiento y las buenas obras, siendo la recompensa máxima la entrada al paraíso. La salvación en el Islam no está garantizada únicamente por la fe o las obras, sino que, al final, depende de la misericordia y el juicio de Alá. Los musulmanes se esfuerzan por vivir una vida que agrade a Alá y seguir las enseñanzas del Islam con la esperanza de alcanzar la salvación en el más allá. Ganar el paraíso depende de TI. Esta, y otras religiones, se basan en gran parte en lo que uno puede hacer, “las obras”, para ganar entrada al paraíso, nirvana o la liberación como otras tantas religiones.
Entonces, ¿qué enseña el cristianismo? Para encontrar esa respuesta necesitamos mirar otra religión mundial: el judaísmo. Jesús era judío. El cristianismo surgió del judaísmo. Comprender el vínculo entre esas dos religiones, y específicamente la diferencia clave entre ellas, nos dará la idea que necesitamos para responder nuestra pregunta de hoy.
Perfección
Jesús enseñó que la ley no tiene nada de malo; el problema es la gente. Dios requiere perfección; cualquier cosa menos no funcionará. Esto viene de las palabras de Jesús en su famoso Sermón del monte.
Mateo 5:17 (NTV) »No malinterpreten la razón por la cual he venido. No vine para abolir la ley de Moisés o los escritos de los profetas. Al contrario, vine para cumplir sus propósitos.
Cuando Jesús habla de “la ley y los profetas” se refiere al judaísmo. Te explico el judaísmo en pocas palabras: Dios eligió a Abraham y le hizo algunas promesas (Gén 12). Dios le dio los 10 mandamientos a Moisés. Estas son las reglas para vivir en la tierra prometida a la que estaban a punto de entrar. La gente seguía violando las leyes y no vivía correctamente como lo dice el libro de Jueces.
Jueces 21:25 (NTV) En esos días, Israel no tenía rey; cada uno hacía lo que le parecía correcto según su propio criterio.
En Mateo 5, Jesús básicamente dice: “No hay nada malo en la ley; algo anda mal con la gente”. Por eso dijo:
Mateo 5:20 (NTV) »Les advierto: a menos que su justicia supere a la de los maestros de la ley religiosa y a la de los fariseos, nunca entrarán en el reino del cielo.
Jesús continúa con el sermón enumerando ejemplos en cada área de la vida:
- Han oído “no asesines” (Mateo 5:21-22), pero yo digo aun si te enojas con alguien ya es asesinato en tu corazón.
- Han oído “no cometas adulterio” (Mateo 5: 27-28), pero yo digo que el que mira con pasión sexual ( lujuria) es igual a adulterio en tu corazón.
- Han oído “el castigo debe ser acorde a la gravedad del daño” (Mateo 5:38-39), pero yo digo pon la otra mejilla.
- Han oído “ama a tu prójimo” (Mateo 5:43-44), pero yo digo “ama a tu enemigo”
Luego Jesús termina la sección con esta loca declaración:
Mateo 5:48 (NTV) Pero tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto.
Es una declaración loca porque jamás alcanzaremos la perfección mientras estemos en este cuerpo corruptible. Esto nos pone en un gran aprieto.
El aprieto
Esto nos deja en un aprieto. Ni siquiera un fariseo podría alcanzar la perfección. Y eso que los fariseos eran los grandes líderes religiosos guardadores de la ley. Dios requiere perfección, pero la gente está lejos de ella. El apóstol Pablo explicó esto claramente en su carta a los romanos:
Romanos 3:20 (NTV) Pues nadie llegará jamás a ser justo ante Dios por hacer lo que la ley manda. La ley sencillamente nos muestra lo pecadores que somos.
Esto es una locura porque ¡Pablo solía ser fariseo! Era uno de esos tipos del Sermón del monte del que hablaba Jesús. Estaba tratando de llegar a Dios a través de sus propias obras. Así lo explicó el propio Pablo:
Filipenses 3:5-6 (NTV) Fui circuncidado cuando tenía ocho días de vida. Soy un ciudadano de Israel de pura cepa y miembro de la tribu de Benjamín, ¡un verdadero hebreo como no ha habido otro! Fui miembro de los fariseos, quienes exigen la obediencia más estricta a la ley judía. Era tan fanático que perseguía con crueldad a la iglesia, y en cuanto a la justicia, obedecía la ley al pie de la letra.
En el siguiente versículo quiero usar la NVI, porque nos ayuda a entender mejor lo que Pablo está tratando de decir:
Filipenses 3:7 (NVI) Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo.
Pablo estaba en números rojos y luego conoció a Cristo. Pablo recalcula el valor de toda su ganancia: familia, logros, educación, estatus social y moral. ¡Se da cuenta que el monto total sumaba a una pérdida total! Porque nada se compara a Cristo. Podemos no tener nada aparentemente, pero lo tenemos todo una vez que recibimos a Jesus como nuestro Señor y Salvador en nuestras vidas.
Entonces, si nunca llegaremos a ser lo suficientemente buenos para Dios o sea que no podremos alcanzar la perfección, ¿cuál es la respuesta a nuestra pregunta qué estamos contestando?
El regalo
La respuesta se encuentra en la perfección de Jesús. Eso sólo lo obtenemos por fe, y este es un regalo puramente de Dios. Llegamos a ser lo suficientemente buenos a través de Cristo y el sacrificio que ÉL hizo en la cruz del calvario. No tiene que ver con nada que nosotros hagamos. No depende de TI ni de MI. No es por obras para que nadie se jacte de ganarse la salvación. Es un regalo no merecido que nos da Jesús. Así es como Pablo explicó estas matemáticas a los efesios:
Efesios 2:8-9 (NTV) Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.
Piensa en la palabra “regalo”. ¿Cuánto pagas por un regalo? Exactamente nada. Una vez que lo pagas, ¡ya no es un regalo! Dos cosas sobre un regalo u obsequio. La primera: “ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo“. Si lo hacemos, entonces es una jactancia religiosa. La segunda cosa es que no tenemos que preguntarnos si hemos hecho lo suficiente para merecerlo o si somos lo suficientemente buenos para recibirlo
Este concepto contrasta con el Islam. La salvación en el Islam no está garantizada únicamente por la fe o las obras. Los musulmanes se esfuerzan por vivir una vida que agrade a Alá y a seguir las enseñanzas del Islam con la esperanza de alcanzar la salvación en el más allá. ¡Pero nunca sabrán con seguridad si son salvos! Pero Dios sí nos dice cómo podemos ser salvos:
Romanos 3:21-22 (NTV) Pero ahora, tal como se prometió tiempo atrás en los escritos de Moisés y de los profetas, Dios nos ha mostrado cómo podemos ser justos ante él sin cumplir con las exigencias de la ley. Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere.
Este versículo lo deja muy claro. Podemos ser salvos a través de Jesús porque Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Entonces, la respuesta de la Biblia a la pregunta: ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios? Revela la diferencia entre el cristianismo y cualquier otra religión. El judaísmo, el hinduismo, el budismo y el islam se basan “en obras”. Se trata de lo que TÚ puedes hacer para alcanzar la iluminación, ganar el nirvana y volverte justo.
El cristianismo tiene un mensaje diferente: TÚ no puedes hacer nada para salvarte a ti mismo. ¡La gente lo ha intentado y siempre ha fracasado! Necesitarás la perfección de Jesús. ya que él te ha regalado la salvación. Eso sólo lo obtendrás por fe.
Si tú nunca has puesto tu fe en Jesús, hoy es tu oportunidad de hacerlo. Solo Jesús te puede salvar y hacerte aceptable ante Dios. Es a través de Jesús que podemos ser perfectos porque cuando Dios nos mira a nosotros ve todo el pecado que llevamos encima. No obstante, cuando ponemos nuestra fe en Jesús y aceptamos su regalo de salvación podemos venir delante del Padre. Y él no nos mira a nosotros sino a la perfección de Cristo que nos representa ante un Dios tan Santo. Por lo tanto, sólo a través de Jesús es que podemos llegar a ser lo suficientemente buenos para Dios. Y esto es un regalo de Dios. No hay nada que nosotros podamos hacer para recibirlo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Qué diferencia al cristianismo de otras religiones del mundo? ¿Por qué crees que la gente se inclina a pensar que pueden ganarse el camino hacia Dios?
- Vuelva a leer Jueces 21:25 y Romanos 3:21. La gente hacía lo que bien le parecía. ¿Cómo es que esta idea sigue siendo cierta hoy en día? ¿Cuál fue la razón fundamental por la que Dios nos dio la ley?
- ¿Qué nos dice Efesios 2:8-9 acerca de nuestras obras y nuestra salvación? ¿Cómo has entendido tu propia “bondad” (ser bueno) en el pasado?
- ¿Qué se necesita para ser lo suficientemente bueno para Dios? ¿Has respondido al regalo que ofrece Jesús?
¿Existe sólo una iglesia verdadera?
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Puntos de conversación:
- La iglesia no es ni un edificio ni una organización. Es un pueblo, la comunidad de todos aquellos que mantienen una relación salvadora con Dios a través de Jesús. Juan 10:9
- No existe una iglesia verdadera en el sentido de que solo haya una institución o denominación perfecta. Pero hay una iglesia verdadera con “I” mayúscula en cierta manera. Juan 17:20-21, Efesios 4:3-7
- La Biblia utiliza tres analogías para ayudarnos a comprender la importancia de la iglesia: la novia, el cuerpo y la familia. Efesios 4:15-16, 2:19
Varias religiones afirman ser la única iglesia verdadera o el único camino al cielo. Pero ¿qué dice la Biblia? ¿Existe sólo una iglesia verdadera? Y si no, ¿conducen todos los caminos al cielo? Estas son las preguntas que exploraremos hoy. Sin embargo, nos enfocaremos en la siguiente pregunta:
¿Existe sólo una iglesia verdadera?
Antes de responder la pregunta sobre si existe o no una iglesia verdadera, debemos asegurarnos de entender qué es la “iglesia” y qué no es la iglesia. La iglesia no es un edificio. Puedes decir: “Te veré en la iglesia”. o “Nuestro grupo de hombres se reúne en la iglesia”. Pero el edificio en sí no es la iglesia. La iglesia no es una organización ni una denominación. Piensa en todas las denominaciones que existen como la iglesia bautista, metodista, luterano, presbiteriano, Asambleas de Dios, entre muchas otras.
Estimar el número exacto de denominaciones cristianas es un desafío debido a varios factores, incluidos los diferentes criterios sobre lo que constituye una denominación y la existencia de muchas iglesias pequeñas e independientes. ¡Sin embargo, los eruditos y expertos religiosos a menudo citan cifras que van desde 30,000 a 40,000 denominaciones cristianas en todo el mundo! ¿Te lo puedes imaginar? Solo te mencione 5 denominaciones, pero entre cada denominación hay más ramas. Solo en los bautistas hay más de 100 denominaciones y divisiones u organizaciones. Mas no nos referimos a todas estas denominaciones, instituciones ni organizaciones cuando usamos la palabra iglesia. Y es qué:
La iglesia no es ni un edificio ni una organización. Es un pueblo, la comunidad de todos aquellos que mantienen una relación salvadora con Dios a través de Jesús.
Esta definición viene de la serie “Teología sistemática”, tema 10. Si no la has leído, te invito a que lo hagas. Está en nuestra página buscadeDios.org. La palabra iglesia viene del griego ekklesia que significa asamblea de los convocados – convocados o llamados por la proclamación del evangelio a reunirse alrededor de Cristo. En otras palabras, los que han puesto su fe en Jesucristo. Así que cuando decimos la Iglesia con “I” mayúscula, nos referimos a las personas que han respondido al llamado del evangelio. Son aquellos que han respondido con un sí al regalo de la gracia de salvación dada por Jesús. Es más, Jesús lo dijo de la siguiente manera:
Juan 10:9 (NTV) Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos. Entrarán y saldrán libremente y encontrarán buenos pastos.
Jesús está invitando a todos a ser parte de este movimiento. Y a ser parte de su pueblo. De hecho, a través de todo el Antiguo Testamento vemos a Dios llamando a los israelitas a ser parte de su pueblo donde él será su Dios. Aclaro que en el AT testamento no se usa el término ekklesia. Mas para cuando Jesús vino, murió y resucitó y dio la Gran comisión a sus discípulos de empezar su ekklesia o sea su iglesia, él se estaba refiriendo a este cumplimiento del llamado desesperado de Dios desde el AT de “quiero ser tu Dios y quiero que sean mi pueblo. Está convocando a la gente a ser sus hijos. Está llamando a la gente del mundo para que sea su posesión más preciosa.
No existe una iglesia verdadera en el sentido de que solo haya una institución o denominación perfecta. Pero hay una iglesia verdadera con “I” mayúscula en cierta manera.
Entonces, volvamos a nuestra pregunta de hoy: ¿Existe sólo una iglesia verdadera? Si la iglesia es la gente que ha sido llamada por Dios y no una institución o una denominación, entonces en este sentido la respuesta es sí.
Esto es en el sentido de la comunidad global, con letra “I’ mayúscula para iglesia, o sea una comunidad de verdaderos creyentes que han respondido a Jesús y a su mensaje bíblico. Por lo tanto, en este sentido, la respuesta es sí, si hay una sola iglesia verdadera.
Sin embargo, en otro sentido, la respuesta es no. No hay ni una sola iglesia verdadera en el sentido de que sólo hay una institución o una denominación correcta. En otras palabras, una iglesia bautista o metodista no puede decir que son la iglesia verdadera y que para ser salvos hay que bautizarse en su iglesia. Esto no es cierto, ni es una verdad bíblica. No creo que una organización o denominación esté totalmente en lo correcto. Entonces no hay una sola iglesia verdadera si se refiere a una organización, institución o denominación.
Empero, en el sentido que Jesús nos llama e invita a seguirlo y a ser parte de su pueblo, su Iglesia con :”I” mayúscula, respondería que sí. Tú puedes estar en la denominación A o denominación B o C, o sea en una de las 30 mil y más denominaciones, y puedes ser parte de la iglesia con “I” mayúscula si has confiado en Jesús para la salvación.
Al otro extremo, puedes ser parte de una de esas denominaciones y no ser parte de la Iglesia de Cristo. La razón es porque hay gente en nuestras congregaciones que nunca han aceptado a Jesus como su Salvador. No solo por ir a la iglesia cada domingo o por ser miembro de la iglesia o hasta haberte bautizado, si no has aceptado a Jesus como tu Salvador, si no han entrado por la puerta que es Jesús (Juan 10:9). Él lo dijo muy claro: “los que entren a través de mí serán salvos”. En otro pasaje él dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí” (Juan 14:6).
Una vez más, solo los que han venido a Jesús por fe para ser salvos forman parte de la Iglesia verdadera. Por cierto, esta es una advertencia para todos así que te animo que te examines para ver si has puesto tu fe en Jesucristo porque si no lo has hecho no eres parte de su pueblo. No eres parte de la Iglesia. No obstante, Jesús te ha invitado a ser parte de su pueblo; su Iglesia. Él te ha llamado a ser parte de su Iglesia a pesar de tu denominación o la congregación a la que elijas asistir. A Jesús verdaderamente le importa que seas parte de este movimiento global.
Cuando digo “movimiento global” no solo me refiero a todas las naciones, a cada tribu, a cada lengua. Me refiero también a todas las generaciones desde la iglesia primitiva hasta el día de hoy y aun del Antiguo Testamento. Abraham, por ejemplo, no fue parte de ninguna denominación pero él fue llamado por Dios. Él respondió en fe a las promesas de Dios y se le fue contado como justicia. Él es parte de la Iglesia (con “I” mayúscula), como lo fueron Moises y David, al igual que Pablo y Pedro y todos los que han creído en Jesús para salvación sin importar su denominación. Eso quiere decir que tú también eres parte de esa Iglesia si has entrado por la puerta que es Jesús. Si no lo crees, mira lo que oró Jesús antes de irse al cielo:
Juan 17:20-21 (NTV) »No te pido solo por estos discípulos, sino también por todos los que creerán en mí por el mensaje de ellos. Te pido que todos sean uno, así como tú y yo somos uno, es decir, como tú estás en mí, Padre, y yo estoy en ti. Y que ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
¿No es maravilloso que Jesús mismo orara por la Iglesia? Él estaba orando por los discípulos en tiempo real, y por ti, por mi y por cualquiera que cree en su mensaje; en el mensaje de Jesús. Luego, más adelante, Pablo le escribe a la iglesia de Efeso lo siguiente:
Efesios 4:3-7 (NTV) Hagan todo lo posible por mantenerse unidos en el Espíritu y enlazados mediante la paz. Pues hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, tal como ustedes fueron llamados a una misma esperanza gloriosa para el futuro. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, quien está sobre todos, en todos y vive por medio de todos. No obstante, él nos ha dado a cada uno de nosotros un don especial mediante la generosidad de Cristo.
Cuando Pablo escribió esto no había ninguna clase de denominación. Y no es que haya algo de malo con las denominaciones. Algunos piensan que las denominaciones no deberían de existir porque muestra desunidad. Empero, si hay unidad en las denominaciones cristianas aunque existan ciertas diferencias.
Hay unidad siempre y cuando adoren al Jesús verdadero, se tenga la misma fe y un mismo bautizo. Así que no importa si te bautizaste en la iglesia bautista, o en Asambleas de Dios o en una iglesia no denominacional siempre y cuando hayas creído y confiado en el único Señor y Salvador; en el Jesús de la Biblia. Entonces ese es el mismo bautismo. Es el mismo Señor y Padre que adoramos. Puede que haya diferencias en la estructura, la manera que se adora, el liderazgo, etc. No obstante, en lo esencial hay unidad. Un ejemplo de ello son las doctrinas esenciales que todo cristiano o iglesia cree. A continuación te nombro solo 5 doctrinas fundamentales que toda iglesia debe creer.
5 doctrinas que todo cristiano (iglesia) cree:
- La Biblia es la Palabra de Dios. Los cristianos creemos que la Biblia es la palabra infalible de Dios, que es suficiente para todo lo que necesitamos para vivir la vida cristiana (2 Timoteo 3:16-17).
- Dios es tres en uno. Los cristianos creen que hay un Dios que existe eternamente como tres personas (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Las tres personas son iguales y eternas (Mateo 28:19).
- Jesús es plenamente Dios. Los cristianos creen que Jesús es plenamente Dios y plenamente humano como la segunda persona de la Trinidad. Él siempre ha existido como Dios y el mundo fue creado a través de él. Si vas a una iglesia donde no enseñan que Jesus es Dios entonces no están enseñando a Jesús de la Biblia (Juan 1:1-2).
- Somos salvos por la fe en Jesús. Los cristianos creen que toda persona está rota por el pecado y necesita salvación. Somos salvos sólo por gracia a través de la fe en Jesucristo (Efesios 2:8-9). Las obras no te salvan. El bautizo no te salva. Así que si estás en una iglesia que enseña que debes hacer cosas buenas para salvarte, no estás en una iglesia bíblica. Tampoco lo es una iglesia que enseñe que deben bautizarse en esa iglesia para ser salvos. Somos salvos solamente poniendo nuestra fe en Jesús.
- Hay vida después de la muerte. Los cristianos creen que Jesús regresará para establecer su reino y juzgar al mundo. Aquellos que han confiado en Jesús para su salvación vivirán eternamente en el cielo, mientras que otros estarán eternamente separados de la presencia de Dios. Juan 11:25-26
Existen más doctrinas pero estas son las que considero fundamentales para una iglesia. Me gustaría que pienses en la iglesia a la que asistes y analices si tu iglesia está de acuerdo con estas doctrinas fundamentales. Y es que, en las cosas pequeñas puede haber desacuerdos mas no en lo fundamental. Debemos mantenernos bien plantados en las creencias o doctrinas fundamentales de la Biblia.
La Biblia utiliza tres analogías para ayudarnos a comprender la importancia de la iglesia: la novia, el cuerpo y la familia.
Quiero terminar con tres analogías utilizadas en la Biblia para describir la iglesia. Cada una de estas imágenes nos ayuda a comprender la importancia de la iglesia y el porqué debemos ser parte de ella. No quiero que te hagas la idea de que la iglesia no tiene valor porque no hay una denominación o una institución u organización correcta. Es importante respetar el papel de la iglesia y nuestra participación en ella.
Entonces, de acuerdo con la Biblia, la “Iglesia” es, número 1, la novia o la esposa de Cristo (Efesios 5:22-33). Lo que entiendo de este pasaje, entre muchas cosas, es que no hables mal de la iglesia o sea de la novia de Cristo. Es como si alguien hablara mal de mi esposa. Si alguien lo hace, yo tendré que hablar con esa persona seriamente. No estaré de acuerdo con que lo hagan. Es mi novia, mi esposa. ¿Acaso mi esposa es perfecta? No, no lo es. Pero eso no le da derecho a nadie de hablar mal de ella.
Igual pasa con la novia de Cristo. Hay algunos creyentes y no creyentes que hablan mal de la iglesia, la novia de Cristo. Jesús no está de acuerdo con eso. Él sabe que ninguna iglesia es perfecta. Que ninguna denominación lo es. Y está bien porque desde el momento que tú o yo, o cualquier ser humano va a esa iglesia deja de ser perfecta ya que todos somos pecadores. Recuerda, la iglesia es la gente. Gente que ha sido salvada por gracia. Empero la gente que ha sido salvada por gracia sigue siendo imperfecta. Todavía cometemos errores. Por lo tanto, la iglesia es imperfecta pero aun así debemos respetarla y hablar bien de ella.
Jesús ama a su esposa. Él ama su ekklesia. La llamada, porque eso fue lo que hizo. Nos llamó y nos apartó del resto del mundo. Somos su posesión más amada y preciada. Si eres parte de la Iglesia, con “i” mayúscula, tú eres parte de esta posesión más atesorada. Si tu iglesia o denominación guarda las enseñanzas y doctrinas bíblicas entonces es parte de esta Iglesia. Por consiguiente, tratemos a la novia de Cristo con respeto.
La segunda analogía para la iglesia es que es el cuerpo de Cristo.
Efesios 4:15-16 (NTV) En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia. Él hace que todo el cuerpo encaje perfectamente. Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor.
La iglesia no es solo la novia de Cristo. La iglesia es el cuerpo de Cristo. Jesús es la cabeza y nosotros somos el cuerpo. Esta analogía significa que tú debes ser parte de la iglesia local. Aquí y en otras partes del NT, cuando Pablo menciona al cuerpo de Cristo se está dirigiendo a la iglesia local. Lo que Pablo está diciendo es que no solo vayas a la iglesia los domingos y ya. No. Tú debes ser parte del cuerpo de Cristo. Debes buscar un cuerpo local de creyentes e involúcrate. Sirve en tu iglesia. La iglesia no funciona de la manera más saludable posible a menos que todas las partes estén funcionando.
Tienes un papel que desempeñar. Dios te ha dado dones para que los uses en la edificación de la iglesia. (1 Pedro 4:10). Quizás no creas que tu papel es importante, ¡lo es! Apúntate a servir en alguna área de servicio en tu iglesia. Se parte de algún grupo pequeño. Invita a las personas a asistir a los servicios. Háblales de Jesús y discípulalos.
Para los que dicen “las montañas son mi iglesia” o “me siento más cerca de Dios en la naturaleza” dejame decirte que no hay una piedra, un árbol o un arroyo que necesite palabras de aliento, oración o compañerismo de tu parte. Mas si hay alguien en el cuerpo de Cristo, la iglesia, que necesita de ti y de tus palabras de aliento, oración o compañerismo y de tus dones. Los llamados, los que hemos aceptado a Jesús, hemos sido llamados a ser parte del cuerpo de Cristo y a ayudarnos unos a otros.
En tercer lugar,como Iglesia, somos una familia.
Efesios 2:19 (NTV) Así que ahora ustedes, los gentiles, ya no son unos desconocidos ni extranjeros. Son ciudadanos junto con todo el pueblo santo de Dios. Son miembros de la familia de Dios.
Recuerden que la iglesia cristiana salió del judaísmo. En el judaísmo, todo el que no era judio era gentil y estaba fuera de la promesa de Dios. Sin embargo, al empezar la iglesia primitiva, Jesús dejó claro que su Buena Noticia de salvación era para todos y no solo para los judios. Por eso Pablo escribe que ahora los geniales no son unos desconocidos sino ciudadanos del reino y parte de la familia de Dios. Por lo tanto, gente de todas las naciones, razas e idiomas venimos a ser parte de la familia de Dios a través de Jesús. Todos los que aceptan a Jesús vienen a ser parte de esta familia eterna.
Como ocurre con cualquier familia, la comunicación y la conexión son importantes. La Biblia habla de cómo se supone que debemos tratarnos unos a otros. Se nos dice que lloremos con los que lloran y que nos regocijemos con los que se regocijan (Romanos 12:15). Se supone que debemos restaurar amablemente a aquellos que están atrapados en el pecado, asegurándonos de ser humildes y cuidadosos de no caer nosotros mismos en el pecado (Gálatas 6:1). Debemos orar unos por otros (Santiago 5:16). Debemos satisfacer las necesidades físicas unos de otros (1 Juan 3:17).
Entonces, lo que queda por responder es: ¿cómo puedes llegar a ser parte de la iglesia con “I” mayúscula? Volvamos a Juan 10:9.
Juan 10:9 (NTV) Yo soy la puerta; los que entren a través de mí serán salvos….
Jesús nos dice eso a todos. Si quieres ser parte de la Iglesia de Cristo ven a él. Es a través de él que eres salvo. Solo al aceptarlo como tu Salvador y poner tu fe en él puedes ser salvo. Solamente tienes que decirle:
“Jesús reconozco que estoy roto, que he pecado, que he hecho las cosas a mi manera,
pero ahora me arrepiento de todo lo malo que he hecho,
te acepto como Amo y Señor de mi vida.
quiero poner mi fe y mi confianza en ti y confieso mi necesidad de ti.”
La Biblia dice que en el momento que haces eso eres salvo y vienes a ser parte de su iglesia, su pueblo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cómo definen las personas en tu vida de qué se trata la iglesia? ¿Por qué es importante la distinción de que la iglesia no se trata de un edificio u organización sino más bien de las personas?
- Vuelve a leer Efesios 4:3-7. ¿Qué unifica a la iglesia con “i” mayúscula? ¿Qué tiende a suceder cuando la gente empieza a elevar otras cosas por encima de la unidad en Cristo?
- ¿Qué analogía de la Iglesia te habla más y por qué? ¿Qué dones traes al cuerpo de tu iglesia?
- ¿Has confiado en Jesús para la salvación? En caso contrario, ¿qué preguntas aún quedan por responder? En caso afirmativo, ¿cómo ayudarás a otra persona a convertirse en parte de la iglesia con “I” mayúscula?