Fe y Crecimiento

No te afanes más en construir tu reino que en construir el reino de Dios.

Esta es la parte 3 de 5 en la Serie La historia de la Navidad según las personas que verdaderamente estuvieron presente.


La perspectiva hace toda la diferencia en la forma en que vemos la navidad. Puede ser tanto una celebración de la familia y la unión, como puede ser un recordatorio de recuerdos dolorosos.

Para Herodes “el Grande”, el “rey de Israel”, la primera Navidad fue otra cosa menos una celebración. Herodes se preocupaba mucho más de su “reinado” en Israel que del Reino de Dios. De hecho, el reino espiritual de Jesucristo amenazó el reinado físico de Herodes. Como Herodes, a menudo buscamos gobernar sobre nuestros “pequeños reinos” en vez de someternos al reino de Dios.

[Recurso externo: Herodes el grande]

El rey Herodes no dejaba que Jesús hablara

Después de una larga carrera de tramar, intrigar, y matar, Herodes se había acomodado al Imperio Romano y cimentado a sí mismo como el rey títere de Israel. Cuando oyó que el Mesías prometido había nacido, sabía que este Mesías representaba una amenaza para todo lo que había trabajado.

Mateo 2:1-3 Jesús nació en Belén de Judea durante el reinado de Herodes. Por ese tiempo, algunos sabios de países del oriente llegaron a Jerusalén y preguntaron: “¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Vimos su estrella mientras salía y hemos venido a adorarlo”. Cuando el rey Herodes oyó eso, se perturbó profundamente igual que todos en Jerusalén.

Antes de que Jesús pronunciara una palabra, Herodes decidió rechazarlo. Muchas personas hoy en día rechazan de una vez a Jesús pura y simplemente por cristianos mediocres que han conocido o debido a un prejuicio que tienen en contra de la idea misma de Dios. Otros no quieren obedecer a Dios y preferirían la incredulidad o formar un dios en su propia imagen.

Incluso aquellos que dicen seguir a Jesús puede negarse a oírlo. Cuando nos molestamos en ir a la iglesia en realidad no escuchar al sermón. Si leemos la Biblia, volamos a través de sus páginas sin pensarlo. No adoramos durante el culto. Cuando nos encontramos con enseñanzas que nos demandan a someternos más a Dios, luchamos o huimos de Dios. Nosotros, como Herodes, no dejamos hablar a Jesús.

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Jesús era una amenaza el reinado de Herodes

Herodes quería su “pequeño reino” de Israel más de lo que amaba a Dios. Sin embargo, su reinado fue sólo un espejo de lo que Herodes amaba de verdad: a él mismo. Amaba tanto su posición que estaba dispuesto a cometer un gran mal para protegerlo:

Mateo 2:13, 16 Después de que los sabios se fueron, un ángel del Señor se le apareció a José en un sueño. “¡Levántate! Huye a Egipto con el niño y su madre —dijo el ángel—. Quédate allí hasta que yo te diga que regreses, porque Herodes buscará al niño para matarlo”.” … Cuando Herodes se dio cuenta de que los sabios se habían burlado de él, se puso furioso. Entonces, basado en lo que dijeron los sabios sobre la primera aparición de la estrella, Herodes envió soldados para matar a todos los niños que vivieran en Belén y en sus alrededores y que tuvieran dos años o menos.

Herodes no era ateo o antijudío. Se crió como un judío, y reinó en Israel. Él le creyó a los sabios y a los líderes judíos cuando dijeron que el Mesías había llegado. En lugar de dejar que estas verdades le llevarán a honrar al verdadero rey, dejó que su “reino del ego” se adueñara de él.

Dejamos que nuestros “reinitos” del ego, como el dinero o el tiempo se apodere de nosotros (Mateo 6: 20-21). Nosotros no queremos tomar la responsabilidad. Queremos la vida en nuestros términos. Jesús, el rey tiene autoridad sobre nosotros, nos guste o no, y si buscamos vivir la vida en nuestros términos, Jesús es una amenaza. Cada uno de nosotros debe identificar cuáles son nuestros “reinitos” y someterlos al señorío del Rey Jesús.

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Herodes murió sin Dios y sin esperanza

Cuando la muerte de Herodes se registra en Mateo 2:19-20, simplemente dice que un ángel le dijo a José que era seguro regresar a Israel. Después de toda una vida arañando su camino al poder, Herodes es solamente una nota al pie de página en la Biblia. Más tarde, el apóstol Pablo escribió que una vida sin Cristo es una vida sin Dios y sin esperanza.

Efesios 2:12 En esos tiempos, ustedes vivían apartados de Cristo. No se les permitía ser ciudadanos de Israel, y no conocían las promesas del pacto que Dios había hecho con ellos. Ustedes vivían en este mundo sin Dios y sin esperanza,

Herodes quería ser grande, pero se le recuerda sobre todo por su papel secundario en la vida del verdadero rey, Jesús. Herodes no se dio cuenta de que una vida en sujeción a Jesús es la verdadera vida. Sin Jesús, la vida no tiene sentido. Los grandes proyectos de construcción de Herodes fueron destruidos y son sólo ruinas hoy. Murió sin Cristo y sin esperanza.

Si quieres vivir una vida con propósito verdadero y valor y la vida eterna, debes entregarles las llaves de tu “reinito” a Jesús.

No seas como Herodes: confía Jesús

Es perfectamente posible creer en Dios y estar sin Dios. No es suficiente reconocer simplemente que Dios existe, o incluso que Jesús es Señor y Salvador. Él debe ser tu Salvador y Señor. Herodes creía que Jesús era el Mesías, pero se negó a someterse a él como su Mesías.

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Mateo 7:21 No todo el que me llama: “¡Señor, Señor!” entrará en el reino del cielo. Sólo entrarán aquellos que verdaderamente hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.

En lugar de confiar en nosotros mismos y en nuestros “reinitos,” hay que confiar en el verdadero Rey que gobierna sobre el Reino de Dios. Debemos confiar en él con nuestras finanzas y familias, con nuestra salvación y nuestro crecimiento espiritual. Debemos confiar en él y mantenernos confiando en él.

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Preguntas para comentar:

  1. Preparación: Ver el video juntos o invita a alguien para resumir el tema.
  2. ¿Cuál es tu reacción inicial al video/artículo? ¿Está de acuerdo con alguna parte? ¿Qué  saltó a la vista?
  3. Considera que a partir de la primera aparición de Jesús como un bebé en el Evangelio de Mateo, los líderes judíos se le oponen. ¿Qué nos dice esto del ministerio terrenal de Jesús y nuestra lectura de los relatos de los evangelios?
  4. ¿Cuáles son algunas maneras, en el pasado, que nos permitido que Jesús te hable? ¿Cuáles son algunas formas en las que no estás escuchándolo en la actualidad? ¿Por qué no dejas hablar a Jesús?
  5. Lee Mateo 6:20-21. Herodes estaba tan comprometido con su “reinito” que trató de matar a Jesús. ¿En qué “reinitos estás gobernando”? ¿Los está sometiendo activamente a Jesús, o dejas que estos “reinos” te conviertan en enemigo de Jesús? Explica.
  6. Lee Efesios 2:12. El apóstol Pablo enseñó que una vida sin Jesús es una vida “sin Dios y sin esperanza.” ¿Cómo ha sido esto cierto en tu propia vida o en la vida de los demás?
  7. Explica lo que significa confiar en Jesús y seguir confiando en él. ¿Cómo nos cambia el confiar en Jesús?
  8. Llévatelo: Escribe una medida de acción personal basada en esta conversación.

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