La crucifixión era una forma espantosa de la pena capital utilizada por varias naciones antiguas. Fue perfeccionada por los romanos como un método de ejecución que causó el mayor dolor y sufrimiento durante un período de tiempo.

  • La víctima era clavada en la parte vertical de la cruz a través de los pies, y en el travesaño (la barra cruzada) a través de las manos o las muñecas. Clavos de aproximadamente 7 pulgadas de largo y 3.8 de pulgada de grueso se insertaban en las muñecas cerca del nervio medio, causando descargas de dolor  irradiando a través de los brazos. Luego, el peso de todo el cuerpo era sostenido por los brazos extendidos de la víctima, descansando en las uñas. Esto colocaba una tensión enorme en las muñecas, los brazos y los hombros, a menudo resultando en una dislocación de las coyunturas del hombro y codo.
  • Con el tiempo, el brazo y los músculos de las piernas sufrirían severos calambres y contracciones espasmódicas por la inmovilidad y la pérdida de sangre y oxígeno.
  • La  caja torácica de la víctima era constreñida por la posición de los brazos, por lo que era extremadamente difícil respirar. Para inflar los pulmones, la víctima tenía que empujarse hacia arriba con los pies clavados, causando un terrible dolor en los pies y las piernas. Por lo tanto, sólo eran posibles respiraciones leves y breves.
  • La causa última de la muerte en la crucifixión era por asfixia. Las respiraciones leves  y breves causaban que las áreas pequeñas de los pulmones colapsaran. El líquido se acumulaba en los pulmones. El dióxido de carbono aumentaría en los pulmones y el torrente sanguíneo, dando lugar a la inconsciencia. Eventualmente, el corazón se estresaria excesivamente y fallaría.
  • Otras causas contribuyeron a la muerte, como la deshidratación y el agotamiento. A menudo era requerido que la víctima cargara el travesaño, con un peso desde 80 hasta 110 libras, al lugar de la ejecución.
  • También contribuyeron a la muerte el shock físico por ser traspasado por los clavos, junto con los golpes y azotes que precedía a la crucifixión. En esta flagelación, la víctima era atada a un pilar y golpeada repetidamente con látigos. Las correas de los látigos estaban incrustadas con trozos afilados de hueso o metal, arrancando la carne del cuerpo de la víctima.
  • La cantidad de tiempo requerido para morir por crucifixión podría oscilar entre horas y días, dependiendo de muchos factores. Si los verdugos querían acelerar la muerte de la víctima, quebrarían las piernas. Entonces, la víctima ya no podria empujarse hacia arriba para tomar un buen respiro, acelerando así la asfixia.

Véase: Aspectos médicos de la crucifixión de Jesucristo, por David Teraska, MD (disponible solo en inglés).

 

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