La Biblia deja claro que hay falsos maestros en el mundo, y no que pueda que hayan falsos maestros dentro de nuestras iglesias. Por desgracia, los falsos maestros no se identifican a sí mismos claramente. Ellos tienden a verse y oírse como maestros bíblicos. Esto nos pone en una situación peligrosa.

Afortunadamente, Dios nos ha dado cuatro maneras de detectar a un falso maestro en el libro de Judas. Los destinatarios de la carta de Judas tenían falsos maestros en medio de ellos. Judas quería que estos cristianos supieran cómo encontrar los falsos maestros y eliminarlos de una posición de influencia.

Aquí están las cuatro formas de detectar un falso maestro:

1) Su estilo de vida no coincide con su enseñanza

Judas 1: 8 De la misma manera, estos individuos —que pretenden tener autoridad por lo que reciben en sueños— llevan una vida inmoral, desafían a la autoridad y se burlan de los seres sobrenaturales.

Los falsos maestros a menudo predican sobre la santidad y enseñan un riguroso código de ética que ellos esperan que cada uno siga. Sin embargo, su vida personal a menudo no está a la altura de su mensaje. Si el comportamiento de una persona no coincide con su predicación, entonces puede ser que sea un falso maestro.

2) Se creen las personas más inteligentes en la iglesia.

Judas 1:10 Pero esa gente se burla de cosas que no entiende. Como animales irracionales, hacen todo lo que les dictan sus instintos y de esta manera provocan su propia destrucción.

Los falsos maestros tienden a hacer de menos la enseñanza y la autoridad de los pastores y de los líderes establecidos en una iglesia. Ellos están constantemente cuestionando a los maestros de la iglesia, e incluso contradiciéndolos.

3) Instigan la desunión en la iglesia.

Judas 1:16 Estos individuos son rezongones, se quejan de todo y viven solo para satisfacer sus deseos. Son fanfarrones que se jactan de sí mismos y adulan a otros para conseguir lo que quieren.

Los falsos maestros suelen causar divisiones en las iglesias, ministerios y grupos familiares. Ellos causan interrupción en casi todos los grupos en que se encuentran. Tratan bien a los demás sólo para que sigan su guianza.

4) No producen ningún fruto verdadero.

Judas 1:12 Son como pastores que no tienen vergüenza y que solo se preocupan por sí mismos. Son como nubes que pasan sobre la tierra sin dar lluvia. Son como árboles en el otoño, doblemente muertos, porque no dan fruto y han sido arrancados de raíz.

Los falsos maestros no ayudan realmente a otros a buscar de Dios. Puede ser que tengan seguidores, pero estos seguidores no están creciendo en su amor por Jesús y su iglesia. Los falsos maestros se preocupan demasiado por sí mismos para ver que un fruto verdadero se desarrolle en las vidas de otros.

Print Friendly, PDF & Email